Una de las cosas que más perseguimos los seres humanos es el dinero.
Y paradójicamente quien más lo persigue es el que menos lo tiene.
Esto me hace recordar la frase que mi hermano mayor me dijo hace muchos años sobre el tema, que el dinero es como las mujeres bonitas.
Entre más las persigas, menos se fijan en ti.
Y yo digo que de cierta forma esta afirmación es correcta.
Imagínate como debe sentirse una mujer bonita, cada segundo recibiendo halagos por montones y vienes tu con las mismas frases a intentar conquistarla.
Es lógico que piense que eres otro más del montón y te van a rechazar.
Imagínate como debe “sentirse” el dinero cuando todo el planeta mantiene rogándole para estar con él.
Y si analizamos que el dinero no es el papel que deseas, sino en realidad es una energía, comienza a tener sentido la comparación con la mujer linda.
Definitivamente a nadie le gusta ser molestado u hostigado por otros.
O acaso a ti te gustaría, por ejemplo, que tu pareja te obligara a asistir a un evento que tú no quieres.
¿Cómo te sentirías ante eso?
Algo muy diferente es que te pidan las cosas con amor.
¿Dime quien no se rinde ante una persona amorosa?
Y tal vez me digas en este momento: “Gabrielito lindo, entonces para tener dinero, debemos desentendernos de él”.
Pues como te parece que sí.
Mira yo, al igual que el resto del planeta, toda mi vida busqué el dinero.
Pasé por el tema de trabajar incansablemente, hasta llegar a desgastarme emocionalmente usando audios y videos para tratar de cambiar mi mente subconsciente.
Pues es un hecho que la cantidad de dinero que tienes en este momento la dictan tus creencias inconscientes.
Sin embargo, durante gran parte de mi vida, he escuchado en miles de formas que la solución o respuesta a todo es el amor.
En ese caso, trabajé incansablemente haciendo las cosas con amor y tampoco resulté ganando más dinero.
Simplemente porque lo seguía persiguiendo.
Al final pues decidí confiar en el amor y comencé a enfocarme solo en eso.
Bueno ahora ya no tengo el amor, pero al menos tengo dinero. (es broma)
Pues en realidad, paradójicamente el dinero me llegó como si fuera un milagro.
Así de la nada, y simplemente por enfocarme solo en sentir amor por todo lo que me rodea.
Ser consciente que el amor es todo lo que existe y todo está hecho de amor.
Y tal vez me preguntes que si las cosas malas que pasan son amor también.
Yo diría que eso que no nos gusta es amor, pero en pequeña medida.
Nadie da de lo que no tiene.
Por ejemplo, una persona que te hace “mal”, eso es todo lo que tiene para dar.
No siente amor por ella misma y quiere compartir contigo eso que siente.
Por eso te digo que eso que llamamos mal, en realidad es una medida muy pequeña de amor.
Mira, el amor no es un sentimiento, es una decisión que haces cada instante.
Te recomiendo ver la entrada que escribí hace varios años titulada ENTONCES QUE ES EL AMOR.
Eso sí, lo primero que tienes que hacer es amarte a ti mismo.
De lo contrario no vas a poder enfocarte en el amor a todo lo que te rodea.
Cuando te enfocas en esto, automáticamente tu vida va a cambiar de forma mágica, como si todo te favoreciera.
Y eso es porque si todo lo que existe es amor, y vibras con esa energía, es lógico que tu “suerte” va a cambiar.
Así que quiero animarte, mediante esta información a dejar de perseguir cosas que por el contrario se quieren alejar de ti.