Aunque quizás tengamos la tendencia a confundir la envidia con los celos, estos son sentimientos que suelen producir, por decir algo, diferentes “síntomas” emocionales.
lunes, 15 de octubre de 2018
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La envidia y sus orígenes emocionales
Aunque quizás tengamos la tendencia a confundir la envidia con los celos, estos son sentimientos que suelen producir, por decir algo, diferentes “síntomas” emocionales.
Los celos son la respuesta emocional ante la pérdida de lo que consideramos nos pertenece.
La envidia es la respuesta emocional ante el logro de alguna persona y que nosotros no hemos podido alcanzar.
Aunque podemos ver que los detonantes son diferentes, ambas emociones tiene un origen en común y es lo que conocemos con el nombre de Ego.
Si quieres saber más detalle sobre este tema, te invito a leer la entrada escrita en el 2011 y titulada DEFECTOS QUE NO ME PERMITEN RECIBIR LA ABUNDANCIA DEL UNIVERSO.
En resumen, el Ego es una estructura mental que nos indica “Aquí estoy”, “Yo existo”, “Yo importo”, etc.
En otras palabras este es el que origina las emociones de pérdida o amenaza con el objetivo de conservar nuestra identidad.
En mis observatorios he podido comprobar que los celos afectan tanto a humanos como animales.
Puedes observarlo cuando mimas a tu mascota y tiempo después lo haces con un animal diferente o hasta un niño.
De inmediato se observa la incomodidad que siente tu mascota porque está “perdiendo” el cariño que siempre le das.
Sin embargo nunca he podido observar el sentimiento de envidia en los animales. Aparentemente este es exclusivo de los seres humanos.
A lo máximo que hemos podido aspirar los seres humanos esta resumido con la frase “la envidia es mejor despertarla que sentirla”.
Las buenas intenciones que tiene esta frase es de explicar la horrorosa sensación de sentirla versus la de despertarla.
Tristemente y como siempre, malinterpretamos estas explicaciones e intentamos resolver nuestro conflicto emocional desviando nuestra atención a otros con lo que supuestamente tenemos o hemos logrado.
Así pues, hoy en día y debido al avance de las comunicaciones sociales vemos una guerra entre la envidia versus la ostentación.
Pero como podemos entonces resolver nuestros conflictos internos?
Debemos tener en cuenta que la envidia es el resultado de estar enfocándote en los logros de los demás.
Esto no te va a permitir tener tu mente en tus propias oportunidades y logros, así que no solo los vas a omitir, sino que vas a perpetuar más tu condición de envidioso(a).
Como puedes ver, TODOS, absolutamente todos los seres humanos padecemos del sentimiento de envidia. Así que no existe eso de “envidia de la buena”.
A la final es el mismo sentimiento “disfrazado” de “buenos” deseos a la persona que le dices eso.
Cuando una persona dice que no siente o no tiene envidia, en realidad está negando su condición, lo cual hace de esta persona un ser más disfuncional.
Recuerda que el generador de la envidia es el Ego y este es una de las estructuras que nos permite avanzar o evolucionar hacia nuevos caminos.
Una persona “sin envidia” sería como hablar de una persona estancada, un ser inerte sin metas o sueños.
Desde mi punto de vista, la “cura” contra la envidia es la gratitud. Con “cura” me refiero a desviar la atención de esta.
Cuando agradeces lo que tienes y todo lo que has vivido y que te ha traído donde estás, es cuando comienzas a enfocar tu mente y emociones en ti mismo(a).
Si ves un logro de alguien a tu alrededor y tu deseas eso, simplemente agradece a la Vida, Dios, Universo o como tu prefieras llamarlo, porque lo tuyo ya viene en camino.
Esto es una forma muy sana de cambiar tu energía y utilizarla hacia ti mismo, no solo por lo emocional, sino porque tu mente se colocará receptiva y de inmediato a buscar las oportunidades para conseguirlo.
No pienses que al hacer esto de inmediato van a cambiar las cosas en tu vida. Recuerda que el éxito es un estilo de vida que debes practicar diariamente.
No envidies el éxito de nadie, pues tú no sabes lo que significa éxito para esa persona.
Posiblemente este maldiciendo su destino, mientras tú envidias sus condiciones. Y de hecho esa misma persona quizás este admirando tu vida en secreto.
Así que te hago la invitación a valorar tus propias oportunidades y logros en vez de estar admirando logros de terceros.
Ingeniero de Sistemas e Investigador del Pensamiento Humano y las emociones, y como estas influyen en las decisiones que tomamos cada segundo para tener éxito o fracaso.
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