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domingo, 12 de agosto de 2012
Las enfermedades comienzan y terminan en la mente
Por Ingeniero Gabriel Salazar12:21:00 p.m.alópata, Belonefobia, enfermedades, Hemofobia, medicina, mental, Mente
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Durante toda mi niñez, la salud fue algo carente en mi
vida. Incluso en la adolescencia sufría de terribles inflamaciones de las amígdalas,
a tal grado que mi garganta se deformaba por la inflamación.
Recuerdo que acababa de llegar del médico alópata y
sentado en mi cama, todavía sobándome el dolor por la aguja de la inyección que
me aplicaron del antibiótico, le escuché a mi padre decir “¿todavía te dan esas
enfermedades?”. En ese momento me quedé pensando “¿cómo es posible que él me
diga eso? ¿acaso uno puede controlar el estado de salud?” y me puse a pensar
que mi padre jamás está enfermo y siempre escuché decirle “mi salud es
perfecta, partiendo de que tengo un cuerpo perfecto”.
En ese momento hice un compromiso conmigo mismo de
comenzar a repetir esas mismas palabras que decía mi padre. Eso ya fue hace
casi 20 años. Al principio cuando repetía cosas positivas sobre mi salud no me
lo creía mucho. Era como si estuviera engañando a alguien importante en mi
vida. Incluso me sentía mal. Pero con el tiempo y sin darme cuenta, cada vez
que lo repetía me lo creía y noté que no me enfermaba ni sufría los terribles
ataques de amigdalitis que me acompañaron durante mi adolescencia.
Cinco años después, tenía que realizar un viaje de
trabajo. Este viaje me tenía un poco estresado. En realidad no recuerdo la
razón por la cual me sentía así. El caso es que en el momento de viajar, repentinamente
me enfermé de una gastroenteritis. Toda
la madrugada padecí de vómito y diarrea.
Mis padres en ese momento que vivía con ellos se
asustaron tanto que me llevaron de urgencias a la clínica. Cuando el médico
alópata me dijo que mostrara mi lengua, de inmediato se dio cuenta que yo
estaba deshidratado, a lo cual me mandó de inmediato suero intravenoso. Lamentablemente
desde niño sufrí varios episodios con las agujas que provocaron en mí una
fobia.
Las fobias son similares a las anclas emocionales que
hemos tratado en este blog. Algunos de estos anclajes emocionales son más
intensos que otros.
La fobia a las agujas es conocida como Belonefobia que también
está asociada a la Hemofobia o miedo a
la sangre y en mi caso es una reacción muy intensa que provoca incluso
desvanecimiento, que es una reacción de mi cerebro para protegerse del temor a
esta fobia. En el momento en que la enfermera me estaba preparando para el
procedimiento, yo le intentaba explicar mi temor mórbido a las agujas.
Y cuando chuzó mi vena para colocarme el suero, en ese
momento me desvanecí. Varias veces sufrí este tipo de reacciones a lo largo de
mi vida, y es extraño pero no puedo evitar compararlo con un computador cuando
se reinicia o se acaba de prender. Para describírtelo, es como si al principio,
cuando ocurre, siento electricidad que recorre mi cuerpo, un cuerpo que no
puedo sentir ni conozco sus dimensiones. Más bien en ese momento soy pura
consciencia y mi lógica se integra a esa consciencia pura.
Entonces ocurre lo que yo llamo reconocimiento de
Hardware, es decir comienzo a realizar consciencia de mis manos, pies, corazón,
pulmones, células, etc. Y siento que muchas manos me acarician y tocan mi
cuerpo. Aquí es donde mi lógica me ha dicho en estos casos “ah… estoy
desvanecido… debo relajarme y ayudar a los demás a despertarme…”
Y comienzo a respirar profundo y lento, a lo cual cada
vez me acerco a lo que percibimos como realidad. Y noto que estoy muy tenso y
comienzo a relajar mis músculos y a respirar más despacio pues estoy respirando
muy agitado. En eso siento que las manos de alguien están sujetando las mías y comienzo
a abrir mis ojos. En ese momento me produce risa, pues veo las caras de todos observándome
y preguntándose que paso. Y con mucha debilidad, me reincorporo y les explico
mi fobia.
Cuando me recuperé, me llevaron a una camilla junto a
otros pacientes. En eso vino una enfermera y me preguntó que me había ocurrido.
