Retoma el control de tu vida. Estrategias efectivas para el control emocional

lunes, 15 de septiembre de 2025

Cuando una decisión lo cambia todo



Cuando una decisión lo cambia todo

Un buen amigo de esta localidad me contó que hace algunos años tuvo un problema legal. 


Resulta que este muchacho le dio por comprar un teléfono celular en uno de esos tantos puestos donde reparan estos aparatitos. 


Este amigo salió contento con su teléfono, pero no contaba con que a los días lo parara la policía en un retén. 


Lo hicieron bajar de su camioneta y le pidieron el IMEI del teléfono. 


El policía le dijo: “mire señor, este celular está reportado como robado, así que debe acompañarnos”. 


Bueno, los policías lo escoltaron hasta la estación. 


Ante esto lo “encanastaron” como dice él en una pequeña celda y él por supuesto les dijo que eso no era para tanto. 


Uno de los suboficiales de la policía le dijo que eso era necesario pues ellos tenían que investigar si debido al robo de ese celular no existía una persona muerta. 


Así que, en caso de que eso fuera cierto, las cosas se le complicarían a mi amigo. 


Él me contó que cuando escuchó esto, allí si comenzó a sentir el verdadero terror. 


Pensaba que como era posible que hace unos 10 minutos andaba libre y feliz por el mundo y que ahora estaba rodeado de puros maleantes. 


De esos que la policía captura en la noche, cuando se han metido en peleas, hurtos, etc. 


Para no hacerte más largo el cuento, mi amigo le tocó contratar un abogado para poder salir de allí. 


Aunque él dice que el abogado resultó ser peor que los ladrones con los que lo tenían “encanastado”. 


Al final, este amigo la sacó “barata” y pudo salir sin problema, pues confirmaron la dirección de su casa, de su empresa y sus antecedentes. 


Sin embargo, le especificaron que de ser requerido nuevamente debía presentarse de inmediato. 


A veces una inocente y simple decisión puede meternos en problemas. 


Por ejemplo, en el caso de los animales, ellos tienen una “voz” que les dice: “ve a la izquierda que eso está bien”. 


En cambio, en los seres humanos no ocurre eso de forma tan específica. 


Nuestra “voz” nos dice “ve a la derecha que eso está bien”. 


También nos dice “ve a la izquierda que esto está bien”. 


Mejor dicho, todo lo que hagamos, aunque potencialmente nos pueda perjudicar nuestro cerebro nos dice que estaría bien si lo hacemos. 


Por ejemplo, estudia esta carrera que te va a ir muy bien. 


Pero cuando terminas tu carrera, te das cuenta de que las cosas cambiaron y ahora eso no “sirve” para nada. 


O si tu cerebro te dice “no te juntes con esa persona porque es mala”, resulta que esa persona te hubiera podido haber ayudado en la vida a explayar tu mejor versión. 


¿La pregunta en este caso sería entonces cual es el mejor camino para tomar? 


Finalmente, nuestro cerebro nos dice que todos son buenos, hasta que vemos si efectiva lo son o no. 


Desde mi punto de vista, aquí solo te pueden ayudar la experiencia junto con la intuición. 


Lamentablemente nosotros tenemos un sistema de creencias que nos hace más difícil estar estas. 


Por ejemplo, si estás frente a un negocio, y ves la inocencia y santidad de la persona con la que vas a negociar, es muy probable que te vayan a estafar. 


A mí me pasó eso hace muchos años. 


Confíe en una persona y puedo decir que a partir de ese momento comenzó mi crisis financiera. 


Me llegó la mufa. 


Y la “intuición” me decía que esa persona era buena, era cristiana y bla bla. 


Al final resultó más ladrón que el abogado del amigo de la historia inicial. 


El papá de los ladrones. 


De hecho, esa decisión que tomé me llevó a consecuencias que a mí por lo menos no me gustaron. 


Pero irónicamente sin eso puede que este blog nunca haya existido y tú no te estarías beneficiando de esta información. 


Y sabes otra cosa, esta persona se dedicó a ponerme en contra de mi mejor amigo. 


No solo le bastaba con estafarnos sino, quería indisponerme contra un amigo de toda la vida. 


