Retoma el control de tu vida. Estrategias efectivas para el control emocional

lunes, 7 de julio de 2025

El Efecto Invertido del Dinero: De la Carencia a la Abundancia



El Efecto Invertido del Dinero: De la Carencia a la Abundancia

Pareciera que el dinero es una de las cosas más importantes de nuestras vidas. 

    

Sin embargo, existen personas que afirman que el dinero no produce la felicidad. 


Bueno, al menos en mi caso yo no estaría para nada triste con un millón de dólares en mi cuenta bancaria. 


Lo extraño es que, si el dinero no produce la felicidad, ¿por qué lo seguimos persiguiendo tanto? 


Es muy simple, sin dinero no podemos potenciar al máximo nuestra vida. 


Mira, tú puedes tener todo el amor del mundo, estar lleno de amor, pero sin dinero no puedes manifestarlo al resto del mundo. 


No te estoy diciendo que el amor no sirva para nada, sino más bien que sin dinero no puedes llevar ese amor a más gente. 


A lo mucho a las personas que te rodean. 


Finalmente es fácil amar a quien nos ama, pero a desconocidos eso ya es un amor de otro nivel. 


Para hacer eso hay que tener un nivel de conciencia bastante grandecito. 


Aun sabiendo todo esto, la pregunta que sigue en el aire es, ¿si el dinero es tan importante, por qué parece que entre más lo perseguimos, más se nos escapa de las manos? 


En cierta oportunidad mi hermanito mayor me dijo que el dinero era como las mujeres bonitas. 


Si observas, una mujer bonita es muy perseguida por los hombres a su alrededor. 


¿Y a quien crees que le hace caso? 


Al que menos le importa su presencia. 


Es como si le encantara el hombre que se pasa su belleza por el forro. 


Bueno, esta era la analogía que hacia mi hermanito sobre el dinero. 


En mi caso yo siempre fui amante del dinero. 


Desde muy niño me gustaba ahorrarlo, pero no era lo único que hacía con él. 


Yo lo lavaba con jabón y utilizaba la plancha de mi madre para secarlo y dejarlo liso. 


Sin embargo, cuando ya me convertí en adulto, seguí con esa obsesión por tener dinero. 


Y al parecer esto hacía que el dinero fuera bastante ausente en mi vida. 


En cierta oportunidad mi hermanito mayor me habló de la ley del efecto invertido. 


Esto es un postulado que afirma que cuanto más se esfuerza una persona conscientemente por lograr algo, más difícil se vuelve lograrlo si hay un conflicto con el subconsciente. 


Este concepto fue popularizado por el hipnotista británico Émile Coué. 


Un ejemplo simple de esta ley es cuando necesitar dormirte y no puedes. 


Entre más desespero tengas por hacerlo, parece que tu cerebro se pone más activo. 


Solo cuando ya te das por vencido, es cuando caes en sueño y normalmente esto ocurre 30 minutos antes de tener que levantarte. 


El conflicto aparece cuando la mente consciente y la subconsciente no están alineadas. 


El subconsciente es muy poderoso, y si percibe que algo es una amenaza, un riesgo o una contradicción, bloqueará el resultado. 


Incluso si conscientemente lo deseas. 


Bueno, del libro CCD, aprendí otra teoría muy interesante sobre esto. 


Por ejemplo, cuando tú dices quiero algo, nunca vas a tenerlo. 


Es porque al afirmar que quieres esto o aquello, eso es una afirmación de una carencia. 


Estás aceptando que lo tienes y por lo tanto vas a seguir produciendo esa experiencia en tu vida, el no tener. 


Y esa es la razón por la cual nuestros deseos no se cumplen. 


¿Cuánta gente en este momento quiere dinero y no lo obtiene? 


Buscar el dinero de forma desesperada es una afirmación de una carencia, no lo tienes y por lo tanto vas a seguir experimentando esa carencia. 


El Universo no funciona por deseos, si así fuera todo el mundo tendría lo que quisiera de forma inmediata. 


Y si no funciona por deseos, ¿entonces cómo rayos es que se maneja este jueguito? 


Hay que dar las cosas por hecho, como si ya las tuvieras. 


Es por eso por lo que la mejor forma de obtener algo que quieres experimentar en tu vida es la gratitud. 


A título personal, lo mejor es que definas lo que quieres. 


Sé específico y da constantemente las gracias por ello. 


Conozco el caso de una señorita que hace poco comenzó a dar gracias por algo y se le dio, pero no de la forma como ella lo esperaba. 


