martes, 3 de diciembre de 2013
Inicio »
deseo
,
intención
,
nuevo año
,
telenovelas
,
televisión
» Conectando la intención y el deseo para lograr tus metas
Conectando la intención y el deseo para lograr tus metas
Como mencionaba en la entrada anterior, me encontraba de
mudanza de casa y casualmente di un con libreta de apuntes que contenía unos
escritos realizados por mí en el año 2007. Comencé a leer y recordé que eso lo
había escrito en aquella época como recomendación de un libro de motivación que
estaba leyendo.
Allí hacían la sugerencia de escribir los propósitos para
los próximos 5 años, y ver si estos se cumplían de forma exacta. Para mi
sorpresa, me di cuenta que lo que allí había escrito era exactamente lo que
estaba viviendo desde el año pasado.
Como investigador de estos temas, intenté recordar que
era exactamente lo que había hecho que este proyecto se cumpliera a pesar de no
estar pendiente de él las 24 horas del día durante estos 6 años, y note que la
intención y el deseo que poseía en ese momento al escribirlo estaba tan
sincronizada que las cosas se fueron gestando poco a poco desde ese momento,
hasta el día de hoy.
Como es normal, cada fin de año nosotros nos hacemos
propósitos que algunos se cumplen y otros van quedando en el camino y no se
alcanzan a gestar en nuestras vidas, pero te daré algunas recomendaciones que
en mi caso sirven y quizás en tu caso también puedan llegar a funcionarte para
alcanzar aquello que tanto deseas.
El primer paso, es no desear solamente. Escribe lo que
deseas. Desde mi punto de vista, esta sola acción lo que hace es reafirmar una
resolución que haces, un pacto, un compromiso contigo mismo de que esto es lo que
quieres vivir.
El segundo paso es ser muy paciente. Casi que desentendiéndote
de las cosas. ¿Recuerdas la entrada que habla sobre la Leydel efecto invertido? Si no la has leído, te recomiendo que lo hagas o la
repaces. Allí explico por qué es tan importante no obsesionarse con los
resultados de las cosas que esperas.
El tercer paso, y quizás el más importante, es la
información. ¿Qué clase de información ingresas a tu cabeza a diario? ¿Tiene
que ver esta información con lo que deseas? Todos los libros de superación
personal que he leído siempre mencionan sobre el tiempo y la información.
Recomiendan enfáticamente que no permitas que otras cosas te entretengan de tus
propósitos.
Mucha gente va por la vida deseando cosas, pero metiendo
información de otro tipo. A diario veo en conocidos, parientes y amigos
desenfocar sus mentes de sus propósitos, esperando que alguien venga a resolver
todas inquietudes y cumplirles sus deseos.
Supongamos que deseas radicarte en
un nuevo país para buscar nuevas oportunidades, pero no tienes el dinero para
hacerlo. Muchos desean esto pero desisten por falta del dinero. Y se dedican a
ver la TV, al deporte, al baile, etc. Con esto no quiero decir que la TV, el
deporte, el baile y otro tipo de entretenimiento sean malos y debas evitarlos
para lograr todo lo que te propones. ¿Pero qué cantidad de tiempo dedicas a
otras cosas que no tienen nada que ver con tu meta?
De hecho, si tu meta es ser un actor, te conviene y mucho
ver la TV todo el día, especialmente telenovelas, para aprender las técnicas de
los profesionales y convertirte con la práctica y estudio en uno de ellos.
En el ejemplo anterior, si no tienes dinero, lo lógico
sería ponerte a aprender primero el idioma del país al cual deseas viajar y
radicarte. Supongamos que es tu mismo idioma local o ya lo hablas, entonces
aprende las costumbres. Indaga, conoce personas. Todo esto es posible gracias a
Internet y las redes sociales. ¿Que te da miedo conocer personas? Entonces
comienza por trabajar contigo mismo en cómo superar tus miedos.
Pero la idea es enfocarte en el siguiente pequeño paso
que te llevará al destino final que te has propuesto. Lamentablemente somos
expertos en los “es que” o disculpas, o peor aún, en culpar a los demás.
Como puedes ver, en teoría es muy fácil, pero en la
práctica es mucho más fácil. ¿Sabes qué es lo que nos perjudica? La falta de
paciencia. Esperamos que Dios, La Vida, o algún Santo nos resuelvan las cosas
con una varita mágica. Nos ha perjudicado mucho la historia de la Cenicienta
cuando su hada madrina con una varita le solucionaba todo y eso es precisamente lo
que nos tiene inmóviles, sin acción para buscar lo que nos pertenece.
Mira en la vida nada es instantáneo. Si observas todo
tiene un proceso y un tiempo, hasta la luz tiene un tiempo para viajar, a pesar
que a nuestros ojos es instantánea. Esto lo podemos comparar con la
construcción de un edificio o con la construcción muscular que haces cuando vas
a un gimnasio a ejercitarte.
El primer día se te hace muy duro entrenarte. Al otro día
te duele el cuerpo por el rompimiento de fibras musculares que serán reparadas
por la proteína que consumas en el día. Esta reparación finalmente va formando
capas y capas de fibras reparadas que van dejando ver nuevo músculo. Esto es
tan pequeño que tarda años en verse el trabajo muscular, pero por nuestra
impaciencia, y como no vemos resultados al otro día de haber ejercitado nuestro
cuerpo, entonces muchos desistimos y nos dejamos vencer por la pereza,
comentarios de otros y por nuestra propia impaciencia.
Pero solo el que persiste, el que es terco, es el que
cobra la recompensa muscular al final. Y exactamente esto mismo ocurre con
nuestros proyectos. Al principio no vemos visiblemente los resultados y por eso
desistimos. Pero cada acción es una onda que mueve la siguiente secuencia de
fichas que moverán nuestro entorno para abrirse el camino que necesitamos para
cumplir aquello que tanto deseamos.
Como ves, todo es fácil, si y solo si eres constante y
paciente. Recuerda que esta es la única forma de mantener unidos nuestra
intención y propósito para cumplir nuestros deseos.
Ingeniero de Sistemas e Investigador del Pensamiento Humano y las emociones, y como estas influyen en las decisiones que tomamos cada segundo para tener éxito o fracaso.
0 comentarios:
Publicar un comentario