Retoma el control de tu vida. Estrategias efectivas para el control emocional

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lunes, 2 de junio de 2025

Lo que no pensamos, lo que no dijimos, lo que no hicimos



Lo que no pensamos, lo que no dijimos, lo que no hicimos

Una de las cosas que más atormenta al ser humano es el pasado. 


Por ejemplo, muchas veces nos quejamos de las cosas que pudimos hacer y no hicimos. 


En mi caso, hace ya varios años vi a una pareja discutir frente a una estación de policía para ver quien se quedaría con su pequeña hija. 


Ese día me limité a verlos discutir, pero en mi interior algo me decía que debía hablar con ellos y hacerles ver que la única perjudicada de esa situación era su hijita. 


Pero ya sabes, me dejé llevar del miedo que me trataran de metido, o hasta ganarme un insulto por “colaborambon”. 


Así que más bien me quedé calladito, porque así me veía más bonito y no hice nada. 


Aunque por mucho tiempo esto me atormentaba, pues quien sabe si mi acción le hubiera cambiado el destino a esa pequeñita. 


Otro caso muy común de este tipo es el pasado que tuvimos con nuestros padres. 


Hace pocos días visite en su casa a un buen amigo. 


Y resultó hablando de sus padres de una forma muy despectiva. 


Este amigo, ya hace mucho rato me había comentado su infancia y no había sido para nada agradable. 


Desde muy niño le tocó hacerse cargo de sí mismo por el abandono de sus padres. 


Y no puedo salir en defensa de quien ha hecho daño a otros y sobre todo a un niño, pero pregúntate, ¿de qué sirve ese resentimiento en la actualidad si esas personas ya no están vivas? 


Mira, por muchos años yo llegué a sentirme mal por el holocausto realizado durante la segunda guerra mundial. 


Una cosa que pasó cuando ni siquiera yo había nacido. 


Y entiendo que esto es parte de la empatía humana, pero ¿de qué sirve lamentarnos por cosas que pudimos pensar y no pensamos? 


¿Por cosas que pudimos decir y no dijimos? 


¿O por cosas que pudimos hacer y no hicimos? 


Pero eso existe ese dicho popular que reza: “de nada sirve llorar sobre la leche derramada”. 


Y tal vez en este momento me digas: “Gabrielito lindo, en teoría sabemos que no podemos hacer nada por el pasado, pero ¿cómo podemos entonces dejarnos de sentir mal por ello?”. 


Bueno, esto es muy simple. Si observas, las emociones dependen mucho de lo que tienes en tu mente. 


Si alguna vez has discutido con algún desconocido, habrás notado que, durante todo ese día o parte del siguiente, te sientes mal por ello. 


Sobre todo, cuando vienen a tu mente nuevas respuestas que pudiste haberle dicho a esa persona y no se te ocurrieron en el momento. 


¿Notas que estás recreando en tu mente la situación y vienen de nuevo esas emociones del momento? 


Hasta sientes rabia y tu cabeza se pone caliente, a pesar de que esa persona ya no está frente a ti. 


Bueno, para dejar de sentirte mal por cosas del pasado es simplemente quitar tu enfoque de esa información. 


Mas bien enfócate en lo que aprendiste de esa situación. 


Digamos que, en mi caso, con la pequeña cuyos padres discutían por su custodia, aprendí a no quedarme callado cuando mi interior me dice que debo actuar. 


Mira, nosotros no podemos perder tanto tiempo de nuestra vida, lamiéndonos las heridas del pasado. 


Ya está, no se puede hacer nada y hay que seguir adelante. 


Esta vida es muy cortita y hermosa como para dedicarla a algo que no sea disfrutarla.

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lunes, 6 de enero de 2025

El Secreto de los Bisontes para Superar Cualquier Obstáculo



El Secreto de los Bisontes para Superar Cualquier Obstáculo

Una de las cosas que más nos detiene en la vida son los miedos. 


Con esto me refiero a los miedos que no tienen fundamento, como por ejemplo el miedo a cambiar de trabajo, ciudad, etc. 


El miedo es un mecanismo de defensa para ayudarnos a sobrevivir o que no nos hagamos daño. 


Pero hay miedos tan tontos que cuando uno los analiza no puede dejar de pensar que el tonto realmente fue uno al dejarse llevar por esto. 


Incluso a mí, hace poco me ocurrió un evento que casi me paraliza. 


En mi trabajo siempre me he enfrentado a desafíos grandes que por lo general yo he dicho: “hasta aquí llegué”. 


Para luego terminar haciendo el trabajo y riéndome de lo fácil que era eso. 


Y que el haberme preocupado fue algo innecesario. 


Bueno hace un par de semanas por motivos de fuerza mayor, me tocó “heredar” el trabajo que había realizado otro compañero que se fue. 


La metodología que el usó no era de mis preferidas. 


Para ponértelo en términos menos técnicos, a mí me gustan las cosas muy simples. 


Es por eso que me gusta el postulado de la “navaja de Ockham”. 


