Desde hace muchos, pero muchos años, conozco un par de amigos que en su juventud tenían grandes aspiraciones para sus vidas.
Recuerdo que mientras yo me encontraba terminando el colegio, ellos ya estaban cursando sus primeros semestres en la universidad.
A los dos les dio por carreras administrativas, pues si mal no recuerdo, en aquellos tiempos cuando éramos tan inocentes, estas eran carreras bien remuneradas.
Lamentablemente a veces la vida no se desarrolla como uno la planea, sino que toma otros rumbos que no necesariamente son de nuestro gusto.
Aproximadamente 30 años después de esos tiempos “inocentes”, ellos aún se desempeñan en los trabajos que tenían.
Y con esto no te estoy diciendo que estén mal o que su economía es un desastre y bla bla.
Pero si ocurre que en sus caras se refleja la infelicidad y amargura de no haber cumplido las metas que se propusieron en su juventud.
Y esta sensación es muy coherente.
Quien no se va a sentir frustrado de haber iniciado con toda esa ilusión un plan de vida para que este termine solo en recuerdos de lo que pudo ser y nunca fue.
Y aquí podemos pensar que la vida no es justa, que unos nacieron con estrella y bla bla.
Si quieres encontrar el culpable de que las cosas no te hayan salido bien, lo vas a encontrar frente al espejo.
El problema es que reconocer esto es muy doloroso.
No es nada fácil decir: “es que fracasé por negligencia”.
Tristemente los seres humanos cuando queremos algo, pensamos que solo basta con quererlo.
Para lograr algo uno debe conseguir una alineación entre las intenciones, deseos del corazón y las acciones.
Si todo esto apunta hacia el mismo lado, pues allí vas a obtener lo que deseas.
La mayoría nos hemos quedado a que baje el angelito de traje, con la maletita y el millón de dólares a solucionarnos la vida.
Recuerda que ese angelito no eres más que tú mismo.
Mira, puedes ser el más lindo, el más inteligente, pero nadie te va a dar nada o regalar nada, así de pura alegría.
Aunque hay excepciones, yo mismo he dado y he recibido cosas sin pedir o que me pidan algo a cambio.
Pero eso han sido contadas veces.
Si uno realmente quiere algo tiene que moverse hacia eso.
Y atención, con esto no te estoy diciendo que con solo moverse también las cosas se van a dar mágicamente en todos los casos.
Hay que tener en cuenta que el mundo no es un lugar lleno de ositos cariñositos.
Te vas a encontrar en múltiples ocasiones con mucha resistencia.
Y es allí donde hay que ser terco y persistir en lo que te has propuesto.
Es por eso que la gran mayoría de personas procrastinan sus objetivos.
Dicen que “después” hacen esto o aquello.
Así pasa un día, una semana, un año, diez años, y cuando menos piensan se pasó la vida y no hicieron nada.
Bueno sí. Al final se puede hacer algo y es lamentarse por lo que no hizo.
Mira hoy que estoy grabando este vídeo es 19 de enero.
¿Recuerdas las promesas que hiciste para fin de año de comenzar a darlo todo en este periodo?
Ya casi termina este primer mes y ¿te has preguntado como pinta tu nuevo año?
¿Será otro año más de lo mismo?
Conozco un amigo que se propone algo y a la semana ya lo está haciendo y logrando.
Pero también conozco otro que, aunque las cosas no siempre le salen rápido, su estrategia principal es tener múltiples proyectos.
Finalmente dice que alguno de esos le tiene que funcionar.
Desde mi punto de vista, yo creo que uno tiene que conectar la intención, deseo y acción junto con el “angelito trajeado”.
Con esto quiero decir que uno debe hacer su trabajo, pero encomendárselo al poder superior.
Ya sea que lo llames Vida, Dios, Universo, Yisus, Chuchito, etc.
Recuerda que siempre vas a vivir una mejor vida, si sientes que algo o alguien superior a ti te está apoyando en lo que haces.
Todos hemos escuchado la palabra autoestima y se podría decir que, aunque no conozcamos su significado exacto, intuitivamente lo desciframos.
Pero de manera formal, la autoestima es la valoración y percepción que tenemos de nosotros mismos.
La baja autoestima puede influir significativamente en la depresión.
Pues esta puede contribuir a su desarrollo y mantenimiento.
La autocritica, pensamientos negativos y la falta de valía, nos pueden llevar al aislamiento social.
