Retoma el control de tu vida. Estrategias efectivas para el control emocional

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lunes, 1 de enero de 2024

La verdad sobre la compra compulsiva. Es una forma de autoafirmación o una señal de inseguridad?



La verdad sobre la compra compulsiva. Es una forma de autoafirmación o una señal de inseguridad?

Muchas veces queremos vivir bien, pero en ese proceso parece que nos metemos la pata para seguir viviendo mal. 


Como si una fuerza desconocida nos estuviera impulsando para que cometiéramos un error tras otro y arruinarnos la vida. 


Por ejemplo, hace algunos días un bueno amigo me contó que años atrás iba a realizar la compra de un automóvil. 


Paralelamente una amiga suya iba a realizar lo mismo. 


Con la única diferencia que ella quería un automóvil de lujo y totalmente nuevo. 


Mi amigo le recomendaba que no hiciera eso, y que mejor comprara un carro de acuerdo a sus capacidades económicas. 


Nuuuu, ese consejo le entré por un oído y le salió por otro. 


La señorita salió corriendo a endeudarse con el banco para poder comprar su auto nuevo. 


Como siempre, los primeros días todo felicidad. 


Pero con el paso de los meses la cosa se comenzó a complicar. 


Esta señorita ya se estaba complicando para pagar las cuotas del préstamo en el banco. 


Y mientras mi amigo pagó su automóvil de segunda mano, en efectivo y quedó sin deudas, ella cada mes vive en la incertidumbre si puede o no seguirlo pagando. 


La pregunta que nos interesa responder es: “¿Por qué compramos cosas para impresionar a los demás?”. 


Hay muchas razones por las que las personas compran cosas para impresionar a los demás. 


Algunas personas pueden hacerlo porque se sienten inseguras o tienen baja autoestima. 


Otras personas pueden hacerlo porque quieren encajar en un grupo social o parecer exitosas. 


No creo que sea necesario nombrar las conclusiones de esta triste historia. 


Lo más importante es que, ¿si sabemos que algo no está bien, y nos llevará al fracaso, por qué lo hacemos de todas formas? 


¿Puedes comprender como tus creencias influyen en las decisiones que tomamos? 


Desde muy pequeñitos hemos aprendido a complacer a los demás y ganar su aprobación. 


Eso lo seguimos haciendo en la actualidad. 


¿Qué necesidad tenemos de darle gusto a los demás, a causa de nuestro bienestar? 


Debemos ser conscientes que en esto juega un papel adicional la publicidad. 


Y la cultura del consumo en la creación de necesidades. 


Ahora no vayas a culpar a los comerciantes. 


Ellos al igual que tú, también necesitan comer. 


Al menos no te están obligando de forma directa a comprar sus productos. 


Eres tú mismo, con tu descontrol emocional, que te incita hoy a comprar una cosa y mañana la otra. 


Finalmente, el del impacto negativo eres tú y las personas que tienes a tu cargo y dependen de ti. 


El problema es que esto no solo afecta la economía tuya, sino tu salud mental. 


Finalmente, todo ese estrés termina afectando tu salud física. 


¿Y todo por qué? 


Por trata de impresionar a los demás. 


Mira la verdad a través de esta información quiero animarte a que dejes de sufrir por cosas que no valen la pena. 


Muchas veces estamos bien, pero nuestras creencias de malestar nos “pedalean” para que nunca busquemos el bienestar. 


La tranquilidad está a solo a una respuesta, y es responder “si hago esto, ¿qué sucederá después?”. 


Tómate siempre el trabajo de calcular tu siguiente paso y si este te va a traer bienestar o malestar.

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lunes, 18 de julio de 2022

El problema de las verdades y creencias absolutas



El problema de las verdades y creencias absolutas

Una de las cosas que más preocupa al ser humano es no ser engañado. 


Esto lo podemos evidenciar en la preocupación como maneja sus relaciones de pareja, sus relaciones económicas y hasta sus relaciones familiares. 


Así pues, para evitar ser “engañados”, nuestro cerebro usa puntos de referencia. 


Estos puntos de referencia son nuestras creencias. 


Aquellas que aprendimos desde nuestra infancia. 


Es por eso que la doctora Louise Lynn Hay afirmaba en sus estudios, que los padres son los dioses de nuestro universo. 


Y si observas, un niño es lo que sus padres le dan mediante su lenguaje hablado y también no verbal. 


Y esto es tan poderoso que incluso nuestros pequeños pueden aprender hasta nuestras fobias, debido a que copian todos nuestros pasos, “buenos y malos”. 


Hay que aclarar que en esta situación siempre tendrá más peso las acciones que las palabras. 


Por más que un padre le diga a su hijo que algo es incorrecto, pero este lo hace, el hijo imitará sus acciones. 


Por ejemplo, si yo le digo a mi hija que pasar mucho tiempo en videos juegos es algo negativo, ella al verme jugar se pasará por el forro mi recomendación. 


Y esta es la forma en cómo se van desarrollando las creencias en nosotros. 


Cuando somos adultos comparamos esa información almacenada durante años con la información que vemos o nos presentan. 


Y esto, hasta cierto punto está bien. 


Pero la parte negativa de esto es que al ser una creencia que proviene de nuestros “dioses”, vamos a tener la tendencia al fanatismo ideológico. 


Y tal vez me digas en este momento, “pero Gabrielito lindo, yo no le veo nada de malo en defender las creencias que obtuve de mis padres”. 


“Finalmente ellos siempre han querido el bienestar para mí”. 


Mira, eso está muy bien, pero ¿has considerado la posibilidad que dichas creencias sean incorrectas o más bien te estén perjudicando en tu éxito personal? 


