Retoma el control de tu vida. Estrategias efectivas para el control emocional

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lunes, 18 de marzo de 2024

Domina tu Destino: El Secreto para Evitar Decisiones Desastrosas



Domina tu Destino: El Secreto para Evitar Decisiones Desastrosas

En medio de la hermosura que tiene este planeta, es inevitable que también experimentemos infelicidad. 


Y cuando hablo de infelicidad me refiero a estrés, odio, venganza, angustia, ansiedad y todas esas emociones tan “bonitas” que nos amargan la vida. 


Y la pregunta que pone todo en pausa y nos vuela la cabeza es: ¿si en verdad todo ese sufrimiento es inevitable o es algo que nosotros nos buscamos? 


Bueno, yo creo que esta fue una pregunta que desde mi niño me inquietaba, pues escuchaba constantemente a los adultos de mi entorno expresar que la vida era dura. 


Y yo dudaba de sus palabras pues si yo experimentaba pura felicidad y juego, estos pacientes ¿por qué se expresaban de esa forma? 


¿Será que eran unos malagradecidos? 


Como es lógico, uno de niño la pasa muy bacano en este paseo. 


Al menos a la mayoría, pues soy consciente que a algunos niños no les parece tan divertida la vida. 


Quizás desde temprana edad y sin que lo hayan decidido, les tocó cumplir un rol de adultos para el cual no están preparados. 


Imagínate, ni los mismos adultos a veces estamos preparados para enfrentar la vida, que se puede decir de un pequeño. 


El caso es que, a medida que fui creciendo, iba experimentando ese malestar que hablaban esos adultos en mis épocas, cuando éramos tan inocentes. 


Ah bueno, entonces les comencé a dar la razón. 


Pero simultáneamente me comencé a percatar que mucho de ese malestar me lo estaba ganando yo por pendejo. 


Allí fue cuando me di cuenta de la importancia de las decisiones que tomamos en cada momento. 


Incluso, no tomar una decisión, también es decidir y en este caso es no hacer nada. 


Y hagas lo que hagas todo trae una consecuencia. 


Por ejemplo, mis decisiones financieras que me llevaron al fracaso económico fueron totalmente mías. 


Nadie me obligó ni tampoco intervino en que yo tomara esas decisiones. 


Yo “mismito” me puse la piedra en el cuello y me lancé al rio profundo de las deudas. 


Que después comencé a culpar a Dios, al destino y a la mala suerte, fue otra cosa. 


Porque lamentablemente los seres humanos siempre culpamos a otros por nuestros errores. 


No. Nosotros somos perfectos y los que se equivocan, son esas que están a mi lado. 


Así no hayan dicho nada y estén callados. 


Como dice mi mejor amigo, “la culpa la tienes tú porque no me obligaste”. 


Mira, una de las cosas que más suelo escuchar a las personas de mi entorno es que le prestaron dinero a alguien y no se los han regresado. 


La pregunta que te puedo hacer en este momento, si es tu caso sería: “¿quién rayos te mando a prestarle dinero a esa persona?” 


Como decía el doctor Luis Fernando Hoyos Aristizábal: “aquel que pide prestado dinero, es porque no tiene con que pagar”. 


Lamentablemente en todas nuestras decisiones influyen mucho las emociones. 


La culpa, el pesar, la lástima o empatía que puedas sentir por esa persona te “lleva” a realizar un evento del que te lamentarás posteriormente. 


A veces también te puede llevar el ego o el afán de hacer las cosas. 


He visto casos de amigos que han comprado por ejemplo un automóvil. 


Este les ha salido malo y que problema para después recuperar el dinero o revender eso. 


Pero nadie los estaba presionando para hacer eso. 


Ellos solitos, en su afán de estrenar se metieron en ese malestar. 


Y allí es donde vienen los “por qué soy tan de malas”, “ese estafador se aprovechó de mi buena fe”, y un largo etc. 


Mira, uno antes de tomar decisiones y sobre todo estas importantes con el dinero, debe pensársela muy bien. 


Ir sin afanes, mirar muchas otras opciones y sobre todo no dejarse llevar por el famoso: “es que el vendedor me responde”. 


Al vendedor lo único que le interesa es que le entregues tu dinero. 


