Retoma el control de tu vida. Estrategias efectivas para el control emocional

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lunes, 17 de agosto de 2020

La posesión en el amor



La posesión en el amor Yo creo que todos soñamos con tener una relación donde nos sintamos no solamente felices sino completamente correspondidos.

Lamentablemente el ideal del amor lo hemos estado aprendiendo del cine, la televisión etc., y no necesariamente con ejemplos de relaciones sanas.

Entre más disfuncional sea una relación, es decir más enfermiza, llena de peleas, celos etc., más pasional será la reconciliación.

Pues esto es lo que aprendimos de las relaciones intensas.

A mayor “amor”, mayor intensidad y por lo tanto debemos exigirle o buscarle cualquier situación que nos demuestre que la otra persona en verdad nos ama.

Es por eso que formamos dramas innecesarios y hasta por cosas pequeñas que no tienen trascendencia en la vida.

Buscamos problemas imaginarios para sentirnos amados por nuestro compañero o compañera.

Este tipo situaciones viene siendo “normal” en las relaciones entre adultos.

Pues como dijo en una oportunidad el doctor Luis Fernando Hoyos Aristizábal, si al ser humano adulto le hacen un test de inteligencia emocional, no pasa de los 14 años de edad.

A título personal, yo paso ante una persona con estas características, es decir, que le guste el drama y ame las reconciliaciones.

¿Pero qué tan “normal” es sentirnos dueños de nuestro compañero o compañera sentimental?

Como vimos en el vídeo anterior, LA PERCEPCIÓN DEL ABANDONO, nuestra necesidad de poseer proviene de una herida de la ilusión de la separación.

Digamos que sentir la necesidad de poseer el amor es algo “normal” gracias a esto.

Y es también “normal” que sintamos apego por una persona con la cual hemos vivido tantas cosas bonitas.

Pero no es normal que sintamos ese desespero por tener la persona que sea al lado con tal de no sentirnos solos.

Y con tener una persona, me refiero no solo a compañía, sino al aspecto romántico.

Pues una persona bajo estas condiciones no acepta por decir, una relación de amistad con alguien que le interesa de forma romántica.

Una persona posesiva no solamente está llena de miedo, desconfianza e inseguridad, sino de una de las enfermedades progresivas más peligrosas como los celos.

Personalmente llegué a escuchar gente a mi alrededor decir, que un poco de celos era bueno para la relación.

A esto le llamaban celos “sanos” pues le daban picante a una relación para que esta no se volviera rutinaria.

Tristemente los celos siempre terminan socavando el amor que pueda existir en la otra persona.

Un ser posesivo comienza sistemáticamente a prohibir cosas en el día a día de la otra persona, básicamente con dos finalidades.

La primera es controlar a la otra persona para sentirse exclusivo. Que no existe nadie más que vaya a ocupar su lugar.

La segunda es sentir correspondencia del amor, pues al ser una persona temerosa e insegura, necesita de la confirmación constante de que vale y por eso se le quiere.

Este tipo de personas tienen la autoestima ni siquiera a nivel del mar.

Es por eso que aceptan en su vida cualquier persona, lo primero que se les aparezca, así esta, de indicios que en el futuro le va a hacer pasar un mal rato.

Como puedes ver abandonar esta condición no es tan fácil por los temores e inseguridades interiores.

Existen altas probabilidades que una persona así no pueda salir sola de esa condición, sino que requiere ayuda profesional.

Sin embargo, como primer paso, esto requiere aprender a soltar a las demás personas.

Sobre todo, las que te interesan de forma romántica y trabajar con tu autoestima.

Con esto me refiero que una persona posesiva sufre bastante cuando su pareja decide compartir con otras personas socialmente sin esta.

Las famosas noches de amigas o amigos suelen ser la angustia más grande que un posesivo pueda tener.

En estas situaciones existe una línea bastante delgada entre la infidelidad y la confianza.

Pues lamentablemente los posesivos casi siempre dan con personas infieles.

Es como si estuvieran buscando este tipo de personas para poder controlar su “infidelidad”.

Algunas personas me han preguntado qué hacer en esos casos, yo simplemente les respondo que, si no hay confianza, no es recomendable estar con esa persona.

No solo es malo porque te mortifica, sino también para la otra persona pues va a actuar coaccionada mientras la puedan observar.

En otras palabras, esa persona te va a morronguear como dicen en mi ciudad natal.

Adicionalmente cuando hay desconfianza, esto suele ser tu interior que te está avisando que algo anda mal.