¿Verdad que el solo hecho de responder a esta pregunta te general malestar? 


Y eso es porque definitivamente estarías cuestionando algo muy sagrado para ti. 


Mira por ejemplo el caso de una chica que afirma hablar en lenguaje alienígena y que se ha vuelto muy viral últimamente. 


TODOS, incluyendo a este inocente y tierno angelito, se ha burlado de ella o a compartido memes sobre este tema. 


De buenas a primeras hacemos esto y nunca nos detenemos a indagar por qué esta señorita realmente hace eso. 


Y tal vez me estés diciendo en este momento, “Gabrielito lindo, no seas tan drástico”. 


“Esto lo hacemos solo para divertirnos. Además, esa señora es una payasa y es un chiste”. 


¿Sabías que eso mismo le ocurrió al primero que dijo que la Tierra no era el centro del universo? 


Y atención, con esto no quiero decir que la señora esté en lo correcto. 


Existen altas probabilidades que ella esté haciendo esto con el fin de obtener ganancias económicas. 


También podemos darle el beneficio de la duda y que esté en lo correcto. 


Mira, el problema con nosotros es que tenemos unas posturas bastante absolutas, respecto a lo que creemos. 


¿Has notado todo el malestar que te generas por creer que tu equipo de futbol es el mejor? 


¿O que tu candidato político es el bueno y los demás son los malos? 


Y ni hablamos de tu religión “verdadera”. 


¿Ves cómo te puedes estar entorpeciendo tu camino hacia el bienestar con estas cosas? 


“Pero Gabrielito lindo, es que uno no puede andar de tibio por la vida, ¡sin definir un bando!” 


Pues eso también es una postura absolutista, la cual te han vendido como una creencia infalible. 


Recuerdo que, en mis épocas, cuando éramos tan inocentes, la gente o creía en Dios o no creía. 


De aquí vienen los famosos creyentes y ateos. 


Y de un momento a otro salió una corriente que me pareció muy inteligente llamada los agnósticos. 


Ellos sin necesidad de pelear y generarse malestar con otros no niegan ni tampoco aceptan la creencia en un Dios. 


Es algo como si Dios existe, lo felicito, si no existe, también. 


¿Sabes cuantos dolores de cabeza y hasta ulceras estomacales se evita una persona con esta postura? 


Y tal vez me digas “pero Gabrielito lindo, yo he visto que en este blog tú hablas mucho de Dios y de la importancia de creer en un poder superior, no creo que seas agnóstico”. 


Si, efectivamente si me vas a medir desde una postura absoluta, yo soy creyente en Dios. 


Pero no me gusta ir por allí de casa en casa tocando, diciéndole a la gente que creo en Dios. 


Eso a la gente no le va a importar, no les interesa. 


Y menos a mí me interesa convencer a nadie de la existencia de un ser supremo. 


Lo único que me interesa es transmitirte, mediante esta información, que si quieres vivir en bienestar, abandona las posturas y creencias absolutas en tu vida. 


No trates de convencer a nadie de tus ideas pues hay multitud de pensamientos y no necesariamente van a encajar con los tuyos.

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lunes, 28 de junio de 2021

El problema de las ideas y posturas absolutas



El problema de las ideas y posturas absolutas

En la actualidad vemos como la neofilia o la neofobia son tendencias que nos impulsan a pensar de una manera o de la otra. 


Este tipo de personas consideran que aquellos que no se quieren pasar a ningún bando son tibios. 


Y por supuesto, como dice en alguno de los textos sagrados de la humanidad, hay que “vomitar” a los tibios. 


En otras palabras, es “obligación” participar de un bando o del otro, y si no, te vas a ganar el desprecio de alguno de estos grupos de pensamiento. 


Como puedes ver, el radicalismo y los extremos se ven en todo ámbito de nuestra cultura. 


El origen de todo esto se encuentra en las ideas religiosas de nuestro núcleo parental. 


Para bien o para mal, las creencias que adquirimos en nuestro entorno son incuestionables para nosotros. 


Es por eso que nos ofende si alguien critica o ataca nuestras creencias, así no nos conste nada de lo que aprendimos. 


Respecto a esto, cuando aún me encontraba en la etapa universitaria, tuvimos una clase bastante interesante llamada metodología de la investigación científica. 


El profesor era un psicólogo peruano, el cual nos enseñó la pasión por la investigación y el cuestionamiento de los paradigmas. 


Recuerdo que en una oportunidad nos dijo que deberíamos hacer una investigación de campo sobre el tema de nuestra preferencia. 


Junto a una compañera decidimos realizar una encuesta sobre el nivel de tolerancia ideológica en la religión. 


Preparamos varias preguntas y la que más recuerdo en este momento era “¿si tu religión es la verdadera, por que las de otros no lo son?” 


Esta última pregunta se podría decir que era la columna de la investigación. 


Tenía dos propósitos y el principal era ver que tanto grado de tolerancia tenían las personas hacia las ideas de la “competencia”. 


El segundo propósito era que la persona pudiera darse cuenta si lo que creía era lo correcto. 


Es decir, qué tanto fundamento tenía en sus creencias para aceptarlas o simplemente fue porque alguien vestido de traje y corbata se lo dijo. 


Según recuerdo fueron más de 40 personas encuestadas y solo una se atrevió a cuestionar sus propias creencias. 


El resto daban una respuesta genérica similar a “MI RELIGION ES LA VERDADERA”, pero no justificaban por qué lo era. 


Increíblemente cuando encuestamos a nuestro propio maestro, su respuesta fue esta y no dio explicación alguna. 


Como puedes ver, nuestras ideas radicales nacen de nuestras creencias iniciales sobre la vida. 


