Mostrando las entradas con la etiqueta Consciencia. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Consciencia. Mostrar todas las entradas
miércoles, 19 de junio de 2013
Usando los problemas como trampolín al éxito
Es muy fácil pensar en los problemas pasados cuando estos
han sido superados. Sin embargo en el momento en que se vivencian uno solo
quisiera desaparecer por un tiempo o quedarse dormido hasta que estos
finalizaran por si solos. En dichos momentos calamitosos lo único que sentimos
en que nuestras emociones se revuelven y que todo está en contra nuestra.
Incluso parientes, amigos, y porque no nuestro Dios personal.
Pero hay algo que pasamos por alto durante este proceso. Los
problemas en realidad son oportunidades a una vida mejor. Quizás ya hayas
escuchado esta frase y no la puedas entender o quizás es la primera vez que la
escuchas. Sin embargo la pregunta en nuestra mente persiste y es: ¿Cómo una
situación que nos lastima nos puede ayudar o ser una oportunidad para mejorar
nuestras vidas?
La respuesta es simple y si observas los problemas
ajenos, veras como es de fácil tomar decisiones que no son tuyas. Con esto me
refiero a que muchas veces nuestro vecino o pariente quizás esté sufriendo una desilusión
amorosa. Nosotros en nuestro interior pensamos “que pendejo o pendeja, ¿por qué
no busca independizarse y quitarse ese yugo innecesario de su vida?”.
De esta forma vemos que la solución es muy fácil. Pero intenta
decirle al pendejo o pendeja tu solución a ese problema. Verás que esa persona
se frena. Se detiene ante el cambio y no observa que se puede quitar ese “yugo
innecesario” de su vida, es decir mejorar su existencia y la de las personas
que la rodean.
Quizás por experiencia, ya que lo has intentado, sabes
que esto es cierto. Las personas se les pueden estar dando la solución y quizás
como vimos en la entrada anterior, tú eres la respuesta a sus oraciones, pero
ellos actúan como si esperaran que las cosas tomaran otro curso.
Yo personalmente he visto durante muchos años el caso de
una persona que padece muchos problemas no solo económicos, sino también de
salud y emocionales. He sido testigo de cómo todas las personas a su alrededor
han intentado ayudarle y solucionarle su vida, pero esta persona insiste en
volver a lo conocido.
Esto ocurre por una razón. Emocionalmente fue lo que aprendió
desde su infancia y lo único que sabe hacer es volver a ese estado de
sufrimiento. Podríamos decir que en conclusión lo disfruta, pero en realidad
nadie desea estar mal, pero su inteligencia emocional no cuenta con la
suficiente información para cambiar su situación por más que lo desee.
La psicología cognitiva llama a esto el Programa Mental
Maestro que se puede traducir en la receta emocional adquirida durante la
infancia y reforzada durante el resto de años por las mismas conductas que te
dicen que personas frecuentar, como cuidar tu cuerpo o no cuidarlo y hasta la
forma en que manejaras tu economía para vivir en abundancia o pasar
necesidades.
Todo esto es posible cambiarlo pero mediante un trabajo y
compromiso consigo mismo a largo plazo. Pero la pregunta que tenemos por
resolver es ¿cómo usar los problemas actuales para mejorar nuestra vida si nos
urge?
Lo primero que se debe hacer es consciencia de cuál es la
situación. No negarla más. Sólo cuando reconoces que tienes un problema, tienes
la fuerza mental y emocional para hacer algo para solucionar.
Lo segundo es sentarte y apartar un tiempo contigo
mismo(a). De ser posible tomar nota sobre que recursos tienes, cuáles son tus
oportunidades y ventajas y tus debilidades. La idea es aplicar en ese momento
algo que en economía se conoce como Matriz DOFA que consiste en analizar lo que
tienes y lo que te falta.
También, no olvides anotar y muy importante CÓMO TE
SIENTES. Los sentimientos son la principal herramienta de comunicación en tu
vida. Si los escuchas seguramente te dirán que pasos dar. Pero esto solo es
posible hacerlo mediante práctica constante. Nosotros llevamos años apartados
de nosotros mismos. No nos conocemos. Jamás nos escuchamos y es por eso que esa
parte interior nuestra, donde reside nuestro verdadero Poder no confía en
nosotros.
