Retoma el control de tu vida. Estrategias efectivas para el control emocional

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lunes, 2 de junio de 2025

Lo que no pensamos, lo que no dijimos, lo que no hicimos



Lo que no pensamos, lo que no dijimos, lo que no hicimos

Una de las cosas que más atormenta al ser humano es el pasado. 


Por ejemplo, muchas veces nos quejamos de las cosas que pudimos hacer y no hicimos. 


En mi caso, hace ya varios años vi a una pareja discutir frente a una estación de policía para ver quien se quedaría con su pequeña hija. 


Ese día me limité a verlos discutir, pero en mi interior algo me decía que debía hablar con ellos y hacerles ver que la única perjudicada de esa situación era su hijita. 


Pero ya sabes, me dejé llevar del miedo que me trataran de metido, o hasta ganarme un insulto por “colaborambon”. 


Así que más bien me quedé calladito, porque así me veía más bonito y no hice nada. 


Aunque por mucho tiempo esto me atormentaba, pues quien sabe si mi acción le hubiera cambiado el destino a esa pequeñita. 


Otro caso muy común de este tipo es el pasado que tuvimos con nuestros padres. 


Hace pocos días visite en su casa a un buen amigo. 


Y resultó hablando de sus padres de una forma muy despectiva. 


Este amigo, ya hace mucho rato me había comentado su infancia y no había sido para nada agradable. 


Desde muy niño le tocó hacerse cargo de sí mismo por el abandono de sus padres. 


Y no puedo salir en defensa de quien ha hecho daño a otros y sobre todo a un niño, pero pregúntate, ¿de qué sirve ese resentimiento en la actualidad si esas personas ya no están vivas? 


Mira, por muchos años yo llegué a sentirme mal por el holocausto realizado durante la segunda guerra mundial. 


Una cosa que pasó cuando ni siquiera yo había nacido. 


Y entiendo que esto es parte de la empatía humana, pero ¿de qué sirve lamentarnos por cosas que pudimos pensar y no pensamos? 


¿Por cosas que pudimos decir y no dijimos? 


¿O por cosas que pudimos hacer y no hicimos? 


Pero eso existe ese dicho popular que reza: “de nada sirve llorar sobre la leche derramada”. 


Y tal vez en este momento me digas: “Gabrielito lindo, en teoría sabemos que no podemos hacer nada por el pasado, pero ¿cómo podemos entonces dejarnos de sentir mal por ello?”. 


Bueno, esto es muy simple. Si observas, las emociones dependen mucho de lo que tienes en tu mente. 


Si alguna vez has discutido con algún desconocido, habrás notado que, durante todo ese día o parte del siguiente, te sientes mal por ello. 


Sobre todo, cuando vienen a tu mente nuevas respuestas que pudiste haberle dicho a esa persona y no se te ocurrieron en el momento. 


¿Notas que estás recreando en tu mente la situación y vienen de nuevo esas emociones del momento? 


Hasta sientes rabia y tu cabeza se pone caliente, a pesar de que esa persona ya no está frente a ti. 


Bueno, para dejar de sentirte mal por cosas del pasado es simplemente quitar tu enfoque de esa información. 


Mas bien enfócate en lo que aprendiste de esa situación. 


Digamos que, en mi caso, con la pequeña cuyos padres discutían por su custodia, aprendí a no quedarme callado cuando mi interior me dice que debo actuar. 


Mira, nosotros no podemos perder tanto tiempo de nuestra vida, lamiéndonos las heridas del pasado. 


Ya está, no se puede hacer nada y hay que seguir adelante. 


Esta vida es muy cortita y hermosa como para dedicarla a algo que no sea disfrutarla.

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lunes, 26 de mayo de 2025

Las Vacas Flacas No Llegan de la Nada: El Poder de Tus Decisiones



Las Vacas Flacas No Llegan de la Nada: El Poder de Tus Decisiones

La mayoría hemos escuchado esa historia sobre las vacas gordas y las vacas flacas. 


Esto es solo para mostrar que la vida es una serie de altibajos en cualquier área de nuestra vida. 


Esto nos da a entender que no podemos controlar nada y que por muy buena la situación que tengamos, esta, en algún momento va a terminar. 


Y lo mismo ocurre con las situaciones malas. 


No pueden durar para siempre. 


Y te lo digo yo que, en mis momentos de mayores dificultades, cuando pensaba que ya no iba a salir de allí, ocurrió el milagro. 


Sin embargo, yo te pregunto, ¿será cierto eso que no podemos controlar estos altibajos en nuestra vida? 


De acuerdo con mis investigaciones y observatorios sobre estos temas, al menos la gran mayoría de estos “altibajos” si los podemos controlar. 


Y esto lo hacemos con nuestras decisiones. 


Para que me puedas entender un poco mejor, imagina que nuestra vida es como un vehículo. 


A medida que lo vamos conduciendo, vamos aprendiendo a “conocer” nuestro vehículo. 