A su vez, las personas que se hicieron cargo de nosotros, vivieron el mismo proceso. 


Y esta es la razón por la cual es tan complicado darles una justificación a nuestras creencias. 


No tenemos la más mínima idea de donde vinieron, ni como comenzaron, pero allí las defendemos a “capa y espada”. 


Este tipo de pensamiento no se queda solo en nuestras creencias religiosas. 


Con el paso del tiempo, va acaparando otros temas que no tienen nada que ver con la religión. 


Y es aquí donde adoptamos ideas que nos “parecen” correctas de otros que a su vez las aprendieron sin cuestionarlas. 


Es muy común ver esto en temas políticos y en deportes. 


Incluso lo he visto también en personas discutiendo sobre salud y enfermedades. 


Esto no solo, nos hace parecer unos tontos, sino que el verdadero problema es el malestar que nos genera hacia otros. 


Intentamos convencerlos de nuestra “verdad”, que piensen como nosotros “por su bien”. 


Lo más absurdo de esto es que ambas partes al final piensan que ganaron la discusión. 


Y cada uno se va para su casa creyendo que le gano al otro y sobre todo que lo convenció. 


Personalmente he visto amistades arruinadas y confrontaciones de por vida por causa de esto. 


Y aquí es donde te haría la pregunta, ¿quieres ser feliz o tener siempre la razón? 


Y puede que me preguntes entonces, pero Gabrielito lindo, ¿acaso no intentas cambiar los pensamientos de tus seres queridos por su bien? 


Mi respuesta es nuuuu. 


Ya pasé por eso y es una de las cosas que más te mete en problemas con las personas que amas. 


Eso es ganarse un malestar innecesario. 


Y si se equivocan, que pesar, pero cada uno es responsable de sus decisiones. 


Y esto no es egoísmo. 


Al contrario, es la mayor muestra de amor, pues le estarás dando la libertad a tus seres queridos de vivir su propia existencia. 


Ser feliz es super fácil. 


Consiste en vivir tu vida y dejar que los demás vivan la suya. 


Si realmente quieres que una persona viva y piense como tú, no es necesario que le digas nada, ni le cuestiones nada. 


Solo basta con estar callado y disfrutar tu vida. 


Automáticamente las personas que estén a tu alrededor van a querer seguir tus pasos pues observan que estas bien. 


Así que quiero animarte, mediante esta información a no permitir que tu ego imponga tus creencias sobre los demás. 


Trátese del tema que sea, a los demás les gusta vivir sus propias experiencias.

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lunes, 7 de junio de 2021

Donde se originan nuestras creencias y como afectan nuestra vida



Donde se originan nuestras creencias y como afectan nuestra vida

Hace algunos días, Isabellita me estuvo contando un punto de vista que aprendió en su materia de filosofía. 


Específicamente me habló del filósofo griego Empédocles, conocido por su teoría de los cuatro elementos. 


Esta teoría propone que los elementos son básicamente son tierra, aire, fuego, agua y cada uno de ellos estaba relacionado con un dios. 


Y sobre todo que el amor y el odio jugaban un papel muy importante en el equilibrio de estos elementos. 


También consideraba que el hombre estaba formado a partir de estos cuatro elementos. 


Y que la salud de una persona estaba relacionada con el equilibrio de estos elementos. 


Al proponer una relación entre estos elementos y los dioses, Empédocles estaría confirmando que cada ser humano es una divinidad. 


Sin embargo, el odio no lo dejaba acercarse a todo su potencial. 


Por lo tanto, esta experiencia física en la cual vivimos era considerada por él como un castigo. 


De inmediato le pregunté a Isabellita que era lo que acabada de desayunar y si le había gustado el sabor. 


Ella me respondió que si entonces le comencé a enumerar toda la serie de situaciones que los seres humanos damos por sentadas. 


Tales como el disfrute de los olores, sabores, colores, e incluso el disfrute que sentimos cuando hacemos nuestras necesidades fisiológicas. 


Y que decir cuando sentimos una atracción por alguien y nos enteramos que somos correspondidos. 


Esto no sólo nos llena de entusiasmo, sino que le da sentido a la vida en ese momento. 


Después de esto le pregunte a mi hija si consideraba que la vida era un castigo o en realidad era un divertido paseo el cual debemos aprovechar y disfrutar. 


Bueno, ella me dijo que existían las dos caras de la moneda al mismo tiempo. 


Esto me hizo recordar unas palabras que mi señor padre me dijo hace mucho tiempo, cuando me encontraba en un momento de crisis existencial. 


Textualmente me dijo “Gabrielito lindo, cada uno decide hacer de su vida, un cielo o un infierno”. 


Respecto a esto, en los momentos de crisis que vive mi país la mayoría de personas estás totalmente desesperanzadas, tristes y sin motivación alguna. 


Lógicamente otros están aprovechando la situación para hacer de las suyas y desfogar toda esa frustración acumulada. 


Todo esto ha hecho que servicios tan básicos como la recolección de basuras se vean interrumpidos. 


Sin embargo, este personal hace todo lo posible y en medio del caos hace poco pasaron recolectado las basuras de la calle. 


Uno de mis vecinos salió bastante contento a sacar su basura y me dijo “se alegra uno por cosas tan pequeñas”. 


Allí comenzamos a dialogar y le dije que lamentablemente los seres humanos nos acostumbramos al bienestar y la comodidad. 


Tenemos tantos privilegios que damos por sentados y solo el día que nos faltan, es cuando hacemos conciencia de ellos. 


Por ejemplo, el agua, la energía, el internet, o el hecho que tengas un dispositivo para ver esta información. 


