Retoma el control de tu vida. Estrategias efectivas para el control emocional

lunes, 26 de mayo de 2025

Las Vacas Flacas No Llegan de la Nada: El Poder de Tus Decisiones



Las Vacas Flacas No Llegan de la Nada: El Poder de Tus Decisiones

La mayoría hemos escuchado esa historia sobre las vacas gordas y las vacas flacas. 


Esto es solo para mostrar que la vida es una serie de altibajos en cualquier área de nuestra vida. 


Esto nos da a entender que no podemos controlar nada y que por muy buena la situación que tengamos, esta, en algún momento va a terminar. 


Y lo mismo ocurre con las situaciones malas. 


No pueden durar para siempre. 


Y te lo digo yo que, en mis momentos de mayores dificultades, cuando pensaba que ya no iba a salir de allí, ocurrió el milagro. 


Sin embargo, yo te pregunto, ¿será cierto eso que no podemos controlar estos altibajos en nuestra vida? 


De acuerdo con mis investigaciones y observatorios sobre estos temas, al menos la gran mayoría de estos “altibajos” si los podemos controlar. 


Y esto lo hacemos con nuestras decisiones. 


Para que me puedas entender un poco mejor, imagina que nuestra vida es como un vehículo. 


A medida que lo vamos conduciendo, vamos aprendiendo a “conocer” nuestro vehículo. 


Y cuando algo comienza a fallar, lo sentimos como extraño, ya sea en ruidos, vibraciones o en el movimiento. 


Pero este vehículo nunca falla de un momento a otro. 


De cierta forma nos da tiempo para llevarlo al mecánico para que lo revise. 


Lo mismo ocurre con los altibajos en nuestra vida. 


Estos no llegan de un momento a otro, de manera sorpresiva. 


Siempre se van presentando con pequeñas señales, solo que como en el caso de la mayoría de los conductores no prestamos atención a las señales. 


Decimos: “luego lo hago revisar”, “ahora no tengo tiempo”, “que pereza”, etc. 


Bueno, esto mismo hacemos con nuestra vida. 


Siempre pensamos que a nosotros no nos va a pasar nada, hasta que llega el día en que las señales se cansan de avisar y culpamos a cualquier persona o cosa, menos a nosotros mismos. 


Nuestro ego no nos deja mirar el culpable en el espejo. 


Entonces, cuando vemos las primeras señales, aquí es donde entran las decisiones que tomamos. 


Y tal vez me digas en este momento: “pero Gabrielito lindo, yo conozco personas que la vida les ha cambiado de la noche a la mañana, por ejemplo, ganando la lotería”. 


Si eres buen observador, notarás que ganar la lotería también es una decisión. 


Hay que salir a comprarla y arriesgarse a perder dinero con ella. 


Pero tienes que tomar la decisión de jugarla. 


Y entiendo que van a existir cosas que se nos salgan de las manos, pero hay que tomar la decisión de estar preparados. 


Digamos que vives en un sitio con probabilidades de sufrir un huracán, un volcán, etc. 


Tienes que tomar la decisión de prepararte para esto. 


Ya sea que emigres a otra localidad o que compres las cosas necesarias por si se presenta la emergencia. 


Pero si te quedas esperando al angelito con el traje y la maleta llena de un millón de dólares a que te solucione la vida, eso también es una elección tuya. 


Porque no decidir también es una decisión. 


Solo que va a tener consecuencias que no necesariamente te van a gustar. 


Lamentablemente las decisiones que tomamos siempre son cuando ya el problema está en ejecución. 


Y como somos expertos en vivir estresados, y con el afán de “apagar” el incendio, entonces tomamos peores decisiones que complican el problema. 


Y así es como entramos en un ciclo del cual es casi imposible de salir. 


Mira, he conocido a través de mi corta existencia, muchos pacientes que cuando tienen deudas, acuden a más deudas. 


Si piensas que hacer eso es una solución, necesitas con URGENCIA educarte financieramente, para salir de la ignorancia económica. 


Si no te alcanza el dinero, ¿no es esto una suficiente advertencia como para analizar que está pasando con tus finanzas? 


Así que, mediante esta información, quiero animarte a pensar las decisiones que estás tomando en todas las áreas de tu vida. 


Por ejemplo, que decisiones están tomando con respecto a tu salud. 


Aun estás a tiempo de corregir tu camino hacia la temporada de vacas flacas.

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lunes, 19 de mayo de 2025

El precio de quedar bien: esclavitud emocional



El precio de quedar bien: esclavitud emocional

De nuestro entorno aprendimos a quedar siempre bien con los demás. 


Por ejemplo, que teníamos que vestir de cierta manera o expresarnos en público de tal forma. 


En cambio, cuando nadie extraño nos estaba viendo, teníamos vía libre para hacer lo que quisiéramos. 


Respecto a esto, una vez salimos un grupo de amigos a divertirnos. 


