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lunes, 13 de mayo de 2013
Tomando mejores decisiones
Por Ingeniero Gabriel Salazar4:50:00 p.m.decisiones, dinero, mejorar, problema, Salud
4 comentarios:
Creo que todas las personas, sin excepción, en este
planeta hemos pasado una o varias situaciones que nos complicaron y amargaron
la vida. Quizás muchos prefiramos no recordar estos eventos, pero como afirma
un dicho muy conocido “aquel que no conoce la historia, está condenado a
repetirla”.
Cuando nos sentamos a analizar nuestros eventos
desagradables, de una forma imparcial, llegamos a la conclusión que pudimos
haber evitado eso. Incluso llegamos a culparnos por no haber hecho nada, ocasionándonos
mayor infelicidad.
Como hemos visto en entradas anteriores, las decisiones
que tomamos, ya sean importantes o triviales, provienen de lo que sentimos
sobre las cosas. Por ejemplo cuando compramos, si nos vamos a cambiar de lugar
de vivienda, la película que veremos, con quien la veremos, etc. proviene de
las emociones que sentimos actualmente.
Lamentablemente no existen instituciones educativas donde
hagamos un entrenamiento sobre nuestras emociones. Y para tristeza nuestra, la
poca información sobre este tema, la hemos recibido o recibimos actualmente de
Novelones en Televisión donde solo vemos gente llorando, envidiando, careciendo
de algo o todo y hasta maquinando el mal contra su prójimo.
En cierta ocasión salió un comercial de televisión en mi
país donde se engrandecía este tipo de información argumentando que todo lo que
se producía allí era de “nuestra realidad”, cuando en realidad las cosas
ocurren al contrario. Y asumiendo que fuera cierto, la información del
comercial, ¿por qué seguir viendo cosas que nos chingarán más la vida?
Esto presenta un reto, pues la pregunta de muchos es ¿entonces
qué me sirve, que puedo ver que me beneficie? Para empezar, creo que tu
televisor traía un control remoto, ¿correcto? Entonces cambia de canal y
observa otro tipo de información. Si definitivamente no encuentras nada,
recuerda que tienes a tus pies una herramienta muy poderosa donde seleccionas
lo que quieres meter en tu mente llamada Internet. Y si definitivamente no
puedes con eso, hay algo que se llaman libros donde puedes expandir tu conocimiento
en el área que deseas.
¿Qué necesitas estar informado? ¿De qué? ¿Vas a ayudar a
alguien con esa información? ¿Te está ayudando a ti?
Mira mucha gente se queja en sus vidas de la infelicidad
y los problemas. A veces se levantan aburridos, odiando y maldiciendo a todo,
incluso a la Vida como si la Vida tuviera la culpa de que fuéramos tan
pendejos. Otras veces se levantan con miedo e incluso van a realizar sus
actividades o trabajo con este tipo de información, desmejorando el servicio
que le prestarán a otros o exponiéndose a quedar desempleados por bajo
rendimiento.
Lo curioso de esto es que veo siempre a estas personas
invocando a Dios y su ayuda para poder tener un poco de paz y felicidad en sus
vidas. Por ejemplo conozco varias personas que actualmente pasan por varias
dificultades en el plano económico. Recuerdo que esta situación también la viví
yo en el pasado. Yo le pedía a Dios, un Dios que ni siquiera saludaba o le daba
las gracias por la vida, que me sacara de mis problemas económicos.
Para sorpresa mía la respuesta llegaba a través de las
personas que estaban a mí alrededor. Increíblemente la solución estaba allí
pero yo no la podía ver por dos razones fundamentales. La primera era que yo
espera que “papito Dios” mandara un ángel vestido de traje con una maletita
llena de dinero. Y lo segundo, era tanta mi desesperación en ese momento porque
no ocurría lo primero, que no podía ver las soluciones al frente de mi cara.