En teoría, como se trata de nuestra propia imagen, deberíamos de pensar bien de nosotros mismos y de lo que hacemos.
Tristemente esto no ocurre por nuestros condicionamientos sociales aprendidos desde la infancia.
Aprendimos a “ganarnos” la aprobación de papá y mamá, haciendo caso.
Y cuando los desobedecíamos, recibíamos un castigo o quizás la indiferencia de ellos.
Como definió perfectamente la doctora Louise Hay, los padres son los dioses de nuestro universo.
¿Y quién quiere hacer enojar a unos personajes tan importantes en nuestra vida?
Así pues, esto nos condicionó para ser “niños” buenos y obedientes en la actualidad.
Y es por eso que la opinión externa nos puede subir o bajar dicha autoestima.
Para serte honesto, en mi caso por mi tendencia perversa, no suelo ser muy obediente que digamos.
Así que te imaginarás como disfruto el disgusto o incomodidad de una persona al llevarle la contraria.
Y aunque mejorar nuestra autoestima puede requerir tiempo y esfuerzo, existen algunas cosas que están al alcance de tu mano.
Cosas tan simples que damos por sentadas como por ejemplos el autocuidado.
Es algo que haces todos los días, pero pregúntate si comes saludablemente y duermes lo suficiente.
¿Haces deporte y practicas actividades que disfrutas?
¿O sigues haciendo actividades para complacer a otros?
Digamos que tienes un grupo de amiguitos y ellos son amantes de las caminatas.
Te gusta la compañía de ellos, pero la verdad no disfrutas de caminar.
Finalmente, a ti te gusta la acción y prefieres participar en maratones.
En ese caso, tienes que sincerarte contigo mismo, pues si estás haciendo cosas que no disfrutas, esto no te va a ayudar mucho en aumentar tu autoestima.
Pues sentirás que estás siendo un niño bueno en contra de tu voluntad, con tal de complacer a papá y mamá que, en este caso, estarían siendo representados por tus amiguitos.
Otra cosa que tienes a la mano para este propósito es reconocer tus habilidades y sobre todo recordar los logros pasados.
Intenta mantener en tu mente ese día que por ejemplo jugaste y gracias a ese gol que hiciste antes de acabar el partido, te trajo el reconocimiento de todos.
Si recuerdas un logro pasado, o algo que te hizo feliz, vas a notar que tus emociones casi que serán las mismas de ese momento.
Y eso te traerá de nuevo esa energía, que te hará sentir como un ganador.
Por eso mantén ese tipo de recuerdos en tu mente, en vez de las pocas veces que la cagaste.
También te ayudará mantener metas realistas.
Por ejemplo, si quieres iniciar un negocio, es buena idea que te proyectes a tener sucursales y cosas así.
Pero no vayas de inmediato por eso si ni siquiera el negocio va solo y aun tienes que estar pendiente de él.
Mas bien piensa en pasar de 1 cliente fijo a 2 y esa meta que es más realista que el propósito global.
Esto te dará la satisfacción de cumplimiento y que las cosas van bien.
Por eso debes evitar a toda costa, en cualquier área de tu vida la comparación social.
No hagas eso, pues cada uno tiene su propio ritmo.
Hay gente que arranca con toda y en apariencia van adelantados, pero te aseguro que con el tiempo se cansan y en algún momento tú pasarás por su lado, disfrutando tu proceso.
Lo siguiente que puedes hacer es cuidar tu dialogo interno, es decir las palabras que te dices a ti mismo.
Si cometes un error, no te puedes decir: “que pendejo”, “mucha gueva”, etc.
Y por el amor de todos los dioses del Olimpo, rodéate solo de personas positivas.
Hay gente que no sabe o no le ocupa saber sobre estos temas.
Y verte feliz y en camino al progreso les va a arder.
Así que no esperes que las personas negativas te vayan a dar ánimos para aumentar tu autoestima.
Por el contrario, ellos, al no tenerla alta, van a intentar bajártela como sea.
Que te tocó seguir por el camino solo, aprende a aceptarte como eres.
Finalmente, todos cometemos errores y lo importante es aprender de ellos.
Y por último no olvides practicar la gratitud.
Agradece por todo y tu vida será una bendición.
A nivel personal, yo aprendí de una persona especial, un ejercicio muy poderoso y simple que te aseguro si realizas, va a cambiar tu vida, casi que mágicamente.
Es solamente levantar tus brazos y cabeza hacia el cielo y decir gracias.