Y entre esas personas había una señorita que estaba al lado del chico de su interés romántico. 


La hermana de esta señorita nos contó que ella por mucha hambre que tuviera no comería delante de ese muchacho. 


Y para mostrarnos, le ofreció unas papitas francesas. 


Esta señorita por mucha hambre que tenía, no se atrevió a recibirle las papas a su hermanita pues “que oso” comer delante de su amorcito. 


Esto nos puede parecer algo divertido, pero lamentablemente el 100% de la humanidad vive bajo este tipo de esclavitud emocional. 


Donde no puede ser quien quiere ser, sino que debe aparentar ser alguien para quedar bien con el resto del mundo. 


Y aunque no lo creas, hay gente que sabe de estas cositas y las utilizan para que tu hagas su santa voluntad. 


Precisamente esto nos genera malestar pues nuestro interior nos está diciendo que hay algo que no está bien y lo hacemos. 


Pero por quedar bien simplemente agachamos nuestras orejitas como humildes peones labriegos. 


Pero si nos enfrentamos a este tipo de situaciones y decimos que NO, también vamos a sentirnos mal. 


Pues por naturaleza, todos queremos vivir en paz y armonía con nuestro entorno. 


Y tal vez me digas en este momento que conoces muchos amiguitos que son bastante conflictivos. 


Para tu conocimiento, puedes estar al lado de la persona más conflictiva del mundo, pero después de cualquier confrontación siempre va a tener en su mente ese evento, junto con el respectivo malestar. 


O sino mira a las personas cuando “pelean” en el tráfico vehicular. 


Se amargan todo el día pensando en lo que les pasó. 


¿Entonces que podemos hacer para evitarnos todo este malestar? 


Finalmente, si agachamos la cabeza nos sentiremos mal y si confrontamos, nos sentiremos mal. 


Bueno, hace algunos días, un amigo me llamó para vernos y salir a comer algo. 


Cuando yo fui a su casa no se encontraba y decidí ir a un sitio a esperarlo. 


Yo en ese momento no tenía mi teléfono y decidí ir a esperarlo en una cafetería cercana. 


Pues allá me lo encontré con otra persona y la verdad no quise interrumpirlos pues no sabía de qué tema estaban hablando. 


Así que pedí algo y me senté en otra mesa y mi amigo me hizo señas que los acompañara. 


En ese momento me acerqué y mi amigo me presentó a la persona con que estaba. 


Yo lo saludé y pedí permiso para sentarme. 


Te voy a ser muy honesto, pero cuando vi a ese señor, era un anciano, pero con una forma de vestir muy femenina. 


Y no quise ser juez de ese señor pues muchas veces uno no conoce el contexto y se equivoca con las personas. 


Bueno la charla fue tomando un rumbo muy extraño, pues mi amigo mencionó una expresión muy coloquial de esta localidad. 


Para que me puedas entender un poco mejor, mencionó algo de no darle oportunidad a otros para que aprovechen tus debilidades. 


La expresión que usó fue “no dar papaya”. 


Entiendo que, en algunos países de habla hispana, esta expresión puede tener un sentido obsceno. 


Pero al menos en mi localidad se hace referencia a no dar oportunidad que te perjudiquen. 


De un momento a otro ese señor que acaba de conocer me dijo de una forma muy “coqueta”, “¿a usted le han dado papaya?”. 


Como entendí que no fue la pregunta, sino la forma en que preguntó, le dije “¿a qué se refiere específicamente con esa pregunta?” 


El señor dijo “que estábamos entre gente seria y que no estaba haciendo referencia a nada malo”. 


Mira, no te puedo decir exactamente como le respondí a ese señor pues este video puede ser censurado. 


La verdad utilicé con un lenguaje un poco soez. 


Y le aclaré que yo a él no lo conocía y que era la primera vez que lo veía. 


Así que sus “cosas” las dejara para otro, pero conmigo no. 


Mi amigo apenas abrió los ojos y estaba un poco asombrado de mi reacción. 


Pero ese señor, el tiempo que estuvo en ese sitio mantuvo callado y solo habló para decir una incoherencia, que hasta mi amigo me hizo señas de que estaba loco. 


Con esto no quiero decirte que soy una persona intolerante. 


Al contrario, si tú me dices que eres un helicóptero y que aterrizas en un portaaviones, yo te voy a decir “tienes toda la razón”. 


Pero no me gusta es que me quieras meter a participar en tus creencias. 


Sin embargo, cuando llegué a mi apartamento, sentí ese malestar del que hablé al principio. 


El del adoctrinamiento por quedar bien con los demás. 


Pero pasadas unas horas comencé a sentirme orgulloso de mi mismo por ponerle límites a algo con lo que discrepo. 


Así que mediante esta información quiero animarte a que no permitas a nadie faltarte al respeto. 


Y no se trata de irse a los golpes con otra persona, sino exponer claramente tus puntos de vista y tus límites. 


