Retoma el control de tu vida. Estrategias efectivas para el control emocional

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lunes, 22 de marzo de 2021

Qué es el enojo y cómo puede alterar nuestra realidad



Qué es el enojo y cómo puede alterar nuestra realidad

El enojo se define como un estado emocional que puede ir desde algo leve, hasta la ira más profunda.


Y este estado emocional, nos afecta indefectiblemente en forma biológica.


Por ejemplo, a este nivel nos aumenta la presión sanguínea.


Y si este estado es nuestro común denominador, con el paso del tiempo conlleva al deterioro de nuestras arterias.


Además, aumenta la producción de sustancias químicas en nuestro cuerpo como la adrenalina y el cortisol.


Lo que alteraría el equilibrio natural de nuestro cuerpo y finalmente llevando al desequilibrio de nuestro sistema inmunológico.


Como quien dice, innecesariamente nos estaríamos ganando una enfermedad.


Como puedes ver, el enojo “altera” nuestro equilibrio.


Esto nos dice claramente que nuestro estado normal no es el enojo.


Entonces la pregunta importante es, ¿de dónde proviene este?


El origen de este es casi como el resto de emociones, es decir el miedo.


Cuando a un ser humano se le induce el miedo o siente miedo por algo, con el paso del tiempo esta emoción es cambiada por el enojo.


Es como si nuestro cerebro se cansara de sentir miedo y comenzara a enfrentarlo a través del enojo.


Hasta cierto punto, esto es bastante positivo, pues creo que, entre el miedo y el enojo, sentimos más poder en este último.


El miedo nos paraliza, mientras que a través del enojo podemos reaccionar más fácilmente.


El problema de todo esto comienza con la poca o nula información que tenemos de nuestras emociones.


Al “sentirnos” mejor o más cómodos en el enojo que en el miedo, no trascendemos esta emoción y nos quedamos allí.


Omitiendo las consecuencias biológicas que vimos inicialmente.


Incluso, hay individuos que se dan cuenta que a través del enojo pueden manipular.


Con esto quiero decir que poco a poco van notando que los demás hacen lo que ellos quieren, simplemente porque están enojados.


Es su forma de controlar y manipular a los demás.


Y aquí puede que te surja la pregunta, ¿si lo hago por manipular, esto me afectaría de todas formas mi salud en el tiempo?


La respuesta a esto es totalmente afirmativa.


Para tu cerebro, el rol que quieras tomar, ya sea de víctima o abusador, estaría creando tu realidad.


En otras palabras, tu eres lo que más practicas.


Finalmente, en eso te conviertes con sus respectivas consecuencias.


Puedes hacer el mismo experimento con la felicidad.


Si te acostumbras a sonreír constantemente y por cualquier motivo, te aseguro que ese rol se lo creerá tu cerebro y también cambiará tu percepción de la vida.


¿Has notado que cuando alguien conocido está pasando por una mala situación económica, tú puedes ver salidas donde esa persona está paralizada?


Eso es por la precepción que tienes sobre este instante de la vida.


En realidad, nada ocurre fuera de tu cerebro.


Todo está totalmente bien, pues si pudieras salirte de tus pensamientos en este instante, te darías cuenta que fuera de ti todo es perfecto.


Lo que nos “crea” los problemas son básicamente las creencias que aprendimos de terceros y nuestro historial de vivencias, reforzado por esas creencias.


Por eso es que muchas veces nos hemos preguntado, porqué X personaje es capaz de hacer cosas asombrosas, mientras yo me limito solo a observar.


Recuerda que las emociones es lo que permite sentir que la información en nuestro cerebro se sienta como real.


Por eso la pregunta sobre si es mas real ser pobre o rico, enfermo o sano, depende de la percepción que tengas en este momento sobre esos temas.


Quizás me preguntes en este momento, pero Gabrielito lindo, ¿si yo llevó muchos años practicando el enojo, como puedo deshacerme de él para tener una mejor percepción de la vida?


Yo te respondo que de la misma forma como iniciaste a practicarlo, así mismo debes practicar la felicidad.


Decir esto es facilito para aquellos que dominan sus emociones.


Pero algo que me ha ayudado hasta la fecha es una frase que aprendí de los Mantras del Dinero del señor Bob Mandel.


Uno de sus mantras en este libro es “puedo ver a Dios en cada persona”.


Cada vez que tengo la tendencia, por mi neurosis, a sentir enojo con alguien de inmediato pienso en esa frase.


Que tú eres ateo y no crees en Dios, pues no te dejes llevar por el concepto religioso de Dios.


Dios eres tú mismo, independiente de la religión o creencia que tengas.


Solo existe la Vida y cada uno de nosotros es una expresión de esta.


Así que somos la misma vida, viviendo diferentes experiencias o diferentes puntos de vista.


