La envidia se define como el sentimiento o estado mental en el cual existe dolor o desdicha por no tener lo que otra persona ha conseguido.
Ya sea que se trate de bienes tangibles como el dinero, etc. o intangibles como la inteligencia.
Incluso algo tan subjetivo como la belleza, estatura, fuerza, puede llegar a ser un dolor de cabeza para muchos.
Absolutamente TODOS los seres humanos, en algún momento sentimos envidia.
Y por más que te empeñes en negarlo, tu ego se afana en contradecirte.
Nuestro ego, al ser una estructura que nos impulsa siempre a avanzar, también es elemento evaluador del éxito ajeno.
Es por eso que indefectiblemente comparamos lo que hemos hecho con lo que otros están haciendo y logrando.
Así pues, esta es la razón por la cual, así te hagas el loco(a) e intentes mirar para otro lado, la envidia es un sentimiento que te acompaña constantemente.
Ahora bien, una cosa es que el sentimiento sea más intenso en unas personas que en otras.
De aquí es donde intentamos lavarle la cara a la envidia diciendo “es que siento envidia de la buena”.
Mira, envidia es envidia por más que tratemos de disimularla.
Al final, produce emociones que pueden perjudicar a la persona que está alcanzando el éxito.
Si quieres profundizar en este tema, te recomiendo ver LA IMPORTANCIA DE LA DISCRECIÓN EN LAS METAS Y PROYECTOS PERSONALES.
Y en este punto tal vez me estés preguntando “bueno Gabrielito lindo, ¿qué malo tiene sentir envidia por otros?”
“¿De qué forma me puede perjudicar estas emociones?”
Bueno, resumiendo el tema que te acabo de sugerir, si tú por ejemplo afirmas delante de mucha gente jodida que te está yendo bien, esto puede provocar que las emociones de ellos afecten tus resultados.
Digamos que tú eres uno de esos jodidos envidiosos que inconscientemente se mortifican por el éxito ajeno.
Después de un tiempo observas como esa persona se le dañaron sus planes y tu feliz.
Y con descaro dices “que pesar lo que le ocurrió a esa persona”.
Recuerda que la Vida no se queda con nada y siempre está buscando un equilibrio.
Así que no se te haga extraño que te pase exactamente lo mismo con futuros proyectos que realices.
A nivel emocional, la envidia es un sentimiento bastante parecido con los celos.
Uno de los textos sagrados de la humanidad hace referencia a esto, comparándolo como podredumbre a los huesos.
Los huesos son lo último que queda de nosotros, cuando nos dan la “visa” al otro lado.
Así que es una linda referencia que es un sentimiento bastante perturbador que hasta el sueño te puede robar.
Y quizás creas que estás en un entorno sano con gente “sana” que no sufre de esto.
Pues te quiero ver diciéndole a tu entorno que obtuviste un aumento salarial en tu trabajo.
O que tu hijo(a) obtiene buenas calificaciones en el colegio, etc.
¿Qué podemos hacer entonces para solucionar este tipo de emociones si finalmente son naturales?
Mira debido a que la envidia proviene de una comparación que hace nuestro ego con todo y todos, no se puede eliminar.
Pero si se le puede restar importancia.
Recuerdo que hace muchos años esto era algo que me mortificaba bastante.
Ver que otros supieran o tuvieran más éxito que yo, era como si me halaran el bigote.
En cierta oportunidad y de pura casualidad encontré un audio que me hizo tomar consciencia de eso.
Decía literalmente que la envidia es un sentimiento que te impide ver tus propias oportunidades.
El saber esto puso mi conciencia más atenta a lo que yo tenía y podía hacer.
Y eso es exactamente lo que una persona envidiosa no puede realizar.
Permite que sus emociones lo dirijan como un esclavo obediente y sumiso.
Y esto no le permite ser consciente de sus habilidades y resultados.
¿Y adivina cuando una persona haciendo todo lo que le digan sus emociones, va a salir adelante o a conseguir lo que desea?
Y tal vez me estes preguntando en este momento “Gabrielito lindo, yo soy consciente de esto y he mejorado mucho, ¿cómo puedo entonces controlar la envidia de los demás sobre mí?”
La respuesta es simple, no puedes hacer nada.
Imagínate todo el sufrimiento por el que pasaste para soltar la envidia, y eso que son tus emociones.
¿Ahora qué podrás hacer por las emociones de terceros que no son tuyas?
De cierta forma la envidia de otros es una forma de admiración.
Enfermiza, pero es admiración, al fin y al cabo.
Simplemente toma eso no como envidia sino como que esa persona quiere ser como tú.
Mira, en mi caso casi toda la vida he tenido que lidiar con esta “admiración”.
No creas que ser atractivo, alto, musculoso y adinerado es fácil.
A nivel personal siempre he podido percibir las emociones de la gente con la que tengo contacto.
Incluso así estemos hablando por teléfono.
Y como soy perverso, pero adorable, honestamente siento placer cuando alguien se está mortificando por mi causa.
No te estoy diciendo que hagas lo mismo que yo, pero aprende a disfrutar de esa “admiración” de tu entorno.
Así que quiero animarte, mediante esta información a controlar un sentimiento tan destructivo como la envidia.
Si quieres que tu vida prospere, enfócate solo en tus oportunidades y habilidades.
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