Retoma el control de tu vida. Estrategias efectivas para el control emocional

Mostrando las entradas con la etiqueta esfuerzo. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta esfuerzo. Mostrar todas las entradas

lunes, 15 de enero de 2024

Cómo superar la programación mental del fracaso



Cómo superar la programación mental del fracaso

Por naturaleza, todos los seres vivos en este planeta deseamos estar siempre bien. 


Hay excepciones, pero recuerda que la excepción no hace la regla. 


Sin embargo, una cosa es lo que decimos querer, y otra muy contraria lo que hacemos para ello. 


Por ejemplo, queremos tener el suficiente dinero para poder conocer lugares, probar alimentos, comprar cosas, ayudar a personas que nos importan, etc. 


Y si sabemos que para tener suficiente dinero debemos trabajar, muchas veces no lo hacemos, esperando a que venga el angelito con el traje y la maleta del millón de dólares a solucionarnos la vida. 


Por ejemplo, con estos ojitos que tantas cositas lindas han visto, puedo observar constantemente la historia de un buen amigo. 


Él inicio un negocio en compañía de un socio que es su pariente. 


Desde el inicio del negocio se notaba quien le ponía ganas y quien no. 


Pues los mismo clientes se quejaban de la cara de “limón”, o cara de amargado del socio. 


Incluso ellos mismos le decían a este joven que apenas tuviera la oportunidad, comprar la parte de su socio y así administrar su negocio con su empuje y energía positiva. 


Efectivamente cuando se dio la oportunidad, le dijo al pariente “cara de limón”, que le compraba su parte. 


A lo cual él dijo que no le quería vender. 


Claro el otro haciendo todo, colocando su energía y entusiasmo y él recibiendo la mitad de los dividendos sin hacer nada, ¿cómo iba a estar de acuerdo? 


Así pues, este bueno amigo le dijo, entonces cómpreme mi parte que yo sigo solo. 


No le quedó más remedio entonces que venderle, pero le pidió el favor de que le permitiera seguir como empleado del negocio. 


Bueno, el cambio se notó tanto que el negocio de este buen amigo se ha crecido exponencialmente. 


Pero todo se debe a que el disfruta tanto lo que hace, que incluso abre su negocio los días festivos. 


Y aquí es donde comienza un problema con su nuevo “empleado”. 


Yo vivo en el país con más días festivos del planeta. 


Mucha gente ve el trabajo en los días festivos como una maldición. 


Van, pero lo hacen de mala gana y odiando lo que tienen que hacer para poder comer. 


Y no estoy diciendo que el 100% de las personas hagan esto, pero si la mayoría lo hacen disconformes. 


Así que el ex socio de mi amigo se la pasa preguntándole que por qué mejor no cierran y descansan que el cómo dueño se lo “merece”. 


¿Tan amable no? 


Y el dueño simplemente le responde que no venga que el sí va a abrir. 


Lógicamente si no va, pues no le pagará ese día de trabajo. 


Y le “toca” ir para poder seguir comiendo y maldiciendo el destino que le tocó. 


Todo esto hace que nos surja la pregunta del por qué si sabemos que algo nos conviene, no lo hacemos o lo detestamos. 


Bueno, en esto influye poderosamente el programa mental de fracasados que a todos nos han estado inculcando desde pequeños. 


Cuanto somos pequeños y tomamos la iniciativa de hacer algo, pero nos queda mal, muchas veces nuestros padres o personas cercanas nos dicen “mijo esto se hace es así”. 


Qué crees que le estamos sub comunicando a un pequeño que intenta hacer algo por vez primera y no le sale “perfecto” como nos saldría a nosotros los “iluminados”. 


Que su esfuerzo no lo vale y que otros si saben porque merecen. 


Bueno, esto pasaba en mis épocas, cuando “éramos tan inocentes”. 


Hoy en día si un niño comete un error no se le castiga, sino que por el contrario se le aplaude y se le pone todo fácil ya que no quiero que mis hijos pases por lo que pasé yo. 


En este caso le estamos sub comunicando a nuestros pequeños la mediocridad. 


No importa si está bien o mal, un aplauso para ti papito que te lo mereces todo. 


Pero cuando ese niño crece y se encuentra con que en la vida nadie le va a alcahuetear y que, si no hace su labor excelente, lo mandan a la calle, es cuando piensa que el mundo está en su contra. 


Que no lo tratan bien y que solo lo quieren ver sufrir. 


Retomando el caso del “empleado” de mi amigo, esté nunca analiza que la gente paga o compra un servicio para ser utilizado. 


En este caso es un gimnasio. 


Él se excusa que por ser temporada de fin de año la gente casi no va y bla bla. 


Si alguien paga un servicio es su problema si deja vencer la membresía sin ir o no. 


La responsabilidad de un negocio es prestar el servicio pues para eso lo está ofreciendo. 