¿Qué le faltó? Simplemente ser exacta con lo que quería experimentar. 


Si te ves constantemente en tu imaginación con eso que deseas, vas a comenzar a mover fuerzas que aun desconocemos para que aquello que quieres se cumpla.

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lunes, 30 de junio de 2025

El poder de vivir con merecimiento



El poder de vivir con merecimiento

Creo que, a todos de alguna u otra forma, se nos ha enseñado desde pequeños que todo lo que vemos no es casualidad. 


Al menos en mi caso, me enseñaron que todo esto tan bonito que me rodea proviene de un ser que llamamos Dios. 


Ya sea que tú le llames así, o si prefieres llamarle Vida, Universo, en fin, es el responsable de nuestra existencia. 


Bueno, también soy consciente de que existen personas que piensan que esto no es cierto. 


Que Dios es el amigo imaginario de los adultos. 


Pero como a mí no me gusta discutir, ya sabes que siempre voy a responder ante esto “usted tiene TODA la razón”. 


En definitiva, yo tampoco tengo pruebas tangibles de la existencia de esta inteligencia o ser. 


Aquí no venimos a discutir este tema, sino más bien como se nos manipula a través de esta creencia. 


Con esto quiero decir que este ser tan “amoroso” que creo esto tan bonito, tiene condiciones y que si no las seguimos no somos bien amados por él. 


Y que vamos a vivir por siempre jamás (amén) en un castigo eterno, quemándonos, por no hacerle caso. 


Pues créeme que estoy en problemas porque yo soy bien desobediente. 


El caso es que gracias a la “creencia” de que Dios exige devoción exclusiva, obediencia ciega y bla bla, vivimos como pidiendo permiso para ser felices y triunfar. 


Por ejemplo, en el social media, yo tengo un contacto que todos los días publica amenazas para que ingreses en su religión y puedas salvarte del fin del mundo. 


Porque su religión es la única verdadera, a pesar de que en el mundo existen unas 10.000 religiones que afirman lo mismo. 


Y no me vas a creer pues yo conozco a esta persona hace muchos años y para nada en su juventud fue un ejemplo de fidelidad y obediencia a Dios. 


Como dice mi señora madre, “no existe nada más implacable que un pecador arrepentido”. 


Bueno, ¿y será qué, en medio tanta “verdad”, podremos encontrar el camino como para al menos darle las gracias a ese creador por nuestra vida? 


Pues eso si va a depender de ti y de lo que tu consideres que te conviene. 


Como decía la doctora Luise Hay, “si tu religión dice que eres un gusano y un pecador, pues cambia de religión”. 


Recuerda que todas dicen que tienen la verdad. 


Debes buscar la creencia que más se acerque con tu plan de vida. 


Por ejemplo, si tu objetivo es convertirte en una persona rica, no creo que te convenga mucho estar en una creencia que condena el dinero. 


Bueno al menos el dinero en tus manos, pues por lo general te lo piden, muy seguramente para ellos santificarlo en las suyas. 


Y tal vez en este momento me digas: “pero Gabrielito lindo, en este canal promueves mucho la creencia en un ser superior, pues así se vive una mejor vida”. 


Es correcto, eso es lo que exactamente he dicho en temas anteriores. 


Lo que intento decirte con esta información es que comiences a vivir como el dueño de tu vida. 


Sin pedirle permiso a nadie para cumplir tus metas o sueños. 


La mayoría de nosotros cuando le pedimos algo a ese ser, es como si quisiéramos despertar su lástima por nosotros. 


Algo así como Dios dame, aunque sea una limosnita para poder comer hoy. 


O dame, aunque sea un carrito o una casita para poder vivir dignamente. 


Piensa por un momento como te sientes cuando estás comiendo cómodamente en un restaurante y llega alguien a pedirte dinero o, aunque sea que le des un pancito para comer. 


Honestamente eso da rabia. 


¿Qué crees que siente Dios, el Universo, la Vida o como prefieras llamarte cuando empiezas con tu rogadera lastimera? 


¿Vas comprendiendo porque no te responden tus oraciones? 


Mira yo tengo un gran amigo que él no pide, le exige al Universo las cosas. 


¿Y me creerías si te digo que es casi de inmediato que las cosas se le dan? 


Y para más ironía, este personaje no cree en Dios de la forma convencional como lo esperaríamos. 


Y con esto no te quiero decir que te comportes como un patán frente a la Vida. 