Este es un principio lógico y filosófico el cual establece que “en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la correcta”. 


En la informática es vital que las cosas sean simples y eficientes. 


Y la verdad desde mi punto de vista, esa metodología empleada por mi compañero era muy compleja. 


Bueno, cuando yo recibí ese proyecto también pensé “hasta aquí llegué”. 


Pero recordaba las muchas veces que también había pensado lo mismo. 


Fue entonces que, para relajarme un poco, salí con un amigo a una cafetería. 


Y justo este personaje me contó que se acababa de enfrentar a un problema casi que sin solución en su trabajo. 


Pero que al final lo había solucionado y había mejorado todo el proceso que le tocaba realizar. 


Yo pensaba que cuando será que yo estaré diciendo lo mismo con ese trabajo que me tocaba enfrentar. 


Así que me animé y le conté lo que me pasaba. 


El me habló sobre la historia de los bisontes y las vacas cuando viene una tormenta. 


Por ejemplo, las vacas cuando ven una tormenta, intentan huir de ella hasta que las alcanza. 


Por el contrario, los bisontes tienen un comportamiento muy particular. 


En lugar de huir de las tormentas como lo hacen la mayoría de los animales, se dirigen hacia ella. 


Nosotros acá diríamos que esos animales están locos. 


Pero este comportamiento tiene una lógica poderosa. 


Al enfrentarse directamente a la tormenta, los bisontes atraviesan la zona de mal tiempo más rápido que si intentaran huir de ella. 


Lo cual prolongaría el tiempo que pasarían bajo condiciones adversas. 


Este enfoque les permite minimizar el impacto de la tormenta en su bienestar. 


Bueno, mi amigo me dijo que la mayoría de nosotros hacemos como las vacas. 


Dilatamos hasta mas no poder, los problemas a resolver, pues en general nos da miedo físico porque calculamos un mal resultado. 


Y por no enfrentar los desafíos que tenemos, nos amargamos la vida robándonos el bienestar. 


Bueno, cuando mi amigo terminó de contarme esto, salí corriendo con el cuchillo entre los dientes a enfrentar ese desafío que tenía. 


Y no me lo vas a creer, pero esa misma noche, aunque me acosté tarde, pude resolver el primero de muchos requerimientos pendientes. 


En cuestión de 2 semanas logré dominar esa metodología que en un principio parecía imposible y que, de no ser por la historia de mi amigo, allí todavía estaba dilatando ese proceso, sufriendo y gratis. 


Así que quiero animarte, mediante esta información, que seas como el bisonte y enfrentes sin miedo, de frente y por el centro cualquier desafió. 


Si no lo haces vas a dilatar el sufrimiento. 


Al final verás que los problemas no son tan graves e imposibles como los creías. 


Mira, los problemas no se van a ir o resolver solos. 


Y si se resuelven “solos” lamentablemente no vienen con resultados que te beneficien.

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lunes, 2 de septiembre de 2024

Fuerza de la Esperanza y el Poder del Apoyo en Tiempos de Desafío



Fuerza de la Esperanza y el Poder del Apoyo en Tiempos de Desafío

Yo creo que todos tenemos personas cercanas que queremos ayudar de todo corazón. 


Sin embargo, parece que entre más los ayudamos, es como si se hundieran más en sus problemas. 


Por ejemplo, en mi caso, la gente a mi alrededor deseaba de todo corazón lo mejor para mí. 


Y sobre todo que saliera rápido de mi crisis financiera. 


Pero la depresión en la que entré debido a mi desespero por la situación hacía que cada día me hundiera más en los problemas. 


No podía pensar correctamente y mis decisiones eran un desastre. 


Si estás en una situación como esta, y tienes una persona cercana en problemas nunca debes subestimar su situación. 


Me ocurrió que cuando toqué fondo, toco comenzó a cambiar para mí. 


Es como si me hubiera cansado del fracaso y las malas decisiones y finalmente pude actuar mejor. 


Así que, en el caso de esa persona que te interesa, por más que hayas perdido la esperanza, nunca debes darlo por finalizado. 


Respecto a esto, hace muchos años vi con estos ojitos que tantas cositas lindas han observado, un ejemplo de un niño que me tapó la boca. 


En aquellos tiempos, cuando éramos tan inocentes, la tecnología no estaba al alcance de la mano de cualquiera. 


Y esto era por ser muy costosa. 


Te estoy hablando aproximadamente de finales de los años 90. 


Un buen amigo de nosotros que tenía mucho dinero logró adquirir el juego de moda. 


En mi casa teníamos la fortuna de tener acceso a la tecnología, pues yo me encontraba trabajando y ya había comprado mi primer PC. 


Así que junto con mi hermano menor y este amigo nos pusimos a pasar horas de entretenimiento con este jueguito que venía en formato CD. 


En pequeño de esta historia nos vio jugando en cierta oportunidad y se entusiasmó mucho. 


Así que le dijo a mi hermano que por favor le diera una copia de ese juego. 


