martes, 15 de junio de 2010
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La llegada
"Quizás fue como el sueño más hermoso que he tenido.
Fue un sentimiento de paz entre todos mis hermanos que dejaron sus armas y entregaron el odio que sentían mutuamente. Cuando su nave se posó sobre nosotros, dejamos de sentir envidia, odio, venganza y cualquier sentimiento que durante años en este planeta hemos estado entregándonos. No sentíamos miedo. No sentíamos angustia, sino al contrario, sentíamos felicidad de su llegada. No sentíamos vergüenza de habernos odiado, porque justo en ese momento olvidamos todo nuestro dolor.
Entonces bajo Él y nos miró como un padre a sus hijos sin verlos mucho tiempo. Nos miró con el desespero de no habernos abrazado durante mucho tiempo. Su ropa fue como la dibujaron en los libros sobre su vida. Su cara, diferente a la mayoría que lo describieron. Y aunque estaba parado en la entrada de su nave sentíamos que nos estaba tocando a todos. Como una especie de abrazo de alguien que sabe no lo volveremos a ver. No pronunciábamos palabras, pero es como si habláramos todos mentalmente.
Nos dejó entrar a su nave y todos estaban hablando con Él. Pidiendo explicación de toda la situación vivida durante tantos años. Otros nos quedamos pasmados con la tecnología dentro de la nave. Algo que jamás vimos.
Sentí que volaba dentro de ella y que escuchaba a lo lejos los sonidos que comúnmente se hacen en una casa en la mañana. Cerré mis ojos y los abrí nuevamente. Sentí la tristeza de que todo fue un hermoso sueño. Sentí nuevamente el odio de mis hermanos, su envidia, su venganza, su rencor hacia los demás. Desperté y esta vez lloré de dolor por ser solamente un sueño hermoso.
Me pregunto, ¿qué pasaría si todos mis hermanos soñaran al mismo tiempo esto que tuve la oportunidad de sentir?
¿Podrían amarse aunque fuera en ese otro universo?
Al despertarse, ¿tendrían el valor de volverse a matar entre sí?
Solo me queda la esperanza que algún día los hijos de nuestros hijos, o quizá muchas generaciones comprendan que solo dependemos de nosotros. Que si no somos capaces de cuidarnos mutuamente, entonces no somos dignos de habitar un planeta que puede amar a sus criaturas a pesar de los pensamientos que puedan tener..."
Gabriel Salazar Sepúlveda (1-Diciembre-2001)
Este ensayo que les estoy compartiendo lo escribí hace más de nueve años después de un sueño muy interesante. En el sueño estaba mirando por una ventana como si estuviera en un segundo piso y veía como todas las personas se estaban matando unos a otros. En ese momento llegó, de acuerdo a mis creencias el personaje que llamamos Jesucristo, en una nave espacial a lo cual sigue el ensayo arriba publicado.
Lo que pensé en ese momento fue ¿qué pasaría si todos soñamos al mismo tiempo esa historia? Pero ahora lo que viene a mi mente es ¿qué pasaría si todas las personas leyeran este ensayo al mismo tiempo?
Por eso decidí publicarlo anoche. Tenía otro tema en mi mente pero sentí la sensación que era correcto hacerlo. Así como me ha ocurrido con las otras entradas de este Blog. Quiero que pienses sobre este ensayo. Analízalo y si crees que pueda ayudar a cambiar en algo la situación de tu entorno, compártelo con otras personas que aprecies.
Te deseo un excelente día lleno de amor, paz, prosperidad, salud. Si tienes preguntas, por favor escríbeme.
Ingeniero de Sistemas e Investigador del Pensamiento Humano y las emociones, y como estas influyen en las decisiones que tomamos cada segundo para tener éxito o fracaso.
Todo es posible. Cada vez somos mas los que desamos esto.
ResponderBorrarGracias.
Javier.
Estimado Javier, nuevamente gracias por tus palabras. Ya no me siento solo en realizar esa fantasía llamada hermandad en el Mundo. Gracias
ResponderBorrarDesear no es suficiente, lo importante es asimilarlo y hacerlo parte de nuestro día a día..
ResponderBorrarEstimado Anónimo, muy importante tu comentario y lo agradezco de todo corazón. Tienes toda la razón pues siempre estamos llenos de deseos que nunca nos cumplimos ni a nosotros mismos. Gracias nuevamente por tu importante aporte. Un abrazo.
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