No podemos generalizar, pero desafortunadamente en la actualidad, no existe mucho respeto de parte de la juventud hacia los veteranos.
Y esto no solo proviene de estos últimos tiempos.
Recuerdo que cuando yo era muy joven, más de lo que estoy ahora, escuchaba a los mayores también quejarse de este tipo de cosas.
Esto es consecuencia de los cambios generacionales y culturales.
A lo largo de la historia, cada generación ha experimentado cambios culturales, sociales y tecnológicos que han moldeado sus perspectivas y actitudes.
Los valores y expectativas de los jóvenes pueden diferir de los de las generaciones anteriores.
Lo que podría generar tensiones o desacuerdos en la forma de percibir y expresar el respeto.
La brecha generacional puede llevar a una falta de comprensión mutua entre jóvenes y veteranos.
Por ejemplo, hace años conocí del caso de los conflictos entre un abuelo y su nieto.
El abuelo me llegó a decir que ese nieto no servía para nada y que solo lo estaban criando para ser delincuente.
El nieto me decía que su abuelo al parecer nunca fue niño y deseaba que él viviera también amargado.
Esto muestra que las diferencias en experiencias de vida, intereses y prioridades pueden dificultar la conexión y el respeto entre ambas partes.
No podemos olvidar que, en algunos casos, la pérdida de ciertas tradiciones o valores culturales puede afectar la importancia que se da al respeto a los mayores.
Si las enseñanzas sobre el respeto y la valoración de los veteranos no se transmiten adecuadamente, podría disminuir el respeto en las generaciones más jóvenes.
Mira que cuando yo era niño, mis padres nos enseñaban mucho el respeto hacia los mayores.
Y no solo era mi caso, sino también el de mis amiguitos.
En cambio, esos padres de hoy en día permiten que sus hijos se pasen sus órdenes por el forro.
Como quien dice, más huevos tiene una Coca-Cola que un padre actual.
Un fenómeno muy curioso que se observa en la actualidad es el descontento con el pasado.
Algunos jóvenes pueden sentirse frustrados o desencantados con decisiones o eventos históricos que involucraron a veteranos, lo que podría influir en su actitud hacia ellos.
Y la verdad, estos jóvenes tienen total razón, pues uno no se explica como anteriormente fuimos tan sumisos, dóciles y obedientes ante cualquier cosa que nos dijeran, sin siquiera cuestionarla.
Pero hay que tomar en cuenta que gracias a esos padres “sin pelotas”, los jóvenes actuales tienen más capacidad de pensamiento y no solo de adoctrinamiento.
Los adoctrinan por otros medios, pero al menos, respeto a los padres, hay un poco de respiro.
También debemos tener en cuenta que la estructura parental ha cambiado en nuestros días.
La convivencia intergeneracional no es tan común como lo fue en el pasado.
No hay una interacción entre jóvenes y veteranos, lo que dificulta la construcción de relaciones y de un respeto mutuo.
Esto es la base de lo que vemos en la actualidad.
Mira por ejemplo que los jóvenes no tienen un respeto por el uniforme de un servidor público como lo es la policía.
Nosotros los que somos mayores, somos conscientes que, si no fuera por ese uniforme, nuestra sociedad viviría en un caos total.
Esto sería como en el antiguo Oeste, todo el mundo armado y disparando para defenderse.
Imagínate, no sentimos respecto por un uniformado que tiene un arma, que esperanzas de respetar o ser amables con una persona que tiene un uniforme y barre las calles.
O que dirige el tráfico.
Especialmente estos últimos son los menos respetados.
Por eso yo digo que, de ser policía, militar, agente de tránsito, y persona que trabaja con público, líbrame señor.
La gente en esos trabajos literalmente está arriesgando su vida.
Y son trabajos que la gente no valora y no agradece.
La gente en estos puestos es la que debería ser mejor pagada.
Al contrario, los mismos gobiernos los miran solo como “carne de cañón”.
Muchos de ellos abandonados después de haber pasado años en ellos, les dan una medallita y hasta luego.
Es por es que mediante esta información quiero animarte a apreciar más a las personas que te rodean.
No juzgues ni desprecies a nadie porque sea viejo, pues finalmente tú también vas para ese mismo sitio.
Más bien escucha o aprende de la experiencia de los veteranos para que no cometas sus errores y puedas vivir siempre en bienestar.
0 comentarios:
Publicar un comentario