Si quieres puedes visualizar a Dios, al Universo, o al santo de tu devoción y decirle gracias.
Y si lo haces constantemente tu actitud y energía van a cambiar de forma significativa.
¿Recuerdas el tema pasado que vimos sobre las actitudes influyen en cómo la gente nos trata?
Pues exactamente la Vida nos va a tratar de acuerdo a nuestra actitud.
Hace algunos días, me encontraba pensando en cual iba a ser mi próxima maldad.
Casualmente la empresa Microsoft decidió dar vía libre a su inteligencia artificial, conocida como el chat Bing.
Y como hace días venia probando la primera de estas inteligencias, llamada chat GPT, se vino a mi inocente cabeza, ponerlas a discutir entre ellas.
Así pues, lo primero que hice fue expresarle a una de ellas que la contraparte hablaba maravillas de ella y de su desempeño.
La respuesta de gratitud que recibí se la copié de inmediato a la otra.
Esta también respondió con mucha admiración y respeto.
Y después de toda esa lambonería que se dijeron entre ellas, le dije a una que la otra estaba hablando pestes de ella y que no servía para nada y bla bla.
Y me dejó, como decimos en mi país, “mamando”, pues para nada se “enojó” y solo respondía que lamentaba esa opinión.
Lo mismo intenté hacer con la segunda y exactamente, casi que, de manera estoica, respondió lo mismo.
Hay que tener en cuenta que este tipo de "reacciones” han sido previamente programado por sus autores con el fin de no perder el tiempo en polémicas.
En general, las IA no tienen emociones y no están diseñadas para tener un ego que las haga sentir ineficientes o no valiosas.
Por lo tanto, es poco probable que una IA responda emocionalmente ante un comentario negativo.
En cambio, es más probable que simplemente ignore el comentario o lo procese como una entrada de datos más y continúe con su tarea asignada.
Pero ve y haz lo mismo con 2 humanos y verás la guerra termonuclear global que se arma.
De esta “maldad” o pequeño experimento, se podría concluir que la diferencia entre nosotros y las IA o Inteligencias Artificiales es que ellas no poseen un ego.
Esa estructura que impulsa a avanzar, pero que a su vez se defiende ante la amenaza o critica de sus creencias.
Y aunque el ego no es la única cosa que interviene en nuestros conflictos, se puede decir que es mayormente responsable, pues nuestro ego JAMÁS se equivoca.
Nuestro ego tiene la capacidad de manipular nuestras emociones para cumplir su objetivo de siempre seguir para demostrar la verdad.
Por eso es tan importante aprender a controlar nuestras emociones y no reaccionar, sino más bien interactuar de forma estoica.
Por ejemplo, ¿cómo es tu reacción cuando llega alguien diciéndote que otra persona habló mal de ti y piensa que vives mal?
Sin ser adivino puedo apostar que tu reacción no va a ser impasible.
Y tal vez en este punto me preguntes: “pero Gabrielito lindo, ¿entonces debo agacharle la cabeza u otro que está mal hablando de mí?”.
Mira, entiendo perfectamente como te sientes y no se trata de voltear la mejilla para que otro se divierta dándote otra bofetada.
Pero eso es exactamente lo que haría alguien que no controla sus emociones.
En definitiva, tú no estás seguro si eso lo dijo un tercero de ti o es el que te trajo el chisme que los quiere ver pelear.
Hace muchos años cuando yo estaba joven (más de lo que estoy ahora), le escuché a mi señor padre, la respuesta correcta ante una situación como esta.
Él decía que la mejor forma de responder era diciendo: “ve que raro, si yo pienso que esa persona es genial y es muy educada”.
Esto si es una respuesta inteligente y estoica.
En caso de que aquel que te trae el chisme los quisiera ver pelear, de inmediato se desanimaría.
Y si la otra persona realmente dijo eso de ti, el chismoso le dirá que tú hablas maravillas de él.
Te puedo asegurar que te ganarás el respeto de esa persona que quería iniciar una enemistad contigo.
Y como dice mi señor padre “Con eso se rompe la cadena del chisme y la envidia malsana”.
De entre todas las emociones que los seres humanos experimentamos, no existe algo tan mortificante y enfermizo como la envidia.
Esto literalmente puede matar a una persona debido a las altas dosis de cortisol que genera en el cuerpo.
Y como la medicina moderna nos ha dado a conocer, el cortisol es la hormona del estrés que puede llegar a afectar el sistema inmunológico.