Y cuando algo comienza a fallar, lo sentimos como extraño, ya sea en ruidos, vibraciones o en el movimiento. 


Pero este vehículo nunca falla de un momento a otro. 


De cierta forma nos da tiempo para llevarlo al mecánico para que lo revise. 


Lo mismo ocurre con los altibajos en nuestra vida. 


Estos no llegan de un momento a otro, de manera sorpresiva. 


Siempre se van presentando con pequeñas señales, solo que como en el caso de la mayoría de los conductores no prestamos atención a las señales. 


Decimos: “luego lo hago revisar”, “ahora no tengo tiempo”, “que pereza”, etc. 


Bueno, esto mismo hacemos con nuestra vida. 


Siempre pensamos que a nosotros no nos va a pasar nada, hasta que llega el día en que las señales se cansan de avisar y culpamos a cualquier persona o cosa, menos a nosotros mismos. 


Nuestro ego no nos deja mirar el culpable en el espejo. 


Entonces, cuando vemos las primeras señales, aquí es donde entran las decisiones que tomamos. 


Y tal vez me digas en este momento: “pero Gabrielito lindo, yo conozco personas que la vida les ha cambiado de la noche a la mañana, por ejemplo, ganando la lotería”. 


Si eres buen observador, notarás que ganar la lotería también es una decisión. 


Hay que salir a comprarla y arriesgarse a perder dinero con ella. 


Pero tienes que tomar la decisión de jugarla. 


Y entiendo que van a existir cosas que se nos salgan de las manos, pero hay que tomar la decisión de estar preparados. 


Digamos que vives en un sitio con probabilidades de sufrir un huracán, un volcán, etc. 


Tienes que tomar la decisión de prepararte para esto. 


Ya sea que emigres a otra localidad o que compres las cosas necesarias por si se presenta la emergencia. 


Pero si te quedas esperando al angelito con el traje y la maleta llena de un millón de dólares a que te solucione la vida, eso también es una elección tuya. 


Porque no decidir también es una decisión. 


Solo que va a tener consecuencias que no necesariamente te van a gustar. 


Lamentablemente las decisiones que tomamos siempre son cuando ya el problema está en ejecución. 


Y como somos expertos en vivir estresados, y con el afán de “apagar” el incendio, entonces tomamos peores decisiones que complican el problema. 


Y así es como entramos en un ciclo del cual es casi imposible de salir. 


Mira, he conocido a través de mi corta existencia, muchos pacientes que cuando tienen deudas, acuden a más deudas. 


Si piensas que hacer eso es una solución, necesitas con URGENCIA educarte financieramente, para salir de la ignorancia económica. 


Si no te alcanza el dinero, ¿no es esto una suficiente advertencia como para analizar que está pasando con tus finanzas? 


Así que, mediante esta información, quiero animarte a pensar las decisiones que estás tomando en todas las áreas de tu vida. 


Por ejemplo, que decisiones están tomando con respecto a tu salud. 


Aun estás a tiempo de corregir tu camino hacia la temporada de vacas flacas.

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lunes, 28 de abril de 2025

¿Infierno o paraíso? Tú eliges, como siempre lo hiciste



¿Infierno o paraíso? Tú eliges, como siempre lo hiciste

Uno de los “deportes” favoritos del ser humano es preocuparse por tonterías. 


Y la verdad cuando logramos deshacernos de una preocupación, inmediatamente nos buscamos otra para tener que hacer. 


De hecho, si dividimos la palabra en pre-ocupar, en teoría estaríamos ocupándonos de algo antes de que pase. 


Eso sería solucionar antes de que ocurran las cosas, pero lastimosamente no hacemos eso. 


Lo que realmente ocupamos es nuestra mente para realizar cálculos de cosas, que, en su gran mayoría, nunca van a pasar. 


¿Cuánta gente no se pasa la noche sin dormir por estar preocupado? 


Y añádele que esas preocupaciones vienen normalmente de la gente que nos rodea. 


Sobre todo, cuando escuchamos sus preocupaciones sobre el futuro, los acontecimientos mundiales y bla bla. 


Mira, hay gente que en este momento se está comiendo las uñas porque el fin del mundo se acerca. 


Y no te estoy diciendo esto para mofarme de nadie. 


Simplemente pregúntate, si eso va a pasar, ¿acaso con “preocuparte” o comerte las uñas vas a detener ese final? 


Es a esto a lo que se refiere ese famoso dicho popular que reza: “si el problema tiene solución, para que te preocupas. Y si no lo tiene, para que te preocupas”. 


Y tengo que aclarar que no estoy diciendo con esto que el mundo sea un lugar tierno, lleno de ositos cariñositos. 


Hay personas que la pasan muy mal, todos los días, solo para poder comerse un tostado con café y sin leche, a lo mucho con azúcar. 


Pero si observas, a pesar de que el mundo no es “amable”, hay otras personas que la pasan muy bien. 


Sobre esto podemos decir las N-mil excusas, que son personas deshonestas, suertudas, que se aprovechan de otros y bla bla. 