Si observas cuidadosamente, esté donde estés, bajo la situación que sea, y si te fijas, los pájaros cantan cada mañana. 


Aun en medio de cualquier caos, siempre se ve la armonía. 


Y cuando te enfocas solo en dicha armonía esta poco a poco se va expandiendo alrededor tuyo. 


O acaso crees que lo que uno vive es producto de la casualidad. 


Mira nosotros llevamos años alimentando nuestra mente subconsciente con carencias, delitos, violencia que vemos cada día en los noticieros. 


Esta fue la razón por la cual desde el año 2006 decidí cortar con todo medio de comunicación. 


Inicialmente me sentía con esa extraña sensación de esta “desinformado”. 


Pero esa información lo único que hace es transmitirte mensajes de desesperanza, caos y más rencor. 


Nunca ves un mensaje de esperanza o positivo y ni hablemos de los comerciales que siempre te muestran que debes “sanarte” de algo. 


Si realmente quieres una mejor vida, así tu entorno este en caos, aprende a cortar con toda información que vaya en contra de ese propósito. 


En este universo físico tenemos todo lo necesario para crear cualquier experiencia. 


En cada uno está que es lo que realmente desea vivir.

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lunes, 28 de septiembre de 2020

Cómo se validan las creencias



Cómo se validan las creencias

A inicios del siglo 21 escuché por primera vez que todo lo que pensamos y mantenemos en nuestra mente tiene la tendencia a volverse real.


Sin embargo, cuando investigamos estos temas, a partir de los años 60 se comenzó a hablar que la mente puede crear y alterar la materia.


Mi hermano mayor aún recuerda que a la edad de 5 años mi señor padre nos decía frases tales como “la mente puede controlar todo”, o también “cerebro vs músculo”, haciendo referencia a que la mente era más fuerte que el cuerpo.


De hecho, cuando era niño, pude experimentar lo cierto de esta afirmación con un juguete “prohibido”.


Con esto me refiero que, por aquellos años, cualquier juguete bélico no estaba permitido en mi hogar.


Sin embargo, existía un juguete de este tipo que se lo había visto a otros niños.


A pesar de que era “imposible” para mi llegar a tenerlo, soñaba con este, me imaginaba que lo tenía y hasta ideaba formas de usar otros objetos para emularlo.


La sorpresa que me llevé por ver a mi señor padre llegar con este juguete estuvo alucinante.


Años más tarde, ya cuando estaba en la pubertad, llegó a ocurrir algo similar con otro objeto, pero esto ya no era algo bélico.


Sin embargo, antes de tenerlo buscaba recortes de este objeto en la prensa, imaginaba que lo tenía y cómo me sentiría cuando lo tuviera en mis manos.


Estoy seguro que tú mismo habrás experimentado este tipo de cosas en tu vida, tanto con cosas que consideras pequeñas, como con cosas más “grandes” y extraordinarias.


Esto no es magia. Todo esto tiene su lógica, y como puedes observar se trata de unir pensamientos con emociones y si le agregas imaginación, en este caso la “magia” de la vida te puede sorprender.


Sin embargo, a través de estos años de observaciones y laboratorios he podido notar que esto tiene un trasfondo más oscuro.


Con esto quiero decir que aquí interviene mucho nuestro ego para “ayudarnos” a cumplir nuestros deseos.


Si eres seguidor de este blog hace un buen tiempo, habrás aprendido que el ego no solo cumple la función de ayudarnos a encontrar nuestra valía en el mundo, sino también el derecho al triunfo en todo.


Es por eso que tienes la sensación siempre de ganar una discusión, competir con los demás y de ser posible ganarles con sus propias herramientas.


Esta es la razón por la cual, con tal que nuestro ego triunfe o tenga la razón, inconscientemente podemos hacer uso de nuestro poder interior y cumplir nuestros deseos.


¿Quiere decir que esto es malo? Si lo miramos desde el punto de vista que el fin justifica los medios no es necesariamente malo.


Al fin y al cabo, si una meta te lleva a la felicidad, esto será muy bueno, pues ese es el objetivo de la Vida.


El problema está es que en ese proceso pasemos por encima de otros provocándoles dolor.


Al final, como vimos en el tema anterior, VIVIENDO CON JUSTICIA, la Vida, tarde o temprano te borrará la sonrisa por el triunfo que has obtenido.


Así pues, nuestras creencias pueden llegar a cumplirse para validar nuestro ego.


Esto es un arma de doble filo pues si una persona es negativa, también se dará el caso que sus “sueños” de sufrimiento se hagan realidad.


Por ejemplo, hace años conocí una persona muy exitosa en las finanzas.


Yo la veía como una persona muy feliz y segura de sí misma.


Pero en una oportunidad hablando con ella, me dijo que no era tan feliz como aparentaba.


Afirmaba que sentía que las personas se le acercaban únicamente por su éxito financiero y que solo buscaban sacar provecho de su dinero.


Este era su mayor temor, su creencia y, por lo tanto, adivina ¿con qué clase de personas mantenía?


Exactamente la mayoría de personas que conocía buscaba sacar un provecho económico de ella.


A medida que fue pasando el tiempo, esta persona fue cambiando de expectativas, ¡cuando me conoció claro está! 😁 Y sus relaciones mejoraron notablemente.


Se dio cuenta que cada quien es responsable por lo que piensa y se dedicó a pensar mejor de las personas que conocía.


Como te podrás dar cuenta, buscamos validar nuestras creencias para decir de forma inconsciente “yo siempre tengo la razón”, así estas sean positivas o negativas.


Ya que sabes todo esto, ¿puedes ver la importancia de tener ideas, pensamientos y metas siempre en positivo?