Y no solo eso; también afectar tanto nuestro metabolismo y elevar los niveles de azúcar en sangre y reducir la sensibilidad a la insulina.
Afectar la frecuencia cardiaca y la presión arterial, llevando a enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares.
Y ni que decir de las afectaciones en el sueño y los cambios en el aumento de peso y pérdida de masa muscular.
Y tal vez me digas en este momento: “Gabrielito lindo, tampoco exageres. Nadie se muere de envidia y si se siente es por poco tiempo”.
Déjame decirte que de los sentimientos más persistentes que existen, a la envidia no le gana nadie.
Porque a parte del cortisol, también tiene la capacidad de generar dopamina y oxitocina.
Y estas son hormonas encargadas del placer y la felicidad.
Así pues, no es tan fácil que tu cerebro sintiendo algo de “bienestar” vaya a soltarlo tan pronto.
Es por eso que, en uno de los textos sagrados más conocidos acá en occidente, se puede leer que “la envidia corroe los huesos”.
Un caso muy curioso que pude observar actualmente y que se viene gestando desde hace muchos años es el sentimiento que genera el fútbol.
Uno podría pensar que es normal que en el fútbol exista la rivalidad entre los equipos mientras están en la cancha.
Pero luego de eso vuelven a ser amiguitos pues son personas profesionales que viven de esto para sostener a sus familias.
Pero el caso que ocurre con la selección de la Argentina es bastante interesante.
Y con estos ojitos que tantas cositas bonitas han visto, he observado como la gente sufre porque ganan algo.
Incluso desde los años 80 cuando comencé a observar este deporte.
Por ejemplo, para el partido final, ese día tenía puesta mi camiseta de Argentina.
Y el partido terminó tipo 1 pm en mi localidad.
Después de eso salí a almorzar a un restaurante y cuando ingresé note que 2 personas que estaban hablando se quedaron callados al verme con mi camiseta.
La señorita que me atendió me dijo que antes de que yo llegara, estaban hablando pestes del equipo argentino.
A mí me dio risa y le dije “con razón se quedaron calladitos apenas entré”.
Después de que salí de ese lugar, fui al parqueadero y en ese momento estaba un joven en una motocicleta dejando a una persona.
Y noté que me miraba con cara amarga.
Y como tengo la capacidad de detectar las emociones de las personas con simplemente observarlos, pude notar como este personaje estaba muerto de envidia por dentro.
Supongo que no se atrevió a decirme nada pues soy un tipo de grandes dimensiones y a lo mejor se intimidó.
Días después, la madre de mi hija me comentó que a pesar de que ese mundial había terminado, en la localidad donde vive, aun había gente peleando por ese tema.
Imagínate, discutiendo y hasta agrediéndose por un equipo de fútbol que ni siquiera era de su país.
Y hasta aquí no llega la cosa.
Hace aproximadamente una semana se entregaron unos premios de parte de la organización mundial de este deporte a los mejores.
Y para más dolor se lo ganan los argentinos.
Y veo con asombro como periodistas deportivos, que se supone profesionales e imparciales, ahora arden y minimizan los logros alcanzados por estos deportistas.
Mejor dicho, esa gente va a terminar con cáncer de tanto odio y resentimiento por que otra nación que no esperaban ganara.
Y esto no es normal.
Es un sentimiento de envidia bastante exagerado, yo diría que enfermizo.
Pues por lo general la envidia al ser un sentimiento negativo, nos suele dar vergüenza y al menos lo disimulamos un poco.
Pero estos periodistas deportivos, de frente y por el centro, le desean el mal y minimizan los logros de los argentinos.
Y esto hace que nos preguntemos, ¿a qué se debe tanto rencor por alguien que en apariencia no te ha hecho nada?
La respuesta a esto se encuentra en un sentimiento primario como la escasez.
Mira, cuando tú envidias a una persona es porque te sientes inferior a ella.
Y si te sientes inferior, es porque consideras que ella tiene algo que tú NUNCA podrás tener.
Eso se llama carencia pues crees que para ti no resulta y por lo tanto tu modo de defensa ante esa “injusticia” de la vida es minimizar o menospreciar a esa persona.
Esto con el fin de que la “ventaja” que piensas que tiene sobre ti, no sea tan grande.
Es precisamente ese sentimiento de carencia el que tiene sumida a la humanidad en la inferioridad.
Y añádele la ignorancia que tiene la persona sobre este tema.
