Retoma el control de tu vida. Estrategias efectivas para el control emocional

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lunes, 21 de noviembre de 2022

El equilibrio entre la empatía y la compasión



El equilibrio entre la empatía y la compasión

Hace algunos días, en el lugar donde yo hago ejercicio noté que un joven, con el cual he compartido información sobre metodologías para entrenamiento, estaba faltando muy seguido. 


Le pregunté al dueño del gimnasio que ocurría con este muchacho y él me dijo que se había quedado sin trabajo. 


Que no estaba madrugando, sino que iba después de las 8 de la mañana. 


Como yo viví esta misma experiencia con el empleo hace muchos años, no te imaginas la angustia que padecí al conocer esto. 


Sin embargo, al final de la semana, este joven lo volví a ver en mi horario y le dije que me había enterado lo sucedido con su empleo. 


Le pregunté que, si estaba bien y si había estado ahorrando en el empleo anterior, a lo cual me respondió afirmativamente. 


También me contó que estaba en proceso de entrevista laboral para un nuevo empleo. 


Le dije que me alegraba mucho saber eso del ahorro y que próximamente podría estar trabajando. 


Le conté que debido a vivir esa experiencia hace años, ya sea con un pariente, amigo o conocido, el saber que estaban pasando por lo mismo me producía mucha angustia por ellos. 


Jocosamente le dije que menos mal la novia ahora estaba para apoyarlo y mantenerlo. Pero me respondió que, por el contrario, es él quien le ayuda a ella. 


Bueno, cada uno siguió su entrenamiento y como dice Mickey Mouse, cada uno para su House. Y hasta allí pensé que todo había terminado. 


Pero cuando llegué a mí apartamento, vi que este joven me había enviado un mensaje dándome las gracias por mi preocupación. 


También me dijo que muy pocas personas entienden esa situación cuando alguien pierde el empleo y que para él era muy halagador que me hubiera tomado el trabajo de preguntarle sobre el tema y hablar con él. 


Hasta me llamó buena persona y con las respectivas bendiciones del caso. 


Mira te voy a ser muy honesto y la verdad yo no vi nada de extraordinario en el acto que hice. Pero para ese joven eso significó muchísimo. 


Muchas veces pensamos que lo que hacemos no tiene ningún significado en la vida. O que la gente necesita dinero para solucionar cualquier problema. 


Eso está muy lejos de la realidad, pues la mayoría de problemas no requieren de dinero, sino que tienen un origen y solución emocional o a veces hasta espiritual. 


Yo pienso que lo que hacemos por las demás personas es muy similar cuando botamos algo de nuestra casa que ya no estamos utilizando. 


Para nosotros puede ser un estorbo, basura. Pero para otra persona eso puede ser un tesoro. 


Incluso esa persona que lo recibe piensa: “¿cómo es posible que alguien elimine esto tan valioso de su casa?”. 


Y quizás en este momento me estés preguntando: “Gabrielito lindo, ¿entonces debemos ayudar a cuanta persona nos encontremos en la calle y nos esté pidiendo?”. 


“Finalmente todo lo que hagamos por otros se nos regresa en la vida”. 


Mira desde mi punto de vista eso no me parece una buena idea hacer eso porque, aunque no lo creas estás perjudicando a esas personas que viven de la mendicidad. 


Si tú acostumbras a una persona a recibir dinero simplemente porque te produce lástima y extiende la mano, le estás enseñando a seguir por la misma senda y nunca salir de ese estado. 


¿Te has tomado el trabajo de observar a una persona en ese estado durante algunas horas? 


Bueno yo he visto en un par de ocasiones a diferentes personas como al final cuentan todo el dinero y no recaudaron cualquier miseria. 


Incluso una amiga que tenía un almacén frente a un semáforo me llegó a contar que por cada hora llegaba una señora que junto con sus 2 pequeños mal vestidos y sucios cambiaban sus monedas recolectadas. 


¿Y adivina cuanto les cambiaba ella? Aproximadamente por cada hora recolectaban 15 dólares. Unos 75 mil pesos colombianos. 


Eso viene siendo el salario promedio de un profesional en mi país. Y una persona recibiendo esto a razón de nada. ¿Qué contribución social está haciendo para recibir ese beneficio? 


¿Te das cuenta cómo estás perjudicando no solo a esa persona, sino también a nivel general estás deteriorando la economía de tu localidad? 


Y quizás lo hacemos porque nos sentimos “buenos” dando algunas monedas. Nuestra conciencia o al menos nuestro ego está tranquilo, ¿pero y la sociedad en general que la beneficia esto? 


Así que no es muy buena idea hacer esto porque todo lo que haces en algún momento te va a alcanzar con sus consecuencias. 


Mira, es muy extraño que yo haga este tipo de cosas con la gente en la calle, pero también he tenido mis excepciones a la regla. 


Por ejemplo, una vez en un restaurante un señor llegó vendiendo unas pulseras. En este caso la intuición, algo dentro de mí me dijo que lo ayudara. 


Le di algo de dinero, pero no le recibí la pulsera porque sentí que estaba desesperado por comer. 


Pero a nivel general no hago este tipo de cosas, aunque la gente comience con su introducción que vienen de no sé qué parte y bla bla. 


No hay cosa que me saque el demonio interior que alguien intente predicarme antes de pedirme algo. 


De inmediato le digo, “mire, usted necesita que le dé dinero, ¿correcto? Yo no voy a hacer eso, así que no le quiero hacer perder su tiempo ni quiero perder el mío”. 