¿Ves la importancia de creer en ti mismo(a), así te hayan enseñado y lleves mucho tiempo creyendo lo contrario?


Así que quiero animarte, mediante esta información a cambiar con todas tus fuerzas creencias que están haciéndote daño.


Lo que vivimos se siente muy real, gracias a nuestro sistema nervioso y a las emociones.


Por eso la pregunta si es más real estar sano o enfermo, vivir o no con abundancia, estar feliz o deprimido, depende de la perspectiva de la persona que responda.

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lunes, 20 de julio de 2020

El cambio de creencias limitantes mediante la aceptación



El cambio de creencias limitantes mediante la aceptación A pesar que los seres humanos llegamos a este planeta, prácticamente como una hoja en blanco lista para ser escrita, es un hecho que en el camino nos vamos llenando de mucha información que afectará nuestro desempeño.

Y no debemos olvidar que aun antes de nacer, estamos tomando del código genético de nuestros padres, mucha información que posteriormente nos afectará ya sea para bien o para mal.

Por ejemplo, muchas de nuestras fobias pueden provenir de la herencia paterno materna.

Al parecer ese fue mi caso con la belonefobia pues desde que tengo memoria entiendo que padezco de esto.

El hecho es que toda la información que vamos absorbiendo durante nuestra vida, va dándole forma a nuestras creencias.

Muchas de estas no son necesariamente buenas.

Por ejemplo ¿cuántos aprendimos por comentarios sobre el dinero que este estaba asociado con algo malo?

Esto lo pudimos aprender al ver a nuestros parientes tratar las deudas, hablar de ellas, quejarse por la situación o escuchar ¿qué se gana uno con tanto dinero y no poder disfrutarlo por estar enfermo?

De hecho, yo llegue a escuchar esta expresión de parte de una persona muy cercana a mi dónde recuerdo verme a una edad de unos 5 o 6 años decir que me gustaba el dinero.

Esta persona proponía una lógica sobre tener dinero, estar enfermo y no poder disfrutarlo.

Así pues, era más “rentable” estar sano y pasar hambre según mi pariente.

Uno puede estar adulto y decir con la lógica actual, pero ¿cómo vas a creer ese tipo de cosas?

Lamentablemente hablamos de la mente de un niño, que es bastante maleable y acepta cualquier información de su núcleo parental.

Al fin y al cabo, confiamos en las personas de nuestro grupo parental, pues han estado allí para alimentarnos, amarnos y cuidarnos.

De todo esto es que se crean las interpretaciones de nuestra realidad.

En el Universo no existe nada definido como bueno o malo.

Son nuestras creencias las que interpretan que algo sea de este tipo binario.

Por ejemplo, a mi se me enseño que la Navidad era algo malo, debido a conceptos religiosos.

A medida que fui creciendo y también me fui separando de estas creencias, la Navidad pasó a ser algo neutral en mi vida.

Hoy en día se podría decir que la veo con los “ojos de mi hija”, es decir que si ella se lo disfruta yo me siento satisfecho por ella.

Como una especie de haber cumplido el deber de generar bienestar en su vida.

Si observas, en este proceso ocurrió un cambio de perspectiva y el truco estuvo en la aceptación.

Con esto me refiero a que la aceptación de aquello que llamamos “malo”, nos puede cambiar una creencia destructiva para nosotros.

¿Y sabes porque es tan lógico que este cambio ocurra?

El Universo es como un eco que responde a lo que más atención tenga de nuestra parte.

Tú puedes querer dinero en tu vida, tener buenos vecinos, etc.

Pero si tu atención está puesta en que necesitas dinero y por eso lo quieres o que odias a esos vecinos molestos, ten por seguro que eso será lo que el Universo te seguirá dando.

Así pues, no se trata de lo que queremos, sino de la importancia que le damos a las cosas.

Por lo general nosotros si queremos algo es para escapar de su contrario y esto es lo que nos perjudica notablemente en nuestro avance.

Solo cuando aceptamos eso “malo”, lo que pensamos que no nos gusta sin resistirnos a eso es cuando comenzamos a ver lo bueno que hay.

Por lo tanto, lo bueno que estamos viendo ahora, es lo que llegará a nosotros, pues comenzaremos a darle más atención al bienestar.

Así que te animo mediante esta información a aceptar lo que no te gusta sin resistencia.

Entre más te opongas a algo, esto con mas fuerza se reflejará más en tu vida.
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lunes, 12 de agosto de 2019

La importancia de cuidar las palabras



La importancia de cuidar las palabras Todos los seres humanos tenemos la necesidad de ayudar y proteger a nuestros seres queridos.

Incluso esta empatía la podemos ejercer sobre personas ajenas a nuestro núcleo parental.

Como por ejemplo compañeros de trabajo, de estudio, vecinos y amigos que frecuentamos con regularidad.

Pero por más que nos esforcemos y por muy buenas intenciones que tengamos es inevitable tener conflictos con aquellos que intentamos ayudar.

En realidad, existe un dicho popular que resume esta situación en una simple frase:

“Todo el que se mete de redentor, sale crucificado”.

Si has seguido este blog por un buen tiempo, notarás que como consejo siempre recomiendo NO opinar sobre temas que no tienen que ver contigo.

En otras palabras, en vez de buscar solucionar la vida de los demás, es mejor ocuparse en solucionar nuestros propios asuntos.

Y no se trata de ser indiferente ante los problemas de nuestros seres amados.

Si realmente quieres buscar el bienestar de los que te rodean, ordena tu vida y se un ejemplo para ellos.

Automáticamente y de forma inconsciente les estarás dando permisos para que ellos te sigan y hagan lo mismo.