Afortunadamente mi mejor amigo, no sé cómo lo supo, pero finalmente se enteró y allí seguimos con nuestra amistad de toda la vida. 


En conclusión, no sabemos en como terminarán nuestras decisiones con certeza. 


Pero si podemos pronosticar nuestros resultados basándonos puramente en experiencias previas y en lo que nos dice realmente nuestro corazón. 


Lo mejor para no cometer errores es la prudencia y paciencia. 


Y no salir corriendo a lanzarte por ejemplo en un negocio con todos tus recursos. 


O entregarte en alma, vida y sombrero al amor de una persona que apenas acabas de conocer. 


Tiempo, experiencia e intuición van a ser las mejores aliadas de tus buenas decisiones.

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lunes, 8 de septiembre de 2025

Cuando el miedo se convierte en motor



Cuando el miedo se convierte en motor

El miedo es una de las emociones más básicas que nos ha acompañado siempre. 


Por ejemplo, gracias a este, estamos contando el cuento en la actualidad. 


El miedo ayudó a nuestros ancestros a sobrevivir a los peligros. 


He incluso, hoy en día también nos ayuda, pues si vamos por la calle y nos encontramos un callejón vacío y oscuro, no creo que vayas a seguir por ese sendero. 


A no ser que te guste el maltrato, pues no sabemos con qué animal o potencial ladrón nos encontremos. 


Así que el miedo nos dice con ese vacío en el estómago o ese mal presentimiento para que nos sirven las paticas y en este caso es para correr. 


Pero si comparamos los peligros que tenían que enfrentar nuestros ancestros a los que tenemos nosotros en la actualidad, concluiríamos que muchas veces esta emoción es absurda. 


Imagínate por ejemplo que nosotros le tenemos miedo hasta el amor. 


¿Le dices a las personas que amas, padres, hermanos, tíos, etc., que los amas, mirándolos a los ojos, sin miedo, de frente y por el centro? 


¿O se te hace muy difícil hacerlo? 


Intenta hacerlo y me cuentas como te sientes. 


Qué sentiste exactamente y en que parte de tu cuerpo. 


Sin embargo, ¿sabías que todo el tiempo no puedes sentir miedo? 


Y esto es porque el sistema nervioso simpático se activa. 


Se aumenta el ritmo cardiaco, la respiración y nuestros músculos se ponen tensos. 


Nuestro cuerpo libera hormonas del estrés como la adrenalina y el cortisol. 


En este “estado” de alerta máxima se consume mucha energía. 


Así pues, si esta emoción durara por mucho tiempo, nuestro cuerpo se agotaría, se dañarían tejidos y muy seguramente colapsaríamos. 


La buena noticia es que después de un rato, cuando sentimos que no podemos protegernos del miedo, el sistema nervioso activa otra emoción. 


Es lo que conocemos como la rabia o ira y esto moviliza nuestra energía para enfrentar, atacar o poner límites. 


Hace muchos años conocí el caso de una señorita que estaba demasiado presionada en su trabajo. 


Ella decía que sentía como intentaban hacerle la vida imposible. 


Bueno, llegó el momento en que los mandó a todos a recoger café. 


No le importó que iba a pasar con su vida, sino que simplemente dijo hasta aquí, presentó su renuncia inmediata, y veremos que hacemos después. 


Eso es en lo que termina el miedo, a movernos a tomar acción. 


Es por eso por lo que a nivel de neuroquímica el miedo y la rabia están conectado por la amígdala y el hipotálamo. 


Ambos liberan adrenalina y cortisol. 


La diferencia es que en el caso del miedo la energía se dirige a retraerse o protegerse. 


En el caso de la rabia se redirige a expandirse o enfrentar. 


Ambos son mecanismos de supervivencia. 


O huimos o enfrentamos. Pero que salimos de esa, salimos. 


Ahora viene lo interesante y es ¿qué pasaría si usamos estos mecanismos para nuestro beneficio? 


Porque actualmente nosotros sentimos miedo hasta para tener éxito. 


Por ejemplo, si tienes una idea en tu mente que puede llegar a convertirte en una persona rica, es muy probable que tengas pensamientos de miedo. 