Yo le expliqué y me dijo algo que cambiaría mi salud para siempre. Cuando
terminé de contarle sobre mi fobia ella dijo “pues joven, tiene que hacerse a
la idea de las agujas, pues a medida que pasen los años, tendrán que hacerle exámenes
y bla bla bla”.
Mira, automáticamente eso formo un ancla, un acuerdo
tácito entre mi salud y la vida. Inconscientemente use el miedo o la fobia para
activar mi excelente salud. Esa fue la última vez que visité un lugar de esos. Ya
han sido un poco más de 15 años y jamás me volví a enfermar ni siquiera de un
resfriado común.
La mecánica de la mente en estos procesos es explicada en
el libro LAS ENFERMEDADES COMIENZAN Y TERMINAN EN LA MENTE de los doctores Víctor
Giordani y Carlos Ruíz (hermano de Don Miguel Ruíz, autor del Best Seller Los
Cuatro Acuerdos)
Cuando comencé a practicar mi pasión por la investigación
del pensamiento humano a finales del año 2006, hice un análisis de todo esto y
comprendí como trabaja la Programación Neurolingüística en nosotros. Decir
frases de poder no te traerá bienestar instantáneo. Pero si con los años, irás
formando un ancla para que tu sistema límbico que es el encargado de traducir
palabras en emociones, te permitan vivir aquello que has estado reprogramando
en tu mente un día tras otro.
Por ejemplo, desde el día que supe de la concepción de mi
hija, siempre le hablé desde el vientre de su mami hasta el día de hoy. Le he
dicho que tiene un cuerpo bello, atractivo y perfecto. Se lo digo estando
despierta, cuando está dormida y hasta por teléfono. Y adivina ¿cómo es la
salud de mi hija? Me atrevo a decir que incluso es mejor que la mía.
La mayoría de personas usan su lenguaje para “chingarse”.
Hablan siempre de palabras tales como “pobreza”, “pobrecito”, “que pesar”, “que
lástima”, etc. y se ha vuelto tan habitual en ellas esto que no se dan cuenta
cuando lo hacen. Pero su cerebro automático o mente subconsciente no le importa
si esto lo afecta para bien o para mal. Simplemente lo guarda y lo procesa
junto con todo el sistema nervioso para vivenciar aquello que se han programado.
Lo triste de esto es que nadie acepta su responsabilidad
por lo que vive. Siempre le hecha la culpa al Papá/Mamá Gobierno, a los
corruptos, a la edad, al clima, al dinero, al sistema de salud público, a sus
padres, a hermanos, amigos, deportes, etc. Pero no se dan cuenta que solitos se
están chingando la vida y no hacen nada para cambiarla, sino que esperan que
venga un “mesías” o “salvador” a cambiarles la vida con una maleta llena de
dinero o con un frasco de medicina que les quitará los males o con aquella
persona maravillosa que están esperando que llegue a cambiarles sus vidas y a
llenarlos de amor.
Mira, la vida te da lo que tu le pidas con tus aptitudes
diarias. Si estás planeando fracasar ya sea consciente o inconscientemente,
pues eso serás, un fracasado. Y por el contrario si tu propósito vehemente es
triunfar pase lo que pase, pues eso serás, un ganador en todo lo que hagas. En esto
no puede ayudarte nadie, ni un salvador o mesías. Lo único que puede ayudarte
son tus emociones, pero si estas son dirigidas por palabras de dolor, fracaso,
pobreza, vejez, muerte, angustia, culpa, escasez y desesperación pues irás
directo al fracaso, así desees mucho tus objetivos.
Analiza tus palabras diarias y has un análisis de tus
resultados y emociones actuales. Verás como han sido un guion que tu vida está
siguiendo al pie de la letra. Has algo por tu vida, es tuya y nadie la va a
vivir por ti. Tú no eres lo que estás viviendo. Tú puedes y viniste al mundo a
ser grandioso. Eres un hijo del Universo y el Universo no es pequeño, ni
triste, viejo, miedoso, pobre o enfermo. Siempre está en expansión y siempre
está creando cosas nuevas. Siempre se atreve a más. Vive tu vida con valor y el
Universo te abrirá puertas donde antes no existían.
lunes, 21 de marzo de 2011
Aceptando mi responsabilidad de ser feliz
Por Ingeniero Gabriel Salazar3:58:00 p.m.Amor, Dios, Felicidad, Ganar Dinero, Mente, PBA, Responsabilidad
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Hace algunos día, dialogando con mi buena amiga JM sobre los motivos por los cuales las personas no alcanzan la plenitud de sus vidas, tuve la necesidad de continuar con el tema de buscar la felicidad a partir de aceptar nuestra responsabilidad de ella.