Si quiere conocer una información más detallada sobre este tema te invito a mirar APRENDIENDO A SEGUIR LA INTUICIÓN.

Así pues, quiero animarte a través de esta información a prestar mucha atención a las exigencias que haces hacia otras personas.

Recuerda que nadie está obligado a corresponder tus sentimientos, ni tampoco estás obligado a cumplir los caprichos emocionales de otras personas.
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lunes, 23 de marzo de 2020

Qué es lo que le ocurre al amor



Qué es lo que le ocurre al amor Así lo aceptemos o no, el amor en pareja es tan necesario como el dinero.

Es una necesidad en nuestras vidas ya que somos seres sociables por naturaleza.

Ninguna persona es capaz de estar mucho tiempo en soledad.

Y si logra estarlo, con el tiempo va a tener la tendencia a deprimirse o sufrir un sentimiento de dolor, amargura y derrotismo.

He tenido la oportunidad de conocer personas bastante espirituales, pero de la misma forma solitarias.

Me he dado cuenta que estas personas intentan ser agresivas con todo y todos los que los rodean.

Se sienten “autosuficientes” y siempre “tienen” la razón en todo lo que enfoquen su mente.

Sin embargo, son capaces de hablarte con mucha dulzura y mirarte con compasión debido a su alto gran de espiritualidad y conexión con la vida.

Lamentablemente carecen de algo tan importante como es el amor de una pareja.

Recuerdo que cuando era un niño el romanticismo era muy común en aquellos años.

Las personas no solo se regalaban flores o chocolates, sino que también se escribían cartas.

Las parejas se casaban muy pronto y los matrimonios duraban mucho más de lo que hoy podemos ver en los que logran casarse.

Con el auge de la tecnología entraron las redes sociales.

Dejamos de escribir en papel y comenzamos a escribir en medios digitales.

Nos hemos vuelto tan desconfiados que hasta reclamamos que nuestra pareja indique que le gusta una foto de otra persona.

En otras palabras, cambiamos el romanticismo por la inseguridad.

Primero nos da pánico expresar nuestros sentimientos a alguien pues no queremos caer en la friendzone.

Queremos escuchar un te quiero de regreso si es que nos atrevemos a expresarlo.
Y si lo llegamos a escuchar de inmediato entra en nuestro corazón un nuevo miedo y es por cuanto tiempo durará ese amor.

Y así nos la pasamos en relaciones llenos de desconfianza, inseguridad, celos, enojo, tristeza y amargura.

En realidad, volvemos una experiencia tan maravillosa como lo es el amor, en una lucha constante por no ser engañado o abandonado por nuestra pareja.

A muchas personas las he escuchado decir que entre más frio el corazón viven más “felices” y tranquilos.

Pero en realidad lo único que le da sentido a la Vida es el amor en todas sus manifestaciones, especialmente el amor de pareja.

Pero en vista que todos hemos pasado por experiencias amargas en este sentido, elegimos ser fríos y calculadores a la hora de “amar” a un desconocido(a) que dejamos entrar en nuestra vida.

Otros por el contrario eligen no comprometerse con ninguna persona y en cambio “disfrutan” del cariño de múltiples besos y abrazos.

En ambos casos, nos estamos engañando pues con la mano en el corazón, ¿quién no desea estar al lado de esa persona especial que se ama y sentir que eres amado(a)?

Es por eso que podríamos concluir que las personas más “frías”, en realidad son las más necesitadas de amor.

Lo único que ocurre es que han sido lastimadas y por eso forman una coraza de protección, mostrando que son inalcanzables.

Así pues, tenemos dos caminos a seguir que son “vivir” el amor de forma sistemática para sentirnos seguros en caso de que nos intenten hacer daño.

O podemos vivir el amor sin miedo a dar ni recibir nada a cambio.

Lamentablemente el amor de pareja lo vemos como una especie de trueque donde tú me das y yo te regreso, ya sean cosas positivas o negativas.

Si me das una caricia, yo te doy otra o si me engañas, yo también te engaño.

Y puede que en este momento te estés preguntando ¿cómo dar amor sin esperar nada a cambio?

Si observas la Vida, Dios, el Universo o como quieras llamar esa presencia Divina, para todos hace salir el sol.

Lo mismo la lluvia, el alimento, el aire, etc. No se detiene a ver si le dan las gracias, o si le dan amor, etc.

Simplemente da con todo el amor pues eso es la felicidad.

El amor es buscar la felicidad y el bien de la persona amada.