Las personas se pueden enojar, pero al final agradecen que no les hagas perder su tiempo y sobre todo hayas sido honesto con ellos.

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lunes, 23 de mayo de 2022

El problema del vocabulario soez



El problema del vocabulario soez

No se sabe a ciencia cierta el origen etimológico de la palabra soez. 


Existen muchas teorías al respecto y la más acertada es la propuesta por el filósofo alemán Friedrich Christian Diez. 


El cual estable que la palabra deriva del latín y se puede traducir como “puerco”. 


Pero me atrevería a decir que el lenguaje soez nació con la humanidad. 


Durante toda la historia del hombre se ha visto como este se ha utilizado para ofender, intimidar y hasta atacar a los enemigos. 


Incluso en la actualidad este lenguaje se utiliza para divertirse o tratar de forma “cariñosa” a nuestros amiguitos. 


Inicialmente lo hacían los hombres y posteriormente lo comenzaron también a hacer las mujeres entre ellas. 


A nivel personal yo fui criado con un lenguaje muy pulcro. 


Pero siempre uno está rodeado de personas que no necesariamente tuvieron la misma educación. 


Y allí fue donde aprendí a decir mis primeras palabrotas. 


Lógicamente las decía cuando mis padres no estaban o no me podían escuchar. 


Y espero que ninguno de los dos esté viendo este vídeo porque si no me las pueden cobrar a estas alturas. 


Sin embargo, a medida que fui creciendo, mi lenguaje soez se fue “enriqueciendo” en la educación básica secundaria. 


Allí me volví experto hasta componiendo rimas y poesía para divertirme con mis amiguitos. 


Varios compañeritos del salón de clases se me acercaban solo para que los hiciera reír con mis “poesías” especiales. 


Hasta que un día se me acercó una compañerita que me gustaba mucho. 


Para mí era la niña más linda y dulce del salón. 


Yo no tenía mucha comunicación con ella pues se comportaba muy indiferente y seria conmigo. 


Y en cierta oportunidad se me acerco y me dijo que yo me veía muy lindo como para tener una boquita tan sucia. 


No pues me dijo sin palabras esta muchachita. 


Y a partir de ese momento, con el fin de seguir ganando su aprobación, dejé abruptamente el lenguaje soez. 


Al final nunca llegué a tener nada con mi compañerita, pero si noté algo extraño en mi vida. 


Parecía que las cosas me salían a pedir de boca. 


Como si todo a mi alrededor armonizara para que me salieran bien las cosas. 


Con el paso de los años pude entender porque se presentó este fenómeno. 


Mira cada palabra que tú dices es creadora de una emoción en tu vida. 


Esto es gracias a tu sistema límbico que es el responsable en gran parte de nuestras emociones. 


Y no sólo eso, sino de nuestras motivaciones, memoria, iniciativa e inclusive nuestra conducta. 


Para ponértelo más claro, utilizar lenguaje soez es como utilizar la PNL en tu contra. 


Al principio no pasa nada como en todo. 


Pero con el tiempo y los años de practica vas obteniendo los resultados que expresas. 


Observa solamente la vida de las personas que utilizan un lenguaje soez. 


No es muy divertida que digamos y tampoco no es mucha la abundancia que producen en sus vidas. 


Este tipo de lenguaje tiene la capacidad de crear ruina, violencia y hasta enfermedades en las personas que lo utilizan. 


Y tal vez me estes preguntando en este momento: “pero Gabrielito lindo, ¿no se puede utilizar de ninguna manera estas palabras para desahogo?”. 


“Finalmente estas actúan como un liberador de cargas emocionales”. 


Mira en eso tienes toda la razón. 


Por ejemplo, cuando he estado entrenando a la madrugada y el musculo con el que he realizado trabajo comienza a doler y arder, el “analgésico” natural que utilizo es un madrazo. 


Como por arte de magia uno siente que el dolor desaparece. 


Pero la idea no es estar utilizando este tipo de lenguaje constantemente en el resto de áreas de tu vida. 


A pesar de esto, debemos ser conscientes que una palabra que para ti no es soez, en otra región si puede serlo. 


Imagínate que una palabra como chucha en mi localidad significa 2 cosas. 


Dependiendo del contexto hace referencia a un animal o al mal olor que alguien pueda tener en sus axilas. 


Pero si nos vamos al norte de mi país en la costa caribe, así se le denomina al órgano sexual femenino. 


En este caso puede ser una palabra soez para ellos. 


Así que es muy importante tener en cuenta el significado emocional que te producen las palabras. 


Si quieres profundizar más en ese tema te recomiendo ver la entrada EL SIGNIFICADO EMOCIONAL DE LAS PALABRAS


Es por eso que así utilices lenguaje procaz en otro idioma, el significado emocional que tú tienes influye en tus resultados. 


Mira, parece ser que entre más pulcro sea tu lenguaje, mejor te va en la vida. 


¿Sabías qué el lenguaje soez también está encubriendo nuestras inseguridades? 


Este lenguaje expresa agresividad o violencia. 


La gente lo utiliza precisamente para parecer rudos y ocultar la fragilidad o debilidad que sienten emocionalmente. 


Así pues, quiero animarte mediante esta información a depurar tu lenguaje con el que te expresas cada día. 


Si quieres traer bienestar y cosas positivas a tu vida habla solo cosas de ese tipo. 


Ten presente que todo requiere un tiempo, una constancia y un trabajo para ver los resultados que esperas.