En mi entorno conozco muchas personas que viven demasiado bien y no tienen nada que ver con cosas negativas. 


Esto me hace recordar una época en que me encontraba en un estado de depresión. 


Uno de los tantos momentos en los que me he rendido. 


Y eso que estaba jovencito y con toda la “energía”. 


Bueno el caso es que una vez mi señor padre se dio cuenta de aquello y me llamó. 


Yo apenas tomé el teléfono dije en mi interior: “ah, ya va a empezar este señor con sus sermones”. 


Así que cerré mi mente y mis oídos mientras escuchaba su bla bla. 


Entre todas las cosas que me dijo, hubo algo que definitivamente llamó mi atención y fue: “Gabrielito lindo, cada uno puede hacer de esto un cielo o un infierno”. 


“La pregunta es ¿cuál va a ser tu decisión?”. 


Y recuerdo que desde ese día mi decisión es que todo lo que haga va a ser enfocado en hacer de mi vida un cielo, un paraíso. 


Así que ahora te pregunto, ¿qué vas a hacer? 


¿Te vas a seguir quejando de tu vida, sin hacer ningún cambio? 


¿Es eso a lo que viniste a este mundo? 


¿A quejarte y maldecir por tu “destino”, resignándote a que venga el angelito trajeado con la maleta y el millón de dólares a llevarte al paraíso prometido? 


Por donde tú mires, siempre hay gente haciendo eso. 


Esperan que papá Gobierno les ayude a solucionar sus problemas de dinero, cuando ni siquiera se atreven a ahorrar. 


Mira, conozco gente que trabaja muy duro, toda la semana, y el fin de semana ¿sabes que hacen? 


Ese dinerito que les costó sangre, sudor y hasta lágrimas se lo llevan al “pastor” de la iglesia del licor. 


Todo se lo beben o se lo malgastan con las amiguitas. 


Y luego están mirando al cielo con las manos empuñadas diciendo: “Dios mío, por qué me tocó este destino”. 


Piensa por un momento que sientes al lado de una persona quejumbrosa. 


¿Verdad que sientes desprecio por esa persona y quieres salir corriendo? 


Bueno, ahora imagínate que siente el Universo, Dios, la Vida, o como prefieras llamarlo, ¿cuándo ve a uno de sus “hijitos” haciendo eso? 


Por eso es por lo que la gente sigue experimentando lo mismo que pide con sus actitudes. 


Así digan que no quieren esa vida de sufrimiento, pero con su actitud está diciendo que sí. 


Entonces es mi intención, mediante esta información, que dejes de quedarte de las cosas que no te gustan en tu vida. 


Si tienes problemas económicos, entonces comienza a invertir en tu educación financiera. 


Hoy en día no hay excusa para ser ignorante de cualquier tema. 


Para eso tienes una poderosa herramienta como lo es el internet. 


Lamentablemente la mayoría solo lo usa para ver chismes o tonterías de farándula.

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lunes, 16 de septiembre de 2024

La Felicidad: Una Decisión Volitiva para Transformar tu Vida



La Felicidad: Una Decisión Volitiva para Transformar tu Vida

Junto con la riqueza, una de las cosas que más se buscan en este planeta es la felicidad. 


La consideramos un objeto que lo podemos poseer por un momento y en otros instantes se nos hace esquivo. 


Desafortunadamente este concepto nos crea un gran problema, pues tratamos la felicidad como algo que se tiene en las manos al igual que el dinero. 


Lejos estamos de la realidad pues para tu sorpresa, la felicidad ya la tienes en tu interior. 


Y puede que en este momento me digas: “pero Gabrielito lindo, si eso fuera cierto, yo no estaría solo, triste o pensando en problemas”. 


Mira, la felicidad al igual que el amor, no son sentimientos, sino decisiones. 


Si el amor fuera un sentimiento, el 100% de las mujeres sabrían con fecha y hora el momento de la concepción de sus hijos. 


En cambio, cuando miran los resultados de la prueba de embarazo, en ese preciso instante es que deciden amar a esa criaturita. 


Mediante este simple ejemplo, podemos ver como el amor es una decisión volitiva. 


Igualmente pasa con la felicidad. 


El asunto es que hemos condicionado nuestro cerebro a responder a estímulos durante toda nuestra vida. 


Y es por eso que, si ganamos la lotería, entonces estamos felices. 


Si esa persona que nos gusta, nos llama, entonces somos felices, etc. 


Y cuando esas cosas no ocurren entonces tomamos la “decisión” de estar tristes. 


Imagínate que, si cositas nuestras nos afectan para ser felices o no, no me quiero imaginar cuando vemos tristes o abatidos a personas que nos importan y que no podemos hacer nada por ellos. 


Esto último es una de las mayores causas de infelicidad en la humanidad. 


Pues todos quisiéramos que la gente que amamos esté bien y feliz. 


Y entonces que podemos hacer en estos casos para tomar la sana y sabia decisión de ser feliz, pase lo que pase en mi vida. 


