Retoma el control de tu vida. Estrategias efectivas para el control emocional

lunes, 24 de octubre de 2022

Los amores prohibidos



Los amores prohibidos

Todos nos hemos preguntado si debemos luchar o no por nuestro interés romántico a pesar de ser prohibido. 


La gran mayoría de personas no lo piensan dos veces, sino que, contra viento y marea, van tras esa persona con la intención de que forme parte de sus vidas. 


Otras personas son conscientes del daño que se le estaría haciendo a terceros y prefieren pasar de esa persona, por muchas ganas que le tengan. 


Hay que ser conscientes que estamos en un mundo libre y ninguna persona es de la otra. 


Los tiempos de la esclavitud se acabaron hace mucho. 


Entonces la pregunta que nos interesa resolver es, ¿cuál es el punto de vista correcto entre alcanzar a nuestro amorcito soñado o pasar de esa persona? 


Bueno creas o no en las leyes naturales, existe algo que se conoce como causa y efecto. 


Absolutamente todo lo que hagamos trae una o varias consecuencias. 


Y no es para sentir miedo de todo lo que hagamos, pero cuando se trata de afectar a terceros que no tienen nada que ver, es mejor pensarlo dos veces. 


Respecto a esto, hace muchos años conocí a una señorita que desde el primer día que la vi, no me la pude sacar de mi cabeza. 


Y al parecer ella sintió exactamente lo mismo, pues comenzó a pedirme ayuda en cosas que yo sabía que eran fáciles para ella. 


Tenía que hacer algo en Excel y yo notaba que eso lo hacía fácil pero debido a que yo estaba hipnotizado por ella, lo pasé por alto. 


Así que me dijo que al no alcanzar el tiempo teníamos que vernos el fin de semana en mi casa. 


Obviamente yo sabía por dónde iba el cuento. 


Pero para serte sincero también quería que pasara todo con ella. 


El fin de semana en vez de ser laboral, fue más bien romántico. 


Y allí fue cuando me confesó que tenía un novio con el cual llevaba mucho tiempo de relación. 


Yo me sentí fatal e intenté alejarme de ella. 


Pero era tanta la atracción que sentíamos que terminamos jugando a las “resbaladitas”. 


Y creo que me enamoré profundamente de ella. 


Tanto que esa nena con solo mirarme sentía que acariciaba mi alma. 


En los siguientes meses jugamos al te dejo, pero te tomo. 


Es decir que unas veces ella intentaba separarse y olvidarse de mí y en otras oportunidades era yo el que me “olvidaba” de ella. 


En medio de todo eso, al parecer su novió terminó enterándose o al menos sospechando que era lo que pasaba. 


Así que le puse a la señorita un ultimátum y que escogiera. 


Ella me dijo que me amaba con todo el corazón, que nadie me amaría como ella y bla bla bla. 


Y para no hacer más largo este cuento, finalmente comencé a salir con otra señorita y pues todo terminó. 


Hasta aquí uno puede pensar que no pasó a mayores, nadie salió lastimado, etc. 


Pero definitivamente la Vida siempre te pasa la factura por tus actos. 


Y no necesariamente con la misma situación o vivencias que tuviste. 


Incluso puede ser de inmediato o mucho tiempo después. 


Pero hace años tuve unas experiencias que me hicieron recordar el daño que le hicimos al novio de esa señorita. 


Cuando uno vive experiencias desagradables en la vida, no podemos evitar levantar las manos al cielo y decir “¿por qué a mí?”. 


Si pudiéramos traducir la voz del Cielo, Dios, la Vida o como prefieras llamarlo, sería algo “¿te acordás lo que hiciste en aquella fecha?” 


Como no tenía el contacto con ese joven, ni supe donde se encuentra, te puedo decir que mentalmente le pedí perdón por todo ese daño causado. 


A partir de esas experiencias fue que comencé a tenerlo mucho respeto a la Vida. 


Pues esta es bastante irónica y a veces hasta burlesca. 


Es por eso que uno entre más actúe con justicia en la vida, la Vida va a ser muy justa con uno. 


La Vida al parecer siempre está tratando de encontrar un equilibrio. 


Y tal vez me digas en este momento, “Gabrielito lindo, yo he conocido gente que le ha hecho mucho daño al prójimo y veo que siguen como si nada”. 


Bueno, eso es lo que aparentemente vemos nosotros, pero que la vida les pasa esa factura, tenlo por seguro. 


Recuerda que la mayoría de personas tratan de mostrar su mejor imagen en sus aplicaciones sociales. 


Pero todos sabemos que detrás de esa “plenitud” existe un gran padecimiento que se trata de ocultar al mostrar felicidad. 


En la actualidad yo he conocido señoritas bastante interesantes y atractivas. 


Pero prácticamente salgo corriendo cuando me entero que tienen compromiso. 


Para mí son casadas y capadas. 