Pero si te dedicas a seguir quedando bien con los demás, vas a terminar tus días, con la sensación de amargura y derrotismo.

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lunes, 12 de mayo de 2025

El caos mental no es casualidad



El caos mental no es casualidad

No sé si habrás notado, pero últimamente hay demasiada gente sabia. 


Saben de todo y, sobre todo, se tiene la tendencia a afirmar que todo es malo. 


El agua es mala, el sol es malo, el arroz es malo, la grasa es mala, el ejercicio es malo, el sedentarismo es malo, el pan es malo, el azúcar, comer mucho, comer poco, etc. 


Mejor dicho, estamos vivos es por obra y gracia del Espíritu Santo. 


No te puedo asegurar si esto es un plan elaborado para fomentar el miedo a nivel general 


O si es una programación mental para dispersar a la gente, o lo que sea. 


Pero es algo que actualmente está de “moda”. 


Como si todos se pusieran de acuerdo, agarraditos de la mano. 


Y lo peor de esto es que mucha gente lo cree, porque lo dicen los “expertos”. 


Ah, o también la vieja frase confiable: “según un estudio”. 


El caso es que esto es una de las mayores fuentes de malestar que podemos llegar a tener en nuestras vidas. 


Lamentablemente, los seres humanos somos muy maleables. 


Nos dejamos llevar con mucha facilidad en ideas que en apariencia nos parecen lógicas. 


Luego escuchamos la contraria y nos confundimos, pues al final no sabemos quién tiene la razón. 


Así pues, en nuestro cerebro entra en un estado que se conoce como disonancia cognitiva. 


Esto vendría siendo una tensión o incomodidad mental que ocurre cuando una persona tiene dos creencias o valores contradictorios al mismo tiempo. 


Como una de las funciones principales del cerebro es mantener la coherencia, busca una forma de resolver o disminuir ese conflicto. 


En algunos casos lo resuelve dándole más peso a la información que ya creía. 


Esto es lo que se conoce como sesgo de información. 


En otros casos reinterpreta las informaciones, intentando integrarlas. 


Algo así como la frase: “sí pero no”. 


Aunque interiormente seguimos con la duda. 


O finalmente la persona puede cambiar de creencia si la “nueva” idea que recibió tiene mayor peso. 


Aunque es muy poco probable que esto último ocurra, pues recuerda que nuestro ego siempre desea tener la razón. 


Finalmente, mientras tu cerebro resuelve esto, has estado generando mucho malestar en tu vida. 


Y ahora la pregunta importante es, ¿si una sola contradicción genera tanto malestar, que puede pasar con una persona que está sometida todos los dias a diferentes contradicciones? 


Como nuestro cerebro tiene que trabajar más se va a enfrentar a la fatiga mental. 


Donde puedes llegar a experimentar cansancio mental, dificultad para concentrarte, estrés, ansiedad y sensación de confusión o saturación. 


Una de las cosas que más llama mi atención sobre esto es que al estar expuesto constantemente a ideas contradictorias genera un ambiente mental caótico. 


¿Y sabes que ocurre si durante mucho tiempo estás expuesto a esto? 


Tu cerebro genera mayor dependencia de autoridades externas para decidir qué pensar o creer. 


Esto es lo que me hace dudar que este tipo de “modas” no sean casualidad. 


El cerebro necesita coherencia, y si no la encuentra, entra en conflicto. 


Si ese conflicto se vuelve constante y sin resolución, puede producir: ansiedad, confusión, apatía y vulnerabilidad a la manipulación. 


Y tal vez me digas en este momento: “bueno Gabrielito lindo, ¿cómo podemos protegernos si estamos expuestos a esto?”. 


Pregúntate, ¿de dónde viene esa información que tanto te confunde? 


Bueno, si ya sabes que proviene de ese aparatito que tienes en tus manos, comienza a controlar lo que ves, y donde colocas tu atención. 


Como mencioné anteriormente, mucha gente repite lo que ve en el social media. 


Por ejemplo, en mi entorno escucho que X cosa es buena/mala. 


Y como yo soy demasiado desobediente, adivina que hago. 


Mira, soy muy dado a pasarme las opiniones de los demás por el forro y hacer mi gran bendita voluntad. 


Así que la mejor forma de evitar que termines haciendo lo que otros desean es: 


#1 controla lo que estás ingresando en tu mente. 


#2 has tu sagrada y gran bendita voluntad. 


Si algo te gusta, no dejes de hacerlo porque alguien te dice que es malo, pecaminoso, etc. 


Ahora tampoco te vayas a los extremos. 


Recuerda que todo con mesura es beneficioso. 


Y si no sabes que hacer frente a algo, escucha tu intuición. 


Absolutamente todos tenemos en nuestro interior un “guía” que nos dice si algo nos conviene o no. 


Solo debes escucharlo y preguntarte si eso que vas a hacer te produce alegría, verdad y amor.