Así lo hizo mi hermanito y recuerdo que cuando se lo entregó, este niño se fue muy entusiasmado. 


Mi hermano se limitó a mirarme y decirme: “ahora solo le falta el PC”. 


Bueno, como te mencioné anteriormente en aquella época la tecnología era muy costosa y este niño ni esperanzas de comprarse un PC para él. 


La verdad yo lo miré con tristeza al ver su entusiasmo con su copia del juego y le hecho la bendición. 


No creo que haya pasado un mes, y este jovencito resultó de la nada con un PC nuevo. 


La verdad este muchachito me cerró la boca y en ese momento aprendí que por más desesperanza que tenga una persona en su vida, la vida se encarga de abrirle el camino. 


Es por eso por lo que, mediante este ejemplo, quiero animarte a no perder la fe en las personas que te importan. 


Mira, por más dinero que le des a una persona, no le vas a solucionar la vida. 


El problema está en su cabeza y muchas veces solo basta con que esa persona sienta que estás a su lado. 


Ella solita concluirá que tiene que hacer, pues el poder que nos puso a todos aquí también está dentro de esa persona.

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lunes, 29 de julio de 2024

Superando el Miedo a Hablar en Público a través de la Autoconfianza



Superando el Miedo a Hablar en Público a través de la Autoconfianza

Hace muchos años, cuando estudiaba en el colegio, mi talón de Aquiles eran las exposiciones de cualquier tema frente al grupo. 


Sentía una mezcla entre pereza y pánico escénico. 


Así que tomé la “sabia” decisión de preferir sacar una baja nota que exponer mi sistema nervioso a toda esa tortura. 


Así pues, cuando un profesor decía que armáramos los grupos para exponer frente a la clase, yo le decía a solas que no eso no iba a pasar y que colocara la nota que considerara me merecía. 


Muchos profesores al conocer mi actitud hacia esto, más bien me dejaban una investigación escrita para presentarlo. 


Otros por el contrario tengan la nota mínima, para que aprenda a ser serio. 


El caso es que, en cierta oportunidad en clase de español, la profesora dijo públicamente que armaran los grupos, menos Gabrielito lindo, pues tendría un trabajo especial. 


Todos preguntaron “¿y es que tiene corona?”. 


A lo cual la profesora, muy linda ella, expuso mi debilidad. 


Entonces, uno de los compañeros más pequeños del salón dijo con expresión de asombro, que era increíble que un hombre de mis dimensiones tuviera miedo a eso. 


Lo bueno es que cuando terminó la clase, otro compañero se me acercó y me dijo algo que cambiaría mi actitud no solo a enfrentar público, sino cualquier desafío en la vida. 


Textualmente me dijo que cuando uno se paraba a hablar en público, la gente que estaba allí ignoraba toda información que uno les daría. 


Así que, si uno se equivocaba, ellos ni cuenta se darían. 


Es más, muchos ni prestan atención a lo que uno está exponiendo. 


Bueno, hoy en día las cosas son muy diferentes a lo que era en aquellos tiempos, pues tenemos acceso a más información y de forma casi instantánea. 


Pero el principio es el mismo, pues la gente sigue sin leer, dormida y pensando en cosas sin importancia. 


Y con esto no te estoy diciendo que debas dar a los demás información errónea o fraudulenta. 


Tristemente hay muchas noticias falsas que, por ignorancia, la mayoría prefieren aceptar que tomarse el tiempo de investigar si es cierto o no. 


Y más si es una noticia de alguien que te cae mal. 


Mira no estamos exentos de cometer errores, pero es muy importante que, si te das cuenta de un dato incorrecto o alguien te lo hace caer en cuenta, corregir la información. 


Finalmente, para eso existe la fe de erratas, que son comunes en los libros y revistas académicas. 


Pero trátese de cualquier información que desees dar en tu día a día, por muy trivial que sea, intenta ser lo más acertado posible. 


Eso es el principio de excelencia, y si lo aplicas constantemente, adivina quien se va a encontrar con el éxito pronto.

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lunes, 22 de julio de 2024

Cuando el Amor al Prójimo Viene de los Lugares Menos Esperados



Cuando el Amor al Prójimo Viene de los Lugares Menos Esperados

Cuando me encontraba muy jovencito, más de lo que estoy ahora, extrañamente me dio por los temas espirituales. 


Así que comencé a reunirme con unos pacientes que promulgaban mucho el amor al prójimo. 


Allí pude conocer mucho tipo de personas, y en especial a un jovencito de unos 17 años o menos en ese momento. 


A este jovencito también lo enredaron con el cuento del amor, pues él estaba pasando por un momento difícil, ya que era de otro país. 


Si señor padre se encontraba detenido por algunos problemas con la ley y él estaba viviendo con su madrastra. 


Ni me preguntes que pasó con su mamá porque a mí no me gusta el chisme. 


Nunca se me ocurrió preguntarle. 