Y esto será posible sin decirles absolutamente nada o sugerirles siquiera algo a realizar.

Tristemente por más que quieras ayudar a tus seres amados no vas a poder pensar y elegir por ellos, lo que les conviene.

Y esto ocurre no porque ellos sean obstinados o que quieran llevarte la contraria.

Simplemente aquí interviene el sistema de creencias que ellos han adquirido con los años.

Para poder entenderlo mejor, imagina que una persona por ejemplo cree en unicornios (o algo difícil de demostrar), pero tú nada que ver con esta creencia.

Por más que dicha persona no tenga pruebas, pero tenga la creencia en ellos, vas a entrar en conflicto con esta.

Y si por ejemplo esa persona te pregunta “¿qué te dice tu corazón sobre si existen o no los unicornios?”

Así tú le digas que no crees, ella, por su sistema de creencias va a entender que tú también crees pues eso es lo que ella anhela escuchar.

Está necesitada de apoyo por sus creencias y por eso se “pega” de cualquiera de tus palabras para reafirmar su creencia en unicornios.

Respecto a esto, hace algún tiempo, una amiga mía me consultó un tema financiero.

La inquietud que ella tenía era, si estaba bien algo que estaba pensando realizar.

Yo le expliqué que no era experto en el tema, pero que, si quería ir a lo seguro, debía consultar con oficinas que tiene nuestro gobierno para dichos propósitos.

También le di mi opinión de acuerdo a la poca información que tenía sobre el tema de su interés y le mostré los inconvenientes que le podía ocasionar lo que tenía en mente hacer.

A la final hizo lo que ella estaba pensando realizar desde un principio.

Como puedes ver, ya había decidido que hacer. Simplemente estaba buscando reafirmar su convicción sobre el tema.

A la final sus decisiones la llevaron a generar malestar innecesario en su vida, cuando lo único que tenia que hacer era consultarlo con gente especializada en eso.

Es por eso que cuando intentes dar un consejo cuida mucho tus palabras.

Debido a su sistema de creencias tu vas a decir A y las personas estarán seguras que dijiste B.

Así pues, definitivamente tu mejor consejo hacia las personas que te interesan es tu propio ejemplo de vida.

Si das un consejo y la persona se equivoca siempre serás el malo de la película.

Así que te animo mediante esta información a seleccionar cuidadosamente tus palabras en tu comunicación.

Recuerda que las personas muchas veces no quieren escuchar tu consejo y lo que opinas, sino que están buscando reafirmar sus creencias.
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lunes, 26 de febrero de 2018

Cómo hacer que la gente cumpla tus deseos



Cómo hacer que la gente cumpla tus deseos En el año 2012 publiqué una entrada en este blog titulada LA IMPORTANCIA DE LA DISCRECIÓN EN LOS PROYECTOS Y METAS PERSONALES. Si no la has visto, te recomiendo darle una mirada que en resumen toca el tema de la consciencia colectiva y cómo esta puede afectar los resultados de nuestro entorno, incluyendo nuestras metas.

Si observamos cuidadosamente, las intenciones de las personas alrededor nuestro, pueden afectar negativamente nuestros deseos y proyectos, al tal grado que estos no lleguen a realizarse, aunque estuvieran a un paso de ser un éxito.

Sin embargo, existe la posibilidad de generar el efecto contrario en las mentes de las personas con el fin de cumplir nuestros deseos? Personalmente pienso que la respuesta a esto es un rotundo SI.

Para poder dar explicación a esto, uno de los textos sagrados de la humanidad expresa la siguiente frase “donde estás dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy en medio de ellos”. Si notamos este texto, hace referencia no a uno sino a varios reunidos con un propósito.

Y si has leído la entrada mencionada anteriormente verás la referencia del experimento para el estudio de la Conciencia Global que se lleva a cabo desde los años 70 la cual nos indica que independiente del propósito de dos o más personas reunidas con un mismo fin, la consciencia colectiva es capaz de alterar el curso de los eventos o energía que se mueva en el momento.

Por ejemplo en mi localidad existe una figura religiosa muy importante y cierto día del mes la gente de todas partes de mi país e incluso del extranjero vienen a reunirse para pedir por soluciones o también vienen a “pagar” por los favores recibidos visitando al santo de su devoción.

Si notas las intenciones de las miles de personas que van durante el día, meses y años son positivas, ya sea para sanarse de algo, pedir prosperidad, compañía, negocios, etc.

Para ilustrártelo un poco, el año pasado tuve un familiar gravemente enfermo. A pesar de mi educación que gran parte fue basada en el Método Descartes o por decir algo, en el principio de la Duda Metódica (partir del principio de que te están mintiendo) para llegar a la “verdad”, me acerqué a este ícono importante y le hice mi petición.

Para mi asombro, dos días después mi pariente evolucionó demasiado. Increíblemente cinco días después le dieron de alta y hoy en día se encuentra en un excelente estado físico. Honestamente yo pensé que esto fue coincidencia y le comenté a una amiga. Ella me dijo que le hiciera una petición para realizar algo y nuevamente dos semanas después se le concedieron las cosas.

Mi amiga por supuesto le comento a algunos allegados y pues ya sabes, me nombraron el “intermediario” oficial para peticiones.

Analizando todo esto pude recordar el experimento mencionado anteriormente sobre la Conciencia Global y pude llegar a la conclusión que tus propósitos se pueden llevar a cabo al momento que muchas personas se reúnan, en forma positiva.

Personalmente yo me considero un libre pensador, pero eso no quiere decir que soy cerrado a mi verdad o que piense que los que tienen o no religión están equivocados. En mi caso es frecuente ir a visitar sitios religiosos, independiente de las creencias que estos tengan, siempre y cuando dichas creencias sean para buscar el bienestar de las personas.

