Yo creo que todos hemos visto, o al menos escuchado esos casos donde la gente tiene un golpe de suerte y en vez de mejorar sus vidas, parece que ocurriera todo lo contrario.
Al menos en mi caso si he visto bastantes cositas de este tipo.
Por ejemplo, recientemente me enteré de una persona que tuvo un golpe de suerte financiero.
Desconozco la cantidad, pero al parecer era una gran suma de dinero con la que se necesitaría por lo menos 2 vidas para gastársela.
Digamos que antes de este golpe de suerte, la persona y su familia habían comprado un vehículo muy suntuoso que a duras penas podían pagar.
De inmediato lo vendieron y adivina que hicieron.
Compraron otro de mayor valor.
¿Y para qué los seres humanos hacemos este tipo de cosas?
Bueno, traduciendo del lenguaje emocional a simples palabras, es para aparentar.
Y la pregunta que nos surge en este momento es para que rayos necesitamos aparentar ante los demás.
Es para mostrarles que tenemos más que ellos, que somos mejores y todas esas cositas lindas que se nos atraviesan por el corazón.
La urgencia de mostrar que somos mejores ante otros es una baja autoestima.
Nos sentimos por debajo de ellos y es por eso por lo que intentamos demostrar lo contrario.
El caso es que esta persona que tuvo el golpe de suerte al final dijo que lo peor que le pudo pasar en su vida fue tener esta “fortuna”.
Y tal vez todos digamos aquí y a la vez que ¿cómo una persona puede decir eso?
Bueno, simplemente en su caso, su esposo se retiró del trabajo.
Su pareja intenta quitarle el dinero que aún les queda en sus manos por medios legales, y sus hijos no quisieron volver a estudiar.
Viéndolo desde ese punto de vista, la señora tiene toda la razón y el dinero en vez de ser una bendición, es todo lo contrario.
Aquí es donde viene la pregunta interesante, ¿por qué el dinero cambia a las personas?
Bueno, para tu sorpresa el dinero no cambia a nadie.
Excusar la conducta de una persona con el dinero es lo mismo que decir que el Sol, el calor, la lluvia, etc., hicieron que una persona cambiara y se volviera diferente.
La persona ya era así.
Simplemente se sintió envalentonado y apoyado por el dinero.
Y puede que me preguntes en este momento: “Gabrielito lindo, ¿es posible mejorar esto y no volverse loco al recibir dinero?”.
“Finalmente es lo que todos deseamos y no quisiéramos vivir la experiencia de esa señora”.
La clave de todo esto es la preparación.
Mira, frente a un golpe de suerte, la mayoría fallan porque emocional y mentalmente no están preparados para manejar grandes cantidades de dinero.
Y tal vez aquí me estés preguntando nuevamente: “pero Gabrielito lindo, si no tengo dinero, ¿cómo me preparo para recibirlo?”.
Bueno eso es fácil, utilizando la imaginación.
Imagínate por ejemplo que harías con una cantidad inimaginable de dinero en tu cuenta bancaria.
Entonces comienza a actuar de esa forma.
No me estoy refiriendo a que te vuelvas consumista, sino más bien, como actuarias con lo demás.
Como sería tu trato con ellos.
¿Serías más amoroso, más amable?
Si no te preparas para esto, ¿cómo esperas recibirlo?
Y si te llega de improviso, ¿cómo vas a saber qué hacer con tu vida?
Es por eso por lo que mediante esta información quiero animarte a prepararte para el futuro.
Nunca sabes cómo se desarrolle la vida para ti y es mejor saber que hacer frente a cualquier evento que se te presente.
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