Personalmente he visto en mi localidad como han eliminado gente por causa de los celos. 


Así que quiero animarte mediante esta información a evitar cualquier acción que implique daño a terceros. 


Todos somos libres de hacer y tener lo que queramos. 


Pero recuerda que eso no implica que seamos libres para hacerle daño a los demás.

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lunes, 17 de octubre de 2022

Escapando de la vida



Escapando de la vida

A medida que pasan los años en el ser humano, este se vuelve más observador y aprende no solo de sus malas experiencias, sino de las de terceros. 


Aunque cabe resaltar que hay humanos que son la fiel excepción a esta regla y se la pasan toda su vida cometiendo los mismos errores. 


Pero a nivel general, intentamos evitar a toda costa volver a cometer los mismos errores, pues no queremos más del mismo dolor en nuestras vidas. 


Respecto a esto, hace algunos días un jovencito que es un buen amigo me comentó que estaba interesado en una chica. 


El problema es que al parecer ella era un poco mayor que él y traía como adicional que era madre de un par de pequeños. 


Especialmente su señora madre se oponía a esta relación pues no quería que su amado hijo fuera el capitán salvador de hijos ajenos. 


Finalmente, como buena madre quiere que su hijo obtenga lo mejor de la vida. 


Y puede que siga los consejos de su mamá, pero en el futuro muy segura se volverá a encontrar con una situación similar. 


Y esto casi siempre ocurre pues al parecer la Vida se empecina en que vivamos las cosas con el fin de aprender algo de ellas. 


Y es aquí donde mucha gente habla del destino y los acuerdos de las almas. 


Donde se supone que antes de venir a nacer a este paseo llamado Planeta Tierra, nuestras almas hicieron un acuerdo de vida. 


Algo así como nos vamos a conocer y tú me vas a hacer esto que me va a doler para yo crecer. 


Y yo te voy a proporcionar un dolor para que tu crezcas. 


Honestamente cuando yo pienso en esto, no puedo evitar concluir que, si eso es cierto, nuestras almas se pasan de pendejas. 


Elegir el sufrimiento para aprender no me parece muy inteligente que digamos. 


¿No sería mejor aprender a vivir de forma maravillosa y disfrutar todo lo que nos rodea? 


Mira, también llegué a conocer, hace muchos años, el caso de una niña que llegó a vivir carencias, incluso de alimentos. 


Sus parientes más cercanos intentaron por todos los medios de sacar esa criaturita de Dios de esa situación. 


Y adivina que pasó cuando ella se hizo ya adulta y tomó sus propias decisiones. 


Y tal vez en este momento me digas “pero Gabrielito lindo, eso ocurre porque una persona al vivir eso, quedó grabado en su subconsciente y creo un patrón de carencia el cual es difícil vencer”. 


Bueno eso que dices es correcto. 


Pero mira que en mi caso yo me quebré financieramente por malas decisiones. 


Cuando logré salir de eso, muchos años después noté que hace unos dos años atrás la vida me estaba realizando el “examen” de nuevo. 


Se me presentó una situación bastante similar. 


Yo recordé todo eso que me había ocurrido y que me llevó al fracaso económico. 


De inmediato y sin pensarlo dos veces dije no a esta negociación. 


Y lo más curioso es que sentí que al hacer esto, algo dentro y fuera de mi me felicitaba por haber pasado el examen. 


Así pues, es de esencial importancia que debemos encarar las situaciones que nos llegan. 


No debemos correr ni darles la espalda, pues tarde o temprano te encontrarás con la misma o similar vivencia.

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lunes, 10 de octubre de 2022

El problema del malgenio



El problema del malgenio

El malgenio es una de las emociones que todos los seres humanos hemos experimentado. 


El que diga que no, definitivamente no tuvo infancia. 


De hecho, la primera “escuela” de malgenio es nuestra propia madre. 


Si no puedes recordar cómo era tu infancia, intenta observar cómo se comportan los niños de tu entorno. 


En esa edad todos experimentamos una felicidad constante pues disfrutamos mucho de la vida. 


Por ejemplo, mi hija Isabellita cuando comenzó ya a caminar por si solita, se le notaba mucho el entusiasmo cuando paseábamos por la calle. 


Movía sus bracitos de un lado a otro como si estuviera bailando. 


Vaya a ver si hace eso ahora que es adolescente. 


De por si todos los adolescentes les da pereza caminar o hacer cositas que de niños disfrutaban. 


Esta comparación entre lo felices que éramos durante nuestra infancia y lo aburridos que nos volvemos en la adolescencia, hace que nos preguntemos “¿qué fue lo que nos pasó?” 


Pues finalmente cuando somos adultos añoramos ser niños de nuevo. 


Para volver a disfrutar al máximo toda esa infancia que poco a poco dimos por sentada. 


Que eso iba a estar allí eterno e inmutable para nosotros por siempre jamás, amén. 