Aquí es cuando vienen los “y si”. 


Y si fracaso, y si no funciona, y si tengo éxito y me secuestran o tengo que pagar dinero al fisco, y bla bla. 


Desafortunadamente este tipo de “y sis” nos impiden avanzar en la vida, pues cuantos proyectos o ideas hemos dejado de construir simplemente por estos miedos. 


En realidad, esos miedos provienen de las creencias fundamentales en tu infancia tales como los ricos son malos, los ricos tienen mala salud. 


El amor no es para mí, cuando estaba niño me enfermaba mucho y bla bla. 


Todo esto tipo de tonterías son las que se disfrazan en la actualidad como los “y si”. 


¿Bueno “y si” usamos la rabia para lanzarnos y desarrollar esos proyectos? 


Eso sí, con precaución, pues no se trata de poner “toda la carne en el asador”. 


Hay que tener valiente, no estúpido. 


En mi caso, hace poco realicé algo que en verdad le estaba sacando el cuerpo, pero por miedo. 


No tuve los resultados ideales inicialmente, pero lo bueno fue que no me lancé con uñas y dientes a cometer errores. 


Sin embargo, perdí el miedo al fracaso en eso y ahora me siento más confiado y sé que puedo ir ganando terreno en mis proyectos.

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lunes, 1 de septiembre de 2025

El único deseo que vale más que todos los demás



El único deseo que vale más que todos los demás

Hace muchos años, cuando este angelito estaba joven, más de lo que estoy ahora, un profesor en la universidad nos hizo un interesante ejercicio. 


Él nos propuso pensar que haríamos si nos encontráramos la lámpara de Aladino y pudiéramos pedir un solo deseo. 


Bueno, cada uno comenzó a decir que dinero, que autos, que casas, que amor, y bla bla. 


Por supuesto este profesor nos “concedía” el deseo, pero como si el genio de la lampara tuviera alguna discapacidad mental. 


Algo así como que alguien pide dinero y le apareciera una deuda fiscal. 


Al fin y al cabo, eso es dinero. No tuyo, pero te lo concedieron. 


O por ejemplo si alguien pedía tener a su lado a la mujer más buena del mundo le concedían a la Madre Teresa. 


En otras palabras, la idea era que pensáramos muy bien lo que queríamos para nuestra vida de forma muy clara. 


Hasta se nos quitaron las ganas de pedir porque ese genio como que era muy “brutico” y nos daba lo que no queríamos. 


Después de un rato, el profesor le preguntó a la señorita más calladita del salón cuál era su deseo. 


Ella muy tímida respondió “ser feliz”. 


Increíblemente el profesor le dijo “deseo concedido” sin malas interpretaciones y nos dijo que a ese era el punto que quería llegar con el ejercicio. 


Así que nos preguntó, ¿cuál era el objetivo primario de todas esas cosas que habíamos pedido sino era ser felices? 


Digamos que por ejemplo deseas dinero para ir con un amigo, con el cual disfrutas mucho su compañía, a tomar un café. 


En realidad, el dinero o el café son una excusa para compartir con ese amigo. 


Disfrutarías de su compañía así sea tomando agua. 


Eso mismo es lo que hay detrás de todos nuestros deseos. 


Simplemente queremos ser felices. 


A eso fue a lo que vinimos a este planeta. 


¿O sino por qué crees que todos tenemos un sistema nervioso para disfrutar lo que nos rodea? 


Y puede que en este momento me estés preguntando: “bueno Gabrielito lindo, es correcto que todos queremos ser felices, pero ¿cómo podemos serlo si no tenemos esas cosas que deseamos?”. 


La buena noticia es que no necesitamos cosas para ser felices. 


La felicidad, al igual que el amor son una decisión. 


Yo decido amar, eso nadie me lo puede imponer. 


O sino mira a una mujer antes de darse cuenta de que está en embarazo. 


Que en promedio puede ser entre 2 a 6 semanas después de la concepción. 


Justo en ese instante en que se da cuenta es que comienza a “sentir” amor por esa criaturita. 


Si el amor fuera un sentimiento, sentiría ese amor justo en el mismo instante de la fecundación. 