Recuerdo que mi mejor amigo desde hace muchos años me
sugirió que si uno disminuye sus ingresos, lo lógico era disminuir sus gastos.
En teoría hacer esto es lo más obvio y lógico. Solo una mente pendeja no lo
haría, pero intenta decirle eso al Ego.
Con esto quiero decir que cuando te has acostumbrado a un
determinado nivel de vida y comodidades, es muy complicado bajarse de allí,
pues vienen a tus sistema nervioso diferentes emociones que te indican que cómo
te vas a devolver o retroceder en tu avance, lo que hace que el problema con el
tiempo se agrave más.
Efectivamente esto pasa, hasta que la vida resuelve las
cosas por nosotros y ocurre lo inevitable. Tienes que abandonar tus “lujos” (léase
caprichos) y hasta hacer cosas que pensaste que nunca te pasarían a ti. Porque
te aseguro que cuando uno está bien o no han pasado dificultades grandes, uno
siempre piensa, “eso no me pasará a mi jamás porque cuento con la protección de
Dios y bla bla bla”.
Si en el pasado has enfrentado situaciones complicadas,
intenta recordar cómo empezó todo. Las cosas no ocurrieron por si solas de un
momento a otro. Fueron tus decisiones que poco a poco llevaron tu vida por ese
camino tormentoso. Y aquí volvemos al principio de esta entrada. ¿Por qué
tomaste esas decisiones? Correcto, por la información previamente instalada en
tu mente.
Lo más importante este día es ¿qué harás desde este
momento? Recuerda que si sigues haciendo lo mismo que haces en este momento,
tendrás la vida que tienes actualmente. Si esperas un cambio debes hacer cosas
diferentes y eso solo es posible mediante la expansión de tu conocimiento
mediante la información que ingresas en tu mente.
Si quieres ser un experto en computación, pues no lo vas
a lograr viendo películas de acción. Solo es posible si ingresas información
del tema. ¿Quieres iniciar un negocio? ¿Quieres más dinero? ¿Quieres amarte y
que te amen? ¿Quieres mejorar tu salud y condición físicas? Pues entonces
tienes que comenzar a dejar de meter basura en tu mente y dedicarte a ingresar
la información que necesitas para mejorar en tu vida.
Una de las dos razones por las cuales yo quité la
información de los medios de comunicación tradicionales en mi vida fue esta. Me
di cuenta que la basura mediática solo sirve para que consumas cosas y aprendas
a obedecer agachando la cabeza antes las adversidades reales o imaginarias.
Es por eso que como buen consejo que un amigo un día me
dio te lo entrego ahora. Aprende a controla tus emociones, pues de lo contrario
otra persona te controlará.
miércoles, 15 de febrero de 2012
La soledad que produce la falta de Amor
Por Ingeniero Gabriel Salazar12:23:00 p.m.Amor, ayudar, emocional, Libertad, padres, pensar, problema, Temor, Vida, vivir
No hay comentarios.:
Todos en algún momento de nuestras vidas hemos
experimentado el dolor amargo de la soledad, a pesar de estar rodeados de
millones de personas en este planeta, pues la tecnología hoy en día nos permite
conectarnos de una forma que jamás llegamos a imaginar.
Sin embargo, este fenómeno de soledad se presenta no sólo
en solteros, sino también en personas casadas, que aunque tengan su pareja al
lado, sienten un absoluto abandono de la otra parte. Pero ¿por qué ocurre este
fenómeno mundial?
Para poder entenderlo, analicemos la forma en que iniciamos nuestras relaciones. El
escritor estadounidense Neale Donald Walsch, en su libro Conversaciones con
Dios, describe la forma disfuncional en que nosotros iniciamos nuestras relaciones al basarlas en el temor y no en el
Amor.
Allí se expresa que iniciamos sintiendo temor al decirle
a una persona “te amo”, pues pensamos inmediatamente si a cambio vamos a
recibir la misma expresión de “yo también te amo” y lo que es peor, cuando la
escuchamos de vuelta, sentimos un nuevo temor y es, por cuánto tiempo vamos a
conservar ese amor.