Bueno resulta que toda esa felicidad fue poco a poco apagándose cuando nuestros padres nos regañaban. 


Incluso a algunos se les llegó a ir la mano con los castigos. 


Esto hizo que aprendiéramos la mecánica de obedecer para evitar un castigo. 


Y no estoy diciendo que esto fue malo. 


Al contrario, fue necesario pues en la actualidad vemos las consecuencias de las generaciones de los 90 y 2000 cuyos padres fueron bastante permisivos. 


Hay demasiado patán en la calle. 


Incluso hay total falta de respeto por las autoridades oficiales. 


Y finalmente hemos visto con nuestros propios ojitos como se ha cumplido el refrán, “quien no tiene padres en la casa, los consigue en la calle”. 


Para un agresivo, siempre existe otro más agresivo. 


Pero aquellos que aprendimos una disciplina en casa mediante los regaños, esto no terminó allí. 


Cuando somos adultos y vamos interactuando por ejemplo en un trabajo, mucha gente que sabe esta información la utiliza para que obedezcas ciega mente sus mandatos. 


O que los complazcas en sus caprichos así estés haciendo cositas que no disfrutes. 


Para que me puedas entender un poco mejor, ¿has notado como muchos jefes tratan a sus empleados? 


Siempre gritando como si fueran tus padres. 


¿Y Sabías que esto no lo hacen de casualidad? 


Ya sea que lo hayan descubierto por sí mismos o hayan sido instruidos en esto, los gritos y “malos tratos” a otros hace que obedezcan sin cuestionar. 


Y esto ocurre por el condicionamiento que aprendiste de niño con tus padres. 


Así pues, los adultos que de alguna u otra forma conocen esta información, actúan como tus padres para que sigas bajo control. 


Observa por ejemplo como un militar da una orden a un joven que acaba de ingresar a prestar su servicio obligatorio. 


Siempre da las órdenes gritando pues esta persona conoce como funciona el condicionamiento social. 


Y lo aprovecha a su favor para no perder la autoridad. 


¿Has notado que hay parejas que también hacen esto mismo? 


De hecho, es muy común ver a las mujeres hacer esto con su macho. 


Incluso hay algunas que mantienen en estado de constante malgenio, pues esto les funciona. 


¿Vas comprendiendo por qué cuando somos adultos, mucha gente intenta hablarnos fuertecito para que obedezcamos? 


Y quizás en este punto me estés preguntando, “Gabrielito lindo ¿cómo haces tú cuando una persona se pasa de la raya contigo y te habla fuerte?”. 


Bueno primero que todo, con estas lindas manitos le haría la ortodoncia de forma gratuita. 


No, en realidad las pocas veces que alguien ha intentado hablarme como “golpeadito” de inmediato lo freno. 


Yo no le permito a nadie que me levante la voz, pues a todo el mundo siempre trato como mucho amor, respeto y consideración. 


¿Pero qué ocurre si llevas mucho tiempo permitiendo que tu pareja, jefe o cualquier persona en la calle te grite? 


Esto es algo un poco complicado de cambiar pues desafortunadamente tú mismo no te respetas y has permitido que otros te irrespeten. 


El primer paso sería comenzar a replantearte tu vida y como te faltas tú mismo al respeto. 


Por ejemplo, ¿te cumples tus palabras y haces lo que dices que vas a hacer? 


¿Sabías que procrastinar es una falta de respeto hacia ti mismo? 


Comienza entonces respetándote a ti mismo, al respetar tu palabra. 


¿Dices que te vas a poner en forma y has seguido cumpliendo esa meta? 


¿O que vas a ahorrar X cantidad mensual y sigues en ese propósito? 


Si tú no te tomas en serio, ¿cómo espera que otros te respeten? 


Ahora bien, conociendo todo esto de la manipulación que se puede hacer mediante el condicionamiento paterno, espero que no salgas corriendo a aprovecharte de esto. 


Esta información te la estoy dando para que vivas en bienestar y no permitas más malestar en tu vida. 


Tú puedes obligar a una persona a obedecer mediante tu actitud grosera y malgeniada. 


Pero todo en la vida tiene consecuencias y esto generará odio y resentimiento hacia ti. 


¿O acaso eso no es lo que has sentido frente a un jefe o tu pareja cuando haces cosas que no quieres simplemente para evitar el disgusto de ellos? 


De ti depende actuar con rabia para recibir rabia y desprecio. 


O actuar con amor para recibir igual sentimiento y respeto.

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lunes, 3 de octubre de 2022

La importancia de los buenos modales



La importancia de los buenos modales

No hay que tener muchos estudios académicos para darnos cuenta que el mundo actual está bastante enfermo moralmente. 


La humanidad proyecta toda su frustración sobre los demás mediante el lenguaje soez o la violencia hacia su prójimo. 


Hemos llegado al colmo de pelearnos en la calle, simplemente porque alguien nos miró mal. 