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lunes, 5 de mayo de 2025

El Secreto que Todos Ignoran: ¿Qué es Realmente Más Importante en la Vida?



El Secreto que Todos Ignoran: ¿Qué es Realmente Más Importante en la Vida?

La mayoría de nosotros siempre buscamos tener un cuerpo saludable y hermoso. 


Un trabajo ideal con el cual podamos ganar el suficiente dinero para suplir nuestras necesidades. 


Y sobre todo una persona o personas con quien compartir ese bienestar financiero. 


Es por eso por lo que buscamos tener equilibrio en estas áreas tan importantes como lo son la salud, el dinero y el amor. 


Aunque no ha de faltar el paciente que no quiera esto o, todo lo contrario. 


Pero a nivel general todos buscamos esto, y lamentablemente no tenemos todas o si tenemos por ejemplo dinero, no tenemos salud. 


A nivel personal conocí a una señorita que tenía mucho dinero, pero en el amor no tenía muy buena suerte que digamos. 


Y ni que decir de la salud, pues ella afirmaba que no se sentía bien, aunque su aspecto físico era muy saludable. 


Mas bien yo creo que intentaba somatizar esa carencia de amor. 


El caso es que, si nos preguntan, cual de estos tres aspectos de nuestra vida es el más importante, la respuesta tiene que ver más con aquel que carecemos. 


Por ejemplo, si yo le doy más importancia a la salud, que al dinero o al amor, es evidente que mi salud no es muy buena que digamos. 


Una vez hablaba con un amigo sobre la señorita que mencioné anteriormente y él me decía que como era posible que una persona sufriera por amor, si amar y ser amado era la cosa más fácil del mundo. 


Y el afirmaba que ella tenía lo más difícil de adquirir, que era el dinero. 


Es por eso por lo que podemos decir que el más importante para nosotros de estos aspectos, tiene que ver con nuestra carencia. 


Pero ahora viene la pregunta interesante. 


¿Si tuviéramos los tres, cual crees que sería el más importante de ellos? 


Creo que todos nos han enseñado de esta la lista que el orden es: #1 la salud, #2 el dinero y por último el amor. 


Supongamos que ya tienes salud. 


Pero al no tener amor, te vas a sentir vacío, entonces de que serviría tener buena salud. 


Y si decimos que el dinero ya lo tenemos, sería el mismo caso. 


¿Entonces por qué se nos ha enseñado que de estos 3 el último es el amor? 


Desde mi punto de vista este sería el primero que deberíamos trabajar para obtener. 


De hecho, si observas, el único que te puedes dar y que no te cuesta nada es el amor. 


Tanto por la salud, como en el caso del dinero, digamos que debes “trabajar” por ellos. 


No ocurre como con el amor que ya lo tienes en tu interior y solo es expresarlo. 


De esto existe una fábula que muestra la importancia del amor. 


Esta se conoce como la fábula de la isla de los sentimientos. 


En una isla muy lejana vivían todos los sentimientos humanos: 

la Alegría, la Tristeza, la Sabiduría, el Miedo, el Orgullo, el Amor, y muchos más. 


Un día, se anunció que la isla se hundiría. Todos los sentimientos prepararon sus barcos para huir... excepto el Amor, que quiso quedarse un poco más, porque aún sentía apego por aquel lugar. 


Cuando ya casi no quedaba tierra firme, el Amor decidió pedir ayuda: 


—Riqueza, ¿puedes llevarme contigo? 

 —No puedo, Amor. Mi barco está lleno de oro y joyas. No hay espacio para ti. 


Entonces el Amor le pidió ayuda a la Vanidad, que también pasaba cerca: 

 —Vanidad, ¿puedes llevarme contigo? 

 —Imposible, estás todo mojado y vas a arruinar mi barco. 


Pasó la Tristeza: 

 —Tristeza, ¿puedo ir contigo? 

 —Ay, Amor… estoy tan triste que necesito estar sola. 


Luego pasó la Alegría, pero estaba tan feliz que ni siquiera escuchó cuando el Amor la llamó. 


De pronto, una voz grave lo llamó: 

 —Ven, Amor, yo te llevo. 


Era un anciano. El Amor subió al barco sin saber quién era, y juntos se alejaron de la isla que ya desaparecía bajo el mar. 


Cuando llegaron a tierra firme, el Amor preguntó a la Sabiduría, que estaba allí: 


—¿Quién era ese anciano que me ayudó? 


La Sabiduría respondió: 


—Era el Tiempo. 

 Solo el Tiempo es capaz de ayudar a entender el verdadero valor del Amor. 


Esto nos recuerda que muchas veces el amor no es comprendido en el momento. 


Pero con el tiempo, su valor se revela con más claridad que nunca. 


Y aunque parezca frágil o fácil de ignorar, es lo único que permanece cuando todo lo demás falla.

