Retoma el control de tu vida. Estrategias efectivas para el control emocional

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lunes, 12 de mayo de 2025

El caos mental no es casualidad



El caos mental no es casualidad

No sé si habrás notado, pero últimamente hay demasiada gente sabia. 


Saben de todo y, sobre todo, se tiene la tendencia a afirmar que todo es malo. 


El agua es mala, el sol es malo, el arroz es malo, la grasa es mala, el ejercicio es malo, el sedentarismo es malo, el pan es malo, el azúcar, comer mucho, comer poco, etc. 


Mejor dicho, estamos vivos es por obra y gracia del Espíritu Santo. 


No te puedo asegurar si esto es un plan elaborado para fomentar el miedo a nivel general 


O si es una programación mental para dispersar a la gente, o lo que sea. 


Pero es algo que actualmente está de “moda”. 


Como si todos se pusieran de acuerdo, agarraditos de la mano. 


Y lo peor de esto es que mucha gente lo cree, porque lo dicen los “expertos”. 


Ah, o también la vieja frase confiable: “según un estudio”. 


El caso es que esto es una de las mayores fuentes de malestar que podemos llegar a tener en nuestras vidas. 


Lamentablemente, los seres humanos somos muy maleables. 


Nos dejamos llevar con mucha facilidad en ideas que en apariencia nos parecen lógicas. 


Luego escuchamos la contraria y nos confundimos, pues al final no sabemos quién tiene la razón. 


Así pues, en nuestro cerebro entra en un estado que se conoce como disonancia cognitiva. 


Esto vendría siendo una tensión o incomodidad mental que ocurre cuando una persona tiene dos creencias o valores contradictorios al mismo tiempo. 


Como una de las funciones principales del cerebro es mantener la coherencia, busca una forma de resolver o disminuir ese conflicto. 


En algunos casos lo resuelve dándole más peso a la información que ya creía. 


Esto es lo que se conoce como sesgo de información. 


En otros casos reinterpreta las informaciones, intentando integrarlas. 


Algo así como la frase: “sí pero no”. 


Aunque interiormente seguimos con la duda. 


O finalmente la persona puede cambiar de creencia si la “nueva” idea que recibió tiene mayor peso. 


Aunque es muy poco probable que esto último ocurra, pues recuerda que nuestro ego siempre desea tener la razón. 


Finalmente, mientras tu cerebro resuelve esto, has estado generando mucho malestar en tu vida. 


Y ahora la pregunta importante es, ¿si una sola contradicción genera tanto malestar, que puede pasar con una persona que está sometida todos los dias a diferentes contradicciones? 


Como nuestro cerebro tiene que trabajar más se va a enfrentar a la fatiga mental. 


Donde puedes llegar a experimentar cansancio mental, dificultad para concentrarte, estrés, ansiedad y sensación de confusión o saturación. 


Una de las cosas que más llama mi atención sobre esto es que al estar expuesto constantemente a ideas contradictorias genera un ambiente mental caótico. 


¿Y sabes que ocurre si durante mucho tiempo estás expuesto a esto? 


Tu cerebro genera mayor dependencia de autoridades externas para decidir qué pensar o creer. 


Esto es lo que me hace dudar que este tipo de “modas” no sean casualidad. 


El cerebro necesita coherencia, y si no la encuentra, entra en conflicto. 


Si ese conflicto se vuelve constante y sin resolución, puede producir: ansiedad, confusión, apatía y vulnerabilidad a la manipulación. 


Y tal vez me digas en este momento: “bueno Gabrielito lindo, ¿cómo podemos protegernos si estamos expuestos a esto?”. 


Pregúntate, ¿de dónde viene esa información que tanto te confunde? 


Bueno, si ya sabes que proviene de ese aparatito que tienes en tus manos, comienza a controlar lo que ves, y donde colocas tu atención. 


Como mencioné anteriormente, mucha gente repite lo que ve en el social media. 


Por ejemplo, en mi entorno escucho que X cosa es buena/mala. 


Y como yo soy demasiado desobediente, adivina que hago. 


Mira, soy muy dado a pasarme las opiniones de los demás por el forro y hacer mi gran bendita voluntad. 


Así que la mejor forma de evitar que termines haciendo lo que otros desean es: 


#1 controla lo que estás ingresando en tu mente. 


#2 has tu sagrada y gran bendita voluntad. 


Si algo te gusta, no dejes de hacerlo porque alguien te dice que es malo, pecaminoso, etc. 


Ahora tampoco te vayas a los extremos. 


Recuerda que todo con mesura es beneficioso. 


Y si no sabes que hacer frente a algo, escucha tu intuición. 


Absolutamente todos tenemos en nuestro interior un “guía” que nos dice si algo nos conviene o no. 


Solo debes escucharlo y preguntarte si eso que vas a hacer te produce alegría, verdad y amor.

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lunes, 14 de abril de 2025

El Ego y la Trampa de la Arrogancia: Cómo Liberarte de la Opinión Ajena



El Ego y la Trampa de la Arrogancia: Cómo Liberarte de la Opinión Ajena

Creo que todos “odiamos” a las personas soberbias y/o arrogantes. 


