El Síndrome del Salvador: Descubre cómo Liberarte de Cargas Innecesarias

Los seres humanos por naturaleza, estamos diseñados para interactuar con las personas. 

Así que es totalmente normal ser sociables con los demás. 

Sin embargo, paradójicamente la interacción con otras personas nos puede traer mucho malestar en la vida. 

Y no estamos hablando de casos aislados. 

Lamentablemente TODOS tenemos este tipo de problemas, a pesar de que estamos “cableados” de esa manera. 

¿Pero sabías que estos pequeños inconvenientes no solo provienen de lo social? 

También tiene mucho que ver algo que en este canal hemos denominado el síndrome del redentor o síndrome de Jesucristo. 

Y atención, esta frase no la estoy diciendo con el fin de ofender o mofarme de nadie. 

Para que me puedas entender un poco mejor, con esto hago referencia a esa necesidad imperiosa de salvar a la “humanidad” que nos rodea. 

Hacernos cargo de sus problemas, sufrir sus preocupaciones. 

Preocupaciones por situaciones en las cuales ellos mismos, y solitos, se han metido por no calcular o mejor ser conscientes que toda decisión que tomemos trae indefectiblemente una consecuencia. 

Es por eso que a este fenómeno le hemos denominado en el blog como el síndrome del salvador de problemas ajenos. 

Básicamente esto ocurre porque estamos evitando enfrentar y solucionar nuestros propios problemas. 

Sin embargo, una vez que abandonamos esto, podemos traer el lastre de personas que anteriormente les intentamos solucionar la vida. 

Y puede que ellos ahora intenten hacernos el reclamo del porque los tenemos en tanto “abandono”. 

Como quien dice, por andar de metidos, nos ganamos la lotería con estas personas. 

¿Qué se puede hacer frente estas personas y sus reclamos? 

Como decía el doctor Luis Fernando Hoyos Aristizábal, la mayoría de los adultos no pasan más allá de los 14 años emocionales. 

Tienes que ponerte firme y decirles que ya no estás solucionado problemas ajenos. 

Suficiente con los propios, que tienes por solucionar. 

Y tal vez me preguntes en este momento si eso no hará que muchas personas a tu alrededor se enojen. 

¡Pues claro que se van a enojar! 

Esas son las consecuencias de ser el redentor de la humanidad. 

Es por eso que popularmente existe el dicho que reza: “TODO redentor, sale crucificado”. 

Pero es la única forma de sacudirte de tus hombros esas personas que has estado cargando durante toda la vida y por “gusto”. 

Si se enojan, eso no es problema tuyo. 

Imagínate, si no pudiste arreglarles la vida, mucho menos vas a poder controlar sus emociones. 

Así que quiero animarte, mediante esta información que dejes de ser el “santo patrono de los imposibles y las causas perdidas”. 

Lo he dicho anteriormente y te lo repito, solo eres responsable de ti mismo y de tus hijos, si aún son menores de edad y están a tu cargo.

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Libérate del Pasado y Encuentra la Felicidad: El Poder de Sanar tus Emociones

Hace algunos días, hablando durante el almuerzo con una amiga, me hizo caer en cuenta de algo. 

Ella no sabía cuál era el significado de la expresión “sanar emociones”. 

El desconocimiento de esta información puede ser causal del poco interés que las personas sienten por sanar emocionalmente. 

Muchos no tienen idea que las cosas que les ocurren, y que no les gustan, está directamente relacionadas con las emociones aprendidas desde la infancia. 

La sanación emocional se refiere al proceso de reconocer, comprender y abordar heridas emocionales. 

Como traumas, conflictos internos y otros problemas relacionados con las emociones. 

Es un proceso terapéutico y de autodescubrimiento que tiene como objetivo promover la salud mental y el bienestar emocional. 

Algunos de los conceptos clave asociados con la sanación emocional incluyen el reconocimiento. 

El primer paso en la sanación emocional es reconocer y aceptar las emociones, traumas o heridas emocionales que puedan estar afectando tu bienestar. 

Esto implica enfrentar y admitir las experiencias dolorosas o traumáticas. 

Y aquí tenemos el primer problema debido a nuestro ego. 

Recuerda que esa parte nuestra que nos impulsa a avanzar, también se le dificulta aceptar que la estamos embarrando. 

Para nuestro ego, primero muertos, que equivocados. 

Mira, hace años una amiga tenía un hermano en otro país. 

Ella hablaba mucho con él y de un momento a otro el dejó de responderle. 

Así pues, viajó hacia ese país y se dedicó a buscarlo. 

Cuando lo encontró, su hermano estaba en la indigencia. 

Su hermana entró en un llanto desconsolado al verlo en ese estado. 

Y su hermano simplemente se limitó a sonreír a y decirle que no se preocupara que no pasaba nada. 

¿Puedes ver como el ego no nos permite aceptar que algo en nosotros está mal? 

Otra parte importante es comprender las causas subyacentes de tus emociones y heridas. 