¿Que cómo se podría llegar a un estado de amor tan desprendido con nuestra pareja?

Aquí es donde entra el amor propio.

Todos buscamos que nos den seguridad, felicidad y amor mediante nuestras relaciones.

Es por eso que hemos convertido el amor en un negocio o trueque donde siempre esperamos algo a cambio.

Todo eso que buscamos en otra persona nos lo podemos dar nosotros mismos.

Te aseguro que cuando lo hagas, vas a ser tan feliz que con tu pareja solo buscarás compartir ese sentimiento buscando que se sienta de la misma forma.

Así que te animo mediante esta información a retomar el camino del amor propio para expresarlo con tu pareja.

El amor, el respeto y la lealtad solo se logran cuando han sido experimentados desde tu interior.
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lunes, 24 de febrero de 2020

Aprendiendo a dejar ir



Aprendiendo a dejar ir Una de las cosas que le da sentido a la vida es el amor.

Sin embargo, este puede también lastimarnos cuando no llena nuestras expectativas.

Esto no tiene por que ser así, pero lamentablemente todo lo que “sabemos” del amor se basa en lo que hemos aprendido en Cine, TV y cualquier otro medio masivo de comunicación.

Con esto me refiero que el amor si no lo tenemos como nos gusta entonces sufrimos.

En otras palabras, aquí estamos hablando de los apegos y la posesión del amor como imagen que nos han proyectado.

Por ejemplo, yo crecí con la creencia de que una novia era para besarla todo el tiempo.

Si no había besos, entonces el amor se enfriaría y se perdería con el tiempo.

Exactamente esto mismo llegué a pensar de las relaciones íntimas.

El amor va mas allá de lo que tu deseas complacer en ti.

Más allá de reclamar ese derecho de propiedad que tienes sobre las personas que te interesan.

Este sentimiento no solo incluye las relaciones románticas, sino también las parentales o cualquier otra.

Pero la pregunta que puedas estarte haciendo es “¿si el sentido del amor no es la posesión, entonces como soltar o dejar ir a una persona que te importa?”

Mira yo te voy a ser muy honesto. Si una persona en la actualidad no tiene interés en alguna otra, fácilmente te puede decir “suelte los apegos que eso es malo y bla bla bla”.

Como hemos mencionado en este blog, una persona no piensa lo mismo con un millón de dólares en su cuenta bancaria y recién almorzado a estar en la ruina y pasando hambre.

En el primer caso es muy fácil hablar de control emocional.

Si habláramos del segundo caso, vivenciar una pérdida importante no es tan fácil hablar de soltar.

Infelizmente en este planeta no existe una persona sana emocionalmente. Todos estamos enfermos, solo que algunos vamos sanando cada día más.

Y esto ocurre por la “educación” mediática que hemos recibido durante toda nuestra vida.

Llegar a un estado emocional donde tú dejes de sentir apegos por una persona que amas es una odisea bajo esas condiciones.

Y actualmente tenemos dos opciones para esto. La primera es que la persona ya te dejó de importar y tú la “sueltas”.

La segunda es aceptando que las cosas ya dejaron de ser, que no va a volver a suceder aquello que te importaba tanto.

Obviamente este este es un camino más doloroso que el primero.

Pero todo esto se basa en el entrenamiento mental.

Con esto quiero decir que tu cerebro está diseñado para protegerte del dolor. Eso ya lo vimos anteriormente en el tema EL OBJETIVO DEL DOLOR.

Por eso popularmente nació el refrán que reza “No hay mal que dure 100 años, ni cuerpo que lo resista”, pues el dolor que sientes en algún momento dejarás de sentirlo por tu protección emocional.

Así pues, hacer consciencia día a día de que las cosas que te importaban desaparecieron, hará que tu proceso se vuelva un hábito y también emocionalmente te irás soltando del apego.

Diciéndolo de otra forma tienes que estar dispuesto a perder y aceptar esa perdida de lo que amas.

Enfrentar esas emociones de tristeza con honor y valor.

Nosotros en realidad no somos libres, pertenecemos a aquellos que son importantes para nosotros.

El asunto es que si deseas tener un equilibrio emocional en tus relaciones debes hacer conciencia que todo puede cambiar con el tiempo.

No te quedes esperando la comodidad de la situación actual pues nada en esta vida permanece.

Así que te animo mediante esta información para que desde hoy entrenes tu mente a soltar situaciones, cosas y personas.

No se trata de vivir con mentalidad de perdedor, sino de disfrutar lo que tienes, ahora que lo vivencias.

