Yo creo que todos tenemos personas cercanas que queremos ayudar de todo corazón.
Sin embargo, parece que entre más los ayudamos, es como si se hundieran más en sus problemas.
Por ejemplo, en mi caso, la gente a mi alrededor deseaba de todo corazón lo mejor para mí.
Y sobre todo que saliera rápido de mi crisis financiera.
Pero la depresión en la que entré debido a mi desespero por la situación hacía que cada día me hundiera más en los problemas.
No podía pensar correctamente y mis decisiones eran un desastre.
Si estás en una situación como esta, y tienes una persona cercana en problemas nunca debes subestimar su situación.
Me ocurrió que cuando toqué fondo, toco comenzó a cambiar para mí.
Es como si me hubiera cansado del fracaso y las malas decisiones y finalmente pude actuar mejor.
Así que, en el caso de esa persona que te interesa, por más que hayas perdido la esperanza, nunca debes darlo por finalizado.
Respecto a esto, hace muchos años vi con estos ojitos que tantas cositas lindas han observado, un ejemplo de un niño que me tapó la boca.
En aquellos tiempos, cuando éramos tan inocentes, la tecnología no estaba al alcance de la mano de cualquiera.
Y esto era por ser muy costosa.
Te estoy hablando aproximadamente de finales de los años 90.
Un buen amigo de nosotros que tenía mucho dinero logró adquirir el juego de moda.
En mi casa teníamos la fortuna de tener acceso a la tecnología, pues yo me encontraba trabajando y ya había comprado mi primer PC.
Así que junto con mi hermano menor y este amigo nos pusimos a pasar horas de entretenimiento con este jueguito que venía en formato CD.
En pequeño de esta historia nos vio jugando en cierta oportunidad y se entusiasmó mucho.
Así que le dijo a mi hermano que por favor le diera una copia de ese juego.
Así lo hizo mi hermanito y recuerdo que cuando se lo entregó, este niño se fue muy entusiasmado.
Mi hermano se limitó a mirarme y decirme: “ahora solo le falta el PC”.
Bueno, como te mencioné anteriormente en aquella época la tecnología era muy costosa y este niño ni esperanzas de comprarse un PC para él.
La verdad yo lo miré con tristeza al ver su entusiasmo con su copia del juego y le hecho la bendición.
No creo que haya pasado un mes, y este jovencito resultó de la nada con un PC nuevo.
La verdad este muchachito me cerró la boca y en ese momento aprendí que por más desesperanza que tenga una persona en su vida, la vida se encarga de abrirle el camino.
Es por eso por lo que, mediante este ejemplo, quiero animarte a no perder la fe en las personas que te importan.
Mira, por más dinero que le des a una persona, no le vas a solucionar la vida.
El problema está en su cabeza y muchas veces solo basta con que esa persona sienta que estás a su lado.
Ella solita concluirá que tiene que hacer, pues el poder que nos puso a todos aquí también está dentro de esa persona.
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