Retoma el control de tu vida. Estrategias efectivas para el control emocional

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lunes, 22 de septiembre de 2025

Por qué algunos nunca se preocupan por el dinero



Por qué algunos nunca se preocupan por el dinero

Todo el mundo quisiera tener el suficiente dinero para poder disfrutar de la vida. 


Sin embargo, no todo el mundo lo logra. 


Por lo menos se considera que el 50% de la población mundial tiene problemas de dinero. 


Esto nos hace pensar que existe algún truco y no tiene nada que ver con lo que deseamos. 


Pregúntate, que hace una persona que no tiene problemas de dinero que este fluya en su vida sin esfuerzo. 


Por ejemplo, yo tengo un amigo que, aunque no tiene un trabajo estable, tiene más dinero que el promedio de los habitantes de esta localidad. 


De hecho, hablando con él le dije que me llamaba mucho la atención su caso. 


Decía que el dinero era lo que menos le preocupaba de la vida. 


Pues de cierta forma, para él, es muy fácil tenerlo. 


Esto nos podría llevar a una conclusión y es que nuestras actitudes influyen en lo que la vida nos concede. 


Por ejemplo, el solo hecho de buscar dinero o hacer cosas para atraerlo significa que estás sub comunicándole al Universo que no lo tienes, y por lo tanto vas a seguir experimentando ese no tener. 


Piensa por un momento que ocurre cuando llega una factura de algún servicio que tengas que pagar. 


¿Cómo te sientes y en que parte de tu cuerpo sientes eso? 


¿Pensar en dinero te produce tensión o tal vez estrés? 


Bueno, si la respuesta ante esto es positiva, ya sabes por qué, a pesar de querer tener mucho dinero, se te da muy bien lo contrario. 


Y entiendo perfectamente que controlar esa sensación es muy difícil. 


Yo mismo la he experimentado. 


Entonces si nuestra actitud es de rigidez frente al dinero, y la gente que no sufre de esto siente todo lo contrario, lo más inteligente es copiarlos. 


Un buen ejercicio es imaginar, constantemente, que en tu cuanta bancaria o debajo de tu colchón tienes una X gran cantidad de dinero. 


¿Como sería tu actitud? 


¿Estarías tenso al momento de pagar tus cuentas? 


Yo creo que no. Por el contrario, las pagarías con gusto, pues tienes con qué. 


Sentirías agradecimiento por tu situación. 


Si logras replicar ese estado, ¿qué crees que le estaría sub comunicando al universo y qué crees que este te daría? 


¡Hasta respirarías más profundo! 


Respecto a esto, nosotros subestimamos mucho la respiración. 


¿Sabías que saber respirar tiene el beneficio de relajar mucho tu cuerpo? 


Cuando estás relajado sub comunicas que todo está bien. 


Y mágicamente la Vida te comienza a dar todas las cosas que necesitas para vivir en bienestar. 


Lamentablemente nosotros tenemos la creencia de que, si producimos lástima en Dios, el Universo o como prefieras llamarle, este automáticamente nos va a decir “que le pasa papito, venga le doy lo que quiere”. 


Te tengo una mala noticia, la Vida no funciona de esa manera. 


Si tú comunicas sufrimiento, sufrimiento vas a seguir experimentando. 


Si tú transmites confianza, amor, felicidad, eso es exactamente lo que la vida te va a seguir entregando. 


Mira, nadie sobra en el mundo. Absolutamente todos somos deseados y por eso estamos aquí contando el cuento. 


La Vida quiere favorecernos, pero no nos va a obligar. 


Y si tú estás todo el tiempo rígido, realmente estás rechazando ese favor y protección divinos. 


Ahora que ya conoces esto, tienes la decisión en tus manos ¿Qué vas a hacer?

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lunes, 8 de septiembre de 2025

Cuando el miedo se convierte en motor



Cuando el miedo se convierte en motor

El miedo es una de las emociones más básicas que nos ha acompañado siempre. 


Por ejemplo, gracias a este, estamos contando el cuento en la actualidad. 


El miedo ayudó a nuestros ancestros a sobrevivir a los peligros. 


He incluso, hoy en día también nos ayuda, pues si vamos por la calle y nos encontramos un callejón vacío y oscuro, no creo que vayas a seguir por ese sendero. 


A no ser que te guste el maltrato, pues no sabemos con qué animal o potencial ladrón nos encontremos. 


Así que el miedo nos dice con ese vacío en el estómago o ese mal presentimiento para que nos sirven las paticas y en este caso es para correr. 


Pero si comparamos los peligros que tenían que enfrentar nuestros ancestros a los que tenemos nosotros en la actualidad, concluiríamos que muchas veces esta emoción es absurda. 


Imagínate por ejemplo que nosotros le tenemos miedo hasta el amor. 


¿Le dices a las personas que amas, padres, hermanos, tíos, etc., que los amas, mirándolos a los ojos, sin miedo, de frente y por el centro? 