Así que quiero animarte mediante esta información a tomar decisiones con planeación y no con tus vísceras. 


Una cosa es pasar tiempo planeando tus pasos y otra pasar tiempo lamentándote por tus decisiones.

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lunes, 12 de febrero de 2024

El Asombroso Secreto de la Palabra: Cómo Transformar tu vida con un Simple Cambio Lingüístico



El Asombroso Secreto de la Palabra: Cómo Transformar tu vida con un Simple Cambio Lingüístico

Hace algunos días, en la hora del almuerzo, se dio la oportunidad de hablar sobre los deseos que la gente pide en navidad. 


Por ejemplo, una amiga me decía que su deseo para el “Niño Dios” o la Navidad era la salud. 


Y así cada uno fue diciendo sus diferentes regalos que esperaba para esta fecha, de parte de la vida. 


Finalmente llegaron a mí con la pregunta, qué le pedía yo a la vida, en esta Navidad. 


La verdad me quedé pensando porque tengo ahora todo lo que le he pedido a la vida. 


Simplemente dije que agradecía a la vida por todo lo que me daba en cada instante. 


Como es lógico, los que estaban presentes me preguntaron cómo era posible que eso me ocurriera a mí y no a ellos. 


Esto me hizo recordar un evento que ocurrió durante mi adolescencia. 


En aquellos tiempos, cuando éramos tan inocentes, mi salud no era tan buena como en la actualidad. 


Yo sufría mucho de amigdalitis y hubo un momento en que mi garganta se vio tan afectada por esto que me salió una bola al lado. 


Recuerdo que el médico recomendó una inyección que hasta la fecha me dan escalofríos de recordarlo para combatir la infección. 


Cuando llegué a la casa, ya me quedé sentado esperando a que me pasara el dolor que tenía en la pierna. 


En eso mi señor padre entró en esa habitación y me dijo jocosamente “¿a usted todavía le da eso?”. 


Yo me quedé pensando: “bueno, ¿por qué mi papá me dice eso?”. 


“¿Acaso uno puede controlar la salud?”. 


Pero la verdad noté que mi señor padre en ese momento no le daba ni siquiera una gripa. 


Y lo curioso es que él siempre decía: “tengo un cuerpo perfecto, así que mi salud es perfecta”. 


Bueno, yo dije: “no pierdo nada con intentarlo”. 


Desde ese momento me dediqué a expresar lo mismo. 


A repetir constantemente que mi cuerpo es perfecto y mi salud es perfecta. 


Te confieso que al principio sentía que le estaba hablando a la pared y que esto era otra linda forma de perder el tiempo. 


Como yo soy bastante persistente y me he caracterizado por tener una voluntad de acero, solo seguí adelante. 


Y así fue pasando el tiempo y con los años noté que mi salud mejoró notablemente, hasta el grado de ser como la de mi padre. 


Ni siquiera un resfrío me volvió a dar. 


Por eso cuando me percaté que mi hija ya estaba en la pancita de la mamá, le comencé a repetir las mismas palabras. 


Isabellita tiene en la actualidad una salud, incluso mejor que la mía. 


Y eso que yo nunca me enfermo. 


Si buscas pruebas del poder de las palabras en tu vida, te recomiendo que empieces desde hoy a realizar este ejercicio. 


Es gratis y solo te costará dejar la pereza. 


Porque te aseguro que tu programación mental de fracaso que has tenido desde la infancia te intentará sabotear. 


Y tal vez en este punto me estés preguntando: “Gabrielito lindo, ¿esto solo sirve para tener una salud perfecta?”. 


¿Se podría por ejemplo usar para mejorar la economía o tener una pareja? 


La respuesta a tu pregunta es totalmente afirmativa. 


De hecho, mi economía comenzó a mejorar cuanto puse en práctica este mismo principio. 


¿Por ejemplo que sueles responder cuando haces algo por una persona y esta te dice “gracias”? 


En general todos decimos “de nada”. 


Hace mucho tiempo me di cuenta de que sea lo que haya hecho es algo, no es “nada”. 


Ha sido importante para esa persona, así que comencé a cambiar esa expresión por: “con mucho gusto, para eso estamos los amigos multimillonarios”. 