Entonces si no tienes mucha práctica, intenta usar las
dos primeras opciones. Y si necesitas consultarlo con algún pariente o amigo,
no dudes en hacerlo, pues recuerda que otros, fuera de tus problemas, pueden
ver las soluciones más fácilmente que tú.
Por nada del mundo vayas a hacer lo del perezoso que no
se sienta consigo mismo a hacer consciencia y a evaluar sus recursos actuales,
pues la persona que consultes no necesariamente va a tener tu solución óptima y
podrás cometer mayores errores que te lleven a problemas más graves. Recuerda que
es tu vida y no es responsabilidad de otros vivirla por ti.
También recuerda que si se te presenta un problema no es
un castigo de la Vida o Dios o del Diablo. Es simplemente que tus decisiones te
llevaron a ello. Y si no te gusta es porque tu Interior te está hablando a
través de emociones que hay algo mejor detrás de lo que ves y te mortifica.
Recuerda la leyenda del Cactus de Aloe publicada anteriormente en este Blog.
No extraigas lo negativo de la vida, pues esto se
multiplicará a tu alrededor. Solo busca ver lo maravilloso de la vida y de
igual forma tu vida será abundancia en todos los aspectos de esta.
sábado, 13 de noviembre de 2010
Consciencia de nuestro legado
Por Ingeniero Gabriel Salazar16:37:00Bienestar, Cine, Consciencia, Futuro, Hermano, Ingeniero, Legado, Niños, Pasado, Presente
2 comentarios:

Hemos estado viendo como nuestra información pasada, ha estado creando un mapa mental que dirige nuestras acciones actuales. De allí que nos enojamos con facilidad o permanecemos en malestar aunque digamos que no nos gusta pero lo aceptamos sin más remedio.
Quiero en esta entrada tratar una cosa, quizás una de las pocas, que aún me preocupa y es el bienestar de los niños, nuestros hijos a los cuales le estamos dejando un legado de bienestar o malestar.
Recuerdo que a la edad de 5 años mi hermano mayor que tenía en ese momento 7 me “invitó” a ver una película que estaban presentando en la escuela en la que estudiábamos. Era mi primera salida fuera con mi hermano que yo siempre he admirado, de hecho el influyó mucho en que yo también me graduara como Ingeniero de Sistemas al igual que él. Yo me encontraba muy entusiasmado. Cuando pagamos 1 peso que era la entrada por los dos en un salón de clases adecuado para la película, apagaron las luces y comenzó la proyección. Recuerdo que era una película de vaqueros en la cual al final casi nos matan a los espectadores con tanto disparo.
Fue simplemente asombroso ver los cuerpos, sangre, caballos, caídas, armas, indios que implantaron en mi pequeño cerebro de 5 años emociones tan destructivas que quizás hasta el día de hoy me han afectado. Siendo ya adultos, hace varios años, mi hermano y yo recordábamos ese evento. Pensamos que era una idea muy estúpida que niños tan pequeños vieran ese tipo de información pues eso crearía una percepción destructiva de la vida. Llegamos a una conclusión que muchos de esos niños crecimos pensando que estábamos en guerra y que la vida era solo violencia y defender y atacar a lo que nos estén haciendo daño.
Fue devastador ver como ahora que somos adultos vemos las consecuencias actuales en nuestro medio de sicarios, asesinos, violadores, personas que siguen maltratando sus esposas y peor aún, a sus pequeños hijos perpetuando una condición que quizás nació en esa época cuando yo era niño.
Yo pienso que si eres madre o padre, JAMÁS dejarías jugar a tus hijos o asociarse con drogadictos, ladrones, mentirosos, egoístas, hipócritas, chismosos, y cualquiera de esos defectos de carácter que tanto daño nos hace a diario. Pero te has puesto a pensar ¿qué clase de asociación eres tú para tus hijos?
