Últimamente varias personas me han preguntado sobre un tema de referencia que mencioné en un vídeo anterior sobre la LEY DEL EFECTO INVERTIDO. La cuestión hace referencia si nosotros podemos afectar con nuestro pensamiento los resultados por ejemplo de loterías o juegos de azar.
Respecto a esto, hace unos 20 años, planeábamos pasar un fin de semana en la finca de un amigo con un grupo pequeño. Para reunir fondos nos invitaron a un casino a “ganar” dinero mediante la suerte. Si me preguntas hoy en día, yo no haría eso. Más bien el dinero destinado a eso lo guardaría para el fin de semana. Pero en dicha oportunidad fui solo de compañía.
Al ver que no ganaban nada, comencé a reírme de ellos y hacerles bromas. Ante esto, uno de ellos me dio una moneda para comprar un cartón de un Bingo. La verdad lo jugué sin ninguna intención de ganar, sino solo por reírme con ellos de los que iba a pasar. Pero al final terminamos todos asombrados porque gane el juego y el premio. Por supuesto ellos insistían en que siguiera jugando porque nos iba a ir “bien” y la verdad yo me negué pues siempre he pensado que la suerte en este tipo de eventos es una cuestión aleatoria.
Años más tarde me ocurrió algo similar cuando recién me había casado. Mi esposa me invitó a visitar a unos familiares y ya tarde al momento de partir, un grupo de ellos nuevamente con el juego de los cartones de Bingo nos dijeron que participáramos.
La verdad no quise hacerlo e insistieron tanto que hasta nos dieron dinero para jugar. Nuevamente yo lo vi como diversión sin intenciones de ganar y al final y nuevamente para mi sorpresa ganamos. En eso nos fuimos y pues dichos familiares querían que siguiéramos participando pero ya se estaba haciendo muy tarde para irnos. De todas formas como la primera vez tampoco hubiera seguido por el concepto que tengo sobre la aleatoriedad de dichos juegos.
En otra oportunidad encontré un audio subliminal. No recuerdo a quien pertenecía porque no era con la voz humana sino con las voces del software Loquendo. El audio hablaba sobre ganar la lotería y repetía mucho la frase “dame el número de la lotería”.
Después de unos meses de escucharlo, un domingo en la tarde me acosté al lado de la cama de mi hija y me quede dormido escuchando dicho audio. Recuerdo que comencé a soñar que el teléfono sonaba y la llamada que sonaba se alcanzaban a ver 3 números. Sin embargo el último número no se veía muy claro. Era entre un 7 y un 9.
Le comenté esto a mi esposa y me dijo por qué no lo juegas? Como no tenía mucha experiencia con eso lo jugué con la última cifra 7 por eso del número perfecto y bla bla bla. Para mi sorpresa fue el mismo número pero terminado en 9. Los expertos en estos temas dicen que juegan todos los que se les vengan a la mente.
Personalmente he conocido gente que gana seguido, pero así mismo gastan el dinero en esta práctica. Así que desde mi punto de vista, hubiera sido mejor ahorrarlo y con el tiempo tendría un buen capital para una posible oportunidad financiera.
Si observas la pregunta inicial, podemos analizar algo y es que estamos jugando por necesidad. Casi siempre por eso no ganamos o se nos escapa el dinero que es lo que menciona dicha entrada.
El libro CONVERSACIONES CON DIOS de Neale Donald Walsch hace mención al pensamiento promotor. Que es el pensamiento que inicia el resto de pensamiento y por el cual tú están haciendo una petición. Por ejemplo pregúntate, por qué deseas ganar la lotería?
Si somos honestos, detrás de ese deseo hay un sentimiento de temor, de ganar porque tienes una carencia que solucionar. Si prestaste atención notarás que en los ejemplos que cité arriba, no jugaba por ganar, no había un sentimiento de temor o necesidad, el cual al final diera cumplimiento al pensamiento promotor.
Puede la consciencia colectiva afectar los resultados de una lotería? Personalmente nunca he realizado esta práctica, pero en teoría debería funcionar. A título personal no recomiendo mucho la práctica de los juegos de azar pues esto te puede llevar a la ludopatía. Más bien yo aconsejo el ahorro planeado y el análisis responsable de inversiones futuras, mientras va creciendo tu ahorro.
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