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lunes, 21 de febrero de 2022

El problema de ser bueno con la gente



El problema de ser bueno con la gente

Hace unos días, mientras llevaba a Isabellita para el colegio, le pregunté cuál era su filósofo favorito de los que había visto en clase hasta el momento. 


Y como era de esperarse, los preadolescentes “nunca” recuerdan lo que ven en clase. 


Entonces se encogió de hombros y me dijo que no sabía. 


Yo le dije que mi filósofo favorito era René Descartes por su famosa Duda Metódica. 


Me parecía de personas inteligentes dudar de todo y no ir comprando cualquier idea, pues no conocemos las intenciones de sus autores. 


Por lo general, la historia del ser humano ha demostrado que este siempre intenta sacar ventaja sobre los demás. 


De hecho, estamos tan avanzados en esto que existen una colección de técnicas y métodos conocida como la ingeniería social. 


Y básicamente esto consiste en la manipulación a los demás, con el fin de obtener un beneficio. 


Sin embargo, al otro día que llevaba nuevamente a Isabellita para su colegio, me comentó que en clase vieron algo muy interesante acerca del filósofo alemán Friedrich Nietzsche. 


Acá en occidente jocosamente lo conocemos como Federico Nietze. 


Este decía que las cualidades como la bondad, empatía y compasión hacían frágil o debilitaba al ser humano. 


Recordé hace muchos años una frase que vi de él, la cual dice “aquello que no nos mata, nos hace entrañablemente fuertes”. 


Esto vendría a ser una especie de pensamiento resiliente. 


Entonces le dije a mi hija que esta postura no estaba muy lejos de la realidad. 


Y quizás tú me digas en este momento, “pero Gabrielito lindo, como te atreves a decir una insolencia como esas a tu hija si ser bueno paga”. 


Mira, para que me puedas comprender mejor, mira lo que ocurre cuando una persona llega a su trabajo nuevo. 


Es evidente que encontrará compañeros que llevan allí muchos años. 


Este, con el fin de ganar la aprobación de sus compañeros se ofrece a ser un buen chico(a). 


Como resultado, la mayoría piensan “llegó mi marranito” o el que me va a ser el trabajo para yo salir con anticipación. 


Y estos se aprovechan de su nobleza como decía el Chapulín. 


También se suele ver mucho esta misma condición en las relaciones románticas. 


El individuo se entrega totalmente con el fin de complacer a su amorcito. 


Que sea feliz y no tenga necesidad de buscar a alguien más. 


Indefectiblemente se aprovechan y hasta lo cambian por alguien que tenga un carácter más fuerte. 


Esta situación ocurre tanto en hombre como en mujeres. 


Pero la gran diferencia es que en el caso de la mujer suele ser más implacable. 


Mira yo he visto a mujeres perdonar infidelidades, mentiras y hasta maltratos físicos y emocionales. 


¿Pero sabes que nunca he visto a una mujer perdonar la debilidad masculina? 


Esto es el pecado imperdonable, que un hombre se comporte como un vasallo servil. 


Ser bueno en cualquier ámbito de nuestras vidas es un sinónimo inconsciente de debilidad. 


Esto no ocurre por el simple hecho de ser empático o compasivo. 


Sino porque intentamos serlo con el fin de ganar la validación de otros. 


Esto es lo que nos posiciona como personas rastreras y serviles. 


Y es lo que causa efectivamente el efecto contrario a lo que deseamos. 


Y tal vez me estés preguntando nuevamente “Gabrielito lindo, ¿entonces debemos actuar como malos en nuestras interacciones sociales?”. 


No, tampoco te me vayas al otro extremo. 


Recuerda que todos los extremos son malos. 


Tomar agua es bueno. Pero en extremo, te garantizo que va a perjudicar tu salud. 


Todo en la vida debe tener un equilibrio, un rango de acción. 


Como vimos anteriormente en la historia de Luisito, hay que tener un carácter firme, pero leal. 


Si tú eres una persona empática, no hay nada de malo en serlo. 


Es tu naturaleza, pero NUNCA abandones tus convicciones por tener la validación de otros. 


Y si no tienes esas cualidades bondadosas, MENOS intentes expresarlas sólo por encajar en un grupo. 


Ser una persona “buena” paga, pero ese pago está condicionado a la sinceridad de tus actos. 


Así que quiero animarte, mediante esta información a nunca ser “bueno” para que otros te acepten. 


Te aseguro que la gente verá tu desesperación por ser aceptado y más bien te convertirás en su lacayo servil. 


Y no creo que deba explicarte que esto volverá tu vida miserable y triste.

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lunes, 24 de enero de 2022

El problema de escuchar consejos de terceros



El problema de escuchar consejos de terceros

La mayoría de los seres humanos preferimos aprender mediante nuestro propio dolor lecciones de vida para ir mejorando. 


Es por eso que popularmente existe un dicho que reza “nadie aprende en cabeza ajena”. 


Sin embargo, no son pocas las ocasiones en que intentamos “escuchar” el consejo de terceros para evitarnos dolor o ganarnos algo de bienestar. 


Y estos consejos que nos llegan suelen venir acompañados de “publicidad” por parte de la persona que ya ha vivido alguna experiencia. 


Para que me puedas entender un poco mejor, imagina que te vas a meter en un negocio maravilloso con el fin de solucionar tu vida financiera. 


Esta información vino de alguien que te está predicando las maravillas del nuevo negocio o por alguna pauta publicitaria que hayas visto. 


El caso es que inicialmente se te prenden las alarmas, pero nuestra avaricia o deseo de llenar nuestra carencia hace que nos pasemos las advertencias por el forro. 


