A la mayoría de nosotros nos educaron con el pensamiento, que tus parientes solo son aquellos que viven en tu casa.
Es decir que cualquier persona que está fuera de tus 4 paredes, es un completo extraño o un aparecido.
De cierta forma, esto hace que nuestras interacciones sociales sean más complejas de lo que deberían ser.
La mayoría de personas, se les hace demasiado difícil entablar una conversación con un desconocido(a).
Ahora ya sabes a que se debe esa parálisis mental que te ocurre cuando te enfrentas a esto.
Pues literalmente eso es lo que ocurre en tu cerebro cuando intentas socializar con extraños.
¿O acaso por qué no te atreves a ir al cine solo, a un bar o fiesta y conocer nuevas personas?
¿Crees que quedarse un fin de semana solo en tu casa, es más cómodo para tu cerebro?
Lamentablemente muchas personas pasan sus años así, hasta que llegan a viejos y sólo esperan que llegue la muerte por ellos para acabar con su soledad.
O peor, esperan a que llegue el amor de sus vidas, tocando a su puerta, cual angelito trajeado con su maleta y el millón de dólares a darles felicidad.
Todo esto causa una confusión y hace, como siempre, que culpemos a otros por nuestras desdichas.
Así pues, al no tener una base para mis interacciones sociales no me arrimo a nadie, ni permito que se me arrimen.
Como una especie de barrera emocional para que nadie entre en mi vida, ni mucho menos entrar en la vida de otra persona.
Adicionalmente, el pensamiento general es “a mí me importa poco lo que diga la gente” o “la gente se puede ir a la M”, etc.
Recuerda que no eres el único que siente eso.
Automáticamente al expresarlo o sentirlo, la contraparte lo percibe y se defienden con las mismas emociones hacia ti.
Y tal vez tú me digas en este momento “Gabrielito lindo, si la gente me odia eso no es problema mío. Eso me tiene sin cuidado”.
Lamentablemente la vida no funciona así.
Con esto quiero decir que las emociones al ser energía, no se van a destruir, sino que se transforman en algo.
Recuerda lo que dictan las leyes de conservación de la energía, establecidas por el químico Antoine Lavoisier.
“La energía solo puede cambiarse en otra forma, por tanto, nunca podrá destruirse ni crearse”.
Esas emociones de odio se transforman en algo negativo para ti y las personas de tu entorno.
Tal vez pienses que te estoy exagerando, pero en este momento se me viene a la memoria algo que podría explicarlo mejor.
Esto sucedió con la selección nacional de futbol de mi país.
En el año 2014 esta selección tuvo un desempeño sobresaliente en el mundial.
A mi parecer el equipo actual está mucho mejor que en aquella época.
A pesar de esto, las cosas no le están saliendo muy bien que digamos y puede incluso hasta quedar por fuera del próximo mundial.
Pero todo comenzó a mediados de este año cuando estallaron una serie de protestas y caos social por decisiones del gobierno local.
Ante esto, un jugador de otra selección hizo unas declaraciones sobre la situación.
Esta declaración hizo que mucha gente le reclamara a los jugadores de mi país, porque guardaban silencio ante lo que pasaba.
Como el silencio seguía adelante, mucha gente comenzó a decir “ojalá pierdan hpts”, “nunca más los volveremos a apoyar”, etc.
Mira, las palabras dichas con tanta carga emocional, indefectiblemente producen cosas.
Mucha coincidencia que en un grupo donde hay tanto talento y que en años anteriores no fallaban, hoy en día está de caída.
Y no es solo un partido de futbol, es en la gran mayoría que ha estado pasando esto.
Este equipo tiene en este momento ¡una mala suerte!
Es por eso que nosotros no debemos dar estas cosas por sentado y olvidarlas.
La mayoría de gente no escucha los mensajes externos. Lo que está malo a otras personas
Sino que más bien optan por vivir su propia y mala experiencia para luego decir, “ah si, Gabrielito lindo tenía razón”.
Mira, entre menos conflictos tengas tú con tu prójimo, vas a vivir mucho mejor.
JAMAS subestimes el poder de las emociones.
A todos nosotros se nos ha enseñado que somos menos.
Que somos débiles, que no podemos, que no somos capaces, etc.
¿Has notado que en general el ser humano es dócil, sumido y obediente con las órdenes que le dan?
Eso no es casualidad, pues algo o alguien ha estado haciendo de las suyas desde hace mucho tiempo.
Por eso tampoco es casualidad que la mayoría de personas no pueden cumplir sus sueños.
Intentan hacerlo, y se quedan a mitad de camino sin terminar sus objetivos.
Esto a parte de crear frustración, retroalimenta a tu cerebro con el “no soy capaz”.
Así que nunca subestimes el poder de alguien que se ha ofendido contra ti.
Tal vez eso no te haga efecto de inmediato. Pero con el tiempo esa energía de ira se convertirá en algo que se pondrá en tu camino.
Una de las cosas que nos puede ayudar en esto, es el poder del carisma.
Anteriormente ya hemos hablado de eso en el tema Cómo tener carisma e influir sobre los demás.
El carisma te ayuda no solo a acercarte a las personas, sino a conectar emocionalmente con ellas.
Entre más conexión tengas con otras personas tu vida se desarrolla más fácil y sobre todo prospera más.
Además, no hay nada mejor en esta vida que pasar por cualquier parte y ver cómo la gente te saluda con alegría y entusiasmo.
Y estoy seguro que en este momento tú me debes estar diciendo “pero Gabrielito lindo, tú tienes este canal y mucha gente te conoce y por eso son amables y se acercan a ti”.
Mira, aunque no lo creas, la gente de mi localidad no tiene ni la menor idea que tengo este canal.
Eso me lo he ganado poco a poco y paso a paso con la gente que me rodea.
Cuando yo llegué a mi ciudad actual, mucha gente me miraba hasta mal.
Es lógico que uno siendo alto, musculoso, atractivo y con dinero, produzca envidia en muchos.
¿Y sabes que era lo que yo hacía?, en vez de ponerme a pelear con ellos y decirles “¡qué me miras!”, les respondía con una sonrisa y los saludaba.
De forma instantánea, sus caras cambiaban de semblante, sonreían y me respondía el saludo.
Mis vecinos no me quieren porque sea “famoso”, o que yo me la pase haciéndoles donaciones.
Más bien ellos me dan obsequios o me invitan a sus casas a comer.
Y lo único que yo les entrego es una sonrisa y un cálido saludo.
Así que quiero animarte mediante esta información a ser muy cuidadoso con el trato que tienes hacia las personas.
Prueba este método y sonríeles de forma sincera.
Finalmente esa emoción que vas a producir en ellos también se convertirá en algo muy bueno para ti.
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