Pero lamentablemente este jovencito que solo tenía a su madrastra y a su medio hermano, y tuvo que tomar una difícil decisión a su corta edad. 


La madrastra, que no lo quería, le dijo que se tenía que ir de la casa por andar reuniéndose con ese grupo de proselitistas. 


En realidad, la señora buscaba excusas para sacarlo de casa. 


Bueno, al parecer como le caía bien y le producía confianza, y este jovencito acudió a este angelito para contarle sus penas. 


Imagínate por un momento, tú siendo menor de edad, viviendo en un país donde no conoces a nadie, con la única persona que te puede ayudar preso y con una madrastra que quiere sacar de la casa. 


Este jovencito en medio de lágrimas me dijo que no sabía qué hacer. 


A buen palo se arrimó a pedir sombra este muchacho. 


Apenas acababa de terminar la educación básica secundaría y no tenía tampoco idea de que iba a hacer. 


Con la ventaja que yo tenía el apoyo de mis padres. 


Así que, en medio de mi ignorancia, se me ocurrió hablar con los directores de este grupo “amoroso”. 


Para hacerte un resumen, es como si no les hubiera contado nada. 


Prácticamente con su actitud me dijeron: “eso no es problema mío, usted verá que hace”. 


Allí vi textualmente cumplida la frase popular que reza: “del dicho al hecho, hay mucho trecho”. 


A pesar de la desilusión tan grande que me llevé, no sé dé donde rayos me vino la idea de decirle que hablara con la rectora del colegio donde él estaba estudiando. 


Y le dijera que le permitiera dormir en el colegio, que él le ayudaría a realizar el mantenimiento de los pupitres, salones, etc. 


Supongo que, por el desespero, este muchacho se llenó de valor y habló con la señora que de inmediato lo ayudó. 


Junto con un profesor del colegio, que lo acogió en su casa como un hijo más, este muchacho finalmente terminó su escuela. 


Lo curioso es que este profesor pertenecía a una denominación religiosa que era “condenada” por el grupito “amoroso” al cual yo pertenecía. 


Imagínate un “condenado” hizo más por este jovencito que aquella organización que se la pasaba hablando de amor al prójimo. 


Este profesor falleció el año pasado, pero pude hablar con él y agradecerle por lo que hizo por este amiguito. 


Este señor se sintió un poco sorprendido porque me dijo que no había hecho nada importante. 


Y de la misma forma yo me sentía con ese consejo que le di a este amiguito de ofrecerse a trabajar en el colegio. 


Siempre pensé que pude hacer más, hasta que años más tarde este muchacho me escribió dándome las gracias por toda la ayuda que le di con ese consejo. 


Esta historia tuvo un final muy feliz, pues este niño se fue a vivir a un país oriental, donde se casó, tiene una hermosa familia y un trabajo en una multinacional muy conocida, la cual no le vamos a hacer propaganda aquí. 


La conclusión de esta historia es que muchas veces pensamos que lo que hacemos por los demás no es suficiente. 


Toda cosa buena o mala que hagamos por muy pequeña que esta sea, tiene el potencial de ayudar a una persona o arruinarle su vida. 


Así que quiero animarte, mediante esta información que pongas mucha atención en esos pequeños detalles a los que te enfrentas día a día. 


Por ejemplo, puede que le hagas un desplante a un niño, pero ese niño va a crecer y finalmente la vida es tan irónica que termines trabajando para él.

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lunes, 17 de junio de 2024

El Lado Oscuro y PELIGROSO de la Envidia: Cómo Reconocerla y Superarla



El Lado Oscuro y PELIGROSO de la Envidia: Cómo Reconocerla y Superarla

Uno de los sentimientos más angustiantes que un ser humano puede sentir es la envidia. 


Uno siente que literalmente se está quemando por dentro. 


Es una sensación de rabia, mezclada con frustración e impotencia porque otro ha logrado o tiene lo que uno aún le falta. 


Existe la creencia de que la envidia solo se puede dar en las cosas materiales. 


Como por ejemplo un auto nuevo, una casa nueva, un nuevo amor, etc. 


Pero existe una envidia bastante oscura y dañina sobre lo intangible. 


Con esto me refiero a la personalidad de alguien. 


Si, así como lo escuchas, produce más envidia el carisma de una persona que el hecho de adquirir un auto o mejor trabajo. 


De esto te puedo dar plena fe, pues a través de mi “corto periodo” de existencia en este planeta, he tenido unos “amiguitos” que ni siquiera lo disimulan. 


Ahora imagínate que, si tú eres alto, guapo, musculoso y con dinero, la cosa se pone mucho peor. 


O si eres una mujer joven, atractiva y adinerada, vas a tener muchas “enamoradas” pendiente de lo que hagas o dejes de hacer. 


El hecho es que una persona envidiosa no puede controlar su “veneno”. 


Finalmente tiene que hacer algo o decir algo porque de lo contrario esa emoción al parecer le afecta su cuerpo. 


Esto puede ser una forma del cerebro, soltar tantos químicos nocivos que se generan en un momento de envidia. 