Porque si no lo sabías, entre más feliz decidas ser, automática y misteriosamente la Vida te da más cosas para ser feliz. 


Bueno, el truco para esto es que si quieres ser verdaderamente feliz, hay que tener un poco de egoísmo en tu vida. 


Por ejemplo, hace muchos años a mí me “ponía” triste saber que en sitios apartados maltrataban a los animales. 


Y nosotros no podíamos hacer nada al respecto. 


Incluso me sentía triste por la suerte que tuvieron los judíos durante la segunda guerra. 


Un evento en el cual yo ni siquiera había nacido y sufriendo por cosas por las cuales no puedo hacer absolutamente nada. 


Cuando racionalicé esto, entendí que por cosas que no puedo hacer nada es inútil pensar o sentir mal. 


Mi sufrimiento no va a ayudar a que las personas del mundo puedan comer o lograr sus objetivos. 


Lo que sí puedo hacer es ayudar de la mejor forma a las personas y animales de mi entorno. 


Eso sí, ser consciente que esa “ayuda” no necesariamente les va a solucionar sus problemas. 


Desde mi punto de vista, la mejor forma de ayudar a la humanidad es estando lo mejor posible. 


Ser un ejemplo y una guía para ellos a través de tu forma de vida. 


Y no necesitas decirles ni sermones o predicarles para salvar sus almas de la infelicidad. 


Es por eso, me que, mediante esta información, quiero animarte a enfocarte solo en ti y en decidir ser feliz. 


La única vida que puedes cambiar es la tuya para bien o para mal. 


Ni siquiera la de tus hijos porque finalmente ellos van a tomar su propio camino.

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lunes, 10 de mayo de 2021

La importancia de la preparación ante lo inevitable



La importancia de la preparación ante lo inevitable

Como mencioné unas semanas atrás, las consecuencias de enfocarse en algo, es que lo seguiremos viviendo una y otra vez, nos guste o no. 


 


Sin embargo, ¿qué pasa con situaciones o eventos que se nos escapan de las manos? 


 


Con esto me refiero a cosas que por más que quieras controlar es imposible hacerlo. 


 


Por ejemplo, la lluvia, el calor, los cambios, la estatura que te tocó, la crítica e incluso la muerte. 


 


En especial, esta última por más que queramos evitarla es una realidad para todos nosotros. 


 


Imagínate que, hasta nuestro Sol, en algún momento va a desaparecer y si en dicho momento el ser humano aún se encuentra en este planeta pues ya te imaginarás. 


 


Respecto a esto, ya hace algunas semanas vivencie la lamentable pérdida de una gran amiga. 


 


A pesar de tener 74 años cumplidos y haber sufrido 3 infartos, esta señorita aparentaba unos 20 años menos. 


 


Y es por eso que aquellos quienes la conocieron, no podían creer que esta persona tan jovial no pudiera resistir su cuarto infarto. 


 


De hecho, hace poco estaba hablando con una chica que tiene un negocio en el barrio y conocía a esta amiga. 


 


Todos los días temprano en la mañana conversaban y me preguntó qué opinaba yo de esa lamentable perdida. 


 


Le respondí que era el proceso normal por el cual pasaríamos todos y de inmediato me dijo que no me expresara de esa manera. 


 


Le dije que a pesar que la vida nadie la tiene comprada en este planeta, la mayoría nos negamos a aceptar la realidad que nos espera. 


 


En eso me confesó que su señor padre ha estado últimamente delicado de salud y sus hermanos se niegan rotundamente a aceptar el hecho que fallezca. 


 


Me contó que, si ella se niega a aceptar estas cosas, sus hermanos creen que es “imposible” que esto vaya a ocurrir. 


 


Y a nivel biológico, intentamos “escapar” de esto con la negación, pues nuestro cerebro está diseñado para evitar el dolor. 


 


Aquí es donde nosotros SI debemos echar mano a la preparación estoica. 


 


En resumen, los estoicos eran personas que se anticipaban a las emociones que no les gustaban y las aceptaban. 


 


Esto les permitía o más bien permite a la persona que practique esta filosofía permanecer casi que impávido ante cualquier situación. 


 


Y no te estoy diciendo que te “martirices” o te complazcas en visualizar la pérdida de un ser querido. 


 


Lo que te quiero decir es que es muy importante aceptar esto o hacer conciencia de la muerte. 


 


Esto nos permitirá poner los pies sobre la tierra, cuidarnos más, alimentarnos mejor y disfrutar cada momento que tenemos. 


 


En realidad, el mensaje que nos está dando la Vida, mediante la muerte es vivir feliz y disfrutar lo que tenemos, mientras podemos. 


 


Estoy completamente seguro que cualquier persona que acabamos de perder, nos pudiera hablar, lo primero y único que nos diría es que seamos felices y hagamos lo que está en nuestro corazón. 


 


Para vivir feliz lo único que debemos hacer es escuchar nuestra voz interior. 