Al fin y al cabo, si con el tiempo pierdes algo importante, la Vida se encargará de darte algo nuevo.
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lunes, 10 de febrero de 2020

Existen emociones destructivas?



Existen emociones destructivas? Las emociones son herramientas de interacción con el mundo que nos rodea.

Muchas veces nos indican cual es el camino que debemos seguir y en otras oportunidades nos llevan a tener grandes fracasos.

Cuando pasamos por este tipo de situaciones es imposible no cuestionarse, ¿será que las emociones son buenas o malas?

Y si no lo son, ¿habrá algunas que nos perjudiquen y otras que nos sirvan?

De acuerdos a mis investigaciones y observatorios sobre este tema, las emociones por su naturaleza no son buenas o malas.

Para hacer una comparación, estas son similares al dinero.

Este no es positivo o negativo. Todo depende del uso que le demos a este y sobre todo que al sentirnos apoyados puede aflorar nuestras verdaderas intenciones con los demás.

Por eso mucha gente se queja que X persona que conocen “cambió”, cuando obtuvo una gran cantidad de dinero.

En realidad, dicha persona “no cambió”. Simplemente se sintió apoyado para llevar a cabo su verdadera intención.

Así pues, las emociones no son buenas o malas para nosotros.

Todo depende del uso que les demos.

El problema es pasar demasiado tiempo en alguna de ellas, ya que nos desequilibran.

Así que en este momento es inevitable cuestionarnos, ¿entonces sentir demasiada alegría es nocivo para nosotros?

La respuesta a esto es totalmente afirmativa pues, así como pasar demasiado tiempo enojado o deprimido no es buena idea para nuestra salud en general, lo mismo ocurre si todo el tiempo estamos “alegres”.

Y atención, no quiero que confundas alegría con felicidad.

La felicidad es el resultado del equilibrio en tus emociones.

La alegría es más bien una sensación tal como la angustia o depresión.

Los seres humanos cada instante estamos tomando decisiones que le darán forma a nuestro futuro.

Lo peligroso de permanecer en un estado emocional constante es que nos podemos equivocar al tomar estas decisiones.

Para que puedas entenderme mejor hagamos el siguiente laboratorio mental.

Imagina que estás pasando por un estado de euforia y tienes que tomar varias decisiones respecto a tu dinero.

Con la mano en el corazón ¿crees qué, si en este estado varias personas te vienen a ofrecer algo, por tu euforia no se los comprarás?

Lo mas probable es que terminarás con los bolsillos vacíos y lleno de cosas que no necesitas.

Lo mismo ocurriría si estuvieras en un estado emocional de tristeza.

Así pues, tomar decisiones con estados emocionales alterados nos puede llevar a cometer demasiados errores.

Y puede que en este momento te surja la inquietud, entonces Gabriel, ¿cómo haces para manejar tus emociones sin que estas te afecten tus decisiones?

Al igual que tú, yo también siento emociones como celos, envidia, tristeza, alegría, amor, etc.

Durante todos estos años he aprendido a encontrar un estado ideal emocional que podríamos denominar indiferencia.

Con indiferencia me refiero a los eventos que nos van llegando.

La pérdida de un ser querido o la perdida de salud ya sea propia o de alguien importante, por ejemplo, no dejan de ser eventos.

El problema es que estamos acostumbrados a reaccionar de forma negativa ante estos eventos.

Y no estoy diciendo que te alegres por cosas que consideramos normalmente malas, con el fin de contrarrestar tus emociones.

Eso no es posible, pues entre más intentes escapar de algo, eso más te perseguirá y sobre todo si estamos hablando de nuestras emociones.

Lo que me di cuenta es que todas las emociones están allí, esperando por nuestros pensamientos.

Ese en realidad es el truco de “controlar” nuestras emociones.

Por ejemplo, si te ocurrió algo desagradable en el pasado y con el tiempo comienzas a recrear en tus pensamientos dicho evento, te puedo garantizar que tus emociones van a cambiar casi que instantáneamente.

En cambio, dado el caso de que te ocurrió un evento, si comienzas a pensar en el evento como tal y en lo que aprendiste de dicho evento, también te puedo garantizar que sentirás una especie de indiferencia, o al menos no será tan traumático.

La única forma de lograr esto a mediante entrenamiento a actuar y no a reaccionar.

Esto se hace practicando todos los días hasta que se vuelve parte de ti.

Así que te animo mediante esta información a mirar los eventos de tu vida tal como son, simplemente eventos.