Pues para fortuna nuestra así mismo es la felicidad. 


Podemos decidir ser felices en este mismo instante. 


Y esto es una decisión que debemos tomar todos los días. 


No es que hoy digas voy a ser feliz a partir de hoy y ya. 


Se trata de levantarte cada mañana y afirmar, por ejemplo, “hoy, pase lo que pase voy a ser feliz”. 


“Si hay cosas que no me gustan, voy a ser feliz. Y si hay cosas que me gustan, voy a ser feliz”. 


Pero te voy a dar un secretito que descubrí hace mucho tiempo para ser feliz. 


Y se trata de la honestidad. 


No te estoy hablando de la honestidad con los demás porque eso más bien es un tema ético. 


Te hablo de la honestidad pura y dura contigo mismo. 


Por ejemplo, ¿te molesta algo? Admítelo y evita eso. 


¿Te gusta algo? Entonces hazlo. 


¿Te gusta alguien? Díselo. 


¿Tienes miedo? Acéptalo y enfréntalo. 


¿Sabes que ocurre cuando eres honesto contigo mismo? 


Comienzas a liberarte de muchas cositas que cargas en tu cabeza y que te mantienen deseando buscar la felicidad. 


La felicidad ya la tienes, solo es tomar la decisión y ponerte en acción.

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lunes, 25 de agosto de 2025

Atrapados en el Mismo Pensamiento



Atrapados en el Mismo Pensamiento

Hace muchos años, a comienzos de los 2000, conocí a una persona que vivía quejándose de su situación.  


Tenía una visión de la vida muy cerrada, casi siempre pesimista. 


Hablaba de lo difícil que era todo, de cómo nada salía bien, de lo mal que estaban las cosas… y así, una queja tras otra. 


Hace poco, más de dos décadas después, volví a encontrármelo. 


Y me sorprendió algo: seguía diciendo exactamente lo mismo. 


Las mismas quejas, las mismas frases, la misma actitud, etc. 


Incluso escuchando la misma música y entretenimiento por décadas. 


Como si el tiempo no hubiera pasado por dentro de él. 


Como si estuviera atrapado en un ciclo eterno, repitiendo el mismo guion una y otra vez. 


Y me puse a pensar: ¿Por qué algunas personas no cambian con los años? 


¿Por qué no evolucionan? 


¿Por qué no amplían su perspectiva? 


Porque si te soy honesto, el Gabriel del año 2021 no es el mismo que hoy te dice esto. 


Ni siquiera soy igual al del año pasado. 


He cambiado, he aprendido, he reconfigurado mi forma de ver el mundo. 


Y estoy seguro de que el Gabriel del próximo año también será distinto. 


Entonces, ¿qué hace que unas personas cambien y otras no? 


Creo que una de las razones más profundas es la falta de lectura. 


Los libros nos abren la mente. 


Nos enfrentan a nuevas ideas, a otras formas de pensar, a realidades diferentes. 


Nos sacuden, nos cuestionan, nos siembran dudas necesarias para crecer. 


Leer es como sentarse a conversar con miles de mentes brillantes de todas las épocas. 


Cada página es una ventana a otra forma de vivir y de ver el mundo. 


Cuando no leemos, cuando no nos nutrimos de nuevas ideas, es fácil quedarnos estancados, repitiendo el mismo discurso, las mismas excusas, las mismas quejas. 


Como si estuviéramos atrapados en una versión antigua de nosotros mismos.  


No digo que leer sea la única solución, pero sin duda es una puerta. 


Una puerta que muchos prefieren no abrir. 


Y luego se preguntan por qué su vida no cambia. 


Mira lo que pasó en 2020, cuando todos estuvimos encerrados por la pandemia. 


La gente “descubrió” que tenía tiempo. 


Muchos comenzaron a explorar la tecnología. 


Conozco personas mayores que antes la rechazaban por completo. 


Hoy no pueden vivir sin ella. 


Se atreven a hacer más cosas, comprenden mejor el mundo, incluso se familiarizan con otros idiomas. 


La tecnología les dio una nueva perspectiva. 


Entonces surge una pregunta: 


¿Quiere decir esto que ya no necesitamos los libros? 