O por decirlo de forma más exacta, nos caen mal. 


Aunque una cosa es ser soberbio y otra muy diferente soberbio y divertido como lo es este angelito. 


Normalmente solemos confundir las palabras soberbia y arrogancia. 


La soberbia es una actitud de superioridad que a menudo se refleja en un exceso de confianza. 


La arrogancia es más activa y suele implicar conductas o palabras que denotan desprecio hacia otros. 


Podemos decir que la mayoría de nosotros hemos conocido personas arrogantes. 


Por ejemplo, hace poco conocí una de ellas, o al menos eso fue lo que me dijeron de ella. 


Porque desde mi punto de vista esta persona ha sido uno de los seres humanos más humildes que he conocido. 


Sin embargo, no todo el tiempo fue así. 


Esta persona se expresaba despectivamente de aquellos que no aprobaba a simple vista. 


Los llamaba tontos, ladrones y todo ese tipo de cositas “bonitas” que suelen decir los arrogantes de los demás. 


¿Y sabes en que terminó todo eso? 


Resulta que esta persona cayó en una enfermedad terminal que la puso a vivir con las orejitas agachadas. 


Aquí es cuando uno se pregunta ¿de qué sirve entonces vivir una vida de apariencia, de cuidado de nuestra imagen, etc., si al final no es mucho lo que duramos? 


Porque todo lo que estás viendo en algún momento va a llegar a su final. 


Nuestro sol, incluso este Universo que nos parece eterno, en algún momento va a expirar. 


Así pues, aunque consciente o inconscientemente sabemos esto, ¿qué es lo que nos hace ser arrogantes? 


Bueno, es el bendito Ego. 


Por ejemplo, si tú estás intentando bajar de peso y estás realizando una determinada dieta, no ha de faltar el que te diga: “¿huy que te pasó? O estás hecho una garra”, etc. 


Tú ego, que jamás quiere perder, comienza a “hablarte” mediante emociones a que no te dejes ganar. 


Es por eso que sientes en un momento como esos, la necesidad de explicar porque estás tan flaco. 


“Es que estoy haciendo una dieta, es que es por mi bien, es que bla bla”. 


Y así nos sucede con todo lo alguien “critica” de nosotros o no sale como lo esperamos. 


Y mira que nosotros somos tan inocentes que nos dejamos llevar por el ego y en la gran mayoría de casos dejamos de hacer lo que iniciamos para complacer no la opinión de otros, sino la de nuestro ego. 


En el caso del ejemplo de la persona que hace dieta, es lógico que va a suspenderla. 


Mira, demasiada gente conoce estas cositas, y siempre te han estado manipulando con tu ego. 


Si quieres controlar esta situación y no al contrario, existe un ejercicio muy interesante que te ayudará. 


Pero eso sí, al principio te va a poner a sufrir, porque se trata de poner a perder tu ego. 


Por ejemplo, en el caso de la persona que bajaba de peso, al escuchar comentarios “negativos” sobre su figura, la idea es guardar silencio. 


No responder, ni explicar nada. 


Simplemente pasarte por el forro esa opinión. 


Al principio te va a arder. 


Pero con el tiempo, te vas a dar cuenta que te estás liberando de una gran carga emocional. 


Una carga que te ha tocado llevar por simplemente dejarte llevar por ese impulso de no perder.

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lunes, 3 de febrero de 2025

El Secreto para Ganar Cualquier Discusión



El Secreto para Ganar Cualquier Discusión

Todos quisiéramos tener siempre la razón cuando estamos hablando con alguien. 


No existe nada más satisfactorio que “ganar” una discusión o tener la razón cada vez que abrimos la bocota. 


Es por eso que una de las cosas que mayor malestar no trae en buscar siempre tener la razón. 


Es como si nuestro ego, que siempre nos impulsa a avanzar, nos dijera al oído: “dale, tú puedes. Solo falta poco para ganar la discusión”. 


Respecto a esto, hace ya algunos meses me encontraba hablando con un buen amigo. 


No recuerdo muy bien la conversación, pero creo que tenía que ver con dietas y alimentación. 


Por supuesto, este angelito que desde la adolescencia ha estado en el mundo del fitness, tenía los argumentos y sobre todo la razón absoluta sobre el tema. 


Mi amigo me comenzó a decir sus argumentos, que para mí no eran válidos, pues este paciente apenas había comenzado a leer sobre el tema. 


Bueno llegó entonces el punto donde ambos comenzamos a hablar al mismo tiempo para “tener” la razón y “ganar” la discusión. 


Entonces fue allí cuando mi amigo me dijo: “¿Sabe qué? ¡Usted tiene toda la razón!”. 


De esta forma queda usted contento porque tiene la razón y quedo contento yo porque no gasto energía en una conversación sin sentido. 


Al final de cuentas, cada uno se va a ir para su casa pensando que tienen la razón, que ganó y sobre todo que “convenció” al otro con sus poderosos argumentos. 


Yo creo que esta ha sido una de las mayores enseñanzas para ganar el bienestar de forma fácil y rápida. 


