Retoma el control de tu vida. Estrategias efectivas para el control emocional

Mostrando las entradas con la etiqueta bien. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta bien. Mostrar todas las entradas

lunes, 19 de septiembre de 2022

El bien y el mal de la humanidad



El bien y el mal de la humanidad

Una de las cosas que más se ha perdido en la actualidad es la confianza en el prójimo. 


La gente ha perdido el honor, basa su vida en mentiras y estafas. 


Todo esto ha traído como consecuencia que uno quiera más a las mascotas que a las personas. 


Y eso que no hemos hablado de las infidelidades y engaños amorosos. 


El caso es que, en la actualidad, todos desconfiamos de todos y creemos que estamos rodeados de pura bazofia humana. 


¿O te atreverías a realizar negocios con desconocidos solo de palabra? 


Bueno de hecho hay personas que los hacen mediante las redes sociales. 


Pero finalmente son víctimas de estafas. 


En mi caso TODOS los días tengo que lidiar con intentos de fraude, donde el común denominador es primero conectar emocionalmente conmigo. 


Y apenas exista la confianza, entonces de una, allí te meten el “negocio” de tu vida. 


El que te va a volver multimillonario. 


Sin embargo, creo que todos hemos escuchado historias donde nuestros abuelos hacían negocios de palabra. 


Y tenían las pelotas para cumplir lo que prometían. 


Casi que “igualito” a la actualidad. 


Y teniendo en cuenta todo esto, uno se pregunta, ¿qué pasó entonces con el honor y los valores en el ser humano? 


Así pues, es inevitable preguntarse ¿el ser humano es bueno o malo por naturaleza? 


Pues te cuento que hace unas semanas atrás me di a la tarea de encuestar a varios amiguitos. 


La encuesta tenía solo 2 preguntas. 


El ser humano es bueno o malo y si las personas que te rodean son buenas o malas. 


Para mi sorpresa y aunque un 5%, las personas aun creen que el ser humano es bueno, y que están rodeados de personas buenas. 


Y esto porque la gran mayoría no confían en su prójimo, precisamente por lo hablamos al inicio. 


El 95% restante se inclinaban más por la maldad del ser humano. 


A pesar de esto, se podría decir que casi la mitad estaba dividida en que su círculo también contaba con personas buenas. 


Y hasta aquí podemos llegar a la conclusión que el ser humano es malo por naturaleza. 


Pero esto me hizo recordar que, en clase de ética profesional en la universidad, nos tocó realizar un ejercicio. 


El profesor nos entregó un texto, titulado EL HOMBRE, LOBO O CORDERO, para que escribiéramos un ensayo. 


En resumen, este texto afirmaba que el hombre mientras está con la manada, es un corderito manso. 


Pero si tomamos uno de esos corderitos inocentes, y lo subimos a dirigir al resto, es aquí cuando se transforma en lobo. 


Mira en los años en que llevó este hobbie de la investigación del pensamiento humano y las emociones he podido notar que esa voracidad que tiene el ser humano al subir de nivel, se debe a sus carencias. 


La mayoría de personas en la cúspide son sedientos de poder. 


Y uno puede preguntar que, si ya lo tiene todo, porque aún permanece con ese comportamiento de carencia. 


Si observas, absolutamente TODOS queremos vivir en paz y armonía con los demás. 


Incluso ante los problemas, todos tratamos evitarnos los choques físicos. 


Y cuando lo hacemos, así hayamos “ganado” la pelea, te aseguro que el resto de nuestro día ha quedado arruinado. 


Incluso podemos pasar días pensando en que no debimos agredir a esa persona. 


O con solo discutir con alguien en el tráfico hace que nos sintamos mal por el resto del día. 


Y esto ocurre porque en nuestro interior TODOS queremos vivir en paz y armonía con nuestro entorno. 


Esa es la naturaleza humana. 


Queremos mantener un equilibrio entre salir adelante y armonizar con otros para que también salgan adelante. 


Y quizás en este punto me estés diciendo “Gabrielito lindo, la gente quiere que progreses, pero no más que ellos”. 


Bueno en eso si tienes toda la razón. 


Pero aquí es cuando se mezclan otras cosas en nuestra vida como por ejemplo la envida, los celos, etc. 


Pero a nivel básico, lo que todos deseamos es comprar la paz de nuestra alma. 


¿Sabías que detrás de todos los deseos que tienes, está ese propósito? 