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lunes, 28 de abril de 2025

¿Infierno o paraíso? Tú eliges, como siempre lo hiciste



¿Infierno o paraíso? Tú eliges, como siempre lo hiciste

Uno de los “deportes” favoritos del ser humano es preocuparse por tonterías. 


Y la verdad cuando logramos deshacernos de una preocupación, inmediatamente nos buscamos otra para tener que hacer. 


De hecho, si dividimos la palabra en pre-ocupar, en teoría estaríamos ocupándonos de algo antes de que pase. 


Eso sería solucionar antes de que ocurran las cosas, pero lastimosamente no hacemos eso. 


Lo que realmente ocupamos es nuestra mente para realizar cálculos de cosas, que, en su gran mayoría, nunca van a pasar. 


¿Cuánta gente no se pasa la noche sin dormir por estar preocupado? 


Y añádele que esas preocupaciones vienen normalmente de la gente que nos rodea. 


Sobre todo, cuando escuchamos sus preocupaciones sobre el futuro, los acontecimientos mundiales y bla bla. 


Mira, hay gente que en este momento se está comiendo las uñas porque el fin del mundo se acerca. 


Y no te estoy diciendo esto para mofarme de nadie. 


Simplemente pregúntate, si eso va a pasar, ¿acaso con “preocuparte” o comerte las uñas vas a detener ese final? 


Es a esto a lo que se refiere ese famoso dicho popular que reza: “si el problema tiene solución, para que te preocupas. Y si no lo tiene, para que te preocupas”. 


Y tengo que aclarar que no estoy diciendo con esto que el mundo sea un lugar tierno, lleno de ositos cariñositos. 


Hay personas que la pasan muy mal, todos los días, solo para poder comerse un tostado con café y sin leche, a lo mucho con azúcar. 


Pero si observas, a pesar de que el mundo no es “amable”, hay otras personas que la pasan muy bien. 


Sobre esto podemos decir las N-mil excusas, que son personas deshonestas, suertudas, que se aprovechan de otros y bla bla. 


En mi entorno conozco muchas personas que viven demasiado bien y no tienen nada que ver con cosas negativas. 


Esto me hace recordar una época en que me encontraba en un estado de depresión. 


Uno de los tantos momentos en los que me he rendido. 


Y eso que estaba jovencito y con toda la “energía”. 


Bueno el caso es que una vez mi señor padre se dio cuenta de aquello y me llamó. 


Yo apenas tomé el teléfono dije en mi interior: “ah, ya va a empezar este señor con sus sermones”. 


Así que cerré mi mente y mis oídos mientras escuchaba su bla bla. 


Entre todas las cosas que me dijo, hubo algo que definitivamente llamó mi atención y fue: “Gabrielito lindo, cada uno puede hacer de esto un cielo o un infierno”. 


“La pregunta es ¿cuál va a ser tu decisión?”. 


Y recuerdo que desde ese día mi decisión es que todo lo que haga va a ser enfocado en hacer de mi vida un cielo, un paraíso. 


Así que ahora te pregunto, ¿qué vas a hacer? 


¿Te vas a seguir quejando de tu vida, sin hacer ningún cambio? 


¿Es eso a lo que viniste a este mundo? 


¿A quejarte y maldecir por tu “destino”, resignándote a que venga el angelito trajeado con la maleta y el millón de dólares a llevarte al paraíso prometido? 


Por donde tú mires, siempre hay gente haciendo eso. 


Esperan que papá Gobierno les ayude a solucionar sus problemas de dinero, cuando ni siquiera se atreven a ahorrar. 


Mira, conozco gente que trabaja muy duro, toda la semana, y el fin de semana ¿sabes que hacen? 


Ese dinerito que les costó sangre, sudor y hasta lágrimas se lo llevan al “pastor” de la iglesia del licor. 


Todo se lo beben o se lo malgastan con las amiguitas. 


Y luego están mirando al cielo con las manos empuñadas diciendo: “Dios mío, por qué me tocó este destino”. 


Piensa por un momento que sientes al lado de una persona quejumbrosa. 


¿Verdad que sientes desprecio por esa persona y quieres salir corriendo? 


Bueno, ahora imagínate que siente el Universo, Dios, la Vida, o como prefieras llamarlo, ¿cuándo ve a uno de sus “hijitos” haciendo eso? 


Por eso es por lo que la gente sigue experimentando lo mismo que pide con sus actitudes. 


Así digan que no quieren esa vida de sufrimiento, pero con su actitud está diciendo que sí. 


Entonces es mi intención, mediante esta información, que dejes de quedarte de las cosas que no te gustan en tu vida. 


Si tienes problemas económicos, entonces comienza a invertir en tu educación financiera. 


Hoy en día no hay excusa para ser ignorante de cualquier tema. 


Para eso tienes una poderosa herramienta como lo es el internet. 


Lamentablemente la mayoría solo lo usa para ver chismes o tonterías de farándula.

