Retoma el control de tu vida. Estrategias efectivas para el control emocional

lunes, 18 de marzo de 2024

Domina tu Destino: El Secreto para Evitar Decisiones Desastrosas



Domina tu Destino: El Secreto para Evitar Decisiones Desastrosas

En medio de la hermosura que tiene este planeta, es inevitable que también experimentemos infelicidad. 


Y cuando hablo de infelicidad me refiero a estrés, odio, venganza, angustia, ansiedad y todas esas emociones tan “bonitas” que nos amargan la vida. 


Y la pregunta que pone todo en pausa y nos vuela la cabeza es: ¿si en verdad todo ese sufrimiento es inevitable o es algo que nosotros nos buscamos? 


Bueno, yo creo que esta fue una pregunta que desde mi niño me inquietaba, pues escuchaba constantemente a los adultos de mi entorno expresar que la vida era dura. 


Y yo dudaba de sus palabras pues si yo experimentaba pura felicidad y juego, estos pacientes ¿por qué se expresaban de esa forma? 


¿Será que eran unos malagradecidos? 


Como es lógico, uno de niño la pasa muy bacano en este paseo. 


Al menos a la mayoría, pues soy consciente que a algunos niños no les parece tan divertida la vida. 


Quizás desde temprana edad y sin que lo hayan decidido, les tocó cumplir un rol de adultos para el cual no están preparados. 


Imagínate, ni los mismos adultos a veces estamos preparados para enfrentar la vida, que se puede decir de un pequeño. 


El caso es que, a medida que fui creciendo, iba experimentando ese malestar que hablaban esos adultos en mis épocas, cuando éramos tan inocentes. 


Ah bueno, entonces les comencé a dar la razón. 


Pero simultáneamente me comencé a percatar que mucho de ese malestar me lo estaba ganando yo por pendejo. 


Allí fue cuando me di cuenta de la importancia de las decisiones que tomamos en cada momento. 


Incluso, no tomar una decisión, también es decidir y en este caso es no hacer nada. 


Y hagas lo que hagas todo trae una consecuencia. 


Por ejemplo, mis decisiones financieras que me llevaron al fracaso económico fueron totalmente mías. 


Nadie me obligó ni tampoco intervino en que yo tomara esas decisiones. 


Yo “mismito” me puse la piedra en el cuello y me lancé al rio profundo de las deudas. 


Que después comencé a culpar a Dios, al destino y a la mala suerte, fue otra cosa. 


Porque lamentablemente los seres humanos siempre culpamos a otros por nuestros errores. 


No. Nosotros somos perfectos y los que se equivocan, son esas que están a mi lado. 


Así no hayan dicho nada y estén callados. 


Como dice mi mejor amigo, “la culpa la tienes tú porque no me obligaste”. 


Mira, una de las cosas que más suelo escuchar a las personas de mi entorno es que le prestaron dinero a alguien y no se los han regresado. 


La pregunta que te puedo hacer en este momento, si es tu caso sería: “¿quién rayos te mando a prestarle dinero a esa persona?” 


Como decía el doctor Luis Fernando Hoyos Aristizábal: “aquel que pide prestado dinero, es porque no tiene con que pagar”. 


Lamentablemente en todas nuestras decisiones influyen mucho las emociones. 


La culpa, el pesar, la lástima o empatía que puedas sentir por esa persona te “lleva” a realizar un evento del que te lamentarás posteriormente. 


A veces también te puede llevar el ego o el afán de hacer las cosas. 


He visto casos de amigos que han comprado por ejemplo un automóvil. 


Este les ha salido malo y que problema para después recuperar el dinero o revender eso. 


Pero nadie los estaba presionando para hacer eso. 


Ellos solitos, en su afán de estrenar se metieron en ese malestar. 


Y allí es donde vienen los “por qué soy tan de malas”, “ese estafador se aprovechó de mi buena fe”, y un largo etc. 


Mira, uno antes de tomar decisiones y sobre todo estas importantes con el dinero, debe pensársela muy bien. 


Ir sin afanes, mirar muchas otras opciones y sobre todo no dejarse llevar por el famoso: “es que el vendedor me responde”. 


Al vendedor lo único que le interesa es que le entregues tu dinero. 


Así que quiero animarte mediante esta información a tomar decisiones con planeación y no con tus vísceras. 


Una cosa es pasar tiempo planeando tus pasos y otra pasar tiempo lamentándote por tus decisiones.

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lunes, 11 de marzo de 2024

HOMO STULTUS: Una mirada crítica a la estupidez humana



HOMO STULTUS: Una mirada crítica a la estupidez humana

Existe una serie de estudios que oficialmente no caben dentro de la ciencia formal. 


Sino más bien han sido una colección de observaciones e ideas sobre la estupidez humana. 


Por ejemplo, Carlo Cipolla, que fue un historiador italiano, definió 5 leyes sobre la estupidez. 


Ley #1 Siempre hay alguien más estúpido de lo que tú crees. 


Ley #2 La probabilidad de que una persona determinada sea estúpida es independiente de cualquier otra característica de la misma. 


Ley #3 Una persona estúpida es la que causa daño a otra persona o grupo de personas sin obtener, al mismo tiempo, un provecho para sí, o incluso obteniendo un perjuicio. 


