Los seres humanos han sido impulsados por el deseo de buscar el placer y evitar el dolor a lo largo de la historia.
Podríamos decir que en esto contribuye nuestro sistema nervioso con el dolor físico.
¿O acaso conoces mucha gente que se levanta todos los días a las 4:30 de la madrugada a realizar ejercicio para mejorar su cuerpo?
Por el contrario, la mayoría decimos ante esto: “que rico dormir a esa hora. Es cuando más sueño nos da”.
Entonces el hedonismo, que es la búsqueda del placer y la satisfacción como objetivo principal en la vida, es una característica inherente a nuestra naturaleza.
Y está profundamente arraigado en nuestra evolución y cultura.
Existen varias razones que explican por qué los seres humanos son hedonistas en la actualidad.
Nuestros antepasados buscaban instintivamente placer y evitaban el dolor como una forma de supervivencia.
Las experiencias placenteras, como comer alimentos sabrosos o establecer conexiones sociales, estaban asociadas con la supervivencia y la reproducción exitosa.
La sociedad actual, con su avance tecnológico y acceso fácil a la información y el entretenimiento, ha fomentado una cultura de gratificación instantánea.
Las redes sociales, los videojuegos, los alimentos ricos en azúcar y grasas, entre otros, ofrecen recompensas placenteras de manera rápida y directa.
¿Así quien no se vuelve hedonista?
A esto agrégale la economía de consumo en la que vivimos.
Se promueve el hedonismo al asociar la felicidad y el bienestar con la adquisición de bienes y servicios.
La publicidad y el marketing juegan un papel crucial en la promoción de esta mentalidad, generando deseos y necesidades que a menudo se satisfacen a través de la compra de productos.
Sobre todo, las celebridades, mediante sus redes sociales y la cultura popular exaltan la vida hedonista.
Y fomentan la búsqueda constante de placer y satisfacción personal.
Y quizás en este punto ya me estés preguntado: “pero Gabrielito lindo, ¿qué hay de malo en procurar el placer en nuestra vida?”.
“¿No se supone que eso es bienestar y tu mediante este canal fomentas precisamente eso?”.
Mira yo no estoy negando que el hedonismo sea algo negativo.
Inicialmente aquí te estoy presentando unos hechos que promueven la cultura actual del hedonismo.
De hecho, en un vídeo anterior yo mencioné que me parece una forma inteligente de vivir la vida.
Pero si observas, los seres humanos tenemos la bendita costumbre de irnos siempre a los extremos con las cosas.
Por ejemplo y como mencioné anteriormente nuestra sociedad nos ofrece alimentos ricos en azucares y grasas que nos dan placer inmediato.
Nadie va a negar que comerse un pastel o helado, no está entre los mayores placeres del mundo.
Pero si nos dedicamos a comer eso como si no hubiera mañana, ¿qué crees que va a pasar?
Mira, en la actualidad hay gente haciendo esto y cuando uno los ve, es más fácil saltárselos que rodearlos.
Y lo peor, culpan al sistema de que los están discriminado.
Y que deberían cambiar esos conceptos porque están llenos de odio.
Eso más bien es odio hacia sí mismo, por lo que esa persona se estaría haciendo mediante la comida.
¿O piensas que el sobrepeso no tiene consecuencias sobre la salud?
Es por eso que tomamos en la actualidad al hedonismo como una vía de escape temporal de las dificultades y el estrés.
Mira el caso que se presenta con la “noporgrafía”.
Por lo general las personas están acudiendo a esto para luego “liberar” la tensión y estrés que tienen.
Y piensan que se quedan relajados cuando en realidad lo que hicieron fue drenar toda su energía físico y emocional en esto.
Y no te estoy diciendo que hacerlo sea malo.
Tu verás que haces con tu vida.
Finalmente, eso no es problema mío.
Pero tampoco te dediques a sacarte chispas y humo con esa práctica de esa actividad.
Las consecuencias de dedicarte al hedonismo en alma, vida y sombrero es que dañas los receptores de dopamina.
Cuando realizamos algo placentero, nuestro cerebro libera esta sustancia.
Es lo que nos hace sentir placer, bienestar.
Pero si acostumbras a tu cerebro siempre a esto, no sentirá el mismo placer con lo mismo siempre.
Vas a requerir más niveles de dopamina y eso lo que finalmente te volverá un esclavo del placer.
Esto es lo que ocurre con los adictos a sustancias o alguna otra cosa.
Y no solo esto te pasaría.
Al dedicarte fuertemente al hedonismo, como crees que se vea afectada tu voluntad.
Sin disciplina no hay voluntad y viceversa.
Hoy en día es por eso que muchos jóvenes sueñan en grande pero sus sueños no se ven plasmados, por falta de voluntad.
Las cosas no se realizan con solo pensarlas.
Hay que meter las manitos y muchas veces al fuego por nuestros sueños.
Por más mentalidad positiva que tengas y más visualizaciones que hagas, si tu voluntad está muerta, nada de lo que deseas va a pasar.
Es por eso que quiero animarte mediante esta información a mantener un equilibro en todo.
No se trata de vivir la consigna de “sufrir para merecer”.
Pero tampoco se trata de hacer lo que tu cerebro te pida, respecto al placer.
0 comentarios:
Publicar un comentario