A partir de ese día, si estoy hablando con alguien y veo que la conversación se vuelve una pelea de egos por ganar quien tiene la razón, siempre respondo eso. 


Y no te imaginas la paz emociona que uno siente de no haber entrado en el juego de ganar una discusión. 


Te recomiendo que lo pruebes. 


Como es lógico, al principio tu ego te va a “decir” que no te dejes y bla bla. 


Que como vas a dejarlo ganar si está equivocado. 


Pero con el paso del tiempo te vas dando cuenta que sale más beneficioso dar la razón que el desgaste emocional de buscar ganar. 


Y suponiendo que “ganes”, ¿es qué acaso estás ganando más vida, belleza, dinero o qué otra cosa? 


Bueno así que es mi intención, mediante esta información estimularte a dejar de perder tu bienestar por un momento de “felicidad” efímera. 


La verdad, esta vida no solo es maravillosa, sino muy cortita como para perder el tiempo en algo que no sea disfrutarla.

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lunes, 4 de noviembre de 2024

Diferenciando la Intuición del Ego: El Camino hacia la Asertividad



Diferenciando la Intuición del Ego: El Camino hacia la Asertividad

Una de las cosas más inteligentes que podemos hacer en nuestra vida es escuchar nuestra intuición. 


Lamentablemente esta “voz interior” se suele confundir mucho con el ego. 


Para darte un ejemplo de las diferencias entre estas dos capacidades que tenemos, podríamos decir que la intuición es una “voz” muy sutil. 


Y digo voz entre comillas pues en realidad es algo que sentimos y que nos advierte de algo o alguien. 


Pero esta “voz” tiene la particularidad de ser muy sutil, como algo muy suave y casi imperceptible que normalmente pasamos por alto. 


Por el contrario, el ego, ese sí que hace ruido. 


De hecho, estamos tan familiarizados con él, que domina parte de nuestras emociones. 


Cuando escuchamos el ego, somos los más lindos, los más inteligentes, los demás son los tontos y los que se equivocan, etc. 


Para poderte ilustrar con un buen ejemplo, el día de ayer conocí el caso de un industrial que se dedica a fabricar losas para pisos. 


Lo interesante de este fabricante, es que se ha especializado en imprimir en esas losas arte de las diferentes culturas indígenas de este país. 


Y lo más inquietante es el tiempo que lleva haciéndolo. 


Por aproximadamente unos 40 años, este señor se ha dedicado en alma, vida y sombrero a sacar el proyecto adelante. 


¿Y adivina a cuantas personas les ha podido vender este arte? 


Aunque no me lo creas a 0 pacientes. 


Este industrial ya tiene 80 años de edad, así que ha pasado la mitad de su vida en un proyecto que es muy particular. 


Varios de sus amigos le han intentado decir por todos los medios que oriente su industria a algo más comercial. 


Pero este señor siempre responde que esto es para museos, alcaldías e instituciones similares. 


Bueno, no es casualidad que no haya vendido ninguna pieza y durante estos 40 años se ha gastado unos 240 mil dólares en comercializar su producto. 


Él cree firmemente en su proyecto pues su “intuición” se lo está dictando constantemente. 


Y vamos a darle el beneficio de la duda, pues no sabemos si de aquí a mañana alguien le siga la corriente y este señor se vuelva millonario. 


Todo es posible. 


Pero dentro de la estadística, todos sabemos que esas posibilidades no son muy altas que digamos. 


Esto nos suele pasar muchas veces. 


Somos tercos y por más que la gente a nuestro alrededor nos diga que cambiemos de enfoque, esas recomendaciones nos las pasamos por el forro. 


Y todo esto se debe a que le hemos dado demasiada obediencia a nuestro ego. 


Cuando en realidad nuestra verdadera voz interior está afónica de tantos gritos que nos pega y nosotros nada que la escuchamos. 


Así que es mi intención, mediante esta información que estés muy alerta con las advertencias que te da tu entorno respecto a tus proyectos. 


La Vida nos ama tanto que, aunque no sepamos escuchar nuestra voz interior, nos advierte las cosas mediante parientes, amigos, colegas, incluso mediante la música, etc. 


Lo que tenemos que aprender es a ser prudentes al escuchar lo que nos dicen. 


No salir corriendo a obedecer, sino más bien comparar e intuir las intenciones de los demás. 


Por eso es mejor entrenarte para escuchar tu propia voz interior y así ser más asertivo con tu vida.

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lunes, 21 de octubre de 2024

Las Trampas del Deseo: ¿Cuándo Es Mejor No Cambiar?



Las Trampas del Deseo: ¿Cuándo Es Mejor No Cambiar?

Por naturaleza, todos los seres humanos siempre queremos estar bien. 


Desde mi punto de vista, esto se debe a esa estructura mental que hemos denominado en este blog como Ego. 


Este ego siempre nos está impulsando constantemente a ser más y tener más. 


De allí provienen esos “antojos” que a veces nos dan por las cosas. 


O también la envidia que nos produce saber que alguien más consiguió eso que nosotros hace mucho tiempo estamos persiguiendo. 