No necesariamente. 


Hay quienes usan el celular para leer documentos, y eso está bien. 


Pero, desde mi punto de vista, nada reemplaza la experiencia de leer un buen libro. 


En los dispositivos hay mucha información útil, sí, pero también una gran cantidad de ruido, distracción y contenido basura que no aporta nada a tu evolución personal. 


Por eso, hoy quiero invitarte a leer más cada día. 


No para alardear de cuántos libros terminas al año, sino para preguntarte sinceramente: 


¿Qué estás aprendiendo con cada libro que lees? 


¿Qué nuevas puertas estás abriendo en tu mente? 


No te quedes siendo la misma versión de ti, año tras año. 


Tienes el poder de cambiar, de crecer, de expandir tu perspectiva. 


Y tal vez, solo tal vez, todo empiece con una página.

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lunes, 18 de agosto de 2025

Despierta el Milagro: El Método Subliminal que Funciona



Despierta el Milagro: El Método Subliminal que Funciona

Sabemos que la tecnología subliminal ha sido implementada desde tiempos antiguos. 


Se podría decir que desde el inicio de los medios de comunicación masiva se ha hecho uso de esto. 


Hoy en día lo vemos en los comerciales, en las películas de cine, en las imágenes que vemos en redes sociales, etc. 


Sin embargo, a todos nos surge la pregunta si realmente esto es efectivo o no. 


A través de estos años, analizando este tema, he podido observar como un porcentaje de personas dicen que esto no es más que otra linda forma de perder tu tiempo. 


Pero también he conocido personas que afirman lo contrario. 


Y no solo eso, con estos ojitos que tantas cositas bonitas han visto, he observado como obtienen resultados asombrosos. 


Así que, respecto a este tema, podríamos mencionar el famoso dicho popular que reza: “cada uno habla de la corrida de toros según como le haya ido”. 


Digamos que, en mi caso, esto ha funcionado, pero después de mucho tiempo. 


Teóricamente una persona construye su vida basándose en la información que ha adquirido desde su nacimiento hasta la actualidad. 


Si una persona tiene 30 años, la información que lleva acumulando durante ese tiempo es lo que dirige su vida. 


¿Quiere decir esto que necesita otros 30 años para contrarrestar esa información? 


Afortunadamente la mente humana es muy maleable. 


La podemos reprogramar y eso dependerá de tu sistema de creencias. 


Digamos que si tu entorno fue muy religioso y creciste en medio de cositas tales como que el dinero es malo, los ricos no entrarán en el reino de los cielos y bla bla, vas a tomar más tiempo del que piensas. 


Por ejemplo, en mi caso yo que recibí este tipo de instrucciones, diría que he visto resultados después de más de 10 años. 


Y cuando comencé a usar contenido subliminal contaría con aproximadamente 37 años. 


Sin embargo, nuevamente te digo que he visto gente que, con menos tiempo, hasta días las cosas les cambias “mágicamente”. 


Te invio a observar el video que tengo en mi canal llamado LA GENTE ME DA DINERO y observes los comentarios. 


Hay mucha gente que le ha funcionado demasiado rápido. 


Algo que si te puedo confirmar es que existe un método muy poderoso y que pienso que me ha funcionado mejor que todo lo que he probado. 


Este método consiste en grabar con tu propia voz los mensajes que deseas ingresar en tu cabeza. 


Por ejemplo, yo encontré una frase muy interesante que dice “UNIVERSO, ESTOY LISTO. ABRO TODAS LAS PUERTAS PARA QUE CONSPIRES A MI FAVOR. DAME UNA SEÑAL CLARA HOY MISMO DE QUE MIS SUEÑOS ESTÁN EN CAMINO. ESTOY ABIERTO. ESTOY PREPARADO. LO RECIBO. GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS”. 


Grabé esa frase con mi celular y la guardé en la lista de canciones. 


La puse a repetir todas las noches en bucle y te puedo decir francamente que a los días comenzaron a ocurrir cosas muy extrañas que me han llevado a nuevos conocimientos. 


De la nada se presentaron eventos y personas que me llevaron a nuevas ideas de cumplir mis deseos. 


