Como dice mi señora madre “el que no cojea de un lado, cojea del otro, pero nadie camina derecho”.
Es por eso que en ningún aspecto de la vida existe una persona 10 puntos de 10 en todo.
Siempre estamos fallando en algo, sobre todo en el ámbito emocional.
Y una de las cosas que más nos perjudican, son las emociones que sentimos acerca del pasado.
Puede que nos hagamos los “saludables” emocionales y no hagamos caso a estas emociones.
Pero cuando menos pensamos, estas salen a flote y prácticamente nos sabotean ya sea en la salud, dinero o en algo tan importante como el amor.
Es por eso que si ves personas que les va bien en el amor, pueden llegar a tener problemas económicos.
O como pasa en la mayoría, no solo tienen jodida la salud, sino el dinero y están en la más absoluta soledad.
Y tal vez me estés preguntando en este momento, “pero Gabrielito lindo, ¿qué tienen que ver las emociones con que nos vaya bien o mal en la vida?”
Bueno, las emociones son tan importantes que se puede decir que el 98% de las cosas que hacemos, dependen de ellas.
Digamos que vas al supermercado a comprar un detergente.
Un sitio de estos está estratégicamente distribuido para que no solamente compres ese artículo.
Es por eso que cuando sales, terminas comprando no solo ese artículo, sino que te “acordaste” que te faltaba algo más.
Esa “necesidad” de comprar fueron tus emociones que jugaron junto con la estrategia del supermercado para que consumas.
Y añádele a esto, que no hayas comido nada durante horas.
Terminas consumiendo el segundo almuerzo en ese local.
Así pues, las emociones nos traicionan para hacernos caer, o también nos apoyan para levantarnos.
Porque si estas emociones son positivas, te van a ayudar a conseguir lo que deseas.
No obstante, la pregunta importante en este tema seria, ¿cómo cambiar esas emociones o aprender a soltarlas, si todo el tiempo me controlan?
Yo creo que el consejo más sabio, respecto a esto, se lo podemos aprender al señor Hermes Trimegisto, “como es adentro es afuera”, en su famosa ley de correspondencia.
Si llevamos esta información al campo emocional, podemos darnos cuenta que el reflejo de nuestro mundo exterior, es lo que llevamos por dentro.
¿Te has preguntado qué pasaría con nuestras emociones al afectar nuestro mundo externo, es decir el proceso contrario?
Bueno, según mi experiencia personal todos estos años de pruebas y laboratorios con la gente, porque yo si no experimento con los animalitos, si se cambia.
Mira nosotros somos acumuladores por naturaleza.
Exactamente eso mismo estamos haciendo con nuestras emociones.
Te recomiendo que para empezar depura tu casa de objetos que no sirven para nada, salvo estorbar.
Si me haces caso, vas a notar que tus emociones te indicarán que no debes hacer eso.
Y esto es porque tu mundo exterior, está muy conectado al interior, al de las emociones.
Los expertos en Feng Shui recomiendan que si tienes un objeto que hace más de un año no utilizas, véndelo, regálalo, alquílalo o lo que sea, pero deshazte de él.
Con solo pensar en hacer eso, verdad que de inmediato algo te dice que mejor no, pues tal vez, en el futuro, ¿lo vas a utilizar?
Sientes miedo y pesar de salir de eso.
¿y qué te hace pensar que vas a volver a utilizarlo después de tantos años allí guardado solo estorbando?
Esas son tus emociones dañinas que te tienen aferrado al pasado.
A eso que ocurrió y que no puedes ya hacer nada.
O a eso que te gusto pero que nunca más volverá a ser.
Ese tipo de emociones no dejan que prosperes o que entre algo nuevo y mejor a tu vida.
Si realmente quieres tomar el control de tu vida, te recomiendo primero sacar objetos que tengas en casa.
Estas cosas representan en tu entorno físico aquello que te tiene atado emocionalmente, sufriendo innecesariamente en la vida.
Cuantas veces le pedimos a Dios, al Universo, a la Vida o como prefieras llamarlo que queremos cambios y ser felices.
Pues si sigues conservando desorden físico en tu entorno, seguirás experimentando caos emocional.
0 comentarios:
Publicar un comentario