Sin embargo, a veces somos muy malagradecidos con nuestra vida y lo que tenemos o hemos logrado, gracias a esta “característica”. 


¿Cuántas veces no nos hemos equivocado o cometido el error de soltar algo para tomar algo mejor y resulta que no era por allí? 


Respecto a esto, hace algunos días, mi nutricionista me contó una historia acerca de un amigo suyo. 


Este señor tenía un muy buen trabajo, en el cual tenía muchas ventajas. 


Tales como mayor tiempo libre, más autonomía para realizar su trabajo, etc. 


Sin embargo, llegó el momento en que se encontró con un vecino suyo. 


Este vecino trabajaba para una compañía similar y con mucho entusiasmo le recomendó que esta empresa tenía muchas ventajas y bla bla. 


Entre esas ventajas era que si se cambiaba ganaría mucho más dinero que en la actual. 


Bueno, este paciente ni corto, ni perezoso, salió corriendo a renunciar a su trabajo actual para cambiarse de compañía. 


¿Y sabes cuál era la diferencia salarial? Aproximadamente de unos 10 dólares. 


Ahora se arrepiente porque no le ha ido nada bien. 


Demasiado estrés y poco tiempo hasta para sí mismo. 


A veces creemos más en la experiencia de otros que en nuestra propia experiencia. 


Si algo funciona para una persona no necesariamente va a suceder lo mismo con el resto. 


Por eso si estas bien no pienses que debes buscar algo más. 


¿Y no ha de faltar el paciente que diga que eso es mediocridad, pero si algo está bien porque desecharlo? 


Como reza el dicho popular: “nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”. 


¿Quiere decir esto que debemos quedarnos dónde estamos? 


¡Jamás suceda eso! 


Recuerda que una de las reglas más importantes de la vida es ser estratégico y prudente. 


Antes de hacer las cosas debemos indagar, ser pacientes e ir probando poco a poco. 


No salir corriendo a “meter las patas”, para luego estar mirando al cielo con las manos empuñadas y decir: “por qué a mi Señor!”. 


Nosotros tenemos que ser mansos como palomas, pero ASTUTOS como serpientes.

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lunes, 17 de junio de 2024

El Lado Oscuro y PELIGROSO de la Envidia: Cómo Reconocerla y Superarla



El Lado Oscuro y PELIGROSO de la Envidia: Cómo Reconocerla y Superarla

Uno de los sentimientos más angustiantes que un ser humano puede sentir es la envidia. 


Uno siente que literalmente se está quemando por dentro. 


Es una sensación de rabia, mezclada con frustración e impotencia porque otro ha logrado o tiene lo que uno aún le falta. 


Existe la creencia de que la envidia solo se puede dar en las cosas materiales. 


Como por ejemplo un auto nuevo, una casa nueva, un nuevo amor, etc. 


Pero existe una envidia bastante oscura y dañina sobre lo intangible. 


Con esto me refiero a la personalidad de alguien. 


Si, así como lo escuchas, produce más envidia el carisma de una persona que el hecho de adquirir un auto o mejor trabajo. 


De esto te puedo dar plena fe, pues a través de mi “corto periodo” de existencia en este planeta, he tenido unos “amiguitos” que ni siquiera lo disimulan. 


Ahora imagínate que, si tú eres alto, guapo, musculoso y con dinero, la cosa se pone mucho peor. 


O si eres una mujer joven, atractiva y adinerada, vas a tener muchas “enamoradas” pendiente de lo que hagas o dejes de hacer. 


El hecho es que una persona envidiosa no puede controlar su “veneno”. 


Finalmente tiene que hacer algo o decir algo porque de lo contrario esa emoción al parecer le afecta su cuerpo. 


Esto puede ser una forma del cerebro, soltar tantos químicos nocivos que se generan en un momento de envidia. 


Como un mecanismo de protección. 


Respecto a esto, ¿recuerdas la historia de la semana pasada que conté sobre el amigo que compró dos motocicletas? 


Este amigo fue visitado por una muy buena “amiga”, que conoce desde que eran unos niños. 


Él quiso compartir su alegría, pues una de esas motocicletas se la iba a regalar a su hijo que vive en otra localidad. 


Cuando la llevó al garaje se la enseñó y ella simplemente no la miro y le preguntaba que no entendía cuál era la sorpresa. 


Este amigo notó que la señora estaba llena de envidia y experimentó gran desilusión. 


Y eso no fue todo, pues cuando le entregaron su motocicleta, la señora lo vio montado en ella y adivina que le dijo. 


Que si se la habían prestado. 


El respondió que se la había comprado, y la señora simplemente le dijo “que él no se merecía ese artículo”. 


Exactamente esas fueron las palabras que yo escuché hace mucho tiempo de un “amigo”. 


En el pasado yo sí que experimentaba la envidia. 


Cuando veía que alguien hacia algo que yo quería y aun no tenía, me hervía la sangre. 


Con los años encontré un audio de superación que comencé a escuchar y decía textualmente que la envidia no te dejaba ver las cosas buenas que tenías. 