Pero si tienes que tener una actitud arrogante frente a ella. 


De lo contrario esa fórmula de mendicidad que has estado utilizando te va a seguir produciendo más carencia. 


Tú eres un hijo del Universo y eres amado ahora y para siempre. 


Imagínate que la sustancia más preciada del Universo es el aire. 


Nosotros podemos vivir sin comida unos 40 días, si agua unos 10 y sin dinero mucho más. 


En cambio, sin aire, ni siquiera 5 minutos. 


Y nunca te veo preocupado por que los demás no te consuman tu oxígeno al rededor. 


Al contrario, siempre confías en que el aire estará allí para ti. 


Entonces porque no puedes confiar en que el resto de las cosas que necesitas te las proveerá esa inteligencia que nos puso aquí.

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lunes, 23 de junio de 2025

Quejarse o Resolver: Una Decisión que Define tu Vida



Quejarse o Resolver: Una Decisión que Define tu Vida

Creo que no existe nada más frustrante que estar escuchando a nuestro lado a una persona quejarse constantemente. 


Lamentablemente esta vida no es un lugar lleno de ositos cariñositos dispuestos a darnos su amor. 


Ahora imagínate tú, con tus propios problemas por resolver y estar escuchando a un paciente (o pecienta) quejarse por tonterías. 


Y si observas, esta condición es el “deporte” nacional de casi todo el planeta. 


¿Podríamos concluir que la queja es algo que viene en nuestro ADN? 


Bueno, esta conclusión es totalmente correcta. 


Durante la mayor parte de la historia humana, sobrevivir era difícil. 


Los seres humanos que prestaban atención a los peligros (y se quejaban o se preocupaban por ellos) eran los que sobrevivían. 


Esto se conoce como sesgo de negatividad. 


Nuestro cerebro está más atento a lo malo que a lo bueno, porque ignorar un peligro podía ser mortal. 


Por ejemplo, un ruido en la selva puede ser un tigre. 


Mejor preocuparse y huir, aunque el 99% de las veces no sea nada. 


Vaya herencia la que tenemos de nuestros antepasados. 


Como que mejor hubiera sido que nos heredaran una fortuna. 


Ahora bien, a este “ADN” súmale que nuestra mente compara nuestra situación con la de los demás o con un ideal que hemos creado. 


Esto puede hacernos sentir que "nos falta algo", incluso cuando tenemos más que suficiente. 


Antes solo nos comparábamos con nuestro entorno. Ahora, con el social media, nos comparamos con miles de personas que parecen tener una vida “perfecta”. 


Esto ayuda que pequemos de mal agradecidos. 


La gratitud no es automática. 


Hay que entrenar la mente para enfocarse en lo bueno, pues, recuerda, la mente tiende naturalmente a enfocarse en lo malo. 


Eso fue lo que heredamos para sobrevivir ante los peligros. 


Y, por último, cuando logramos algo que deseamos mucho, esa satisfacción es temporal. 


Luego nos adaptamos y empezamos a buscar el siguiente objetivo. Es lo que se llama la treadmill hedónica (cinta sin fin de felicidad). 


Desde mi punto de vista, esto tiene que ver mucho con el ego, pues este constantemente nos dicta que debemos ser más y tener más. 


Finalmente nos ayuda a avanzar en la vida, pero en otros momentos nos perjudica. 


Tristemente el ser humano tiene una gran tendencia a quejarse por cosas que el mismo ha causado. 


Por ejemplo, yo conocí una pareja que tenían 2 niños. 


Cuando el señor recibía el pago por su trabajo, salían corriendo, junto con los niños a comprar cuanta cosa se les atravesara por el camino. 


Desde dulces, hasta cosas que no iban a utilizar, simplemente porque se veían bonitas. 


Yo no creo que pasaran ni siquiera 2 semanas y esta pareja ya comenzaba a hacer “maromas” para poder cumplir con las obligaciones del hogar. 


Luego se escuchaban diciendo que el dinero no les alcazaba, que el gobierno era una porquería, que la gente no les ayudaba y bla bla. 


Mejor dicho, no sé cómo le hacían para llegar a fin de mes, solo para repetir este ciclo por años. 


Error financiero, deudas y quejas. 


Si nos quejamos y no hacemos nada, seguiremos en el mismo malestar por siempre jamás, ¡amén! 


Debemos actuar pues cuando solucionamos algo, es una de las cosas que más satisfacción nos puede producir. 


