El doctor Luis Fernando Hoyos Aristizábal, que fue un psico criminólogo clínico, que nos dejó entre sus importantes investigaciones, varios datos interesantes.
Yo supe del doctor Hoyos por allá en los años 90, cuando estaba joven (más de lo que estoy ahora), en un programa radial que pasaban todas las tardes en la semana.
Y puedo dar fe plena que en aquellos tiempos fue uno de los primeros hombres que abogaba por una sociedad más justa para las mujeres.
Durante su programa las animaba a estudiar o capacitarse para no depender de un hombre.
Para que no cayeran en el chantaje económico que solíamos hacer los hombres, en aquellos tiempos, cuando éramos tan inocentes.
Lamentablemente el doctor Hoyos ya no se encuentra con nosotros, y no pudo observar como la sociedad llegó a cambiar como en la actualidad.
Donde vemos que las señoritas se capacitan, y tienen muy buenos trabajos que les dan la independencia económica para que ningún “berraco” hombre las manipule con el dinero.
Es más, la mujer actual es tan empoderada, que no necesita de un hombre a su lado para criar a sus hijos y sacarlos adelante.
Sin embargo, el doctor Hoyos llegó a publicar un libro titulado IMAGEN PATERNA EN LA ESTRUCTURACION DE LA PERSONALIDAD.
Este libro lo estoy leyendo en la actualidad y te puedo decir que, si él estuviera vivo, estaría bastante preocupado por las consecuencias que trae la falta de una imagen paterna en la formación emocional de un niño.
Para hacerte un resumen, el libro comienza a tratar los diferentes casos o eventos que pueden existir en la vida de un niño respecto a este tema.
Como, por ejemplo, un padre que no tenga autoridad, o que tenga demasiada y sea muy estricto.
También cuando un padre le falta autoridad y es muy “obediente” ante la figura de la madre.
Y por supuesto, cuando un niño ha tenido una presencia normal de su padre.
Cabe resaltar que esta obra solo hace énfasis al niño que es varoncito.
Respecto a la niña no habla absolutamente nada y supongo que ese estudio formaría parte de otro tratado del doctor Hoyos.
También asumo que esto fue así porque su tesis fue realizada en el sistema carcelario Central y Secundario de Lovaina, Bélgica.
Y pues confidencialmente los 30 entrevistados que participaron en su investigación fueron hombres.
En su trabajo podemos ver por ejemplo el caso de un preso de 29 años que participó en Matricidio.
A propósito, yo creía que esta palabra era una broma que hacía referencia cuando alguien se casaba.
Pero es la forma técnica en la que se le llama al asesinado de la madre.
Este hombre decía que él llegó a cursar estudios superiores y consideró que vivió en un ambiente protegido.
Donde papá y mamá siempre procuraron que él tuviera todo.
Sin embargo, su padre era una persona de carácter muy débil que obedecía ciega y absolutamente todo lo que su esposa le decía.
El expresaba que su mayor dolor era ver a su padre decirle algo y luego obedecer a su madre sin chistar.
Esto comenzó a crear un resentimiento tan grande por su madre que finalmente terminó cometiendo este crimen y allí estaba en la cárcel pagando por su error.
Y mira que uno acá asume que, si un hijo se le ha procurado darle todo lo necesario para que viva en bienestar, eso no es garantía del éxito.
Otro caso que me llamó la atención fue el de un hombre de 34 años cuya madre siempre le dijo que no tenía padre, pues este había muerto.
Cuando llegó a ser adulto se enteró que este vivía y que se encontraba preso.
El hombre afirma que siempre sintió que su madre nunca lo quiso y que siempre tuvo la necesidad de tener a su padre al lado.
Y quizás tanta fue su necesidad que estaba preso por robo.
Tal vez fue su intento de estar al lado de su padre, así fuera dentro de una celda.
Pero quizás el caso que más ha llamado mi atención fue el de un señor de 54 años.
Él afirmaba que sus padres le dieron de todo y que nunca lo llegaron a castigar.
Él se encuentra preso por robo y es considerado un ladrón de prestigio internacional.
Expresaba que su padre fue un hombre que gran corazón que nunca lo castigo, ni lo regañó. Siempre lo perdonó.
Su madre era una mujer que procuraba su bienestar y era una mujer muy cariñosa, no solo con él sino con su padre.
Pero finalmente debido a no sentir la negativa en nada de lo que hacía, nunca creció con límites en su mundo.
Así que cuando fue adulto no le importó quitarle las cosas a los demás.
El mismo decía que si hubiera tenido unos padres que le establecieran límites, tendría otro tipo de vida y no estaría encerrado en una celda.
Y quizás en este punto me preguntes: “Gabrielito lindo ¿entonces es mejor no existir?”.
Porque cualquier pequeño error que cometamos con nuestros hijos, puede arruinarles su vida de adulto.
Bueno, lamentablemente eso es cierto.
Mira, el ser humano es muy delicado.
Cualquiera puede decir: “hágale, que eso no pasa nada, para eso están los psicólogos”.
Pero en la práctica, solucionar nuestras falencias emocionales no es tan fácil, ni mucho menos divertido.
La estructuración de la personalidad de un niño tiene que ser como decían los abuelos.
Ni tanto que queme al santo, ni tan poco que no lo alumbre.
Todos los extremos son nocivos.
Lo más importante es que cualquier cosa que hagas, la hagas con conocimiento de las consecuencias.
Es buena idea tener presupuestado que va a ocurrir en caso de que hagas esto o aquello.
Y luego no estar llorando y levantando los brazos al cielo preguntando: “por qué a mi si yo soy tan bueno”.