Como un mecanismo de protección. 


Respecto a esto, ¿recuerdas la historia de la semana pasada que conté sobre el amigo que compró dos motocicletas? 


Este amigo fue visitado por una muy buena “amiga”, que conoce desde que eran unos niños. 


Él quiso compartir su alegría, pues una de esas motocicletas se la iba a regalar a su hijo que vive en otra localidad. 


Cuando la llevó al garaje se la enseñó y ella simplemente no la miro y le preguntaba que no entendía cuál era la sorpresa. 


Este amigo notó que la señora estaba llena de envidia y experimentó gran desilusión. 


Y eso no fue todo, pues cuando le entregaron su motocicleta, la señora lo vio montado en ella y adivina que le dijo. 


Que si se la habían prestado. 


El respondió que se la había comprado, y la señora simplemente le dijo “que él no se merecía ese artículo”. 


Exactamente esas fueron las palabras que yo escuché hace mucho tiempo de un “amigo”. 


En el pasado yo sí que experimentaba la envidia. 


Cuando veía que alguien hacia algo que yo quería y aun no tenía, me hervía la sangre. 


Con los años encontré un audio de superación que comencé a escuchar y decía textualmente que la envidia no te dejaba ver las cosas buenas que tenías. 


Allí fue cuando comencé a valorar más mis habilidades y a centrarme en lo que yo puedo hacer y lograr. 


No en lo que otras personas están haciendo y logrando. 


Yo creo que uno de los regalos más grandes que me ha dado la vida, ha sido poder soltar ese sentimiento tan negativo. 


Hasta la fecha, no nos hemos podido colocar de acuerdo porque nace o se origina este sentimiento. 


Se le han atribuido muchos factores como el social, psicológico, biológico y hasta cultural. 


Desde mi punto de vista, la envidia es un sentimiento del ego, aquella estructura que nos dice constantemente “yo merezco”. 


Es algo que nos sirve para avanzar, y en el caso de la envidia es ese mismo merecimiento, pero con una intensidad exponencial. 


Es por eso por lo que no lo podemos controlar y tampoco disimular muy fácil. 


Mucha gente piensa que este sentimiento es tan inofensivo como las “mentiras blancas”. 


La verdad esto no solo afecta a la persona que lo siente física y emocionalmente, sino que esa energía afecta a la persona objeto de la envidia. 


Mira por ejemplo que cuando yo estaba niño, mi madre me dio una manzana y cuando me la comí de inmediato puse a germinar las semillas. 


Asombrosamente creció en una pequeña maceta que me dio mi madre, un arbolito de manzana. 


Era muy pequeñito porque siempre lo dejé en esa maceta. 


Le echaba agua todas las noches y a su alrededor comenzó a crecer un lindo musgo. 


Yo le mostraba mi logro hasta el perro y el gato que iban de visita. 


La gente pensaba que era un bonsái, pero notaba que algunos no disfrutaban tanto al mostrárselo. 


Bueno este arbolito después de estarlo mostrando, de un momento a otro se murió y se pudrió. 


Allí me di cuenta lo peligroso que puede ser ese sentimiento de envidia para el objetivo de esta. 


Por eso en este canal siempre se recomienda que seas muy prudente con tus cosas. 


No estés dando información de donde estas, donde viajas, que tienes, etc. 


No hay necesidad de eso. 


No busques más la aprobación o el aplauso de terceros. 


Lo que tu logras, solo te interesa a ti. 


A los demás lo único que les interesa es que no te vaya mejor que ellos.

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lunes, 13 de mayo de 2024

El propósito del sufrimiento



El propósito del sufrimiento

Al físico teórico Albert Einstein se le atribuye la pregunta “¿El Universo es hostil, o amistoso?”, y al intentar responderla, francamente no sabemos la respuesta correcta. 


Y esto es porque a través de nuestra existencia, experimentamos tanto placer como dolor. 


Por lo tanto, la pregunta para este caso sería, ¿por qué ocurre esto? 


¿Cuál es el objetivo del sufrimiento en la vida? 


Desde mi paradigma, el dolor en la vida nos hace mejores. 


Aunque no ha de faltar el paciente que por el contrario lo vuelva peor de lo que era. 


Por ejemplo, hace muchos años, y no recuerdo el momento exacto, no me las estaba picando de filósofo. 


Me refiero a uno de esos momentos en los que uno se hace preguntas existenciales. 


Bueno, la pregunta que me vino a la mente es que si esto que vemos es todo cuanto hay. 


Nacer para morir. 


Allí fue cuando comprendí porque otras culturas en el oriente dicen que esto no es lo único que existe. 


Que nosotros hemos estamos muchas veces en este “paseo” y más o menos con las mismas personas que nos rodean. 


Pues si niegas tu existencia, en este momento, notarás que dentro de nosotros existe algo que se opone rotundamente. 


Algo así como que sientes la percepción que siempre has estado aquí y que nunca vas a dejar de ser. 