O si escuchamos alguna persona riendo a carcajadas, cerca de nosotros, casi estamos seguro que somos el objetivo de su burla. 


Recuerdo que, estando niño en mi ciudad natal, las personas pasaban y así fueran desconocidas, se saludaban. 


Los buenos días, tardes o noches eran una norma moral “obligatoria”. 


Cederle el puesto a alguien en el transporte público, e incluso compartir algo de comida con los vecinos. 


Imagínate que no solo veía esto desde muy niño, sino también mis padres me lo inculcaron. 


Y en la actualidad tengo la costumbre de saludar a los desconocidos. 


Por ejemplo, cuando llegué a mi localidad actual, lo hacía y afortunadamente las personas aquí son muy amables. 


Respondían de la misma forma y así he logrado conocer gente muy agradable, aun en medio de este mundo amoral. 


Pero tengo que confesarte que una vez estando en el aeropuerto de la capital de mi país, intenté hacer lo mismo con un policía. 


Prácticamente me miro de arriba abajo y siguió derecho sin decir nada. 


Puede ser que esta persona no tuvo unos padres muy educados que digamos. 


O también es común en las capitales comportarse como personas frías y apáticas debido a tanto problema social que tienen. 


Esto hace que nos preguntemos si vale la pena tener buenos modales en la actualidad. 


O por el contrario debemos estar prevenidos a responder a los ataques de nuestro entorno. 


Respecto a esto, hace muchos años cuando me encontraba recogiendo a mi novia de aquel tiempo, hice un giro no permitido en la calle. 


Una vez que me incorporé de nuevo a la vía, vi a una señora detenida por un agente de tránsito. 


Ella me señaló y él me hizo la señal para detenerme. 


Según pude comprender en ese momento, ella había cometido la misma infracción que hice. 


Y la muy soplona o como decimos en mi localidad "sapa hp", me delató con el del tránsito. 


Bueno, mientras le aplicaban todo el peso de la ley a esta sapa inmunda, decidí aceptar mi error y quedarme tranquilo. 


Mi novia al lado me decía Gabrielito lindo y ahora que vamos a hacer. 


Yo le dije que nada, tocaba dar la cara ante la situación. 


Cuando llegó el agente del tránsito, me pidió la documentación de estos casos y se la pasé sin decir ni una palabra. 


Leyó mi documento de identidad y me dijo “Gabriel, que fue lo que le pasó en esa infracción”. 


Yo le dije que siempre notaba que otros conductores hacían lo mismo yo estaba seguro que se podía realizar el giro. 


Pero cuando ya estaba en la mitad noté que había algo raro, pero decidí seguir adelante y allí fue cuando la sapa, digo la señora me delató y me hizo la señal para detenerme. 


Le hablé de la forma más calmada posible porque no tenía ninguna excusa. 


Ya el agente del tránsito con sus propios ojos me vio cometer la infracción. 


No podía alegarle nada a mi favor. 


Esta actitud hizo que el me preguntara, “¿Gabriel quieres que te pase la infracción como si fuera por no uso del cinturón de seguridad?”. 


"La multa te saldría por la mitad de la infracción pues lo que hiciste fue algo grave”. 


Yo le puse mi tierna sonrisa y le dije “¡por supuesto! Hágame ese gran favor.” 


Me dijo que tenía 2 posibilitades más de bajar el valor de esa multa y me recomendó que las hiciera. 


Hice tal cual el agente del tránsito me dijo. 


Y al final tuve que pagar un valor muy pequeño considerando el costo inicial de la infracción. 


Como puedes ver ser educado, respetuoso y sobre todo cortés con los demás si paga. 


Y quizás en este punto me digas “pero Gabrielito lindo, eso fue hace muchos años y en la actualidad no sirve de nada actuar de esa forma”. 


Mira, por el contrario, como la mayoría de personas son patanes, una persona educada va a ser tratada de forma muy especial por cualquiera. 


Espero que no vayas a salir corriendo a buscarte multas de tránsito para comprobar si esto es verdad. 


En la actualidad, el uso de los buenos modales hace por ejemplo que la gente me atienda más rápido que los demás. 


Por ejemplo, he tenido que hacer una larga fila para recibir o comprar un servicio. 


El mismo guarda de seguridad del local me recomendó “no haga esa fila, vaya a tal local que allí le prestan el mismo servicio”. 


Si tu observas, la mayoría de personas son groseras. 


¿Crees que a un patán se le dará prioridad? 


Es por eso que los buenos modales y las normas de cortesía te abren caminos. 


Es tan agradable tener contacto con alguien así en medio de tanta degradación moral, que por eso recibirá un trato especial. 


Así que quiero animarte, mediante esta información a utilizar estos simples pero poderosos recursos que van a llenar tu vida de gran bienestar. 


Ten presente que no es garantía que al ser educado te pasen cosas especiales. 


Lo único seguro es que te sentirás bien contigo, por haber actuado cortésmente y eso la vida en algún momento te lo regresará.

