Yo creo que no solamente los seres humanos buscamos la felicidad, sino que estamos diseñada para ella.
Esto lo podemos comprobar mediante nuestro sistema nervioso que nos permite experimentar sensaciones, olores, sabores, colores, etc, de forma placentera.
Nuestro sistema nervioso también nos permite experimentar el dolor y cosas desagradables.
Sin embargo, ya sea que se trate de experimentar placer o dolor, depende mucho de nuestro enfoque y el sistema de creencias que tengamos formado desde nuestra infancia.
Lamentablemente no sé de donde sacamos la idea que la felicidad proviene de tener u obtener cosas.
Por ejemplo, muchos se sienten “felices” con el amor de sus sueños acompañándolos.
Y cuando por alguna razón llegan a perderlo, entonces viene la desilusión, el desamor y por supuesto el sufrimiento y dolor emocional que nos amarga la vida.
Lo mismo ocurre con los objetos materiales que tanto deseamos y nos costó mucho conseguir.
También cuando tenemos el trabajo de nuestros sueños, y nos aferramos con uñas y dientes a este porque nos trae la “paz y la felicidad”.
O lo que es peor, cuando encontramos a un amigo(a) y lo hacemos el centro de nuestras vidas.
Posteriormente si este(a) se ausenta por alguna razón nos sentimos traicionados e infelices por el resto de nuestras vidas.
Debido a esta asociación es que, por regla general, la humanidad piensa que la felicidad viene hacia nosotros.
En realidad, la felicidad es una aceptación, un proceso interno con el cual se viene desde el útero materno.
O sino mira cuan felices son los niños antes de los 5 a 8 primeros años de vida, antes que su estructura personal se vaya formando por su entorno.
Para ellos cualquier cosa los hace felices.
Recuerdo que cuando mi hija comenzó a caminar, lo que más llamaba la atención de ella era el brillo de sus ojitos.
Y sobre todo la alegría que sentía andando por las calles con sus manos sueltas casi que bailando al ritmo de sus pasos.
La mayoría de niños cuando llegan a la preadolescencia “abandonan” esta felicidad y modo de ver la vida, pues comienzan a ver los límites sociales.
Los gritos, peleas, celos, envidias y todo tipo de conductas copiadas de su entorno les han “lavado” el cerebro con los “no puedo”.
Aquí ya se han formado parte de sus creencias limitantes que van compartiendo con su círculo social.
Y comienzan a reforzar las creencias que poco a poco los volverán adultos fríos, serios, “responsables” y amargados que esperan que algo externo los lleve a la felicidad.
La felicidad no es cosa exclusiva de algunos.
Es algo que tú ya tienes y el truco para sentirlo es apreciar los “pequeños” detalles que te está dando la vida.
En realidad, no son pequeños los detalles que recibes, sino que te ha acostumbrado tanto a verlos cada día que tu cerebro prácticamente los está ignorando.
Es por eso que los niños pequeños son tan felices pues para ellos todo es nuevo y por eso lo disfrutan.
Así pues, quiero animarte mediante esta información a enfocarte en todo el bien que el Universo quiere darte en cada instante.
La Vida esta llena de cosas que según tu interpretación pueden ser buena o malas.
De tu enfoque en el bienestar o malestar dependerá la calidad de vida que tengas pues aquello que le das importancia es lo que más obtendrás.
Anteriormente habíamos tocado el tema de la influencia de las palabras en nuestras metas, o como muchas personas lo conocen, la programación neurolingüística.
Esto tiene sus seguidores como detractores, pero supongo que esto se puede explicar con el viejo dicho que “cada uno habla del espectáculo según como le haya ido en él”.
Personalmente a mí me funciona la PNL pero he tenido que pasar largos años puliendo mi lenguaje y repitiendo cada día lo que deseo hacer.
En otras palabras según mi punto de vista la PNL sirve pero tiene la desventaja que si estás de afán en conseguir algo, no te lo recomiendo.
Sin embargo de todas las palabras que nuestro lenguaje pueda tener, existe una que poco decimos y que de manera mágica nos puede traer el bienestar de forma instantánea.
Con esto me refiero literalmente a la palabra NO.
Para poder entender esto, debemos primero comprender como ha funcionado el mundo hasta ahora para nosotros.
Si observas, las palabras no solo tienen poder en cambiar nuestra vida, sino también afectan a las personas que las escuchan.