Pero este punto de vista funciona si y solo si lo practicas constantemente.


Tu quieres ser cantante, bailarín, deportista o lo que sea, no basta con cantar, bailar o jugar una sola vez en tu vida.


El secreto para realizar algo a la perfección es la práctica constante.


Así que quiero animarte, mediante esta información a no permitir que algo como el enojo, pueda impedir que el bienestar fluya en tu vida.


La felicidad no consiste en controlar todo o hacer que otros hagan nuestra voluntad.


La felicidad es el resultado de controlar las emociones y usarla a nuestro favor.

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lunes, 6 de abril de 2020

Cómo cambiar las cosas que ya no te gustan



Cómo cambiar las cosas que ya no te gustan Todos en algún momento nos sentimos inconformes con nuestra personalidad.

Nos gustaría por ejemplo no enojarnos tan fácil o tener mayor valor para tomar decisiones.

Muchas veces nos preguntamos por qué somos así y la respuesta ya la hemos tocado anteriormente.

La mayoría de nuestras acciones provienen de nuestra infancia.

Es allí donde aprendimos o mejor dicho absorbimos mucha información que determina la calidad de vida que tenemos en la actualidad.

Vimos a las personas más cercanas hablar del dinero de forma positiva o negativa y ya te podrás imaginar como son tus finanzas en la actualidad.

También si vimos a nuestros padres frecuentemente peleando o si se llegaron a divorciar por regla general, nosotros vamos a tener la tendencia a hacer lo mismo.

Y ni que decir de nuestra salud y cuidados que tendremos con nuestro cuerpo si la gente más cercana a nosotros fueron sedentarios o extremistas para comer.

Esto no quiere decir que si lo vimos en una oportunidad ya se nos quedó grabado para siempre.

Para que estos comportamientos llegaran a formar parte de nuestra vida, no solo los tuvimos que observar muchas veces.

También nosotros tuvimos que practicar estos comportamientos ya sea mediante acciones o a través de imágenes mentales.

Es por eso que los traumas funcionan. Me refiero a que, si te pasa un evento y no piensas en él, para ti no es importante, este no tendrá mayor trascendencia en tu vida.

Para que algo sea parte de nuestra vida, debemos repetirlo así sea en pensamientos de forma constante.

Ahora que ya sabemos esto, se nos viene a la mente que podríamos comenzar a crear nuevos patrones de comportamiento.

Pero la verdad decirlo es muy fácil, en cambio hacerlo es otra cosa.

Por ejemplo, digamos que quieres dejar de enojarte por todo.

Cuando intentas hacerlo de seguro te dará hasta mal genio tratar de sonreírle a la gente simplemente por que sí.

Así que cómo cambiar un patrón emocional tan fuertemente arraigado en nuestro interior.

El truco es hacerlo mediante cosas más simples y que no sean tan fuertes en tu vida.

Por ejemplo, si tu costumbre es levantarte y no tender la cama, comienza por algo tan simple como eso.

Y tu me dirás que tiene ¿qué ver el tender una cama con mi enojo?

Directamente no tiene nada que ver, pero a medida que dominas un hábito y creas uno nuevo, poco a poco vas a sentir la fuerza emocional para ir cambiando cosas más grandes.

Por ejemplo, a mi toda la vida me ha dominado la ansiedad.

Específicamente no se a que se debe esto, pero en mi mente siempre me anticipaba a los eventos antes que ocurrieran de forma anormal.

Incluso hoy en día a veces esa clase de anticipos mentales me pueden ocurrir, aunque puedo decir que domino un poco mejor esa parte.

Cuando hice conciencia de lo perjudicial que era esto para mí, comencé a tomar el control poco a poco en cosas simples.

Si tenía que presentar una tarea 5 o más días después, intentaba no pensar en dicho evento.

Al principio fue muy difícil, pero luego leí algo sobre esos temas y me di cuenta que un buen método para controlar la ansiedad era observar lo que sentía en ese momento.

De hecho, es un excelente “truco” para soltar cualquier otra emoción que te perjudique.

Observar es poner tu mente en que parte de tu cuerpo sientes la emoción que te afecta.

¿Sientes vacío, frío, soledad, sudoración, etc.?

La idea no es juzgar o analizar lo que estás sintiendo.

Es simplemente observar como si estuvieran observando algo que no es tuyo, que no tiene que ver contigo.

Cada vez que lo haces te darás cuenta que esa emoción pierde poder en ti y tu paz interior retoma el control.

Al principio puede que fracases, pero entre más lo hagas, te volverás experto.

Así que quiero animarte mediante esta información y mediante esta herramienta de observación a tomar el control de tu vida.

Si ya no te gusta algo ya sabes que puedes cambiarlo, sin necesidad de enfrentarte a ti mismo o pelear con tus emociones.
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lunes, 10 de febrero de 2020

Existen emociones destructivas?