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lunes, 21 de abril de 2025

Riqueza, Conciencia y Servicio: La Verdadera Esencia de la Prosperidad



Riqueza, Conciencia y Servicio: La Verdadera Esencia de la Prosperidad

Hace ya algunos años escuché una teoría bastante interesante sobre la riqueza. 


Esto se lo escuché decir a un señor argentino por allá en el año 2007, que ocurriría si se repartiera la riqueza en partes iguales para cada ser humano. 


El afirmaba que, por un tiempo, las cosas cambiarían, pero que con los meses la gente que era rica se volvería más ricos. 


Mientras que la gente que no tenía recursos pronto desperdiciaría su dinero. 


Así pues, hacer esa distribución sería una total pérdida de tiempo, pues volveríamos a lo mismo que conocemos actualmente. 


Y esto se debe a que la riqueza no es algo físico, ni tiene que ver con la cantidad de dinero que tengas en tus manos. 


La riqueza es un estado de consciencia. 


Por ejemplo, en este momento si te digo que me compres un helado, tal vez lo haces sin problema. 


Pero si te digo que me compres un edificio, es muy probable que me digas que no. 


Si observas, frente al helado te sentiste cómodo. 


En cambio, cuando piensas en comprar un edificio ¿notas que hay algo en ti que no se siente libre? 


¿Cómo que hay algo que te incomoda? 


Eso es la consciencia de prosperidad y depende mucho del estado de tu bolsillo. 


Si un edificio costara lo mismo que un helado, no sentirías esa sensación de carencia. 


Sin embargo, hace unas semanas, escuché de un buen amigo una teoría muy diferente a la anterior. 


El me hizo la pregunta de qué pasaría si se reparte la riqueza en partes iguales. 


Bueno, como yo conocía la primera teoría, abrí mi gran bocota y dije que volveríamos a la misma situación financiera actual. 


Mi amigo me dijo que estaba totalmente equivocado pues el mundo se paralizaría. 


Es decir que nadie trabajaría. 


Para que me puedas entender un poco mejor, hagamos el siguiente laboratorio mental. 


Imagínate que estás en esa situación y ya tienes una gran cantidad de dinero como para no trabajar el resto de tus días. 


¿Cómo sería tu día a día? 


¿Renunciarías a tu trabajo? 


¿Madrugarías? 


Bueno, ahora piensa en el resto de la humanidad. 


¿Crees que ellos van a seguir buscando servirte, si ya tienen su vida financiera resuelta? 


Supongamos que vas a algún sitio y necesitas tomar un taxi. 


¿Dónde vas a encontrar un taxista que te preste el servicio si ya no necesitan trabajar? 


¿Y para comer que piensas hacer si ya nadie necesita sembrar, cosechar, o vender comida? 


Así que con ese dinero que tienes, puedes ir haciendo una linda hoguera para iluminar la noche. 


De esto podemos concluir que lo más valioso e importante que tiene el ser humano es el servicio hacia los demás. 


Si somos totalmente honestos, podemos decir que tal como funciona la vida en este momento, es “perfecta”. 


Sino mira lo que ocurre cuando una persona logra su pensión de vejez. 


Ya no hace absolutamente nada. 


A lo mucho sale al parque a hablar con sus amiguitos en su mismo estado. 


Finalmente, al no servir, no tener un objetivo en la vida, su salud se va deteriorando y de forma rápida. 


Hasta que más pronto que tarde, la persona se despide de este mundo. 


Así que es mi intención, mediante esta información que nunca dejes de servir a la humanidad. 


El objetivo no es solo hacerlo por dinero, para que tu vida y las del resto funcionen. 


Sino porque eso es nuestro verdadero propósito en la vida, servir y amar a los demás.

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lunes, 14 de abril de 2025

El Ego y la Trampa de la Arrogancia: Cómo Liberarte de la Opinión Ajena



El Ego y la Trampa de la Arrogancia: Cómo Liberarte de la Opinión Ajena

Creo que todos “odiamos” a las personas soberbias y/o arrogantes. 


O por decirlo de forma más exacta, nos caen mal. 


Aunque una cosa es ser soberbio y otra muy diferente soberbio y divertido como lo es este angelito. 


Normalmente solemos confundir las palabras soberbia y arrogancia. 


La soberbia es una actitud de superioridad que a menudo se refleja en un exceso de confianza. 


La arrogancia es más activa y suele implicar conductas o palabras que denotan desprecio hacia otros. 


Podemos decir que la mayoría de nosotros hemos conocido personas arrogantes. 


Por ejemplo, hace poco conocí una de ellas, o al menos eso fue lo que me dijeron de ella. 


Porque desde mi punto de vista esta persona ha sido uno de los seres humanos más humildes que he conocido. 


Sin embargo, no todo el tiempo fue así. 


Esta persona se expresaba despectivamente de aquellos que no aprobaba a simple vista. 


Los llamaba tontos, ladrones y todo ese tipo de cositas “bonitas” que suelen decir los arrogantes de los demás. 


¿Y sabes en que terminó todo eso? 