Esto incluso no ocurre con tu propio ser, sino que también con tus parientes y mascotas. 


Es por eso por lo que, dentro de las etapas del duelo, existe algo llamado la etapa de la negación. 


Al final para no angustiarme con esos pensamientos que solo sería especulaciones, concluí que si después de esto existe otra vida o esto es lo único que hay, voy a vivir este presente de la mejor forma que me sea posible. 


Bueno, después de eso mi vida cambió de forma impresionante. 


El Gabriel de entonces, se convirtió en el Gabrielito lindo que conoces hoy. 


Recuerdo que tenía emociones bastante destructivas como la envidia, el odio, el resentimiento, etc. 


Porque eso sí, si alguien me la hacía, me la pagaba de una u otra forma. 


Recuerdo que tenía un sentido de la justicia bastante exagerado. 


Cuando alguien me hacía algo, la gente decía que no me preocupara, que la Vida se encargaba y bla bla. 


Nada, yo soy la justicia Divina y se la voy a hacer pagar de la misma forma. 


Bueno, pues resulta que todo ese cambio de pasar de ser una persona vengativa, colérica y violenta hacia alguien más empático y amoroso, se presentó después de mi crisis financiera. 


Mira, si no hubiera sido por eso, yo jamás tendría la vida que tengo hoy y de la cual me siento orgulloso. 


Pero también entiendo que esos momentos oscuros que pasé no fueron tan divertidos como lo escuchas en este momento. 


Creo que la oscuridad hace que uno piense en la luz y sus buenos momentos con ella. 


Esto es similar a ese dicho popular que reza: “nadie sabe lo que tiene, hasta que lo pierde”. 


Es por eso por lo que el dolor te hace mejor persona, porque cuando pasas de él, comienzas a apreciar verdaderamente el bienestar que tenías. 


Te aferras a él y no quieres volver a soltarlo. 


Esto hace que comiences a hacer cosas para conservar el bienestar. 


Aunque para serte honesto he conocido unos pacientes en esta vida que les encanta el sufrimiento. 


Pero esto tiene que ver más con el placer de la autocompasión y la atención que busca esa persona. 


Eso es otra historia. 


Si ahora estás pasando por una difícil, te aseguro que eso no será para siempre. 


Uno en esos momentos cree que no es así. 


Que hasta allí se llegó y morirá en esa situación. 


Pero como dice otro de los dichos populares: “después de la tormenta, viene la calma”. 


Lo más importante es que analices que te llevó a esa situación y comiences a controlar esas emociones que te hicieron fracasar.

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lunes, 8 de abril de 2024

La Justicia Invisible: Lecciones de Resiliencia y Transformación



La Justicia Invisible: Lecciones de Resiliencia y Transformación

Creo que una de las cosas que más nos puede indignar en esta vida son las injusticias. 


Sobre todo, aquellas que se comenten en nuestra contra. 


Esto suele suceder en los lugares de trabajo, donde los mismos compañeros conspiran entre ellos para hacer sacar al que les cae mal, o al que desean bajarle el puesto. 


Respecto a esto, conocí de primera mano un caso de estos. 


En una empresa de mi localidad, había un administrador con mucho carisma. 


Él se preocupaba siempre por los clientes e intentaba atenderlos a todos de la mejor manera posible. 


Lamentablemente como en todas las empresas, los insumos y herramientas de trabajo van sufriendo desgaste. 


Este administrador le encargaba constantemente al propietario de la empresa que solucionara eso. 


O que al menos le diera el dinero para el poder comprar los repuestos de las cosas que se iban deteriorando. 


Nuuuu, el dueño se pasaba esas sugerencias por el forro, seguramente esperando a que llegara el angelito trajeado con la maleta y el millón de dólares a solucionarle los daños. 


Pero en semanas recientes, llegó a ese lugar el antiguo administrador que se encontraba en otro país. 


Bueno este anterior administrador comenzó a analizar la situación y “craneó” su estrategia para quedarse con el puesto de trabajo de este muchacho. 


Así que aprovechando que al administrador vigente lo enviaron de vacaciones, este señor puso de su propio bolsillo el dinero para arreglar los daños pendientes. 


El propietario tomo esto en favor del antiguo administrador y de inmediato lo puso a cargo. 


Cuando regreso el muchacho de vacaciones ya le tenían la noticia que lo desplazaban a otro puesto. 


Lógicamente con menos salario y en tareas más artesanales. 


Este muchacho pues prefirió irse porque la cantidad de dinero a devengar no cubría sus gastos. 


Así que se dedicó a vender lotería, al menos como para comer mientras se ubicaba en otro empleo. 


En definitiva, este muchacho habló con el dueño y le dijo que eso era injusto, a lo cual este reconoció y le dijo que estaba en espera de una nueva sede para que él se encargara de eso. 


Como una especie de franquicia donde el solo le respondería por el alquiler. 


A este muchacho en su nuevo “negocio” le ha ido muy bien. 


La vida le cambió y está muy feliz, desarrollando estrategias y servicios para atraer más clientes. 