 


Es por eso que me gusta tanto el primer mandamiento del escritor indio Osho que dice “No escuches ningún mandato, a no ser que sea un mandato desde tu interior”. 


 


Y puede que tú me preguntes en este momento ¿pero Gabrielito lindo, yo muchas veces he hecho lo que siento y antes he cometido más errores? 


 


Aquí es donde entra la sabiduría. 


 


Recuerda que tenemos por decirlo de una manera la voz interior y la voz del ego. 


 


La voz del ego se ha estado alimentado de la voz de terceros y su percepción sobre nosotros. 


 


Por lo general, el promedio de los seres humanos solo escucha la voz del ego. 


 


Esa que nos dice yo valgo, yo merezco, me hizo, me ofendió, etc. 


 


Pero la voz interior es algo bastante sutil, como una especie de emoción muy suave, pero es persistente y te dice el camino a seguir. 


 


El ego es más impulsivo, y por hacerlo más semejante a la definición anterior, es una voz más fuerte e impositiva. 


 


Y como es una voz que te llama al merecimiento siempre vas a sentir miedo a la pérdida. 


 


Esta es precisamente la razón por la cual nos da miedo aceptar la pérdida de nuestros seres amados. 


 


¿Pero qué podemos hacer si eso es inevitable? 


 


¿No sería más sabio aceptar las cosas que no podemos cambiar y así evitarnos sufrimientos absurdos e innecesarios? 


 


Así que quiero animarte, mediante esta información, que comiences a hacer frente a las cosas inevitables de la vida. 


 


Indefectiblemente tendremos cambios que no necesariamente nos van a gustar, pero recuerda que es cuestión de tiempo para que nuestro cerebro se adapte a esta nueva información.

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lunes, 2 de noviembre de 2020

Viviendo con honor



Viviendo con honor

El honor se considera como una cualidad moral que impulsa a una persona a actuar rectamente.


Al ser una cualidad esto nos indica que es algo que debe cultivarse.


No es algo que se nazca con ello y está allí para toda la vida, pues de lo contrario viviríamos en un mundo sin cobardes.


Sin embargo, esta cualidad se ha ido perdiendo con el tiempo.


Y esto ha hecho que la humanidad con cada generación vaya en mayor decadencia.


Recuerdo que cuando era aún niño, se hablaba mucho del honor, de tener palabra y cumplirla.


En esto, nuestros abuelos eran personas bastante llenas de honor.


Se atrevían a realizar negocios solo de palabra y esto era una ley que no se podía romper.


Hoy en día, para hacer un negocio, no solo se necesita la firma de una persona ante notario, sino que involucran terceras personas como codeudores.


A pesar de todas estas precauciones no falta el cobarde que se retracte del negocio que hizo con firma y todo.


Así pues, acuden a los codeudores para hacer valer el trato.


Esto no ocurre porque las personas sean malas.


Básicamente es porque tuvieron unos padres bastante deficientes durante su etapa educativa.


Y no debemos olvidar que la economía de la actualidad no funciona como en la época de nuestros abuelos.


El mundo va demasiado rápido y así como puedes llegar a tener una economía bastante fuerte en poco tiempo, de la noche a la mañana esta puede desaparecer.


Esto hace que muchas personas, aparte de no haber tenido unos padres de honor, opten por salir corriendo ante sus compromisos.


Sin embargo, el tener honor va más allá de simplemente tener palabra y cumplirla.


Actuar con honor es la honestidad contigo mismo y con los demás.


Por ejemplo, en mi país no hay mucho honor que digamos.


Es triste tener que decirlo, pero gran parte de la población actúa con picardía y aplaude al más pícaro.


Un clásico es cuando una persona va en su vehículo y no se coloca en cinturón de seguridad porque considera que el sí sabe manejar y no lo necesita.


Mas adelante lo para el agente de tránsito o el patrullero de la policía y se gana una multa.


El conductor que “sabe tanto” comienza a lloriquear y a decirle al representante que lo ayude, que él le da para la “gaseosa” o refresco.


Muchos de estos representantes, también sin honor, reciben el soborno y dejan ir sin inconveniente al infractor.


Se alaba y admira a la gente que miente, que roban a otros sin que estos se puedan dar cuenta.


A estos individuos se les conoce como “los vivos” o “los vivarachos”.


Lamentablemente este fenómeno es parte de toda América latina.


Nos han educado con una conciencia de cobardes, donde prevalecen primero los intereses propios que el bien común.


Es por eso que elegimos como nuestros representantes de gobierno a ladrones, corruptos, gente sin valor ni honor que se dedican cual muerto de hambre, a acabar con los dineros públicos.


Esto me hace recordar lo que se escribió en uno de los textos sagrados de la humanidad: “Todo pueblo tiene el gobierno que se merece”.


Pero también soy consciente que existen personas con bastante honor.


Pero son tan pocas que cuando vemos a alguien actuando con honor, nos admiramos porque no es común que veamos esto.


Un ejemplo es las pocas personas que se han encontrado grandes cantidades de dinero y lo entregan.