Pero en su programación mental de pobreza y fracaso este otro muchacho siente que no merece ganar, sino seguir a la sombra de su patrón, esperando que este lo deje descansar algunos días. 


Mira, todos tenemos este tipo de pensamientos pues como mencioné anteriormente es lo que nos sub comunicaron las personas de nuestro entorno. 


Esa gente ya no está con nosotros, ni dependemos de ellos. 


¿Entonces para qué prestarles atención a palabras que no nos convienen?

Comparte:

lunes, 17 de mayo de 2021

El problema de nuestro mínimo esfuerzo



El problema de nuestro esfuerzo

Hace algunos días, mi hija Isabellita, me contó que tuvieron elecciones del personero en su colegio. 


En estas elecciones solo existían 2 candidatos y la mayoría que vendría siendo el 98% votaron por el candidato que les regalo dulces a los electores. 


El otro candidato se presentó solo con sus buenas intenciones y propuestas. 


Esto muestra que, desde muy pequeños, los seres humanos acudimos a la ley del mínimo esfuerzo y la recompensa inmediata. 


Y cuando somos adultos, sobre todo en Latinoamérica nos quejamos de nuestros gobernantes. 


Nos da rabia lo ladrones, codiciosos y hasta mentirosos que son. 


Pero sabías que ellos nos están representando fielmente en nuestra personalidad. 


Y puede que me digas en este momento “Gabrielito lindo, ¿cómo se te ocurre compararme con esos individuos si yo soy una persona impoluta?”. 


De hecho, al sabio rey Salomón se le atribuye la famosa frase “Cada pueblo tiene el gobierno que se merece”. 


En realidad, si nos ponemos la mano en el corazón nosotros somos exactamente igual a nuestros gobernantes. 


Mentimos, robamos y no necesariamente dinero. 


En realidad, nosotros somos muy dados a victimizarnos, tirar la piedra y esconder la mano para pasar como honorables inocentes. 


Por ejemplo ¿qué hay del tiempo que robas a los demás o el tiempo que pierdes en tu trabajo? 


Nos complace el dolor ajeno y si vemos caer económicamente a un vecino nos alegramos porque estaremos mejor que él. 


Y lo más interesante es que decimos “pobrecito” y sentimos que esto nunca nos va a afectar a nosotros. 


Lamentablemente o afortunadamente todos estas interconectados con los demás, sobre todo por el dinero. 


Para que me entiendas mejor, imagina que tienes un negocio. 


Entonces la mitad de tus clientes pierden sus ingresos y ¿qué piensas que va a pasar? 


Exactamente tu economía también se verá afectada. 


Y si tu flujo de dinero se interrumpe, tú vas a interrumpir la economía de tus acreedores. 


Esto es similar a lo que publiqué hace algunos años en la entrada, LA HISTORIA DEL RATON


A manera de resumen, la historia muestra como un ratón está preocupado porque los dueños de la granja adquirieron una trampa para ratones. 


Este comenzó a alertar al resto de los animales en la granja y cada uno le decía “eso no es problema mío, finalmente la trampa no es para mí”. 


Hasta que una noche la trampa se activó y fue una serpiente la víctima. 


Cuando la esposa del granjero fue a ver el ratón capturado, fue mordida por la serpiente. 


Como la señora no mejoraba mataron a la gallina para hacer una sopa. 


Luego, al llegar parientes a visitarla, le tocó el turno al cordero. 


Y finalmente la señora falleció y el granjero vendió la vaca al matadero para cubrir los gastos del funeral. 


Este efecto de dominó también te afectará si no abandonas el egoísmo que nos está consumiendo actualmente. 


Y quizás en este momento me estés preguntado, “pero Gabrielito lindo, ¿cómo puedo cambiar este mundo si todos son egoístas?” 


Lamentablemente todos estamos pensando de la misma forma y nadie se atreve a dar el paso inicial. 


Pero si quieres darlo simplemente ayuda a las personas en tu entorno. 


No se trata de darles dinero porque eso calmará el hambre o sus necesidades solo un corto periodo de tiempo. 


Muchas veces con solo escuchar a alguien le permite liberar su mente y tener mejores ideas. 


Ser amable en la calle con las personas les puede ayudar a sobrellevar los problemas y tener mejores ideas gracias a una simple sonrisa. 


Los seres humanos somos muy dados a complicarnos la vida pensando en elaborados planes para ayudar al mundo. 


Nos imaginamos creando una máquina para limpiar el planeta de desperdicios, o que sane personas, etc. 


Pero las herramientas que tenemos son tan simples que hasta pasan desapercibidas. 


Recuerdo que hace muchos años, cuando me cambie de trabajo, una de mis compañeras se acercó a darme las gracias por mi sonrisa. 


Yo pensé que estaba bromeando porque era una mujer que se reía mucho todo el tiempo. 