¿O se te hace muy difícil hacerlo? 


Intenta hacerlo y me cuentas como te sientes. 


Qué sentiste exactamente y en que parte de tu cuerpo. 


Sin embargo, ¿sabías que todo el tiempo no puedes sentir miedo? 


Y esto es porque el sistema nervioso simpático se activa. 


Se aumenta el ritmo cardiaco, la respiración y nuestros músculos se ponen tensos. 


Nuestro cuerpo libera hormonas del estrés como la adrenalina y el cortisol. 


En este “estado” de alerta máxima se consume mucha energía. 


Así pues, si esta emoción durara por mucho tiempo, nuestro cuerpo se agotaría, se dañarían tejidos y muy seguramente colapsaríamos. 


La buena noticia es que después de un rato, cuando sentimos que no podemos protegernos del miedo, el sistema nervioso activa otra emoción. 


Es lo que conocemos como la rabia o ira y esto moviliza nuestra energía para enfrentar, atacar o poner límites. 


Hace muchos años conocí el caso de una señorita que estaba demasiado presionada en su trabajo. 


Ella decía que sentía como intentaban hacerle la vida imposible. 


Bueno, llegó el momento en que los mandó a todos a recoger café. 


No le importó que iba a pasar con su vida, sino que simplemente dijo hasta aquí, presentó su renuncia inmediata, y veremos que hacemos después. 


Eso es en lo que termina el miedo, a movernos a tomar acción. 


Es por eso por lo que a nivel de neuroquímica el miedo y la rabia están conectado por la amígdala y el hipotálamo. 


Ambos liberan adrenalina y cortisol. 


La diferencia es que en el caso del miedo la energía se dirige a retraerse o protegerse. 


En el caso de la rabia se redirige a expandirse o enfrentar. 


Ambos son mecanismos de supervivencia. 


O huimos o enfrentamos. Pero que salimos de esa, salimos. 


Ahora viene lo interesante y es ¿qué pasaría si usamos estos mecanismos para nuestro beneficio? 


Porque actualmente nosotros sentimos miedo hasta para tener éxito. 


Por ejemplo, si tienes una idea en tu mente que puede llegar a convertirte en una persona rica, es muy probable que tengas pensamientos de miedo. 


Aquí es cuando vienen los “y si”. 


Y si fracaso, y si no funciona, y si tengo éxito y me secuestran o tengo que pagar dinero al fisco, y bla bla. 


Desafortunadamente este tipo de “y sis” nos impiden avanzar en la vida, pues cuantos proyectos o ideas hemos dejado de construir simplemente por estos miedos. 


En realidad, esos miedos provienen de las creencias fundamentales en tu infancia tales como los ricos son malos, los ricos tienen mala salud. 


El amor no es para mí, cuando estaba niño me enfermaba mucho y bla bla. 


Todo esto tipo de tonterías son las que se disfrazan en la actualidad como los “y si”. 


¿Bueno “y si” usamos la rabia para lanzarnos y desarrollar esos proyectos? 


Eso sí, con precaución, pues no se trata de poner “toda la carne en el asador”. 


Hay que tener valiente, no estúpido. 


En mi caso, hace poco realicé algo que en verdad le estaba sacando el cuerpo, pero por miedo. 


No tuve los resultados ideales inicialmente, pero lo bueno fue que no me lancé con uñas y dientes a cometer errores. 


Sin embargo, perdí el miedo al fracaso en eso y ahora me siento más confiado y sé que puedo ir ganando terreno en mis proyectos.

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lunes, 16 de junio de 2025

Manipulación, emociones y dinero: El lenguaje que te manipula y no percibes



Manipulación, emociones y dinero: El lenguaje que te manipula y no percibes

Una de las herramientas más importantes y asombrosas que tiene el ser humano es la capacidad de hablar. 


Este nos permite poder comunicar nuestras ideas y unirlas a las de otros para construir cosas. 


De hecho, eso es lo que nos ha permitido llegar hasta este punto en la historia. 


Anteriormente se veían muchos inventos que provenían de una sola persona. 


Hoy en día los grandes avances los hemos logrado gracias al lenguaje. 


Sin embargo, esto no es lo único que nos permite el lenguaje. 


Con este también podemos manipular a otros. 


Por ejemplo, cuando una persona se hace la indefensa para que la protejan y/o cuiden de ella. 


Mediante su lenguaje puede expresar esa sensación de “pobrecito” para que le ayudemos. 


La mendicidad funciona mediante esta manipulación. 


Y tú muchas veces sales corriendo a regalar tu dinero a personas que se burlan a tus espaldas por tus “buenas” acciones. 


Otra forma muy común de manipulación es el enojo. 


¿Cuántas veces no hemos visto personas que mantienen expresando su enojo porque se dan cuenta que esto les funciona para que los demás hagan su voluntad? 


En la milicia se suele ver mucho esto. 