Dicho de forma más simple, el estúpido, así se perjudique a el mismo, va a perjudicar a los demás. 


Ley #4 Las personas no estúpidas subestiman el poder destructivo de los estúpidos. 


Ley #5 Los estúpidos son más peligrosos que los malvados. 


Otros autores como Giancarlo Livraghi, definen la estupidez como incapacidad de comprender las consecuencias de los propios actos. 


Paul Tabori la define como la falta de sentido común. 


¿Te suena conocido eso? 


El ejemplo más común de estupidez lo vemos en el tráfico vehicular con el exceso de velocidad. 


Conducir a una velocidad mayor a la permitida pone en riesgo la vida del conductor, pasajeros y demás personas en la vía. 


También personas que adelantan por la derecha en una vía, conducir en estado de alicoramiento, no respetar el paso de peatones en un cruce, etc. 


Si nombráramos todas las estupideces de la humanidad, este vídeo se vuelve infinito. 


Siendo muy honestos, no creo que estas observaciones se necesiten comprobar para decir que son estudios científicos. 


Siempre las vemos y hasta las cometimos nosotros mismos. 


Es por eso nuestro famoso científico Albert Einstein decía en palabras más o palabras menos que la estupidez humana era infinita. 


No conocía límites. 


Y quizás en este punto me estés preguntando: “bueno Gabrielito lindo, ¿si la estupidez es inherente a la naturaleza humana, se puede hacer algo contra eso?” 


“Porque en teoría esto nos podría estar robando el bienestar”. 


Bueno lo primero que debemos hacer ante esto es promover la educación crítica. 


Es fundamental enseñar a las personas a pensar críticamente, a analizar la información y a cuestionar las ideas preconcebidas. 


Y segundo, fomentar la inteligencia emocional. 


Es importante enseñar a las personas a manejar sus emociones de forma adecuada, ya que las emociones negativas pueden conducir a comportamientos estúpidos. 


Por eso es muy importante compartir este tipo de información con las personas de tu entorno. 


Algo que a mí me llama mucho la atención es la clase de entretenimiento que le dan a la gente en la televisión local. 


Hace muchos años leí que el entretenimiento de baja calidad produce ideas, pensamientos y emociones de baja calidad. 


La gente lleva años entrenándose para ser estúpidos con esa clase de basura informativa que meten en sus cabezas. 


Es por eso por lo que mediante esta información quiero que prestes mucha atención a este tema. 


Quizás esto nos está robando la paz mental y no nos damos cuenta. 


Estamos haciendo todo para vivir bien pero este tipo de cosas externas también debemos tenerlas en cuenta, pues podemos hacer algo al respecto.

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lunes, 4 de marzo de 2024

El Poder de la Persistencia y la Reprogramación Mental



El Poder de la Persistencia y la Reprogramación Mental

Todos tenemos deseos en nuestra vida que queremos que se cumplan al pie de la letra. 


Durante nuestra vida, no todos estos deseos se pueden cumplir. 


Lamentablemente muchos se quedan en el camino o los vamos cambiando por otros nuevos. 


La pregunta que nos interesa responder en este caso es, si todos nuestros deseos se cumplen o eso simplemente es una fantasía. 


Bueno, eso solo los puedes responder tú. 


Pero de acuerdo a mi experiencia en este planeta, te puedo confirmar que los deseos si se cumplen. 


Y tal vez me digas en este momento que algunos deseos tuyos no se cumplieron tal como esperabas. 


Observa lo que mencioné al principio sobre los deseos que se quedan en el camino o los vamos cambiando por otros nuevos. 


Aquí podemos ver un detalle que te mostrará que ocurrió con esos deseos que no se cumplieron. 


¿Por qué se fueron quedando en el camino? 


Finalmente les perdimos interés y poco a poco los cambiamos por unos nuevos deseos. 


Así que el “truco” es la persistencia en los deseos. 


Digamos que tu deseas un objetivo u objeto con todas tus fuerzas. 


Lo que permite que este llegue a nuestra vida, son los pensamientos y emociones. 


Estos vendrían siendo el combustible para “atraer” aquello que nos interesa. 


Dicho de una forma más exacta, los pensamientos y emociones son el combustible que nos permite seguir trabajando para conseguir lo que deseamos. 


Pero a veces tenemos una lucha interior entre lo que creemos y lo que deseamos. 


Esto suele pasar mucho por ejemplo cuando una persona ha crecido en medio de la pobreza. 


Su deseo vehemente es tener dinero para disfrutar y celebrar la vida. 


Pero sus creencias aprendidas en su entorno desde la infancia le indican que eso es imposible o que eso no es para él. 


Así que esta discrepancia, con el tiempo puede llevar a la persona a obtener su deseo a medias e incluso a costa de su salud. 


Por ejemplo, hace algunos meses un jovencito se me acercó en el gimnasio a preguntarme que podía hacer para mejorar su condición física. 


El deseaba con todo su corazón tener el abdomen marcado y en general que su aspecto físico mejorara. 


Bueno, yo le expliqué que en ese caso me alimentaba de una forma determinada y cada 2 semanas utilizaba un plan de entrenamiento diferente. 


Pues en mi caso, si yo hago siempre lo mismo, mi cuerpo siempre permanece lo mismo. 