Y a los días estuve leyendo que grabar tu propia voz y escucharla constantemente es una de las cosas más poderosas que existen, pues tu voz es ley en tu interior. 


Lo que tú te repites constantemente es una orden para el Universo que cumple de inmediato. 


Así que desde hoy mismo comienza a buscar frases que te interesan y quieres vivir en tu vida. 


Grábalas y reprodúcelas todos los días. 


Ojalá te duermas escuchándolas y quizás muy pronto, más de lo que tu piensas se pueden abrir caminos que antes creías imposibles.

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lunes, 11 de agosto de 2025

Cuando rechazamos el cambio que necesitamos



Cuando rechazamos el cambio que necesitamos

Creo que todos hemos sentido en algún momento esa sensación de estancamiento donde parece que camináramos en circulo. 


Nos vemos haciendo lo mismo todos los días, como en una especie de rutina que nos hace pensar, ¿bueno y que ha pasado con mi vida? 


¿A esto fue a lo que vine al mundo? 


¿A trabajar, hacer aseo y pagar cuentas? 


¿Y para cuando esas cositas que tanto nos gustan? 


Por ejemplo, por allá aproximadamente en el año 2006, un domingo al medio dia, acostado en mi cama me llegué a cuestionar todo esto. 


Puedo decir que mi vida cambio a partir de preguntarme si eso era todo a lo que uno venía a este mundo. 


Comenzó a llegar a mi vida información muy diferente y también comenzaron a ocurrir cosas muy diferentes. 


Algunas de esas cosas me gustaron y otras para nada. 


Pero si no hubiera sido por esa serie de eventos, no estaría en este punto de mi vida que tanto disfruto. 


Y con esto no te quiero decir que todos los días haga algo diferente. 


Al igual que tú también hago tareas rutinarias, pero el enfoque es que esas tareas las disfruto mucho y las hago con mucho amor. 


Si observas, la mayoría de gente odia lo que hace. 


Hacen su trabajo de mala gana, como por cumplir. 


Asean su hogar hasta con desprecio y rápidamente porque necesitan tiempo para poder cumplir con el resto de la “amada” rutina. 


Se han vuelto tan rutinarios que hasta la “diversión” se les vuelve predecible. 


Viajar al mismo lugar, escuchar la misma música, etc. 


En fin, cosas que ya se sabe cómo van a terminar. 


Y si algún “colaborambon” se atreve a decirles, “hey, y ¿por qué no intentas ir a otro sitio o divertirte de otra forma?”. 


De inmediato le responden: “no se meta, deje de ser sapo, es mi vida y yo veré lo que hago” y todas esas cositas bonitas que la frustración saca a flote en ese momento. 


Bueno, sí observas en esa respuesta está precisamente la clave del porque nuestras vidas se convierten en un círculo infinito de rutina y sufrimiento. 


Quien está “respondiendo” en ese momento no eres tú sino tu ego. 


Por si eres nuevo, en este blog hemos definido el ego como la estructura mental del merecimiento. 


Es eso que siempre te ha llevado a ser más y tener más. 


Y eso está muy bien porque a quien no le sirve el progreso, de eso se trata la evolución humana y el juego de la vida. 


Pero, lamentablemente hemos permitido que todo en la vida, incluso nuestras emociones sean dominadas por el ego. 


Por eso es por lo que somos los más lindos, los más fuertes, los más inteligentes, bla bla, así estemos bajo un mar de lodo por nuestras acciones. 


Nunca nos equivocamos, nuestro camino es el correcto, así estemos parados en el mismo punto desde hace años. 


Es por es que debemos aprender a escuchar lo que dicen otros, o lo que nos dice esa situación que tanto nos molesta. 


Y no te estoy diciendo que actúes como una vaca obediente caminando hacia el matadero y le digas amén a todo lo que otros te dicen. 


Recuerda que el mundo está rodeando de intenciones que desconocemos y potencialmente nos estarían perjudicando. 


Toda una vida es mejor equivocarse por las decisiones que uno mismo toma y no sentir ese dolor de equivocarse porque le hiciste caso a otro. 