No le des trascendencia a cosas que no son importantes para ti y más bien enfócate en lo que sí deseas vivir.
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lunes, 18 de febrero de 2019

Análisis de la consciencia en nuestros actos



Análisis de la consciencia en nuestros actos La gran mayoría de la humanidad tenemos el concepto de que el bien y el mal son algo que traemos por naturaleza.

Es por eso que cuando alguien realiza un acto que está contrario a nuestras creencias consideramos que es malo.

Y por el contrario si la actuación de una persona coincide con lo que consideramos correcto, de inmediato lo consideramos como una buena persona.

Si somos honestos con nosotros mismos, nos daremos cuenta que bueno o malo es la persona que esté o no de acuerdo con nosotros o que haga o no nuestra voluntad.

En realidad tanto el bien como el mal provienen de constructos sociales que vamos adquiriendo desde nuestra llegada al mundo.

Por ejemplo, los que hemos nacido en occidente vemos de forma extraña y hasta cuestionable las costumbres del oriente.

Y puedes estar seguro que exactamente ellos nos ven a nosotros como raros, por nuestras creencias y formas de actuar.

Así pues, nos enfrentamos a un problema muy serio en nuestro comportamiento, pues te has preguntado si eso que consideras correcto en realidad le estará aportando valor agregado a los demás?

Respecto a esto, hace varios años dialogaba con mi mejor amigo sobre este tema.

Por aquel momento ambos teníamos un amigo en común que desde mi punto de vista él se dedicaba a hacerles daño a los demás.

Los estafaba, les mentía y prometía que les devolvería todo lo que invirtieran cuando sus negocios dieran frutos.

Mi mejor amigo decía que este personaje en realidad no tenía idea o no era consciente de que estaba actuando mal.

De hecho, dentro de sus conceptos sobre el bien y mal, de seguro consideraba que sus actos eran correctos.

En ese momento comencé a investigar este tema pues llamó fuertemente mi atención.

A través de estos años he podido ver como personas cercanas, vecinos y conocidos tienen un comportamiento bastante conflictivo con sus allegados.

Los tratan mal, insultan, disminuyen y minimizan sus esfuerzos por salir adelante.

Como este tipo de cosas no se pueden soportar durante mucho tiempo, la “victima” toma la decisión de alejarse.

Sin embargo, cuando tú les preguntas que ha pasado con esas personas que han lastimado, de inmediato contestan, “es muy raro que se fueran, pues de mi parte han recibido buen trato“.

Irónicamente, en estos casos, el victimizador se considera víctima porque la persona herida se ha alejado de ellos.

Como puedes ver, muchos de nosotros ni siquiera hacemos consciencia o nos importa muy poco el trato que les damos a los demás.

Quiere decir esto que hagamos lo que hagamos, podríamos estar perjudicando a alguien debido a que no existe una definición clara del bien y el mal?

Con referencia a esto, hace varios años conocí a un gran empresario con el que trabajé. En esos momentos, él estaba en un proceso jurídico contra otra empresa por fraudes que le habían realizado.

En una de las varias reuniones con él, llegó a mencionar que constantemente examinaba su consciencia para saber si estaba procediendo de forma correcta en contra de estas personas fraudulentas.

La verdad yo no entendía muy bien su proceder, pues en teoría él estaba haciendo lo correcto.

Fue mediante esta experiencia que aprendí de este empresario, la importancia de evaluar constantemente si nuestros actos son en realidad de justicia o por el contrario nos benefician únicamente a nosotros.

En el libro conversaciones con Dios del autor Neale Donald Walsch, se menciona una sugerencia sobre estas situaciones con las siguientes frases:

“Qué es ser bueno y quien tiene la última palabra?”

“Necesitas que te amenacen para hacer intrínsecamente lo que es correcto?”

Cuando tengas un problema siempre pregúntate “qué haría el amor ahora?”.

“Responde a esa pregunta y estaré allí, siempre, en todas las formas.”

Así que te animo mediante esta información a evaluar, basándote en el amor si tus acciones permiten un incremento en la vida de los demás o por el contrario restas valor a los que te rodean.

Tenemos la tendencia a pensar que no necesitamos a nadie y que podemos prescindir de ellos.

Pero en realidad todos somos uno y lo que le hagamos a los demás siempre retornará hacia nosotros.
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lunes, 11 de febrero de 2019

La conexión entre el pensamiento y la acción para lograr metas



La conexión entre el pensamiento y la acción para lograr metas La riqueza, al igual que la pobreza no dependen de una región.