Esto es algo que a la mayoría de las personas nos ocurre con el ejercicio. 


Y es la queja más común de las personas que llevan mucho tiempo en un gimnasio. 


Así que este joven entusiasta comenzó su plan de entrenamiento que le compartí. 


Pero pasando los días, comencé a observar que este muchachito mezclaba la información que le di con otra que veía en redes sociales. 


Yo abrí mi gran bocota y le pregunté qué era lo que estaba haciendo. 


Él me dijo que quería acortar camino. 


Le pregunté que si pensaba competir y me dijo que no. 


Solamente quería verse bien. 


Normalmente nunca discuto con las personas sobre lo que a mí me funciona. 


Como decía el doctor Luis Fernando Hoyos Aristizábal: “cada uno es cada uno y cada uno tiene sus cada unadas”. 


Solo le dije que todo toma tiempo y que uno debe tener paciencia con los procesos. 


Bueno, ese consejo se lo pasó por el forro y siguió adelante con su metodología. 


Recuerda que cuando uno está joven, tiene la tendencia a picárselas de varón. 


Y a él no le pasará nada. Tal vez a otros, pero a él no. 


Bueno, dejé de verlo por varios días e imaginé que estaba asistiendo en otro horario. 


Pero esta semana que me lo volví a encontrar había bajado 7 kilogramos. 


Estaba bastante demacrado y con los ojos amarillos. 


Típico síntoma de una mal función hepática. 


Se me acercó y en forma jocosa me dijo: “Gabrielito mire lo que hacen el bazuco”. 


Me contó que estuvo durante 12 días en una clínica bajo observación. 


Le hicieron durante ese tiempo muchos exámenes y los médicos no le encontraron nada negativo en su cuerpo. 


Finalmente, el salió de allí decidió comenzar a entrenar de nuevo. 


Existen altas probabilidades que su cerebro somatizó esa obsesión que tenía por su deseo de tener un abdomen marcado. 


Porque eso sí, este muchacho quedó con una cintura bien pequeñita y se le nota el six pack. 


Puede que, inconsciente, cree que no merece un cuerpo sano y perfecto. 


Pero su deseo vehemente dice que lo quiere, su cerebro tomó un camino peligroso para lograr ese objetivo. 


Y tal vez me preguntes: “Gabrielito lindo, que podemos hacer frente a esa dualidad de pensamientos y deseos”. 


Aquí entra la reprogramación mental. 


Existe una herramienta gratuita que es la PNL o Programación Neurolingüística. 


Simplemente se trata de estarte repitiendo constantemente, todos los días, palabras positivas sobre lo que quieres. 


Por ejemplo, repetirte que tú tienes un cuerpo sano, fuerte, atractivo y perfecto. 


Al inicio ese cuento no se lo compra tu mente por nada. 


Pero poco a poco, lo irá aceptando hasta volverlo una realidad. 


Si visualizas tus deseos ya cumplidos y das gracias por ellos, tu mente te conducirá directamente hacia eso. 


Nunca tomará caminos que puedan ser peligrosos para ti, pues tu mente solo deseas que cumplas tus objetivos.

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lunes, 26 de febrero de 2024

Desafiando al Ego: El Poder de la Intuición y las Decisiones que Cambian Vidas



Desafiando al Ego: El Poder de la Intuición y las Decisiones que Cambian Vidas

Cuando hablamos de la intuición, podríamos decir que hablamos sobre temas que a pesar de no tener una base científica que los soporte, los hemos experimentado. 


Es algo como las envidias y como afectan nuestros resultados. 


No podemos explicarlo en un laboratorio, pero hemos experimentado los resultados de este tipo de energía en nuestra vida. 


Se ha tratado de explicar la intuición desde una perspectiva evolutiva, tanto en la supervivencia como en la adaptación de las especies a este mundo. 


En nuestro cerebro reptil, que es el encargado de todas nuestras funciones básicas, se ejecuta la orden del miedo frente a la oscuridad. 


Por ejemplo, desde que mi hija era un bebé, yo jugaba con ella en la oscuridad, con el fin que estuviera familiarizada ante esto. 


Cuando creció, me vino a decir que sentía miedo a la oscuridad. 


¿Puedes ver que no importó la “preparación” que le hice? 


Así pues, podríamos decir que la intuición se refiere a la capacidad de percibir o comprender algo de manera inmediata sin la necesidad de un razonamiento lógico explícito. 


Lamentablemente, los seres humanos no estamos atentos siempre a esa sensación que nos advierte que algo nos puede ocurrir. 


Pues en esto interviene mucho nuestro ego. 


Para que me puedas comprender un poco mejor, hace muchos años, cuando era un preadolescente, tuve un evento que podría explicar como el ego puede interferir con tu intuición. 


Resulta que, por aquellos tiempos, estaban de moda unas bicicletas conocidas como “Monaretas”. 


Mi señor padre compró una para nosotros y, aunque no sabía montarla, la usé tanto que en ella aprendí. 


Y te imaginarás que Gabrielito con esa libertad de andar por todas partes, casi ni permanecía en la casa. 


Eso sí, mi señora madre siempre me decía que tuviera cuidado y que no me fuera muy lejos y bla bla. 