Esto implica explorar tus experiencias pasadas, creencias, patrones de pensamiento y comportamiento para identificar las fuentes de tus problemas emocionales. 

Hacer esto puede ser muy doloroso, pues muchas personas no necesariamente la han pasado muy felices que digamos en su infancia. 

Pero si no comprendemos que ya no podemos hacer nada por nuestro pasado, nos vamos a quedar allí esperando al angelito de traje y la maleta con el millón de dólares, para que nos solucione la vida. 

La mayoría de los adultos en la actualidad, nos ganamos muchas veces fuertes o injustos castigos. 

Respecto a eso, ya no podemos hacer nada, salvo soltarlo. 

Anteriormente existía un dicho cuando nos castigaban que rezaba: “la pela pasa y el cuero queda”. 

A menudo, la sanación emocional implica la expresión saludable de las emociones reprimidas. 

Esto puede hacerse a través del habla, la escritura, el arte, la música u otras formas de creatividad. 

Eso sí, no te recomiendo estar hablando de tu pasado con otras personas. 

Lamentablemente en la actualidad no hay mucha gente con honor. 

Así que pueden estar usando esa información para lastimarte. 

La sanación emocional a menudo implica aprender habilidades de afrontamiento, técnicas de gestión del estrés y estrategias para lidiar con las emociones de manera saludable. 

También es muy buena idea practicar el autocuidado para la sanación emocional. 

Esto incluye mantener un estilo de vida saludable. 

Hacer ejercicio, comer y dormir bien. 

También ocuparte en leer sobre estudios de diferentes autores que hablan de este tema. 

Cuando vas realizando estos procesos de forma continua es que sientes la necesidad de perdonar y soltar tu pasado. 

Sobre todo, perdonarte a ti mismo por haber perdido tantos años de tu vida rumiando ese sufrimiento innecesario. 

Sin embargo, esto no es tan fácil para la mayoría de las personas. 

Aquí es donde entran los profesionales de la salud mental como terapeutas, psicólogos o psiquiatras. 

Ellos con sus estudios y experiencia te pueden ayudar en un proceso de sanación de emociones en entorno seguro. 

Lo importante es que no subestimes las emociones que ocultaste desde tu infancia para evitar el dolor. 

Aunque no existe un conceso científico sobre la relación entre las enfermedades terminales y el resentimiento, si se han realizado algunos estudios. 

Por ejemplo, a nivel personal, TODA persona que he conocido con alguna enfermedad terminal, me ha confesado que lleva cargando por muchos años algún resentimiento. 

La verdad no es muy inteligente arriesgarnos a comprobar si el resentimiento nos puede afectar de esta manera o no. 

Es mejor vivir libre de ataduras emocionales para disfrutar de este hermoso paseo llamado Vida.

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Navegando en un Mar de Críticas: Claves para Sobrevivir y Prosperar

Durante muchos años, en el mundo del fútbol, ha surgido una intensa rivalidad deportiva entre un jugador argentino y uno portugués. 

Lamentablemente, en lugar de disfrutarse como un espectáculo deportivo, esta rivalidad se ha trasladado al ámbito personal. 

Me refiero a los fans. 

Para ser sincero, perdí de vista esta rivalidad hasta hace apenas un par de años. 

Fue entonces cuando me di cuenta de la magnitud de dos extraordinarios jugadores que compitieron por ser considerados los mejores del planeta. 

Especialmente el jugador argentino recibió una gran cantidad de críticas negativas. 

Pues como solo puede haber un ganador, este último logró obtener la copa más preciada por cualquier futbolista. 

Es normal que las personas comunes, como "Juan pueblo" (haciendo referencia a una persona cualquiera), expresen comentarios despectivos hacia figuras famosas. 

Sin embargo, resulta sorprendente que incluso los periodistas, quienes deberían mantener una imparcialidad y centrarse en informar, también se unieran a las críticas. 

El resentimiento y el odio dirigidos hacia el jugador argentino tienen una historia compleja que, por cuestiones de tiempo, no abordaremos en este video. 

Además, en última instancia, se trata de un tema trivial. 

Pero al momento de grabar este vídeo, faltan aproximadamente 2 semanas para entregar un premio al mejor jugador de la temporada. 

No me imagino si el argentino se gana eso, la cantidad de gente llorando. 

Imagínate, ya vamos para un año de esa final de la copa mundo y todavía hay gente sufriendo por eso. 

Dicho esto, eso no es problema mío. 

Lo preocupante es que, si este jugador criticado pierde, recibe una oleada de críticas. 

En cambio, si gana, también se enfrenta a críticas e insultos. 

Lo irónico es que todos en nuestras vidas, tenemos un vecino, un "amigo" o un conocido que se irrita por cada logro que alcanzamos. 

No se trata necesariamente de envidia extrema, sino de una especie de "rabiecita" por cualquier avance que logremos. 

Parece que estas personas desean que las cosas no nos salgan bien. 

