jueves, 3 de enero de 2013
Aprendiendo a ser terco como la vida
Hace algunos años, mi hermano menor preparó un pequeño
regalo para mi hija. Utilizó un frasco de vidrio en el cual colocó varias
semillas de una fruta que en el momento no tengo presente. El frasco sólo
contendría las semillas y la idea era que mi hija lo utilizara como sonajero.
Después de un par de semanas, mi hermano destapó el
frasco y nos encontramos una sorpresa. Las semillas habían germinado es un
ambiente sin agua y sin aire, a lo cual mi hermano exclamó: “definitivamente la
vida es muy terca”.
Tiempo después me encontraba yo en una situación desesperante
para mí. Me refiero a ese tipo de situaciones donde quisieras renunciar a todo
y salirte de las cosas como puedas, para descansar del estrés, preocupación,
miedos, etc., y recordé este evento, el cual quise probar si me serviría para
salir adelante con los propósitos que tenía en ese momento.
Al principio, como todo lo que emprendes, sentí miedo de
fracasar y que la terquedad sólo funcionará con la vida. Pero pronto me di
cuenta que yo mismo soy la vida y por conclusión lógica esto también debe
funcionar para mí, entonces decidí permanecer fiel a mis deseos, buscándolos
cada día a pesar de tener en contra a personas muy queridas que me decían, eso
no va a funcionar, no eres bueno en esto o aquello y gran cantidad de
pendejadas que las personas a tu alrededor intentan recordarte para que no te “desilusiones”
de la vida al no cumplirse tus metas. Por eso dicen que el fracasado siempre te
recomendará que no lo intentes pues por su experiencia no desea que te hagas
daño.
La verdad pasé momentos muy duros que incluyeron
lágrimas, rabia, impotencia, preocupación, desilusión, etc. pero con el tiempo
VOILA, la luz comenzó a verse al final del túnel. Las cosas comenzaron a
funcionar poco a poco y cada día mejorando el día anterior. La vida nuevamente
se tornó fácil. Pero ¿a qué se debió todo esto? A ser terco como la vida. A
abrirse camino a pesar de las palabras negativas de personas cercanas y
situaciones adversas.
Sin embargo la experiencia de las semillas la apliqué en
cada momento. No rendirse que tarde o temprano, las cosas van a funcionar. Pero
debo aclararte algo muy importante respecto a esto de ser terco. Hay personas que
comenten errores y piensan que si los siguen cometiendo, el éxito se les
aparecerá en el camino.
Debes tener en cuenta que si este día te equivocas en
algo y mañana lo intentas y vuelves cometer el mismo error, al final todos esos
errores sumados harán de tu vida un fracaso. Para ser más claros, si eres una
persona que tima o engaña a todo el mundo prometiéndoles dinero a cambio de que
te den dinero y cada vez te encuentras más lleno de deudas pues tu vida
terminará siendo un infierno. O si sigues maltratando a las personas que te
rodean cada día, es lógico que esta terquedad te ayudará a quedarte sólo en la
vida.
Más bien me refiero a replantear tu vida. Observar lo que
no funciona en ella y planear lo que si quieres para ti. Persistir en ello. Ser
obstinado y probar hasta que la vida te abra el camino que te planeaste. El problema
está en nuestra inmadurez emocional. No sabemos exactamente lo que queremos y
si queremos algo no hacemos nada para obtenerlo sino que esperamos que solito
llegue a nosotros.
Yo te aseguro que eso jamás pasará. He visto como
personas a mi alrededor sufren. Les ayudan de la mejor manera y buscan hacer
algo para meterse ellos mismos la pata y seguir sufriendo. Toman decisiones pésimas
para vivir y luego dicen “es que tengo mala suerte” o “el destino está en mi
contra”. No quieren hacer nada para cambiar sus emociones que es lo más importante
que tienen pues estas son las que nos guían en la vida y al final terminan
culpando a Dios por su pendejez.
Te confieso que yo era uno de esos. Me encantaba
torturarme con música triste y al final me sentía triste y luego me enojaba con
Dios por eso.
Si tu deseas aplicar este principio a tu vida, recuerda
que te vas a encontrar no solo situaciones que te dirán DETENTE, ALTO. También te
encontrarás personas que te dirán lo mismo para “protegerte”. No puedes
renunciar tan fácilmente a tus sueños. Mira todo lo que has perdido hasta el
momento y lo que sientes cuando alguien logra lo que se ha propuesto. Te dices “lo
voy a intentar esta vez” pero al final se te olvida y desistes.
La mente humana es similar a los músculos del cuerpo. Hay
que entrenarla regularmente para que esté en óptimas condiciones. Y si observas
una persona que entrene su cuerpo a medias con otra que entrena su cuerpo como
un campeón, vas a notar la diferencia entre ambos, uno con cuerpo mediocre y
otro con cuerpo perfecto.
La mente humana es lo mismo. ¿Con qué frecuencia e
intensidad la entrenas? ¿Tienes una mente fuerte o una mente mediocre? ¿Qué
pensamientos predominan en ella, fracaso o éxito, miedo o valor?
En este año que comienza, replantea tu vida y lo que
quieres vivir de aquí en adelante. Si quieres cambiar el rumbo de tu vida,
recuerda que debes entrenarte frecuentemente en tus metas y ten presente que
los obstáculos estarán allí para decirte que no lo vas a lograr, entonces
utiliza tu terquedad para que imites la vida que nace en lugares donde era
imposible realizarlo.

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