Esto puede parecer gracioso a la vista de las personas, pero para tu subconsciente que razona, ni piensa, sino que todo lo tomar literal, lo va a ejecutar en tu vida. 


Si constantemente repites esto puede que te conviertas en un amigo multimillonario o puede que no. 


La sabiduría popular reza: “es mejor apuntar al sol y dar a un águila que apuntar al águila y dar a una piedra”. 


Lo importante es que tu economía comenzará a mejorar poco a poco. 


Es como si constantemente repitieras la frase: “soy amor y tengo a la persona ideal a mi lado”. 


Como estamos hablando de la complejidad mental del ser humano y no de un producto, puede que la conozcas o al menos similar. 


Lo importante es que a partir de este momento te dediques a utilizar tu lenguaje para tu beneficio y de los que te rodean. 


Entre más pulcro sea el lenguaje de una persona, más éxito va a tener en su vida.

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lunes, 10 de julio de 2023

Cómo transformar tu vida en 7 días mejorando tu autoestima



Cómo transformar tu vida en 7 días mejorando tu autoestima

Todos hemos escuchado la palabra autoestima y se podría decir que, aunque no conozcamos su significado exacto, intuitivamente lo desciframos. 


Pero de manera formal, la autoestima es la valoración y percepción que tenemos de nosotros mismos. 


La baja autoestima puede influir significativamente en la depresión. 


Pues esta puede contribuir a su desarrollo y mantenimiento. 


La autocritica, pensamientos negativos y la falta de valía, nos pueden llevar al aislamiento social. 


En teoría, como se trata de nuestra propia imagen, deberíamos de pensar bien de nosotros mismos y de lo que hacemos. 


Tristemente esto no ocurre por nuestros condicionamientos sociales aprendidos desde la infancia. 


Aprendimos a “ganarnos” la aprobación de papá y mamá, haciendo caso. 


Y cuando los desobedecíamos, recibíamos un castigo o quizás la indiferencia de ellos. 


Como definió perfectamente la doctora Louise Hay, los padres son los dioses de nuestro universo. 


¿Y quién quiere hacer enojar a unos personajes tan importantes en nuestra vida? 


Así pues, esto nos condicionó para ser “niños” buenos y obedientes en la actualidad. 


Y es por eso que la opinión externa nos puede subir o bajar dicha autoestima. 


Para serte honesto, en mi caso por mi tendencia perversa, no suelo ser muy obediente que digamos. 


Así que te imaginarás como disfruto el disgusto o incomodidad de una persona al llevarle la contraria. 


Y aunque mejorar nuestra autoestima puede requerir tiempo y esfuerzo, existen algunas cosas que están al alcance de tu mano. 


Cosas tan simples que damos por sentadas como por ejemplos el autocuidado. 


Es algo que haces todos los días, pero pregúntate si comes saludablemente y duermes lo suficiente. 


¿Haces deporte y practicas actividades que disfrutas? 


¿O sigues haciendo actividades para complacer a otros? 


Digamos que tienes un grupo de amiguitos y ellos son amantes de las caminatas. 


Te gusta la compañía de ellos, pero la verdad no disfrutas de caminar. 


Finalmente, a ti te gusta la acción y prefieres participar en maratones. 


En ese caso, tienes que sincerarte contigo mismo, pues si estás haciendo cosas que no disfrutas, esto no te va a ayudar mucho en aumentar tu autoestima. 


Pues sentirás que estás siendo un niño bueno en contra de tu voluntad, con tal de complacer a papá y mamá que, en este caso, estarían siendo representados por tus amiguitos. 


Otra cosa que tienes a la mano para este propósito es reconocer tus habilidades y sobre todo recordar los logros pasados. 


Intenta mantener en tu mente ese día que por ejemplo jugaste y gracias a ese gol que hiciste antes de acabar el partido, te trajo el reconocimiento de todos. 


Si recuerdas un logro pasado, o algo que te hizo feliz, vas a notar que tus emociones casi que serán las mismas de ese momento. 


Y eso te traerá de nuevo esa energía, que te hará sentir como un ganador. 


Por eso mantén ese tipo de recuerdos en tu mente, en vez de las pocas veces que la cagaste. 


También te ayudará mantener metas realistas. 