Allí fue cuando comencé a valorar más mis habilidades y a centrarme en lo que yo puedo hacer y lograr. 


No en lo que otras personas están haciendo y logrando. 


Yo creo que uno de los regalos más grandes que me ha dado la vida, ha sido poder soltar ese sentimiento tan negativo. 


Hasta la fecha, no nos hemos podido colocar de acuerdo porque nace o se origina este sentimiento. 


Se le han atribuido muchos factores como el social, psicológico, biológico y hasta cultural. 


Desde mi punto de vista, la envidia es un sentimiento del ego, aquella estructura que nos dice constantemente “yo merezco”. 


Es algo que nos sirve para avanzar, y en el caso de la envidia es ese mismo merecimiento, pero con una intensidad exponencial. 


Es por eso por lo que no lo podemos controlar y tampoco disimular muy fácil. 


Mucha gente piensa que este sentimiento es tan inofensivo como las “mentiras blancas”. 


La verdad esto no solo afecta a la persona que lo siente física y emocionalmente, sino que esa energía afecta a la persona objeto de la envidia. 


Mira por ejemplo que cuando yo estaba niño, mi madre me dio una manzana y cuando me la comí de inmediato puse a germinar las semillas. 


Asombrosamente creció en una pequeña maceta que me dio mi madre, un arbolito de manzana. 


Era muy pequeñito porque siempre lo dejé en esa maceta. 


Le echaba agua todas las noches y a su alrededor comenzó a crecer un lindo musgo. 


Yo le mostraba mi logro hasta el perro y el gato que iban de visita. 


La gente pensaba que era un bonsái, pero notaba que algunos no disfrutaban tanto al mostrárselo. 


Bueno este arbolito después de estarlo mostrando, de un momento a otro se murió y se pudrió. 


Allí me di cuenta lo peligroso que puede ser ese sentimiento de envidia para el objetivo de esta. 


Por eso en este canal siempre se recomienda que seas muy prudente con tus cosas. 


No estés dando información de donde estas, donde viajas, que tienes, etc. 


No hay necesidad de eso. 


No busques más la aprobación o el aplauso de terceros. 


Lo que tu logras, solo te interesa a ti. 


A los demás lo único que les interesa es que no te vaya mejor que ellos.

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lunes, 26 de febrero de 2024

Desafiando al Ego: El Poder de la Intuición y las Decisiones que Cambian Vidas



Desafiando al Ego: El Poder de la Intuición y las Decisiones que Cambian Vidas

Cuando hablamos de la intuición, podríamos decir que hablamos sobre temas que a pesar de no tener una base científica que los soporte, los hemos experimentado. 


Es algo como las envidias y como afectan nuestros resultados. 


No podemos explicarlo en un laboratorio, pero hemos experimentado los resultados de este tipo de energía en nuestra vida. 


Se ha tratado de explicar la intuición desde una perspectiva evolutiva, tanto en la supervivencia como en la adaptación de las especies a este mundo. 


En nuestro cerebro reptil, que es el encargado de todas nuestras funciones básicas, se ejecuta la orden del miedo frente a la oscuridad. 


Por ejemplo, desde que mi hija era un bebé, yo jugaba con ella en la oscuridad, con el fin que estuviera familiarizada ante esto. 


Cuando creció, me vino a decir que sentía miedo a la oscuridad. 


¿Puedes ver que no importó la “preparación” que le hice? 


Así pues, podríamos decir que la intuición se refiere a la capacidad de percibir o comprender algo de manera inmediata sin la necesidad de un razonamiento lógico explícito. 


Lamentablemente, los seres humanos no estamos atentos siempre a esa sensación que nos advierte que algo nos puede ocurrir. 


Pues en esto interviene mucho nuestro ego. 


Para que me puedas comprender un poco mejor, hace muchos años, cuando era un preadolescente, tuve un evento que podría explicar como el ego puede interferir con tu intuición. 


Resulta que, por aquellos tiempos, estaban de moda unas bicicletas conocidas como “Monaretas”. 


Mi señor padre compró una para nosotros y, aunque no sabía montarla, la usé tanto que en ella aprendí. 


Y te imaginarás que Gabrielito con esa libertad de andar por todas partes, casi ni permanecía en la casa. 


Eso sí, mi señora madre siempre me decía que tuviera cuidado y que no me fuera muy lejos y bla bla. 


Como es lógico, uno en la preadolescencia se cree muy varón y me pasé por el forro sus consejos. 


Así que, junto con un amigo, nos fuimos montados en ella a un barrio cercano, pero para mi edad eso era otro país. 


Resulta que en aquel barrio alcancé a ver a la niña de mi salón de clase que me gustaba. 


En eso mi amiguito me dijo que ya estaba tarde y era mejor que regresáramos. 


En ese preciso momento sentí la extraña sensación que tenía razón. 


Pero, por otro lado, ¿cómo iba a dejar pasar la “oportunidad” de pasar por el lado de la niña que me gustaba y me viera conduciendo la bicicleta de moda? 