Mira, yo entiendo perfectamente que es querer cambiar algo y no tener ni la más mínima idea de cómo hacerlo o por donde empezar. 


A mí me ha pasado muchas veces y si te soy honesto, me he demorado mucho tiempo en lograr lo que quería. 


No sabía ni que hacer o como empezar, entonces hice lo que pude con lo que tenía o sabia en ese momento. 


Pero te puedo asegurar algo y es que, si tu insistes en solucionar algo o corregirlo, las “casualidades” de la vida se unen para que llegues a tu meta. 


Es como si existieran fuerzas desconocidas que se unen para que logremos eso que buscamos. 


Pero si te quedas esperando al angelito de traje, que baje del cielo con una maleta llena de un millón de dólares a solucionarte la vida, te vas a envejecer allí sentado. 


Esas cosas no pasan, ni en el cine. 


Nadie va a venir a darte nada ni a salvarte de nada. 


Eres tú solito con tus decisiones asertivas que puede crear la vida que ha soñado.

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lunes, 16 de junio de 2025

Manipulación, emociones y dinero: El lenguaje que te manipula y no percibes



Manipulación, emociones y dinero: El lenguaje que te manipula y no percibes

Una de las herramientas más importantes y asombrosas que tiene el ser humano es la capacidad de hablar. 


Este nos permite poder comunicar nuestras ideas y unirlas a las de otros para construir cosas. 


De hecho, eso es lo que nos ha permitido llegar hasta este punto en la historia. 


Anteriormente se veían muchos inventos que provenían de una sola persona. 


Hoy en día los grandes avances los hemos logrado gracias al lenguaje. 


Sin embargo, esto no es lo único que nos permite el lenguaje. 


Con este también podemos manipular a otros. 


Por ejemplo, cuando una persona se hace la indefensa para que la protejan y/o cuiden de ella. 


Mediante su lenguaje puede expresar esa sensación de “pobrecito” para que le ayudemos. 


La mendicidad funciona mediante esta manipulación. 


Y tú muchas veces sales corriendo a regalar tu dinero a personas que se burlan a tus espaldas por tus “buenas” acciones. 


Otra forma muy común de manipulación es el enojo. 


¿Cuántas veces no hemos visto personas que mantienen expresando su enojo porque se dan cuenta que esto les funciona para que los demás hagan su voluntad? 


En la milicia se suele ver mucho esto. 


Por eso es por lo que no permiten el ingreso a personas mayores, ya que los jóvenes son muy maleables ante esto. 


Pero existe una parte muy importante del lenguaje que pocos hablas y la mayoría desconocen. 


Siempre se nos ha enseñado que la comunicación es externa. 


Con esto quiero decir que se usa con otros solamente. 


Pero esto no es cierto, pues la comunicación intrapersonal, la que sostenemos con nosotros mismos, es más poderosa de lo que piensas. 


Y esto es porque se trata de lo que te dices a ti mismo, constantemente, y por muchos años. 


Esto es lo que determina la calidad de tu salud, como te relacionas con los demás y por supuesto cuanta cantidad de dinero tienes en este momento a tu disposición. 


Para que puedas entenderme un poco mejor, intenta ser consciente de que estás sintiendo en este momento. 


Sientes frio, temor, malestar, rabia, felicidad, tristeza, ¿o exactamente qué? 


Pues todas esas emociones, ya sean positivas o negativas provienen de tu dialogo interno. 


Digamos que tenías que pagar la factura del Internet y lo olvidaste. 


Te cortaron el servicio y en ese momento, ¿qué te dices a ti mismo? 


En general, te llenas de rabia y te repites palabras como “que tonto”, “dormido”, “estúpido”. 


Y todas esas cositas bonitas que decimos cuando nos enojamos por un error que cometimos. 


O te dices: “ánimo triunfador, que esto fue solo una pequeña falla y ya vamos a solucionarlo”. 


La verdad muy poquita gente en este planeta se dicen ese tipo de cosas positivas. 


¿Vas comprendiendo la importancia de la comunicación intrapersonal? 


Y tal vez en este momento me digas: “bueno Gabrielito lindo, soy muy mayor y llevo años teniendo estás lindas conversaciones conmigo, ¿se puede hacer algo?”. 


La respuesta a esto es un SI enorme. 


Simplemente es comenzar a analizar tus sentimientos cuando ocurren eventos en tu vida. 


Si te sientes mal, ¿adivina que te estás diciendo a ti mismo? 