Existen emociones destructivas? Las emociones son herramientas de interacción con el mundo que nos rodea.

Muchas veces nos indican cual es el camino que debemos seguir y en otras oportunidades nos llevan a tener grandes fracasos.

Cuando pasamos por este tipo de situaciones es imposible no cuestionarse, ¿será que las emociones son buenas o malas?

Y si no lo son, ¿habrá algunas que nos perjudiquen y otras que nos sirvan?

De acuerdos a mis investigaciones y observatorios sobre este tema, las emociones por su naturaleza no son buenas o malas.

Para hacer una comparación, estas son similares al dinero.

Este no es positivo o negativo. Todo depende del uso que le demos a este y sobre todo que al sentirnos apoyados puede aflorar nuestras verdaderas intenciones con los demás.

Por eso mucha gente se queja que X persona que conocen “cambió”, cuando obtuvo una gran cantidad de dinero.

En realidad, dicha persona “no cambió”. Simplemente se sintió apoyado para llevar a cabo su verdadera intención.

Así pues, las emociones no son buenas o malas para nosotros.

Todo depende del uso que les demos.

El problema es pasar demasiado tiempo en alguna de ellas, ya que nos desequilibran.

Así que en este momento es inevitable cuestionarnos, ¿entonces sentir demasiada alegría es nocivo para nosotros?

La respuesta a esto es totalmente afirmativa pues, así como pasar demasiado tiempo enojado o deprimido no es buena idea para nuestra salud en general, lo mismo ocurre si todo el tiempo estamos “alegres”.

Y atención, no quiero que confundas alegría con felicidad.

La felicidad es el resultado del equilibrio en tus emociones.

La alegría es más bien una sensación tal como la angustia o depresión.

Los seres humanos cada instante estamos tomando decisiones que le darán forma a nuestro futuro.

Lo peligroso de permanecer en un estado emocional constante es que nos podemos equivocar al tomar estas decisiones.

Para que puedas entenderme mejor hagamos el siguiente laboratorio mental.

Imagina que estás pasando por un estado de euforia y tienes que tomar varias decisiones respecto a tu dinero.

Con la mano en el corazón ¿crees qué, si en este estado varias personas te vienen a ofrecer algo, por tu euforia no se los comprarás?

Lo mas probable es que terminarás con los bolsillos vacíos y lleno de cosas que no necesitas.

Lo mismo ocurriría si estuvieras en un estado emocional de tristeza.

Así pues, tomar decisiones con estados emocionales alterados nos puede llevar a cometer demasiados errores.

Y puede que en este momento te surja la inquietud, entonces Gabriel, ¿cómo haces para manejar tus emociones sin que estas te afecten tus decisiones?

Al igual que tú, yo también siento emociones como celos, envidia, tristeza, alegría, amor, etc.

Durante todos estos años he aprendido a encontrar un estado ideal emocional que podríamos denominar indiferencia.

Con indiferencia me refiero a los eventos que nos van llegando.

La pérdida de un ser querido o la perdida de salud ya sea propia o de alguien importante, por ejemplo, no dejan de ser eventos.

El problema es que estamos acostumbrados a reaccionar de forma negativa ante estos eventos.

Y no estoy diciendo que te alegres por cosas que consideramos normalmente malas, con el fin de contrarrestar tus emociones.

Eso no es posible, pues entre más intentes escapar de algo, eso más te perseguirá y sobre todo si estamos hablando de nuestras emociones.

Lo que me di cuenta es que todas las emociones están allí, esperando por nuestros pensamientos.

Ese en realidad es el truco de “controlar” nuestras emociones.

Por ejemplo, si te ocurrió algo desagradable en el pasado y con el tiempo comienzas a recrear en tus pensamientos dicho evento, te puedo garantizar que tus emociones van a cambiar casi que instantáneamente.

En cambio, dado el caso de que te ocurrió un evento, si comienzas a pensar en el evento como tal y en lo que aprendiste de dicho evento, también te puedo garantizar que sentirás una especie de indiferencia, o al menos no será tan traumático.

La única forma de lograr esto a mediante entrenamiento a actuar y no a reaccionar.

Esto se hace practicando todos los días hasta que se vuelve parte de ti.

Así que te animo mediante esta información a mirar los eventos de tu vida tal como son, simplemente eventos.

No le des trascendencia a cosas que no son importantes para ti y más bien enfócate en lo que sí deseas vivir.
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lunes, 21 de mayo de 2018

Cambiando la conciencia de prosperidad



Cambiando la conciencia de prosperidad Hace algunas semanas mirando en YouTube temas sobre vídeo juegos, en la lista de sugerencias me salió un vídeo de temas sobre generar prosperidad. Lo primero que vi fue la duración de 1 hora y 15 minutos a lo cual pensé quien rayos ve un vídeo de ese tiempo.