Como es lógico, uno en la preadolescencia se cree muy varón y me pasé por el forro sus consejos. 


Así que, junto con un amigo, nos fuimos montados en ella a un barrio cercano, pero para mi edad eso era otro país. 


Resulta que en aquel barrio alcancé a ver a la niña de mi salón de clase que me gustaba. 


En eso mi amiguito me dijo que ya estaba tarde y era mejor que regresáramos. 


En ese preciso momento sentí la extraña sensación que tenía razón. 


Pero, por otro lado, ¿cómo iba a dejar pasar la “oportunidad” de pasar por el lado de la niña que me gustaba y me viera conduciendo la bicicleta de moda? 


Ya intuirás cual fue mi decisión, si “escuchar” esa extraña sensación de regresar porque algo no estaba bien o ver a la chica de mi interés romántico. 


Pues el Gabrielito, junto con su amiguito se fueron detrás de la señorita. 


Esta ni siquiera nos miró. Nos clavó el visto. 


Así que de nuevo pensaba dar la vuelta a esa calle para volver a pasar a su lado. 


No me iba a quedar con las ganas que me viera. 


Entonces al doblar la esquina, un par de hombres jóvenes, ambos sin camisa y con un arma punzante, sin decir una sola palabra nos amenazaron. 


Nosotros por el susto caímos de la bicicleta y ellos se la llevaron. 


Por su aspecto yo intuí que eran trabajadores de una obra que estaban haciendo frente a esa esquina en que doblamos. 


Y de inmediato me fui corriendo donde mi mamita linda. 


Yo solo me imaginaba la garrotera tan H que me iban a dar por no hacer caso. 


Recuerdo que mi amigo me decía: “Gabriel, ve más despacio”. 


Nuuu, a mí solo mi importaba como llegar rápido a la casa y decirle a mi señora madre que era lo que había pasado. 


Bueno, no recuerdo muy bien como le dije, pero “afortunadamente” no me castigó. 


Solo recuerdo que tenía que contarle a mi señor padre que aún estaba en el trabajo. 


Allí fue que comenzó mi mayor sufrimiento. 


Si mi señora madre no me hizo nada, seguramente está esperando a mi señor padre para garrotearme sincronizadamente. 


Para mi sorpresa, cuando llegó mi señor padre, mi mamita linda le contó lo que había pasado y simplemente se me acercó, me abrazó y me preguntó: “¿no me le hicieron nada malo mijo?”. 


En ese momento recuerdo que me invadió un sentimiento de protección y amor que estallé en llanto. 


¿Puedes observar cómo, independiente de tu género o edad, la intuición es esa capacidad que te advierte sobre algo, así de la nada? 


¿Pero que el ego te lleva a no escuchar porque tiene una “voz” más fuerte? 


A nivel personal, yo definiría la intuición como una sensación muy sutil, casi imperceptible que te habla con mayor claridad, a medida que la vas escuchando. 


Supongo que por eso la “voz” o emoción del ego es más fuerte, pues toda la vida lo vivimos escuchando. 


Es mi objetivo, a través de esta información, que te dediques a darle prioridad a esa vocecita que te está indicando el camino correcto. 


Entiendo que no es fácil al principio hacer esto, pero recuerda que si quieres ser maestro en algo, la práctica constante es lo que te ayudará.

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lunes, 19 de febrero de 2024

Desmitificando la Controversia: Actitudes Masculinas y Femeninas en la Actualidad



Desmitificando la Controversia: Actitudes Masculinas y Femeninas en la Actualidad

Últimamente he estado escuchando una polémica en redes sociales sobre el término “energía masculina y femenina”. 


Incluso he escuchado a algunos pacientes decir que eso no existe. 


Aunque no dicen las razones de su afirmación, sino simplemente que no existe. 


O sea, por fe debemos creerles. 


La explicación a la existencia de esto ya la di en el vídeo titulado EL USO DE LA ENERGIA MASCULINA Y FEMENINA EN TU VIDA. 


Sin embargo, no quiero atacar a nadie con esta información, sino que mi objetivo es explicar el mal entendido que se ha presentado con esto. 


Digamos que técnicamente la palabra no debería ser “energía” sino actitud. 


Entonces ya sería más fácil entender de que estamos hablando cuando decimos “actitud” masculina o femenina de X persona. 


Por ejemplo, una actitud femenina es un hombre es escapar de las dificultades o problemas. 


Con esto no estoy diciendo que si eres hombre vayas de pendejo a meterte o buscar problemas para demostrar tu hombría. 


Me refiero que la actitud de un hombre frente a los problemas es la confrontación. 


No evadirlos sino enfrentarlos pues de lo contrario te van a seguir persiguiendo por el resto de tu vida. 


Digamos que tienes un problema respecto a la conducta de una persona hacia ti, ya sea en tu trabajo, barrio, etc. 


Esta persona hipotética no te respeta y tu actitud masculina debe ser confrontar a esa persona desde el primer momento que notaste su patanería. 


Mirar que es lo que te pasa contigo. 


Muchos hombres suelen cambiarse de barrio, de trabajo, etc., para darse cuenta de que donde llegan, suelen encontrarse otro paciente que les va a faltar al respeto. 