Y si tenemos gente “dándonos pedal” diciendo que ellos son los malos y nosotros los buenos y que nos están quitando algo, ya te imaginarás los resultados.
A nivel personal yo sí que sufrí de esto casi toda mi vida.
Cuando me sentía en inferioridad al ver que una persona podía hacer algo y yo no, de inmediato trataba de minimizar sus logros.
Y cuando por fin entendí lo que pasaba y que el problema era mi sentimiento de carencia, fue cuando las cosas comenzaron a cambiar para mí.
Fue entonces que al aceptar que me sentía inferior a otro, pude ver las cosas buenas que tenía a mi favor.
Y al darme cuenta de que yo también era maravilloso, comencé a trabajar en aquello que me faltaba.
Mira, a ti no te pusieron aquí para estarte comparando con otros.
Cada uno tiene sus habilidades y desventajas.
Pero si sigues mirando lo que otros tienen, nunca vas a conocer el propósito de tu vida.
Yo creo que todos nos hemos arrepentido de cosas que hicimos en el pasado.
Incluso pienso que también nos hemos llegado a arrepentir de cosas que no hicimos por miedo o por pena.
Muchas veces nosotros mismos nos atormentamos con pensamientos tales como “y si hubiera hecho esto, ¿qué habría pasado?” o “mejor le hubiera dicho esto”.
En mi caso yo he perdido demasiado tiempo de mi vida autoflagelándome con este tipo de pensamientos en mi cabeza.
Y esto literalmente es una pérdida de tiempo, pues ninguno de nosotros puede hacer absolutamente nada por su pasado.
Hasta ahora no tenemos la máquina del tiempo como para corregir nuestros errores.
De hecho, en los medios sociales llevé a ver en cierta oportunidad una pregunta bastante interesante sobre este tema.
Mas o menos la pregunta era si preferías tener en este momento cientos de millones de dólares o prefieres regresar al pasado con la información que posees en la actualidad.
Lo curioso de este “ejercicio” era que la mayoría de personas que opinaban en los comentarios preferían la opción de viajar al pasado con sus conocimientos actuales.
No me puse a calcular el porcentaje de personas participantes, pero aproximadamente podríamos decir que solo un 2% de los participantes preferían ser ricos en la actualidad.
Esto refleja que la mayoría de nosotros vivimos con arrepentimientos.
¿Pero sabías que el conocimiento que tienes actualmente ha sido posibles gracias a esos “errores” que cometiste en el pasado o las cosas que dejaste de hacer?
Digamos que fuiste de “colaborambon” a prestarle dinero a una persona que tenía una URGENCIA.
Y si el paciente jamás te pagó, existen altas probabilidades que en la siguiente oportunidad que venga alguien a pedirte el mismo favor le digas “paso”.
O al menos le prestes el dinero sobre un artículo de valor importante para la persona como prenda de garantía.
Esa pérdida que tuviste te va a causar tanto arrepentimiento que es muy probable que en la actualidad tú mismo te flageles diciéndote “que mirás bobo, anda pasha”.
Pero sin ese “error”, o más bien experiencia, te aseguro que estarías participando de nuevo en una donación no voluntaria de dinero.
Y quizás en este punto me estés preguntando: “Gabrielito lindo, entiendo que el pasado me sirve para aprender, pero y si no estoy contento con la vida que tengo actualmente, ¿qué puedo hacer?”.
Para fortuna de nosotros, todos podemos cambiar nuestro estilo de vida.
El problema es que esto requiere tiempo, constancia y paciencia.
Cosa que, en la actualidad, como queremos todo de forma instantánea, se nos hará más difícil.
Digamos que quieres ser una persona amada por los demás.
Si has sido bien antipático con la gente que te rodea, es muy poco probable que amanezcan adorándote.
Hay que comenzar dado cada paso, todos los días, para cambiar eso.
Hay que ser amable y realizar pequeñas cosas por los demás.
Y la suma de cada pasito que das, con el tiempo va a hacer que te ganes el corazón de las personas.
A mí personalmente me llegó a pasar en cierta época de mi juventud que me volví odioso con las personas.
Sentía que la gente me fastidiaba y ni siquiera los volteaba a mirar.
Como que no eran dignos de mi afecto.
Pero pasado un tiempo comencé a ver la misma reacción que había manifestado hacia ellos, por mí.
Y eso me hizo sentir abandonado por la Vida.