Digamos que no nos fue tan bien en ese negocio como esperábamos y aquí entra un fenómeno psicológico que ya vimos anteriormente conocido como la disonancia cognitiva


En resumen, este fenómeno intenta suplir la falta de congruencia entre nuestras creencias y acciones. 


Así que comenzamos a mentirnos a nosotros, repitiéndonos que fue buena la experiencia y que la próxima vez nos va a ir mucho mejor. 


Desde mi punto de vista, aquí entra a mediar el Ego, pues este JAMAS se equivoca y NUNCA quiere perder. 


Es así, como intentamos no solo convencernos a nosotros mismos, sino también incluimos a terceros para que se “beneficien” de las ganancias. 


Pero si lo traducimos al lenguaje de la verdad sería algo parecido a: “como a mí me fue mal entonces no quiero ser el único jodido”. 


Esta es una linda forma de no sentirnos tan solos, o tan estúpidos en nuestras malas decisiones. 


Este tipo de situaciones suelen suceder mucho en tratamientos de salud. 


Por ejemplo, si alguien se hizo una cirugía estética y le quedó mal, ten por seguro que esta persona va a recomendar el tratamiento a otros. 


Si le preguntas como te fue, muy seguro te va a decir que excelente, así le hayan dejado las rodillas en la espalda. 


Esto me hace recordar la experiencia de un amigo que estaba a punto de ingresar a una religión X. 


Cuando el “líder” le preguntó por qué razón quería formar parte, el respondió que se sentía muy bien con el grupo y pensaba que allí estaba la verdad. 


Este amigo de inmediato le regreso la pregunta a su líder y este le argumentó que 7 millones de personas en todo el mundo que formaban parte del movimiento, “no podían” estar equivocadas. 


Yo le pregunté, si le parecía que 7 mil millones de habitantes vivían de la forma correcta, a lo cual me respondió que no. 


¿Entonces que te hace pensar que unos pocos tienen la verdad solo por una cantidad? 


Este amiguito, finalmente se dedicó a seguir por ese sendero y finalmente se dio cuenta que por allí no era la cosa. 


Cuando me comentó toda su odisea, le dije “mira, la verdad prefiero equivocarme por mí mismo y no por seguir los consejos de otro”. 


Mira, cuando nosotros vamos a hacer algo, siempre hay algo que nos susurra suavemente de forma positiva o negativa. 


Lamentablemente nosotros preferimos escuchar la voz de terceros, en vez de nuestra propia voz interior. 


Esto se debe a que somos adictos a la aprobación y validación de nuestro circulo. 


Salimos de viaje y lo primero que hacemos es publicar fotos del lugar, lo que consumimos, etc. 


Con el único fin de recibir la validación de otros. 


Al ser una persona inteligente debes estarme preguntando en este momento “pero Gabrielito lindo, ¿cómo puedo dejar de buscar validación y escuchar más bien mi voz interior?”. 


Mira básicamente la búsqueda de validación se debe a no tener proyectos de vida. 


La mayoría de gente no tiene un negocio por el cual enfocarse en sacar adelante o hacer crecer si ya lo tiene establecido. 


Las personas sin metas siempre están buscando validación para que alguien o algo las haga felices. 


Y eso no quiere decir que hacer esto sea menos. 


Mas bien tiene que ver con lo que nos han hecho creer. 


Que debemos tener un trabajo, para tener una fuente constante de dinero y así “disfrutar” la vida. 


Mira, por más “establecida” que tengas tu vida, es obligatorio que sigas teniendo un proyecto de vida. 


Ya sea mejorar tu físico, aprender otro idioma, mejorar tu espiritualidad, etc., son cosas que te mantendrán tan ocupado que no vas a tener tiempo de buscar validaciones externas. 


Así que quiero animarte mediante esta información a no escuchar consejos de terceros, pues no conoces sus intenciones. 


Duda siempre de la insistencia de las personas en que hagas algo, que tu interior a gritos te dice que es incorrecto.

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lunes, 10 de enero de 2022

El problema de la falta de carácter



El problema de la falta de carácter

Hace algunos días, que me encontraba en el taller de mecánica el propietario me pidió entrar a su oficina. 


Me dijo que ese arreglo no tardaba mucho y que eso en 5 minuticos estaría listo. 


Esos 5 minutos resultaron casi una hora, pero este tiempo me dio la oportunidad de conocer una persona bastante interesante. 


En ese lugar se encontraba un niño de 10 años llamado Luis. 


Lo particular de Luisito era que a pesar de su corta edad tenía una habilidad social impresionante para conectar con las personas. 


Se notaba super hiper activo que la primera impresión que daba era de estar frente a esos niños cansones que uno solo piensa y dice “ah que pereza”. 


Pero como llamó mi atención lo hábil que era para conectar, decidí hablar con él. 


Me enseñó varios trucos de magia, me contó algunos chistes que me hicieron reír bastante y al parecer le caí tan bien que me dio la dirección de su casa 2 veces para que lo fuera a visitar. 


Por supuesto, como no la apunté se me olvidó y espero que Luisito me pase esa falta de consideración por alto, la próxima vez que me lo encuentre. 


Cuando su señor padre me llamó para ver los cambios que había realizado sobre el vehículo, lo felicité por ese niño tan avanzando que tenía. 


Sin embargo, me dijo que habían tenido unos problemas con él y a cada rato los llamaban del colegio porque el niño era algo “brusco” para jugar e interactuar con los demás. 


Yo le dije que, desde mi punto de vista, el problema no era el niño. 