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lunes, 26 de septiembre de 2022

Escuchando el consejo de “médicos enfermos”



Escuchando el consejo de médicos enfermos

Todos hemos tenido personas que admiramos. 


Esto es posible gracias a la imagen que nuestra mente proyecta sobre ellos. 


Por ejemplo, no todos admiran a X cantante o Y futbolista. 


Quizás para ti ese deportista sea lo máximo. 


Mientras para mí, me es indiferente o hasta quizás no lo conozca ya que no veo televisión. 


El caso es que admiramos tanto a las personas que, en nuestra compresión del mundo, las percibimos como perfectas. 


Recuerdo que una vez mi amigo y mentor Víctor Gordani me contó sobre una conferencia de varios lideres espirituales. 


Entre ellos se encontraba el escritor indio Deepak Chopra. 


Estuvo hablando con ellos y después se excusó para ir al baño. 


Una señora que estaba a su lado dijo en voz alta y con asombro “también va al baño”. 


Y no lo dijo en broma. 


Dentro de su paradigma, ella lo consideraba un ser divino o de luz que no comía ni hacia sus necesidades fisiológicas. 


Y tal vez nos parece gracioso y hasta ridículo, pero tristemente la humanidad toma las creencias tan a pecho que vemos estos extremos. 


O sino mira cómo hay gente que se mata por un equipo de futbol. 


O los que se la pasan peleando con los contrarios a sus creencias políticas, etc. 


El problema de todo esto no son los ejemplos o información que estemos recibiendo de las personas que admiramos. 


Finalmente, lo importante es el mensaje y no lo desastroso del mensajero. 


Mira lo que ocurre cuando “descubrimos” que esa persona que admiramos no vive en consecuencia con lo que habla. 


Sentimos desilusión y hasta falta de motivación. 


Y esto es muy probable que ocurra pues TODOS estamos enfermos emocionalmente así lo neguemos. 


Mira nosotros hemos sido una cadena de víctimas, sobre otras víctimas que nos educaron. 


¿Y adivina que hemos estado haciendo con nuestros hijos en la actualidad? 


Exactamente hemos estado creando las nuevas víctimas, gracias a nuestra enfermedad emocional. 


Y tal vez me digas en este momento, “Gabrielito lindo, pero ahora vivimos mejor y cuidamos más de los niños”. 


Lamentablemente no estamos mejor sino peor emocionalmente. 


Ahora tenemos más avances tecnológicos. 


Pero a nivel emocional, parece que avanzamos inversamente proporcional a la tecnología. 


¿Has notado que el rol del núcleo parental se ha acabado y hoy en día la masculinidad se ha perdido? 


Cada vez hay más hombres débiles, sin metas ni propósitos en la vida. 


Que se comportan dóciles, sumisos y obedientes con las mujeres. 


Mira, en la naturaleza existen las ranas de caña en el Pacífico. 


Estas tienen la capacidad de cambiar de sexo femenino a masculino en caso de no encontrar machos para reproducir la especie. 


Si se murieran todos los machos, estas ranitas no se van a dejar morir, sino que se preservará la especie gracias a esta capacidad. 


¿Y sabías que el ser humano tiene esta misma capacidad a nivel mental? 


Cuando un hombre no tiene la capacidad de liderar o hacerse cargo de su grupo sanguíneo, la mujer de inmediato toma su posición. 


De hecho, hace algunos años para acá, se ven más mujeres criando y llevando las responsabilidades de un hogar ellas solas. 


Pero esto tiene un costo bastante alto y tiene que ver mucho con la disfuncionalidad del ser humano en la actualidad. 


Cuando un hombre decide abandonar un hogar por el motivo que sea, la mujer de forma inconsciente va a proyectar su odio y frustración sobre los hijos. 


Y aunque no lo creas, y de forma inconsciente, los hijos sienten odio hacia su madre por tomar el rol de su padre. 


Lo consideran una traición, a parte del abandono que sienten del padre. 


Como esto NUNCA se resuelve, ¿adivina qué futuro les espera a esos próximos adultos emocionalmente? 


Van a crecer necesitados y urgidos de amor. 


Es por eso que hoy en día las relaciones románticas son un fracaso constante. 


Todo el mundo está esperando que lo amen. 


Que le suplan esa carencia de amor por el abandono y traición de sus padres. 


Es por eso que vemos personas rogando que no los abandonen. 


Cuidado con sus “celos” de amor a esa persona para que nadie se la quite. 


Y como consecuencia lógica esa necesidad que se proyecta sobre la persona, hará que se canse y abandone la relación. 


¿Vas atando cabos respecto a lo que estamos viendo en la actualidad? 


Y quizás te preguntes en este momento, si hay una solución para esto. 


La respuesta es un sí. 


Y es un sí muy simple porque se trata de perdonar a tus padres. 


Y tal vez me digas “pero Gabrielito lindo, yo a mis padres no tengo nada que reprocharles”. 


