Una de las cosas más inteligentes que podemos hacer en nuestra vida es escuchar nuestra intuición.
Lamentablemente esta “voz interior” se suele confundir mucho con el ego.
Para darte un ejemplo de las diferencias entre estas dos capacidades que tenemos, podríamos decir que la intuición es una “voz” muy sutil.
Y digo voz entre comillas pues en realidad es algo que sentimos y que nos advierte de algo o alguien.
Pero esta “voz” tiene la particularidad de ser muy sutil, como algo muy suave y casi imperceptible que normalmente pasamos por alto.
Por el contrario, el ego, ese sí que hace ruido.
De hecho, estamos tan familiarizados con él, que domina parte de nuestras emociones.
Cuando escuchamos el ego, somos los más lindos, los más inteligentes, los demás son los tontos y los que se equivocan, etc.
Para poderte ilustrar con un buen ejemplo, el día de ayer conocí el caso de un industrial que se dedica a fabricar losas para pisos.
Lo interesante de este fabricante, es que se ha especializado en imprimir en esas losas arte de las diferentes culturas indígenas de este país.
Y lo más inquietante es el tiempo que lleva haciéndolo.
Por aproximadamente unos 40 años, este señor se ha dedicado en alma, vida y sombrero a sacar el proyecto adelante.
¿Y adivina a cuantas personas les ha podido vender este arte?
Aunque no me lo creas a 0 pacientes.
Este industrial ya tiene 80 años de edad, así que ha pasado la mitad de su vida en un proyecto que es muy particular.
Varios de sus amigos le han intentado decir por todos los medios que oriente su industria a algo más comercial.
Pero este señor siempre responde que esto es para museos, alcaldías e instituciones similares.
Bueno, no es casualidad que no haya vendido ninguna pieza y durante estos 40 años se ha gastado unos 240 mil dólares en comercializar su producto.
Él cree firmemente en su proyecto pues su “intuición” se lo está dictando constantemente.
Y vamos a darle el beneficio de la duda, pues no sabemos si de aquí a mañana alguien le siga la corriente y este señor se vuelva millonario.
Todo es posible.
Pero dentro de la estadística, todos sabemos que esas posibilidades no son muy altas que digamos.
Esto nos suele pasar muchas veces.
Somos tercos y por más que la gente a nuestro alrededor nos diga que cambiemos de enfoque, esas recomendaciones nos las pasamos por el forro.
Y todo esto se debe a que le hemos dado demasiada obediencia a nuestro ego.
Cuando en realidad nuestra verdadera voz interior está afónica de tantos gritos que nos pega y nosotros nada que la escuchamos.
Así que es mi intención, mediante esta información que estés muy alerta con las advertencias que te da tu entorno respecto a tus proyectos.
La Vida nos ama tanto que, aunque no sepamos escuchar nuestra voz interior, nos advierte las cosas mediante parientes, amigos, colegas, incluso mediante la música, etc.
Lo que tenemos que aprender es a ser prudentes al escuchar lo que nos dicen.
No salir corriendo a obedecer, sino más bien comparar e intuir las intenciones de los demás.
Por eso es mejor entrenarte para escuchar tu propia voz interior y así ser más asertivo con tu vida.
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