Y si de alguna manera tenemos éxito, entonces buscan excusas para menospreciar nuestros logros. 

Al igual que el jugador argentino, si fracasamos, se regodearán de ello. 

Ya sea en nuestra cara o a nuestras espaldas. 

Y si triunfamos, argumentarán que hicimos trampa, tuvimos un pacto con el diablo, o recibimos ayuda externa. 

La pregunta que debemos abordar es cómo enfrentar esta situación cuando sabemos que seremos criticados de todos modos. 

En primer lugar, si te encuentras en una situación similar en este momento, no entiendo por qué estás rodeado de personas que claramente no desean tu bienestar. 

En este caso, el primer paso es distanciarte de ellos. 

No necesitas entrar en una confrontación ni devolverles la misma moneda. 

Simplemente mantén una distancia silenciosa y discreta. 

Un saludo desde lejos es suficiente. 

El segundo paso, que quizás te haya llevado a esta situación, es aprender a guardar silencio. 

Si buscas tener una vida más plena, debes ser más discreto con respecto a tu vida personal. 

En realidad, a nadie, aparte de ti mismo, le interesa lo que haces, comes, compras o vendes. 

Debes aprender a ser reservado con tu información. 

Por naturaleza, los seres humanos somos curiosos y nos gusta estar al tanto de lo que hacen los demás. 

A menudo con el propósito de compararnos con ellos. 

De esta forma, inconscientemente, atraemos a nuestras vidas a personas indeseables que solo desean vernos fracasar. 

Y el tercer paso, es muy importante aprender a ignorar los comentarios de terceros. 

Entiendo que podemos perder el control y enojarnos por comentarios negativos. 

Pero como decía el doctor Luis Fernando Hoyos Aristizábal: “de un idiota, nadie habla”. 

Así que para esa persona que te critica, tú eres bastante importante. 

Nadie se toma el trabajo de estar pendiente de ti, si no lo fueras. 

A nivel personal, debido a mi tendencia perversa, yo disfruto con la angustia que causo a este tipo de personas. 

Intenta probar verlo de esa forma, y tu necesidad de pagarles de la misma forma va a desaparecer. 

En conclusión, hagas lo que hagas te van a criticar. 

Entonces, mejor dedícate al tener éxito que eso te conviene más.

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La Búsqueda Excesiva de Atención: Causas y Comportamientos

Cuando una persona se deja llevar totalmente por su ego y busca constantemente llamar la atención de manera excesiva, su comportamiento puede ser influenciado por una serie de factores psicológicos y emocionales. 

Por ejemplo, el Narcisismo. 

El ego inflado y la búsqueda constante de atención pueden ser indicativos de un narcisismo excesivo. 

Las personas con rasgos narcisistas pueden tener una necesidad constante de admiración y validación de los demás para mantener su autoestima. 

Y entiendo que esta palabra se ha satanizado en los últimos años, pero por naturaleza TODOS tenemos esta tendencia narcisista. 

El narcisista no es eso que de abandonó por otra, o que no quiso prestarte más atención. 

Como vimos, la definición de narcisista tiene que ver más con la búsqueda constante de atención. 

Solo pregúntate por qué subes una foto ligero de ropas, o publicas tus logros financieros o adquisiciones materiales. 

Estás buscando ser el centro de atención. 

Irónicamente esto tiene que ver con la baja autoestima subyacente. 

A pesar de la aparente confianza que muestran, algunas personas que buscan constantemente la atención pueden tener una baja autoestima subyacente. 

Su comportamiento puede ser un intento de compensar sus sentimientos de inseguridad o insuficiencia. 

La búsqueda excesiva de atención a menudo está relacionada con la ansiedad y la inseguridad. 

La persona puede sentir una necesidad constante de ser el centro de atención para calmar sus preocupaciones sobre su valía o su posición en un grupo social. 

Algunas personas pueden carecer de habilidades efectivas para regular sus emociones. 

Esto las lleva a buscar la atención como una forma de expresar sus emociones o aliviar la tensión emocional. 

Las experiencias de la infancia, las dinámicas familiares y las experiencias de vida pueden influir en la forma en que una persona busca atención. 

Por ejemplo, una infancia en la que se recibió poca atención o validación podría llevar a un deseo excesivo de atención en la edad adulta. 

En algunas situaciones, una persona puede buscar la atención debido a una necesidad de validación social. 

Pueden creer que su valía está directamente relacionada con la cantidad de atención que reciben de los demás. 

Mira si un niño crece viendo como a otros se les presta más atención, es normal que piense que entre más atención reciba, esto es sinónimo de importancia y amor. 

Buscar la atención a través de comportamientos extremos puede convertirse en una especie de adicción, donde la persona necesita cada vez más atención para sentirse satisfecha. 

Por ejemplo, un típico comportamiento extremo es el provocador. 

Hace algunos años, cuando recién comencé con este blog, una señora me escribió diciéndome que le gustaría hablar conmigo con el fin de polemizar. 