Lamentablemente en estos últimos años a los niños los estaban criando como “princesas”. 


Con esto quiero decir que, a los niños, independientes de su género, los han estado enseñando a ser mansos, frágiles, dóciles, sumisos y obedientes. 


Si tu observas el comportamiento de las personas hoy en día se basa mucho en la queja. 


Se quejan de que no tienen esto o lo otro y que, por solamente quejarse, tienen derechos y privilegios especiales, sin ninguna clase de esfuerzo. 


Tristemente los seres humanos siempre nos vamos a los extremos. 


No somos capaces de mantener el equilibrio. 


¿Recuerdas cuando hace años el bullying era el diario vivir de muchas personas por algún defecto físico o simplemente porque le caías mal al abusador de turno? 


Bueno la humanidad decidió poner fin a este fenómeno, pero ahora se fue al otro extremo de “fragilizar” demasiado a las nuevas generaciones. 


Y quizás en este momento me estés preguntando, “pero Gabrielito lindo, que tiene de malo enseñarle a respetar a un niño y que no sea abusador”. 


“Por el contrario eso me parece que está muy bien”. 


En eso del respeto si estamos totalmente de acuerdo. 


A los niños por su salud y propio bien, se les tiene que enseñar el respeto o de lo contrario su dentadura estará en juego cuando sean adultos. 


En la calle se va a encontrar con gente implacable que no va a ser tan tolerante como tú con la patanería. 


A lo que estoy haciendo referencia es que a un niño se le tiene que enseñar a formar un carácter fuerte, pero leal. 


Seamos sinceros y miremos como es la Vida en general. 


Se que suena horrible, pero aquí sobrevive el más fuerte. 


Comienza analizando como fue la forma en que llegaste a este mundo. 


De los millones de espermatozoides que depositó tu señor padre en el interior de tu mami, solo 1 pudo fecundar ese óvulo. 


Y el ganador no era el que más se quejaba y decía que no le estaban dando oportunidades o que lo estaban discriminando o haciendo bullying. 


Es más, en caso de que eso fuera así, esos “llorones” fueron los primeros que quedaron en el camino. 


Y no te quiero preocupar, pero la vida funciona exactamente como este pequeño ejemplo de la concepción humana. 


Digamos que tú estás en el proceso de construir un negocio. 


¿Crees que, por quejarte, los clientes van a venir corriendo a consumir tu producto o servicio? 


¿O que te vas a convertir en millonario de la noche a la mañana solo por estar llorando? 


Lamento decirte, pero la vida no funciona de esta forma. 


Es más, muchos viven todo el año tomando malas decisiones, con la esperanza que el nuevo año les traiga aquello que desean. 


Por cambiar un número en el calendario, no van a ocurrir cosas maravillosas ni milagros sorprendentes. 


Ese cuento del angelito con el traje y la maleta de un millón de dólares que viene a solucionarte la vida es una figura jocosa de mi imaginación calenturienta, que nació en este blog. 


Pero en realidad, ese angelito trajeado eres tú mismo tomando decisiones acertadas. 


Las cosas se construyen con carácter y congruencia. 


Digamos, por ejemplo, que estás más sólo que Adán el día de la madre y te gusta una persona. 


¿Qué estás esperando para decírselo? 


Lo que te detiene es el miedo, esa espantosa sensación de sentirte rechazado. 


Te pregunto, ¿qué pasa si esa persona te rechaza? 


¿Se acaba la humanidad? ¿Era la única persona que había en el planeta? 


Y tal vez me digas “pero Gabrielito lindo, es que es persona es tan especial que ¡no la quiero perder!”. 


Primero que todo, pensar que solo existe una persona en este mundo que te hace feliz es un pensamiento de pobreza impresionante en tu vida. 


Estás viviendo en la carencia absoluta. 


Y segundo, da lo mismo que te diga que no a que estés allí gastando tu energía y recursos sobre una fantasía. 


Mira por lo general cuando estás bien interesado en una persona, esta, por tu lenguaje no verbal hace rato se dio cuenta de eso. 


Y si tú sigues de jetón(a), lo único que te están haciendo es utilizarte, ya sea como proveedor o como alguien que orbita a su alrededor solo para alimentarle su ego o narcisismo. 


La falta de carácter es lo que hace que muchos abusen de nosotros. 


Mira la gente, ni mucho menos la vida se va a poner a considerarte y a mimarte. 


El mundo, por si no lo sabías, cada uno vive al sálvese quien pueda. 


Y aclaro, ahora no te me vayas al extremo de ser un gandalla con la gente que te rodea. 


Para vivir en bienestar tienes que desarrollar un equilibrio interior y con tu entorno. 


Aprender a ceder no es aprender a dejarse. 


El mundo está lleno de gente que pelea por tonterías y luego salen como vacas obedientes caminando hacia el matadero en las cosas importantes. 


Así pues, quiero animarte mediante esta información a trabajar en fortalecer tu carácter para alcanzar lo que deseas. 


A la Vida no le sirven las personas ignorantes, ni muchos menos los cobardes.

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lunes, 30 de agosto de 2021

El problema de la información cíclica y constante



El problema de la información cíclica y constante

Yo creo que todos nos sentimos los suficiente grandes y maduros como para aceptar algo que a gritos nos dice que es una mentira. 


Por ejemplo, si comienzo a decirte que me debes 10 dólares, así de la nada, probablemente sueltes tu risa sin compasión sobre mí. 


Pero te has preguntado ¿qué pasaría al final de un año, de estarte repitiendo esto? 