Por eso es por lo que no permiten el ingreso a personas mayores, ya que los jóvenes son muy maleables ante esto. 


Pero existe una parte muy importante del lenguaje que pocos hablas y la mayoría desconocen. 


Siempre se nos ha enseñado que la comunicación es externa. 


Con esto quiero decir que se usa con otros solamente. 


Pero esto no es cierto, pues la comunicación intrapersonal, la que sostenemos con nosotros mismos, es más poderosa de lo que piensas. 


Y esto es porque se trata de lo que te dices a ti mismo, constantemente, y por muchos años. 


Esto es lo que determina la calidad de tu salud, como te relacionas con los demás y por supuesto cuanta cantidad de dinero tienes en este momento a tu disposición. 


Para que puedas entenderme un poco mejor, intenta ser consciente de que estás sintiendo en este momento. 


Sientes frio, temor, malestar, rabia, felicidad, tristeza, ¿o exactamente qué? 


Pues todas esas emociones, ya sean positivas o negativas provienen de tu dialogo interno. 


Digamos que tenías que pagar la factura del Internet y lo olvidaste. 


Te cortaron el servicio y en ese momento, ¿qué te dices a ti mismo? 


En general, te llenas de rabia y te repites palabras como “que tonto”, “dormido”, “estúpido”. 


Y todas esas cositas bonitas que decimos cuando nos enojamos por un error que cometimos. 


O te dices: “ánimo triunfador, que esto fue solo una pequeña falla y ya vamos a solucionarlo”. 


La verdad muy poquita gente en este planeta se dicen ese tipo de cosas positivas. 


¿Vas comprendiendo la importancia de la comunicación intrapersonal? 


Y tal vez en este momento me digas: “bueno Gabrielito lindo, soy muy mayor y llevo años teniendo estás lindas conversaciones conmigo, ¿se puede hacer algo?”. 


La respuesta a esto es un SI enorme. 


Simplemente es comenzar a analizar tus sentimientos cuando ocurren eventos en tu vida. 


Si te sientes mal, ¿adivina que te estás diciendo a ti mismo? 


Comienza a prestar atención a tus sentimientos pues estos contienen más información sobre ti de lo que piensas. 


Es solo cuestión de practicar esto durante un tiempo para que te vuelvas experto en cambiar tu dialogo interior a tu antojo.

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lunes, 2 de junio de 2025

Lo que no pensamos, lo que no dijimos, lo que no hicimos



Lo que no pensamos, lo que no dijimos, lo que no hicimos

Una de las cosas que más atormenta al ser humano es el pasado. 


Por ejemplo, muchas veces nos quejamos de las cosas que pudimos hacer y no hicimos. 


En mi caso, hace ya varios años vi a una pareja discutir frente a una estación de policía para ver quien se quedaría con su pequeña hija. 


Ese día me limité a verlos discutir, pero en mi interior algo me decía que debía hablar con ellos y hacerles ver que la única perjudicada de esa situación era su hijita. 


Pero ya sabes, me dejé llevar del miedo que me trataran de metido, o hasta ganarme un insulto por “colaborambon”. 


Así que más bien me quedé calladito, porque así me veía más bonito y no hice nada. 


Aunque por mucho tiempo esto me atormentaba, pues quien sabe si mi acción le hubiera cambiado el destino a esa pequeñita. 


Otro caso muy común de este tipo es el pasado que tuvimos con nuestros padres. 


Hace pocos días visite en su casa a un buen amigo. 


Y resultó hablando de sus padres de una forma muy despectiva. 


Este amigo, ya hace mucho rato me había comentado su infancia y no había sido para nada agradable. 


Desde muy niño le tocó hacerse cargo de sí mismo por el abandono de sus padres. 


Y no puedo salir en defensa de quien ha hecho daño a otros y sobre todo a un niño, pero pregúntate, ¿de qué sirve ese resentimiento en la actualidad si esas personas ya no están vivas? 


Mira, por muchos años yo llegué a sentirme mal por el holocausto realizado durante la segunda guerra mundial. 


Una cosa que pasó cuando ni siquiera yo había nacido. 


Y entiendo que esto es parte de la empatía humana, pero ¿de qué sirve lamentarnos por cosas que pudimos pensar y no pensamos? 


¿Por cosas que pudimos decir y no dijimos? 


¿O por cosas que pudimos hacer y no hicimos? 


Pero eso existe ese dicho popular que reza: “de nada sirve llorar sobre la leche derramada”. 


Y tal vez en este momento me digas: “Gabrielito lindo, en teoría sabemos que no podemos hacer nada por el pasado, pero ¿cómo podemos entonces dejarnos de sentir mal por ello?”. 


Bueno, esto es muy simple. Si observas, las emociones dependen mucho de lo que tienes en tu mente. 


Si alguna vez has discutido con algún desconocido, habrás notado que, durante todo ese día o parte del siguiente, te sientes mal por ello. 


Sobre todo, cuando vienen a tu mente nuevas respuestas que pudiste haberle dicho a esa persona y no se te ocurrieron en el momento. 


