La gratitud es una emoción poderosa que nos ayuda a encontrar la felicidad y la satisfacción en nuestra vida.
La práctica de la gratitud puede tener un impacto positivo en nuestra salud mental y física, nuestras relaciones y nuestra perspectiva general de la vida.
En primer lugar, esta nos ayuda a enfocarnos en lo positivo en lugar de lo negativo.
Cuando nos enfocamos en las cosas por las que estamos agradecidos, nuestra mente se aleja de los pensamientos negativos y preocupaciones.
Esto puede ayudarnos a sentirnos más felices y menos estresados.
Además, la gratitud puede mejorar nuestras relaciones.
Cuando expresamos nuestra gratitud hacia los demás, fortalecemos los lazos emocionales y nos sentimos más conectados.
La gratitud también puede ayudarnos a ser más amables y compasivos con los demás, lo que puede llevar a relaciones más satisfactorias y saludables.
La gratitud también puede tener un impacto positivo en nuestra salud física.
Estudios médicos realizados entre 2015 y 2019, han demostrado que las personas que practican la gratitud tienen niveles más bajos de estrés, una presión arterial más baja y un sistema inmunológico más fuerte.
Esto se debe en parte a que la gratitud puede reducir los niveles de cortisol, una hormona asociada con el estrés.
Además, la práctica de la gratitud puede ayudarnos a mantener una perspectiva positiva de la vida.
Cuando nos enfocamos en las cosas por las que estamos agradecidos, podemos sentirnos más optimistas sobre el futuro y más capaces de enfrentar los desafíos.
Y tal vez en este momento me estés diciendo: “Gabrielito lindo, todo eso que dices está muy hermoso, pero lamentablemente llevo una vida de M y me es imposible ser agradecido”.
Mira, yo te entiendo perfectamente porque estuve en ese lado de la Vida.
Y se perfectamente que cuando uno tiene la vida en contra, lo único que se puede pensar es en el odio y resentimiento de ver como otros les va bien, mientras uno parece que sobrara en el mundo.
¿Pero sabías que, aunque estés en esa situación siempre tenemos algo que agradecer?
Mira en este mundo nunca vamos a estar en el top, ni tampoco en el subsuelo.
Siempre va a existir gente que tiene más y menos que nosotros.
Hay que aprender a disfrutar de ese punto intermedio que nos toca.
Por ejemplo, tal vez no tengas el auto que esperas, pero quizás tengas zapatos.
¿Te imaginas caminando sin ellos?
¿Aún crees que no deberías sentirte agradecido por algo en tu vida?
Y aquí es donde las personas que sólo maldicen su destino es que no salen de ese ciclo de miseria.
Hay personas que no tienes zapatos, pero hay otros que no tienen pies o no los pueden usar porque son inválidos.
Es buena idea meditar en estos y otros ejemplos que veas a tu alrededor.
En otras palabras, hay que dejar de hacerse la víctima y soltar ese sentimiento tentador de “pobrecito yo”.
Recuerda que esto es una forma de recibir la compasión y atención de nuestro entorno.
Y es muy bonito saber que otras personas se interesan en ti.
Pero el costo que tienes que pagar por esto, es el despreció de la vida y las dificultades que te traerá.
Pues todo lo que imaginamos y sentimos tiene la suficiente energía para crear nuestra realidad.
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