“Por el contrario, tengo mucho que agradecerles”. 


Mira eso está muy bien, pero recuerda que estás cosas no ocurren a nivel consciente en nuestro cerebro. 


Está pasando en nuestro inconsciente y es la razón por la cual nuestras heridas emocionales no han podido sanar. 


Lo ideal es que hables con tus padres si aun los tienes y les digas que los perdonas. 


Si no están contigo, hazlo en tu mente. 


Y entiendo perfectamente que hacer eso es algo difícil. 


Es como decirle por vez primera “te amo” a los que amas. 


De ti depende si quieres seguir caminando por tu vida en circulo, o cerrar ese ciclo inconsciente. 


Cualquiera que sea la razón por la que estamos aquí es para vivir bien. 


Si no hubiera sido ese el propósito te aseguro que no tuvieras un sistema nervioso que te permite ver en colores, escuchar música hermosa, oler ricos aromas, disfrutar sabores, sentir el amor, etc.

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lunes, 19 de septiembre de 2022

El bien y el mal de la humanidad



El bien y el mal de la humanidad

Una de las cosas que más se ha perdido en la actualidad es la confianza en el prójimo. 


La gente ha perdido el honor, basa su vida en mentiras y estafas. 


Todo esto ha traído como consecuencia que uno quiera más a las mascotas que a las personas. 


Y eso que no hemos hablado de las infidelidades y engaños amorosos. 


El caso es que, en la actualidad, todos desconfiamos de todos y creemos que estamos rodeados de pura bazofia humana. 


¿O te atreverías a realizar negocios con desconocidos solo de palabra? 


Bueno de hecho hay personas que los hacen mediante las redes sociales. 


Pero finalmente son víctimas de estafas. 


En mi caso TODOS los días tengo que lidiar con intentos de fraude, donde el común denominador es primero conectar emocionalmente conmigo. 


Y apenas exista la confianza, entonces de una, allí te meten el “negocio” de tu vida. 


El que te va a volver multimillonario. 


Sin embargo, creo que todos hemos escuchado historias donde nuestros abuelos hacían negocios de palabra. 


Y tenían las pelotas para cumplir lo que prometían. 


Casi que “igualito” a la actualidad. 


Y teniendo en cuenta todo esto, uno se pregunta, ¿qué pasó entonces con el honor y los valores en el ser humano? 


Así pues, es inevitable preguntarse ¿el ser humano es bueno o malo por naturaleza? 


Pues te cuento que hace unas semanas atrás me di a la tarea de encuestar a varios amiguitos. 


La encuesta tenía solo 2 preguntas. 


El ser humano es bueno o malo y si las personas que te rodean son buenas o malas. 


Para mi sorpresa y aunque un 5%, las personas aun creen que el ser humano es bueno, y que están rodeados de personas buenas. 


Y esto porque la gran mayoría no confían en su prójimo, precisamente por lo hablamos al inicio. 


El 95% restante se inclinaban más por la maldad del ser humano. 


A pesar de esto, se podría decir que casi la mitad estaba dividida en que su círculo también contaba con personas buenas. 


Y hasta aquí podemos llegar a la conclusión que el ser humano es malo por naturaleza. 


Pero esto me hizo recordar que, en clase de ética profesional en la universidad, nos tocó realizar un ejercicio. 


El profesor nos entregó un texto, titulado EL HOMBRE, LOBO O CORDERO, para que escribiéramos un ensayo. 


En resumen, este texto afirmaba que el hombre mientras está con la manada, es un corderito manso. 


Pero si tomamos uno de esos corderitos inocentes, y lo subimos a dirigir al resto, es aquí cuando se transforma en lobo. 


Mira en los años en que llevó este hobbie de la investigación del pensamiento humano y las emociones he podido notar que esa voracidad que tiene el ser humano al subir de nivel, se debe a sus carencias. 


La mayoría de personas en la cúspide son sedientos de poder. 


Y uno puede preguntar que, si ya lo tiene todo, porque aún permanece con ese comportamiento de carencia. 


Si observas, absolutamente TODOS queremos vivir en paz y armonía con los demás. 


Incluso ante los problemas, todos tratamos evitarnos los choques físicos. 


Y cuando lo hacemos, así hayamos “ganado” la pelea, te aseguro que el resto de nuestro día ha quedado arruinado. 


Incluso podemos pasar días pensando en que no debimos agredir a esa persona. 


O con solo discutir con alguien en el tráfico hace que nos sintamos mal por el resto del día. 


Y esto ocurre porque en nuestro interior TODOS queremos vivir en paz y armonía con nuestro entorno. 


Esa es la naturaleza humana. 


Queremos mantener un equilibrio entre salir adelante y armonizar con otros para que también salgan adelante. 


Y quizás en este punto me estés diciendo “Gabrielito lindo, la gente quiere que progreses, pero no más que ellos”. 