Digamos que en esos tiempos no tenía el conocimiento actual y le respondí que la información aquí propuesta no era para polemizar. 

Solo se trataban de vivencias mías y como pude salir adelante. 

En caso de que alguien estuviera en una situación similar y al menos tenga idea que hacer. 

Pues la señora se pegó de eso y comenzó a decirme que entonces teníamos que pasar por lo mismo y bla bla. 

Por allá como que se me prendió la intuición y dejé de responderle. 

Yo no iba a ser tan pendejo de meterme en esa charla solo para discutir. 

Mira, aunque tu tengas la razón (o la verdad absoluta), si la intención de la otra persona es que le presten atención, vas a gastar tu vida intentando convencerla de lo contrario. 

Lo más curioso es que la búsqueda excesiva de atención no siempre es negativa en todos los casos. 

Puede ser una parte natural de la vida en situaciones como el entretenimiento, el arte o la actuación. 

Sin embargo, cuando esta búsqueda de atención afecta negativamente las relaciones y la calidad de vida de una persona, puede ser necesario abordar las causas subyacentes. 

Y considerar la posibilidad de buscar ayuda profesional 

Como terapia, para desarrollar una relación más saludable con el ego y la búsqueda de atención. 

Recuerda que el ego no es nuestro enemigo, es una estructura que nos impulsa a avanzar. 

El enemigo somos nosotros mismos al dejarnos llevar como hoja en el viento por nuestras emociones. 

Y en este punto me puedes estar preguntando: “Gabrielito lindo, ¿cómo podemos controlar esas emociones y no permitirles que hagan con nosotros lo que quieran?” 

Hay muchos métodos para esto, pero de acuerdo a mi experiencia, el mejor es ir entrenando tu cerebro con pequeñas cosas. 

En mi caso yo soy amante del dulce. 

Pero como soy consciente del todo el daño que me puede llegar a hacer eso, comencé a regular su consumo. 

A veces voy camino a mi apto y viene esa voz que dice “vamos a comerlo, ya hicimos ejercicio. ¡Nos lo merecemos!”. 

Bueno en ese caso yo le declaro la ley marcial a mi cerebro y le “digo” que pena, pero no. 

Y aunque esto te parezca algo insignificante, no te imaginas el entrenamiento tan poderoso que le estás dando a tu cerebro para tomar el control de tu vida. 

Comienza por cosas pequeñas como estas y te aseguro que en el futuro vas a ser un maestro en el control de tus emociones.

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El misterio de la ingratitud: ¿Por qué somos tan mal agradecidos?

Existen múltiples excusas para llegar a ser mal agradecidos con nuestros amigos y seres queridos. 

Yo diría que la principal está en tomar lo bueno por sentado. 

Especialmente cuando esto bueno que nos ocurre ha estado sucediendo por muchos años. 

Por ejemplo, comer. 

En el sitio donde usualmente salgo a almorzar, conozco un personaje que a pesar de su edad avanzada es un niño para comer. 

No le gusta prácticamente nada de lo que le sirven. 

Se nota que este paciente nunca ha pasado hambre en su vida. 

Personalmente yo no disfrutaba del almuerzo. 

Lo tomaba como por cumplir un requisito. 

Pero desde que practico el ayuno intermitente, no te imaginas la felicidad mía, y lo rico que me sabe el almuerzo ahora. 

Y así suele suceder con la mayoría de las cosas que damos por sentado en la vida. 

También las expectativas poco realistas suelen generar ingratitud en las personas. 

Mira, si una persona tiene altas expectativas, siempre va a esperar más o algo diferente. 

Esto les suele ocurrir a las personas en la actualidad cuando buscan pareja. 

Tienen una interminable lista de estándares inalcanzables, algo así como los cuentos de Disney. 

Pero los seres humanos somos lo más imperfecto que existe, respeto a esos estándares. 

Así que te imaginarás la estrellada y desilusionada que mantiene la gente con el sexo opuesto. 

Adicionalmente la falta de educación y normas sociales contribuyen aún más a este problema. 

Lamentablemente hay personas que les tocaron unos padres. 

Por ejemplo, en la época de juventud de los míos, les enseñaban la famosa Urbanidad de Carreño. 

Esta consistía en una serie de normas de etiqueta y buenas costumbres, escritas por el autor venezolano Manuel Antonio Carreño, por allá en el año 1853. 

Recuerdo que, en mi paso por la escuela, solo se referenciaba este libro y no se enseñaba. 

Y a partir de allí ya te imaginarás la gran cantidad de patanes que han llegado al planeta. 

De hecho, tengo un vecino, un niño de aproximadamente 11 años que frente a cualquier persona saluda de forma muy educada, deseando un feliz día o noche, según el caso. 

Esto para la época es extraordinario. 

Y lo más curioso es que sus padres no saludan a nadie. 

Son súper antipáticos. 