Lamentablemente y poco a poco a la sociedad le están quitando, en el caso de los hombres, la actitud masculina. 


Se argumenta que debes deconstruirte para no ser el modelo de macho dominante que existía en el pasado. 


Ahora te venden que, como hombre, tengas una actitud femenina. 


Por ejemplo, a mediados del año pasado en una feria muy famosa de mi ciudad natal, pude observar a un jovencito vestido como niña. 


Traía una moñita de color naranja en su pelo, labios y ojos pintados y una falda, pues se supone que esto son las nuevas “masculinidades”. 


Es a esto a lo que me refiero con una actitud femenina en un hombre. 


Por el contrario, a la mujer le están vendiendo una actitud masculina. 


Y finalmente la mujer se está convirtiendo en el hombre que ella desea tener a su lado. 


A un hombre con actitud masculina no le gustará una mujer así. 


Esto para nosotros es convivir con otro macho. 


Por naturaleza, los machos de todas las especies compiten entre ellos, ya sea por territorio, recursos o apareamiento. 


Los seres humanos no somos la excepción por mucho neocórtex que tengamos. 


Y lo mismo les pasa a las mujeres. 


Por ejemplo, si eres mujer por favor confirma en los comentarios, si te gustaría estar con un hombre que se vista como señorita, con ojos y labios pintados. 


Es por eso que mediante esta información quiero animarte a no dejarte lavar el cerebro con actitudes contrarias a tu naturaleza. 


Si quieres vivir en bienestar no puedes ir en contra del Cosmos.

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lunes, 12 de febrero de 2024

El Asombroso Secreto de la Palabra: Cómo Transformar tu vida con un Simple Cambio Lingüístico



El Asombroso Secreto de la Palabra: Cómo Transformar tu vida con un Simple Cambio Lingüístico

Hace algunos días, en la hora del almuerzo, se dio la oportunidad de hablar sobre los deseos que la gente pide en navidad. 


Por ejemplo, una amiga me decía que su deseo para el “Niño Dios” o la Navidad era la salud. 


Y así cada uno fue diciendo sus diferentes regalos que esperaba para esta fecha, de parte de la vida. 


Finalmente llegaron a mí con la pregunta, qué le pedía yo a la vida, en esta Navidad. 


La verdad me quedé pensando porque tengo ahora todo lo que le he pedido a la vida. 


Simplemente dije que agradecía a la vida por todo lo que me daba en cada instante. 


Como es lógico, los que estaban presentes me preguntaron cómo era posible que eso me ocurriera a mí y no a ellos. 


Esto me hizo recordar un evento que ocurrió durante mi adolescencia. 


En aquellos tiempos, cuando éramos tan inocentes, mi salud no era tan buena como en la actualidad. 


Yo sufría mucho de amigdalitis y hubo un momento en que mi garganta se vio tan afectada por esto que me salió una bola al lado. 


Recuerdo que el médico recomendó una inyección que hasta la fecha me dan escalofríos de recordarlo para combatir la infección. 


Cuando llegué a la casa, ya me quedé sentado esperando a que me pasara el dolor que tenía en la pierna. 


En eso mi señor padre entró en esa habitación y me dijo jocosamente “¿a usted todavía le da eso?”. 


Yo me quedé pensando: “bueno, ¿por qué mi papá me dice eso?”. 


“¿Acaso uno puede controlar la salud?”. 


Pero la verdad noté que mi señor padre en ese momento no le daba ni siquiera una gripa. 


Y lo curioso es que él siempre decía: “tengo un cuerpo perfecto, así que mi salud es perfecta”. 


Bueno, yo dije: “no pierdo nada con intentarlo”. 


Desde ese momento me dediqué a expresar lo mismo. 


A repetir constantemente que mi cuerpo es perfecto y mi salud es perfecta. 


Te confieso que al principio sentía que le estaba hablando a la pared y que esto era otra linda forma de perder el tiempo. 


Como yo soy bastante persistente y me he caracterizado por tener una voluntad de acero, solo seguí adelante. 


Y así fue pasando el tiempo y con los años noté que mi salud mejoró notablemente, hasta el grado de ser como la de mi padre. 


Ni siquiera un resfrío me volvió a dar. 


Por eso cuando me percaté que mi hija ya estaba en la pancita de la mamá, le comencé a repetir las mismas palabras. 


Isabellita tiene en la actualidad una salud, incluso mejor que la mía. 


Y eso que yo nunca me enfermo. 


Si buscas pruebas del poder de las palabras en tu vida, te recomiendo que empieces desde hoy a realizar este ejercicio. 


Es gratis y solo te costará dejar la pereza. 


Porque te aseguro que tu programación mental de fracaso que has tenido desde la infancia te intentará sabotear. 


Y tal vez en este punto me estés preguntando: “Gabrielito lindo, ¿esto solo sirve para tener una salud perfecta?”. 


¿Se podría por ejemplo usar para mejorar la economía o tener una pareja? 


La respuesta a tu pregunta es totalmente afirmativa. 


De hecho, mi economía comenzó a mejorar cuanto puse en práctica este mismo principio. 


¿Por ejemplo que sueles responder cuando haces algo por una persona y esta te dice “gracias”? 


En general todos decimos “de nada”. 