Pero me confesó que padecía una profunda depresión y como siempre he tenido la costumbre de sonreír en todo momento, eso le daba esperanza para ver que ella también podía vivir bien. 


La verdad a partir de esas palabras entendí lo importante que es ayudar a los demás simplemente siendo amable con ellos. 


Cuantas veces no imaginamos tener mucho dinero para ayudar con sus problemas de los demás y esta solución ya está en nuestro interior. 


Así pues, quiero animarte mediante esta información a dejar de culpar a terceros de tus desdichas. 


Si quieres encontrar a esa persona que es capaz de hacerte feliz y darte todo, te estará esperando frente al espejo.

Comparte:

lunes, 3 de febrero de 2020

Logrando los objetivos con trabajo



Logrando los objetivos con trabajo Los seres humanos tenemos la tendencia al facilismo.

Con esto quiero decir que si fuera por nosotros nos sentaríamos debajo de un árbol de manzanas a esperar que estas nos caigan para alimentarnos.

La pereza nos domina, y sobre todo nos da impaciencia esperar procesos por los cuales hemos trabajado con la ley del mínimo esfuerzo.

Existen personas que en el día a día demuestran un talento y astucia especial para actuar, pero que no se sienten capaces de avanzar más allá de donde se encuentran actualmente.

Por ejemplo, desperdician su talento pues se consideran incapaces de hacer un buen trabajo ya sea a nivel escolar como laboral.

Tal era mi caso hace años, pues las personas de mi entorno, o al menos la mayoría decían que yo tenía mucho talento que no explotaba.

Honestamente yo tomaba esto como una especie de broma que me querían hacer.

Sentía que todo lo que sabía cualquiera lo podía hacer pues para mi realizar cosas siempre ha sido fácil.

Esto, sumado a mi baja autoestima era lo que me hacía percibir el mundo como una carga de lucha e inmerecimiento.

Sin embargo, no basta con tener talento en la vida.

Hay que tener algo más que se llama trabajo y disciplina constante.

Al talento o a las metas hay que dedicarles tiempo para desarrollarlos.

La Vida no nos regala nada y por eso todo debemos ganárnoslo con dedicación.

La pereza es la peor enemiga de los proyectos y cuando nos dejamos llevar de esta, por eso fracasamos.

A las metas o propósitos hay que dedicarles tiempo.

Por ejemplo, ¿crees que las estrellas de fútbol mundial han llegado donde están simplemente por el talento?

Muchas personas alrededor de ellos, han confirmado que los deportistas más sobresalientes se quedan practicando solos después de su entrenamiento oficial.

No solo se dedican tiempo extra a mejorar sus habilidades, sino también su físico.

Leen, investigan, se asesoran o en general hacen lo necesario para seguir en la cima.

Cuando analizamos todo esto, honestamente y con la mano en el corazón ¿crees que nosotros dedicamos tiempo y esfuerzo a lo que nos hemos trazado?

¿Cuántas personas a la fecha no iniciaron su objetivo de tener un mejor cuerpo y comenzando el año ya se dejaron vencer por la pereza?

¿Cuántos no se propusieron a ahorrar para fin de año realizar un viaje y no solo han incumplido su propósito, sino que ya deben más dinero del que pueden pagar?

¿Realmente actuando así crees que vas a cambiar tu vida?

Existe un dicho que reza “Con un poco cada día, obtienes mucho con el tiempo”.

Si tu a diario juntas una pequeña cantidad de dinero, ¿puedes visionar lo que tendrías ahora si hubieras comenzando hace un año, cinco o tal vez diez años?

Lo mismo ocurre para cualquier cosa que te propongas en la vida.

El problema es que debemos dejar el facilismo y sobre todo el “rapidismo”.

Todo lo queremos instantáneo. Tristemente esas cosas así no son perdurables.

Por el contrario, todo lo que vale la pena requiere esfuerzo y tiempo.

Por eso la Naturaleza es tan hermosa y perfecta.

Así pues, quiero animarte a través de esta información a esforzarte por lo que deseas.

Esta bien que nada es fácil, pero tampoco nos rindamos ante el primer obstáculo que se nos presente, como la pereza mental.
Comparte:

Comprar PBA

Compra BPA

Contáctame

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Donaciones

Acerca de mí

Mi foto
Ingeniero de Sistemas e Investigador del Pensamiento Humano y las emociones, y como estas influyen en las decisiones que tomamos cada segundo para tener éxito o fracaso.

Notificaciones Telegram

Telegram
Canal Ingeniero Gabriel Salazar / AUTOPODER Recupera tu Poder Interior

Para recibir el vídeo de cada lunes en tu Telegram:

Ingresa a:
t.me/autopoder1
t.me/IngenieroGabrielSalazar
Grupo Telegram:
t.me/+Z7ZMi8tw4WdjYTcx

Vídeo Bienvenida

YouTube

Copyright © Ritmo Positivo 2009 - 2024. Con tecnología de Blogger.