Quien sabe este niño de donde rayos habrá aprendido esas normas de cortesía. 

Pero la pregunta que nos interesa indagar es, ¿qué hacer frente a las personas por las cuales hacemos cosas de todo corazón y no lo aprecian? 

Bueno, hace algunos meses en el social media, tuve la oportunidad de ver a un amigo compartir una publicación. 

En esta se veía a un grupo de personas alimentando a perros de la calle. 

Dándoles panes, agua y alimento canino. 

A esos animales se le notaba la felicidad a flor de pelo. 

Pero, había un contacto de este amigo que en vez de darle me gusta reaccionó con enojo. 

Y su comentario era que le daba rabia como esos hptas les aventaban la comida. 

Como si fueran perros de la calle. 

Seguramente estaba esperando que les sirvieran con delantal, servilletas y todos los cubiertos que dice en el manual de Carreño. 

Desde mi punto de vista, la ingratitud de esta persona se debía a su ignorancia sobre los caninos. 

Si Lila que es un amor, a veces dándole la comida puede morderte un dedo, ¿te imaginas un animal que no conoces ni te conoce? 

Con razón dicen que Dios tiene mucha paciencia. 

Mira, en la vida nosotros nos vamos a encontrar con cantidad de personas como el de este ejemplo. 

Por más cosas que hagas para el bienestar de la humanidad, siempre vas a encontrar quien critique el bien que les has hecho. 

Y entiendo perfectamente que es frustrante pasar por esto. 

Incluso cuando se ayuda a las personas de forma económica, ellos mismos pueden criticarte. 

Y hasta mal hablar de ti. 

Que eso no te desanime de hacer el bien. 

Finalmente, la Vida es la que se encargará de darte las gracias por todo el bien que haces.

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Las Fantasías y Realidades del Enamoramiento

Cuando nos sentimos atraídos por alguien, a menudo tendemos a idealizar a esa persona. 

Nos enfocándonos en sus cualidades positivas y pasamos por alto sus defectos. 

Nuestras fantasías pueden ser una forma de crear una versión idealizada de la persona que nos gusta.

Y esto puede llevarnos a enamorarnos de esa imagen idealizada en lugar de la persona real. 

Las fantasías pueden ayudarnos a explorar nuestros deseos y necesidades emocionales. 

Imaginar una relación con la persona que nos gusta puede ser una forma de satisfacer nuestro deseo de intimidad y conexión emocional. 

Incluso si esa persona no comparte nuestros sentimientos. 

Cuando estamos interesados en alguien, pero no sabemos mucho sobre esa persona, nuestras fantasías pueden llenar los vacíos de información. 

Esto puede llevarnos a proyectar nuestras propias esperanzas, deseos y expectativas en la persona que nos gusta. 

Y así hablemos mal del amor o lo tengamos en mal concepto, el enamoramiento es una experiencia emocional intensa y placentera. 

Las fantasías pueden intensificar esta emoción y hacer que nos sintamos más cerca de la persona que nos gusta. 

Incluso si no compartimos una relación romántica con ella. 

Es importante recordar que el enamoramiento y las fantasías pueden ser un paso inicial en el proceso de establecer una relación romántica. 

Pero no garantizan que la otra persona sienta lo mismo. 

Es fundamental mantener expectativas realistas y comunicarse de manera abierta y honesta con la persona que te gusta si deseas explorar la posibilidad de una relación romántica. 

No todas las personas experimentan el mismo grado de atracción o interés al mismo tiempo. 

Y es importante respetar los sentimientos y deseos de los demás. 

San Agustín decía: “No se puede hacer querer a la persona que no quiere”. 

No con esas palabras, pero fue la esencia en sus escritos sobre el amor, la voluntad y la gracia divina. 

En múltiples ocasiones uno puede pensar que esto de ilusionarse solo, es cosa de adolescentes por su falta de pericia. 

Pero lamentablemente he conocido adultos, de muchos años, estar pasando por esto. 

Sufriendo por un ser bípedo e implume. 

Un hombre o mujer que camina en dos patas y no tiene plumas. 

Mira hay que ser honestos con nosotros mismos y aceptar los hechos como son. 

Cuando hay interés genuino de parte de una persona hacia ti, eso se nota a miles de kilómetros. 

Tú no solamente fantaseas en tu cabecita con esa persona.

Buscas cualquier excusa para estar cerca de ella. 

Lamentablemente TODOS, y cuando digo todos somos TODOS, tenemos una necesidad de atención impresionante. 

Somos narcisistas por naturaleza. 

Si no me crees entra en lugar y comienza a ignorar a las personas. 

Ni siquiera los mires a los ojos. 

Algunos se pueden aguantar, pero otros van a comenzar a generar cualquier excusa para captar tu atención. 

Como por ejemplo preguntarte tonterías o hasta chocar contigo “accidentalmente”. 

Esto ocurre por nuestra imperiosa necesidad de llamar la atención. 

Y esto sucede más con las mujeres. 