¿Sabías que existen altas probabilidades que pasado ese tiempo, de alguna manera me entregues tus 10 dólares? 


Esto lo puedes hacer en forma de regalo, o mediante una invitación con el valor equivalente a la cantidad que inicialmente comencé a “programar” en tu mente. 


Lo único cierto es que ya no te reirás como al principio, sino que poco a poco tu cerebro ira aceptando o familiarizando con la idea que me debes ese dinero. 


Es más, te invito a realizar este experimento con alguna persona cercana. 


Entre más pequeña perciba la persona dicha cantidad, más probabilidades tiene de entregártela. 


Tal vez en este momento eso parezca absurdo o imposible de realizar, como como notarás, hace un rato mencioné la palabra “programar” en tu mente. 


Eso es exactamente lo que hacen los comerciales sobre algún producto de consumo. 


Quizás te habrás preguntado en muchas ocasiones por que una bebida gaseosa tan famosa, y que se vende prácticamente sola por su rico sabor, nunca ha interrumpido su pauta publicitaria. 


¿No es eso tirar el dinero a la basura? 


Bueno, ahora ya sabes porque es tan importante para la compañía propietaria de dicho producto, estar “programando” en tu mente esta necesidad. 


De hecho, hace algunos días no tenía nada que hacer y me puse a experimentar con los estados de ánimo de mis vecinos. 


Normalmente tengo la costumbre de almorzar en un restaurante cercano. 


Al salir de mi casa, olvidé llevar el accesorio de moda. 


Y me dio pereza regresar por él, pues vivo en un 3er piso. 


Como tengo confianza con el personal del restaurante decidí ingresar asi. 


Entonces la dueña que es bastante alegre y bromista me dijo “Gabrielito lindo, donde esta tu “permiso” para ingresar”. 


Yo le respondí que en la casa y que, si le iba a mandar a decir algo más, aparte de saludes. 


Entonces decidí seguir el juego y decirle eso no hay necesidad, esa enfermedad ya murió. 


Obviamente la dueña ya sabía del juego de palabras que estaba usando. 


Pero un señor, ya de edad un poco avanzada se molestó bastante. 


Bueno, la verdad yo no le presté mucha atención, pero era como si se le hubieran metido con la mamá. 


Defendía a capa y espada que la enfermedad de moda era esto y lo otro. 


Prácticamente el señor siguió hablando solo pues en esos casos yo evito hasta el contacto visual para no tener problemas con nadie. 


El tema de la salud, prácticamente se ha vuelto una religión estricta e incuestionable. 


Si existe un consenso general sobre algo, esto tiene la tendencia a volverse un axioma. 


Si notas, los seres humanos llevamos más de un año hablando sobre lo mismo. 


Esto es una clara evidencia que muestra que una idea, ya sea lógica o incoherente, repetida de forma constante, con el paso del tiempo se acepta como una verdad. 


Y atención, no estoy queriendo decir con esto que los problemas de salud actuales, sean falsos o con fines oscuros. 


Muchas personas han sufrido lamentables perdidas por causa de esto. 


Gracias a la Vida, no me ha tocado una vivencia de estas con personas cercanas. 


La pregunta que nos compete sobre este tema es, si ya hemos comprobado que las ideas, palabras, imágenes, etc. repetidas tienden a crear nuestra realidad, ¿por qué no usar esto de forma positiva? 


¿No sería más inteligente usar esta metodología para repetirse cosas que te engrandezcan? 


Tristemente la mayoría de seres humanos no son conscientes de esto. 


O peor, los que saben esta información les da pereza repetirse palabras de poder. 


Repiten algo un par de veces y como no ven resultados inmediatos, entonces desisten. 


Así pues, quiero animarte mediante esta información a utilizar una de las armas mentales más poderosas que existen como es la sugestión. 


Esto funciona, pero teniendo en cuenta dos recomendaciones, hacerlo en positivo y ser paciente con uno mismo.

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lunes, 26 de julio de 2021

El hábito que más aleja el Dinero



El hábito que más aleja el Dinero

En una encuesta que se realizó en Estados Unidos y México, por parte del Centro Giordani hace ya varios años, se les preguntó a las personas sobre cuál era su área de mayor problema entre la salud, el dinero y el amor. 


Un 10% de las personas encuestadas afirmaba que su problema mayor era con la salud. 


Otro 10% respondieron que era el amor. 


Sin embargo, un increíble 80% de personas encuestadas afirmó que el dinero era un área que les generaba mucho malestar. 


Y si analizamos estos datos, un 80% de personas que se quejen sobre lo mismo no puede ser casualidad. 


Algo deben estar haciendo mal estas personas, para que las cosas no funcionen bien en un área tan importante de nuestras vidas. 


Como ya hemos visto anteriormente, el dinero es más que un objeto. 


Este tiene que ver mucho con nuestras creencias y la relación que formamos desde niños con él. 


Por ejemplo, si en tu casa el dinero era un impedimento para disfrutar de algo, aquí formaste una relación negativa hacia el dinero. 


Y puede que tú me digas en este momento, “pero Gabrielito lindo, yo ni siquiera recuerdo que se decía en mi casa sobre el dinero.” 


Este tipo de cosas posiblemente ocurrieron estando muy pequeño. 


Pero el psicoanálisis define la vida de un infante como un ser pensante, aunque inconsciente. 


Tu pequeño cerebro procesa absolutamente todo, y aunque no seas consciente en esos momentos, dicha información queda grabada en tu sistema nervioso en forma de emociones. 