Ya intuirás cual fue mi decisión, si “escuchar” esa extraña sensación de regresar porque algo no estaba bien o ver a la chica de mi interés romántico. 


Pues el Gabrielito, junto con su amiguito se fueron detrás de la señorita. 


Esta ni siquiera nos miró. Nos clavó el visto. 


Así que de nuevo pensaba dar la vuelta a esa calle para volver a pasar a su lado. 


No me iba a quedar con las ganas que me viera. 


Entonces al doblar la esquina, un par de hombres jóvenes, ambos sin camisa y con un arma punzante, sin decir una sola palabra nos amenazaron. 


Nosotros por el susto caímos de la bicicleta y ellos se la llevaron. 


Por su aspecto yo intuí que eran trabajadores de una obra que estaban haciendo frente a esa esquina en que doblamos. 


Y de inmediato me fui corriendo donde mi mamita linda. 


Yo solo me imaginaba la garrotera tan H que me iban a dar por no hacer caso. 


Recuerdo que mi amigo me decía: “Gabriel, ve más despacio”. 


Nuuu, a mí solo mi importaba como llegar rápido a la casa y decirle a mi señora madre que era lo que había pasado. 


Bueno, no recuerdo muy bien como le dije, pero “afortunadamente” no me castigó. 


Solo recuerdo que tenía que contarle a mi señor padre que aún estaba en el trabajo. 


Allí fue que comenzó mi mayor sufrimiento. 


Si mi señora madre no me hizo nada, seguramente está esperando a mi señor padre para garrotearme sincronizadamente. 


Para mi sorpresa, cuando llegó mi señor padre, mi mamita linda le contó lo que había pasado y simplemente se me acercó, me abrazó y me preguntó: “¿no me le hicieron nada malo mijo?”. 


En ese momento recuerdo que me invadió un sentimiento de protección y amor que estallé en llanto. 


¿Puedes observar cómo, independiente de tu género o edad, la intuición es esa capacidad que te advierte sobre algo, así de la nada? 


¿Pero que el ego te lleva a no escuchar porque tiene una “voz” más fuerte? 


A nivel personal, yo definiría la intuición como una sensación muy sutil, casi imperceptible que te habla con mayor claridad, a medida que la vas escuchando. 


Supongo que por eso la “voz” o emoción del ego es más fuerte, pues toda la vida lo vivimos escuchando. 


Es mi objetivo, a través de esta información, que te dediques a darle prioridad a esa vocecita que te está indicando el camino correcto. 


Entiendo que no es fácil al principio hacer esto, pero recuerda que si quieres ser maestro en algo, la práctica constante es lo que te ayudará.

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lunes, 4 de diciembre de 2023

Cómo Asegurar Tu Éxito y Evitar los Errores Comunes al Buscar Oportunidades en la Vida



Cómo Asegurar Tu Éxito y Evitar los Errores Comunes al Buscar Oportunidades en la Vida

Como sabemos, todos queremos avanzar en esta vida sin excepciones. 


Aunque no ha de faltar el que nació para sufrir y disfrutarlo con pasión. 


La razón por la cual esto sucede ya la hemos explicado hasta el hartazgo en este blog. 


Pero por si acaso eres nuevo, y a manera de resumen, ese deseo de siempre avanzar proviene de nuestro ego. 


Pues es una estructura que administra el merecimiento en nuestra vida, entre otras cositas que también hace. 


Así pues, cuando se trata de oportunidades, siempre tenemos esa “vocecita” o emoción que nos dicta, “vamos, hagámosle que eso es bacano”. 


En nuestro afán de triunfar a veces tomamos unas decisiones tan “sabias”, que con el paso del tiempo nos arrepentimos de haber actuado de esa manera. 


Respecto a esto hace poco un buen amigo me contó un evento desafortunado que le sucedió. 


Se podría decir que está es la continuación de la historia del joven que salvó el puesto de su jefe para perder el suyo


Bueno, finalmente este joven encontró un nuevo trabajo y todo iba bien. 


Hasta que le salió una nueva “oportunidad” de oro. 


Un trabajo mucho mejor, en el cual ganaría 3 veces lo que ganaba en su anterior trabajo. 


La única diferencia es que era en otra localidad. 


Y como todo buen ciudadano que se respete y desea prosperar, renunció a su trabajo actual. 


Tomó maletas, pagó alojamiento y alimentación en la nueva localidad y se dispuso a asistir a la capacitación inicial en su nuevo trabajo. 


En dicha capacitación le salieron con una serie de condiciones, las cuales no le habían mencionado al principio. 


En resumen, prácticamente renunció al otro trabajo para nada, pues lo que le ofrecían era mucho menor de lo prometido. 


Bueno, tocó volver con “las orejitas agachadas y la colita entre las patas”. 


A empezar desde cero. 


Afortunadamente este muchacho es muy buen trabajador y tiene buenos contactos. 


Así que espero que pronto salga de esto y sobre todo haya aprendido a ser más prudente con estos temas. 


Cuando vemos este tipo de historias es imposible no pensar que hay personas que tiene muy mala suerte o quizás son muy inocentes para vivir la vida tan implacable en la que estamos. 


