lunes, 5 de marzo de 2012
La importancia del duelo en la salud emocional
En la penúltima entrada tocamos el tema de la evasión emocional que aprendimos de
nuestros padres, al evitar entrar en contacto con nuestras emociones. Una de
las más importantes situaciones emocionales que hemos evitado a lo largo de
nuestra vida es el duelo.
El duelo, según el RAE, es la demostración que se hace
para manifestar el sentimiento que se tiene por la muerte de alguien muy
cercano a nosotros. Esta es la definición que tenemos implantada la gran mayoría de nosotros gracias a las
telenovelas que hemos visto año tras año.
Por naturaleza, ninguno de nosotros desea la pérdida de
un ser querido, y es por esta razón que le tenemos mucho miedo al duelo. Esto ha
hecho imposible ver la importancia del
duelo en nuestra vida para la salud
emocional.
Apartándonos de las ideas absurdas que hemos aprendido a
través de las telenovelas, el duelo es necesario para liberarnos de las
emociones negativas que acompañan cualquier proceso en la vida. Para
entenderlo, nuevamente repasemos nuestra educación de la infancia. A los niños
(género masculino) se les ha dicho que son machos, hombres y por lo tanto no deben
llorar. A las niñas se les enseña que son delicadas y que pueden expresar sus
emociones.
Esto ha hecho que estadísticamente, las mujeres vivan más
y los hombres estén muriendo más temprano que ellas, pues no aprendieron a
soltar emociones que llenan el cuerpo de radicales libres acelerando el proceso
de envejecimiento y muerte.
Claro esta que en los niños y niñas actuales, estos
conceptos están cambiando pues también a las niñas se les está enseñando a
reprimir sus emociones. He visto como muchas adolescentes afirman que no lloran
por un HP hombre (como literalmente les he escuchado) pues son fuertes y
desvían su atención hacia otra persona o actividad con tal de reprimir su
estado emocional ante una desilusión amorosa.
Esto hace que la jovencita, comience a entrenar y
reforzar la evasión emocional en su
mente para “hacerse más fuerte”, cuando en realidad lo que está provocando es
más miedo y terror de sus emociones, y esto permitirá en el futuro ser una
persona apartada de si misma y temerosa de su soledad acudiendo a las distintas
adiciones tales como trabajo, sexo, entretenimiento, etc. para escapar de su
dolor interior.
Creo que este ha sido el caso de la gran mayoría de nosotros. Hemos realizado un entrenamiento por años
para ser temerosos y fracasados. Ya cuando nos “graduamos” de nuestra “escuela”
y vivimos la vida para la cual nos hemos estado preparando de una forma u otra,
entonces le gritamos al cielo, a Dios, al Diablo, a Cristo, Buda, Mahoma o
cualquier santo de nuestra devoción “¿por qué a mi?”… SUSPIRO…
El duelo es un proceso que puede durar dependiendo de la
carga emocional que tengamos. Debido a nuestro “entrenamiento”, hacer duelo es
muy complicado al principio, pues queremos evitar el dolor a toda costa y solo
cuando lo hacemos, nos damos cuenta que era más el miedo que le teníamos que
realmente lo que producía.
Normalmente debemos comenzar por nuestro pasado. Al ser
humano lo dirige su pasado, pues el cerebro trabaja por neuro-asociación, en otras palabras, el cerebro siempre hace
referencia de lo conocido, y basado en esa experiencia, produce una respuesta
mediante emociones que nos llevan a actuar.
Para ilustrarlo, imagina que una persona jamás ha volado
en avión. Cuando se sube, inmediatamente su cerebro comienza a producir temor,
si otras personas le han dicho que volar ha sido malo para ellas o si se han
mareado, esta persona también se marea. O por el contrario si ha visto
información o ha hablado con personas que le suministran información positiva sobre los vuelos, esta persona tendrá mucho
bienestar al momento de volar. Este último caso me ocurrió a mi cuando volé por
primera vez en un avión durante la pubertad. La información que recibí
previamente sobre volar en un avión fue de mucho entusiasmo y alegría.
Como podemos apreciar en este ejemplo, el cerebro está
trabajando por neuro-asociación. Toma
la información conocida previamente y ayuda a través de las emociones a guiar
nuestro comportamiento. ¿Ya ves la importancia de ingresar todos los días a tu
cerebro información positiva, de éxito,
salud, riqueza, juventud, amor y bienestar?
Volviendo a nuestro tema del duelo, el pasado nos
atormenta a muchos. Yo te recomiendo que si este es tu caso, hagas un duelo con
tu pasado. Por ejemplo toma una pequeña caja, y guarda dentro de ella algo que
simbolice tu pasado de dolor. Puede ser una foto o tu mismo escribir una carta
de lo que no te gusta de tu pasado y meterla dentro de la caja. Vas a tu jardín
o si no tienes ve a un sitio donde puedas enterrar la caja. Piensa que eso se
ira para siempre y no lo verás más en esta experiencia física. Si sientes ganas
de llorar, es muy importante que lo hagas, pues las lágrimas son indicadores de
liberación emocional. Si lloras varios días hazlo, mucho mejor. Verás que después
de unos días comienzas a sentirte libre y mucho mejor hasta en tu salud.
Normalmente, muchos de nosotros nos gusta “desenterrar
los muertos”. No hagas eso con lo que acabas de enterrar. Recuerda que cuando
destapas una tumba, esto huele horrible y provoca mucho malestar. Entonces como
dice el dicho popular, “a rey muerto, rey puesto”.
Esta no es la única vez que te recomiendo hacer duelo. Intenta
hacer este “juego” con todo lo que finalice en tu vida. Por ejemplo si pierdes
tu trabajo, terminas una relación, un deporte que ya no practicarás más pues lo
cambias por otro, una casa en la cual ya no vivirás, etc. cosas que simbolicen
algo importante para ti.
Con el tiempo te divertirás haciendo esto y no porque sea
un divertido juego, sino porque tu cerebro ya habrá enfrentado todo tu dolor
guardado y le ha restando importancia a estos eventos y emociones, entonces te
sentirás libre y más fuerte, con energía, con muchas ganas de hacer cosas y
triunfar.
Como todo en la vida, este sencillo pero poderoso
ejercicio emocional, funciona si lo practicas constantemente. Tu vida no va a
cambiar sólo porque lo deseas o porque hayas leído algo. Si así fuera, te
aseguro que ya estarías en la lista Fortune 500. Si quieres cambios debes
comenzar a mover tus emociones y eso requiere disciplina, tiempo, dedicación y
sobre todo lo más complicado que es salir de lo conocido, tu zona cómoda que te
mantiene atado, atada al sufrimiento.
Ingeniero de Sistemas e Investigador del Pensamiento Humano y las emociones, y como estas influyen en las decisiones que tomamos cada segundo para tener éxito o fracaso.
0 comentarios:
Publicar un comentario