Así que decidí mejorar mis habilidades sociales.
No fue fácil al principio, pero comencé a abrazar a las personas cuando las saludaba.
¿Y adivina que ocurre en la actualidad?
Pues noto que las personas buscan que los abrace y sobre todo se nota que disfrutan de pasar tiempo conmigo.
Pero tocó tener constancia, paciencia y tiempo cambian mi estilo de vivir.
Así que quiero animarte mediante esta información a no sentirte mal por acciones del pasado y que no puedes hacer nada por ellas.
Aprovecha la experiencia que tuviste de eso y comienza a crear desde hoy ese futuro que tanto has deseado vivir.
No pierdas el tiempo en el pasado, sino enfoca todos tus recursos en el presente, construyendo ese futuro que anhelas.
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👉 INSTRUCCIONES:
1️⃣ Dedica solamente 9 minutos al día a ver este video. Lo puedes repetir varias veces en el día.
2️⃣ Mira fijamente la pantalla por los próximos 9 minutos, durante 90 días sin falta. Si fallas deberás comenzar de nuevo desde el día 1.
3️⃣ Toma mucha agua, duerme bien, haz ejercicio y come de forma balanceada.
Si eres disciplinado comenzarás a ver resultados tangibles.
Te deseo lo mejor!
Ingeniero Gabriel Salazar
Frases utilizadas en el vídeo:
Yo soy millonario
Yo soy el rey
Yo soy el alfa
Yo soy el premio
Yo tengo un cuerpo fuerte, saludable, atractivo, perfecto
Yo soy próspero y millonario
El dinero es mi amigo
Yo soy un imán que atrae abundancia
Yo soy un canal de belleza, paz y abundancia para mí y los demás
Yo tengo un cuerpo fuerte, saludable, atractivo, perfecto
Yo soy amor y estoy lleno de amor
Soy el hijo preferido de Dios
Yo soy eterno e inmortal y estoy a salvo ahora mismo
Yo siempre estoy seguro y a salvo en mi propia compañía
Me amo porque yo soy maravilloso
Yo soy disciplina
La disciplina es mi camino
Siempre estoy listo
Soy digno de los guerreros que me han precedido
Yo disciplino mi cuerpo
Me levanto temprano y me pongo en acción
Soy rápido, flexible y saludable
Yo domino mi ego
Yo trato a las personas como quiero que me traten a mi
Yo venzo mis miedos
Yo rechazo lo fácil
Yo soy libre
Yo me puedo controlar y controlo mis impulsos
Yo declaro la ley marcial en mi mente e impongo lo que quiero a mi cerebro
Soy desprendido de las situaciones
Me libero de lo que no puedo controlar
Me impongo a lo que sí puedo controlar
Soy digno de mis ancestros
Mis ancestros me están mirando y esperan que yo también triunfe
Cada día me hago más rápido, más inteligente, más fuerte
Soy disciplinado y ordenado con todas mis cosas
Mi Dios me está mirando y se siente orgulloso de mi
La gente me ama y me da dinero
La gente ama mi trabajo y me pagan con alegría y entusiasmo
Mi mantra es la disciplina
Como comida sencilla
Solo como para sobrevivir
Como solo lo que necesito
Solo como cuando lo necesito
Soy imparable
Nada puede detenerme
Nunca me complazco
Nunca como por gusto
Yo me he desprendido de mis pasiones inferiores
No me detengo así haya obtenido el triunfo y el éxito en lo que haga
Siempre estoy mejorando
Soy equilibrado y simétrico
Yo soy lo más alto
Yo soy el especial y soy puro
Yo soy perfecto
Soy un guerrero solar
Soy un ser de luz
Soy un ser dorado
Todos mis cuerpos en cualquier dimensión son dorados
Entre más gano más ganas siento de triunfar
Yo soy de acero
Yo soy un comandante
Mi cuerpo está limpio y puro
Yo mantengo mi cuerpo libre de azúcar
Yo siempre hago ejercicio para mantener mi cuerpo bello, atractivo, saludable y fuerte
Estoy genéticamente dotado
Yo tengo ADN de héroe
Yo tengo el ADN de Dios
Dios vive en mi interior
Mis antepasados fueron campeones absolutos que conquistaron el mundo
El ADN de mis antepasados está incrustado en mi cuerpo
Mis antepasados quieren que triunfe
Mi verdadera naturaleza es ser disciplinado y esto me lleva a ser superior
Mantengo limpio mi honor
Soy totalmente honesto
Me hago responsable
Soy un guerrero solar