Lo mismo podemos decir de las profesiones. Donde quiera que miremos hay médicos ricos, y médicos pobres. Contadores ricos, y contadores pobres.

Vemos esto mismo para cualquier profesión, incluyendo abogados, arquitectos, ingenieros, conductores, comerciantes, etc.

Antes de conocer todo el proceso de las emociones y como estas nos afectan, yo creía firmemente que este fenómeno era cuestión de desorganización con el dinero.

Sin embargo podemos ver personas que ahorran durante mucho tiempo y aun así no logran cumplir sus objetivos.

Otros por el contrario gastan libremente y parece que cada vez su patrimonio mágicamente va creciendo en vez de disminuir.

Entonces qué es exactamente lo que diferencia a una persona rica de una pobre?

Ya hemos visto que influye mucho la mentalidad. O en otras palabras la información que constantemente reciba sobre este tema y que afecta sus pensamientos.

Pero hay algo que la persona que se está capitalizando fácilmente hace ya sea consciente o inconscientemente.

En el libro PIENSE Y HAGASE RICO del autor Napoleón Hill, se nos dice que todas las cosas que existen y han existido están hechas de lo mismo.

La ciencia moderna nos ha demostrado que del mismo material del que estamos hechos nosotros, es el mismo del cual están hechas las estrellas.

El señor Hill en su libro llama a esto la Sustancia sin forma.

Cuando nosotros pensamos en algo de forma constante, en realidad lo que estamos haciendo es alterando dicha sustancia sin forma.

En otras palabras, los pensamientos al ser energía, pueden alterar otra energía especialmente esta sustancia sin forma que está allí disponible para crear cosas.

Un ejemplo de esto es el petróleo. Cuando yo era niño, decían que en el año 2000 el petróleo ya no existiría.

Debido a que provenía de los fósiles de dinosaurios, en algún momento tendría que acabar.

Sin embargo vemos que cada día se producen millones de barriles de crudo.

Podemos ver que al parecer hay algo que está creando de la nada nuevo combustible para seguir moviendo el mundo.

Es a esto que el señor Napoleón Hill le denomina la sustancia sin forma.

Lamentablemente este tipo de literatura no ha sido un común denominador en nuestras vidas.

Desde muy pequeños nos enseñaron a mirar la apariencia de las cosas y no ver la realidad.

Así pues creemos solo en lo que vemos y experimentamos con nuestros sentidos.

Para poner un ejemplo, piensa en la carencia del petróleo hace unos 40 años.

La realidad es que tal carencia no existe y cada día encontramos nuevos hallazgos de este material.

Y no solo pasa con el petróleo. También con las piedras preciosas, animales, plantas, etc.

Si el pensamiento es creador, entonces porque cuando pensamos en algo las cosas no se nos dan como esperamos?

Aquí es donde entra en juego la acción nuestra.

El pensamiento crea las cosas que deseamos, pero la acción nuestra es la que la recibe.

Está en realidad es la piedra con que la gran mayoría tropiezan.

Casi siempre nos quedamos quietos ante lo que deseamos simplemente porque esperamos un momento especial o una acción especial.

Nosotros solo tenemos un tiempo para vivir y es el presente. Así pues no podemos actuar en otro tiempo salvo en este instante.

Y lo único que podemos hacer es actuar en el sitio donde nos encontramos en la actualidad, es decir en tu trabajo o labor presente.

Así que debemos estar atentos a realizar cualquier cosa que tengamos que hacer sin procrastinar.

No alcanzamos a imaginar como esa meta que hemos creado con nuestros pensamientos la podemos retardar solo por nuestra pereza o negligencia de hoy.

Así que te animo mediante esta información a coordinar con sabiduría y amor, tus pensamientos y acciones.

Solo así podrás recibir aquello que tanto deseas favoreciéndote a ti a y todas las personas por las cuales te llegó.
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lunes, 28 de enero de 2019

Machismo vs Feminismo



Machismo vs Feminismo Cuando yo nací, a principios de los años 70, existía la cultura patriarcal.

El modelo de vida de esa época y en el cual fui educado era que el hombre manejaba todas las situaciones del hogar.

Este tenía que ver económicamente por la familia, pues la mujer no podía trabajar ya que debía quedarse en casa cuidando a los hijos.

También tenía que mantener la casa limpia y el alimento listo para cuando su hombre llegara de trabajar.

Este modelo era enseñado año tras año a los hijos mediante sus juegos.

