Retoma el control de tu vida. Estrategias efectivas para el control emocional

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lunes, 1 de enero de 2024

La verdad sobre la compra compulsiva. Es una forma de autoafirmación o una señal de inseguridad?



La verdad sobre la compra compulsiva. Es una forma de autoafirmación o una señal de inseguridad?

Muchas veces queremos vivir bien, pero en ese proceso parece que nos metemos la pata para seguir viviendo mal. 


Como si una fuerza desconocida nos estuviera impulsando para que cometiéramos un error tras otro y arruinarnos la vida. 


Por ejemplo, hace algunos días un bueno amigo me contó que años atrás iba a realizar la compra de un automóvil. 


Paralelamente una amiga suya iba a realizar lo mismo. 


Con la única diferencia que ella quería un automóvil de lujo y totalmente nuevo. 


Mi amigo le recomendaba que no hiciera eso, y que mejor comprara un carro de acuerdo a sus capacidades económicas. 


Nuuuu, ese consejo le entré por un oído y le salió por otro. 


La señorita salió corriendo a endeudarse con el banco para poder comprar su auto nuevo. 


Como siempre, los primeros días todo felicidad. 


Pero con el paso de los meses la cosa se comenzó a complicar. 


Esta señorita ya se estaba complicando para pagar las cuotas del préstamo en el banco. 


Y mientras mi amigo pagó su automóvil de segunda mano, en efectivo y quedó sin deudas, ella cada mes vive en la incertidumbre si puede o no seguirlo pagando. 


La pregunta que nos interesa responder es: “¿Por qué compramos cosas para impresionar a los demás?”. 


Hay muchas razones por las que las personas compran cosas para impresionar a los demás. 


Algunas personas pueden hacerlo porque se sienten inseguras o tienen baja autoestima. 


Otras personas pueden hacerlo porque quieren encajar en un grupo social o parecer exitosas. 


No creo que sea necesario nombrar las conclusiones de esta triste historia. 


Lo más importante es que, ¿si sabemos que algo no está bien, y nos llevará al fracaso, por qué lo hacemos de todas formas? 


¿Puedes comprender como tus creencias influyen en las decisiones que tomamos? 


Desde muy pequeñitos hemos aprendido a complacer a los demás y ganar su aprobación. 


Eso lo seguimos haciendo en la actualidad. 


¿Qué necesidad tenemos de darle gusto a los demás, a causa de nuestro bienestar? 


Debemos ser conscientes que en esto juega un papel adicional la publicidad. 


Y la cultura del consumo en la creación de necesidades. 


Ahora no vayas a culpar a los comerciantes. 


Ellos al igual que tú, también necesitan comer. 


Al menos no te están obligando de forma directa a comprar sus productos. 


Eres tú mismo, con tu descontrol emocional, que te incita hoy a comprar una cosa y mañana la otra. 


Finalmente, el del impacto negativo eres tú y las personas que tienes a tu cargo y dependen de ti. 


El problema es que esto no solo afecta la economía tuya, sino tu salud mental. 


Finalmente, todo ese estrés termina afectando tu salud física. 


¿Y todo por qué? 


Por trata de impresionar a los demás. 


Mira la verdad a través de esta información quiero animarte a que dejes de sufrir por cosas que no valen la pena. 


Muchas veces estamos bien, pero nuestras creencias de malestar nos “pedalean” para que nunca busquemos el bienestar. 


La tranquilidad está a solo a una respuesta, y es responder “si hago esto, ¿qué sucederá después?”. 


Tómate siempre el trabajo de calcular tu siguiente paso y si este te va a traer bienestar o malestar.

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lunes, 19 de septiembre de 2022

El bien y el mal de la humanidad



El bien y el mal de la humanidad

Una de las cosas que más se ha perdido en la actualidad es la confianza en el prójimo. 


La gente ha perdido el honor, basa su vida en mentiras y estafas. 


Todo esto ha traído como consecuencia que uno quiera más a las mascotas que a las personas. 


Y eso que no hemos hablado de las infidelidades y engaños amorosos. 


El caso es que, en la actualidad, todos desconfiamos de todos y creemos que estamos rodeados de pura bazofia humana. 


¿O te atreverías a realizar negocios con desconocidos solo de palabra? 


Bueno de hecho hay personas que los hacen mediante las redes sociales. 


Pero finalmente son víctimas de estafas. 


En mi caso TODOS los días tengo que lidiar con intentos de fraude, donde el común denominador es primero conectar emocionalmente conmigo. 


Y apenas exista la confianza, entonces de una, allí te meten el “negocio” de tu vida. 


El que te va a volver multimillonario. 


Sin embargo, creo que todos hemos escuchado historias donde nuestros abuelos hacían negocios de palabra. 


Y tenían las pelotas para cumplir lo que prometían. 


Casi que “igualito” a la actualidad. 


Y teniendo en cuenta todo esto, uno se pregunta, ¿qué pasó entonces con el honor y los valores en el ser humano? 


Así pues, es inevitable preguntarse ¿el ser humano es bueno o malo por naturaleza? 