También pensé que podré yo aprender de ese tema que tanto conozco y he aprendido por mis propias investigaciones.

Sin embargo recordé que hace algunos días había hecho un vídeo precisamente hablando sobre los juicios personales e ideas preconcebidas que tenemos cuando vemos nueva información.

Así que dije, pues para no ser como el cura que predica y no aplica, voy a tomarme mi tiempo y a verlo.

La verdad esta ha sido una de las informaciones que más he aprendido y profundizado sobre los temas del dinero.

Sin embargo de la información que aprendí del señor Jürgen Klaric, lo que más llamó mi atención fue el concepto sobre la ambición. Él afirmaba que las personas que se encuentran en América del Norte, tienen mucha familiaridad con el dinero.

Y si a uno de ellos le llegas a decir que es muy ambicioso, ellos se llenan de orgullo y dan las gracias. En otras palabras esto es una cualidad. Sin embargo en América Latina esto no es el caso.

Como me gustan los datos y hechos concretos, me di a la tarea de realizar mi propia encuesta sobre la ambición, la cual consistía en dos simples preguntas sobre la opinión que te merecía una persona ambiciosa y si eres una persona ambiciosa.

De las 53 personas que pude encuestar NINGUNO respondió de forma positiva y absoluta sobre la ambición. Curiosamente ninguno de los encuestados confiaba en la palabra ambición sino que finalmente la palabra tenía algo negativo.

Otra cosa interesante que aprendí de esta encuesta es que la gran mayoría relaciona la palabra ambición con el dinero. Solo una persona lo enfocó a actividades deportivas. Y como dato curioso, una de ellas me dijo que era ambiciosa pero nunca hacia algo por llevar a cabo dicha ambición.

Otra persona decía que la ambición es buena pero en su debida medida. Esto me hizo recordar conceptos sobre el dinero. Por ejemplo que el dinero es bueno si es bien usado.

Debido a nuestras ideas preconcebidas solemos echarle la culpa incluso a objetos inanimados por nuestras conductas destructivas.

El dinero o la ambición no son malos, simplemente potencializan a quien ya eres. Si tú eres una persona amorosa, la ambición va a potencializar tu amor. Y en caso contrario si eres mala persona, esto también se incrementará en tu vida. Si tus padres no te enseñaron a respetar, pues serán un patán. O si ellos no se amaban a sí mismos y no te lo enseñaron adivina como es tu amor propio.

Esto es equivalente a decir que el tráfico del medio día, más el calor del sol hacen que me enoje.

Sin embargo esto no quiere decir que no puedas reaprender y cambiar condicionamientos aprendidos en el pasado.

Como podemos ver, creencias tales como ambición están tan arraigadas en nuestro interior que por eso no hacemos nada para mejorar nuestras condiciones.

Son precisamente estas creencias las que no nos dejan generar todo el dinero que quisiéramos en nuestras vidas.

Quizás te preguntes, cómo se pueden cambiar estas creencias? Es simple hacerlo. De la misma manera que las aprendimos, es decir con información constante. Pero esto a su vez no es fácil cuando hacemos referencia al tiempo que debemos emplear para cambiar dicha información.

Cuantas veces no intentamos iniciar algo y al final desistimos? Es ser humano ha demostrado que es capaz de hacer cualquier cosa. Sin embargo existe algo que este Universo que el ser humano, al menos en su mayoría le es imposible hacer y es sostener un pensamiento consecutivo sobre una idea nueva.

La pereza nos impide hacerlo y preferimos hacer algo divertido o que casi no cueste esfuerzo. Todos queremos tener la actualización mental o emocional instantánea como si fuéramos un Smartphone.

Y cuando una persona persistente con el paso de los años consigue sus metas, nos sentimos mal y pensamos que la Vida, Dios, el Universo, etc. no nos quieren o que no somos merecedores o que ellos tienen la fórmula para triunfar o que hicieron algo malo para lograrlo etc.

Siempre vemos los resultados finales y queremos también tenerlos como por arte de magia. Así que te animo a partir de este día a que seas una persona realmente ambiciosa que con seriedad y compromiso busca cada día lograr sus metas.
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miércoles, 14 de marzo de 2012

La transición de víctima a verdugo


ADVERTENCIA: Antes de iniciar esta entrada, deseo advertir que si te consideras una persona sensible o emocionalmente no te interesa progresar, es mejor que no leas esta entrada, pues quizás resulte un poco ofensiva y mi deseo no es ofender a nadie, y mucho menos que alguien se sienta aludido con los temas aquí tratados. Mi único objetivo como dice la sección “Por qué fue escrito este blog” es despertar tu inteligencia emocional a través de mis investigaciones, observatorios, laboratorios y experiencias personales con el único fin de que retornes al camino del bienestar. Hecha esta advertencia, entonces ingresemos al tema.

victima
Como todos sabemos este mes de marzo ha sido denominado el mes de la mujer. Recuerdo que hace muchos años se le dedicaba sólo el día 8 de marzo para esta celebración. En aquella época había todavía una gran discriminación hacia la mujer e incluso yo mismo llegué a participar de burlas y comentarios sarcásticos sobre el tema.

