Si le preguntáramos a cada ser humano, si le gustaría tener el respeto de los demás, te puedo asegurar que ninguna persona respondería de forma negativa.
Según el diccionario, el respecto es la consideración, atención o valoración que se tiene por algo o alguien.
Por ejemplo, el respeto que sentimos por la profundidad del mar o lo vasto del espacio.
Pero la verdad, quisiera preguntarte si ¿realmente percibes esa clase de valoración o respeto de parte de las personas que te rodean?
Yo diría que no podemos responder afirmativamente a esa pregunta pues de alguna u otra forma, todos sentimos que somos irrespetados.
Esto hace que surja la pregunta si debemos hacer algo para ganarnos el respeto de los demás.
Muchas personas ante esto, deciden que deben ganárselo mediante buenas obras.
Otros por el contrario deciden ganárselo mediante la violencia, intimidación o miedo hacia otros.
Y existe un último grupo que intenta ganárselo mediante el poder, ya sea económico, sexual o de cualquier otra naturaleza similar.
Que en realidad esto último vendría siendo como una especie de compra del respeto.
Con referencia a esto, hace días conocí una jovencita que me comentó algo que le generó mala atmosfera en su trabajo.
Ella estuvo junto a su pareja por 6 meses sin trabajar.
Intentaban por todos los medios buscar algo, pero todas las puertas que tocaban, se le cerraban.
Algo similar a lo que me ocurrió a mí en el pasado.
El problema es que, en el trabajo actual, su jefe la grita, la presiona y todo el tiempo está menospreciando lo que realiza.
Yo, en tono de broma, le dije que ese jefecito como que estaba enamorado de ella, pues esa presión no era normal.
Pero que ella realmente era la culpable de dicha situación.
Bueno, cuando me abrió sus pequeños ojos de asombro como naranjas, le pregunté si era la primera vez que su jefecito la había gritado.
Ella me dijo que no, pues hace rato le venía haciendo con ella y otras dos compañeras más.
Volví y le afirmé que la culpa de esa situación había sido ella pues si desde el primer “grito” que le pegó hubiera sido sincera con el señor, este habría conocido sus límites con ella.
Esto es similar a lo que ocurre dentro de un matrimonio.
En el momento en que un hombre o mujer permiten un grito, insulto o alguna forma de menosprecio, ten por seguro que se va subiendo en nivel.
Si esto se deja avanzar es altísima la probabilidad que eso termine en violencia física.
O sino mira la cantidad de reportes que aparecen cada día por este fenómeno.
Ninguno de nosotros debe permitir JAMÁS este tipo de cosas y cortarlas desde el primer atisbo.
Cuando se frena esto desde el inicio, la persona que intenta actuar contra ti, comienza a conocer sus límites contigo.
Popularmente en mi país existe un refrán que reza: “el frio conoce al desnudo y el zancudo al arremangado”.
Que vendría ser similar al dicho: “el mico sabe a qué palo trepa”.
Mira, la gente llega hasta donde tú les permitas llegar.
Si tú te presentas como una persona débil, que acepta cualquier cosa por quedar bien, estos van a tener la tendencia a abusar de ti.
Y puede que tú me digas en este momento, “pero Gabrielito lindo, tú dices eso porque ya eres un hombre millonario”, en cambio a mí me toca aguantarme porque no puedo conseguir un mejor trabajo.
O porque estoy pasando una necesidad, etc.
Mira, la verdad no te estoy diciendo que te vayas a los golpes contra nadie o que llegues a agresiones verbales para hacerte valer como ser humano.
Simplemente con calma debes expresarle a esa persona que no está bien su comportamiento.
No hay necesidad de gritarle a ninguna persona.
Simplemente di: “excúseme, pero no me gusta que me hable en ese tono”.
“Al igual que usted, yo merezco respeto, o prefiere que le hable de la misma forma y tono?”
Y eso sí debes decirlo con firmeza, mirando directamente a los ojos de esa persona.
Te aseguro que la vergüenza que sentirá esa persona por su mal comportamiento no tiene límites.
¿Y qué pasa si ya esa situación paso de castaño a oscuro?
Es decir que no sabías sobre esto, hasta este momento.
Bueno, te sugiero hablar con esa persona directamente y con firmeza.
Exprésale que no estás dispuesto a seguir tolerando esa situación pues tu como ser humano mereces respecto por ese solo hecho de existir.
Mira, puede ser tu hermano, tus padres, jefe, el presidente, Dios pero nadie tiene derecho a faltarte al respeto.
La época de la esclavitud ya pasó.
Nadie es dueño de ninguna persona sobre este planeta.
Y nadie tiene el derecho de desquitar sus frustraciones o problemas contigo.
Así que quiero animarte mediante esta información a expresar lo que quieres de la vida con firmeza y educación.
Si tú no sabes para donde vas, ni lo que quieres, para la Vida cualquier destino te será útil.