Por ejemplo los niños jugaban con los niños y las niñas pues mantenían con las niñas.

Los juguetes de los niños eran carros, soldados, vaqueros, etc. Y las niñas únicamente jugaban con muñecas y casitas.

En esto se veía como cada uno iba tomando su rol para el futuro.

Los hombres fuertes que nunca debían llorar y las mujeres listas para servir a su hombre.

Y hay de aquel niño que jugara con niñas o sus juguetes, o de la niña que se atreviera a tomar el rol del hombre!

En la educación secundaria, no hubo excepciones, pues mi generación ha estado programada desde entonces.

A pesar de todo, por aquellos años, las mujeres ya habían comenzado a tomar fuerza en diferentes cargos importantes de todas las áreas de la vida.

Esto quizás hizo que fuéramos dejando ese concepto que los hombres sólo se juntaban con hombres y las mujeres pues entre ellas.

Sin embargo, recuerdo que les hacíamos chistes machistas, nos burlábamos de ellas y las considerábamos inferiores, en forma de “broma”.

En alguna oportunidad se me acerco una compañera, con la cual tenía muy buena amistad y ella me dijo dulcemente después de un chiste machista: “Gabriel, en realidad por qué las mujeres seremos tan brutas?”.

Honestamente en ese momento sentí mucho dolor por lo que estábamos haciendo hacia ellas.

Le sonreí y le dije que eso no era cierto. Qué las mujeres son muy inteligentes y eso solo lo hacíamos por divertirnos un rato.

Desde ese día personalmente me aparte de todo chiste, broma o comentario que tuviera que ver con ese tema, pues me di cuenta que las palabras definitivamente tienen poder sobre los que nos rodean.

Hace algunos años me encontraba trabajando en la oficina de un gran amigo.

Allí tenía varios compañeros entre hombre y mujeres.

Especialmente había una señora bastante enojada con los hombres. Según recuerdo había tenido una mala experiencia con su pareja.

En alguna oportunidad la escuchaba decir que los hombres no servían para nada, que eran malos y que las mujeres podían estar solas en el mundo sin ellos.

Otra señora un poco más joven con una historia similar a la anterior pero con personalidad más optimista se le acercó y le dijo:

Por Dios no diga eso. Los hombres son maravillosos. Y la señora dijo y que es eso tan maravilloso que tienen?

Esta le respondió “ese mismo computador que usted tienen y con el cual trabaja lo hizo un hombre!”. Todos necesitamos de todos.

La primera señora se quedó totalmente muda y asintiendo con la cabeza la razón de la segunda.

Esto me hizo pensar de inmediato las divisiones que hemos tenido los hombres y las mujeres hoy en día.

Cada uno tiene sus ventajas y desventajas. En realidad lo que a uno le falta el otro se lo complementa.

Te has imaginado si dejáramos por un momento el resentimiento hacia el otro “bando” y por un momento ambos apuntaran con lo mejor de sí mismos hacia un objetivo?

La humanidad no solo progresaría mucho sino que sería un lugar mucho mejor.

Es evidente que algunas personas les interesa más dividirnos que unirnos pues con esto pueden ganar muchos beneficios a nivel personal.

Pero en cada uno esta seguir odiando a los demás o mejor mirar las cualidades que tienen.

Así que te animo mediante esta información a mejorar tu vida aceptando el complemento que otros(as) te puedan aportar.

En realidad es fácil hacer de esto un paraíso si tan sólo pusiéramos de nuestra parte.

Para finalizar quiero dejarte con una frase anónima que encontré hace varios días: “Donde hay amor, no hay machismo que combatir, ni feminismo que defender”
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lunes, 19 de noviembre de 2018

Cómo superar y evitar una decepción amorosa



Cómo superar y evitar una decepción amorosa Todos en algún momento de nuestras vidas nos hemos sentido muy enamorados de alguien.

Esto es algo que no se puede determinar a consciencia plena, sino que ocurre espontáneamente.

En otras palabras, es imposible elegir de quien enamorarse.

Iniciando todo este proceso, podemos llegar a sentir que agarramos el cielo con las manos.

En fin estamos llenos de felicidad y todo lo vemos diferente, como si fuera más bonito o existirá más armonía.

Algunos en nuestro entorno pueden llamar a nuestro comportamiento “cursilería”.

Otros incluso nos pueden advertir que debemos ser prudentes al actuar con nuestro nuevo amor.

Estas emociones que se salen de lo cotidiano, nos pueden nublar el juicio y comenzar a esperar o a idealizar demasiado a una persona.