Así que es imposible sustraerse ante la información que recibas en tu infancia. 


Especialmente la información que recibimos en esta etapa, forma nuestra personalidad de adultos. 


¿Puedes ir comprendiendo, por qué, a pesar de no recordar mucho esta etapa, en tu vida de adulto se presentan problemas con el dinero? 


Es como si este fuera una energía inteligente que no quiere estar con nosotros y se nos escapa de las manos. 


Y efectivamente por aquí comienza el segundo problema con el dinero. 


El 99% de las personas vemos el dinero como un objeto. 


Y esto es lógico pues durante toda nuestra vida vemos que con él podemos comprar diferentes artículos para hacer nuestra vida más agradable. 


Pero también vemos como nos negó y nos ha negado realizar muchas otras cosas. 


En realidad, el dinero es un símbolo, una representación de lo que podemos hacer por otras personas. 


Digamos que tú trabajas en un almacén de cadena como cajero. 


El trabajo que realizas no se te paga porque seas atractivo(a), porque sonrías muy lindo o porque el uniforme te queda muy bien. 


Estás realizando una labor que en este caso es el recaudo del dinero que entregan las personas como compensación al producto que se llevan. 


Ellos a su vez obtuvieron ese dinero que te están entregando como símbolo de una labor que hicieron previamente. 


Así pues, tu dinero, eso que simboliza tu labor en dicho almacén, también en algún momento se lo entregarás a otra persona o entidad para llevar más bienestar a tu vida. 


Las relaciones comerciales humanas se han llevado toda su historia de esta forma y todo comenzó con el famoso trueque. 


Donde las personas intercambiaban por ejemplo frutos por pieles y muchas otras cosas más. 


Para que la persona tuviera esos frutos o lo que fuera a cambiar por lo que necesitara, tuvo que realizar una labor para obtenerlos. 


Esa labor fue representada en el bien que obtuvo y que va a intercambiar con otra persona. 


El concepto del dinero lo único que nos facilitó fue ser más livianos a la hora de intercambiar una cosa por la otra. 


Pero este concepto de dar y recibir es legendario. 


Muchas personas se han preguntado ante los problemas de dinero, si debería imprimirse más. 


El problema con esto es que, si imprimimos dinero de la nada, como por arte de magia, este, automáticamente perderá su valor. 


Esto es lo que se conoce en economía como la devaluación del dinero. 


Imagínate por un momento que hay demasiada circulación del dinero para que todos tengan como comprar. 


Las personas pueden comprar muchas cosas y estas comienzan en algún momento a escasear. 


Los artículos suben demasiado de precio con el fin de equilibrar la escasez. 


Mucha gente da grandes cantidades de propina por ejemplo a quien cuida su auto. 


Y no es porque no lo merezca, pero a nivel general se va generando una pérdida del valor del dinero, ya que este abunda por todas partes sin haberse generado por la labor de alguien. 


Como puedes ver, la solución a un problema económico no es la impresión del dinero, sino la producción o labor que hagan las personas para generarlo. 


Es por eso que, en las crisis económicas, las personas que se quedan esperando a ver que hacen otros por ellos, tienen bajas probabilidades de salir de ese caos. 


En cambio, muchos otros se vuelven ricos, debido a que se dedican a producir ideas para captar dinero. 


Pero aquí viene un tercer y verdadero problema con el dinero. 


En su totalidad, las personas están buscando solo hacer una labor y obtener dinero por ello. 


No están pensando en el servicio que hacen hacia los demás. 


Es por eso que tú ves gente trabajando 14 o más horas en el día para ganar solamente un salario mínimo legal. 


Es como si entre más trabajo duro hicieran, menos dinero reciben. 


Aquí podemos pensar, pero los empresarios son injustos, lo gobiernos, la vida, etc. 


El peor rol que podemos llegar a tomar en la vida es el de la victimización. 


Si somos víctimas, nos vamos a quedar allí esperando que alguien nos salve. 


Es por eso que muchas veces he recomendado en este blog, que si quieres dinero NUNCA, JAMAS, trabajes para gente pobre. 


Si no tienes más opción por el momento toma lo que tienes a la mano y trabaja, pero NUNCA, JAMAS te quedes allí para luego quejarte. 


Míralo como una solución temporal pero no vayas a hacer como las “medidas provisionales” que tomamos los seres humanos y que a la final terminan siendo medidas eternas. 


Como una vez lo definió mi hermano mayor, el dinero es como las mujeres bonitas. 


A cada rato le dicen cosas, halagos, les dan regalos, etc. 


Estas mujeres viven aburridas de tanta adulación que reciben. 


Vienes tú y le dices, “hola guapa”, de inmediato piensan “ahhh ya viene este otro a molestar” y se alejan de ti. 


Exactamente esto pasa con el dinero. 


Entre más lo persigas, más se va a alejar de ti. 


Adicionalmente las personas empeoran su situación porque basan su economía en el crédito o préstamos en vez del ahorro. 


No existe mayor cosa que cause insomnio que una deuda. 


Viajes, vehículos y hasta comida fiada da la mayor intranquilidad que el ser humano pueda experimentar. 


En mi caso prefiero aguantarme unos días y ahorrar para después comprar con la tranquilidad que no le debo nada a nadie. 


A nivel personal yo perseguí el dinero por muchos años y este me dejaba en visto. 


En la actualidad ni le presto atención, y tú nunca me ves con problemas de dinero o asado como decimos en mi localidad. 


Lo veo como una herramienta para adquirir bienestar y como una consecuencia del servicio y amor que presto hacia los demás. 


