En el ámbito motivacional, existe una historia conocida como la ley de los cactus de aloe. Es una historia basada en los leprosos de la época de Jesús el Cristo. Cuenta la Biblia que en aquella época era muy común la enfermedad de la lepra. Cuando alguien tenía esta condición debía gritar para que los demás se apartaran de él. Con el tiempo, cuentan los historiadores, la lepra llegaba no solamente a ser una enfermedad física sino social, pues todo leproso era apartado de la sociedad haciendo que estos individuos habitaran en ciudades abandonadas.
Lo curioso de estas ciudades abandonadas donde moraban los leprosos era que crecía y en abundancia el famoso cactus de aloe o como conocemos aquí en Colombia “la mata de sábila”. Hace 20 o 30 años atrás la ciencia descubrió que esta planta cura la enfermedad. Con tan solo cortar una hoja, comerla y untar el resto en el cuerpo, prácticamente comienzan a verse resultados de la curación al tercer día.
Imagínate la situación, un leproso desesperado, clamando a Dios por su condición y con la solución en abundancia a su alrededor?
Hasta aquí podemos sacar la obvia conclusión que uno no debe fijarse en los problemas sino en las soluciones. Pero esta historia va más allá. Pregúntate por qué los leprosos deseaban curarse de una enfermedad “incurable” con tanta pasión o deseo? Por qué abundaba esta planta en las ciudades en ruinas con leprosos?
Muy simple. La mente subconsciente ve lo que no podemos ver por nuestra lógica. Cual lógica?, pues lo que nos enseñaron que era obvio o lógico. En el caso de los leprosos, su mente subconsciente veía la solución y de allí enviaba una serie de señales al cerebro transformada en un deseo ardiente de curarse. Por eso cuando tenemos un deseo ardiente, por citar un ejemplo, quiero más amor en mi vida, es porque ya existe ese amor en gran cantidad y te está avisando por medio del deseo para tomar la acción.
Así que presta mucha atención a tus deseos. No me refiero a caprichos sino a deseos y la diferencia está en que todo el tiempo te llama, te persigue, donde quiera que vayas esta allí como si tu corazón te estuviera pidiendo eso.
Por eso evita a los asesinos de sueños que bienintencionadamente pero mal informados intentan que no sufras al seguir algo que quizás “no puedas cumplir”. Pero recuerda que si lo deseas ardientemente es porque ya está allí para ti. Solo es hacer como los sujetos mencionados en la historia, observarse y ver qué recursos tienes a tu lado para lograrlo. Simplemente confía en tu poder interior o autopoder.