Con los hombres en un menor porcentaje. 

Hoy en día se tiene la tendencia de acusar a nuestra expareja de narcisista. 

Simplemente porque ya no quieren estar con nosotros. 

Es la palabra de moda, como lo fue el término “persona tóxica”. 

Esa y narcisismo la utilizamos para atacar a la persona de nuestro interés romántico, pero que no quiere nada que ver con nosotros. 

El amor no es obligación. 

Por mucho que tú ames a tu pareja, eso no va a garantizar que esa persona sienta lo mismo. 

No puedes quererlo por los dos. 

Tristemente los seres humanos basamos mucho la búsqueda de pareja por aspectos físicos. 

Lo ideal es que hiciéramos esta selección por aspectos más emocionales y espirituales. 

Muchas personas buscan protección económica. 

En estos tiempos, tener dinero no es garantía que eso siga por siempre de la misma forma. 

En un abrir y cerrar de ojos te pueden cambiar la torta y pasar al caos económico. 

También hay gente que podemos estar buscando la belleza física en las personas. 

Y si el factor económico no es estable, la belleza es algo que si o si se deprecia con el tiempo. 

Yo he conocido personas que buscan esto y cuando se acaban, de inmediato cambian a una nueva pareja. 

Y no vamos a juzgar eso en este video porque no somos los moralistas de turno. 

Todo el mundo es libre de hacer lo que le plazca. 

Pero toda decisión que tomamos trae indefectiblemente una consecuencia. 

Sobre todo, porque en la actualidad hay personas, ya sea que tengan dinero o sean muy atractivas, lo único que uno puede decir es “líbrame señor”. 

La mayoría tienen un descontrol emocional tan terrible que ni siquiera son material de amigos. 

Es por eso que, si las cosas no se te dan con una persona, no lo veas como un desastre. 

No sabes de la que te estás librando. 

Finalmente, no puedes obligar a otro(a) que quiera estar contigo. 

Así que lo más sabio es “enterrar ese muerto” y dar vuelta a la página. 

De lo contrario te estarías generando un malestar “gratis” y por gusto.

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Cómo manejar el amor y la preocupación por los seres queridos de manera saludable y sin agotamiento

La preocupación por parientes y amigos que buscan problemas es un sentimiento humano natural que surge de nuestro profundo amor y cuidado por ellos. 

Cuando vemos a alguien cercano enfrentarse a situaciones problemáticas o tomar decisiones imprudentes, es normal sentir preocupación. 

Esto puede manifestarse como ansiedad, estrés y un constante deseo de ayudar. 

Es importante reconocer que la preocupación no es necesariamente negativa en sí misma. 

Puede ser un indicador de que nos importa genuinamente la persona y queremos verla prosperar. 

Pero debemos aprender a manejar esta preocupación de manera efectiva para evitar que nos consuma. 

Pues esta preocupación constante por nuestros seres queridos puede tener un profundo impacto en nuestra salud emocional, mental y física. 

Por qué sabias que esto puede llevar al estrés crónico, la ansiedad y la depresión. 

Puede interferir en nuestra capacidad para concentrarnos en otras áreas de la vida, como el trabajo o nuestras relaciones personales 

Ya que nuestra mente está constantemente ocupada por los problemas de nuestros seres queridos. 

Estudios científicos en las áreas de psicología y medicina han demostrado que la preocupación crónica puede tener efectos negativos en la salud física. 

Como aumentar la presión arterial y debilitar el sistema inmunológico. 

Esto subraya la importancia de abordar la preocupación de manera efectiva para proteger nuestra propia salud. 

Mira, una cosa es amar a nuestros seres queridos y otra muy diferente enterrarnos con ellos y sus problemas. 

Desde mi punto de vista, la mejor forma de gestionar esto y todos nuestros problemas a nivel general es preguntarnos si podemos hacer algo por dicha situación. 

Si la respuesta es afirmativa, la solución está en nuestras manos, así que no vale la pena preocuparnos. 

Y en caso de que no podamos hacer nada, tampoco sirve en absoluto preocuparnos ya que esto se sale de nuestras manos. 

Aquí debemos tener especial cuidado pues debido a nuestro amor hacia ellos, es muy probable que no sepamos diferenciar entre una solución y aquello que está fuera de nuestro alcance. 

Así que siempre vamos a ver que “podemos” hacer algo para solucionarles la vida. 

Déjame decirte que la mayoría de los problemas que nos generamos es por meternos donde no nos han llamado. 

Nosotros usamos el amor como estandarte para solucionar los problemas de los demás. 

Pero detrás de ese “amor”, lo único que existe es pánico de solucionar nuestros propios problemas. 

Por lo tanto, si quieres vivir en bienestar en muy importante que seas consciente que una cosa es el amor a nuestros seres queridos y otra muy diferente solucionarles la vida. 

Hay que amarlos, pero soltarlos. 