Pues te cuento que hace unas semanas atrás me di a la tarea de encuestar a varios amiguitos. 


La encuesta tenía solo 2 preguntas. 


El ser humano es bueno o malo y si las personas que te rodean son buenas o malas. 


Para mi sorpresa y aunque un 5%, las personas aun creen que el ser humano es bueno, y que están rodeados de personas buenas. 


Y esto porque la gran mayoría no confían en su prójimo, precisamente por lo hablamos al inicio. 


El 95% restante se inclinaban más por la maldad del ser humano. 


A pesar de esto, se podría decir que casi la mitad estaba dividida en que su círculo también contaba con personas buenas. 


Y hasta aquí podemos llegar a la conclusión que el ser humano es malo por naturaleza. 


Pero esto me hizo recordar que, en clase de ética profesional en la universidad, nos tocó realizar un ejercicio. 


El profesor nos entregó un texto, titulado EL HOMBRE, LOBO O CORDERO, para que escribiéramos un ensayo. 


En resumen, este texto afirmaba que el hombre mientras está con la manada, es un corderito manso. 


Pero si tomamos uno de esos corderitos inocentes, y lo subimos a dirigir al resto, es aquí cuando se transforma en lobo. 


Mira en los años en que llevó este hobbie de la investigación del pensamiento humano y las emociones he podido notar que esa voracidad que tiene el ser humano al subir de nivel, se debe a sus carencias. 


La mayoría de personas en la cúspide son sedientos de poder. 


Y uno puede preguntar que, si ya lo tiene todo, porque aún permanece con ese comportamiento de carencia. 


Si observas, absolutamente TODOS queremos vivir en paz y armonía con los demás. 


Incluso ante los problemas, todos tratamos evitarnos los choques físicos. 


Y cuando lo hacemos, así hayamos “ganado” la pelea, te aseguro que el resto de nuestro día ha quedado arruinado. 


Incluso podemos pasar días pensando en que no debimos agredir a esa persona. 


O con solo discutir con alguien en el tráfico hace que nos sintamos mal por el resto del día. 


Y esto ocurre porque en nuestro interior TODOS queremos vivir en paz y armonía con nuestro entorno. 


Esa es la naturaleza humana. 


Queremos mantener un equilibrio entre salir adelante y armonizar con otros para que también salgan adelante. 


Y quizás en este punto me estés diciendo “Gabrielito lindo, la gente quiere que progreses, pero no más que ellos”. 


Bueno en eso si tienes toda la razón. 


Pero aquí es cuando se mezclan otras cosas en nuestra vida como por ejemplo la envida, los celos, etc. 


Pero a nivel básico, lo que todos deseamos es comprar la paz de nuestra alma. 


¿Sabías que detrás de todos los deseos que tienes, está ese propósito? 


Si quieres por ejemplo una casa, mucho dinero o lo que sea, analiza por qué al tenerlo quieres una nueva cosa. 


Es como si fueras “un barril fondo” y persiguieras constantemente cosas. 


Cuando eres consciente que detrás de eso que buscas está la paz de tu alma, observa como algo en ti se comienza a aquietar. 


Si te pasa eso en este momento házmelo saber en los comentarios. 


O sino te pasa comenta, nada sigo igual, !quiero más! 


Mira tú, al igual que el resto de personas tienen más bondad y amor en el corazón de lo que creemos. 


Por ejemplo, ¿por qué no te enamoras de mí? 


Porque tienes miedo de que te haga daño o que te pueda abandonar o cambiar por otra persona “mejor”. 


Y lo mismo me pasa a mí. 


No me enamoro de ti porque no quiero que me hagas daño. 


Y en esto de la prevención es que la humanidad actualmente está perdiendo el tiempo. 


Nadie quiere dar el primer paso y todos estamos esperando que alguien lo haga. 


Y lamentablemente con ese pensamiento, nada va a pasar. 


Todo va a seguir exactamente como esta. 


Así que quiero animarte, mediante esta información, a vivir sin ese miedo a dar sin recibir algo a cambio. 


Cuando das lo mejor de ti, la vida se encargará de guiarte a personas que vibran bajo tu misma frecuencia. 


Recuerda que, si tu vida está rodeada de personas “malas”, es porque algo en tu interior las está atrayendo a tu experiencia de vida.

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lunes, 4 de junio de 2018

La mejor educación para nuestros hijos



La mejor educación para nuestros hijos Como hemos visto anteriormente, uno de los mejores regalos que les podemos hacer a nuestros hijos y en general a los niños que nos rodean, es el ejemplo.

El ser humano no procesa tan rápido las palabras como las acciones cuando se trata de educar. Por ejemplo si le decimos a un niño que no fume y nosotros lo hacemos, el niño cuando crezca va a realizar por lo general el mismo acto que observó, sobre todo si este viene de una figura importante en su núcleo parental.

Sin embargo respecto a la educación académica, solemos preguntarnos cuál sería la mejor opción para nuestros pequeños.