Bueno en eso si tienes toda la razón. 


Pero aquí es cuando se mezclan otras cosas en nuestra vida como por ejemplo la envida, los celos, etc. 


Pero a nivel básico, lo que todos deseamos es comprar la paz de nuestra alma. 


¿Sabías que detrás de todos los deseos que tienes, está ese propósito? 


Si quieres por ejemplo una casa, mucho dinero o lo que sea, analiza por qué al tenerlo quieres una nueva cosa. 


Es como si fueras “un barril fondo” y persiguieras constantemente cosas. 


Cuando eres consciente que detrás de eso que buscas está la paz de tu alma, observa como algo en ti se comienza a aquietar. 


Si te pasa eso en este momento házmelo saber en los comentarios. 


O sino te pasa comenta, nada sigo igual, !quiero más! 


Mira tú, al igual que el resto de personas tienen más bondad y amor en el corazón de lo que creemos. 


Por ejemplo, ¿por qué no te enamoras de mí? 


Porque tienes miedo de que te haga daño o que te pueda abandonar o cambiar por otra persona “mejor”. 


Y lo mismo me pasa a mí. 


No me enamoro de ti porque no quiero que me hagas daño. 


Y en esto de la prevención es que la humanidad actualmente está perdiendo el tiempo. 


Nadie quiere dar el primer paso y todos estamos esperando que alguien lo haga. 


Y lamentablemente con ese pensamiento, nada va a pasar. 


Todo va a seguir exactamente como esta. 


Así que quiero animarte, mediante esta información, a vivir sin ese miedo a dar sin recibir algo a cambio. 


Cuando das lo mejor de ti, la vida se encargará de guiarte a personas que vibran bajo tu misma frecuencia. 


Recuerda que, si tu vida está rodeada de personas “malas”, es porque algo en tu interior las está atrayendo a tu experiencia de vida.

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lunes, 12 de septiembre de 2022

Cuando el duelo se convierte en patología



Cuando el duelo se convierte en patología

Absolutamente todos los seres humanos, hemos experimentado la trágica perdida de alguien importante para nosotros. 


Y quizás los únicos seres “inmunes” a este dolor son los más pequeños pues aún no tienen conciencia de muchos de los procesos de la vida. 


Es por eso que se ha llegado a afirmar popularmente que un niño pierde su inocencia en el momento en que es consciente de la muerte de sus padres. 


Por ejemplo, en cierta ocasión vi a una amiga subir un vídeo de su pequeña llorando porque fue consciente que sus padres en un futuro ya no estarían acompañándola. 


Y para no ir más lejos, mi hija Isabellita, tomaba la muerte de su señora madre como una broma. 


Pero a medida que fue creciendo, la llegue a ver en alguna oportunidad llorando por la pérdida de sus padres. 


Menos mal que tiene de padre a un angelito inmortal. 


Pero como reza el dicho popular, una cosa es invocar al diablo y otra verlo aparecer. 


Es muy diferente hablar de estos temas, a posteriormente experimentarlos en carne propia. 


Cada ser humano maneja el proceso de duelo de formas distintas. 


De hecho, conocí que, al sur de mi país, los seres queridos que se van, los despiden con música y fiesta. 


Y para no ir más lejos, algo similar realizan los mexicanos. 


La mayoría, por el contrario, terminan arrojándose a la tumba del ser que acaban de perder. 


Sus emociones son tan intensas en ese momento que se quisieran ir con esa persona, pues se sienten solos y devastados. 


A pesar de las diferentes manifestaciones del ser humano, este tiene unas etapas más o menos similares para todos. 


En su orden son la negación cuando pensamos que no es justo, o que es imposible que eso haya ocurrido. 


Finalmente, con esto tratamos de evitar el dolor al negarlo. 


Con el tiempo viene el enfado, pues una de las herramientas que utiliza nuestro cerebro es la rabia ante emociones de baja vibración como son la tristeza o el miedo. 


El ser humano no puede estar mucho tiempo bajo la influencia de emociones de baja vibración, debido a las fuertes dosis de cortisol, que estas producen. 


Luego viene la negociación, que es una forma de fantasear con la realidad que estamos viviendo y ver como revertirla. 


Posteriormente puede venir el miedo o depresión. 


Y finalmente viene la aceptación de la pérdida. 


Es como el punto donde hacemos consciencia que ya nada se puede hacer y no podemos desgastarnos en algo que se sale de nuestro control. 


Y quizás en este momento me digas: “pero Gabrielito lindo, yo conozco personas que llevan años, llorando la muerte de un ser querido”. 


Pues fíjate que yo también he visto este mismo tipo de comportamiento. 


Es en este punto donde la ciencia lo llama el duelo patológico o más bien enfermizo. 


Es cuando la persona se queda por mucho tiempo padeciendo por ejemplo la cuarta etapa que es el miedo o depresión. 