Por ejemplo, si quieres iniciar un negocio, es buena idea que te proyectes a tener sucursales y cosas así. 


Pero no vayas de inmediato por eso si ni siquiera el negocio va solo y aun tienes que estar pendiente de él. 


Mas bien piensa en pasar de 1 cliente fijo a 2 y esa meta que es más realista que el propósito global. 


Esto te dará la satisfacción de cumplimiento y que las cosas van bien. 


Por eso debes evitar a toda costa, en cualquier área de tu vida la comparación social. 


No hagas eso, pues cada uno tiene su propio ritmo. 


Hay gente que arranca con toda y en apariencia van adelantados, pero te aseguro que con el tiempo se cansan y en algún momento tú pasarás por su lado, disfrutando tu proceso. 


Lo siguiente que puedes hacer es cuidar tu dialogo interno, es decir las palabras que te dices a ti mismo. 


Si cometes un error, no te puedes decir: “que pendejo”, “mucha gueva”, etc. 


Y por el amor de todos los dioses del Olimpo, rodéate solo de personas positivas. 


Hay gente que no sabe o no le ocupa saber sobre estos temas. 


Y verte feliz y en camino al progreso les va a arder. 


Así que no esperes que las personas negativas te vayan a dar ánimos para aumentar tu autoestima. 


Por el contrario, ellos, al no tenerla alta, van a intentar bajártela como sea. 


Que te tocó seguir por el camino solo, aprende a aceptarte como eres. 


Finalmente, todos cometemos errores y lo importante es aprender de ellos. 


Y por último no olvides practicar la gratitud. 


Agradece por todo y tu vida será una bendición. 


A nivel personal, yo aprendí de una persona especial, un ejercicio muy poderoso y simple que te aseguro si realizas, va a cambiar tu vida, casi que mágicamente. 


Es solamente levantar tus brazos y cabeza hacia el cielo y decir gracias. 


Si quieres puedes visualizar a Dios, al Universo, o al santo de tu devoción y decirle gracias. 


Y si lo haces constantemente tu actitud y energía van a cambiar de forma significativa. 


¿Recuerdas el tema pasado que vimos sobre las actitudes influyen en cómo la gente nos trata? 


Pues exactamente la Vida nos va a tratar de acuerdo a nuestra actitud.

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lunes, 3 de julio de 2023

El rol de nuestra actitud en la mediocridad o grandeza



El rol de nuestra actitud en la mediocridad o grandeza

En nuestra vida cotidiana, nuestras actitudes juegan un papel fundamental en cómo interactuamos con el mundo y cómo los demás nos perciben. 


Estas actitudes están intrínsecamente ligadas a nuestra autoimagen, que es la forma en que nos vemos y nos valoramos a nosotros mismos. 


Nuestra autoimagen es el reflejo de cómo nos percibimos a nosotros mismos. 


Y esta percepción interna se manifiesta en nuestras actitudes y comportamientos. 


Si tenemos una autoimagen elevada, nuestras actitudes serán enérgicas, positivas y seguras. 


Por el contrario, si nuestra autoimagen es baja, nuestras actitudes y lenguaje no verbal pueden transmitir inseguridad, negatividad e incluso mediocridad. 


¿Pregúntate, a que empresa, socio de negocios o quizás cliente le interese tener tratos con una persona mediocre o negativa? 


Cuando nos valoramos y nos respetamos a nosotros mismos, nuestras actitudes reflejan confianza y autenticidad. 


Por ejemplo, en el caso de un hombre que desea conocer a una mujer, si se valora a sí mismo, su actitud será genuina. 


Y no buscará ser valorado únicamente por su dinero o lo que pueda hacer por ella. 


Su deseo de conocer a alguien estará basado en una conexión emocional real, y no en superficialidades. 


Por otro lado, si no tenemos una alta autovaloración, es probable que experimentemos rechazo en nuestras relaciones. 


¿Quién quiere compartir su vida con alguien que no se valora a sí mismo? 


Nuestras actitudes y comportamientos transmitirán ese mensaje de falta de amor propio, y eso puede alejar a las personas que desean conexiones significativas. 


Además, nuestra autoimagen también se sub comunica a través de nuestras actitudes. 


Lo que puede conducir a una sensación de mediocridad. 