Hace mucho tiempo me di cuenta de que sea lo que haya hecho es algo, no es “nada”. 


Ha sido importante para esa persona, así que comencé a cambiar esa expresión por: “con mucho gusto, para eso estamos los amigos multimillonarios”. 


Esto puede parecer gracioso a la vista de las personas, pero para tu subconsciente que razona, ni piensa, sino que todo lo tomar literal, lo va a ejecutar en tu vida. 


Si constantemente repites esto puede que te conviertas en un amigo multimillonario o puede que no. 


La sabiduría popular reza: “es mejor apuntar al sol y dar a un águila que apuntar al águila y dar a una piedra”. 


Lo importante es que tu economía comenzará a mejorar poco a poco. 


Es como si constantemente repitieras la frase: “soy amor y tengo a la persona ideal a mi lado”. 


Como estamos hablando de la complejidad mental del ser humano y no de un producto, puede que la conozcas o al menos similar. 


Lo importante es que a partir de este momento te dediques a utilizar tu lenguaje para tu beneficio y de los que te rodean. 


Entre más pulcro sea el lenguaje de una persona, más éxito va a tener en su vida.

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lunes, 5 de febrero de 2024

La Fórmula para Evitar Conflictos Innecesarios: El Impacto de tus Palabras en tus Relaciones



La Fórmula para Evitar Conflictos Innecesarios: El Impacto de tus Palabras en tus Relaciones

Una de las cosas que más pueden afectar tus relaciones, e incluso tu vida son las palabras que dices a los demás. 


De hecho, esto es una de las cosas que más suele meternos en problemas con otras personas. 


Cuantas veces por hacer el papel de personaje gracioso, no hemos generado malestar en otros y esto nos ha llevado a conflictos innecesarios. 


A mí personalmente me suele suceder mucho esto en mi entorno. 


Suelo decir las cosas como vengan, sin filtro, de forma jocosa y hasta me he ganado regaños de mis padres por esto. 


Pero qué le vamos a hacer, así soy yo y me tienen que aguantar. 


En realidad, es una de las cosas que trabajo constantemente para no traerme malestar con los demás, ni tampoco llevárselo a ellos. 


Respecto a esto, hace algunos días conocí el caso de dos amigos míos que dañaron su excelente relación por este tipo de cosas. 


Ambos amigos nacieron en esta localidad donde me encuentro actualmente. 


Digamos que el “ofensor” se expresó de forma despectiva sobre los habitantes de esta localidad. 


El otro no se la tomó con el humor que el primero esperaba y le dijo que no hiciera eso, pues era natural de esta tierra. 


El “ofensor” le dijo: “pues yo también y sostengo lo que digo”. 


Bueno esta discusión no terminó para nada bien y como supondrás ambos, cada uno en momentos diferentes, me contó su versión de los hechos. 


Normalmente a mí me gusta escuchar a las personas donde quiera que me encuentre. 


Y esto ha hecho que la gente a mi alrededor le produzca la confianza como para contarme sus cositas. 


El primero que me contó su punto de vista fue el “ofensor”. 


Simplemente me dijo que estaba “haciendo” un experimento social y que el resultado no fue muy bueno que digamos con las personas que lo practicó. 


Posteriormente el amigo “ofendido” me dijo que este no era un buen amigo y que todo lo veía negativo y bla bla. 


Le dije al amigo ofensor: “¿cómo se te ocurre hacer ese tipo de experimentos con las personas?”. 


Hay cosas que son demasiado sagradas para los demás. 


Nosotros no tenemos idea que son esas cosas. 


Por ejemplo, hace muchos años cuando era un adolescente, conocí a una señorita de mi localidad que vivía en otro país. 


Ella estaba toda entusiasmada hablando de fútbol y la selección nacional de mi país. 


La verdad no le doy importancia a esos temas, pues no les veo mucha trascendencia. 


Los veo solo como un entretenimiento más. 


Si gana uno, muy bien por ellos y si pierde el otro, que pesar. 


Eso sí, como buen “perverso” siempre disfruto del dolor emocional del perdedor. 


El caso es que yo dije que ese equipo malo que tenemos aquí no sirve para nada. 


Hombre, allí me gané una linda enemistad con esa señorita. 


Y todo por dármelas de chistosito con un tema que para mí es trivial, pero para otra persona es algo sagrado. 


Mira, si tú quieres vivir en bienestar y tener buenas relaciones con los demás, debes tener presente este tipo de cosas. 


Y entiendo que existen muchas personas que no les interesa relacionarse con los demás. 


Pero eso ya son trastornos de personalidad antisocial. 


Si de casualidad padeces de esto, te recomiendo que acudas a un psicólogo profesional para solucionarlo. 


Pues el éxito en la vida requiere de relacionarnos con el mundo. 


Es por eso que quiero animarte mediante esta información a prestar atención a las interacciones con terceros. 


Lamentablemente no estamos solos en el mundo. 


Si estás rodeado de gente conflictiva, el problema no es ellos. 


Si cambias tus actitudes, todo a tu alrededor va a cambiar, eso te lo garantizo.

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lunes, 29 de enero de 2024

La Realidad Disociada: El Asombroso Poder Oculto de Nuestro Cerebro



La Realidad Disociada: El Asombroso Poder Oculto de Nuestro Cerebro

Una de las capacidades más asombrosas que tiene nuestro cerebro es la disociación. 