Recuerdo que con mis compañeros de estudio de aquella época, hacíamos bromas muy crueles hacia nuestras compañeras y a pesar de que estudié en un colegio comercial donde la mayoría del personal estudiantil era femenino todas pasaban por alto estas bromas, aunque no fueran de su agrado. Llegó a ser tan tormentosa la situación que hasta las mismas compañeras hacían chistes sexistas sobre ellas mismas y por supuesto, los hombres nos burlábamos con mayor crueldad.

En cierta ocasión hasta se me acercó una compañera a quien todavía recuerdo por su ternura y me dijo “Gabriel, ¿por qué será que las mujeres somos tan brutas?”. La verdad sentí lástima por la pregunta y le dije “mira, ustedes no son brutas, solo que nosotros las hemos convencido tanto de eso que ustedes ya están actuando como tal.”

broma
A pesar de esta situación yo era muy apegado a mis compañeras de estudio, e incluso las más grandes amistades confidentes y cómplices que he tenido en mi vida han sido mujeres. De allí que he podido aprender ciertas técnicas de manejo emocional que los hombres por naturaleza desconocemos. Como vimos en la entrada anterior, podemos decir que las mujeres tienen cierta ventaja en la inteligencia emocional, con respecto al hombre y por eso estadísticamente viven más que nosotros.

Con los años he visto que esta situación ha cambiado. Incluso, gracias a las campañas en medios de comunicación la violencia contra la mujer ya se ha calmado un poco y las mujeres tienen más participación en los puestos públicos y promueven la creación de nuevos conocimientos. Creo que esto jamás se hubiera imaginado ningún hombre en la época que describo anteriormente.

Lamentablemente cuando uno ha sido víctima y deja de serlo, ocurre un fenómeno emocional que le podríamos llamar “re-sentimiento”, el cual viene acompañado de un deseo de venganza y justicia por la situación vivida con anterioridad. En la entrada Como puedo ser feliz en mis relaciones, menciono una situación similar que me ocurrió a mí y fue pasar de víctima a verdugo.

castigo
Esto es lo que está ocurriendo actualmente con el respeto que se le ha dado a la mujer. Si observas cuidadosamente tu entorno, las mujeres hacen comentarios anti-hombre y ridiculizan una persona simplemente por pertenecer a un género que le tocó aleatoriamente. Y no solo eso, también se está presentando el fenómeno del maltrato masculino.

Quizás tu me digas “¿maltrato masculino?”. Y es lógico pues a veces pensamos que maltrato es solo golpes y/o heridas físicas. Si eres una mujer que maltrata a tu pareja por ejemplo, intenta responder con honestidad las siguientes preguntas:

1. Es tu pareja primero, a pesar de que tienen hijos o más bien están tus hijos primero?
2. Respetas la opinión de tu pareja, o discutes y ridiculizas sus creencias u opiniones en algún tema?
3. Respetas a tu pareja sólo cuando te provee el dinero para el hogar?
4. Cuál consideras es tu familia, padres, hermanos, sobrinos, tíos? O tu pareja e hijos?
5. Le criticas o peor aún, le prohíbes a tu pareja realizar cierta actividad?
6. Le criticas o peor aún, le prohíbes a tu pareja frecuentar algunas personas?
7. Le gritas delante de otros o en soledad?
8. Le insultas delante de otros o en soledad?
9. Le dices que no sirve para nada o le dices a tus hijos que no sirve para nada?
10. Te consideras superior a él?
11. Controlas a tu pareja con el sexo?
12. Controlas a tu pareja con tus hijos?

Normalmente, cuando enfrentamos estas preguntas, inicialmente pensamos que eso no es con nosotros a pesar de estar cumpliendo completamente la lista y esto se debe a la negación que mencioné en la entrada La negación como causa de infelicidad, y otra causa, quizás el motivo más importante por el cual se niega esto es porque te sirve para controlar.

sirviente
Mira, seamos honestos, tener un pend… digo, una víctima controlada para que haga lo que a nosotros nos conviene es muy divertido, a parte de útil. Esto es similar al malgenio. Mucha gente lo padece pero no hacen nada porque se han dado cuenta de que otros sienten temor y hacen lo que ellos quieren.