Si no creemos en nuestras capacidades y nos conformamos con menos de lo que merecemos, nuestras actitudes reflejarán esa mentalidad limitante. 


En cambio, si nos esforzamos por tener una autoimagen fuerte y positiva, nuestras actitudes estarán alineadas con el deseo de alcanzar la grandeza y perseguir nuestros sueños. 


Respecto a esto hace algunas semanas conocí el caso de un vecino mío. 


Él tuvo la oportunidad de conocer una señorita muy atractiva. 


Pero cometió el error de decirle que era dueño de esto y lo otro. 


Bueno, esta señorita, ni corta ni perezosa adivina como lo tiene en la actualidad. 


Exactamente como un cajero automático, pues la actitud de este hombre fue de vender su valía mediante cosas materiales. 


Y el mismo me confesó que hasta el momento, en el ámbito romántico no ha ocurrido nada. 


Al parecer, esta señorita no lo toca ni con la sombra de un palo. 


Hoy en día yo escucho mucho a los hombres quejarse que las mujeres son interesadas, que no tienen sentimientos y bla bla. 


Pero mira la actitud que toma la mayoría de hombres en este planeta. 


Ven a una mujer y eso es en un desespero terrible por cogérsela. 


Como si no hubiera más mujeres y esa es la única que queda. 


Hombre, hasta yo (que soy un angelito) si veo que una persona me está demostrando esa hambre, le saco provecho. 


Los seres humanos por naturaleza nos aprovechamos del más débil. 


Eso es una ley natural que se ha plasmado en el dicho popular “el pez grande se come al chico”. 


Mira, el deseo genuino no es negociable. 


Si tú no le gustas a una persona, por más cosas que hagas o le des, eso no va a cambiar. 


Es más, actuar de esa forma produce asco. 


En conclusión, nuestras actitudes son el eco de nuestra autoimagen. 


Y es vital comprender cómo se interconectan. 


Si queremos experimentar relaciones saludables, éxito y bienestar en nuestras vidas, debemos trabajar en nuestra autovaloración y cultivar actitudes positivas. 


Al mejorar nuestra autoimagen, podemos transmitir confianza, autenticidad y respeto a los demás. 


Y tal vez en este punto me estés preguntado: “Gabrielito lindo, como se puede cultivar esa autoimagen de forma positiva”. 


"Porque tú eres algo, guapo, musculoso y “naciste” con confianza”. 


Mira, es cierto que no todo el mundo tiene un físico atractivo. 


Pero si nos apegamos a esto, es lo mismo que el caso del vecino anterior, que sólo ve su valor en la capacidad para proveer dinero a las personas de su interés. 


Por ejemplo, ¿haces ejercicio? 


¿Comes bien y duermes bien? 


¿Tienes la sana costumbre de comprar libros y leerlos, no solo tenerlos en la biblioteca, o por el contrario te la pasas en redes sociales chismeando lo que hacen tus amiguitos? 


Para cultivar el valor positivo en ti, es muy importante cambiar los hábitos. 


Los hábitos van a influir directa y poderosamente en los resultados que ves en tu realidad. 


Entonces comienza a hacer algo diferente, para obtener resultados diferentes. 


Eso es ponerse a uno mismo en primer lugar. 


Esa opinión o imagen que tienes los demás sobre ti en la actualidad, pásatela por el forro.

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lunes, 17 de diciembre de 2018

Reconciliándose con los fallos del núcleo parental



Reconciliándose con los fallos del núcleo parental Al contrario de los animales, que parecen valerse de forma más fácil por sí mismos, los seres humanos dependemos de terceros para poder avanzar en la vida.

Es por eso que desde nuestra llegada a este planeta nos acompañan un grupo de desconocidos que hacen posible nuestra supervivencia.

Hago referencia a desconocidos pues nuestras figuras materna o paterna no necesariamente coinciden con nuestros progenitores biológicos, como se presenta en muchos casos.

La doctora Louise Hay llama a nuestros padres los dioses de nuestro universo, pues son los encargados de darnos las creencias que tenemos.

De hecho, aun cuando seamos adultos, inconscientemente seguimos aceptando muchas de las cosas que aprendimos de ellos.

Es por eso que si consideramos que algunas de estas creencias nos estarían perjudicando de alguna manera es importante lograr una reconciliación con el pasado.