¿Qué clase de amor, puede ser uno basado en el temor?
Lamentablemente esta es la forma en que abordamos este
tema tan importante en nuestras vidas, pues ese sentimiento nos acompaña desde
nuestra concepción y nos acompañará hasta el último día que estemos en este
planeta, pues se ha podido comprobar que al final de sus días una persona no
está pensando en las cosas que adquirió, o donde viajó o cuantos títulos logró.
Está pensando en el Amor, en las personas que dejará y que están a su lado.
Son varios errores los que nos permiten seguir viviendo
de esta forma y reafirmando aun más la creencia en que el Amor es algo
doloroso. El primer error es pensar
que yo no me equivoco y que soy libre, pero libre para seguir siendo un pendejo(a),
y que me las sé ya todas en el amor. El segundo error es pensar que soy un adulto y que puedo perfectamente manejar
cualquier situación de forma madura.
Aquí tenemos un verdadero problema, pues nuestras decisiones
en cualquier tema de nuestras vidas, principalmente un tema emocional como el
Amor, no dependen de la lógica o la inteligencia, sino de lo que aprendimos
cuando éramos niños. En otras palabras son reacciones condicionadas por lo que
le aprendimos a nuestros padres, profesores, parientes y personas influyentes
en nuestra niñez.
Si nuestros padres, sufrieron por Amor, adivina quien
estará copiando su forma de vida. Y en
este punto hay que tener cuidado, pues inconscientemente es incorrecto ser mejor
que nuestros padres. Los amamos tanto que “superarlos” o vivir mejor que ellos,
podría llegar a ser una traición de nuestra parte.
Aquí alguien puede decir, “mi padre no tuvo automóvil a
mi edad, pero yo si lo tengo y eso prueba que lo superé”. Pero en realidad lo ¿superaste
emocionalmente? ¿Vives mejor que él como persona? ¿O también te has frenado al
igual que él a expresar todo el amor que sientes en tu interior? ¿Tratas a los
demás como él lo hacia contigo? Obsérvalo a tu edad y observarte, ¿se trata de
una continuación emocional?
En realidad la mente inmadura, es un remedo o copia de
sus padres. Y si estos sufrieron, pues ya entenderás por que la vida de una persona se basa en el
sufrimiento, el dolor y la desdicha.
Conociendo todo esto, ya sabemos que estamos jodidos en
esa área, pero entonces ¿cómo se puede cambiar todo esto? Como en todas las
recuperaciones, lo más importante es aceptar el daño. Si aceptamos que tenemos
un problema, es más fácil hacer algo por la situación. Seguido de esto debo
hacerme cargo de mi mismo. De mis emociones. Aquí muchos fallamos, pues nuestro
interior está lleno de tanto dolor que jamás entramos en contacto con nosotros
mismos.
Es por eso que le huimos a la soledad, al silencio a
través de la música disfuncional, la televisión, el entretenimiento (así sea de
baja calidad), pero que me permita distraer mis momentos de dolor. ¿Recuerdas
cuando eras un niño y te golpeabas? La madre (por lo general), intentaba
desviar tu atención del dolor mostrándote otras cosas o cantando. Así fuiste
aprendiendo a no sentirlo y expresarlo, sino a distraerlo. Y si observas, eso
has estado haciendo toda la vida. Distrayendo
el dolor o el miedo hacia otras cosas.
Esta es una salida muy inteligente, pero enferma, pues al
final no soluciona nada, sino que cada vez
te hace más dependiente de las distracciones, provocando cada vez más vacío en tu interior produciéndote aburrimiento y más
dolor, y luego le reclamas a Dios, al Universo, la Vida o a cualquier Santo de tu devoción, por qué te está pasando
eso a ti… Suspiro.
