Un nuevo comienzo

Hace ya casi un año que escribí la entrada Lo que impide lograr mis metas en donde exponía cómo poco a poco íbamos desistiendo de nuestros objetivos debido a los condicionamientos mentales. Al terminar este año y comenzar un nuevo 2012, me gustaría que hiciéramos un balance de tu vida.

Por favor usa papel y lápiz, y en tu intimidad comienza a recordar y escribir tus propósitos para el año 2011. ¿Se cumplieron? ¿Cuales no se cumplieron? ¿Por qué no se cumplieron? ¿Pusiste de tu parte para lograrlo? ¿Si pusiste todo tu empeño en esa meta que tanto deseas, por qué crees que no se logró? ¿Desistirás o piensas intentarlo de nuevo este 2012?

En estos 2 últimos años que he tenido muchas experiencias sobre el comportamiento humano, he podido descubrir varias cosas interesantes sobre las metas personales. Una de ellas es que miramos muy fácil las metas ajenas, pero las nuestras las vemos un poco complicadas y por eso la gran mayoría no se atreve a ponerse metas grandiosas para un nuevo año, sino que se propone metas tales como “al menos” seguir con mi trabajo, o pagar la casa, que no son metas para nada negativas, pero son metas que ya pasaron y estás en eso. Ya dejó de ser una meta. Bueno asumo que no piensas que la vida es como los vegetales y animales: nacen, crecen, se reproducen y mueren, pues el ser humano con su cerebro tan desarrollado, tiene la capacidad de ir por más en la vida o crecer en todos los aspectos de su existencia.

Otra cosa importante que he descubierto es que no estamos dispuestos a cambiar mucho con tal de cumplir una meta, sino que esperamos que por si sola llegue y como eso no va a suceder, pensamos que Dios tiene la culpa o que la vida se pone en contra de nosotros, o es por culpa del invierno o un amigo/enemigo o porque el Gobierno de mi país no me ayuda, etc.

Mira, yo te voy a contar un secreto de vida. Los milagros existen pero solo para aquellos que los buscan provocando la vida. Con esto te quiero decir que si deseas algo, debes “tocarlo” y tocarlo incluye investigar, preguntar, intentar, invertir, caerse, levantarse, llamar, diseñar, volver a intentar, resistir, no obedecer, olvidar la crítica bien intencionada pero ignorante de tus objetivos y volver a intentar una y otra vez. Sólo de esta manera ocurren los milagros.

Casi todos tenemos en la mente, quizás por los clásicos de los hermanos Grimm, que de la nada aparecerá una bella hada con una varita para cumplir nuestros sueños. No, los milagros si existen pero debes provocarlos.

Otro punto importante del comportamiento humano es que no controlamos nuestras emociones. Por ejemplo si nuestro amiguito o amiguita cercana, con nuestra misma profesión y metas similares, las cumple, jamás se lo perdonamos. Claro que no se lo decimos porque está muy mal sentir celos o envidia (que finalmente vienen siendo lo mismo), sino que la emprendemos contra nosotros primero, luego intentamos disminuir los logros de nuestro amiguito o amiguita con comentarios sarcásticos, y finalmente terminamos en culpa y derrotismo desistiendo de nuestra meta.

Un buen ejemplo de control emocional en este caso, sería reconocer ante uno mismo lo que se está sintiendo. Al hacer esto, tu interior “mágicamente” te da soluciones emocionales al problema. (Claro que esto no ocurre la primera vez que lo haces. Esto es un proceso de años de entrenamiento). Y segundo, cuando has solucionado tus emociones neuróticas, entonces pasarías a hablar con tu amiguito/amiguita para pedirle consejo de que hizo para lograr sus metas. Eso sería la manera técnica de describir a la madurez emocional.

Mira, te seré muy honesto. La magia de la vida no ocurre sin control emocional. En esto falla la mayoría de personas que intentan cambiar sus vidas, pues el descontrol emocional produce una característica neurótica llamada ansiedad. Y cuando tú estás poseído por la ansiedad, fácilmente desistes de tu empresa y allí es cuando fracasas.

Muchas personas en estos años me han preguntado, porqué la Ley de Atracción no les funciona a ellos, pues ellos ven que a otros si les ha funcionado. Esto se debe a la ansiedad y al descontrol emocional que no permite tomar mejores elecciones para cambiar sus vidas.

Mira, controlar las emociones no es fácil. Yo fui presa del pánico, de la pereza, auto abandono y depresión, por muchos años. Descubrí que para cambiar eso se requiere trabajo diario con uno mismo. Yo llegué a leer libros para cambiar y controlar la voluntad de otros. Pero eso es desgastante, a parte de inútil, hasta que hice consciencia que al único ser que puedo cambiar es a mi mismo.

Al principio trabajar con uno mismo es complicado, pues el cerebro programado desde niño para la escases, enfermedad, desamor, fracaso y dolor, va a decirte que eso no es posible produciendo neuro químicos que serán interpretados como emociones de desgano, desinterés, auto abandono, etc. Agrégale a esto el pend… digo el guey que te dice que no puedes, ya que él no ha podido. Pero con los días, insistiendo y resistiendo, verás que tus emociones van cambiando poco a poco, hasta que llega el día en que haces consciencia y recuerdas como era de difícil para ti las cosas anteriormente, y te das cuenta de que ha ocurrido un cambio milagroso en tu vida, pues estarás fluyendo con el Universo.

¿Cuáles son tus metas para el 2012? ¿Qué estarás sintiendo dentro de un año? ¿Culpa, dolor y resentimiento o Alegría, Verdad y Amor? Piensa en tu futuro, piensa en tus parientes más cercanos que dependen de ti, pues tú eres su ejemplo. Trabaja contigo mismo desde hoy mismo para que al final del próximo año estés sintiendo la abundancia que el Universo quiere entregarte y manifestándola. ¿Dónde quieres estar dentro de 5 años? Esperarás esos 5 años para arrepentirte y decir “si pudiera volver 5 años atrás para trabajar un cambio personal conmigo, hoy estaría mejor pero…”

Sólo me queda desearte un feliz fin de año y que el próximo año 2012, tu intención y tu voluntad se unifiquen con el deseo de tu corazón.