Si miramos un país como Japón, su cultura está basada en el honor.


Es algo que les inculcan desde niños y hacen valer durante toda su vida.


Debido a esto avanzan muy rápido en la construcción de edificaciones, o también en la tecnología.


Pensamos que son muy inteligentes, pero en realidad lo que tienen es una vida basada en el honor.


Nunca roban el tiempo de las personas y son muy puntuales.


Y aunque no son seres de luz porque cometen equivocaciones, se esmeran por trabajar hacia el bien común y el respeto.


Existe una estrecha relación entre el honor y nuestra conciencia.


Con esto quiero decir que una persona de honor tendrá una conciencia tranquila.


Y esto es bastante importante pues como vimos en temas anteriores, una buena o mala conciencia participa en la creación de nuestra realidad.


Tu conciencia te puede premiar o castigar.


Es por eso que muchas veces hemos escuchado hablar de la Ley del Karma.


Personalmente puedo dar fe de esto, pues cuando he actuado mal con otras personas, la vida me ha llegado a pasar la factura con el tiempo.


De hecho, he visto como el actuar bien o mal entre las personas que conozco o he llegado a admirar, les ha traído como resultado lo que entregaron inicialmente.


Por ejemplo, yo admiraba mucho a un gran empresario de mi país, hasta este año.


Pensaba que era una persona con mentalidad de millonario.


Lamentablemente con la cuarentena que vivimos este personaje mostró que aún tiene hambre, que tiene mentalidad de pobre.


Trato de aprovecharse de la situación y no le importó que la mayoría estuvieran pasando necesidades.


Por mucho papel moneda que piense que tiene, esto no es suficiente porque en su interior sigue siendo pobre, tiene hambre y mucho deseo de aceptación.


En otras palabras, sigue siendo una persona carente o necesitada.


Una persona que actúa sin honor, nunca tendrá su conciencia tranquila y puedes apostar que con el tiempo la Vida le pasará su factura si es que no la está pagando en este momento.


Actuar con honor te permite estar en paz contigo mismo.


La paz mental es la principal fuente de bienestar en tu vida.


El honor te da valor y si te sientes valioso, también te sentirás merecedor de las cosas buenas de la vida.


Así pues, quiero animarte a través de esta información a vivir con honor de aquí en adelante.


No lo hagas por complacer a nadie o parecer correcto.


Simplemente recuerda que la vida es un espejo y cualquier cosa que hagas frente a ella, te estará regresando la misma imagen.

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lunes, 18 de mayo de 2020

Qué es la libertad



Qué es la libertad Según el RAE la libertad es la facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera u otra.

En otras palabras, libertad es hacer uso pleno del libre albedrío.

Lamentablemente el ser humano no siente que esté haciendo uso de dicha capacidad de poder elegir lo que realmente quiere.

Esto lo vemos desde la escuela, donde los niños quisieran en su mayoría jugar, pero tienen que estudiar.

Y sobre todo en los adultos que tiene que trabajar muchas veces en cosas que no les gusta hacer, solo por necesidad.

Ya sean niños o adultos, esto lleva a que sus deberes escolares o laborales los hagan de mala gana y con resultados desastrosos.

En estos momentos en que nos encontramos en cuarentena, muchos se sienten no solo atrapados y sin libertad de forma física, sino también emocional.

Mucha gente a mi alrededor le es escuchado quejas respecto a esto y que desean de forma urgente cambiar esta situación.

Lamentablemente te tengo que decir que esto no es posible.

Es como si a una persona pobre le intentaras inculcar el concepto de prosperidad en un solo día.

Incluso vemos personas que a pesar de tener mucho dinero y desde hace tiempo, aún tienen tanta carencia en sus cabezas que sienten la necesidad de obtener más para que su “riqueza” no se acabe.

Esto mismo pasa con la conciencia de libertad.

Respecto a esto, hace ya varios años conocí a una chica por medio de este blog, la cual por aquellos días me comentó algo terrible que le sucedió.

Su esposo la acababa de abandonar por otra mujer que era un poco mayor que ella.

Ella desesperada me pidió un consejo para tratar de liberarse de dicho sufrimiento, pues sentía que su vida estaba acabada.

Yo intentaba en medio de los conocimientos que poseía en aquella época decirle que meditara.

Que debía poner su mente en blanco para calmar sus emociones.

Ella me preguntó en ese instante para que servía hacer eso si lo que necesitaba era olvidarse de aquel individuo.

Así pues, esta amiga se enojó porque la ayuda que yo le estaba dando no iba a servir para nada.

Con la mano en el corazón, ¿crees que una persona pueda solucionar algo que viene haciendo durante toda su vida?

El desespero y la angustia que sienten la mayoría de personas en este momento se deriva de su falta de atención en ellas mismas.

Antes de que el mundo se paralizara por completo, los seres humanos le huíamos a nuestro silencio.

Por eso escuchábamos música a alto volumen porque nos ha dado terror enfrentarnos a nosotros mismos.

