Hace muchos años, cuando aún era un jovencito tuve la oportunidad de hablar con 3 personas adultas sobre temas de disciplina y comportamiento.
Ellos, a pesar de ser unas personas maduras, no tomaban sus decisiones por la experiencia, sino basada en la información de terceros.
Supongo que esto se debía a que seguían fielmente sus creencias religiosas y pensaban que era incorrecto basarse en su propio raciocinio.
Estos amigos proponían que era muy importante seguir normas.
A lo cual me citaron la historia del origen del hombre en la tierra que por desobedecer un mandato cayó en desgracia.
Yo les decía que, desde mi punto de vista, no me parecía correcto “prohibir” cosas a las personas, pues era un hecho que para el ser humano lo prohibido era deseable.
De hecho, si tú le dices a un niño que no toque X cosa o NO haga tal otra, de seguro saldrá corriendo a hacer eso cuando no lo veas.
Incluso algunos de estos niños, que no son tan “angelicales” como somos algunos pocos en este planeta, no esperan a que te vayas para correr de inmediato a violentar tus prohibiciones.
Respecto al origen del hombre que narra uno de los textos sagrados de la humanidad, no es nuestra competencia juzgar su veracidad o mitología.
Yo pienso firmemente que en todas las historias, leyendas o mitos no es importante la realidad, sino la enseñanza que puedes sacar para incrementar tu sabiduría.
Cuenta esta historia que había una serpiente muy astuta.
Tan astuta que atacó a sus víctimas por sus vulnerabilidades.
Por ejemplo, dice que su primera víctima no fue el hombre, sino la mujer.
Y esto no porque la mujer tenga mas o menos inteligencia que el hombre.
Sino porque la mujer es más ambiciosa que el hombre respecto a la vida.
La mujer se preocupa más por salir adelante y es más organizada que este.
En cambio, el hombre fue atacado después por el propio atractivo de la mujer.
Los hombres somos mas visuales, nos atrae más el físico, que los métodos.
Así pues, podemos ver que esta “serpiente” supo dónde atacar a cada uno.
Como dato curioso, y saliendo un poco de este tema, aquí fue donde me di cuenta que el ser humano a nivel general es “mongólico”.
A esta pareja le dijeron que podía comer de todos los árboles, menos de uno.
Entre la mayoría que podían comer se encontraba el árbol de la vida eterna.
Y pues como sabemos esta parejita como que poca comunicación y organización tenían porque salieron corriendo a comerse el que les habían “prohibido”.
Así pues, vemos que, según esta historia, leyenda, mitología o como prefieras llamarla, nos deja en claro que nos seduce lo prohibido.
Es por eso que nos atrae más la mujer casada, la prohibida.
De hecho, en una oportunidad que iba en un taxi, el conductor que estaba que se hablaba, me contó que el salía con una mujer casada.
Afirmaba que le encantaban las mujeres en esa situación porque de cierta forma sentía placer del sufrimiento del marido.
En el ámbito político también se ha visto este fenómeno.
Si recuerdas, el caso de Nelson Mandela cuando salió de la cárcel, se hicieron las primeras votaciones en muchos años.
A estas acudieron millones de personas y ¿adivina por qué?
En cambio, en mi país, que no existen prohibiciones en la actualidad para hacerlo, muchos de nosotros somos apáticos ante esto.
Prácticamente se le ruega a la mayoría que salgan a hacer uso de su derecho a elegir representante.
Y estoy seguro que el día que se prohíba, allí si va a salir todo el mundo a querer hacerlo, cuando ya no se puede.
Y quizás digas en este momento, “¡ese Gabrielito si es exagerado!”.
Si no me crees mira lo que pasó en la cuarentena.
La gente le prohibieron salir y se pasaron por el “forro” las restricciones.
Personalmente vi a gente que nunca hacía deporte o hablaban que esto era una pérdida de tiempo, salir felices a practicarlo.
Incluso algunos se sometieron a pagar multas por salir en horas “prohibidas”.
Aquí es donde nos salta la pregunta, ¿por qué es tan atractivo lo prohibido?
Básicamente es por el desafío y los químicos que se generan en nuestro cuerpo en ese momento.
La adrenalina que se produce en nuestro cuerpo puede ser muy adictiva.
Mira el caso de las personas que practican deportes o actividades de alto riesgo.
Uno puede pensar que no aman la vida, pero si le preguntas a uno de ellos te dirán que lo hacen para sentirse vivos.
Sabías que exactamente esto mismo debemos hacer cuando "la vida" o una persona en concreto nos "impide" alcanzar alguna meta importante para nosotros.
Por ejemplo, ¿qué deberías hacer ante las limitaciones económicas?
¿O cualquier otra limitación que sientas que te han impuesto?
Exactamente tomarla como algo prohibido, como un desafío que tienes enfrente.
Y así como muchas veces te has saltado restricciones por lo atractivo de desafiar la limitación, así mismo debes cumplir tus sueños.
De esta forma, quiero animarte a mirar tus sueños y objetivos en la vida.
Como una prohibición que algo o alguien te impone para seducirte a que la alcances.
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