Casi siempre esperamos que venga alguien o algo a hacernos felices y nos abandonamos a la Suerte para que nos llegue sin mover un solo dedo. Es como si esperáramos que Dios o el Salvador llegaran a solucionarnos todos nuestros problemas presionando un solo botón. Mira Dios es Amor, ¿acaso crees que él está deteniendo el bien que tiene para ti, con el fin de que sufras un rato y luego dártelo en un futuro? Ya todo te lo está dando Dios a diario, cada segundo. Eres tú que no quiere ver el bien que trae cada día para ti y por eso permaneces esperando que lleguen a sacarte de donde estés.
Mi buena amiga JM es auxiliar de odontología. Su jefe es una buena persona y muy humanitaria y me contaba que un tiempo atrás hablaban de un colega que cobraba mucho por un tratamiento que ellas hacían por la mitad de su precio. Las conclusiones a las que llegaron ellas eran que a largo plazo el colega que era muy bueno pero cobrara muy caro, por ahora tenía muchos pacientes, pero que en un futuro las personas terminarían usando los servicios de ellas y que además no era bueno ser usurero porque eso “ayudaba a mantener” la consciencia tranquila.
Mira que si cobrar bien un trabajo fuera un delito, ya todos los que cobramos bien estaríamos en la cárcel. Tú no estás siendo obligado a comprar un producto. Tú lo compras porque quieres. Es como un amigo que estaba ofendido con X supermercado porque eran muy “careros” los “HP”. Yo le pregunté ¿es el único supermercado en la ciudad? Me dijo, no hay otros más baratos. ¿Entonces por qué compras allí? Porque es más cerca, más cómodo, más limpio, etc. Si observas la persona está pagando unos beneficios. Y si no los tuviera, ¿por qué sigue allí?, quien lo obliga o es que ¿le colocan una pistola en la cabeza para que lo haga?
Como siempre estoy atento a aprender de experiencias y formas de pensar de la gente, pues es algo que me encanta porque me ayuda a avanzar en la vida, decidí indagar el pasado de mi buena amiga JM. Le pregunte que como había sido su infancia con respecto a la autoestima y el merecimiento de las cosas y que si se consideraba buena vendedora, pues todos somos vendedores de algo como lo explicaba en la entrada MI LUGAR EN EL MUNDO.
Ella me respondió muy segura, feliz y orgullosa que durante su infancia no tuvo una autoestima sana, pero que ahora ella pertenecía a X religión y eso hizo que ella creyera más en sí misma y ahora era una buena vendedora, muy convincente pues adicional a su trabajo, vende productos de belleza y ropa por catálogo.
Le pregunté ¿eres capaz de sentarte a una mesa y hacer un negocio de miles millones de dólares? Casi que paralizada por unos segundos y con cara de asombro me dijo que no. A lo cual le pregunté ¿por qué? Ella me dijo que no se sentía capaz y como me encanta aprender de cómo actúan las emociones en esos momentos para tomar ese tipo de decisiones, le hice varias preguntas personales en la cual llegamos a la conclusión que actuamos o dejamos de actuar en la vida por nuestras creencias de merecimiento.
Yo le ponía un ejemplo a mi querida amiga JM que hay mucha gente que vende zapatos, pero que de todas las personas que venden ese tipo de producto o cualquier otro producto, yo los dividía en dos grupos. Los que cobran bien y los que cobran mal. Con bien y mal me refiero a costoso y barato. Cuando hacen cierre de mes, ambos grupos de personas venden, pues para todo hay clientes. La única diferencia a fin de mes era que el que cobra poco o barato sufre, se queja, llora y siente que la vida es difícil. Y el que cobra costoso se goza la vida.
Es el mismo caso que mi amiga JM me presentaba con su jefe odontóloga que cobra bajo y el colega odontólogo que cobra costoso. Si observamos nuestra historia desde niños e intentamos recordar este tipo de eventos en nuestras vidas, siempre ha existido este dilema y lo que determina que cobremos para disfrutar o llorar la vida son nuestras emociones de merecimiento.