Comienza a prestar atención a tus sentimientos pues estos contienen más información sobre ti de lo que piensas. 


Es solo cuestión de practicar esto durante un tiempo para que te vuelvas experto en cambiar tu dialogo interior a tu antojo.

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lunes, 9 de junio de 2025

El poder de la actitud: cómo tu energía interior crea tu realidad



El poder de la actitud: cómo tu energía interior crea tu realidad

Hace poco que me encontraba visitando a una buena amiga, noté que la conversación que teníamos comenzó a cambiar de rumbo. 


Soltaba quejas de su trabajo, que la gente era muy mal agradecida, que estaba cansada y todo ese tipo de cosas tan lindas que se suelen decir de lo que hacemos rutinariamente. 


Bueno, al poco tiempo, a esta amiguita le comenzó a suceder ciertas cosas negativas sin “explicación” aparente. 


Por ejemplo, sus clientes de un momento a otro dejaron de buscarla y en una de sus principales fuentes de ingresos, dejó de percibirla. 


Como dice esta muchachita, es como si alguien le hubiera hecho brujería. 


Esto me hace recordar una parte del libro CCD, donde el autor en su dialogo con Dios, este le dice que perdió su trabajo porque dejó de hacerlo con amor. 


En cambio, comenzó a sentir miedo de levantarse para ir a trabajar. 


Y sus tareas del día, las hacía de mala gana. 


Así pues, si miramos lo que comenzó a realizar mi amiguita, concuerda con la descripción de este libro. 


Entonces ella misma es la que se está haciendo la “brujería”. 


Lamentablemente este es el común denominador de la humanidad. 


Cuando una persona está sin trabajo, tiene un anhelo impresionante de laborar. 


Incluso ve con entusiasmo como otros van camino a sus empresas a realizar labores. 


Y desearía de todo corazón que ese fuera su caso. 


Es por eso por lo que cuando obtiene su nuevo empleo después de un periodo de sequía, comienza a hacerlo con mucho entusiasmo. 


Pero, pasado el tiempo, ese entusiasmo se va perdiendo. 


Comienza a entrar en la rutina y al final vuelve al ciclo donde odia lo que hace, pero lo tiene que hacer para poder comer. 


Es por eso por lo que uno de los mayores consejos que recibí de mi señor padre fue que debemos disfrutar de todo lo que hacemos, aunque no nos “guste”. 


Mira, nosotros no podemos ocultar lo que llevamos en nuestro interior. 


Nuestro lenguaje no verbal nos está delatando siempre. 


Es por eso por lo que, si tenemos malestar hacia nuestras tareas diarias, nuestra actitud es de mala gana. 


Digamos que tú eres el dueño de una compañía exitosa. 


Esto hace que tu vida financiera sea muy agradable. 


¿Honestamente te gustaría tener en tu equipo de trabajo a un mediocre que está comprometiendo el éxito de tu empresa? 


¿Ahora comprendes por qué te han despedido o te despedirán si dejas de amar lo que haces? 


No es que la gente te haga brujería o que sean adivinos para darte cuenta de tus intenciones. 


Es tu lenguaje no verbal el que está pidiendo a gritos que no deseas estar más allí. 


Y como el Universo es tan “obediente” con nosotros, pues adiós con esos ingresos. 


Y tal vez me preguntes en este momento: “Gabrielito lindo, yo pasé por esa misma situación y me encuentro ahora buscando empleo, que puedo hacer para tener otra oportunidad”. 


Bueno, una de las cosas que leí hace muchos años es que uno debe “agradecer” la situación por la que está pasando, sea cual sea. 


No es porque seas masoquista, sino porque esa situación te ha despertado, te ha dado una nueva perspectiva sobre la vida. 


Y lo segundo es que JAMÁS debes pedirle a Dios, Universo, Vida o como tú prefieras llamarle un empleo. 


Lo mejor que uno puede hacer es dar gracias por ese nuevo empleo. 


Si pides, estás aceptando que tienes una carencia, y por lo tanto seguirás viviendo en carencia. 


Así que la gratitud es la herramienta para que tu vida se convierta en una bendición.

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lunes, 2 de junio de 2025

Lo que no pensamos, lo que no dijimos, lo que no hicimos



Lo que no pensamos, lo que no dijimos, lo que no hicimos

Una de las cosas que más atormenta al ser humano es el pasado. 


Por ejemplo, muchas veces nos quejamos de las cosas que pudimos hacer y no hicimos. 