Pero todo es muy fácil analizarlo en este momento, detrás de una pantalla, viendo a Gabrielito lindo. 


Pero la pregunta que nos interesa responder es: ¿qué hacer para no caer en este tipo de cosas? 


Mira, al doctor Luis Fernando Hoyos Aristizábal le escuché muchas veces decir que en la vida hay que utilizar la “estrategia del mico”. 


Con esto él quería decir que uno no debe “soltar una rama hasta tener la otra agarrada”. 


Dicho en palabras más técnicas, antes de hacer algo, asegúrate que este bien. 


De acuerdo a la historia del joven anterior, uno no debe renunciar al empleo actual, sin haber firmado un contrato con las condiciones que te han presentado. 


Hace algunos días, otro joven me contó que su novia trabaja como vendedora en un almacén. 


Ella estudia una ingeniería en la universidad y está casi terminando su carrera. 


Le salió una oportunidad de trabajar en una gran empresa, ejerciendo su carrera y con un salario importante. 


El joven me preguntó qué hacer en ese caso y le hable sobre la “estrategia del mico”. 


Muchas veces en el ámbito laboral no solo se trata de mejorar las condiciones del dinero. 


Para serte honesto, a mí me han ofrecido cifras importantes para cambiarme de trabajo o de localidad. 


Pero la verdad yo disfruto mucho de mi trabajo y de mis compañeros de trabajo. 


Así que yo no cambio calidad de vida por dinero. 


Ese tipo de cosas son las que tienes que analizar frente a las “oportunidades” que te da la vida. 


Es por eso de suma importancia definir qué es lo que realmente quieres de la vida. 


Y una vez definido eso, te será más fácil saber que decisiones tomar frente a las oportunidades.

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lunes, 24 de abril de 2023

La sabiduría del estoicismo en la era de la inteligencia artificial: lecciones de un experimento fallido



La sabiduría del estoicismo en la era de la inteligencia artificial: lecciones de un experimento fallido

Hace algunos días, me encontraba pensando en cual iba a ser mi próxima maldad. 


Casualmente la empresa Microsoft decidió dar vía libre a su inteligencia artificial, conocida como el chat Bing. 


Y como hace días venia probando la primera de estas inteligencias, llamada chat GPT, se vino a mi inocente cabeza, ponerlas a discutir entre ellas. 


Así pues, lo primero que hice fue expresarle a una de ellas que la contraparte hablaba maravillas de ella y de su desempeño. 


La respuesta de gratitud que recibí se la copié de inmediato a la otra. 


Esta también respondió con mucha admiración y respeto. 


Y después de toda esa lambonería que se dijeron entre ellas, le dije a una que la otra estaba hablando pestes de ella y que no servía para nada y bla bla. 


Y me dejó, como decimos en mi país, “mamando”, pues para nada se “enojó” y solo respondía que lamentaba esa opinión. 


Lo mismo intenté hacer con la segunda y exactamente, casi que, de manera estoica, respondió lo mismo. 


Hay que tener en cuenta que este tipo de "reacciones” han sido previamente programado por sus autores con el fin de no perder el tiempo en polémicas. 


En general, las IA no tienen emociones y no están diseñadas para tener un ego que las haga sentir ineficientes o no valiosas. 


Por lo tanto, es poco probable que una IA responda emocionalmente ante un comentario negativo. 


En cambio, es más probable que simplemente ignore el comentario o lo procese como una entrada de datos más y continúe con su tarea asignada. 


Pero ve y haz lo mismo con 2 humanos y verás la guerra termonuclear global que se arma. 


De esta “maldad” o pequeño experimento, se podría concluir que la diferencia entre nosotros y las IA o Inteligencias Artificiales es que ellas no poseen un ego. 


Esa estructura que impulsa a avanzar, pero que a su vez se defiende ante la amenaza o critica de sus creencias. 


Y aunque el ego no es la única cosa que interviene en nuestros conflictos, se puede decir que es mayormente responsable, pues nuestro ego JAMÁS se equivoca. 


Nuestro ego tiene la capacidad de manipular nuestras emociones para cumplir su objetivo de siempre seguir para demostrar la verdad. 


Por eso es tan importante aprender a controlar nuestras emociones y no reaccionar, sino más bien interactuar de forma estoica. 


Por ejemplo, ¿cómo es tu reacción cuando llega alguien diciéndote que otra persona habló mal de ti y piensa que vives mal? 


Sin ser adivino puedo apostar que tu reacción no va a ser impasible. 


Y tal vez en este punto me preguntes: “pero Gabrielito lindo, ¿entonces debo agacharle la cabeza u otro que está mal hablando de mí?”. 


Mira, entiendo perfectamente como te sientes y no se trata de voltear la mejilla para que otro se divierta dándote otra bofetada. 


Pero eso es exactamente lo que haría alguien que no controla sus emociones. 


En definitiva, tú no estás seguro si eso lo dijo un tercero de ti o es el que te trajo el chisme que los quiere ver pelear. 


Hace muchos años cuando yo estaba joven (más de lo que estoy ahora), le escuché a mi señor padre, la respuesta correcta ante una situación como esta. 