¿Notas que estás recreando en tu mente la situación y vienen de nuevo esas emociones del momento? 


Hasta sientes rabia y tu cabeza se pone caliente, a pesar de que esa persona ya no está frente a ti. 


Bueno, para dejar de sentirte mal por cosas del pasado es simplemente quitar tu enfoque de esa información. 


Mas bien enfócate en lo que aprendiste de esa situación. 


Digamos que, en mi caso, con la pequeña cuyos padres discutían por su custodia, aprendí a no quedarme callado cuando mi interior me dice que debo actuar. 


Mira, nosotros no podemos perder tanto tiempo de nuestra vida, lamiéndonos las heridas del pasado. 


Ya está, no se puede hacer nada y hay que seguir adelante. 


Esta vida es muy cortita y hermosa como para dedicarla a algo que no sea disfrutarla.

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lunes, 19 de mayo de 2025

El precio de quedar bien: esclavitud emocional



El precio de quedar bien: esclavitud emocional

De nuestro entorno aprendimos a quedar siempre bien con los demás. 


Por ejemplo, que teníamos que vestir de cierta manera o expresarnos en público de tal forma. 


En cambio, cuando nadie extraño nos estaba viendo, teníamos vía libre para hacer lo que quisiéramos. 


Respecto a esto, una vez salimos un grupo de amigos a divertirnos. 


Y entre esas personas había una señorita que estaba al lado del chico de su interés romántico. 


La hermana de esta señorita nos contó que ella por mucha hambre que tuviera no comería delante de ese muchacho. 


Y para mostrarnos, le ofreció unas papitas francesas. 


Esta señorita por mucha hambre que tenía, no se atrevió a recibirle las papas a su hermanita pues “que oso” comer delante de su amorcito. 


Esto nos puede parecer algo divertido, pero lamentablemente el 100% de la humanidad vive bajo este tipo de esclavitud emocional. 


Donde no puede ser quien quiere ser, sino que debe aparentar ser alguien para quedar bien con el resto del mundo. 


Y aunque no lo creas, hay gente que sabe de estas cositas y las utilizan para que tu hagas su santa voluntad. 


Precisamente esto nos genera malestar pues nuestro interior nos está diciendo que hay algo que no está bien y lo hacemos. 


Pero por quedar bien simplemente agachamos nuestras orejitas como humildes peones labriegos. 


Pero si nos enfrentamos a este tipo de situaciones y decimos que NO, también vamos a sentirnos mal. 


Pues por naturaleza, todos queremos vivir en paz y armonía con nuestro entorno. 


Y tal vez me digas en este momento que conoces muchos amiguitos que son bastante conflictivos. 


Para tu conocimiento, puedes estar al lado de la persona más conflictiva del mundo, pero después de cualquier confrontación siempre va a tener en su mente ese evento, junto con el respectivo malestar. 


O sino mira a las personas cuando “pelean” en el tráfico vehicular. 


Se amargan todo el día pensando en lo que les pasó. 


¿Entonces que podemos hacer para evitarnos todo este malestar? 


Finalmente, si agachamos la cabeza nos sentiremos mal y si confrontamos, nos sentiremos mal. 


Bueno, hace algunos días, un amigo me llamó para vernos y salir a comer algo. 


Cuando yo fui a su casa no se encontraba y decidí ir a un sitio a esperarlo. 


Yo en ese momento no tenía mi teléfono y decidí ir a esperarlo en una cafetería cercana. 


Pues allá me lo encontré con otra persona y la verdad no quise interrumpirlos pues no sabía de qué tema estaban hablando. 


Así que pedí algo y me senté en otra mesa y mi amigo me hizo señas que los acompañara. 


En ese momento me acerqué y mi amigo me presentó a la persona con que estaba. 


Yo lo saludé y pedí permiso para sentarme. 


Te voy a ser muy honesto, pero cuando vi a ese señor, era un anciano, pero con una forma de vestir muy femenina. 


Y no quise ser juez de ese señor pues muchas veces uno no conoce el contexto y se equivoca con las personas. 


Bueno la charla fue tomando un rumbo muy extraño, pues mi amigo mencionó una expresión muy coloquial de esta localidad. 


Para que me puedas entender un poco mejor, mencionó algo de no darle oportunidad a otros para que aprovechen tus debilidades. 


La expresión que usó fue “no dar papaya”. 


Entiendo que, en algunos países de habla hispana, esta expresión puede tener un sentido obsceno. 


Pero al menos en mi localidad se hace referencia a no dar oportunidad que te perjudiquen. 


De un momento a otro ese señor que acaba de conocer me dijo de una forma muy “coqueta”, “¿a usted le han dado papaya?”. 


Como entendí que no fue la pregunta, sino la forma en que preguntó, le dije “¿a qué se refiere específicamente con esa pregunta?” 