¿Has llegado a realizar el ejercicio de sentarte en silencio y escribir lo que tengas que decirte a ti mismo?

Mira, la mayoría de personas el solo hecho de pensar hacer esto les produce malestar y es en realidad el terror que sienten de enfrentarse a sí mismos.

Y si algunos se atreven, en muchos casos no encuentran que escribir por la misma razón.

Es precisamente esa falta de conocimiento interior lo que genera una prisión en nuestras cabezas.

Es por eso que sentimos la sensación de que no somos libres, que nos falta algo y que por eso hemos estado tratando de comprar cosas y mostrarlas para tratar de llenar eso que no tenemos.

Así que te animo mediante esta información a buscar la libertad que ya tienes en tu interior.

La única manera de ser libre es conocerte a ti mismo, y solo así podrás saber que es lo que quieres para tu vida.
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lunes, 23 de septiembre de 2019

Existe el mal de ojo?



Existe el mal de ojo Una de las cosas más discutidas que he escuchado en mi vida, son los temas de la existencia de la magia y el mal de ojo.

Por ejemplo, durante mi niñez siempre observaba niños más pequeños portar ciertas pulseras de color rojo para su protección.

Yo le preguntaba a mi madre porque tenían eso y ella me daba una pequeña explicación sobre las creencias y supersticiones de las personas.

De hecho, la Ciencia cuando hace referencia sobre este tema, la considera una creencia popular y supersticiosa, en la cual una persona tiene la capacidad de producir daño o hasta la muerte a otro ser mediante su mirada o pensamiento.

Nuestros ancestros tenían la firme creencia que solo las brujas eran las que usaban este tipo de “magia” para hacer caer a sus víctimas enfermas y que así perdieran el amor o que sufrieran pérdidas económicas.

Respecto a esto y como mencioné anteriormente, yo no fui criado bajo las creencias populares supersticiosas.

Así pues, como era de esperarse tampoco le di este tipo de información a mi hija desde que nació.

Sin embargo, en una oportunidad mi hija, estando muy pequeña, cayó en una enfermedad estomacal, la cual también le producía vómito.

Uno como padre en estos casos lo primero que piensa es en la deshidratación, así que la llevamos al médico para que la ayudara con este problema.

La atendieron, le dieron medicina, la cual extrañamente no le funcionaba pues la niña seguía en el mismo estado.

Adicional a esto la niña parecía como si estuviera en trance y su mirada perdida por la fiebre alta.

Una persona muy cercana a mi sugirió que la lleváramos donde una señora que trataba estos casos.

Pues estos eran síntomas clásicos que padecía un niño con “mal de ojo”.

Mi lógica me decía, en silencio, que esto no era cierto pues jamás padecí una cosa de estas o al menos no recuerdo ver a algún pariente con esto.

Pero uno como padre al ver a su hijo con una enfermedad incurable es capas de probar cualquier medicina así esta no tenga que ver con las creencias personales.

Mientras íbamos camino donde la señora que curaba esto, me seguía repitiendo que esto no existe y que, si mi hija se sanaba de esto, yo comenzaría a creer en estas cosas.

Recuerdo que la señora le midió la simetría en el largo de los pies y me mostró que estaba ojeada.

La verdad yo ni idea de esto, pero solo quería ver a mi hija sana y feliz de nuevo.

Le sobo su pancita, y me pidió que la cargara pies para arriba.

Le dio unas palmadas en las plantas de los pies y me senté con ella.

Para mi asombro, y no recuerdo que haya pasado ni siquiera un minuto, la niña comenzó a jugar y a saltar nuevamente.

Camino a casa, la niña preguntaba y recordaba cosas, como si durante el tiempo de su enfermedad no hubiera estado presente.

Después de esto comencé a sentir más respeto por estas cosas y comencé a investigar un poco más sobre estos temas con gente que había pasado el mismo proceso.

Me di cuenta que los celos que puedes generar en las personas son capaces de crear, por llamarlo de alguna forma, fuerzas desconocidas que nos pueden afectar.

No existe una base tangible para comprobar esto científicamente, sin embargo, hoy en día he visto como una y otra vez los proyectos y propósitos de muchas personas se arruinan debido al tema de las envidias que generan sobre otros.

Si quieres conocer más información sobre este tema, te invito a leer el tema escrito anteriormente titulado LA IMPORTANCIA DE LA DISCRECIÓN EN LOS PROYECTOS Y METAS PERSONALES.

Hoy en día a todos nos impacienta quedarnos atrás.

Vemos como otros celebran sus logros, compras, viajes, lujos, etc. Y no queremos quedarnos atrás.

Sin embargo, ten presente que estás cosas pueden afectar los resultados que esperas tener en el futuro.

Así que te animo mediante esta información a hacer conciencia de los peligros que puede acarrear tu ego.