Resulta que esta persona cayó en una enfermedad terminal que la puso a vivir con las orejitas agachadas. 


Aquí es cuando uno se pregunta ¿de qué sirve entonces vivir una vida de apariencia, de cuidado de nuestra imagen, etc., si al final no es mucho lo que duramos? 


Porque todo lo que estás viendo en algún momento va a llegar a su final. 


Nuestro sol, incluso este Universo que nos parece eterno, en algún momento va a expirar. 


Así pues, aunque consciente o inconscientemente sabemos esto, ¿qué es lo que nos hace ser arrogantes? 


Bueno, es el bendito Ego. 


Por ejemplo, si tú estás intentando bajar de peso y estás realizando una determinada dieta, no ha de faltar el que te diga: “¿huy que te pasó? O estás hecho una garra”, etc. 


Tú ego, que jamás quiere perder, comienza a “hablarte” mediante emociones a que no te dejes ganar. 


Es por eso que sientes en un momento como esos, la necesidad de explicar porque estás tan flaco. 


“Es que estoy haciendo una dieta, es que es por mi bien, es que bla bla”. 


Y así nos sucede con todo lo alguien “critica” de nosotros o no sale como lo esperamos. 


Y mira que nosotros somos tan inocentes que nos dejamos llevar por el ego y en la gran mayoría de casos dejamos de hacer lo que iniciamos para complacer no la opinión de otros, sino la de nuestro ego. 


En el caso del ejemplo de la persona que hace dieta, es lógico que va a suspenderla. 


Mira, demasiada gente conoce estas cositas, y siempre te han estado manipulando con tu ego. 


Si quieres controlar esta situación y no al contrario, existe un ejercicio muy interesante que te ayudará. 


Pero eso sí, al principio te va a poner a sufrir, porque se trata de poner a perder tu ego. 


Por ejemplo, en el caso de la persona que bajaba de peso, al escuchar comentarios “negativos” sobre su figura, la idea es guardar silencio. 


No responder, ni explicar nada. 


Simplemente pasarte por el forro esa opinión. 


Al principio te va a arder. 


Pero con el tiempo, te vas a dar cuenta que te estás liberando de una gran carga emocional. 


Una carga que te ha tocado llevar por simplemente dejarte llevar por ese impulso de no perder.

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lunes, 7 de abril de 2025

Cuando los Deseos se Cumplen y No los Vemos



Cuando los Deseos se Cumplen y No los Vemos

Una de las preguntas que suele pasarnos por la cabeza es si existe un Poder que nos ayude a cumplir nuestras metas. 


Y también me atrevo a asegurar que todos hemos tenido ese momento donde lo que pensamos y queríamos con todo el corazón finalmente se nos dio. 


Esto hace pensar que algunos deseos entonces no se cumplen, tal vez por “pecaminosos o prohibidos”. 


Y quizás estamos frente a un Poder muy caprichoso que nos da las cosas cuando se le viene la gana. 


Porque para serte sincero mucha gente, previo a conseguir sus objetivos, ha tenido que pasar por muchas dificultades, incluyendo hasta acostarse sin comer. 


Esto me hace recordar una historia o más bien una fábula de un hombre al cual Dios le cumplía todos sus deseos. 


Y tal vez nos pueda ayudar a entender porque ocurre unas veces se nos cumplen los deseos y otras no. 


Resulta que, en esta fábula, había un paciente que estaba bien asado, como dicen en mi localidad. 


Es decir que estaba pasando necesidades económicas por falta de empleo y se encontraba totalmente solo en el mundo. 


Entonces decidió pedirle a Dios un buen trabajo y una buena esposa para poder ser feliz. 


Después de decir “amén”, este personaje se puso manos a la obra a repartir su currículo en varias empresas. 


Bueno, resulta que, a los pocos días en una de esas, lo llamaron para una entrevista de trabajo. 


Este señor como pudo, consiguió para el pasaje en transporte público, pues recuerda que estaba asado. 


Y cuando llegó a la entrevista, se quedó asombrado de ver tanta gente haciendo fila para ese puesto de trabajo. 


El señor se desanimó y con las orejitas agachadas se regresó para su casa pues las posibilidades de conseguir ese empleo eran prácticamente nulas. 


Entonces con sus últimos centavos tomó de nuevo su transporte público de regreso. 


Lo único afortunado que le pasó ese día fue sentarse al lado de una señorita muy atractiva que lo saludó. 


Pero en medio de su amargura le respondió fríamente. 


Y pasados los minutos se subió a ese transporte un niño vendiendo rosas. 


El niño le pasó una para que se la regalara a la señorita y este señor se levantó muy enojado regañando al niño. 


Diciéndole que a duras penas tenía para regresarse a la casa y él no iba a comprar una rosa inútil. 


Pues ese dinero le servía mejor para comprar algo de comer. 