El señor dijo “que estábamos entre gente seria y que no estaba haciendo referencia a nada malo”. 


Mira, no te puedo decir exactamente como le respondí a ese señor pues este video puede ser censurado. 


La verdad utilicé con un lenguaje un poco soez. 


Y le aclaré que yo a él no lo conocía y que era la primera vez que lo veía. 


Así que sus “cosas” las dejara para otro, pero conmigo no. 


Mi amigo apenas abrió los ojos y estaba un poco asombrado de mi reacción. 


Pero ese señor, el tiempo que estuvo en ese sitio mantuvo callado y solo habló para decir una incoherencia, que hasta mi amigo me hizo señas de que estaba loco. 


Con esto no quiero decirte que soy una persona intolerante. 


Al contrario, si tú me dices que eres un helicóptero y que aterrizas en un portaaviones, yo te voy a decir “tienes toda la razón”. 


Pero no me gusta es que me quieras meter a participar en tus creencias. 


Sin embargo, cuando llegué a mi apartamento, sentí ese malestar del que hablé al principio. 


El del adoctrinamiento por quedar bien con los demás. 


Pero pasadas unas horas comencé a sentirme orgulloso de mi mismo por ponerle límites a algo con lo que discrepo. 


Así que mediante esta información quiero animarte a que no permitas a nadie faltarte al respeto. 


Y no se trata de irse a los golpes con otra persona, sino exponer claramente tus puntos de vista y tus límites. 


Pero si te dedicas a seguir quedando bien con los demás, vas a terminar tus días, con la sensación de amargura y derrotismo.

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lunes, 14 de abril de 2025

El Ego y la Trampa de la Arrogancia: Cómo Liberarte de la Opinión Ajena



El Ego y la Trampa de la Arrogancia: Cómo Liberarte de la Opinión Ajena

Creo que todos “odiamos” a las personas soberbias y/o arrogantes. 


O por decirlo de forma más exacta, nos caen mal. 


Aunque una cosa es ser soberbio y otra muy diferente soberbio y divertido como lo es este angelito. 


Normalmente solemos confundir las palabras soberbia y arrogancia. 


La soberbia es una actitud de superioridad que a menudo se refleja en un exceso de confianza. 


La arrogancia es más activa y suele implicar conductas o palabras que denotan desprecio hacia otros. 


Podemos decir que la mayoría de nosotros hemos conocido personas arrogantes. 


Por ejemplo, hace poco conocí una de ellas, o al menos eso fue lo que me dijeron de ella. 


Porque desde mi punto de vista esta persona ha sido uno de los seres humanos más humildes que he conocido. 


Sin embargo, no todo el tiempo fue así. 


Esta persona se expresaba despectivamente de aquellos que no aprobaba a simple vista. 


Los llamaba tontos, ladrones y todo ese tipo de cositas “bonitas” que suelen decir los arrogantes de los demás. 


¿Y sabes en que terminó todo eso? 


Resulta que esta persona cayó en una enfermedad terminal que la puso a vivir con las orejitas agachadas. 


Aquí es cuando uno se pregunta ¿de qué sirve entonces vivir una vida de apariencia, de cuidado de nuestra imagen, etc., si al final no es mucho lo que duramos? 


Porque todo lo que estás viendo en algún momento va a llegar a su final. 


Nuestro sol, incluso este Universo que nos parece eterno, en algún momento va a expirar. 


Así pues, aunque consciente o inconscientemente sabemos esto, ¿qué es lo que nos hace ser arrogantes? 


Bueno, es el bendito Ego. 


Por ejemplo, si tú estás intentando bajar de peso y estás realizando una determinada dieta, no ha de faltar el que te diga: “¿huy que te pasó? O estás hecho una garra”, etc. 


Tú ego, que jamás quiere perder, comienza a “hablarte” mediante emociones a que no te dejes ganar. 


Es por eso que sientes en un momento como esos, la necesidad de explicar porque estás tan flaco. 


“Es que estoy haciendo una dieta, es que es por mi bien, es que bla bla”. 


Y así nos sucede con todo lo alguien “critica” de nosotros o no sale como lo esperamos. 


Y mira que nosotros somos tan inocentes que nos dejamos llevar por el ego y en la gran mayoría de casos dejamos de hacer lo que iniciamos para complacer no la opinión de otros, sino la de nuestro ego. 


En el caso del ejemplo de la persona que hace dieta, es lógico que va a suspenderla. 


Mira, demasiada gente conoce estas cositas, y siempre te han estado manipulando con tu ego. 


Si quieres controlar esta situación y no al contrario, existe un ejercicio muy interesante que te ayudará. 


Pero eso sí, al principio te va a poner a sufrir, porque se trata de poner a perder tu ego. 


Por ejemplo, en el caso de la persona que bajaba de peso, al escuchar comentarios “negativos” sobre su figura, la idea es guardar silencio. 


No responder, ni explicar nada. 


Simplemente pasarte por el forro esa opinión. 


Al principio te va a arder. 