Como todo lo que tiene que ver con el ser humano, es factible de cambios y evolución en sus pasos.

Por lo tanto dicha persona que hemos idealizado nos puede “traicionar” o dejar de hacer lo que nosotros estamos esperando de ella.

Aquí es cuando viene la desilusión amorosa que es una especie de “despertar a la realidad” o el dolor de darnos contra el mundo.

Sentimos que esa persona se nos ha llevado algo que nos pertence.

Aquí en realidad es cuando comenzamos a preguntarnos “por qué no escuchamos los consejos de ser prudente con esta persona?”.

O también, “por qué no pude ver con la clase de persona que me estaba metiendo?”.

El problema de la decepción amorosa es que a pesar de que alguien nos ha “hecho” mucho dolor, seguimos pensado, recordando y extrañando a dicha persona.

Somos tan masoquistas, que a veces nos preguntamos, será que si la pienso estará pensando en mí?

Respecto a esto, mientras me encontraba en la Universidad, tuve la oportunidad de ver una asignatura bastante interesante dedicada a las metodologías de la investigación.

Nuestro profesor era un psicólogo peruano el cual nos proponía constantemente interesantes ejercicios.

En una oportunidad nos pidió hacernos en parejas. La idea era que durante varios días de un fin de semana, tuviéramos a la mano una libreta y un bolígrafo.

Cada vez que estuviéramos pensando o recordáramos a nuestro compañero(a), debíamos apuntar la hora.

A la semana siguiente, cuando comparamos los resultados con nuestro compañero(a), era asombrosa la coincidencia, de casi la mayoría de horas y sobre todo la diferencia en segundos.

Quizás puedas pensar que esto confirma que si tú estás pensando en tu ex pareja que te hizo daño, entonces es porque esta arrepentida y desea regresar contigo.

Lamentablemente debo decirte que no. Tú piensas en esa persona es porque lo estás permitiendo.

En el laboratorio mencionado anteriormente, las horas coincidían porque existía un pensamiento predispuesto a realizar el experimento.

Así que por esta razón las cosas se dieron casi que “mágicamente”.

Recuerda que la imaginación es muy volátil. Si por ejemplo estás vulnerable por una situación de estas y comienzas a leer, ver o escuchar temas de romances, es lógico que no puedas nunca superarlo.

Como vimos en el vídeo sobre el propósito de las relaciones hace algunas semanas, las personas no son malas, ni tampoco buenas.

Simplemente los gustos de las personas concuerdan con lo que a ti te gusta.

Mira, nadie está obligado a estar contigo o sentir cosas bonitas por ti.

Tal como ninguna persona te puede obligar a amarla, de la misma forma tú no puedes hacerlo con los demás.

Pero entonces que debemos hacer con ese sentimiento de dolor?

El primer paso es aprender a controlar lo que sentimos. Te recomiendo ver el vídeo anterior a este que trata sobre la importancia de la meditación en el control emocional.

El segundo paso, es que nunca debes negar el dolor. Recuerda que entre más te resistas a algo tu cerebro se va a enfocar más en ello. A lo que resistes, persiste.

Por último evita la música que promueva emociones de dolor y sufrimiento.

En un estado como estos, la imaginación es bastante poderosa y por lo tanto tus pensamientos y recuerdos te van a atacar.

Tal vez hayas escuchado la famosa frase que afirma “un clavo saca a otro clavo”.

Con esto hace referencia a que otra persona, otro “romance” te puede hacer olvidar el dolor que estás pasando.

El grave error de esto es que no solo vas a hacer a otro(a) eso que tanto criticas que te han hecho.

Vas a empeorar tu situación porque hagas lo que hagas, estarás pensando en esa persona que te “dañó”.

Date tiempo de calmar tu mente y tus emociones antes de realizar cosas que quizás te puedan afectar posteriormente.

Siempre toma las experiencias que te ocurran como una oportunidad de mejorar.

Conviértete en esa persona madura emocionalmente que deseas para ti mismo.

Recuerda que los iguales se atraen y tú siempre has estado recibiendo lo que realmente das.

Así que te animo mediante esta información a que sueltes el resentimiento que crees que otros te han causado.

Tú eres el que sigue atado a otras personas porque piensas que te han hecho mal, pero en realidad han sido tus expectativas las que te han lastimado.
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Ingeniero de Sistemas e Investigador del Pensamiento Humano y las emociones, y como estas influyen en las decisiones que tomamos cada segundo para tener éxito o fracaso.

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