Pero si al menos pregúntate si esa información que te dan te puede servir para algo, al menos en parte. 


Muchas veces la solución a tu vida estancada puede ser simplemente cambiar un pequeño detalle, conservando el resto de las cosas que haces. 


Si no escuchas a tu entorno te puedes estar perdiendo de una mejor vida.

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lunes, 4 de agosto de 2025

El precio de buscar aprobación



El precio de buscar aprobación

Hace muchos años, cuando nació mi hija, mi suegra vino a ayudarnos con el cuidado de mi esposa.  


Es una costumbre muy arraigada en esta región que, durante aproximadamente 40 días, algún familiar acompañe y cuide a la madre reciente, lo que comúnmente llamamos "cuidar la dieta".  


Un día, mi suegra me dijo que necesitábamos comprar algunos ingredientes para ese proceso, así que fuimos juntos a un supermercado cercano.  


Al llegar a la sección de carnes, se nos acercaron un par de señoritas ofreciéndonos un pollo.  


Aunque no estaba muy barato, decidí comprarlo porque, de todas formas, lo necesitábamos.  


Unos pasos más adelante, me topé con otra señorita que también ofrecía pollo, así que le pregunté el precio.  


Para mi sorpresa, era menos de la mitad del anterior.  


Sin pensarlo mucho, regresé a las primeras vendedoras, les devolví amablemente el pollo y les di las gracias.  


Pero en ese momento, noté cómo los rostros de mi suegra y el de la señorita se pusieron rojos de vergüenza.  


Solo repetían: “Qué vergüenza…”.  


Yo, sin dudar, les respondí: “¿Vergüenza por qué? Es mi dinero, y con él hago lo que se me dé la gran bendita voluntad. No tengo contrato de exclusividad con nadie.”  


Esta historia puede parecer graciosa, pero en realidad ilustra un problema muy común: la dificultad de decir “no” cuando algo no nos conviene, simplemente por el temor a lo que otros puedan pensar.  


Ese miedo al juicio ajeno impide que muchas personas vivan la vida que realmente desean.  


El doctor Luis Fernando Hoyos Aristizábal llamaba a ese fenómeno la “bobo fobia”.  


Esa sensación de tener que actuar para complacer a otros, por temor a parecer maleducado, desconsiderado o simplemente diferente.  


Por ejemplo, en el lugar donde entreno, muchas personas se preocupan más por estrenar ropa deportiva o tener los audífonos de moda que por el entrenamiento en sí.  


Yo, en cambio, voy con la ropa más vieja que tengo.  


Llevo una toalla pequeña, ya gastada, pero limpia, y un tarro con agua.  


Nada más. Voy a entrenar, no a desfilar ni a compararme con nadie.  


Recuerdo que una vez visité otro gimnasio y saludé a un señor que estaba allí.  


Apenas me vio, me escaneó de pies a cabeza y al rato se me acercó diciendo:  


— “A todos nos falta algo, pero veo que casi no tienes espalda.”  


Yo simplemente sonreí. Sabía perfectamente lo que estaba haciendo: intentando desvalorizarme para sentirse superior.  


Insistió en que me grababa un video para que viera “la verdad”.  


Le respondí que no perdía mi energía en ese tipo de cosas y seguí entrenando.  


Al no obtener de mí la reacción que esperaba, el señor comenzó a sentirse incómodo.  


Durante la siguiente hora intentó acercarse varias veces, hacerme preguntas sin sentido, como buscando redimirse.  


Yo me despedí con cortesía, como si nada.  


Y es que lamentablemente, el mundo está lleno de personas así.  


Personas que sienten envidia y usan la “bobo fobia” para manipular, esperando que los demás actúen según sus deseos.  


Por eso quiero invitarte a que dejes de buscar la validación de otros.  


La única aprobación que realmente necesitas para vivir la vida que quieres es la tuya.  


Sé que no es fácil, sobre todo si has pasado años intentando complacer a los demás.  


Al principio puede parecer grosero o incómodo.  


Pero el truco está en dejar que tu ego fracase un poco.  


Sí, duele. Pero con práctica, te aseguro que vas a vivir con la libertad de ser tú mismo y hacer lo que realmente deseas.