En mi caso, hace ya varios años vi a una pareja discutir frente a una estación de policía para ver quien se quedaría con su pequeña hija. 


Ese día me limité a verlos discutir, pero en mi interior algo me decía que debía hablar con ellos y hacerles ver que la única perjudicada de esa situación era su hijita. 


Pero ya sabes, me dejé llevar del miedo que me trataran de metido, o hasta ganarme un insulto por “colaborambon”. 


Así que más bien me quedé calladito, porque así me veía más bonito y no hice nada. 


Aunque por mucho tiempo esto me atormentaba, pues quien sabe si mi acción le hubiera cambiado el destino a esa pequeñita. 


Otro caso muy común de este tipo es el pasado que tuvimos con nuestros padres. 


Hace pocos días visite en su casa a un buen amigo. 


Y resultó hablando de sus padres de una forma muy despectiva. 


Este amigo, ya hace mucho rato me había comentado su infancia y no había sido para nada agradable. 


Desde muy niño le tocó hacerse cargo de sí mismo por el abandono de sus padres. 


Y no puedo salir en defensa de quien ha hecho daño a otros y sobre todo a un niño, pero pregúntate, ¿de qué sirve ese resentimiento en la actualidad si esas personas ya no están vivas? 


Mira, por muchos años yo llegué a sentirme mal por el holocausto realizado durante la segunda guerra mundial. 


Una cosa que pasó cuando ni siquiera yo había nacido. 


Y entiendo que esto es parte de la empatía humana, pero ¿de qué sirve lamentarnos por cosas que pudimos pensar y no pensamos? 


¿Por cosas que pudimos decir y no dijimos? 


¿O por cosas que pudimos hacer y no hicimos? 


Pero eso existe ese dicho popular que reza: “de nada sirve llorar sobre la leche derramada”. 


Y tal vez en este momento me digas: “Gabrielito lindo, en teoría sabemos que no podemos hacer nada por el pasado, pero ¿cómo podemos entonces dejarnos de sentir mal por ello?”. 


Bueno, esto es muy simple. Si observas, las emociones dependen mucho de lo que tienes en tu mente. 


Si alguna vez has discutido con algún desconocido, habrás notado que, durante todo ese día o parte del siguiente, te sientes mal por ello. 


Sobre todo, cuando vienen a tu mente nuevas respuestas que pudiste haberle dicho a esa persona y no se te ocurrieron en el momento. 


¿Notas que estás recreando en tu mente la situación y vienen de nuevo esas emociones del momento? 


Hasta sientes rabia y tu cabeza se pone caliente, a pesar de que esa persona ya no está frente a ti. 


Bueno, para dejar de sentirte mal por cosas del pasado es simplemente quitar tu enfoque de esa información. 


Mas bien enfócate en lo que aprendiste de esa situación. 


Digamos que, en mi caso, con la pequeña cuyos padres discutían por su custodia, aprendí a no quedarme callado cuando mi interior me dice que debo actuar. 


Mira, nosotros no podemos perder tanto tiempo de nuestra vida, lamiéndonos las heridas del pasado. 


Ya está, no se puede hacer nada y hay que seguir adelante. 


Esta vida es muy cortita y hermosa como para dedicarla a algo que no sea disfrutarla.

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lunes, 26 de mayo de 2025

Las Vacas Flacas No Llegan de la Nada: El Poder de Tus Decisiones



Las Vacas Flacas No Llegan de la Nada: El Poder de Tus Decisiones

La mayoría hemos escuchado esa historia sobre las vacas gordas y las vacas flacas. 


Esto es solo para mostrar que la vida es una serie de altibajos en cualquier área de nuestra vida. 


Esto nos da a entender que no podemos controlar nada y que por muy buena la situación que tengamos, esta, en algún momento va a terminar. 


Y lo mismo ocurre con las situaciones malas. 


No pueden durar para siempre. 


Y te lo digo yo que, en mis momentos de mayores dificultades, cuando pensaba que ya no iba a salir de allí, ocurrió el milagro. 


Sin embargo, yo te pregunto, ¿será cierto eso que no podemos controlar estos altibajos en nuestra vida? 


De acuerdo con mis investigaciones y observatorios sobre estos temas, al menos la gran mayoría de estos “altibajos” si los podemos controlar. 


Y esto lo hacemos con nuestras decisiones. 


Para que me puedas entender un poco mejor, imagina que nuestra vida es como un vehículo. 