Es considerado un fenómeno psicológico que se produce cuando una persona experimenta una desconexión entre sus pensamientos, sentimientos, recuerdos, identidad o conciencia. 


A priori no se puede determinar exactamente el origen de esto, pues se cree que es un mecanismo de defensa ante el estrés o trauma. 


O también puede ser un síntoma de un transtorno mental. 


Existen muchos tipos de disociación como como la desrealización, despersonalización, la amnesia disociativa, fuga disociativa y el transtorno de identidad. 


En el caso de la desrealización seria la sensación de que el mundo no es real, o que la persona está observando su vida como si fuera una película. 


La despersonalización se caracteriza por la sensación que la persona está fuera de su cuerpo, o que este no le pertenece. 


La amnesia disociativa es una pérdida de memoria que no puede explicarse por un daño físico y menos por una enfermedad mental. 


En otras palabras, así de la nada te olvidaste de las cosas. 


La fuga disociativa consiste en que la persona se aleja de su hogar, trabajo o escuela y asume una nueva identidad. 


Y por último el transtorno de identidad disociativo que ya viene siendo un transtorno mental grave, pues la persona tiene dos o más identidades “separadas”. 


Debido a estos tipos de disociación es que no podemos decir con exactitud cuál es la causa en determinada persona. 


Pero a nivel general esto tiene que ver con evitar un dolor muy profundo como los eventos traumáticos. 


Abuso o negligencia que sufrió una persona en su infancia y finalmente que sea algo más profundo como un trastorno mental. 


Todo esto se puede resumir en que tenemos un mecanismo para evitar sufrir. 


Por ejemplo, con estos ojitos que tantas cositas bonitas han visto, he observado como la gente disocia al crear una realidad en su mente. 


El caso más palpable ha sido el de los dos futbolistas más importantes de los últimos años. 


Estos pacientes “peleaban” por quien iba a ser el mejor de todos los tiempos. 


Sólo uno logró ganar el título mundial, más importante de su deporte. 


Por decirlo de alguna forma, muchos fans o seguidores del “perdedor”, viven en sus mentes una realidad que su ídolo fue el que ganó. 


Y atacan al “ganador” como si fuera el villano que le robó la gloria a su campeón. 


Esto es una forma clara de evitar en dolor mediante la disociación, pues para muchos fans esto era el “honor” la vida o la muerte, etc. 


Definitivamente la Naturaleza no se equivoca y esto es una herramienta que nos ayuda a alivianar el sufrimiento emocional. 


Esto debería ser para nosotros una solución temporal. 


Es decir que nos alivie el dolor por un tiempo, mientras nos levantamos y mejoramos después de una caída. 


Lamentablemente esta es la solución definitiva que la mayoría de nosotros optamos por seguir. 


Si observas, esto nos estacan. 


Porque nos quedamos esperanzados en lo que pudo ser, pero nunca fue. 


Por ejemplo, ¿qué hacen la mayoría de las personas cuando pierden el negocio, trabajo o la pareja de sus sueños? 


Para evitar el dolor de lo que ya está hecho, disociamos. 


Y esto es lo que NUNCA nos va a permitir avanzar. 


Es por eso que mientras evitamos el dolor, nos quedamos esperando el angelito con el traje y la maletita del millón de dólares a solucionarnos la vida. 


Estoy convencido que la vida es mejor cuando evitas disociar. 


Ya está. No se puede hacer nada ante lo que te haya ocurrido. 


Salvo calmar tus pensamientos y comenzar desde cero. 


Aprender de los errores que cometiste para llegar a eso que no quieres y así saber qué hacer cuando te vuelvas a encontrar en la misma situación. 


Porque te aseguro que lo que no solucionaste en el pasado, la Vida te va a volver a preguntar la lección de nuevo a ver si aprendiste. 


Y te lo puedo confirmar porque lo mismo que a mí que llevó a mi crisis financiera, aproximadamente 10 años después me tocó volver a enfrentarlo. 


Pero esta vez con el conocimiento de mis fallos, tomé mejores decisiones y pasé el examen con honores. 


Así que quiero animarte mediante esta información a enfrentar tu vida, tal como es. 


No como te la imaginas, o como la quieres, sino con los resultados que muchas veces no te gustan. 


Enfrentarse a las consecuencias de tus fallos te da más posibilidades de alcanzar esa vida que quieres. 


Hacer lo contrario te va a mantener estancado.

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lunes, 22 de enero de 2024

Disciplina con Amor: El Equilibrio Entre Corrección y Crianza Respetuosa



Disciplina con Amor: El Equilibrio Entre Corrección y Crianza Respetuosa

Muchas veces nos preguntamos si el castigo que le damos a los hijos los afectará o no en su vida adulta. 


La mayoría de los padres en la actualidad somos conscientes de la responsabilidad que tenemos en la forma de transmitir valores. 


Y por esta razón tomamos con pinzas la disciplina que tenemos para ellos. 


Muchos optan por tratar suavemente las indisciplinas de los hijos y hasta las faltas de respeto. 


