Yo creo que todos tenemos esa bendita necesidad de abrir la “gran bocota” cuando tenemos un sueño por cumplir.
No sé a qué se debe este fenómeno, pero queremos decírselo a todos, o al menos los más prudentes, a las personas más cercanas.
Lamentablemente, y muchas veces, aquellos con que compartimos nuestras ilusiones, esperamos que se sientan tan entusiasmados como nosotros.
Y lejos de la verdad, pues encontramos mayor resistencia en ellos, como en nuestro peor enemigo.
Y mira que, a nivel general, las personas en quienes confiamos no hacen esto por maldad o porque no nos quieran ver progresar.
Es simplemente que su sistema de creencias no está en sincronía con el nuestro.
Lo que nosotros vemos como una oportunidad, para las demás personas puede ser una locura y hasta peligroso.
Es por eso que existe una cábala, superstición o qué sé yo, donde se recomienda que, si quieres que un plan te salga bien, no se lo comentes ni a Dios, que “todo lo sabe”.
Bueno, a nivel energía, por llamarlo de alguna forma, el hecho que una persona sepa lo que vas a hacer, tiene el potencial de influir en tus resultados.
Esto ya lo hemos visto anteriormente y te recomiendo darle una mirada al tema LA IMPORTANCIA DE LA DISCRECIÓN EN PROYECTOS Y METAS PERSONALES.
Es cierto que no tenemos una evidencia científica en este aspecto.
Pero constantemente podemos ver los resultados una y otra vez en quienes no son capaces de cerrar el “pico”.
Sin embargo, no quiero enfocarme en ese aspecto, sino más bien en el desánimo que nos dan esas personas que son tan importantes para nosotros y en los cuales les hemos confiado nuestros proyectos.
Porque no existe una cosa más des animadora que esto.
Por eso es muy importante que conserves el secretismo en cualquier cosa que vayas a hacer.
Pues existen altas probabilidades que los que te aman, van a ver las posibilidades negativas que tú no puedes ver en el momento por tu entusiasmo.
Mira, cuando uno tiene un proyecto, tiene dos opciones, o te funciona o fracasas.
No hay proyecto que tenga garantía de éxito.
Hasta los que estafan a la gente, tienes la probabilidad de fracasar.
De hecho, es común que, si vas a incursionar en un campo que desconoces, el fracaso será lo que te espera al otro lado.
Es así como se aprende. De los errores.
Y mira las ventajas de guardar silencio en tus proyectos.
En caso de que te equivoques, y tengas que hacer ajustes en la marcha, no vas a tener a esa persona diciéndote el discurso de siempre diciéndote: “vio? ¡Se lo dije!”
Simplemente haces tus correcciones y de nuevo en marcha.
Así es que se gana en la vida.
No en todos los casos es así.
A veces tenemos esos momentos en que todo nos sale bien y siempre ganamos.
Pero esto tiene que ver más con nuestra actitud ante la vida.
Entre más bienestar generemos, al parecer la Vida nos recompensa con mejores cosas.