Pero con el tiempo, te vas a dar cuenta que te estás liberando de una gran carga emocional. 


Una carga que te ha tocado llevar por simplemente dejarte llevar por ese impulso de no perder.

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lunes, 24 de marzo de 2025

La Estrategia de las Galletitas: Cómo Identificar y Manejar la Manipulación



La Estrategia de las Galletitas: Cómo Identificar y Manejar la Manipulación

Cuando estaba en el colegio, me encantaba el idioma inglés y era muy bueno con esa materia. 


Y recuerdo que en cierta oportunidad nos dejaron un trabajo bastante largo, el cual este angelito lo hizo antes de terminar la clase. 


Y como quedaría toda la tarde libre, salí a jugar futbol a una cancha cercana. 


Cuando regresé al finalizar la tarde, me encontré que uno de mis compañeros del salón había estado en mi casa buscándome. 


Este muchachito necesitaba mi ayuda pues dependía de una buena nota en esa asignatura. 


La verdad a mí me daba pereza ayudarlo pues como había estado jugando, me encontraba un poco cansado, así que le dije que NO! Paso. 


Y entonces seguí hacia una tienda con unos de los amigos con que había estado jugando a comprar algo de tomar. 


Recuerdo que mi compañero de clase no se rindió y se fue detrás de nosotros. 


Incluso esperó a que termináramos y eso sí, noté que él se compró sus buenas galletas de chocolate, mi debilidad. 


Y en cierto momento comenzó a ofrecerme una galleta y con el hambre que tenía no pude evitar la tentación. 


Bueno, él insistía en seguirme pasando galletas y finalmente me pasó su trabajo para que le ayudara a hacerlo. 


Y como le iba a decir que no, si yo me le había comido las galletitas que había comprado. 


Como te parece que esto es una estrategia de manipulación que la gente te hace para que logres tus objetivos. 


Por ejemplo, en temas anteriores llegué a mencionar el caso de un buen amigo en mi localidad que fue explotado por un industrial a cambio de migajas de pan. 


Y no te estoy exagerando pues literalmente el señor ponía a trabajar casi que de forma esclavista al amigo y a cambio le llevaba un pan. 


Aprovechándose de su necesidad en ese momento de dinero y pidiéndole tiempo para pagarle un dinero, que por supuesto, nunca le entregó. 


Normalmente si a nosotros nos hacen una cosa de estas, nos ponemos en enemistad con esa persona. 


Pero este amigo, que es muy bueno controlando emociones, comenzó a aplicarle la estrategia de las galletitas. 


Resulta que él tiene una gran cantidad de maquinaria, en un terreno del “explotador” de forma gratuita. 


Y cuando el señor requiere de sus servicios le da “galletitas” o más bien migajas se servicio haciendo que el señor se sienta muy comprometido para cobrarle. 


Así que el “explotado” invirtió la situación y ahora es quien tiene el control del dinero. 


En otras palabras, sin pelear y sin enemistarse con nadie, se hizo respetar pues el mismo me ha dicho que a los “enemigos” hay que tenerlos cerca. 


Y atención, con esto no te estoy diciendo que salgas corriendo a manipular a la gente con “galletitas”. 


Te doy esta información para que sepas cuando te están manipulando para que hagas cosas que no quieres. 


Lamentablemente cuando hacemos eso, entramos en malestar y terminamos odiando a todos los implicados. 


Mira entiendo que las personas hoy en día no tienen la paciencia para saber esperar el momento oportuno. 


Pero si te dejas dominar por tus emociones y sobre todo por tu ego vas a terminar resentido hasta contigo mismo por haber permitido algunas cosas.

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lunes, 9 de diciembre de 2024

Rompe la Soledad: El Poder de Conectar y Vencer el Aislamiento Social



Rompe la Soledad: El Poder de Conectar y Vencer el Aislamiento Social

Los seres humanos por naturaleza somos sociales. 


Con esto me refiero a que es una necesidad socializar con otros. 


Lamentablemente en la actualidad muchas personas están comprando el paquete de la autosuficiencia. 


Yo diría más bien que esto es soberbia y orgullo vacío. 


Por ejemplo, yo he visto muchos casos de mujeres que afirman “yo no necesito un berraco hombre”. 


Pero en la soledad las he visto llorando por los berracos machos esos. 


Todo esto es consecuencia de la propaganda que la sociedad ha impartido para que tanto hombres como mujeres mantengan separados. 


De esto hay muchas teorías que por ahora no nos importan. 


En realidad, lo que nos importa de este tema son las consecuencias de esta separación. 


Por ejemplo, a nivel emocional la soledad nos desconecta tanto de los demás que puede generar tristeza, depresión o ansiedad. 


¿Te suena familiar eso? 


Bueno esas emociones no terminan allí. 


Esto puede derivar en una baja autoestima, llevándote a un sentimiento de inutilidad e insignificancia. 


Adicionalmente la soledad afecta en lo físico. 