Por eso muchas personas sufren de insomnio. En la noche,
como no pueden hacer ruido para distraerse, su cerebro comienza a generar voces
e imágenes mentales, más emociones que te acosan y no te dejan dormir. Entras en
modo “solucionar problemas” y por eso al otro día estás cansado(a) y por falta
de concentración haces las cosas mal y esos errores te llevan en un ciclo
infinito de desdicha.
Hacerse cargo de ti mismo significa aceptar tus
emociones, no escapar de ellas. Escribirlas para aprender a conocer que nos
dicen. Meditar en ellas y conocer su significado. Sentirlas y llorarlas y sobre
todo comenzar a decirte a ti mismo que a pesar de sentir todo eso y vivir cosas
que no te gustaron, te amas y te aceptas completa y profundamente a ti mismo. Y
que siempre te acompañarás tú mismo, pase lo que pase o sientas lo que sientas.
Esto es lo que se conoce como integración emocional.
Cuando comienzas a hacerte cargo de ti mismo, ocurre un
fenómeno asombroso que consiste en dejar
de meterte en la vida de los
demás, pues pasas a solucionar tu vida
y dejar de meterte en la vida de los demás a opinar, solucionar
e intermediar. Dice una frase popular
que el 90% de los problemas del ser humano son por meterse en lo que no le
importa. Este fenómeno produce una sensación de libertad, pues sientes que te
has quitado el peso de cargar con las emociones de otros que no te
corresponden, pues al fin y al cabo tu Creador no te envío aquí a cuidar a nadie,
salvo a ti mismo(a).
Después de esta libertad, viene lo que llamo punto de
peligro emocional, pues como ya te comienzas a sentir bien, quieres que todo el
mundo este bien y vuelves a pasar en convertirte en el solucionador oficial de
los problemas ajenos, lo cual te llevará nuevamente al malestar.
Mira, es muy noble ayudar a los demás y correcto. Pero meterse
en sus vidas no es ayudar. Es complicar. La mejor ayuda que le puedes dar a las
personas es mostrándoles con tu ejemplo que se puede vivir con calidad. Esto
hará que otros quieran seguir tu ejemplo y solitos buscarán el modo de vivir
bien. Es similar a dar limosna. La limosna a los pobres no les soluciona el
problema. Les ayuda unos minutos a calmar el hambre pero de allí no pasarán,
pues lo que aprendieron es que hay muchos pendejos que les dan y esto los lleva
a una zona cómoda donde se quedan esperando que les sigan dando. Si quieres
ayudar a los pobres, lo mejor que puedes hacer es convertirte en una persona
rica, pues esto les dará un modelo y un ejemplo a seguir. Y eso si es ayudar,
pues como dice la frase popular, es
mejor enseñar a pescar que dar un pescado.
Cuando uno sana emocionalmente sus heridas, todo
alrededor se transforma. Comienzas a ver el Amor de la vida por ti. Comienzas a sentirte enamorado de ti. De tu cuerpo, de
tu vida y comienzas a disfrutar de
los pequeños detalles de la vida,
comer, oler, escuchar, dormir, de los animales, del silencio, de la belleza, de
tu energía, del sexo y un sinfín de cosas que pasan por nuestros ojos y no las
vemos por estar ocupados sufriendo y metiéndonos en lo que no nos importa.
Y al final cuando das amor, ya no te da miedo que te
lastimen, pues te das cuenta que la única persona que puede lastimarte eres tú
misma(o), lo das sin reserva y sobre todo no permitirás las cosas que permites
hoy por temor al abandono, desprotección, que produce la dependencia emocional
de otro guey.
Lucha por tu libertad. No permitas que tu vida pase en vano. Vive de tal forma
que tu Creador se incline ante tu valor y amor por la vida. Te aseguro que la vida
vale la pena vivirla de esa forma. Te deseo lo mismo que yo deseo para mi y que
puedas rencontrarte con el amor de tu vida
que eres tu misma, tu mismo.