Algunos padres optan por ingresar a sus hijos a los colegios más exclusivos de la ciudad. Otros no le prestan mucha atención a esto y optan por dejar que su entorno social contribuya a la educación académica del infante.

Y por último algunos que ni siquiera saben que son padres y se olvidan totalmente de sus hijos sin importarles que va a ser de ellos en el futuro.

Si observamos el proceso de la vida, todos nos preparamos desde la infancia para enfrentarnos a la sociedad. Esta preparación está dedicada de forma explícita sobre cómo vamos a manejar nuestra economía.

Con esto me refiero a que el sistema educativo nos prepara para ganar dinero y valernos por nosotros mismos.

En algunos casos o más bien instituciones educativas se le enseña a nuestros hijos a optimizar las finanzas.

Si el objetivo de la educación al final es aprender a trabajar y a generar ganancias sobre nuestro trabajo, entonces cual es el mejor modelo educativo que les podemos dar a nuestros hijos?

Respecto a esto, cuando era niño, en algunas oportunidades hablaba con mi padre sobre la importancia de la educación. Recuerdo que él me llegó a mencionar que mi trabajo por ahora era el de ser estudiante.

Yo le preguntaba por qué siendo mi trabajo, no estaba ganando dinero como él, pues al fin y al cabo ambos estábamos “trabajando”. No recuerdo mucho las respuestas que me daba sobre esto, pero decidí aplicarlo con mi hija.

Honestamente desde que era una bebé he intentado darle gusto a mi hija en todo. Incluso mi esposa me dijo muchas veces que hacer eso no estaba bien. Y en varias oportunidades le escuché decir a ella que los hijos deben ganarse las cosas.

La verdad esta expresión hacía que algo en mí se removiera pues en esos momentos pensaba que al darle todo a mi hija le estaría creando una consciencia de prosperidad.

Se puede decir que una característica buena que tengo es que a pesar del rechazo que tenga sobre alguna idea o creencia, tiempo después, tengo la costumbre de analizarla con cabeza fría en sus pros y contras que pueda representar para mí.

Así pues, pude racionalizar de nuevo la expresión que escuché de mi esposa sobre ganarse las cosas y me di cuenta del gran error que estaba cometiendo con la educación de mi hija.

Afortunadamente me di cuenta a tiempo, y decidí hacer un trato con ella.

En el colegio donde ella ha estudiado desde transición siempre se ha premiado los 5 primeros lugares, respecto al rendimiento académico general, así que le propuse que el 5to puesto le haría a ella ganar un juguete, el 4to puesto dos juguetes, y así hasta llegar al 1er puesto con cinco juguetes.

Esto la motivó tanto, que a partir de allí comenzó a mantenerse entre los 2 primeros puestos.

Sin embargo la niña fue creciendo y como es lógico los juguetes ya van siendo algo normal en su vida. Así que decidí hacer algo más avanzado con ella y fue cambiarle el plan de premios y a su vez subirle la dificultad a los premios.

Para este caso le dije que los juguetes ya no iban más, sino que le iba a dar dinero, a lo cual ella aceptó con más entusiasmo.

Sólo le iba a dar el premio siempre y cuando mínimo estuviera en el segundo puesto (unos $20 USD aproximadamente) y pues le doblaría el valor en el primer puesto.

Bueno a partir de allí ha sido tanto su entusiasmo que su nivel académico no ha bajado y siempre se gana el dinero. Y aproveché la oportunidad para enseñarle 2 importantes cosas básicas para su vida.

La primera es que su cerebro, junto con su esfuerzo y disciplina son los que le dan el dinero. Y segundo que siempre que reciba dinero ahorre una parte de él. Que no se lo gaste todo sino que aprenda a programarse para comprar lo que desea.

Posteriormente mi hija me confesó que en el colegió ganaba dinero extra haciendo dibujos y vendiéndole a compañeros, hasta que esta práctica se prohibió en su colegio.

Sin embargo lo que más me admira es que a pesar de ser aún una niña cercana a la pubertad, es que se reúne con una compañera a planear negocios sobre las plataformas tecnológicas que hay en la actualidad.

Quizás en este momento te estés preguntando si es buena idea hacer esto del dinero con nuestros hijos?

Para responderte a esto te hago una pregunta que tiene que ver con lo que mencionamos al inicio sobre el objetivo de la educación académica en nuestra infancia.

A que se enfrentarán tus hijos en el futuro? No es acaso con el dinero y las decisiones de gastarlo, ahorrarlo e invertirlo?

Estando en edades muy tiernas es lógico que ellos no comprendan mucho el tema del dinero, pero a partir de los 8 o 9 años en adelante ellos ya se encuentran en capacidad de hacer transacciones con el dinero, tales como recibir vueltas, pagar, prestar y cobrar.

Así que te animo mediante esta información a que comiences a planear el futuro de tus hijos y de los pequeños en tu entorno, pues recuerda que dando es como recibes.
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Ingeniero de Sistemas e Investigador del Pensamiento Humano y las emociones, y como estas influyen en las decisiones que tomamos cada segundo para tener éxito o fracaso.

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