Finalmente, cuando llegó a la casa se puso a insultar a Dios, diciéndole que porque lo había abandonado y que no lo quería aquí que era mejor que lo “sacara” del juego y bla bla. 


Increíblemente Dios le respondió y le dijo: 


Ese trabajo que me pediste, ¿por qué no presentaste la entrevista si ese iba a ser para ti? 


¿Y por qué no le recibiste la rosa al niño si te la di para que conocieras a la esposa ideal que me pediste? 


De esta fábula podemos concluir algo muy importante y es que todo lo que deseamos se cumple. 


Pero, como las cosas no se desarrollan como las hemos planeado, las rechazamos. 


Mira, hay que ser honestos con nosotros mismos y aceptar que los seres humanos somos muy caprichosos. 


Cuantas veces no hemos rechazado oportunidades, simplemente porque no se dieron exactamente como nosotros lo habíamos visualizado. 


Preferimos dejarnos llevar por nuestros prejuicios y falta de percepción. 


Es por es que mediante esta información quiero animarte a que estés alerta a todas las señales que te da la vida cuando deseas algo. 


Por si no lo sabías, se eso se trata este juego. 


Sentir con fuerza lo que deseas, ponerte en marcha a realizar lo que debas a hacer y abrir los brazos para recibirlo.

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lunes, 31 de marzo de 2025

El Amor y la Ingenuidad: Aprendiendo a Leer las Señales



El Amor y la Ingenuidad: Aprendiendo a Leer las Señales

Todos creemos, al menos en teoría, que el amor es algo bonito. 


A todos nos gustaría tener una pareja con quien compartir, viajar, reírnos y todo ese tipo de cositas bonitas que tanta felicidad y placer nos dan. 


Lamentablemente en la práctica, parece que el amor no da sino problemas. 


Incluso cuando no se trata del amor romántico, sino por ejemplo el amor filial, también solemos tener roces y problemas con las personas que amamos. 


Esto ha hecho que en la actualidad parece que cuando hablamos del amor, es lo mismo que si nos hablaran de Satanás. 


Sentimos cierto miedo y hasta ganas de salir corriendo, porque no queremos tener esos “problemas” de épocas pasadas. 


¿Pero alguna vez de has preguntado porque algo tan bonito suele hacernos tanto “daño”? 


Bueno eso se debe a nuestra propia interpretación del amor. 


En otras palabras, nosotros nos hacemos un ideal de una persona y pensamos que ella es así. 


Cuando en la vida real es todo lo contrario a nuestra expectativa. 


Y cuando esta no se cumple, pues allí es cuando sufrimos y calificamos a esa persona de narcisista, toxico y todas etiquetas bonitas que le ponemos una persona cuando no hace nuestra gran bendita voluntad. 


Por ejemplo, hace algunos días, mi nutricionista me contó una historia de una persona muy cercana a ella. 


Para hacerte un resumen, este muchacho tiene un hijo con una señorita y se separó hace mucho tiempo de ella. 


A pesar de esto, él siempre ha conservado la esperanza de regresar con ella, pues siente que todavía la ama. 


Bueno, y aunque hasta su propio hijo le ha dicho que ella ahora tiene varios novios, él insiste en que la puede ayudar y cambiar su vida. 


Esto es un ideal que se ha formado sobre ella, pensando que está sola y abandonada y por lo tanto él debe ser el super héroe que la va a rescatar del destino que le tocó. 


Así pues, este muchacho intenta comprarla con regalos y atenciones. 


Y muchas veces se gasta dinero que no tiene o acude a préstamos para cumplir su objetivo. 


Supongamos que la señorita le da el sí y regresa con él. 


Lamentablemente no necesitamos ser adivinos para conocer el resultado de lo que pasará. 


Finalmente, él se sentirá desilusionado y sufrirá por ese amor, que desde el principio tenía las señales en frente y no las escuchó por la ilusión que tenía. 


Esto es el diario vivir de mucha gente en el planeta. 


Nos obsesionamos por cambiar y/o ayudar a una persona para sacarla de su mundo e integrarla a nuestro dónde solo hay “paz y amor”. 


¿Ahora comprendes que lo malo no es el amor, sino tu ingenuidad? 


A nivel personal conocí el caso de un joven que se hizo novio de la mujer más “linda” de esta localidad. 


Bueno al menos eso es lo que ella dice. 


El caso es que todo el mundo le advertía a este muchachito las consecuencias de esa relación. 


Al final ella al tener múltiples pretendientes lo engañó con uno de esos y ahora maldice su destino y el sentimiento de amor. 


Es por eso que mi intención al darte esta información es que dejes de ser tan ingenuo y aprendas a leer las señales antes de meterte a “sufrir” por amor. 


No puedes salir corriendo detrás de una persona solo porque te deslumbró. 


Lo mejor es tomarse el tiempo para conocer, indagar y finalmente decidir si te conviene o no. 


Si te están presionando, huye lejos y NUNCA regreses, pues eso no es buena señal.

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