Así que quiero animarte, mediante esta información a dar primero con amor, para recibir de la misma manera. 


Finalmente si buscas algo desesperadamente es porque careces de ello, y por lo tanto el Universo responderá a dicha emoción de carencia con más carencia.

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lunes, 28 de junio de 2021

El problema de las ideas y posturas absolutas



El problema de las ideas y posturas absolutas

En la actualidad vemos como la neofilia o la neofobia son tendencias que nos impulsan a pensar de una manera o de la otra. 


Este tipo de personas consideran que aquellos que no se quieren pasar a ningún bando son tibios. 


Y por supuesto, como dice en alguno de los textos sagrados de la humanidad, hay que “vomitar” a los tibios. 


En otras palabras, es “obligación” participar de un bando o del otro, y si no, te vas a ganar el desprecio de alguno de estos grupos de pensamiento. 


Como puedes ver, el radicalismo y los extremos se ven en todo ámbito de nuestra cultura. 


El origen de todo esto se encuentra en las ideas religiosas de nuestro núcleo parental. 


Para bien o para mal, las creencias que adquirimos en nuestro entorno son incuestionables para nosotros. 


Es por eso que nos ofende si alguien critica o ataca nuestras creencias, así no nos conste nada de lo que aprendimos. 


Respecto a esto, cuando aún me encontraba en la etapa universitaria, tuvimos una clase bastante interesante llamada metodología de la investigación científica. 


El profesor era un psicólogo peruano, el cual nos enseñó la pasión por la investigación y el cuestionamiento de los paradigmas. 


Recuerdo que en una oportunidad nos dijo que deberíamos hacer una investigación de campo sobre el tema de nuestra preferencia. 


Junto a una compañera decidimos realizar una encuesta sobre el nivel de tolerancia ideológica en la religión. 


Preparamos varias preguntas y la que más recuerdo en este momento era “¿si tu religión es la verdadera, por que las de otros no lo son?” 


Esta última pregunta se podría decir que era la columna de la investigación. 


Tenía dos propósitos y el principal era ver que tanto grado de tolerancia tenían las personas hacia las ideas de la “competencia”. 


El segundo propósito era que la persona pudiera darse cuenta si lo que creía era lo correcto. 


Es decir, qué tanto fundamento tenía en sus creencias para aceptarlas o simplemente fue porque alguien vestido de traje y corbata se lo dijo. 


Según recuerdo fueron más de 40 personas encuestadas y solo una se atrevió a cuestionar sus propias creencias. 


El resto daban una respuesta genérica similar a “MI RELIGION ES LA VERDADERA”, pero no justificaban por qué lo era. 


Increíblemente cuando encuestamos a nuestro propio maestro, su respuesta fue esta y no dio explicación alguna. 


Como puedes ver, nuestras ideas radicales nacen de nuestras creencias iniciales sobre la vida. 


A su vez, las personas que se hicieron cargo de nosotros, vivieron el mismo proceso. 


Y esta es la razón por la cual es tan complicado darles una justificación a nuestras creencias. 


No tenemos la más mínima idea de donde vinieron, ni como comenzaron, pero allí las defendemos a “capa y espada”. 


Este tipo de pensamiento no se queda solo en nuestras creencias religiosas. 


Con el paso del tiempo, va acaparando otros temas que no tienen nada que ver con la religión. 


Y es aquí donde adoptamos ideas que nos “parecen” correctas de otros que a su vez las aprendieron sin cuestionarlas. 


Es muy común ver esto en temas políticos y en deportes. 


Incluso lo he visto también en personas discutiendo sobre salud y enfermedades. 


Esto no solo, nos hace parecer unos tontos, sino que el verdadero problema es el malestar que nos genera hacia otros. 


Intentamos convencerlos de nuestra “verdad”, que piensen como nosotros “por su bien”. 


Lo más absurdo de esto es que ambas partes al final piensan que ganaron la discusión. 


Y cada uno se va para su casa creyendo que le gano al otro y sobre todo que lo convenció. 


Personalmente he visto amistades arruinadas y confrontaciones de por vida por causa de esto. 


Y aquí es donde te haría la pregunta, ¿quieres ser feliz o tener siempre la razón? 


Y puede que me preguntes entonces, pero Gabrielito lindo, ¿acaso no intentas cambiar los pensamientos de tus seres queridos por su bien? 


Mi respuesta es nuuuu. 


Ya pasé por eso y es una de las cosas que más te mete en problemas con las personas que amas. 


Eso es ganarse un malestar innecesario. 


Y si se equivocan, que pesar, pero cada uno es responsable de sus decisiones. 


Y esto no es egoísmo. 


Al contrario, es la mayor muestra de amor, pues le estarás dando la libertad a tus seres queridos de vivir su propia existencia. 


Ser feliz es super fácil. 


Consiste en vivir tu vida y dejar que los demás vivan la suya. 


Si realmente quieres que una persona viva y piense como tú, no es necesario que le digas nada, ni le cuestiones nada. 


Solo basta con estar callado y disfrutar tu vida. 


Automáticamente las personas que estén a tu alrededor van a querer seguir tus pasos pues observan que estas bien. 


Así que quiero animarte, mediante esta información a no permitir que tu ego imponga tus creencias sobre los demás. 


Trátese del tema que sea, a los demás les gusta vivir sus propias experiencias.

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Ingeniero de Sistemas e Investigador del Pensamiento Humano y las emociones, y como estas influyen en las decisiones que tomamos cada segundo para tener éxito o fracaso.

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