Si quieres por ejemplo una casa, mucho dinero o lo que sea, analiza por qué al tenerlo quieres una nueva cosa. 


Es como si fueras “un barril fondo” y persiguieras constantemente cosas. 


Cuando eres consciente que detrás de eso que buscas está la paz de tu alma, observa como algo en ti se comienza a aquietar. 


Si te pasa eso en este momento házmelo saber en los comentarios. 


O sino te pasa comenta, nada sigo igual, !quiero más! 


Mira tú, al igual que el resto de personas tienen más bondad y amor en el corazón de lo que creemos. 


Por ejemplo, ¿por qué no te enamoras de mí? 


Porque tienes miedo de que te haga daño o que te pueda abandonar o cambiar por otra persona “mejor”. 


Y lo mismo me pasa a mí. 


No me enamoro de ti porque no quiero que me hagas daño. 


Y en esto de la prevención es que la humanidad actualmente está perdiendo el tiempo. 


Nadie quiere dar el primer paso y todos estamos esperando que alguien lo haga. 


Y lamentablemente con ese pensamiento, nada va a pasar. 


Todo va a seguir exactamente como esta. 


Así que quiero animarte, mediante esta información, a vivir sin ese miedo a dar sin recibir algo a cambio. 


Cuando das lo mejor de ti, la vida se encargará de guiarte a personas que vibran bajo tu misma frecuencia. 


Recuerda que, si tu vida está rodeada de personas “malas”, es porque algo en tu interior las está atrayendo a tu experiencia de vida.

Comparte:

lunes, 16 de noviembre de 2020

La ética del mal



La ética del mal

Una de las cosas que más se ha preguntado el ser humano es si el concepto del bien o el mal es natural.


De hecho, para los antiguos filósofos, el estudio de esto derivó en algo que conocemos en la actualidad como la ética.


Esto se enseña en los grados superiores de la educación básica secundaria y en las universidades.


Y es por eso que hemos escuchado decir mucho el término “ética profesional”.


Sin embargo, nos puede surgir la pregunta, ¿si el concepto del bien o el mal son naturales, por qué se le han dedicado años de estudio y reglas para cumplir con esto?


¿No se supone que, si algo es natural, se viene con eso y no se necesita consideración?


Por ejemplo, hablemos de la respiración. Nadie te enseña a respirar. Es algo totalmente natural.


El hambre es algo natural que nadie te debe enseñar como sentirla.


Simplemente fluye en tu vida y tú buscas lo necesario para calmar esa necesidad.


¿Entonces por qué debemos estudiar el bien y el mal para determinar qué es lo correcto en nuestras vidas?


Recuerdo que hace muchos años conocí a un joven keniano que se encontraba en mi país de intercambio universitario.


Él estaba en ese momento, estudiando antropología en la capital y llegó en una oportunidad a contar que era el hijo número 22 de un matrimonio de 12 esposas.


La verdad yo estaba impresionado en ese momento y le pregunté cómo hacían para vivir de esa forma.


Él me explicó que en su país si un hombre podía sostener una esposa, le era permitido casarse con ella.


Así que, de acuerdo al poder adquisitivo de un hombre, se le permitía tener la cantidad de esposas que pudiera sostener.


En cambio, en occidente esto es considerado un delito.


Como sabemos, aquí no es permitido tener ni siquiera dos esposas. Y para efectos legales si quieres casarte nuevamente, primero debes divorciarte.


Lógicamente esto es en la norma, porque en realidad muchos matrimonios viven la infidelidad.


Yo diría que el problema no es tanto la infidelidad de alguien sino el someterse al estrés de las mentiras y engaños para poder “disfrutar” de otra relación.


En esto, los seres humanos aún nos basamos en el instinto básico de supervivencia.


Con esto me refiero que hacemos caso a nuestra naturaleza de procrear y conservar la especie.


Al menos desde el punto de vista de los hombres, así tengamos pareja, nos fijamos en otra mujer en la calle.


Esto no lo hacemos por maldad, sino porque la biología en este aspecto es bastante fuerte en nosotros.


Podríamos decir que, respecto a la biología, la mujer busca más la conservación de la especie en encontrar un protector para ella y sus crías.


Al fin y al cabo, la responsabilidad de cuidar la vida en la naturaleza pertenece al lado femenino.


A pesar que la biología es un patrón bastante fuerte en nosotros, recuerda que el factor humano es impredecible y siempre nos sorprende con sus excepciones.