Recuerda la regla de oro emocional, entre más niegues algo o más rechaces algo, más poder le estarás dando y más disfuncional te volverás.

A medida que vamos creciendo nuestros sentimientos van cambiando por estás personas que nos acogieron.

Es decir comenzamos a sentir algo más que gratitud y llegamos a amar profundamente a nuestros padres o figuras que los representan.

Incluso en la niñez surge lo que algunos llaman la perdida de la inocencia que es cuando el niño comienza a sentir miedo de la futura muerte de sus padres.

Claro está, en este caso hablamos de padres que aman a sus hijos y desean el bienestar de ellos.

Cuando llegamos a la etapa de nuestra pre adolescencia, nuestras emociones vuelven a cambiar.

Nuestros padres se convierten en una especie de enemigos que no tienen la razón y que intentan hacernos la vida imposible.

Al final, cuando somos adultos y tenemos nuestros propios hijos, nos damos cuenta que realmente valen por todo lo que hicieron para sacarnos adelante.

Sobre todo los valoramos cuando ya parten y no están más con nosotros.

Sin embargo muchas veces este proceso no es el natural en todos los casos.

A veces podemos por alguna razón quedarnos estancados en la etapa donde los llegamos a ver como enemigos que nos atacaban.

Este se debe básicamente a dos cosas. La primera a malos entendidos o falta de comunicación con ellos.

Solo quienes hemos llegado a ser padres, nos damos cuenta que intentamos hacer nuestro mejor esfuerzo, a pesar de que nunca tomamos un curso para ello.

Es por esta razón que la ingratitud hacia un padre o madre es lo más doloroso que puede existir para ellos.

Pero a pesar de todos los esfuerzos que alguien pueda hacer, un hijo en algún momento cuestionará el proceder de sus padres.

Por ejemplo, en mi caso he intentado hacer lo mejor que pueda con lo que he aprendido con mi hija.

Una de las preguntas que siempre le he hecho desde muy niña es si es feliz.

Por supuesto ella me responde con mucho brillo en sus ojos que muchísimo.

En teoría cuando sea una mayor de edad no debería recriminarme nada. Pero sabias que de todas formas encontrará algo que hice mal?

Solo hasta que tenga sus propios hijos podrá entender muchas cosas de mi proceder.

Increíblemente esto es parte del drama del ser humano. Por muy buena educación que alguien tenga, necesita cometer sus propios errores.

Esto no se debe a que seamos imperfectos, sino más bien es nuestro cerebro intentando buscar los contrastes para poder elegir realmente el bienestar.

Como puedes saber que es la alegría si nunca has conocido la tristeza?

Es como intentar explicarle a un ciego de nacimiento que es la oscuridad.

A pesar de que ha vivido en ella, no la conoce pues no tiene el contraste de la luz para saberlo.

El segundo proceso que puede afectar nuestra percepción de los padres, es que los hemos idealizado mucho y los consideramos perfectos.

Cuando crecemos y nos damos cuenta de sus fallas, nos duele demasiado y por eso nos resentimos con ellos al grado de dejar hasta frecuentarlos.

Todos hemos pasado por estos procesos e incluso puede que tú los estés actualmente, así que te animo mediante esta información a soltar esas emociones de castigo que puedas tener.

Recuerda que tus padres lo único que deseaban era tu bienestar, pero en el camino pudieron equivocarse.

Sin embargo la prueba de que tuvieron éxito es que hoy estás vivo.
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jueves, 16 de septiembre de 2010

Comunicándole a tu Poder Superior tus deseos

Antes de entrar en este tema, quiero disculparme por anticipado con todos aquellos que voy a “descobijar” en esta entrada. De todo corazón no es mi intención ofender, herir, lastimar, dañar, atentar contra las creencias de ninguna persona u organización. Por eso protejo el anonimato de personas u organizaciones y no coloco títulos o etiquetas directos. Como recomendación, también te pido el favor no tomes lo que escribo aquí para otros. Tómalo para ti y tu cambio personal.

Haciendo esta aclaración voy a tocar un tema con el cual muchas personas, por no decir la mayoría hemos tenido un problema y es debido a nuestros defectos de carácter que seguiremos viendo en las próximas entradas. En esta oportunidad el problema tiene que ver con el Dinero.