Primero porque sus vidas no son tu responsabilidad (a no ser que se trate de tus hijos aun pequeños). 

Y segundo porque ellos te van a percibir como un metido, un lambón que nadie ha llamado. 

Ya si ellos te vienen a pedir un consejo, es buena idea indicarles que eso es lo que harías tú. 

Pero no necesariamente esa es la solución al problema. 

Porque si les va bien con tu consejo, la sacaste barata. 

Pero si fracasan, el culpable vas a ser tú y eso no te lo perdonarán.

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La razón por la que te AUTOSABOTEAS y evitas mejorar tu vida

Estoy seguro de que, sin excepción, ningún ser humano desea vivir mal o en sufrimiento. 

Sin embargo, una cosa es lo que decimos respecto a esto y otra totalmente diferente es lo que hacemos. 

Hasta ahora no he visto al primero terrícola que me diga “es que yo quiero vivir sin dinero y aguantar hambre”. 

Bueno, aunque no ha de faltar el pendejo, pero al menos yo no lo he visto con estos ojitos. 

Pero el punto que nos interesa descubrir es porque reaccionamos de esta forma a las cosas que nos pueden ayudar. 

Una entre las muchas que existen es la bendita procrastinación. 

Sobre todo, con las tareas o actividades que consideramos más sencillas de realizar. 

Como las vemos tan simples, nuestra tendencia es a pensar que eso prácticamente se hace solo y lo dejamos mejor para después. 

Incluso en mi país, existe un dicho popular, pero irresponsable que reza: “no dejes para mañana, lo que puedas hacer pasado mañana”. 

A esta dilación de tareas añádele las dificultades emocionales que podamos tener. 

Como por ejemplo la falta de motivación y la impulsividad. 

Enfatizando esta última porque al ser tan impulsivos, buscamos tomar decisiones que nos lleven a la gratificación instantánea. 

En fin, podríamos quedarnos dos o más horas listando todas las posibles causas que nos llevan a evitar acciones de las cosas que nos convienen. 

Pero desde el punto de vista de mis observatorios durante estos años sobre el tema, me inclino a pensar que esto tiene un origen en la autoestima. 

Por ejemplo, hace algunos días estaba hablando con una persona que ya conozco hace un par de años. 

En cierta oportunidad lo vi caminando cojo y le pregunté que le pasaba. 

Él me dijo que cuando estaba joven, se dedicaba a cargar cosas muy pesadas en su trabajo. 

Incluso un señor de edad avanzada y con mucha experiencia en ese trabajo le recomendaba que no hiciera eso. 

Que, con los años, la vida pasaba factura a todo y su espalda iba a sufrir las consecuencias. 

Bueno, cuando uno esta joven, siempre es picado a varón y se pasó la recomendación del señor por el forro. 

Así pues, ahora que ya no es un muchacho, tiene una linda lumbalgia, sumada al insoportable dolor que periódicamente le produce el nervio ciático. 

Y eso no es todo. 

Recientemente estaba hablando con él y me contó que debe ir a odontología porque tiene una caries. 

Me contó que el solo pasar el hilo dental por esa zona donde tiene la caries es una tortura. 

¿Y adivina que está esperando para ir al odontólogo? 

Para los que no estamos en esos “zapatos”, nos puede parecer algo gracioso y hasta decir “que personaje tan bobo”. 

Le gusta sufrir por gusto. 

Pero yo creo que todos hemos hecho en nuestra vida este tipo de cosas, aun sabiendo las consecuencias que nos esperan. 

Por ejemplo, este angelito lindo, hace unos 11 años apropiadamente, realizaba sentadilla frontal con 120 kg. 

Cuando me agarró un dolor en los ligamentos de las rodillas yo decía: “tan raro”. 

Incluso entrenaba con analgésicos. 

Mejor dicho, allí es cuando uno se da cuenta que Dios existe y estoy caminando de milagro. 

Tiempo después decidí ir descartando ejercicios para saber cuál era el que me estaba provocando ese dolor y comencé por la sentadilla frontal. 

“Mágicamente” se me quitó el dolor desde el primer día y comencé a cuidarme más. 

Allí fue cuando me di cuenta de que uno atenta contra uno mismo en nombre de la “superación”. 

En ese momento yo estaba llegando a los 40 años de edad y no era buena idea cargar tanto peso que ni siquiera es recomendable para un joven. 

Finalmente, el cuerpo humano no está diseñado para esos extremos. 

Por eso es que hay tanta gente joven en la actualidad con problemas en las articulaciones. 

Nosotros “sentimos” que, si hacemos cosas de este tipo, es decir asombrosas, vamos a ganarnos la admiración de terceros. 

Que es eso sino busca la validación de otros debido a nuestra baja autoestima. 

De hecho, un joven que conocí hace años en el gimnasio siempre decía que nosotros debemos entrenar el cuerpo y no el ego. 

Y tal vez me estés preguntando en este momento: “pero Gabrielito lindo, como la autoestima afecta en que una persona desee tener más dinero y no haga nada por ello”. 