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lunes, 28 de julio de 2025

¿Pobre porque quiere? No: pobre por falta de información



¿Pobre porque quiere? No: pobre por falta de información

Hace algunos años en este país, un personaje que desconozco dijo una frase que levantó bastantes ronchas en el público general. 


Lo que dijo ardió tanto a la gente que hasta yo que no veo noticias ni TV me llegue a dar cuenta. 


Mencionaba algo así como que la persona que es pobre es pobre porque quiere. 


Mejor dicho, se le fueron con uñas y dientes a la yugular por haber dicho algo tan sacrílego. 


Bueno, sí soltamos un poco las pasiones, yo creería que lo que dijo esta persona no está muy lejos de la realidad. 


Lo que más bien se equivocó fue en la expresión que utilizó. 


Yo diría que la frase correcta que debió utilizar es que la personas son pobres no por que quieran sino por ignorancia. 


No estoy diciendo que sean brutos o que cuenten con alguna discapacidad mental. 


Ignorancia se refiere más bien a la falta de información. 


¿Qué es lo que hace que una persona gane más dinero que otra? 


Quizás me puedas decir en este momento que la diferencia la hace el grado de escolaridad. 


O tal vez me digas que eso tiene que ver mucho con los contactos, carisma, etc. 


En cualquier caso, si observas se trata de información. 


Por ejemplo, si una persona ignora que para ganar dinero tiene que mejorar su carisma, pues ya sabes porque mantiene en su estado financiero actual. 


Mira, yo muchas veces me llegué a preguntar como ganar más dinero. 


Porque para serte sincero trabajando no es mucho lo que se gane. 


Y si lo hace no es mucho el tiempo con el que cuenta para disfrutarlo. 


Así que, si piensas que trabajando en una fábrica vas a volverte rico o al menos mejorar tu economía, mejor piénsalo de nuevo. 


Prácticamente eso es lo que hacen la mayoría de las personas y ya sabemos sus resultados. 


Si buscamos información en libros sobre educación financiera, la mayoría nos dicen que debemos incrementar nuestros ingresos pasivos. 


Por si no lo sabes, un ingreso pasivo es simplemente una inversión que haces y que te produce dinero este presente o no. 


No importa si duermes o estas de vacaciones, un ingreso pasivo te produce dinero. 


Un ejemplo de esto es un local o apartamento que tengas alquilado, o si cuentas con la suerte de ser músico y componer un éxito musical, eso te estaría dando rendimiento de forma automática. 


Pero, para hacer este tipo de cositas, hay que tener dinero. 


Y si ya sabemos que no lo tenemos, ¿entonces ahí qué? 


Nuevamente los que “iluminan” nuestra ignorancia nos dice que debemos ahorrar. 


Pero esto también es utópico, pues ¿cuánto dinero debemos ahorra para comprar así sea un pequeño local? 


Y digamos que conseguimos el dinero prestado, tampoco hacemos nada pues prácticamente nos vamos a pasar mucho tiempo sin ganancia alguna. 


Es por eso por lo que algunos prefieren delinquir o tomar caminos más “fáciles”. 


Y tal vez me digas en este momento: “bueno Gabrielito lindo, tú que sabes tantas cositas, ¿qué se podría hacer en estos casos?” 


Bueno de acuerdo con mi “humilde opinión como científico”, una cosa que podría ayudarte es la inversión en divisas. 


Cosa que no te puedo explicar aquí pues aún no soy experto en el tema. 


Pero lo que si te puedo decir es que, con una pequeña cantidad, mucha información y disciplina, puedes llegar a mejorar tus estados financieros. 


Así pues, es mi intención mediante esta información animarte a estudiar nuevas posibilidades de ingresos. 


Para serte honesto, estos temas de inversiones de divisas a mi producían mucha pereza. 


Pero por cosas del destino o de pura casualidad llegué a tener contacto con este mundo y créeme que no solo es interesante sino muy apasionante. 


Mientras tú sigues esperando a que vengan el angelito vestido de traje con la maletita llena de un millón de dólares a solucionarte la vida, otros están invirtiendo tiempo y energía en capacitarse para traer bienestar a sus vidas.

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