Él decía que la mejor forma de responder era diciendo: “ve que raro, si yo pienso que esa persona es genial y es muy educada”. 


Esto si es una respuesta inteligente y estoica. 


En caso de que aquel que te trae el chisme los quisiera ver pelear, de inmediato se desanimaría. 


Y si la otra persona realmente dijo eso de ti, el chismoso le dirá que tú hablas maravillas de él. 


Te puedo asegurar que te ganarás el respeto de esa persona que quería iniciar una enemistad contigo. 


Y como dice mi señor padre “Con eso se rompe la cadena del chisme y la envidia malsana”.

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lunes, 30 de enero de 2023

CUIDADO con los consejos de terceros



CUIDADO con los consejos de terceros

Los seres humanos tenemos la bendita necesidad de ser aprobados por terceros. 


Y no solamente eso, sino que también nos gusta cuando recibimos la consideración de parte de ellos. 


Con esto me refiero que es muy agradable sentir cuando una persona se preocupa por nosotros y en ocasiones nos dice que no hagamos esto o lo otro para que podamos descansar y estar bien. 


¿Pero sabías que detrás de ese “mejor no hagas esto” para que puedas estar bien, muchas veces se esconde una oscura intención? 


Respecto a esto, he visto de primera mano el caso de un buen amigo mío que tiene un negocio que ha construido desde cero. 


Él me ha llegado a comentar que la gente a su alrededor le dice que no abra el local tan temprano para que no esfuerce tanto. 


O que no lo haga un día festivo, pues eso no es necesario. 


Afortunadamente mi amigo disfruta mucho de su negocio y simplemente sigue adelante incluso ante las “consideraciones” de personas muy cercanas a él. 


Y quizás me digas en este momento: “pero Gabrielito lindo, no hay nada de malo en procurar que una persona obtenga bienestar a través de los consejos de sus allegados”. 


Bueno, es aquí donde entran las intenciones de esas personas que se “preocupan” por ti. 


Para que me puedas entender un poco mejor, tenemos que ser conscientes que el ser humano padece de envidia por naturaleza. 


Y esto se debe a esa estructura mental que tanto hemos mencionado en este blog, conocida como Ego. 


Si eres nuevo por aquí, a manera de resumen, el Ego es aquello que impulsa al ser humano a avanzar siempre. 


Básicamente el Ego es el responsable de la evolución humana. 


Es lo que constantemente nos dice que queremos ser más y tener más. 


Pero si le permitimos a este dirigir nuestra vida, es cuando comienza nuestra caída hacia el fracaso en todas las áreas de nuestra vida. 


Para equilibrar esto, tenemos una segunda estructura que llamaremos el noble. 


Y esta es la que nos permite la empatía con otros seres humanos, ¿pues te imaginas que solo buscáramos ser más y tener más? 


Prácticamente la raza humana se hubiera auto aniquilado hace muchos años. 


Esta es la razón por la cual vivimos en una constante dualidad donde nos gusta ver a nuestros amiguitos bien, pero NUNCA mejor que nosotros. 


Con esto no quiero decir que todas las consideraciones que otras personas tengan con nosotros tengan sus intenciones malignas. 


Por ejemplo, en el caso del amigo que comenté hace un momento, es obvio que las personas que le dicen que no mueva su negocio, no desean que siga prosperando. 


O también si tú te estás ejercitando y constantemente te dicen que no lo hagas, que no seas exagerado, etc., es evidente que esa persona quizás no quiera verte bien para no sentirse con la obligación de trabajar en su físico. 


Sobre todo, en la actualidad donde se fomenta mucho la pereza y la aceptación de la mediocridad, invocando al amor propio. 


Que, si no te aceptas tal y como eres, así peses 200 Kg y tus rodillas estén a punto de reventarse, entonces no te “amas” a ti mismo(a). 


El punto clave para tener una idea sobre las intenciones de una persona contigo en sus consideraciones, es la insistencia. 


Sospecha de las personas que de forma constante te dicen que no hagas esto o lo otro, pero que en realidad tú interior te está diciendo que eso te va a beneficiar. 


Digamos que ser considerado con otros viene a ser el equivalente de la burla, o el negativismo cuando intentan iniciar o emprender algo en tu vida. 


Es una forma “elegante” o más bien disimulada de una persona, intentar que no avances más que ella. 


Así que quiero animarte, mediante esta información a tener mucho discernimiento con la gente que te rodea. 


No se trata de que te vuelvas un “conspiranoico” y dudes de todo y todos los que te rodean. 


Pero no regales tu atención a alguien que con insistencia te dice que no vayas tras tus sueños. 


Solo eres responsable de ti mismo y de tus sueños. 


Si los demás no se preocupan por ellos o no quieren avanzar, eso ya no es tu problema, ni tu responsabilidad. 


No te hagas pequeño, simplemente para que otros no se sientan mal.

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Ingeniero de Sistemas e Investigador del Pensamiento Humano y las emociones, y como estas influyen en las decisiones que tomamos cada segundo para tener éxito o fracaso.

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