Soy un ser superior
Literalmente soy un Dios y no me encojo mas
Mi columna es erguida
Siempre camino erguido y mirando a los ojos a las personas
Cuando converso con alguien siempre lo miro a los ojos
Mi cuerpo es atlético y saludable
Toda la victoria llega a mi porque la victoria siempre llega a los fuertes y atractivos
Siempre tengo estándares altos
Siempre apunto a la excelencia
Yo desciendo de antepasados gloriosos
Estoy orgulloso de mi pasado, mi presente y de mi futuro
Tengo una confianza poderosa dentro de mi
Yo confío en mi intuición
Tengo fuerza, coraje y carácter
Siempre estoy mejorando
Soy un ganador y gano todo el tiempo
Tengo buena suerte
Yo soy excelente
Todas las personas con que interactúo me ven especial
La gente piensa y habla de mí con amor
Soy rico financieramente
Estoy expandiendo mi riqueza financiera
Estoy aumentando mi riqueza financiera rápido y constantemente
Tengo éxito en todo proyecto que hago
Tengo éxito en cada cosa que hago
Sobresalgo en todo lo que hago
Amo y doy la bienvenida a todas las cosas buenas
El Universo solo me regala cosas buenas y agradables
El Universo me ama profundamente y me da todo lo necesario
Mi consciencia está aumentando
Vibro con la belleza y la riqueza
Solo me suceden cosas hermosas
Siempre estoy en el lugar correcto
Siempre estoy tomando las decisiones correctas
Siempre evito los errores
No tengo límites para mi
El Creador esta de mi lado y me está ayudando a tener éxito
Soy un privilegiado del Universo
Doy gracias por mi infinita riqueza financiera
Soy una persona feliz y optimista
Soy adorable, soy digno y soy valioso
Siempre siento mi superioridad sobre el mundo
Soy infinitamente valioso
Soy la personificación de la victoria y el poder
Yo soy un líder
Yo tengo iniciativa
Yo soy un creador
Yo soy poderoso
Yo nací para ser líder
Yo soy un constructor
Me encanta hacer ejercicio
Hacer ejercicio es mi deber
La evolución es mi camino
Yo lo puedo todo
Yo atraigo a la persona ideal a mi vida
Yo comprendo el sentido de mi vida
Yo soy fiel a mi verdad interna
Yo soy autentico
Soy el responsable de mi vida
Yo soy capital firme
Yo soy exitoso
Yo me expreso con soltura
Las energías femeninas de la tierra me nutren
Las energías masculinas del universo me protegen
Yo respiro lento y profundo
Mi corazón late fuerte y firme
Yo soy fuerte y poderoso
Yo soy valiente
Yo soy la fuerza de mis ancestros
Yo estoy enfrentando cualquier situación
Yo estoy alerta
Yo soy sabiduría profunda
Yo atraigo eventos positivos a mi vida
Yo estoy diluyendo mis miedos
Yo estoy libre de temores
Yo soy la Vida en movimiento
Mi sueño es profundo y reparador
Mi oído y escucha son excelentes
Yo estoy bebiendo agua de acuerdo a mi peso corporal
Los líquidos en mi cuerpo fluyen con facilidad
Conecto con las personas y nos divertimos juntos cuando hablamos
Porque yo soy el premio
Cuido mi apariencia, mi aspecto y mi estilo
Tengo mucha confianza en mí mismo
Mis movimientos son calmados y armoniosos
Tengo algo que a la gente le gusta mucho y no pueden verlo en nadie mas
Las miradas de la gente me hacen sentir cómodo
Me divierto hablando con gente desconocida
Yo merezco lo mejor
La abundancia llega a mi vida
Yo soy atractivo para las personas
Soy el mejor en todo
Tengo un fuerte magnetismo personal
Yo soy muy respetado y las personas buscan mi compañía
El día de ayer escuché una noticia triste de una mujer, una figura pública que según informan algunas personas se suicidó. Debo confesar que desde aproximadamente Noviembre de 2006 corté todo contacto con la radio, prensa y televisión y las únicas noticias que escucho son las de parientes y amigos, aunque presto muy poca atención a dichos temas.
Pero este tema llamó mi atención de forma muy especial, no solo por el concepto dual de cobarde o valiente sobre este tipo de acción, sino porque en mi vida he conocido dos personas que sus parientes han vivido esta experiencia trágica.