Un ejemplo simple de esto es que si te digo en este momento que eres un estúpido, de seguro esto va a ser capaz de cambiar hasta tu estado de ánimo y lograré hacer que te enojes con esta simple palabra.
Pero si posteriormente me disculpo contigo, acepto que cometí un error y digo que eres una persona maravillosa que no merece ese trato de un patán como yo, nuevamente tu estado de ánimo es capaz de cambiar de forma inmediata.
Dicho de otra forma, con mis palabras puedo manipular tus estados de ánimo a mi antojo y así es como ha estado funcionando el mundo que nos rodea.
Lamentablemente hay personas que son demasiado talentosas para esto y que han hecho con nosotros lo que ellos han querido.
La buena noticia es que podemos defendernos de esto con la pequeña pero poderosa palabra NO.
Imagina que ingresamos a un centro comercial y viene una persona atractiva a ofrecernos algo. Muchas veces por el simple hecho de parecernos atractiva, solemos aceptar y consumir todo lo que nos diga.
Y en ocasiones nos hemos dado cuenta muy tarde de errores económicos que cometimos por el simple hecho de decirle “NO gracias” o como suelo decir yo “paso”.
Puede que en este momento te preguntes por qué hacer esto tan simple que nos puede evitar muchos dolores de cabeza es tan complicado de llevar a cabo? Y la respuesta está en los condicionamientos del pasado.
Lamentablemente nos educaron para obedecer. Si intentas recordar, a algunos no se nos permitía discutir una norma de un adulto y hay de aquel que tuviera una idea que así fuera buena, pudiera contradecir a uno de nuestros mayores.
A pesar que los niños actuales no se les cohíbe tanto mediante estos métodos, se hace por otros medios como la televisión, música y entretenimiento general donde se fomenta mucho la obediencia ciega y sin cuestionamientos a un grupo, equipo, club, personaje, etc.
Realizando laboratorios y observatorios sobre esto, he hablado con jóvenes expresándoles mi descontento por algún artista que prefieran y de inmediato he visto como salen a la defensa incluso de forma agresiva.
Se puede decir en términos generales que defienden más a su ídolo que a cualquier pariente cercano.
También he podido ver en redes sociales el odio que se expresan algunos por simples personajes de ficción en películas, que con el tiempo fueron cambiados ya sea por asuntos comerciales o algún otro interés, como si de esto dependiera el equilibrio cósmico.
Así pues, todos estos adoctrinamientos emocionales donde otros son los que tienen la verdad y tu voz interior es la equivocada, los que hacen que sea muy complicado decir NO ante algo que no queremos, o que nos puede hacer mucho daño en el futuro.
Sin embargo qué podemos hacer para frenar esto y aprender a responder siempre a nuestro favor?
Tristemente, de forma inconsciente pensamos que negarnos a algo es malo. Ahora ya sabes que estas emociones provienen de los condicionamientos emocionales mencionados anteriormente.
Creemos que si decimos NO, vamos a perjudicar a alguien y al ser buenas personas no queremos eso.
En mi país existe un dicho que reza “es mejor ponerse colorado unos instantes y no toda la vida”.
En mi caso lo que me ha servido es evaluar si lo que alguien me propone me estaría beneficiando de alguna forma. Si no me conviene, con valor abandono la pena, timidez o miedo y dijo NO gracias de forma firme y me sostengo en ello.
Todo es práctica constante para volverte un maestro en algo. Y te voy a ser muy honesto respecto a esto. Cuando aprendas a decir NO a algo que realmente no quieres hacer o no te conviene, vas a comenzar a sentir un placer hasta mórbido en hacerlo.
Y esto se debe a que tu interior va a descansar de algo que has estado haciendo desde hace muchos años y es agachar la cabeza.
Tu valor propio estará aumentando cada vez que logres rechazar aquello que te hará daño, pues tu intuición constantemente te ha estado advirtiendo sobre esto pero no has querido escuchar.
Recuerda que te van a intentar manipular con el miedo, la culpa o también con lo más peligros que es la adulación.
Así que te animo mediante esta información que a partir de este instante comiences a evaluar cualquier decisión que llegue a tu vida, la analices y si no te conviene, definitivamente utiliza la palabra más poderosa que es el NO para atraer bienestar inmediato a tu vida.
Ingeniero de Sistemas e Investigador del Pensamiento Humano y las emociones, y como estas influyen en las decisiones que tomamos cada segundo para tener éxito o fracaso.