Tú me puedes argumentar “Pero si yo soy una persona que se preocupa por sus hijos y quiere lo mejor para ellos”. Yo te puedo argumentar: “¿Cuándo te enojas, les gritas? ¿Los insultas? ¿Los castigas con palabras diciendo eres feo/fea, malo/mala, Dios te va a castigar?”

Nuevamente te pregunto, ¿Qué clase de asociación eres para tus hijos?
Mira yo conozco una persona que tiene un niño pequeño. Esta persona desde niño cuando se enojaba salía gritando y golpeando todo lo que veía a su paso, incluyendo personas. El pequeño hijo de esta persona que va a cumplir 4 años tiene comportamientos neuróticos de un adulto de 30. Este niño ha perdido su auto referencia, es decir que su valor ya no es él mismo, sino las cosas externas o lo que tiene.
Cuando un niño nace hasta los 8 años aproximadamente tiene una referencia que es “YO SOY EL QUE TENGO EL VALOR”. Ese es su pensamiento. El vale porque es él. Tiene claro su papel en el mundo. Por eso cuando tú le preguntas a cualquier niño, ¿qué vas a hacer tú cuándo seas grande? El niño o niña jamás te va a decir “yo quiero vivir en pobreza” o “yo quiero trabajar 12 o más horas en una empresa donde me exploten y ganar el salario mínimo” o “yo quiero sufrir y buscar personas neuróticas para sufrir”. Tampoco te va a decir yo valgo porque estudio en x institución educativa o porque tengo x marca de ropa o vivo en y barrio de la ciudad.
Después de los 8 años cuando ya se ha formado su inteligencia emocional, la que le permitirá tomar decisiones de cuánto dinero tener, o cuáles serán sus hábitos de salud o peso y con quién compartir su vida sentimental y como vivirla, entra en una etapa de referencia externa, es decir él vale porque es hijo de x o y persona. Dice “Mi padre o madre hacen esto o aquello”.
Después de esta etapa cuando deja la pubertad, comienza algo muy complicado que se mezcla con el cambio hormonal. La personita, como tiene una referencia externa de su valor en un objeto por ejemplo “yo valgo porque vivo en el barrio Y”, y si las personas a su alrededor no le alaban el hecho de vivir en el barrio Y, entonces sufre y comienza a tener una referencia equivocada de la vida. Comienza a comprender que la vida es dura, que la vida es difícil que solo otros pueden y todo ese tipo de sentimientos que provienen de una educación deficiente.
He llegado a recibir correos Spam o ese tipo de cadenas en los cuales personajes famosos y ricos hablan sobre la educación de los hijos y como debe ser. Allí se expresa que dichos personajes (lo cual yo opino que es especulación) dicen que le digamos a nuestros hijos que la vida es dura. Que hay que sufrir para merecer, etc.
Mira la vida no es dura. La vida es maravillosa y es una maravillosa aventura. Si tú intentas recordar como vivías de niño, sabrás a lo que me refiero. Te levantabas con entusiasmo para compartir con tus amiguitos y volverlos a ver. Para tomar de la mano al amiguito o amiguita que te gustaba. ¿Recuerdas? Eso es la vida y la vida es el tesoro inenarrable. Una serie de regalos que obtienes todos los días pero por estar tan acostumbrado al malestar y al sufrimiento has olvidado y no sientes ya.
Si piensas que la vida es dura, es porque has tomado decisiones que te han llevado hasta donde te encuentras en este momento. Tú no puedes hacer nada por tu pasado y tu presente. Pero si puedes desde este presente hacer algo por tu futuro, pero lo más importante puedes hacer algo por tus hijos y los niños que te rodean. Ellos son el futuro de nuestro mundo, nuestro legado. ¿Qué programación mental les estás dejando para qué vivan su vida?
Recuerda que lo que te decían a ti de niño ahora es una ley en tu consciencia que mueve tus emociones y al final por estás, tomarás acciones y decisiones. Comienza a crear en tus niños una conciencia de bienestar pues ellos te lo agradecerán y te lo retornarán.