Por ejemplo hay autos de cientos de millones de dólares. ¿Se han dejado de vender por costosos? Hasta hay personas haciendo fila por tener uno. El hecho de que una persona tenga mentalidad pobre, eso no quiere decir que el resto de la humanidad sea igual o viva en esas condiciones.
¿Te has sentido frenada o frenado al momento de cobrar un trabajo que hagas para alguna persona, como si una carga eléctrica recorre todo tu cuerpo diciendo NO?
Es tan fuerte la sensación de inmerecimiento que nos sentimos hasta cansados de batallar contra ella y al final nos dejamos vencer y sentimos rabia contra nosotros mismos inicialmente por ser tan pendejos y luego terminamos culpando a la situación de crisis que vivimos.
Mira a nosotros nos dicen que estamos en crisis, pero si eso fuera cierto la crisis era para TODOS. No para algunos. Ni siquiera los que nos dicen que hay crisis no podrían hacerlo pues sus trabajos ya no existirían. Además el Dinero no se evapora, no lo abducen los extraterrestres, etc. Y si eso ocurriera siempre van a imprimir más billetes en papel moneda. ¿O acaso crees que los billetes no los renuevan? Más bien las personas te dicen eso para que cobres muy poco por tu trabajo que vale muchísimo. El Dinero es algo que circula a diario. Cambia de mano en mano y no viene al azar a tu vida. Lo atraen tus ideas, es decir que la gente que cada día se está convirtiendo en gente rica es gracias a que tuvieron una idea y ahora les permite suplir una necesidad que otras personas les retribuyen con Dinero. No existe otra forma de tener Dinero en tu vida. Quizás me digas “bueno, puede ser una lotería o una herencia”. Pero para eso también hay que usar las ideas para reclamarlo y recibirlo. Y si no estás preparado o en tu cerebro no existe la creencia que el Dinero sea algo bueno, por más dinero que tengas, siempre vas a hacer algo o va a ocurrir algo para que este lo pierdas y se aleje de tu vida.
En alguna ocasión un taxista que me llevó hasta mi casa me contó que había ganado dos veces la lotería. Un total de 1.300 millones de pesos colombianos. Dijo “¿me puede creer que sólo tengo este taxi viejo, y un pequeño apartamento en muy mal estado, y que tengo que trabajar casi que 20 horas diarias para poder sostenerme a mí y a mi esposa?”
Como lo expliqué en la entrada COMUNICANDOLE A TU PODER SUPERIOR TUS DESEOS, yo viví ese proceso de inmerecimiento. Me di cuenta que yo valgo y mucho. Y lo que yo hago es tan excelente que lo puedo cobrar muy bien. Por eso resolví no trabajar por menos de lo que considero es mi valor y si alguien para manipularme me dice que tiene otra persona que lo puede hacer por la mitad, pues yo le recomiendo que adquiera ese servicio si no tiene el Dinero para contratar mi talento. Porque eso es otra asquerosa forma de manipulación que algunas personas te aplican para que termines vendiendo tu valor por menos de lo que consideras que vale. Igual, si alguien quiere algo de calidad, debe pagar por ello. Si quiere algo a medias, pues paga menos.
¿Quieres vivir una vida que valga la pena en felicidad? Comienza a valorarte. Te aseguro que nadie lo va a hacer por ti. Es tu responsabilidad darte cuenta de ello y actuar en consecuencia. Recuerda que para lograr algo, debemos, sentir, pensar y actuar coordinados. Y si piensas en valorarte, pero no actúas de acuerdo a eso, vas a sentir otra cosa totalmente diferente y permanecerás estancado.
Tú puedes ser positivo ante la vida, y hacer ejercicios y afirmaciones de poder todos los días, pero si estás dividido y no sabes que realmente quieres, seguirás obteniendo resultados negativos en tus acciones y decisiones que a la larga determinan la calidad de vida que llevarás en el futuro.
Como hemos visto en las entradas de este Blog, tienes un aliado o un enemigo en tu subconsciente. Todo depende como lo estés entrenando a diario. Dependes de la información que ingresas todo el día en tu cabeza.
En la próxima entrada veremos algunos defectos de carácter que hacen que permanezcas en un estado de inmerecimiento.