Aquí es cuando hemos escuchado de personas que fallecen de “pena moral”. 


Esto tiene que ver mucho con los apegos que desarrollamos en las interacciones con esa persona. 


Recuerda que esto es el resultado de no resolver muchas cosas que traemos desde la infancia, ahora que somos adultos y podemos hacernos cargo de nosotros. 


Lamentablemente es más fácil resolver esto mediante los apegos hacia otros que trabajar con nosotros mismos. 


Es más fácil recibir “el amor” y apapachos de terceros, que pasar por el dolor de enfrentar cosas dolorosas de nuestra infancia. 


Pero también existe otra forma más de duelo que es el postergado. 


Personalmente yo he sentido este tipo de duelo en el cual durante el evento de perdida a mí me vale. 


El dolor me lo he pasado por el forro mientras la gente a mi alrededor sufre. 


Con el paso de los años he llegado a sentir esa pérdida, no con la misma intensidad. 


Pero es como si tiempo después hiciera consciencia de esa persona y que ya no está, y la comienzo a extrañar. 


Al parecer esto está muy relacionado con los conceptos que adquirí durante mi infancia acerca de lo malo que era la tristeza o el llanto. 


En mi circulo de amiguitos llorar era de hembritas delicadas. 


Un macho no se queja ni llora por nada, sino que sigue adelante. 


Recuerdo que si algún amiguito lo sorprendían llorando así tuviera una fractura, la ridiculización era tan grande que uno se aguantaba. 


Cuando yo me solté la mano del cúbito y el radio, jugando fútbol, me fui calladito y entré a mi casa. 


Me hice el que tenía sueño y ya vine a llorar debajo de la cobija. 


Pero delante de mis amiguitos quedé como un varón guerrero. 


Pero sabías que, en la antigüedad, el procedo de duelo solamente lo realizaban durante 3 días. 


Mira que hace poco mi hija se trasladó a otra localidad. 


A pesar que su nueva casa no está tan lejos de la mía, al llegar en la noche sentí esa desolación tan horrible al no verla conmigo. 


Aproximadamente durante 3 días tuve esa sensación. 


Y exactamente lo mismo me pasó cuando llevé a Lila, su mascotica a estar con ella. 


Y quizás me digas de nuevo, “Gabrielito lindo pero una cosa es la muerte y otra la distancia”. 


Mira en términos técnicos, tienes toda la razón. 


Pero en términos emocionales, tienen muchas similitudes. 


¿Cuál es el problema por el cual la gente se queda dándole con toda al dolor sin poder salir de esa depresión? 


Pues que la gente se queda en los recuerdos y en lo que pudo ser y nunca fue. 


¿Cuántas de las personas que llevan año tras año sufriendo por la pérdida de su ser querido le dijeron en vida “te amo”? 


Y no es que hayan sido malas personas con sus seres fallecidos. 


Lamentablemente a todos nos pasa que subestimamos la vida. 


Estamos aquí dialogando, bueno tú conmigo porque yo debo en este momento estar haciendo ejercicio, pues este video lo grabé hace 3 semanas. 


Pero pensamos que la vida es eterna, y nunca nos va a faltar nadie, ni le vamos a faltar al resto. 


Como reza el dicho popular, “para morirse, sólo se necesita estar vivo”. 


Y quizás me preguntes en este punto, “Gabrielito lindo, ¿existe alguna técnica para salir de ese duelo y seguir viviendo con calidad?”. 


Pues la ciencia ha avanzado tanto que en la actualidad se viene utilizando la técnica EMDR. 


Por sus siglas en inglés es Desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares. 


Es una terapia que hacen los profesionales en psicología, para atenuar los efectos negativos de eventos traumáticos. 


Esta técnica la descubrieron de pura casualidad la doctora norteamericana Francine Shapiro. 


Ella observó que los movimientos oculares voluntarios reducían la intensidad de la angustia producida por pensamientos negativos. 


Esto lo probaron con excombatientes que ya estaban “rayados” de la guerra del Vietnam. 


Y como les fue muy bien, pues el método lo utilizan actualmente para todo tipo de traumas, incluyendo un duelo patológico. 


O si eres un varón de guerra como este angelito, puedes utilizar el método de tener consciencia de la muerte. 


Solo así vas a tener consciencia de vida, pues no la vas a dar por sentada, sino que la vas a disfrutar. 


Vas a dejar el miedo de decir te amo, a los que amas. 


Así que te quiero animar mediante esta información, a sacarte esa idea que entre más muestres tu dolor, más pensarán que amabas a esa persona fallecida. 


Estoy completamente seguro que si pudieras hablar con tu ser fallecido, lo único que te pediría es que vivas con intensidad y aproveches tu tiempo en hacer tu vida algo grande y maravilloso.

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Ingeniero de Sistemas e Investigador del Pensamiento Humano y las emociones, y como estas influyen en las decisiones que tomamos cada segundo para tener éxito o fracaso.

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