Son salidas inteligentes de nuestro sistema enfermo de pensar, pero muy disfuncionales, pues yo te aseguro que ningún ser humano vino a obedecer a otro, o sino ¿por qué crees que ocurren las guerras? Y a la final esto se vendrá en contra tuya y luego dirás con una dulce y tierna voz “¿Dios mio, por qué a mí?”. SUSPIRO…

Muchas veces he escuchado decir que las relaciones del tipo eros o de pareja se complican y terminan por dos motivos. El primero es la falta de dinero y el segundo es que jamás se piensa que se ha formado un nuevo hogar y se sigue viviendo mentalmente en el hogar paterno-materno. Yo comparto estas afirmaciones y también le agregaría a esta lista la neurosis pues finalmente ambos se van con muchas ilusiones y expectativas. Y cuando estas no se cumplen entonces mi mente inmadura comienza a dejar de hacer cosas porque el otro o la otra no cumple lo que yo deseo y allí comienza la ruptura inicial del pseudo-amor que se profesaban.

Mira, lamentablemente todos cometemos estos errores, pues no existe una escuela o universidad para ser pareja. A todos nos toca la gran tarea de improvisar y lo que es peor, como no tenemos experiencia, ¿adivina de donde sacamos la información para crear nuestra nueva experiencia? Por supuesto, de la televisión o de los chismes de otros o de lo mal que le fue a x o y persona. Luego, cuando fracasamos, decimos que Dios se equivocó o que el amor duele o que no es para mi y toda esa gran cantidad de pende… digo de cosas que decimos para culpar a otros y no a nuestra inmadurez emocional.

amor
¿Te gustaría dejar de vivir de ilusiones y amores que solo se muestran en las películas y vivenciarlo tu misma? Entonces tienes que comenzar a hacer lo que he repetido varias veces en este blog y es hazte cargo de ti misma. ¿Y eso como se hace? Muy simple, viviendo tu vida, dejando de meterte en la vida de los demás, de tus hijos, pareja, padres, hermanos, tíos, sobrinos, primos, abuelos, vecinos, ídolos, etc. y preocupándote únicamente por tu vida.

Mucha gente me ha preguntado al leer esto “¿pero que cambio?” y yo veo que no son capaces de controlar la angustia que sienten por los problemas. También veo que les controlan el horario y las actividades a otros. También veo que dudan de las intenciones de Dios para con ellos, etc. pero no hay nada que cambiar, ni nada que evaluar. El jodido o jodida emocional, siempre piensa que él o ella están bien y que el mundo es el malo e injusto con ellos, y que las guerras, hambre, dolor y sufrimiento son causas directas de Dios y que él debe tener un motivo justo para que la gente sufra.

Si realmente quieres dejar de ser una víctima y no convertirte en un verdugo, sino en una persona de éxito, entonces hay que evaluar tu vida, tus cosas, tus situaciones. No te quejes de tu “destino”. Evalúa si tú no lo estás provocando. Arregla tu vida, vívela y deja de los demás sigan y vivan la suya. Si quieres ayudarlos, enséñales con tu ejemplo que se puede vivir con calidad.
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viernes, 29 de octubre de 2010

Consciencia de la Vida

En esta entrada hablaremos sobre la Muerte para poder llegar a una consciencia de Vida. Tú te estarás preguntando, ¿y este por qué me habla de la Muerte si es algo horrible? Muy simple y te tengo una noticia. Te vas a morir. Algún día. Y no solo tú, tu familia, tus amigos. Todos vamos a pasar por ese proceso porque es un ciclo natural y no debemos ahora llenarnos de temor pues si tomamos en cuenta lo que dijo el sabio filósofo Sócrates, “aquella persona que le tiene miedo a la muerte debe ser una persona sabia, pues conoce y habla de algo que jamás ha vivido”.

Y esto es muy interesante, pues en realidad ¿cómo alguien que jamás ha muerto te puede hablar de la Muerte? En realidad a lo que le tenemos miedo es a lo que nos han dicho, pues nuestra mente recrea las palabras que llega a decir una persona sobre cualquier tema como lo explicaba en la entrada, MOVIENDO MONTAÑAS.

Lo único cierto que podemos tratar sobre el tema, de acuerdo a nuestra experiencia es: la vida como tú la vives en el estado sólido en el que te encuentras actualmente como tú, no lo volverás a vivir. No te puedo decir que ocurrirá o si no ocurrirá nada. Solamente podemos por nuestra experiencia conocer que el que se va, si regresa, (asumiendo que lo hace) no regresa en su estado de partida es decir en el mismo cuerpo físico.

Pero de que nos sirve tener esta consciencia sobre la Muerte. Muy simple, este día es uno más que te acerca a ese momento. Entonces ¿por qué perder el tiempo en enojo y castigos contra otras personas o castigándote a ti mismo?