Mucho se ha dicho sobre el tema. Cosas positivas y cosas negativas. Lamentablemente las cosas negativas han sido predominantes y cómo has aprendido si has estado siguiendo este Blog, tus ideas o creencias sobre algo, generan emociones que al final controlarán tus acciones. Tú misma, tú mismo has sentido la maravillosa sensación de recibir dinero, y quizás en la gran parte de ocasiones otra hermosa e indescriptible sensación al gastarlo. Pero al final te quedas con las emociones que te han dicho otros respecto al dinero. Y sientes al final culpa y luego la vergonzosa sensación de no tener el suficiente nuevamente.

En mi experiencia personal, resumiendo mis últimos seis años, los dos primeros comencé a hacerme preguntas sobre si la vida era levantarse, bañarse, desayunar, trabajar 8 a 10 horas, regresar a casa, ver TV, acostarme a dormir, y así al día siguiente repetir el ciclo infinito de esclavitud mental y física al cual estaba sometido (por voluntad propia) en ese momento.

En medio de mi desespero llego cierta información sobre cómo respondía la materia del Universo a nuestras acciones a nivel de partículas mínimas, o lo que se conoce mejor como Mecánica o Física Cuántica. Al tiempo conocí el famoso DVD The Secret o El Secreto que hablaba de una famosa Ley de Atracción, la cual con tus pensamientos podías llegar a recibir todo lo que tu corazón requería, en otras palabras “Pide y Recibirás”.

Los dos siguientes años fueron muy difíciles pues mi mente comenzó a ver lo negativo de todo. Por ejemplo que trabajaba mucho, que estaba haciendo a otros rico y yo no lo era, y a esto se sumaba las palabras de familiares “pedaleándome” que me estaban explotando donde laboraba. Esto generó mucho más malestar en mí, al grado de resentirme con mi jefe y con lo que hacía y lógicamente desmejorando mi producción.

Al entrar en el último par de años, se me presentó una oportunidad laboral en la cual ganaría 2 veces lo que estaba ganando. Por obvias razones renuncié a mi trabajo y tome el nuevo y sentí que por fin se cumplía el dicho “Pide y Recibirás”, pues no solo ganaba el doble sino que también recibía buenos incentivos extras por trabajos realizados. Como era lógico mi antiguo jefe me dijo “que tuviera cuidado”, que la única religión… perdón que la única empresa verdadera era esta y bla bla bla, que imagino ya habrás escuchado muchas veces como otros te meten miedo para manipularte y controlar tu voluntad.

Fue en este nuevo trabajo que comencé a comprender mi valor y que todo, es decir cualquier cosa la podía realizar, pues como llegó a decir mi nuevo jefe, comparándome con un grupo de trabajadores de una empresa que le realizaban desarrollos a él, yo era un equipo de trabajo en un solo hombre y que ellos tardaban mucho, mientras que yo lo realizaba en menos de una semana.

WOW… nunca me habían dicho eso y ¿adivina quien comenzó a interponerse en esos comentarios tan positivos sobre mi trabajo? Adivinaste!!! Mi cerebro. Pero con el tiempo me hice consciente del tema pero me faltaba darme cuenta de algo más que pagaría con mucho dolor.

La empresa para la cual trabajaba ahora se vio envuelta en un lío jurídico por malas decisiones de los dueños y entonces quedé sin trabajo. Ocurrió lo que más temía en mi vida y ahora con una niña pequeña, que era lo más preocupante. Y entonces salí desesperado a colocar hojas de vida, a buscar oportunidades, a tocar desesperadamente en todas partes y las puertas que antes se estaban abriendo se cerraron totalmente, al grado que me toco dejar muchas cosas materiales y perder otras.

Todo esto hacia que cada noche me sentara en la cama y le pidiera a mi Padre Dios que me ayudara. Con lágrimas en los ojos le pedía respuestas y esperaba que sonaran los “clarines y trompetas” con el ángel anunciándome “DIOS DICE QUE TE VAYAS POR EL CAMINO DEL CENTRO” o que llegara un ángel, vestido de traje con una maleta y mil millones de pesos a decirme “aquí te envía papá Dios y dice que te ama mucho.”