A medida que lo vamos conduciendo, vamos aprendiendo a “conocer” nuestro vehículo. 


Y cuando algo comienza a fallar, lo sentimos como extraño, ya sea en ruidos, vibraciones o en el movimiento. 


Pero este vehículo nunca falla de un momento a otro. 


De cierta forma nos da tiempo para llevarlo al mecánico para que lo revise. 


Lo mismo ocurre con los altibajos en nuestra vida. 


Estos no llegan de un momento a otro, de manera sorpresiva. 


Siempre se van presentando con pequeñas señales, solo que como en el caso de la mayoría de los conductores no prestamos atención a las señales. 


Decimos: “luego lo hago revisar”, “ahora no tengo tiempo”, “que pereza”, etc. 


Bueno, esto mismo hacemos con nuestra vida. 


Siempre pensamos que a nosotros no nos va a pasar nada, hasta que llega el día en que las señales se cansan de avisar y culpamos a cualquier persona o cosa, menos a nosotros mismos. 


Nuestro ego no nos deja mirar el culpable en el espejo. 


Entonces, cuando vemos las primeras señales, aquí es donde entran las decisiones que tomamos. 


Y tal vez me digas en este momento: “pero Gabrielito lindo, yo conozco personas que la vida les ha cambiado de la noche a la mañana, por ejemplo, ganando la lotería”. 


Si eres buen observador, notarás que ganar la lotería también es una decisión. 


Hay que salir a comprarla y arriesgarse a perder dinero con ella. 


Pero tienes que tomar la decisión de jugarla. 


Y entiendo que van a existir cosas que se nos salgan de las manos, pero hay que tomar la decisión de estar preparados. 


Digamos que vives en un sitio con probabilidades de sufrir un huracán, un volcán, etc. 


Tienes que tomar la decisión de prepararte para esto. 


Ya sea que emigres a otra localidad o que compres las cosas necesarias por si se presenta la emergencia. 


Pero si te quedas esperando al angelito con el traje y la maleta llena de un millón de dólares a que te solucione la vida, eso también es una elección tuya. 


Porque no decidir también es una decisión. 


Solo que va a tener consecuencias que no necesariamente te van a gustar. 


Lamentablemente las decisiones que tomamos siempre son cuando ya el problema está en ejecución. 


Y como somos expertos en vivir estresados, y con el afán de “apagar” el incendio, entonces tomamos peores decisiones que complican el problema. 


Y así es como entramos en un ciclo del cual es casi imposible de salir. 


Mira, he conocido a través de mi corta existencia, muchos pacientes que cuando tienen deudas, acuden a más deudas. 


Si piensas que hacer eso es una solución, necesitas con URGENCIA educarte financieramente, para salir de la ignorancia económica. 


Si no te alcanza el dinero, ¿no es esto una suficiente advertencia como para analizar que está pasando con tus finanzas? 


Así que, mediante esta información, quiero animarte a pensar las decisiones que estás tomando en todas las áreas de tu vida. 


Por ejemplo, que decisiones están tomando con respecto a tu salud. 


Aun estás a tiempo de corregir tu camino hacia la temporada de vacas flacas.

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lunes, 19 de mayo de 2025

El precio de quedar bien: esclavitud emocional



El precio de quedar bien: esclavitud emocional

De nuestro entorno aprendimos a quedar siempre bien con los demás. 


Por ejemplo, que teníamos que vestir de cierta manera o expresarnos en público de tal forma. 


En cambio, cuando nadie extraño nos estaba viendo, teníamos vía libre para hacer lo que quisiéramos. 


Respecto a esto, una vez salimos un grupo de amigos a divertirnos. 


Y entre esas personas había una señorita que estaba al lado del chico de su interés romántico. 


La hermana de esta señorita nos contó que ella por mucha hambre que tuviera no comería delante de ese muchacho. 


Y para mostrarnos, le ofreció unas papitas francesas. 


Esta señorita por mucha hambre que tenía, no se atrevió a recibirle las papas a su hermanita pues “que oso” comer delante de su amorcito. 


Esto nos puede parecer algo divertido, pero lamentablemente el 100% de la humanidad vive bajo este tipo de esclavitud emocional. 


Donde no puede ser quien quiere ser, sino que debe aparentar ser alguien para quedar bien con el resto del mundo. 


Y aunque no lo creas, hay gente que sabe de estas cositas y las utilizan para que tu hagas su santa voluntad. 