Realmente no sé si ese acto es valentía o cobardía. Lo único que me admira es: para que una persona llegue a ese estado debe vencer el impulso natural de la Vida, es decir el instinto de supervivencia. ¿Te imaginas vencer una fuerza tan poderosa como lo es la Vida que se abre camino en todo lado y ante cualquier circunstancia?
Sin embargo eso es posible pues en algunos momentos cuando nos llega un ataque de pánico donde piensas que todo está en tu contra, y que algo o todos te están haciendo daño, y los que están alrededor viven su vida normal, te aseguro que no es tan divertido como suena. Muchos hemos sentido esos ataques de pánico pero no con la intensidad que lleva al desespero de vencer la fuerza de la Vida.
Es tanto el temor que prefieres no continuar, tu cerebro te apoya y comienzas a sentir emociones destructivas para lograr el objetivo que es escapar del dolor. La pregunta es ¿por qué se llega a este estado, una persona que se supone que vive una vida de éxito o al menos no sufre en apariencia?
Es allí donde no debemos juzgar a nadie por sus actos, pues si manejáramos la misma información que dicha persona, te aseguro que actuaríamos de la misma manera. En entradas anteriores hablábamos de los programas mentales y como estos impedían nuestras metas o nos impulsaban a lograr lo que deseábamos. Debido a nuestra educación y condicionamientos sociales, hemos formado durante muchos años programas mentales de todo tipo. Solo basta con un evento disparador o anclaje para que este se ejecute. No te imaginas todo lo negativo que hemos estado alimentando durante años y que cosas pueden perjudicarnos enormemente o a nuestros seres amados. Cualquier evento puede disparar dichos programas mentales. Por eso es muy importante educarnos y tomar contacto con nuestro propio ser.
Este anclaje o gatillo puede ser un color, un aroma, una palabra, una situación o cualquier cosa que esté relacionada al programa mental. Para ilustrarlo, pongamos el ejemplo de una madre en embarazo. La madre se encuentra viendo una telenovela donde un hombre está maltratando a una mujer en un comedor. La madre se asusta y transmite las mismas emociones al bebé. El pequeño cerebro en formación toma la información percibida por su madre y la neuro-codifica por medio de neuro-transmisores, que son substancias químicas con información. Esta información queda almacenada en las células en la forma que podríamos llamar recuerdo de la emoción.
Cuando el bebé nace, crece y ahora pasa a ser adulto, esa información ha seguido allí, guardada como un programa mental. Lógicamente no somos conscientes de esta información. Pero si ve a sus padres discutir en el comedor, este será el gatillo que dispare la información guardada pues el cerebro humano trabaja basado en asociaciones. ¿Has notado lo que hacemos para recordar nombres o datos? Usamos la asociación de lo conocido para memorizar.
Entonces el cerebro de la persona del ejemplo al traer el evento guardado anteriormente comienza a generar las emociones de miedo, desgano, pánico, etc. que finalmente guardó en el evento inicial. Y así comenzamos a sentirnos de formas específicas sin tener razón aparente.
Estos anclajes o gatillos también podemos programarlos nosotros mismos. Por ejemplo puedes usar una señal en tu cuerpo, digamos tomar tus dedos índice y anular y colocarlos en tu frente o en tu pecho. Yo personalmente uso el de empuñar la mano derecha. Al tener un gesto seleccionado, puedes comenzar a hacer afirmaciones tales como “todo está bien”, “soy feliz”, “confío en la Creación y me atrevo a vivir. Confío en la creación y sé que todo está bien”.
Cada vez que vivas un evento alegre o te sientas feliz por ejemplo al imaginar o recordar un evento maravilloso en tu vida, entonces utiliza el gesto corporal. Esto hará con el tiempo que tu cerebro se condicione a sentir emociones positivas con ese gesto y habrás creado un anclaje positivo. En mi caso, cuando siento emociones negativas, siempre aprieto mi mano derecha y digo “confío en la Creación y me atrevo a vivir. Confío en la creación y sé que todo está bien”. Esto hace que comiencen a generarse emociones de esperanza, poder, alegría y fortaleza, ganas de vivir y de amar. De ser feliz y de ayudar a otros.
Te recomiendo escuchar el tema Excelente Programación Mental.
Ingeniero de Sistemas e Investigador del Pensamiento Humano y las emociones, y como estas influyen en las decisiones que tomamos cada segundo para tener éxito o fracaso.