Como vemos en la actualidad, el cine, los medios sociales o por cualquier otro tipo de medios masivos, se está intentando hacer proselitismo acerca de que todos somos “iguales”.
Y tal vez me digas en este momento: “Gabrielito lindo, pero ¿qué hay de malo en que todos seamos iguales?”.
Pues es que en realidad todos somos iguales y conservamos los mismos derechos.
Y tal vez aquí me argumentes que hay gente que tiene más dinero que otros y que les va mejor en la vida.
Mira, nosotros no podemos confundir igualdad con habilidades.
Las habilidades se pueden nacer con ellas o trabajar para adquirirlas.
Pero absolutamente TODOS podemos en potencia lograr lo que otros están haciendo.
Yo he visto con estos ojitos que tantas cositas bonitas han visto, gente que no tenía futuro para el canto y lo hacían de forma desastrosa.
Pero con los años han pasado a ser personas excelentes en su área, gracias a que se disciplinaron, quisieron y sacrificaron la comodidad que su cerebro les brindaba mediante la pereza.
Y esto mismo ha ocurrido para deportistas, inversionistas, emprendedores y un largo etc.
Así pues, no debemos confundir igualdad con trabajo y disciplina.
No esperes que al estar sentado venga el angelito con traje y la maleta del millón de dólares a solucionarte la vida.
Aquí es donde está el problema general de la mayoría de nosotros.
Si hablamos netamente de igualdad, TODOS tenemos el potencial para lograr lo que otros ya han realizado y hasta podemos llevarlo más allá.
Tristemente este proselitismo que se vienen haciendo en todos los medios de comunicación, ha implantado su semilla en la gente que no es consciente de todo su potencial.
Es por eso que se espera que por tú tener “X” color o haber nacido con “Y” género, automáticamente te lleguen las cosas del cielo, como por arte de magia, sin hacer absolutamente nada.
Y esto no termina aquí, detrás de esto se ha formado un movimiento, en el cual se busca que la mujer sea igual o superior al hombre.
Algo de esto ya lo habíamos tratado en el tema de la energía masculina y femenina que te recomiendo repasar.
Por ejemplo, a las mujeres de mi entorno y con las cuales he tenido la oportunidad de hablar de estos temas, siempre les he realizado una pregunta.
Esta es: “¿cómo ha sido la relación con tu figura paterna?”.
Mira, el 100% de las personas que me han contestado de forma negativa a esta pregunta, siempre tienen la tendencia a pensar que son mejores que los hombres y siempre están en competencia con ellos de una u otra forma.
Estos conflictos pueden ser desde pequeños duelos, pasando por resentimientos, a graves problemas con su figura paterna.
Que a su vez pueden ir desde el abandono físico y emocional, hasta el maltrato físico y psicológico.
Por ejemplo, conocí el caso de una niña que durante unos años sufrió un pequeño periodo de desinterés de parte de su padre.
Cuando la niña ya entró en la adolescencia, afortunadamente su padre ya estaba muy pendiente de ella.
Pero este periodo de tiempo donde “padeció” o más bien percibió el abandono de su figura paterna, hizo que la niña entrara en una competencia constante contra él.
Si su padre se comía 2 hamburguesas, la niña pedía la misma cantidad y hasta una adicional con tal de ser mejor que él.
Este tipo de sentimientos en las mujeres, sumado al proselitismo sobre la “igualdad” ha hecho que las mujeres comiencen a competir con los hombres y hasta negar sus emociones.
Hoy en día se espera que una mujer sea fuerte, líder y capaz, mientras el hombre sea emocional y acepte las órdenes que le imparten para actuar.
Mira, hay que ser conscientes que la naturaleza y evolución humana ha equipado mejor a la mujer de forma emocional y al hombre de forma lógica.
Personalmente he escuchado que los hombres somos muy felices con muy poco y esto se debe a que somos más dados a la lógica que a las emociones.
Aunque en la actualidad estos roles han cambiado mucho y vemos a mucho jovencito actuando como lo haría una mujer, de forma emocional.
Derrumbándose ante cualquier problema y mirando al cielo a ver si llega el angelito del traje a solucionarles la vida.
Mira, ser emocional o ser lógico tiene sus ventajas y desventajas.
Lo mismo que ser hombre o mujer.
Nadie tiene mayor valor potencialmente porque pertenezca a uno de estos dos géneros.
La sociedad actual intenta que dejes de ser tú mismo y que intentes ser mejor o igual que otros.
¿Sabías que ocurre cuando no sigues tu voz interior, sino que sigues la voz de terceros?
Pues el resultado directo de ser obediente a ellos es que tu felicidad te va a decir “chao, nos vemos”.
Precisamente porque no estás siguiendo tu verdad interior.
Yo no te puedo decir porqué estás aquí y cuál es tu verdadero propósito.
A duras penas medio reconozco el mío.
Pero sí te puedo decir que si quieres ser verdaderamente feliz, la información para llegar a eso está en tu voz interior.
Finalmente, aún no leemos los pensamientos como para reconocer las intenciones de terceros que quieren cambiar nuestra naturaleza.
Lo único certero es que si alguien constantemente y con insistencia te dice que hagas algo, no creo que sea buena idea obedecerlo.
Eso vendría siendo un lavado de cerebro y te puedo garantizar que detrás de eso no hay buenas intenciones.
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