¿Ahora bien, cómo podemos saber si algo es bueno o malo tanto para nosotros como para las personas que nos rodean?


Respecto a esto, hace algunos días, un buen amigo me compartió un vídeo para estar alerta a los fraudes que hacen con medios digitales.


Este consistía en enviar un mensaje de texto a gran cantidad de teléfonos desconocidos con el fin de pescar una víctima.


La “carnada” de esto va desde tarjetas débito para gastar en cualquier establecimiento, pasando por viajes y finalmente vehículos nuevos.


Nosotros podemos llegar a pensar que hay que ser bastante ignorante para caer en eso.


Lamentablemente la mayoría de personas en América Latina son bastante creyentes en que la suerte les puede sonreír y dar un premio aparentemente de la nada y sin participar en sorteos.


Para poder reclamar el premio, la víctima tenía que realizar un giro de dinero a un personaje.


La “víctima” como se había dado cuenta de la estafa, simplemente siguió el juego y obtuvo los datos del receptor del dinero para denunciarlo posteriormente.


Una vez que el estafador se vio sorprendido con la pregunta del por qué hacia esto, simplemente respondió, yo no lo estoy obligando a nada.


Esta persona, aunque sabía que estaba haciendo algo incorrecto, acudió a la ética del mal.


Es como si la persona estuviera acudiendo a la disonancia cognitiva con el fin de alivianar su culpa.


El término “ética del mal” puede sonar un poco contradictorio, pues desde el punto de vista de la filosofía Platónica, nadie puede hacer el mal conscientemente, salvo que lo haga por ignorancia.


Sin embargo, podemos llegar a “calmar” nuestra conciencia auto engañándonos para decir que no pasa nada si hago esto o lo otro que en teoría podría estar perjudicando a alguien.


En otras palabras, somos conscientes del mal, pero intentamos lavarnos la cabeza disminuyendo los posibles daños a terceros.


Es por eso que frases como “eso no pasa nada”, “otros lo hacen”, “quien lo manda a dar papaya” o “quien lo manda dejarse robar”, etc., hacen parte del vocabulario popular.


Desde mi punto de vista, si quieres saber si algo es bueno o malo, simplemente pregúntate si te gustaría que alguien te hiciera lo mismo.


Si la respuesta a esto es positiva, definitivamente es algo que te conviene no solo a ti sino a las personas que te rodean.


Si no te gustaría que te hicieran algo, por más que otros se justifiquen que la mayoría lo hacen, es en verdad perjudicial.


Así que quiero animarte mediante esta información a vivir con valor.


Nunca actúes como un cobarde, sin valor ni honor, que espera de la vida lo mejor, cuando sabe que inconscientemente no es merecedor.

Comparte:

lunes, 2 de diciembre de 2019

Por qué las cosas no me salen bien



Por qué las cosas no me salen bien Nuestra mente está constantemente creando nuestro exterior. Nunca ocurre que sea nuestro exterior el que crea nuestra mente.

Como la mayoría de personas no comprenden esta información o no la conocen es la razón por la cual reaccionan constantemente a lo que ocurre en su entorno.

Lamentablemente todos los pensamientos de la mayoría trabajan en función de lo que están viendo en su entorno.

Por ejemplo, una de las cosas que más abunda en nuestro mundo es el dinero.

Sin embargo, gran parte de la humanidad padece de carencias económicas.

Una persona con problemas de dinero te dirá que la carencia es real.

En cambio, una persona con solvencia económica te dirá que ganar dinero es muy fácil.

Esto es similar cuando le preguntamos a una persona enferma y a otra saludable, si es más real estar enfermo o sano.

Debido a este ciclo sin fin, entre pensamientos y entorno que se retroalimenta constantemente es que muchas personas no solo dudan de sus capacidades y pensamientos positivos, sino que invitan a otras personas a dudar también de ellos mismos.

Como quien dice, si yo estoy mal, nadie tiene porque estar bien.

El problema de todo esto es que nuestras emociones les dan mucha realidad a nuestros pensamientos.

Las emociones y los pensamientos, junto con los resultados de los que vemos en nuestro entorno, es lo que crea nuestra percepción de las cosas.

Así pues, esta información de regreso en nuestro cerebro es lo que nuevamente va creando más de lo mismo y por eso pensamos que no sirve de nada pensar en positivo.

Puede que tu digas, pero si es imposible por ejemplo salirse de la situación de un país y estar mejor solo con pensar positivo.