Vas a manejar mayores niveles de estrés y por supuesto esto siempre lleva a unas bajas defensas. 


Así pues, no es casualidad que cada vez hay gente sufriendo de enfermedades tales como dolores de cabeza, resfriados, etc. 


Pero definitivamente este “aislamiento” social en lo que más te perjudica es en las oportunidades laborales. 


Acaso no te gustaría tener más dinero en tu vida para disfrutar y celebrar. 


¿Cómo rayos crees que se hacen los negocios o se obtiene más dinero si no es con la gente? 


Entonces si tú estás acostumbrándote a rechazar a los demás, porque te gusta estar solo y que nadie te joda la vida, vete preparando para no crecer en ningún aspecto de tu vida. 


Y tal vez te sientas tentado a decirme que tienes muchos amigos en redes sociales. 


Mira, eso es como tener dinero en una cuenta en la que no puedes gastarlo. 


¿Quién no tiene más de 100 contactos en sus redes sociales? 


Lo que aquí estamos hablando es de personas e interacciones reales. 


Lamentablemente esa sociedad que nos ha estado separando, también nos ha enseñado a pensar sólo en nosotros mismos. 


Es por eso por lo que siempre estamos esperando que los demás den el primer paso. 


La Naturaleza te diseñó para que ames y seas amado. 


Así funciona todo el universo, das y recibes. 


Pero si observas, primero hay que dar. 


Entonces el primer paso para vencer la soledad es quitarte esa coraza o barrera que le has impuesto a otros. 


No te estoy diciendo que salgas corriendo a abrazar a todo el mundo. 


Pero si prueba primero siendo amable. 


Mira, este angelito inocente y puro que estás viendo, también ha caído en esa trampa de la separación. 


Y he entrado en ese juego de si no me saluda, yo tampoco, y esas cosas. 


En la actualidad si me saludan bien y sino, de todas formas, yo lo hago y soy amable con toda persona que me encuentro. 


¿Y adivina con el tiempo como responde la gente? 


Con el mismo amor con que los estoy tratando. 


Así que quiero animarte, mediante esta información, que si quieres romper con esa separación social, no te hagas tú mismo la mala atmosfera. 


No se trata de meter a cuanta persona veas en la calle a tu vida y hasta a tu casa. 


Pero al menos deja esa antipatía que poco a poco es lo que está acabando con el mundo. 


Quieres vivir en bienestar, entonces abre tu propio camino de bienestar y no esperes a que otros vengan a traértelo así de fácil.

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lunes, 11 de noviembre de 2024

El Poder Oculto de Tus Pensamientos: Cómo Transformar Tu Realidad a Nivel Molecular



El Poder Oculto de Tus Pensamientos: Cómo Transformar Tu Realidad a Nivel Molecular

Una de las cosas que más nos sorprenden cuando comenzamos a entender la mecánica de nuestros pensamientos, es como estos afectan nuestra realidad. 


Es por eso que, si deseamos tener una vida de X forma, esta nunca la vemos por dichos pensamientos. 


Por ejemplo, tu vives en constante carencia económica y deudas. 


Pero puedes observar que por más pensamiento positivo que tengas, parece que esas deudas o carencias no desparecen. 


Mira yo no te voy a engañar diciéndote que cambiar eso es fácil y bla bla. 


Precisamente no es fácil porque detrás de ese deseo existe un pensamiento promotor. 


Y este pensamiento es que deseas dinero, porque no quieres vivir en carencia. 


Ya estás hasta la corona de pasar necesidades. 


Y para que vayas comprendiendo esa emoción de odio, cansancio, saciedad, etc., sobre este tema, es lo que va a seguir produciendo los mismos resultados. 


Por eso nuestra vida nunca va a funcionar por nuestros deseos, sino por nuestras creencias. 


Pregúntate por ejemplo que es más real entre ser enfermo o estar sano. 


Tal vez me digas, depende de cómo es tu estado de salud en el momento de la pregunta. 


Y estás en lo correcto. 


Ahora realiza una pregunta similar con el dinero. 


Si es más real ser carente de él o tenerlo en abundancia. 


¿Puedes percibir en este momento lo que intenta decirte tu cuerpo frente a este cuestionamiento? 


¿Ahora comprendes por qué te digo que cambiar esos pensamientos es la cosa más difícil del mundo? 


¿Quiere decir esto que no podemos hacer nada y simplemente aceptar ese destino que nos tocó? 


Mira que, en la década de los años 90, un científico japonés dio una luz de esperanza para nosotros. 


Esto lo explicó en su libro titulado “Los mensajes del agua”. 


Aunque sus métodos y conclusiones han tenido sus detractores, mucha gente replicó sus experimentos con arroz. 


Por si nunca habías escuchado hablar de esto, es simplemente etiquetar unas muestras de agua con palabras positivas y negativas. 


Luego congelar estas muestras y observar el cristal que formó bajo un microscopio. 