Precisamente el no hacer nada por mejorar tu economía, sabiendo que es algo que te va a beneficiar, está indicando baja autoestima. 

Eso que te está frenando son las voces interiores que te dicen que no mereces vivir en abundancia. 

Y esas mimas voces son las que te dicen constantemente que no te cuides. 

Que bebas, fumes, o comas en exceso, porque te lo “mereces”. 

Lo que se puede hacer ante esto es auto evaluarse si eso que estás haciendo o dejando de hacer, realmente te conviene. 

Y cancelar de inmediato sino te conviene o por el contrario no permitir que te venza la pereza de hacer las cosas.

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Sanación Emocional Maternal: El Poder de la Energía Materna en el Bienestar de tus Hijos

Antes que nada, debo advertirte que el tema que trataremos a continuación no tiene una base sólida científica. 

A pesar de esto, los resultados que aquí menciono los he observado una y otra vez con estos ojitos que tantas cositas lindas han visto. 

Y este tema tiene que ver con la sanación que nos puede brindar nuestra madre. 

Para ponerte en contexto, por allá entre el año 2018 y 2019 di con un grupo de personas que se reunían a compartir lo que habían leído acerca del libro llamado UN CURSO DE MILAGROS. 

Este es un libro que como lo definió perfectamente el doctor Wayne Dyer, es una colección de escritos brillantes que te conducen a la sanación emocional y espiritual. 

Oficialmente el libro fue escrito por la doctora Helen Schucman y publicado en 1976. 

Y si no has escuchado nada acerca de este libro, ya sabes que este tipo de información no es muy viral, porque no se trata de chismes o tonterías de farándula. 

Bueno, como en toda reunión que se respete, esta tenía una señorita que moderaba o lideraba los temas. 

Y en cierta oportunidad contó una historia sobre sus padecimientos cuando la visitaba “Andrés”, el que viene cada mes. 

Esta señorita padecía de fuertes cólicos menstruales que le llegaban con su periodo. 

Y su dolor era tan intenso que podía caer desmayada por varias horas, y despertar en una clínica. 

En su interior dijo que eso no era normal y comenzó a indagar sobre el tema. 

Ella descubrió que su dolor se debía a una antigua rencilla que tenía con su señor padre. 

Y como ella estaba guardándose ciertas cositas en secreto, pues su cuerpo las manifestaba de esa forma, con dolor. 

También nos comentó que dentro de sus análisis se dio cuenta que cuando una madre sana emocionalmente, su descendencia automáticamente prospera. 

Es decir que les mejora su vida. 

Pues el útero contiene “memorias” y estás son pasadas a sus descendientes digamos que de forma energética. 

Como te puedes ver, esta información requiere un poco de fe. 

No posee una base científica que nos asegure que esto sea correcto. 

De cierta forma esto puede tener lógica, pues todos pasamos por el útero materno. 

Pero como yo soy un hombre de poca fe, que no se fía, de la ciencia o de cualquier otro tipo de religión, me di a la tarea de compartirlo con personas cercanas. 

A mí no me gusta creer mucho lo que me diga X o Y persona, por muy experto que sea. 

O porque se rompió el lomo estudiando. 

Soy un partidario que para ver si algo funciona, uno debe probarlo. 

Por ejemplo, le comenté esta información a la madre de mi hija. 

Desde que la conocí padecía mucho de estos dolores menstruales. 

Y “mágicamente”, se sanó de estas dolencias. 

Lo más curioso es que mi hija en ese momento llegó a la preadolescencia e iba por la misma, es decir con dolores en su periodo. 

¿Y adivina que pasó cuando la mamá comenzó a trabajar en ese tema? 

Pues efectivamente la muchachita de la nada se le quitaron las molestias. 

Bueno yo dije: “puede ser coincidencia”, o como decimos en mi país “fue de pura chimba”. 

Así pues, le comenté esta misma información a una compañera de oficina que también padecía de lo mismo. 

¿Y adivina? 

De nuevo el mismo patrón de sanación se presentó con ella. 

Recuerdo que la señorita que moderaba este grupo utilizaba una canción, que encontró en esta plataforma. 

Y quizás en este momento te puedas estar preguntando si esto solo sirve para sanar dolores menstruales. 

Bueno desde mis observaciones sobre el tema, esto puede sanar cualquier cosa. 

Si una madre sana sus situaciones emocionales, he visto que casi de inmediato la vida de sus hijos se organiza. 

Así que quiero animarte, mediante esta información que, si eres madre, sanes tus emociones para que el beneficio no solo te alcance a ti, sino también a tus amados hijos. 

No vas a perder nada con probar si es cierto o no, pero si tienes mucho que ganar en bienestar. 

Debes tener presente que las cosas no funcionan de la misma forma para todos. 

Algunos obtendrán resultados asombrosos, quizás tarden más tiempo y en algunos casos no sea efectivo.

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