Aquí podemos ver dos situaciones que afectan lo que sigamos viviendo.

La primera es el autoengaño de decirnos “soy positivo”, cuando en realidad tu mente está enfocada más en el miedo que producen las malas noticias e información que recibes de terceros.

Recuerda lo que acabamos de mencionar anteriormente. Pensamientos y emociones son los que crean percepciones.

No te ganas nada con decir que eres una persona positiva si lo dices con miedo a obtener resultados adversos.

Lo segundo es la negatividad o la sensación de imposible de desconectarse de una situación.

Por ejemplo, en mi entorno hay problemas y situaciones negativas como en cualquier país del mundo.

A pesar de esto, veo como personas a mi alrededor prosperan en todos los ámbitos de su vida.

Puede que tú me preguntes si en mi caso como percibo estas cosas o ¿qué he estado haciendo para salirme de situaciones adversas, sin que estas me afecten?

Honestamente yo pasé por ese mismo proceso de “ser positivo”.

Una cosa era lo que decía y otra totalmente diferente lo que sentía y percibía al respecto.

También tenía a mi lado personajes que eran más negativos que el signo menos y constantemente decían que pensar positivo no servía para nada y bla bla bla…

Y sobre todo me sentía devastado con el cuestionamiento “tú que eres tan positivo, ¿por qué las cosas no te salen bien?”.

La verdad ante esto, la mayoría de personas desisten y aceptan “la verdad” que les está mostrando alguien más y desisten de formar un nuevo hábito de pensamiento.

El truco de nuestra existencia son los hábitos.

Si tenemos buenos hábitos, nuestra vida será buena y si tenemos hábitos malos, adivina como será tu vida.

En mi caso, no se si es porque desde hace mucho tiempo solo escucho mi voz interior o tal vez es porque tengo fama de terco, pero a pesar de la negatividad de mi entorno intenté pensar de forma positiva.

A la final y cuando menos me enteré lo hacía de forma automática por que instalé nuevos y buenos hábitos de pensamiento en mi vida.

No te voy a engañar que esto pasó rápidamente y sin esfuerzo.

Pero como reza el sabio dicho “la constancia vence lo que la dicha no alcanza”.

Los beneficios de esto es sentir que la suerte siempre te acompaña y que todo te sale bien.

Cuando estudiamos el cerebro humano, nos damos cuenta que este no procesa todos los datos que recibe de su entorno.

Es como si nuestro cerebro fuera un filtro que solo interpreta las cosas que son importantes para nosotros.

Por ejemplo, si para ti es importante un carro de un momento a otro comienzas a ver ese auto en todas partes, como si te estuviera persiguiendo.

O quizás alguien importante para ti está en embarazo y comienzas a ver cantidades de mujeres en embarazo, como si esto te persiguiera.

Así mismo sucede con cualquier cosa que le damos importancia en nuestra vida.

Y no es que haya pocos carros, casas, personas en embarazo, etc.

Esto está allí todo el tiempo, solo que tu cerebro ahora sí lo capta pues esta información comienza a ser importante para ti.

Vas comprendiendo porque las cosas no te salen como las esperas?

¿Comienzas a ver la importancia de enfocarte solo en lo que deseas vivir, ignorando lo que te molesta de tu entorno?

Así que te animo mediante esta información a pensar y sentir únicamente aquello que te gusta.

El bien y el mal están presentes en nuestro mundo, pero tu cerebro sólo va a interpretar aquel que sea importante para ti.
Comparte:

lunes, 13 de agosto de 2018

Usando tu talento para servir y no para mendigar



Usando tu talento para servir y no para mendigar Hace un par de años, estaba con un pariente viajando en un vehículo. Y en medio del tráfico vehicular, se nos acercó una mujer que se sostenía mediante ventas ambulantes de dulces.

La señora se dirigió a mí rogándome que le colaborara mediante la compra de una caja de su surtido.

La verdad sentí mucha lástima por la señora, pero a la vez me di cuenta del error que muchos cometemos cuando realizamos nuestro trabajo.

Le dije a la señora “me permite darle un consejo sobre sus ventas?”, a lo cual ella aceptó encantada.

Le expliqué que lo que estaba haciendo, no era para pedir o mendigar dinero, sino para prestar un servicio o reparar una necesidad.

Primero debía hacer consciencia de eso y posteriormente cambiar la actitud de auto-lástima por el servicio o reparación de una necesidad del prójimo.