A veces uno ve este tipo de injusticias con odio. Con resentimiento. 


Pero la vida no se queda con nada. 


Se podría decir que a ese muchacho le hicieron un favor. 


Esto me recuerda la historia de uno de los textos sagrados, que vendieron a un hermano por celos. 


Al final de la historia, si no hubiera sido por esa “mala” acción, los protagonistas de dicha historia y todo un pueblo, no hubieran sobrevivido. 


Si en este momento te estás enfrentando a una situación similar, te quiero animar mediante esta información a que no desistas de tu bienestar. 


Es muy probable que, si pediste algo a Dios, al Universo, a la Vida o como prefieras llamarle, esa mala racha o situación adversa, puede ser el principio de algo mejor para ti. 


Es por eso por lo que el doctor Víctor Giordani siempre menciona que debes esperar lo mejor, porque lo mejor aún está por venir.

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lunes, 9 de octubre de 2023

La razón por la que te AUTOSABOTEAS y evitas mejorar tu vida



La razón por la que te AUTOSABOTEAS y evitas mejorar tu vida

Estoy seguro de que, sin excepción, ningún ser humano desea vivir mal o en sufrimiento. 


Sin embargo, una cosa es lo que decimos respecto a esto y otra totalmente diferente es lo que hacemos. 


Hasta ahora no he visto al primero terrícola que me diga “es que yo quiero vivir sin dinero y aguantar hambre”. 


Bueno, aunque no ha de faltar el pendejo, pero al menos yo no lo he visto con estos ojitos. 


Pero el punto que nos interesa descubrir es porque reaccionamos de esta forma a las cosas que nos pueden ayudar. 


Una entre las muchas que existen es la bendita procrastinación. 


Sobre todo, con las tareas o actividades que consideramos más sencillas de realizar. 


Como las vemos tan simples, nuestra tendencia es a pensar que eso prácticamente se hace solo y lo dejamos mejor para después. 


Incluso en mi país, existe un dicho popular, pero irresponsable que reza: “no dejes para mañana, lo que puedas hacer pasado mañana”. 


A esta dilación de tareas añádele las dificultades emocionales que podamos tener. 


Como por ejemplo la falta de motivación y la impulsividad. 


Enfatizando esta última porque al ser tan impulsivos, buscamos tomar decisiones que nos lleven a la gratificación instantánea. 


En fin, podríamos quedarnos dos o más horas listando todas las posibles causas que nos llevan a evitar acciones de las cosas que nos convienen. 


Pero desde el punto de vista de mis observatorios durante estos años sobre el tema, me inclino a pensar que esto tiene un origen en la autoestima. 


Por ejemplo, hace algunos días estaba hablando con una persona que ya conozco hace un par de años. 


En cierta oportunidad lo vi caminando cojo y le pregunté que le pasaba. 


Él me dijo que cuando estaba joven, se dedicaba a cargar cosas muy pesadas en su trabajo. 


Incluso un señor de edad avanzada y con mucha experiencia en ese trabajo le recomendaba que no hiciera eso. 


Que, con los años, la vida pasaba factura a todo y su espalda iba a sufrir las consecuencias. 


Bueno, cuando uno esta joven, siempre es picado a varón y se pasó la recomendación del señor por el forro. 


Así pues, ahora que ya no es un muchacho, tiene una linda lumbalgia, sumada al insoportable dolor que periódicamente le produce el nervio ciático. 


Y eso no es todo. 


Recientemente estaba hablando con él y me contó que debe ir a odontología porque tiene una caries. 


Me contó que el solo pasar el hilo dental por esa zona donde tiene la caries es una tortura. 


¿Y adivina que está esperando para ir al odontólogo? 


Para los que no estamos en esos “zapatos”, nos puede parecer algo gracioso y hasta decir “que personaje tan bobo”. 


Le gusta sufrir por gusto. 


Pero yo creo que todos hemos hecho en nuestra vida este tipo de cosas, aun sabiendo las consecuencias que nos esperan. 


Por ejemplo, este angelito lindo, hace unos 11 años apropiadamente, realizaba sentadilla frontal con 120 kg. 


Cuando me agarró un dolor en los ligamentos de las rodillas yo decía: “tan raro”. 


Incluso entrenaba con analgésicos. 


Mejor dicho, allí es cuando uno se da cuenta que Dios existe y estoy caminando de milagro. 


Tiempo después decidí ir descartando ejercicios para saber cuál era el que me estaba provocando ese dolor y comencé por la sentadilla frontal. 


“Mágicamente” se me quitó el dolor desde el primer día y comencé a cuidarme más. 


Allí fue cuando me di cuenta de que uno atenta contra uno mismo en nombre de la “superación”. 


En ese momento yo estaba llegando a los 40 años de edad y no era buena idea cargar tanto peso que ni siquiera es recomendable para un joven. 


Finalmente, el cuerpo humano no está diseñado para esos extremos. 