Así que te animo mediante esta información a que te conectes más con las personas y con las intenciones similares a las tuyas.
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lunes, 5 de febrero de 2018

Cómo cambiar creencias limitantes que afectan nuestro bienestar


Cómo cambiar creencias limitantes que afectan nuestro bienestar

Muchas veces nos sentimos apáticos, sin ganas de realizar nuestras tareas o incluso, sin ganas de realizar las cosas que sabemos que nos convienen y nos ayudarán a mejorar cada día. Este fenómeno no es exclusivo de pocos, sino del ser humano en general.

En algunas personas es más intenso que en otras. Quizás te hayas preguntado alguna vez, de donde proviene todo esto? Cada ser humano sin excepciones tiene un sistema de creencias. Con creencias no me refiero exclusivamente a ideas mitológicas, religiosas o similares.

Todo lo que haces a diario está basado en tu sistema de creencias. Allí está almacenado cuánto dinero debes tener, cuanto recibir, cuanto gastar. Como deben ser tus relaciones con los demás, con tu pareja, hijos, etc. E incluso como debe ser tu estado de salud en general.

Este sistema de creencias se ha formado durante los años de vida que llevas. Según los expertos en el tema, tu personalidad se forma entre los 5 a 8 primeros años de vida, es decir que a esa edad se estableció lo que más o menos tú serás de adulto y a dicha personalidad se irán sumando una serie de creencias que reforzarán lo aprendido o complementarán tu información dándole forma a tu universo personal.

Si en este punto has llegado a la conclusión que si no tuviste la mejor información durante dichos años estarás en problemas el resto de tu vida, te tengo 2 noticias. La mala noticia es que estás en lo correcto respecto a la conclusión que llegaste. La buena noticia es que el ser humano es programable. En otras palabras puede re-aprender aquello que está buscando para cambiar.

Sin embargo re-aprender, re-programar o cambiar tu información no es una tarea simple. Es algo que puede ser complejo tanto en tiempo, como en procedimiento. Por ejemplo en mi caso, yo me he tardado más que el promedio de las personas que pueden obtener cambios en pocas semanas. Pero lo único cierto es que al final todos podemos cambiar lo que queremos.

Las creencias en algunas personas pueden ser tan fuertes, que al momento de cambiarlas, les puede generar mucho malestar. Y quizás preguntes, esto por qué ocurre? Nuestro cerebro siempre va a buscar nuestra supervivencia. Todo lo demás no importa, esa es su programación primaria, es decir con la que venimos todos. Por eso es que en este blog, hemos denominado o más bien nombrado 2 estructuras mentales que traemos desde la concepción como Ego y Noble. Para mayor referencia de este tema te invito a leer la entrada DEFECTOS QUE NO ME PERMITEN RECIBIR LA ABUNDANCIA DEL UNIVERSO.

Respecto a esto, en mi caso, durante mi infancia el concepto religioso que tuve fue diferente al resto de mis amigos y compañeros de estudio. Esto a parte de formar un conflicto en esa edad (pues deseaba hacer lo mismo que mis amigos), posteriormente lo formó cuando decidí cambiarlo. En este cambio, incluyó culpa, depresión y hasta angustia.

Como vemos la programación al intentar protegerse, nuestro cerebro dispara emociones para que no salgamos de la zona de protección o supervivencia en que nos encontramos. Vas comprendiendo por qué a veces sentimos emociones de desgano, apatía, pereza o descontento sin aparente razón?

Quizás en este punto me digas, pero si yo no estoy intentando cambiar nada, porque siento estas emociones? Posiblemente tu vida cambió a partir de una perdida, ya sea de una persona, mascota, objetos, etc.

Una vez que “superamos” este tipo de emociones o más bien “pasamos” estos procesos, puede venir un sentimiento de rabia por la simple razón de haber aceptado estas ideas o creencias nocivas en nuestra vida. Esto también me ocurrió a mí, y aquí fue cuando me di cuenta del verdadero conflicto que tenía.

De casualidad me enteré de una autora que conocía y escribió sobre estos temas de la infancia que fue la doctora Louise Hay. De ella aprendí un sabio consejo y fue “hacer las paces con el Dios de mamá”. Esto quiere decir el Dios que te enseñaron en tu hogar cuando eras infante.

Y esto por qué es importante si ya somos adultos y podemos elegir nuestras creencias de éxito ahora? Mira, nuestras creencias aprendidas durante la formación de nuestra personalidad nos están acompañando y acompañarán mientras vivamos. De hecho nuestra personalidad y lo que somos actualmente proviene de dicha información.

Así que bajo ningún motivo podemos pelear con estas creencias pues nos vamos a generar mucho malestar o nos vamos a volver más disfuncionales. El truco en esto es hacer las paces con nuestro pasado. Negociar con nuestras creencias y adaptarlas a las nuevas. De lo contrario, al no resolver esto, nos va a generar mucho estrés, radicales libres y otra serie de químicos en nuestro cuerpo que pueden llevarnos no solo al malestar emocional, sino al físico produciendo dolencias y en algunos casos enfermedades.

Ahora vas comprendiendo por qué para algunas personas es tan complicado dejar de hacer algo a pesar de que esto le pueda estar haciendo daño o perjudicarlo? La conclusión es que examinemos que creencias nos están llevando al malestar y comencemos a reconciliarlas, adaptarlas a nuestros nuevos propósitos. Que por dónde comenzar? Te recomiendo lo que he probado y me ha funcionado. Date una visita por la página web de doctor Giordani. Allí vas a encontrar diferente material que te ayudará a cambiar tu vida.

