Pareciera que el dinero es una de las cosas más importantes de nuestras vidas.
Sin embargo, existen personas que afirman que el dinero no produce la felicidad.
Bueno, al menos en mi caso yo no estaría para nada triste con un millón de dólares en mi cuenta bancaria.
Lo extraño es que, si el dinero no produce la felicidad, ¿por qué lo seguimos persiguiendo tanto?
Es muy simple, sin dinero no podemos potenciar al máximo nuestra vida.
Mira, tú puedes tener todo el amor del mundo, estar lleno de amor, pero sin dinero no puedes manifestarlo al resto del mundo.
No te estoy diciendo que el amor no sirva para nada, sino más bien que sin dinero no puedes llevar ese amor a más gente.
A lo mucho a las personas que te rodean.
Finalmente es fácil amar a quien nos ama, pero a desconocidos eso ya es un amor de otro nivel.
Para hacer eso hay que tener un nivel de conciencia bastante grandecito.
Aun sabiendo todo esto, la pregunta que sigue en el aire es, ¿si el dinero es tan importante, por qué parece que entre más lo perseguimos, más se nos escapa de las manos?
En cierta oportunidad mi hermanito mayor me dijo que el dinero era como las mujeres bonitas.
Si observas, una mujer bonita es muy perseguida por los hombres a su alrededor.
¿Y a quien crees que le hace caso?
Al que menos le importa su presencia.
Es como si le encantara el hombre que se pasa su belleza por el forro.
Bueno, esta era la analogía que hacia mi hermanito sobre el dinero.
En mi caso yo siempre fui amante del dinero.
Desde muy niño me gustaba ahorrarlo, pero no era lo único que hacía con él.
Yo lo lavaba con jabón y utilizaba la plancha de mi madre para secarlo y dejarlo liso.
Sin embargo, cuando ya me convertí en adulto, seguí con esa obsesión por tener dinero.
Y al parecer esto hacía que el dinero fuera bastante ausente en mi vida.
En cierta oportunidad mi hermanito mayor me habló de la ley del efecto invertido.
Esto es un postulado que afirma que cuanto más se esfuerza una persona conscientemente por lograr algo, más difícil se vuelve lograrlo si hay un conflicto con el subconsciente.
Este concepto fue popularizado por el hipnotista británico Émile Coué.
Un ejemplo simple de esta ley es cuando necesitar dormirte y no puedes.
Entre más desespero tengas por hacerlo, parece que tu cerebro se pone más activo.
Solo cuando ya te das por vencido, es cuando caes en sueño y normalmente esto ocurre 30 minutos antes de tener que levantarte.
El conflicto aparece cuando la mente consciente y la subconsciente no están alineadas.
El subconsciente es muy poderoso, y si percibe que algo es una amenaza, un riesgo o una contradicción, bloqueará el resultado.
Incluso si conscientemente lo deseas.
Bueno, del libro CCD, aprendí otra teoría muy interesante sobre esto.
Por ejemplo, cuando tú dices quiero algo, nunca vas a tenerlo.
Es porque al afirmar que quieres esto o aquello, eso es una afirmación de una carencia.
Estás aceptando que lo tienes y por lo tanto vas a seguir produciendo esa experiencia en tu vida, el no tener.
Y esa es la razón por la cual nuestros deseos no se cumplen.
¿Cuánta gente en este momento quiere dinero y no lo obtiene?
Buscar el dinero de forma desesperada es una afirmación de una carencia, no lo tienes y por lo tanto vas a seguir experimentando esa carencia.
El Universo no funciona por deseos, si así fuera todo el mundo tendría lo que quisiera de forma inmediata.
Y si no funciona por deseos, ¿entonces cómo rayos es que se maneja este jueguito?
Hay que dar las cosas por hecho, como si ya las tuvieras.
Es por eso por lo que la mejor forma de obtener algo que quieres experimentar en tu vida es la gratitud.
A título personal, lo mejor es que definas lo que quieres.
Sé específico y da constantemente las gracias por ello.
Conozco el caso de una señorita que hace poco comenzó a dar gracias por algo y se le dio, pero no de la forma como ella lo esperaba.
¿Qué le faltó? Simplemente ser exacta con lo que quería experimentar.
Si te ves constantemente en tu imaginación con eso que deseas, vas a comenzar a mover fuerzas que aun desconocemos para que aquello que quieres se cumpla.