Pero nada de eso ocurrió. Solo entonces al tocar una noche el dolor a mi corazón me sinceré con mi Amigo Dios y le dije que no lo amaba y que lo buscaba solo por interés y le comencé a decir lo más bajo de lo más bajo que soy yo y me liberé de toda la carga emocional como explicaba en la entrada anterior.

Después de eso mi mente se aclaró y con los días me comencé a sentir acompañado, a ver que la situación era muy crítica pero a pesar de eso, siempre venían los regalos de amor para mí. Incluso también llegué a ayudar a una señora que no tenía para pagar el arrendo y esa noche dormiría en la calle.

Fue allí cuando comprendí que no debo valorar el Dinero, por encima de mí. Yo soy el que atrae al dinero con mis actitudes y entre más desesperado este por el Dinero más se alejará de mí. Por eso cuando haces una obra recibes más pues dejas un vacío que se llena con el amor que enviaste a otra persona y le das sin interés de recibir algo a cambio.

Una noche de tantas, ya calmado pues había comenzado a tener más confianza con mi amigo Dios y ya había entendido muchas cosas sobre el diálogo entre ambos, le dije “querido amigo Dios, yo sé que tú no das dinero, pues si así fuera nadie en este planeta viviría en escasez. No te voy a pedir mil millones de pesos, ni tampoco el ángel vestido de traje con la maletita. Entiendo que ya me has dado y quieres siempre darme la abundancia. Pero si te voy a pedir algo, y es dime que estoy haciendo para no recibir el dinero que quiero para disfrutar y celebrar la vida pues sé que me lo merezco. Dame claridad para entender y reconocer tu idioma”, y me fui a dormir.

Fue asombroso, al otro día mi papá me dijo algo que me asombro, en la tarde recibí un email con una respuesta sobre el tema y mi esposa me decía algo que ya no podía ser tanta coincidencia. Y en la noche medité todo lo que había ocurrido. Me asombré con la respuesta de mi Amigo que para resumírtela y colocarla en términos coloquiales dice algo como esto:

“Mi amor, te di un talento. No te hagas wey (me corrigen mis amados hermano Mexicanos si lo digo bien o mal, y yo le agrego el “bon”).  Te di un talento y no cobras. Y si cobras, es bien poquito, así que si no tienes dinero no es mi culpa. No llores en la noche reclamándome algo. No culpes a nadie por tu propio error. Esto incluye al gobierno, jefes, amigos, vecinos. Siempre te estoy enviando oportunidades y no las aprovechas.”

Entonces mi mente comenzó a generar una pregunta muy clásica “¿y si se va el cliente que me quiere pagar aunque sea poquito?” Y nuevamente me vino una respuesta muy interesante la cual con los días me di cuenta de su veracidad.

“Si cobras tu trabajo bien, te garantizo que me encargaré de traerte las personas que si tengan dinero y los negocios que te den dinero.”

Aclaro, NO estoy diciendo que Dios me habló con “clarines y trompetas”. Este “dialogo” lo intento transcribir en palabras que puedas entender, pero fueron varios sucesos que para poder explicarlos en términos simples lo traduzco como un dialogo.

Y mira, después de tanto sentir dolor, comencé a ver nuevamente abrir puertas, han salido negocios de donde no esperaba y el dinero me llega de una manera extraña en ocasiones. Ahora recuerdo que cuando era niño yo lavaba los billetes con jabón y los secaba con la plancha de mi madre. Tenía varios hasta que las personas me vieron haciendo eso y me decían “eso es malo. Es ambición y bla bla bla bla”.

Con el tiempo perdí esa costumbre. Hoy en día me replanteo “¿quién dijo que obedeciera esas mentiras y agachara mi cabeza?” “¿renuncio a mis sueños simplemente porque otro dice que son pecaminosos?”

Esas mismas preguntas te hago a ti!

Cuál es tu sueño?
Por qué has renunciado a tu sueño?


Simplemente remota tus sueños y habla con tu Poder Supremo de ellos. No le digas que hacer. Solo entrégale tu sueño y pregúntale que debes hacer para cumplirlo.

Te deseo lo mejor y que te puedas reencontrar nuevamente con tus verdaderos sueños.
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