Mira yo conozco personas que se enojan hasta 15 días con su pareja porque esta no “adivinó” que el café no le gustaba con azúcar blanca, sino morena. Y dicen “pero si tú me conoces, deberías saber que me gusta con azúcar morena!” y dicha persona “castiga” a otro ser durante 15 días sin hablarle o sin prestarle atención con el fin de que sienta la falta que ha hecho y la corrija, pues ese es el fin de todo castigo.

¿Y qué genera todo este enojo? Que pierdas la razón de ser. Que no puedas vivir la vida y que la dejes pasar detrás de ti.

Algunas personas que se han encontrado cercanos al final de sus días han documentado que durante esos instantes ocurre un fenómeno que podríamos definir como una regresión. Es aquí en este proceso donde nuestra mente comienza a depurar lo que ha estado ocurriendo durante la vida y a sacar conclusiones sobre esta. Supongo que es un inventario final de nuestra consciencia sobre nuestros hechos y experiencias. Esto lo puedes comprobar claramente en el poema de Jorge Luis Borges titulado “Instantes”.

Tu mente comienza a “despertar” y comienzas a darte cuenta que si hubieras hecho esto mejor, o aquello, o si hubieras dicho o no dicho, etc. Pero de acuerdo a mis investigaciones los complejos de culpa no son nada ante esta pregunta: ¿Pudiera haber vivido mejor y disfrutar la vida si no hubiera perdido el tiempo en enojos o castigos hacia mí o hacia otras personas?

Mucho se ha hablado que la pornografía destruye la percepción sobre la sexualidad humana. Esta misma destrucción de la percepción sana de la vida ocurre a través de las telenovelas, música que yo denomino "el yo me mato" y las películas de dramas. Aunque nosotros pensemos que es un juego, dentro de nosotros hay un ser emocional que nos ha acompañado toda la vida y el cual no funciona o responde por lógica, sino por emociones. Es como un niño que obedece al pie de la letra lo que le estamos transmitiendo a través de nuestro sistema emocional. Las novelas son dramas de 100% sufrimiento, dolor, envidia, celos, enojo, desconfianza, pobreza, angustia y eso es exactamente lo que tu ser emocional capta. ¿Te ha pasado que sientes “bronca” con el “villano” de alguna novela que veas seguido? ¿Y sientas alegría cuando al protagonista le sale por fin bien algo de lo intenta?

Entre más dolor conozca tu cerebro, más dolor te traerá a tu vida este. No te acostumbres al malestar pues más malestar traerá a tu vida tu ser emocional. Aprende a escuchar tus emociones. Entra en contacto con ellas y acéptalas. Según Carl G. Jung cuando negamos una parte nuestra, esa parte se desintegra y nos volvemos más disfuncionales.

Si sientes enojo aprende a aceptarlo y a expresarlo sanamente. Si no quieres hablar, no hagas daño a las personas que amas. Simplemente diles que estás enojado y no deseas hablar en ese momento. ¿Te imaginas cuanto dolor puedes evitar a otros y a ti mismo si te sinceras y expresas con tiempo lo que sientes?

No esperes a estallar en ira. No solo perjudicarás a otras personas sino que perjudicarás tu sistema nervioso con las fatales consecuencias de generación de químicos en tu cuerpo que gestarán enfermedades en el futuro.

Es precisamente este tipo de estados los que nos hacen percibir la vida como algo que no nos pertenece, que no somos parte de ella y que solo otros tienen derecho a vivir y a disfrutar. Es por eso que en estos estados te sientes mal. Sientes malestar y te has acostumbrado tanto a esto que piensas que es normal. Y como es “normal” no escuchas al ser más importante en tu vida, tu Ser Interior o Ser Emocional.

Las emociones son formas de comunicación con nuestro interior donde se encuentra la solución a todas nuestras situaciones dramáticas. Presta atención. El mensaje es simple y claro “quiero vivir bien, en abundancia y en bienestar. Quiero amar y ser amado. Quiero vivir en paz y compartiendo mi decisión de ser feliz con los que me rodean.”

Hace poco, me encontré una buena amiga de hace muchos años. Yo sabía que hace menos de un mes se había casado y le pregunte como iba. Ella me respondió que bien, pero por su tono de voz y su cara, le dije: “si estás bien, deberías decírselo a tu cara porque todavía no lo sabe”. Esto es un ejemplo clásico de una mente acostumbrada al malestar. “Se supone” que cuando una persona está recién casada está súper feliz, pero si el cerebro de esa persona está acostumbrado al enojo, a la desconfianza, al dolor, pues va a buscar los pequeños detalles para seguir en ese estado emocional.

