En temas anteriores tratamos la importancia de la figura paterna en la formación de la personalidad de un niño.
Si quieres conocer la información te invito a ver LA IMPORTANCIA DE LA IMAGEN PATERNA EN NUESTRA PERSONALIDAD.
Vemos que a pesar que un infante no crezca con su padre biológico, este va a buscar por todos los medios una figura que lo represente, dentro de sus familiares.
Por ejemplo, en mi caso, a pesar de ser criado por mi padre biológico, adicionalmente tuve otra figura paterna que fue mi hermano mayor.
Esto se notaba bastante cuando éramos unos pequeños pues yo lo seguía fielmente en todo lo que propusiera incluidas las travesuras.
Así que, si alguien tiene dudas de mi personalidad angelical, ya saben que sólo obedecía órdenes de mi hermano mayor 😁.
El mismo caso de búsqueda de la figura materna, también nos puede ocurrir.
Por ejemplo, he conocido varios amigos que no se criaron con su madre biológica.
En cambio, proyectaron esta importante figura ya sea en tías, abuelas o alguna mujer que si hizo cargo de ellos.
También podemos llegar al caso de tener dos figuras maternas.
Realmente no te puedo asegurar si esto se puede presentar con más de dos figuras paternales en tu vida.
Hasta el momento, a la luz de mis investigaciones y observatorios sobre estos temas, sólo he podido comprobar la existencia de máximo dos personas que representen estas importantes figuras en tu vida.
Jamás he visto el caso, por ejemplo, que alguien proyecte 3 figuras maternas o paternas.
Y puede que exista, pues recuerda que siempre que hablemos del factor humano este nos puede sorprender con incontables excepciones.
Una de las cosas que aprendemos, más importantes de nuestra figura materna, es la solución de problemas.
Este aprendizaje es tácito, es decir que no hay necesidad que ella nos explique algo sobre este tema.
Ocurre en el momento que observamos como ella encara las dificultades.
Si tu figura materna por ejemplo aprendió a huir de las dificultades o las minimizaba, exactamente esto mismo vas a hacer tú.
En el caso que seas mujer y ya tienes hijos, ¿adivina como van a encarar ellos los problemas?
Otra de las cosas más importantes que aprendemos de nuestra figura materna es la autoestima.
Aquí no solo se trata de un aprendizaje tácito.
También interviene la relación que tengamos con ella.
Por ejemplo, si has tenido una madre muy estricta, que todo lo que hacías debía ser perfecto, existen grandes probabilidades que tu autoestima esté bastante lacerada.
Si tu figura materna fue muy permisiva, tu autoestima será muy frágil, y tendrás la inclinación de “ahogarte en un vaso de agua”.
A todo le verás problemas, todo de ofenderá y tendrás una inagotable percepción de conflicto en tu vida.
La influencia de nuestra figura materna es bastante importante pues pasamos más tiempo con ella que con nuestra figura paterna.
Y más influyente aún es que estamos con ella durante los 5 a 8 primeros años de vida, que es el tiempo en que se forma nuestra personalidad.
De hecho, hasta hace poco se abandonó la idea que el ser humano comenzaba a formar su personalidad a partir de los 2 años de edad.
Hoy en día se reconoce la importancia de la conexión madre/hijo desde el momento de la concepción.
Por ejemplo, si una madre no siente apoyo físico o emocional durante el periodo de gestación, existe una probabilidad muy alta que este nuevo ser sea depresivo.
Muchas veces nos encontramos con personas que lo tienen todo en la vida, pero no son felices y esta puede ser una de las razones de su fracaso.
Aunque no lo creas, estas emociones no resueltas, siguen afectando el desempeño de los hijos.
Es como si el útero tuviera una importancia en la comunicación con estos.
Hablar de estos temas es bastante complicado pues no existe, en el momento, una base científica para demostrarlo.
Pero si he llegado a ver, con estos ojitos que tantas cositas bonitas han visto, como la sanación emocional de una madre ha hecho que la vida de sus hijos mejore automáticamente.
Quizás en estos momentos te preguntes, bueno y si el hijo ya sufrió la perdida de la figura materna, ¿es posible sanar nuestras vidas?
La respuesta a esto es totalmente afirmativa.
Aquí es donde entra la importancia del perdón.
Muchas veces pensamos, ¿qué le puedo yo perdonar a la persona que me dio la vida o se hizo cargo de mí?
Recuerda que nuestros padres son los dioses de nuestro universo.
Para nosotros son perfectos y existe un momento en nuestra infancia en el que tenemos miedo del momento de su partida.
A medida que vamos creciendo, vamos notando que tienen errores, se equivocan y no son tan perfectos como pensábamos.
Comenzamos a juzgarlos y hasta en la adolescencia los consideramos enemigos.
Cuando ya somos adultos, comenzamos a ver que sus errores no fueron por maldad, sino por amor.
Nos enseñaron lo mejor que pudieron con lo que sabían y con todos sus traumas y conflictos interiores.
El perdón es para nosotros pues tuvimos una concepción errónea de ellos.
Esto debe ser algo prioritario en tu vida, pues una de las cosas que también adquirimos de nuestra figura materna es el merecimiento.
Si tu conexión con la madre ha tenido dificultades, no te sentirás digno de las cosas buenas de la vida.
Siempre estarás buscando trabajos mal pagos, personas que no te valoren o mantendrás en relaciones que no estés feliz.
En el momento en que sanas esta conexión, automáticamente notarás que tu vida fluye bastante fácil.
Así pues, quiero animarte mediante esta información a mejorar tu vida mediante la conexión con tu figura materna.
Recuerda que, si eres una madre, entre más dediques tu tiempo a sanar, mejor será la vida de tus hijos.
Y si tus padres ya no están, entonces sana el gran amor que sientes por ellos y recuerda que, a pesar de sus errores, sólo quisieron darte lo mejor.