En psicoanálisis existe algo conocido como actos fallidos.
Estos son considerados actos sintomáticos como errores, equivocaciones, olvidos momentáneos, pérdidas de objetos, etc.
Es decir que son el reflejo de la influencia perturbadora de ideas o deseos inconscientes.
Y estos, estarían expresando algo que conscientemente no queríamos decir o hacer.
Por ejemplo, cuando una persona es rechazada de forma romántica por otra.
Para que me puedas entender un poco mejor, cuando yo estaba en el colegio había una parejita de compañeros que se formó en el salón.
Al principio todo era muy bonito, pero ella se comenzó a cansar de él, pues era muy intenso.
Quería estar todo el día con ella y complacerla en todo.
Mas que un novio, este muchacho parecía un lacayo sirviendo a su princesa.
Así pues, la muchachita le dijo que final y no va más.
Obviamente él se sintió devastado, pues imagínate que la mujer que adoras ya no te quiere y encima estudian en el mismo salón.
Pasando los días todo el mundo comenzó a notarlo raro.
Me refiero a su aspecto físico.
Él era, digamos un poco gruesito y se puso a hacer ejercicio.
Pero en la cara se le notaba algo diferente.
Y en cierta oportunidad que me lo encontré, lo miré fijamente y se sintió algo incómodo.
Con sarcasmo me dijo: “sí, me he depilado las cejas”.
En este caso, estos intentos de cambio físico serian un acto fallido, que está gritando lo que conscientemente no quieres expresar.
Nuestras emociones son muy poderosas.
Más de lo que nos han hecho creer.
Y debido a esa energía que intentamos ocultar, estas salen a flote sobre todo por nuestro lenguaje no verbal.
Incluso los investigadores policiales utilizan el lenguaje no verbal para investigar a un sospechoso.
Esto puede proporcionar información sobre las emociones, las intenciones y la veracidad de los sospechosos.
Es por eso que los psicólogos que trabajan en el área de contratación de personal en la actualidad están solicitando las redes sociales del aspirante al cargo.
La red social de una persona, puede decir mucho de sus emociones e intenciones.
Mucha gente dice: “lo que yo publico, me lo encontré por allí, pero eso no quiere decir que pienso eso”.
Por eso dicen que el ser humano es tan sapo que se sapea el mismo.
Por ejemplo, hace días pude ver a una pareja de amigos que recién se habían casado.
Ellos no publicaron nada de su matrimonio, sino que discretamente daban pistas.
Digamos que este angelito por conocer estos temas se dio cuenta de inmediato que era lo que habían hecho.
Lamentablemente con el paso de los meses las publicaciones comenzaron a cambiar.
Por ser más emocionales, las mujeres sueles dar más información en sus redes sociales.
Y cuando una persona publica no cosas de ella, sino que comparte cosas de otros, respecto a un tema, es porque se identifica con eso.
Esto no quiere decir que si alguien publica un bebé es porque está en embarazo o desea estarlo.
Pero si este patrón se repite no solo una, sino varias veces, la cosa va por otro lado.
Efectivamente me encontré a estos amigos y ellos me confirmaron su separación.
Ahora no es que vayas a salir corriendo, de chismoso, a ver la frecuencia de publicaciones de tus amiguitos.
Si lo haces como ejercicio para analizar esta muy bien.
Pero deja esa información solo para ti.
No es para estarla compartiendo y formando chimes con los demás.
Esta es la razón por la cual los psicoanalistas utilizan los actos fallidos para comprender la vida inconsciente de sus pacientes.
Por supuesto, los actos fallidos no siempre son reveladores de la vida inconsciente.
Pero si constantemente realizas algo, existen altísimas probabilidades que eso es una forma de tu inconsciente sacar aquello que te perturba.