Mira, yo sé que conscientemente nadie se levanta en las mañanas y dice “HOY VOY A JODERME LA EXISTENCIA Y JODERSELA A LOS DEMAS”. Nadie hace eso porque detrás de lo que buscamos está el vivir en paz y en armonía y amor con los demás y consigo mismo.

No. Conscientemente no te levantas a sufrir, pero inconscientemente SI. Y lo haces porque te levantas pensando en angustia. Te acuestas pensando en angustia y lo que tienes que hacer dentro de algunos días. Es normal sentir angustia si algo te amenaza de inmediato. Pero sentir angustia y dolor por algo que ya paso o que no sabes si pasará en el futuro es locura.

Y si haces una encuesta de quien quiere seguir como está actualmente yo creo que no llegamos al 1% de aquellos que digan que están satisfechos con su vida actual. Pero esa gran mayoría inconforme tampoco hace nada por mejorar su situación. Si yo te pregunto si quieres tener una mejor vida, te aseguro que me dirías sin pensarlo que SI. Pero te pregunto, ¿qué estás haciendo para tener esa mejor vida?

Si eres sincera, sincero contigo misma o mismo, tal vez me digas que no estás haciendo nada. Tal vez estés esperando que las cosas cambien de repente y mejore tu situación automáticamente. Te tengo dos noticias y te las digo para que reacciones. La primera es que tienes poco tiempo. Recuerda lo que hablamos al principio de esta entrada. Y la segunda es que tu vida se mueve por tus emociones y si estas no comienzan a cambiar, pues tu vida jamás va a cambiar.

No esperes a llegar al final de tus días y decir lo que expresa el poema de Jorge Luis Borges sobre el final de la vida. No esperes a que todo esté bien para vivir en bienestar. Tienes todo en tu interior para hacerlo pero debes darte una oportunidad.

Mira, mi interés no es que vivas la vida como yo lo hago. Eso es un problema que tú debes resolver y es cómo debes vivir. Tomar tus propias elecciones en la vida para lograrlo porque se trata de tu existencia. Pero si te puedo decir cómo me levanto hoy en día, con el mismo entusiasmo de cuando estaba pequeño. Lo primero que hago es ponerme de pie y abrir mis manos. Lo hago como un símbolo que ese día estoy abierto y receptivo a todo lo bueno. Y segundo para agradecer este maravilloso día porque aunque no lo creas, para mí la vida es maravillosa. Una maravillosa aventura que está lista para ser vivida, experimentada. Y ese día me trazo lo que tengo que hacer para avanzar un paso más en no solo vivir en bienestar sino en cumplir lo que tengo que hacer para escalar un paso más hacia la grandeza.

Esto que te cuento no fue cosa de un día. Ha sido el producto de varios meses, quizás años en enseñarle a mi cerebro y a mi ser emocional que existen otros caminos. Que la “verdad” que me enseñaron me sirvió en el pasado pero ahora esos conceptos y emociones son inútiles en mi vida de bienestar actual. También tuve que pasar por el proceso de aceptar mis emociones que incluyen culpa, vergüenza, dolor, angustia, etc. y te digo de todo corazón que vale la pena invertir tiempo, dinero y disciplina en cambiar tus emociones.

Te deseo lo mejor y espero que tomes acción a partir de este instante de vivir una vida de éxito.

INSTANTES
Si pudiera vivir nuevamente mi vida, 

en la próxima trataría de cometer más errores. 

No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más. 

Sería más tonto de lo que he sido, 

de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad. 
Sería menos higiénico. 
Correría más riesgos, 
haría más viajes, 
contemplaría más atardeceres, 
subiría más montañas, nadaría más ríos. 
Iría a más lugares a donde nunca he ido, 
comería más helados y menos habas, 
tendría más problemas reales y menos imaginarios. 



Yo fui una de esas personas que vivió sensata 

y prolíficamente cada minuto de su vida; 

claro que tuve momentos de alegría. 

Pero si pudiera volver atrás trataría 
de tener solamente buenos momentos. 



Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, 

sólo de momentos; no te pierdas el ahora. 



Yo era uno de esos que nunca 

iban a ninguna parte sin un termómetro, 

una bolsa de agua caliente, 

un paraguas y un paracaídas; 
si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano. 



Si pudiera volver a vivir 

comenzaría a andar descalzo a principios 

de la primavera 

y seguiría descalzo hasta concluir el otoño. 
Daría más vueltas en calesita, 
contemplaría más amaneceres, 
y jugaría con más niños, 
si tuviera otra vez vida por delante. 



Pero ya ven, tengo 85 años... 

y sé que me estoy muriendo.


Poema atribuido a Borges, pero cuyo real autor sería Don Herold o Nadine Stair.
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Ingeniero de Sistemas e Investigador del Pensamiento Humano y las emociones, y como estas influyen en las decisiones que tomamos cada segundo para tener éxito o fracaso.

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