Cuando vamos a las estadísticas sobre las personas exitosas en el mundo podemos leer que sólo el 1% de toda la población mundial obtienen el éxito en sus proyectos.
Esto es aproximadamente unos 80 millones de personas y en apariencia, es una cifra que nos puede parecer enorme.
Pero comparado con los 8 mil millones de habitantes que somos en general, esto vendría siendo una mota de polvo en el Espacio.
El resto de ese 1% prácticamente está viviendo al día, pasando dificultades hasta para comer y suplir los gastos básicos que necesita todo ser humano.
Y aunque hay personas que logran obtener mucho éxito financiero, no entran en ese 1% pues su salud o sus relaciones personales andan deterioradas.
Es decir, solo el 1% de los humanos adquiere el paquete completo para decir que viven plenamente.
Y esto hace que nos preguntemos: “bueno y es que ¿esa gente es especial, son de otro mundo o son los favoritos de Dios?”
¿O más bien están haciendo algo, como especie de rito, para convertirse en seres especiales?
Pues mira, de cierta manera tienen un rito que nosotros también podríamos hacerlo, pero es tan simple que lo subestimamos.
Este rito es el sentimiento de gratitud por todo lo que les rodea.
Y quiero que prestes mucha atención a lo que acabo de decir, pues no solo mencioné la palabra gratitud, sino que le estoy anteponiendo la palabra sentimiento.
Para que me puedas entender un poco mejor, digamos que vas a un restaurante y el mesero te sirve el plato.
Normalmente le dices gracias y hasta allí quedó el tema.
Solo dijiste una palabra de cortesía, pero ¿realmente estás sintiendo gratitud por lo que está haciendo esa persona para tu bienestar?
Allí es donde está la diferencia entre las gracias de cortesía y las gracias con sentimiento.
Y tal vez me digas en este momento: “pero Gabrielito lindo, yo estoy pagando por ese servicio y esa persona TIENE que cumplir con su trabajo”.
Bueno es a esto a lo que me refiero cuando digo que el 1% de las personas que triunfan tienen como ritual el sentimiento de gratitud por todo lo que les ocurre y les rodea.
Mira lo que ocurre cuando vivimos en un lugar que es frio y lluvioso y todo el tiempo vivimos esta experiencia.
Finalmente terminamos por decir la expresión “que pereza esa llovedera. Eso no deja hacer nada, etc.”
Pero si pertenecemos a un lugar donde se experimenta mucho calor todo el tiempo y vamos de paseo a ese sitio lluvioso y frio, te aseguro que el sentimiento de gratitud es maravilloso.
Bueno ahora llevemos estos ejemplos a como gestionas tus emociones respecto a la salud, o el dinero.
Y tú me dirás: “pero Gabrielito lindo como rayos hace uno para agradecer que tiene deudas”.
Mira primero que todo, tú no naciste con deudas.
Si eres muy sincero contigo mismo te has metido en deudas por tratar de impresionar a otros.
Ya hemos hablado anteriormente de este tema y detrás de toda deuda, existe una necesidad de querer mostrarle a los demás que también puedes o eres mejor que ellos.
Por qué no cambiar el enfoque de las deudas por: “gracias Dios, Vida, Universo (o como quieras llamarlo) por tener el dinero para pagar esto o lo otro”.
Y pensar en esa ayuda que te da el Universo pues, aunque no lo creas, eso que ganas actualmente no es que lo hayas hecho tu solito.
¿Crees que el que yo haya hecho este vídeo y el que tú lo estés viendo en este momento es porque ambos quisimos?
Mira hay fuerzas que nosotros desconocemos y que intervienen en todo lo que hacemos para que nos vaya bien o mal en la vida.
Muchas personas dicen que esos poderes están dentro de nosotros y la otra mitad dicen que es algo externo a nosotros.
Lo único que podemos estar seguros es que sea cual sea el origen de esa sagrada colaboración es que la gratitud es una herramienta que nos acerca más a lo que deseamos.
¿Quiere decir esto que sólo basta con tener ese sentimiento de gratitud y ya soy guapo, rico y tengo absolutamente todo el mundo a mis pies?
Pues lamentablemente tenemos que batallar con otro sentimiento que hemos adquirido de nuestro entorno.
Por lo general pensamos que no tenemos aquello que deseamos porque alguien se nos adelantó y nos está quitando las cosas.
Esto que acabo de describir es el sentimiento de carencia.
De que ya todo está ocupado, de que hay muy poquito y que no alcancé el título de hijo preferido de Dios.
Mira yo creo que la forma más fácil de dejar ese sentimiento es meditando y racionalizando sobre cómo se dan las cosas a tu alrededor.
¿Te has puesto a pensar todo lo que ocurrió para que pudieras tomar tu desayuno esta mañana?
¿Cuánta gente hay detrás de sólo una rebanada de pan y todo lo que tuvieron que hacer muchas personas para que eso llegara a tu mesa?
Si crees que el dinero que pagaste por ese pan fue lo que lo trajo, pregúntate todo lo que tuviste que hacer para obtenerlo y cuánta gente hay detrás de tus transacciones.
Tu dinero no llegó caminando hasta la puerta de tu casa.
Tuviste que realizar cosas para favorecer a otros.
En resumen, y si quieres ayudar a incrementar ese 1% de la población mundial que tiene éxito, debes tener un sentimiento de gratitud y un sentimiento de abundancia.
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