Por ejemplo, en mi caso, cuando me di cuenta de que iba a ser padre, siempre tenía claro que a mi hijo(a) le iba a alcahuetear todo. 


Salvo una cosa y es que nunca le perdonaría las faltas de respeto. 


Y todo porque si yo le permitía ser grosero, en la calle no iban a tener la tolerancia o permisividad que yo tenía. 


Así que prefería disciplinarlo que otro fuera a hacerle daño por mi culpa. 


Y como todos sabemos, los padres solemos ser más condescendientes con las hijas. 


Así que en mi caso lo que dijera la muchachita se le complacía. 


Pero en cierta oportunidad y como a la edad de 3 años una vez que le advertí que no hiciera algo, me respondió: “no me regañe que usted no es mi papá”. 


Yo quedé asombrado, pero supuse que lo había escuchado esta frase en su jardín infantil. 


Entonces la llamé y le dije: “mira mi amor, yo soy tu papá”. 


“No soy tu amigo, ni tu compañerito del salón. Así que a mí me respetas. Soy tu papá y eso no te lo voy a volver a permitir. ¿Te quedó claro mi amor?”. 


Ella me respondió: “Si papi”. 


Bueno, meses después yo estaba hablando con mi señora madre y la niña llegó a jugar con su primito a mi escritorio. 


Entonces le dije: “mi amor por favor no juegues allí con tu primo que puedes dañar mi computador”. 


¿Y adivina que me dijo la muchachita? 


“No me regañe que usted no es mi papá”. 


Bueno, seguí usando mi hemisferio izquierdo para hablar con mi mamá, pero con el derecho se la tenía guardada a mi hija. 


Entonces cuando terminé la llamada, la busqué y le di un par de nalgadas que, hasta el día de hoy, aún se está sobando. 


Como que todavía tiene mis huellas digitales en la colita. 


Ella se quedó como sin aire, miró a su mamá, buscando la aprobación y ella solo le dijo: “mamita, ya su papá se lo había advertido”. 


Esa fue la última vez que la muchachita se atrevió a hacer el chistecito. 


Ahora que es una adolescente se acuerda y le da risa. 


¿Pero será que dañé de alguna forma a mi hija por corregirla con ese castigo? 


Mira, todo el mundo que conoce a Isabellita siempre dicen: “esa niña es una dama”. 


“Es muy educada y muy respetuosa”. 


Y a pesar de que va para su cuarto año practicando artes marciales y podría hacerle daño a los demás, es una persona muy cordial y educada con todos. 


¿Sabes que hubiera pasado si yo no hubiera castigado a mi hija en ese tiempo? 


Lo más seguro es que nunca hubiera sido la persona amorosa y cariñosa que todo el mundo conoce en la actualidad. 


No disciplinarla hubiera sido una falta de amor de mi parte. 


Mira hasta la fecha yo soy muy alcahueta con mi hija. 


Hablo mucho con ella y cuando es momento de aconsejarla, lo hago. 


Y cuando es momento de complacerla también. 


Pero siempre me baso en el amor y en todo lo que traiga para ella bienestar. 


También llegué a conocer el caso de una niña que se crio con su abuela. 


En cierta oportunidad la niña fue muy grosera con su abuela hasta el grado de casi agredirla. 


Entonces la señora llamó al padre y le dijo lo que había hecho la niña. 


El padre que estaba lejos la llamó y le dijo que respetara a la abuela que ella hacia todo. 


A lo cual la muchachita le dijo que lo iba a denunciar por maltrato a los hijos. 


El señor dejó de hacer lo que estaba haciendo y salió de inmediato para donde su hija y le dio garrote. 


Después le dijo “mamita bien pueda y me denuncia, pero su pela se la ganó”. 


Bueno, después de eso la niña se volvió super educada que hasta comenzó a saludar a todos los vecinos. 


Antes de eso, la niña era muy descortés con todos. 


Ahora era toda una dama. 


Y hasta se volvió la mejor estudiante de su salón. 


Muchos profesionales de la salud mental dicen que castigarlos lo traumatiza y bla bla. 


Lamentablemente tenemos que ser conscientes que siempre nos vamos a los extremos. 


O somos muy permisivos o somos muy tiranos. 


Muchos padres que tienen sus hijos en la actualidad en la etapa de adolescencia se están dando cuenta del error tan grande que cometieron al no corregirlos. 


Todos los extremos son malos en cualquier cosa que hagamos. 


Lo único cierto es que si tu no corriges a un ser humano cuando esta pequeño, no lo vas a poder hacer cuando crezca. 


No se trata de estarlos amenazando que les vas a pegar. 


Mira un error muy común que tienen las madres es amenazar con el “te voy a pegar”. 


O con el famoso “le voy a decir a tu padre cuando venga”. 


En ambos casos le estás sub comunicando al niño que no tienes autoridad y que cualquier orden tuya se la puede pasar por el forro. 


Hay que hablar con ellos, jugar con ellos y preguntarles siempre como se sienten. 


Más que comida y juguetes, un niño necesita atención. 


Ellos suelen hacer cosas para llamar tu atención, como por ejemplo ser indisciplinados. 


Hay que tener disciplina, pero con amor. 


Y tengas los problemas que tengas, recuerda que ellos no tienen la culpa. 


Solo quieren tu amor y atención.

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