Recuerda que si deseamos hacer ajustes en nuestra vida, debemos realizar el mismo proceso que nos llevó a creer lo que firmemente creemos ahora y es mediante información constante. Tú no puedes pretender leer un libro y con eso ya cambio tu vida. O comprar un video, audio, meditación, usarlo una o dos veces y esperar a que las cosas cambien por si solas. En realidad hay que hacer un trabajo serio y comprometido con uno mismo.

Recuerda que puedes tardar mucho tiempo, como en mi caso, pero si no comienzas hoy mismo, en unos años te quejarás de no haber comenzado este dia. En realidad el tiempo no debe preocuparte. Es algo bastante relativo y sin importancia. De hecho el tiempo es una fantasía en nuestra mente, pues en este momento de grabar el vídeo este es mi presente, pero al mismo tiempo es tu futuro. Cuando lo ves va a ser tu presento, pero para mí será mi pasado.

Lo único que importa es que al final lo estás viendo en este momento y este día puede ser el instante en que cambió todo para ti si tú así lo decides.
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lunes, 4 de septiembre de 2017

Aprendiendo a conciliar las creencias limitantes. La historia de Johannes Kepler


Aprendiendo a conciliar las creencias limitantes. La historia de Johannes Kepler

Casi todos escuchamos de gente emprendedora que a partir de la nada logran grandes hazañas. Esto va desde vendedores de objetos tangibles, pasando por desarrolladores de software, juegos, etc. hasta asesores de imagen y en general objetos intangibles.

Normalmente al escuchar estas historias de superación, nuestra alma se agita de emoción y nos sentimos animados a conseguir nuestros sueños. Pero cuando intentamos llevarlo a la práctica, nos encontramos con un gran muro emocional que podemos traducir en una simple pregunta: Y COMO? Es decir, como inicio, como lo logro, como consigo capital, etc.

Respecto a esto, cuando me encontraba en la Universidad preparando mi tesis de grado, di con una historia muy interesante sobre un personaje muy poco mencionado en la historia. El astrónomo matemático Johannes Kepler.

La historia mencionaba que este brillante personaje, dudaba mucho de las teorías del Universo aceptadas por la comunidad científica del momento. Es decir en aquel entonces se creía que los planetas tenían órbitas circulares. Sin embargo Kepler comenzó a observar que las figuras celestes no tenían este movimiento circular, sino más bien un movimiento elíptico. El comenzó a observar y medir tiempos de los astros y a sacar sus propias conclusiones de las cuales salieron las 3 leyes de Kepler.

Kepler sentó las bases del movimiento elíptico y sus respectivas ecuaciones matemáticas que posteriormente sirvieron para que el conocido científico Isaac Newton pudiera llegar a una mejor compresión y explicación de las leyes del movimiento Universal.

Cuenta dicha historia que Kepler reconfirmó una frase acuñada por Nicolás Copérnico sobre las bases de construcción del Universo diciendo “al parecer estamos frente a un Creador que gusta de las matemáticas”.

Sin embargo hay un detalle que cuenta la biografía que leí sobre el emprendimiento que tuvo Kepler sobre el movimiento astral. Kepler tuvo muchos inconvenientes con sacar a la luz sus teorías y tratados, ya que al ser una persona religiosa pensó que estaría ofendiendo a su Creador por contradecir las leyes de la física aceptada en el momento. Él padeció una gran culpa y frustración antes de publicar dichos estudios. Tuvo que luchar contra sus creencias más profundas a pesar de ser un científico.

De esta historia podemos sacar 2 conclusiones. La primera es que todos llevamos la fuerza de la Vida en nuestro interior. Dios, es decir la Vida misma se expresa mediante nosotros y siempre está buscando un incremento. Por eso notamos que la vida de nuestros antepasados está menos avanzada que la nuestra. Incluso nuestro modelo de vida de niños es menos avanzado que de adultos. Así pues, todos tenemos la facultad de cambiar el mundo, cambiar la historia y cambiar el rumbo mediante nuestra expresión y fuerza interior, tal como lo hizo Kepler y otros científicos de su época y posteriores.

La segunda conclusión es que todos tenemos creencias que pueden afectar esa expresión de incremento que la Vida misma está buscando constantemente. Observa lo que le ocurría a Kepler con sus creencias religiosas. Quizás tú me digas “pero no tengo esas creencias limitantes sobre Dios”, y aquí te pregunto, por qué no logras todo lo que te propones? Definitivamente tienes creencias que no te permiten avanzar tal como lo deseas. Es por eso que mediante esta historia te animo a que dejes tu huella en este Universo. Tu no viniste aquí solamente a trabajar como esclavo todo el día para anhelar un fin de semana y estar con tus amigos o familiares escapando de la realidad de la semana.

Comienza a examinar que te está impidiendo crecer y avanzar en lo que te propones. No te conformes con una vida mediocre en la cual ni siquiera tus hijos, nietos, vecinos y amigos te recuerden como alguien que dejó huella. Recuerda tu eres una expresión del Universo. El Universo es majestuoso, grande, maravilloso. No es mezquino, pobre o enfermo. Ni tampoco triste, deprimido o amargado.

Deja tu huella. No importa la que sea pero no permitas que el miedo, el enojo y la mediocridad al final te ganen y el día de tu muerte puedas decir “valió la pena vivir, fui un ejemplo de libertad, vencí al miedo y lo volveré a vencer donde quiera que me lo vuelva a encontrar”.
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Ingeniero de Sistemas e Investigador del Pensamiento Humano y las emociones, y como estas influyen en las decisiones que tomamos cada segundo para tener éxito o fracaso.

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