Por eso es que hay tanta gente joven en la actualidad con problemas en las articulaciones. 


Nosotros “sentimos” que, si hacemos cosas de este tipo, es decir asombrosas, vamos a ganarnos la admiración de terceros. 


Que es eso sino busca la validación de otros debido a nuestra baja autoestima. 


De hecho, un joven que conocí hace años en el gimnasio siempre decía que nosotros debemos entrenar el cuerpo y no el ego. 


Y tal vez me estés preguntando en este momento: “pero Gabrielito lindo, como la autoestima afecta en que una persona desee tener más dinero y no haga nada por ello”. 


Precisamente el no hacer nada por mejorar tu economía, sabiendo que es algo que te va a beneficiar, está indicando baja autoestima. 


Eso que te está frenando son las voces interiores que te dicen que no mereces vivir en abundancia. 


Y esas mimas voces son las que te dicen constantemente que no te cuides. 


Que bebas, fumes, o comas en exceso, porque te lo “mereces”. 


Lo que se puede hacer ante esto es auto evaluarse si eso que estás haciendo o dejando de hacer, realmente te conviene. 


Y cancelar de inmediato sino te conviene o por el contrario no permitir que te venza la pereza de hacer las cosas.

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lunes, 25 de septiembre de 2023

Pobreza: ¿Elección o Circunstancia? Comprendiendo la Pobreza en un Mundo de Oportunidades



Pobreza: ¿Elección o Circunstancia? Comprendiendo la Pobreza en un Mundo de Oportunidades

Mucho se ha escrito y dicho sobre la pobreza. 


El caso es que se ha concluido que este es un tema muy complejo el cual incluye múltiples variables. 


Por ejemplo, la desigualdad estructural. 


En muchos casos, la pobreza está arraigada en sistemas económicos y sociales que perpetúan la desigualdad. 


La falta de acceso a oportunidades, recursos y servicios básicos puede dificultar la posibilidad de salir de la pobreza, incluso para aquellos que se esfuerzan. 


Mira yo he observado con estos ojitos que tantas cositas lindas han visto, como hay personas que afirman que las personas son pobres porque quieren. 


Esto puede ser cierto bajo algunas circunstancias. 


Si tú has crecido en un hogar con muchas facilidades económicas, prácticamente ser pobre va a ser tu propia elección. 


Pero si vienes de lo más bajo, es posible que las cosas no vayan a ser tan fáciles y rápidas para ti. 


El caso es que nosotros somos muy varoncitos y valientes en estos temas cuando tenemos la barriguita llena y el millón de dólares en el banco. 


Y créeme que estoy cansado de ver estos “valientes” enfrentarse a crisis y solo limitarse a llorar porque las puertas se le cerraron. 


Otra cosa que suele contribuir a la pobreza en el mundo son los sistemas políticos y económicos. 


Estos pueden crear barreras para que las personas superen la pobreza. 


Desafortunadamente la riqueza es un estado mental. 


Tener dinero no te garantiza ese estado. 


Es por eso que mucha gente con dinero tiene miedo de que otros también lo alcancen, porque piensa que se les va a acabar. 


Hay demasiada mentalidad de carencia en este planeta. 


Si bien muchas personas luchan constantemente para superar la pobreza, es importante reconocer que las circunstancias individuales varían ampliamente. 


No se puede generalizar que todas las personas pobres no se esfuerzan. 


Algunas personas pueden enfrentar desafíos más abrumadores debido a situaciones personales, condiciones de salud mental u otras dificultades. 


Respecto a esto, hace algunas semanas estuve reunido con mis compañeros de oficina. 


Hasta donde he podido observar, estos ingenieros manejan muy bien sus economías. 


Y me di a la tarea de preguntarles cómo fue su infancia respecto al factor económico. 


Todos coincidieron en que tuvieron lo básico, es decir un techo, y alimentación. 


En otras palabras, ninguno inicio en cuna de oro. 


Y curiosamente cuando les pregunté sobre su interés en salir adelante y aprender a manejar la economía, indicaron que no se sentían bien con su estado actual. 


Y a pesar de tener lo básico necesario, deseaban ganar más dinero para ayudar en la casa con los gastos. 


Podemos concluir de esta información que las circunstancias de cada individuo pueden variar y demorar o agilizar el proceso de salir de la pobreza. 


Pero lo más importante es el primer paso, que consiste en ser conscientes de mejorar la vida. 


En el caso de mis compañeros de oficina ellos me comentaron que vendían cosas, tales como chatarra. 


O arreglaban los jardines de los vecinos y hasta les hacían mandados a cambio de dinero. 


Lo interesante es que ellos aprendieron mediante su trabajo el poder del ahorro. 


Si observas, en la actualidad los niños tienen muchas comodidades a nivel general. 


Y es por eso que no les estamos enseñando la cultura del trabajo y el ahorro. 


Mira es URGENTE enseñarle esto a las nuevas generaciones, porque de lo contrario la corrupción y la mentalidad de carencia general se los van a comer vivos.

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