Por ejemplo en su caso, debía ofrecer su “servicio” o productos comestibles como una opción a refrescar la boca después de almuerzo, ya que no se tiene en el tráfico acceso al aseo dental.

Todo esto me hizo pensar en la forma como millones de personas cada día al rededor del mundo enfrentan sus tareas diarias.

La gran mayoría de nosotros, y me incluyo porque años atrás lo hacía, nos quejamos de nuestras labores.

Peleamos con nuestros jefes y al final hablamos mal de todo y todos los que nos rodean en el diario vivir.

Pero el día de pago ocurre un milagro y somos los primeros en verificar si ya nos han consignado el dinero por nuestra “ardua labor” y “esfuerzo” realizado.

Algunos pasan toda su vida viviendo de esta forma y otros se la pasan cambiando de trabajo esperando encontrar en el siguiente la paz laboral que tanto anhelan.

Teniendo en cuenta esto, nuestro talento o servicio debe ser para eso y no para ir tras el dinero.

Y atención, no estoy diciendo que debemos realizar nuestras labores gratis o a cambio de nada, pues es absurdo. Debemos buscar el equilibrio entre hacer lo que amamos y ganar dinero por ello.

Pero si quieres dinero, el servicio debe ir como prioridad para que este fluya de forma abundante en tu vida.

Entre más amor y entrega pongas en tus labores, estás serán mejor recompensadas.

Existe un dicho que le escuche a un gran amigo hace años y reza: “quien hace más de lo que le piden termina ganando más de lo que espera”.

Y quizás me puedas decir en este momento que no te gusta entregar todo pues en tu trabajo actual no te valoran.

A otro amigo también le escuche decir que uno debe dar todo de sí mismo, si no se te valora, de seguro la Vida te abrirá el camino en otro sitio.

Por ejemplo si tu trabajo es responder llamadas, realízalo con todo el amor y pasión que puedas tener. Quizás donde estés actualmente no veas resultados, pero alguna de esas personas con las que hablas en tus llamadas, puede ver tu pasión, entusiasmo y amor por lo que haces y te puede abrir las puertas a una nueva oportunidad.

Pero cómo podríamos generar entusiasmo y pasión en algo que realmente no deseamos?

Respecto a esto, desde que era un niño siempre le escuche decir a mi señor padre que la mejor forma de hacer una tarea era jugar. Es decir usar la imaginación para hacerla.

Por ejemplo, en mi caso, he sido muy casero. Personalmente no soy bueno viajando, pero años atrás me tocaba viajar mucho.

Recordando el truco que me enseño mi padre, decidí jugar que era un personaje importante el cual tenía que cumplir citas por sus compromisos.

Esto hizo que dejara el malestar, pues recuerda que la mente cree todo lo que visualizas.

Quizás las primeras veces no sientas cambios en tus emociones, pero un evento realizado una y otra vez en tu diario vivir finalmente terminará convenciendo a tu cerebro de una nueva “realidad”.

Alguna vez has estado en una situación donde odias tu trabajo, pero lo pierdes?

Cuando quedas cesante y va pasando el tiempo y no obtienes un nuevo trabajo, comienzas a desesperarte y anhelas aunque sea tener ese trabajo que tanto odias.

Pues esa es la actitud con la que debes enfrentar tus tareas cada día, con entusiasmo, anhelo y deseo de hacer las cosas bien.

Así que te animo mediante esta información a utilizar tu talento para servir y no para mendigar. Nosotros podemos hacer de esta vida un jardín de juego como en nuestra niñez o también podemos volverla un infierno. En ambos casos siempre estamos usando nuestra imaginación.
Comparte:

Comprar PBA

Compra BPA

Contáctame

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Donaciones

Acerca de mí

Mi foto
Ingeniero de Sistemas e Investigador del Pensamiento Humano y las emociones, y como estas influyen en las decisiones que tomamos cada segundo para tener éxito o fracaso.

Notificaciones Telegram

Telegram
Canal Ingeniero Gabriel Salazar / AUTOPODER Recupera tu Poder Interior

Para recibir el vídeo de cada lunes en tu Telegram:

Ingresa a:
t.me/autopoder1
t.me/IngenieroGabrielSalazar
Grupo Telegram:
t.me/+Z7ZMi8tw4WdjYTcx

Vídeo Bienvenida

YouTube

Copyright © Ritmo Positivo 2009 - 2024. Con tecnología de Blogger.