El experimento intenta demostrar que las intenciones y observaciones que tenemos sobre las cosas, tienen la capacidad de modificar las moléculas de la realidad. 


¿Suena genial no? 


Bueno, resulta que por allá en el año 2012 le escuché a una persona, en esta plataforma, decir que nosotros estamos conformados por un 70% de agua. 


Este porcentaje va a depender mucho de la edad, el sexo y uno que otro factor. 


Pero a nivel general, podríamos decir que somo 70% agua. 


¿Qué pasaría si en vez de poner etiquetas positivas al agua, lo hacemos con nosotros? 


Finalmente somos como una especie de envase para tanta agua. 


Mira por ejemplo hace algunas semanas mandé a imprimir en esta placa palabras que pueden afectar esas moléculas. 


Y atención, no te estoy diciendo que esto es 100% efectivo, pues llevo poco tiempo probándolo. 


Puede ser una buena herramienta para cambiar ese destino que nos tocó. 


Pues como pudiste ver al principio, cambiar creencia no es una tarea tan fácil, y a veces puede ser hasta dolorosa.

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lunes, 5 de agosto de 2024

El Dinero: Un Enemigo Silencioso y Cómo Dominarlo



El Dinero: Un Enemigo Silencioso y Cómo Dominarlo

Uno de los objetos que más perseguimos los seres humanos es el dinero. 


Paradójicamente se calcula que el 62% de la población mundial tienen problemas con este aspecto. 


Pareciera como si el dinero se alejara de las personas que lo buscan con ahínco. 


Y no estamos lejos de la realidad con esta información. 


Solo basta darle una mirada al comportamiento de las personas en las clases sociales. 


Por ejemplo, la clase media se caracteriza por andar siempre de afán. 


Siempre andan deprisa ya sea caminando o conduciendo sus vehículos. 


La clase baja vive en constante afán para ganar lo del día a día. 


Pero tiene una particularidad que le encanta el ruido. 


No sé a qué se debe este fenómeno, pero cuando tú te encuentras en barrios populares, parece que hay una competencia entre quien hace más ruido con su equipo de sonido. 


Pero cuando observamos la clase alta, son personas que mantienen la calma, ante todo. 


Andan sin afanes, y es lógico pues prácticamente ya han resuelto sus vidas en lo que se refiere a las finanzas. 


Y ojo, con estas caracterizaciones no estoy hablando del dinero directamente. 


Personalmente he conocido personas con demasiado dinero, pero que se comportan como si el tiempo se les fuera a escapar. 


Corriendo todo el tiempo y sobre todo sufriendo para que el dinero no se les acabe. 


Recuerda que la riqueza no es cuestión de cuanto tienes en tu banco o debajo de tu colchón. 


Mas bien la riqueza es un estado mental que nos da tranquilidad, independiente del dinero que tengamos. 


Yo creo que el problema con el dinero se basa en que nos pican las manos. 


Es como si fuera un enemigo del que tenemos que deshacernos tan pronto como nos llegue. 


Al fin y al cabo, nos hemos vuelto muy consumistas y creemos que con tener muchas cositas vamos a ser felices o vamos a impresionar al resto del planeta. 


Mira por ejemplo lo que pasó en el año de los gemelos, el 2020. 


Nos mandaron a encerrar y la verdad mucha gente la pasó bastante mal. 


Muchos no tenían ni para comer y tuvieron que cerrar negocios, vender cosas, etc., para poder sobrevivir ese tiempo. 


Decíamos en ese entonces que “aprendimos” la lección. 


Pero si nuevamente observas como está la situación de la mayoría, se pasaron esa lección por el forro. 


Mira, esto se puede cambiar, pero requiere de MUCHO trabajo contigo mismo. 


Hay que aprender a controlar tus emociones. 


Básicamente se trata de dejar de ser un comprador compulsivo de cosas que no te benefician para nada. 


Debes cuidar mucho tu dinero. 


Por ejemplo, si fumas, bebes, mantienes en fiestas, o apuestas, apague y vámonos. 


¿Te has sentado con lápiz y papel a calcular cuánto te gastas en esas actividades? 


Realiza ese ejercicio y te aseguro que te sorprenderás. 


Mira, yo soy muy amante del dulce. 


Y no sabes cuán difícil es para mí pasar por una repostería y no comprar nada de eso. 


Hace muchos años cuando calculé lo que gastaba mensualmente casi me voy a despaldas. 


Ahora imagínate si eso era mensual, no te quiero decir cuanto era cada año. 


Pero como he aprendido a controlar mis emociones simplemente omito esa pulsión. 


Mira te puedo asegurar que la vida no son intervalos de felicidad y luego de tristeza. 


Se puede vivir constantemente en bienestar, pero debes realizar un trabajo con tus emociones.

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Ingeniero de Sistemas e Investigador del Pensamiento Humano y las emociones, y como estas influyen en las decisiones que tomamos cada segundo para tener éxito o fracaso.

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