Todos nos hemos preguntado si debemos luchar o no por nuestro interés romántico a pesar de ser prohibido.
La gran mayoría de personas no lo piensan dos veces, sino que, contra viento y marea, van tras esa persona con la intención de que forme parte de sus vidas.
Otras personas son conscientes del daño que se le estaría haciendo a terceros y prefieren pasar de esa persona, por muchas ganas que le tengan.
Hay que ser conscientes que estamos en un mundo libre y ninguna persona es de la otra.
Los tiempos de la esclavitud se acabaron hace mucho.
Entonces la pregunta que nos interesa resolver es, ¿cuál es el punto de vista correcto entre alcanzar a nuestro amorcito soñado o pasar de esa persona?
Bueno creas o no en las leyes naturales, existe algo que se conoce como causa y efecto.
Absolutamente todo lo que hagamos trae una o varias consecuencias.
Y no es para sentir miedo de todo lo que hagamos, pero cuando se trata de afectar a terceros que no tienen nada que ver, es mejor pensarlo dos veces.
Respecto a esto, hace muchos años conocí a una señorita que desde el primer día que la vi, no me la pude sacar de mi cabeza.
Y al parecer ella sintió exactamente lo mismo, pues comenzó a pedirme ayuda en cosas que yo sabía que eran fáciles para ella.
Tenía que hacer algo en Excel y yo notaba que eso lo hacía fácil pero debido a que yo estaba hipnotizado por ella, lo pasé por alto.
Así que me dijo que al no alcanzar el tiempo teníamos que vernos el fin de semana en mi casa.
Obviamente yo sabía por dónde iba el cuento.
Pero para serte sincero también quería que pasara todo con ella.
El fin de semana en vez de ser laboral, fue más bien romántico.
Y allí fue cuando me confesó que tenía un novio con el cual llevaba mucho tiempo de relación.
Yo me sentí fatal e intenté alejarme de ella.
Pero era tanta la atracción que sentíamos que terminamos jugando a las “resbaladitas”.
Y creo que me enamoré profundamente de ella.
Tanto que esa nena con solo mirarme sentía que acariciaba mi alma.
En los siguientes meses jugamos al te dejo, pero te tomo.
Es decir que unas veces ella intentaba separarse y olvidarse de mí y en otras oportunidades era yo el que me “olvidaba” de ella.
En medio de todo eso, al parecer su novió terminó enterándose o al menos sospechando que era lo que pasaba.
Así que le puse a la señorita un ultimátum y que escogiera.
Ella me dijo que me amaba con todo el corazón, que nadie me amaría como ella y bla bla bla.
Y para no hacer más largo este cuento, finalmente comencé a salir con otra señorita y pues todo terminó.
Hasta aquí uno puede pensar que no pasó a mayores, nadie salió lastimado, etc.
Pero definitivamente la Vida siempre te pasa la factura por tus actos.
Y no necesariamente con la misma situación o vivencias que tuviste.
Incluso puede ser de inmediato o mucho tiempo después.
Pero hace años tuve unas experiencias que me hicieron recordar el daño que le hicimos al novio de esa señorita.
Cuando uno vive experiencias desagradables en la vida, no podemos evitar levantar las manos al cielo y decir “¿por qué a mí?”.
Si pudiéramos traducir la voz del Cielo, Dios, la Vida o como prefieras llamarlo, sería algo “¿te acordás lo que hiciste en aquella fecha?”
Como no tenía el contacto con ese joven, ni supe donde se encuentra, te puedo decir que mentalmente le pedí perdón por todo ese daño causado.
A partir de esas experiencias fue que comencé a tenerlo mucho respeto a la Vida.
Pues esta es bastante irónica y a veces hasta burlesca.
Es por eso que uno entre más actúe con justicia en la vida, la Vida va a ser muy justa con uno.
La Vida al parecer siempre está tratando de encontrar un equilibrio.
Y tal vez me digas en este momento, “Gabrielito lindo, yo he conocido gente que le ha hecho mucho daño al prójimo y veo que siguen como si nada”.
Bueno, eso es lo que aparentemente vemos nosotros, pero que la vida les pasa esa factura, tenlo por seguro.
Recuerda que la mayoría de personas tratan de mostrar su mejor imagen en sus aplicaciones sociales.
Pero todos sabemos que detrás de esa “plenitud” existe un gran padecimiento que se trata de ocultar al mostrar felicidad.
En la actualidad yo he conocido señoritas bastante interesantes y atractivas.
Pero prácticamente salgo corriendo cuando me entero que tienen compromiso.
Para mí son casadas y capadas.
Personalmente he visto en mi localidad como han eliminado gente por causa de los celos.
Así que quiero animarte mediante esta información a evitar cualquier acción que implique daño a terceros.
Todos somos libres de hacer y tener lo que queramos.
Pero recuerda que eso no implica que seamos libres para hacerle daño a los demás.