Precisamente esto nos genera malestar pues nuestro interior nos está diciendo que hay algo que no está bien y lo hacemos. 


Pero por quedar bien simplemente agachamos nuestras orejitas como humildes peones labriegos. 


Pero si nos enfrentamos a este tipo de situaciones y decimos que NO, también vamos a sentirnos mal. 


Pues por naturaleza, todos queremos vivir en paz y armonía con nuestro entorno. 


Y tal vez me digas en este momento que conoces muchos amiguitos que son bastante conflictivos. 


Para tu conocimiento, puedes estar al lado de la persona más conflictiva del mundo, pero después de cualquier confrontación siempre va a tener en su mente ese evento, junto con el respectivo malestar. 


O sino mira a las personas cuando “pelean” en el tráfico vehicular. 


Se amargan todo el día pensando en lo que les pasó. 


¿Entonces que podemos hacer para evitarnos todo este malestar? 


Finalmente, si agachamos la cabeza nos sentiremos mal y si confrontamos, nos sentiremos mal. 


Bueno, hace algunos días, un amigo me llamó para vernos y salir a comer algo. 


Cuando yo fui a su casa no se encontraba y decidí ir a un sitio a esperarlo. 


Yo en ese momento no tenía mi teléfono y decidí ir a esperarlo en una cafetería cercana. 


Pues allá me lo encontré con otra persona y la verdad no quise interrumpirlos pues no sabía de qué tema estaban hablando. 


Así que pedí algo y me senté en otra mesa y mi amigo me hizo señas que los acompañara. 


En ese momento me acerqué y mi amigo me presentó a la persona con que estaba. 


Yo lo saludé y pedí permiso para sentarme. 


Te voy a ser muy honesto, pero cuando vi a ese señor, era un anciano, pero con una forma de vestir muy femenina. 


Y no quise ser juez de ese señor pues muchas veces uno no conoce el contexto y se equivoca con las personas. 


Bueno la charla fue tomando un rumbo muy extraño, pues mi amigo mencionó una expresión muy coloquial de esta localidad. 


Para que me puedas entender un poco mejor, mencionó algo de no darle oportunidad a otros para que aprovechen tus debilidades. 


La expresión que usó fue “no dar papaya”. 


Entiendo que, en algunos países de habla hispana, esta expresión puede tener un sentido obsceno. 


Pero al menos en mi localidad se hace referencia a no dar oportunidad que te perjudiquen. 


De un momento a otro ese señor que acaba de conocer me dijo de una forma muy “coqueta”, “¿a usted le han dado papaya?”. 


Como entendí que no fue la pregunta, sino la forma en que preguntó, le dije “¿a qué se refiere específicamente con esa pregunta?” 


El señor dijo “que estábamos entre gente seria y que no estaba haciendo referencia a nada malo”. 


Mira, no te puedo decir exactamente como le respondí a ese señor pues este video puede ser censurado. 


La verdad utilicé con un lenguaje un poco soez. 


Y le aclaré que yo a él no lo conocía y que era la primera vez que lo veía. 


Así que sus “cosas” las dejara para otro, pero conmigo no. 


Mi amigo apenas abrió los ojos y estaba un poco asombrado de mi reacción. 


Pero ese señor, el tiempo que estuvo en ese sitio mantuvo callado y solo habló para decir una incoherencia, que hasta mi amigo me hizo señas de que estaba loco. 


Con esto no quiero decirte que soy una persona intolerante. 


Al contrario, si tú me dices que eres un helicóptero y que aterrizas en un portaaviones, yo te voy a decir “tienes toda la razón”. 


Pero no me gusta es que me quieras meter a participar en tus creencias. 


Sin embargo, cuando llegué a mi apartamento, sentí ese malestar del que hablé al principio. 


El del adoctrinamiento por quedar bien con los demás. 


Pero pasadas unas horas comencé a sentirme orgulloso de mi mismo por ponerle límites a algo con lo que discrepo. 


Así que mediante esta información quiero animarte a que no permitas a nadie faltarte al respeto. 


Y no se trata de irse a los golpes con otra persona, sino exponer claramente tus puntos de vista y tus límites. 


Pero si te dedicas a seguir quedando bien con los demás, vas a terminar tus días, con la sensación de amargura y derrotismo.

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Ingeniero de Sistemas e Investigador del Pensamiento Humano y las emociones, y como estas influyen en las decisiones que tomamos cada segundo para tener éxito o fracaso.

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