Intenta pasar desapercibido en todo, pues tus logros solo te importan y te sirven a ti.
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lunes, 17 de septiembre de 2018

Como anular personas o situaciones indeseables



Cómo anular personas o situaciones indeseables Antes de iniciar con este tema, quiero hablarte de una experiencia del doctor Wayne Dyer:

Un orador se dirigió a un grupo de alcohólicos decidido a demostrarles, de una vez por todas, que alcohol era el peor de los males. Sobre su mesa en el estrado tenía lo que a simple vista parecían ser dos vasos llenos de un líquido transparente. Explicó que uno estaba lleno de agua pura y que el otro estaba lleno de alcohol sin diluir, también puro. Colocó un pequeño gusano en uno de los vasos y los presentes pudieron observar cómo éste nadaba por la superficie dirigiéndose hacia el borde del vaso, entonces se deslizó tranquilamente hasta llegar arriba. Luego el orador cogió el mismo gusano y lo colocó en el vaso lleno de alcohol. El gusano se desintegró a la vista de todos. "Ahí tienen" -dijo el orador-. ¿Qué les parece? ¿A qué conclusiones llegan?, Una voz, proveniente del fondo de la habitación dijo muy claramente: "A mí lo que me parece es que si uno bebe alcohol no tendrá nunca gusanos".

Con esto quiero decir que esta información como todo lo que existe acepta muchas interpretaciones, debido a las creencias personales que tenemos cada uno de nosotros sobre la vida.

Lo único que debes tener siempre presente es que los conocimientos que adquieras debes emplearlos sabiamente y no para hacer daño a terceros.

De eso se trata la sabiduría en tu vida. De ser selectivo con la información y como aplicarla en los diferentes campos para obtener un beneficio.

Como hemos visto anteriormente sobre parientes, personas cercanas y compañeros de labores, la idea de los conflictos en las relaciones con ellos es conciliar, llegar a acuerdos y procurar la armonía y paz en nuestras vidas junto con ellos.

Sin embargo toda regla tiene una excepción y en algún momento de nuestras vidas vamos a toparnos con una persona indeseable o una situación con las mismas características.

Lo que debemos hacer en estos casos es JAMAS participar en su juego de intrigas. En otras palabras nulificar completamente a esta persona y hacer de cuenta que ya no existe.

En muchas oportunidades he leído que esto bajo ninguna circunstancia se debería hacer. Pero qué pasa cuando ya no hay más remedio?

Bueno para hacer esto, debes tratar a dicha persona como si hubiera fallecido. En tu imaginación debes hacer un funeral, y hacer es respectivo entierro de dicha persona con flores y todos los detalles.

Recuerda que por ningún motivo debes “desenterrar” a este fallecido en tu mente, pues a que comenzará a oler en tu entorno si hicieras eso en la vida real?

Normalmente cuando hacemos esto y las personas a nuestro alrededor se dan cuenta que ignoramos o nulificamos totalmente a una persona les dará curiosidad y preguntarán cosas como “pero que pasó si ustedes eran muy amigos o eran tal cosa, etc.”

Lo más sabio a responder es NO TENGO LA MENOR IDEA. Y en cada pregunta que hagan se debe responder siempre dicha expresión.

Esto hará que las terceras personas tengan muy claro que no deseas hablar del tema y no tendrás que entrar en detalles de tus asuntos con ellos.

Y aquí es donde te digo que debes tener la sabiduría para realizar la anulación de una persona. Para ello te recomiendo repasar los temas COMO TRATAR CON FAMILIARES O PERSONAS TOXICAS y COMO ACTUAR ANTE CONFLICTOS LABORALES.

Si tú comienzas a hacer esto por simple capricho o porque una persona no hace tu voluntad, con el tiempo tu conciencia te atacará.

O si comienzas a “enterrar y desenterrar muertos” de forma constante lo que iras nulificando es tu voluntad, pues te estarás enseñando a ti mismo a no tomarte en serio.

Recuerda que cada acción que realizas es una retroalimentación para ti mismo.

Que si en alguna oportunidad a mí me ha tocado anular personas? Por supuesto. No fue fácil pero fue una buena decisión para traer bienestar a mi vida.

Sin embargo antes de decidir hacerlo examiné mis motivos y las posibles causas de esta decisión.

Puede que te estés preguntando en este momento si existe un instante donde uno puede dar marcha atrás en esto?

Ten presente que así como tú anulas a una persona, con el tiempo, está también te irá anulando de forma automática a ti.

Así que posiblemente si el “daño” está hecho, no puedas interactuar de nuevo con esa persona.

Entonces pesa muy bien las consecuencias y los beneficios de realizar esto.

Hacerlo con una situación indeseable es un poco más fácil y también revertible. Pero aplica el mismo concepto de no estar olvidando y retomando la situación.

Solo ten presente que debes ser muy sabio y prudente en realizar esto y todo lo que te propongas en tu vida, pues al final todo traerá para ti una consecuencia de bien o de mal según el camino que hayas elegido.
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Ingeniero de Sistemas e Investigador del Pensamiento Humano y las emociones, y como estas influyen en las decisiones que tomamos cada segundo para tener éxito o fracaso.

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